Se llama Biblia al conjunto de escritos que en el judaísmo y el
cristianismo se consideran de un valor religioso superior. La palabra Biblia se deriva del griego Biblia, plural de biblíon, “librito. La Biblia es pues una pequeña biblioteca. La Biblia está compuesta por el Antiguo Testamento y el Nuevo testamento, de los cuales trataremos más adelante.
La Biblia trata de las relaciones entre Dios y el hombre. Por medio de
ella Dios se revela así miso y da a conocer su voluntad y su propósito redentor. Contiene, pues, la historia de la salvación y muestra la acción poderosa de Dios en la historia humana, especialmente en el pueblo de Israel.
PARTES
Los libros de la Biblia
La Biblia está formada por 53 libros del Antiguo Testamento y 27 del
Nuevo testamento.
Antiguo testamento
El Antiguo Testamento comprende:
Los libros históricos: en ellos se ve la actuación de Dios para libertar a
un pueblo que quiere hacer que se a su pueblo. Lo vemos educar a ese pueblo y dar un sentido a su historia nacional. En estos libros destacaban: El Génesis, El Éxodo, El Deuteronomio y los libros de Samuel.
Los libros proféticos: Dios interviene en la historia por medio de sus
profetas, encargados de transmitir su palabra.
Los libros de sabiduría: destacan la importancia de la educación y del
esfuerzo del individuo para llegar a ser un hombre responsable y creyente.
Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento comprende:
Los cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan): La palabra
Evangelio significa Buena Nueva. Estos son los libros en que los apóstoles de Jesús escribieron lo que habían visto y aprendido de él. Los hechos de los apóstoles: escrito por Lucas el mismo, que escribió el tercer evangelio y se narran las experiencias y hazañas y apóstoles, y
Las Cartas: que los apóstoles distinguieron a las primeras comunidades
cristianas, y son más de veinte.
MODO DE USARLA
El uso personal de la Sagrada Escritura
Es recomendable que cada creyente lea regularmente la Sagrada
Escritura, dado que esta brinda consuelo y edificación, orientación y exhortación; además promueve el reconocimiento. Lo determinante es con qué posición interior el lector se dedica a la Biblia. El esforzarse por sentir temor de Dios y ser santificado, unido a los ruegos sinceros para interpretarla correctamente, son aspectos útiles para una lectura provechosa de la Biblia. La lectura intensiva de la Sagrada Escritura contribuye a comprender mejor el Evangelio. Esto fomenta el reconocimiento y fortalece la certeza en la fe.
EXTRACTO
La Sagrada Escritura constituye el fundamento de la doctrina de la
Iglesia Nueva Apostólica. (1.2.5)
La interpretación correcta de la Sagrada Escritura es revelada en toda
su profundidad únicamente por el obrar del Espíritu Santo. Los Apóstoles de Jesús también tienen el encargo de interpretar la Sagrada Escritura. Sólo lo pueden hacer por medio del Espíritu Santo. (1.2.5.1)
Jesucristo es el centro de la Escritura. El significado de los enunciados
del Antiguo Testamento queda determinado por su concordancia con aquello que enseña el Evangelio. (1.2.5.2)
La lectura regular de la Sagrada Escritura le brinda al creyente
consuelo, edificación, orientación, exhortación y promueve el reconocimiento. (1.2.5.3)