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LINGUISTicA Tee Adam, fT, Semos | 47 © 5 Capitulo 3 éTipos de texto o géneros de discurso? "[.-] Tipos de texto esti inscriptos y circulan en el metalenguaje natural bajo la forma de nombres de ‘géneros; editorial, reportaje, instrucciones, actas, disertaci6n, noticia, manual, carta, circular, informe Es demasiado facil demostrar Ia extrema heterogeneidad de los criterios que presiden la designacién de esias series de textos. Aunque heteréclitos cuando se los considera en bloque, los géneros siguen cestando presentes, sin embargo, en grados diversos en la conciencia de ciertos locutores, sean 0 no directamente productores o consumidores. Son por fo tanto utilizables en la enseftanza/aprendizaje: ‘Vagos modelos de textos, estén activos en la medida en que puede anclarse en la competencia ‘comunicativa de los locutores. Esa es toda su superioridad sobre las tipologias de textos "cientificos" pero exteriores que la dialéctica se ve levada a utilizar.” Jean-Claude Beacco (1991:23) 1, Terminar con los "tipos de textos" La idea misma de "tipos de texto" que no deja de reaparecer, en particular en e! campo de la didactica del francés, debe cuestionarse seriamente. El éxito de las, tipologias de textos tendié a restringir el estudio de los generos al campo de ia poética literaria. Después de haber trabajado mucho sobre el relato y la descripcion, me vi tentado por fa aceptacién pura y simple de las teorias anglosajonas relativas a los tipos de textos, teorias de las que dan cuenta o que exponen los articulos siguientes (sélo se trata de una seleccién cronolégica indicativa que da una idea del contexto de los trabajos de es0s afios): E. Gilich y W. Raible (eds.) 1972: Textsorten, Differenzierungskriterien aus linguistischer Sicht, Frankfort/M, Athenaum E. Werlich 1975: Typologie der Texte, Heidelberg, Quelle y Meyer E. Gilich y W. Raible 1975: "Textsorten-Probleme" in Linguistische Probleme der Textanalyse, Jahrbuch 1973 des Instituts fiir deutsche Sprachtextanalyse, Diisseldorf, Schawnn. H. Idenberg 1978: "probleme der Texttypologie Variation und Determination von Texttypen", Wissenschattliche Zeitschrift der Karl-Marx-Universitat Leipzig, Geselischaftlich und sozialwissenschaftliche Reihe, n°. M. Dimter 1981: Texthlassenkonzepte heutiger Alliagssprache, Tabingen, Niemeyer RE, Longacre 1982: "Discourse typology in relation to language typology”, Sture Allen ed., Text Processing, Proceeding of Nobel Symposium 51, Stockholm, Almquist y Wiksell. H, Isenberg 1984: "Texttypen als Interaktionstypen, Eine Texttypologie", Zeitschrift fir Germanistik, 2° 5. M. Dimter 1985; "On text classification" en Discourse and Literature: New Approaches to the Analysis of Literary Genres, T.A. Van Dijk ed., Amsterdam y Philadelphia, John Benjamins. E, Gillich 1986: "Textsorten in der Kommunikationpraxis" en W, Kallmeyer, Kommunikationstypologie, Diisseldorf, Schwann. W. Franke 1987: "Textypen-Textsorten-Textexemplare: Ein Ansatz 2u iher Klassifizierung und Beschreibung", Zeitschrift fir germanistische Linguistik, n° 15 B. Mortara Garavelli 1988: "Tipologia dei Testi" en G, Hodus y otros: Lexicon der Romanistischen Linguistik, vol. IV (Italiano, Corso, Sardo), Hamburg, Niemeyer. Dediqué varios articulos entre 1987 y 1992, y un libro (1992) a tratar de explicar por qué, en mi opinién, es tan errado hablar de "tipos de textos". La unidad "texto" es demasiado compleja y heterogénea como para presentar regularidades linguisticamente observables y codificables, por lo menos en este nivel de complejidad. Es por esta razén que, a diferencia de la mayoria de mis predecesozes anglosajones, propuse situar los hechos de regularidad llamados "relato", “descripcién", “argumentacién", "explicacién’, y "didlogo” en un nivel menos elevado en la complejidad composicional, nivel que propuse llamar secuencial, Como vimos antes, las secuencias son unidades composicionales apenas més complejas que simples periodos con los que inclusive se confuunden a veces. Dejando aparte el caso particular y relativamente escaso de los textos muy cortos monosecuenciales, las secuencias son unidades de composicién textual muy inferiores al conjunto representado por el texto. Un texto con dominante narrativa esta generalmente compiicsto de relaciones de acciones, acontecimientos, palabras y pensamientos, comporta momentos descriptivos y dialogicos més o menos desarrollados. En este caso, hablar de manera reductora de “texto de tipo narrativo” equivale a borrar la complejidad especifica del texto en cuestién. En efecto, en el dosaje de las relaciones entre estos diversos constituyentes composicionales es donde'cada texto construye sus efectos de sentido, inclusive sus intenciones estéticas. La teoria composicional de las secuencias tiene como tarea Poner el acento en tales dosajes, sobre las nuevas soluciones inventadas por cada texto y sobre las reglas que respeta. Es con este objetivo que habia decidido terminar Les lextes: types et prototypes (1992) con el estudio del caso particular del monélogo narrativo en el teatro francés clasico. Por medio de este ejemplo se trataba por un Indo de insistir en la relacién entre secuencia (el monélogo narrativo) y todo textual (la pieza) y por otro de poner el acento en decisiones composicionales relativas a la insercidn del relato en el didlogo teatral, decisiones inseparables de la historicidad de Jas reglas de una época. Esta orientacién de la reflexi6n inauguraba la problematica que est en el corazin de la presente obra, Es menos interesante decir que un discurso, por ejemplo politico, es de "tipo argumentativo" que examinar su dinémica permaneciendo atento a la manera en que secuencias y periodos se articulan dentro de un plan de texto. Fl estudio de las modalidades de insercién de secuencias narrativas en cotextos argumentativos, explicativos o dialogales es mucho mis titi! que el borrado de lo heterogéneo dentro de un texto artificialmente tipologizado en su globalidad. De la explicacin del texto al analisis del discurso, se tiene Ja mas urgente necesidad de una teoria de los ordenamientos textuales atenta a estas diferencias ya la complejidad dela articulacion de elementos lingiisticos heterogéneos. El modelo de la estructura composicional de los textos rompe radicalmente con la idea de “tipologia de los textos” y sdlo tiene sentido en la perspectiva global de una reflexion referida a los niveles de organizacién y las operaciones de textualizacin que se mencionaron brevemente en el capitulo 2. Los estudios de la segunda parte permitiran sin embargo oy hacer funcionar muy concretamente esta teoria de los ordenamientos composicionales en la dindmica de los analisis. Si se quiere hablar de "tipos" a nivel global y complejo de las organizaciones de alto nivel, sélo puede tratarse de tipos de practicas sociodiscursivas, es decir de géneros. Siguiendo una feliz formula de Frangois Rastier "un género es lo que vincula un texto con un discurso" (1989:40). Lo que significa que el género vincula -tanto en el ‘movimiento de la produccion como en el de la interpretacién- un texto siempre singular con una familia de textos’. Un género vincula lo que et andlisis textual logra escribir lingtisticamente con lo que el andlisis de las practicas discursivas tiene ‘como objetivo aprehender sociodiscursivamente. Le cuestion de los géneros de discurso, y con ella le reflexion sobre la dimension institucional de las précticas discursivas, mucho mas alla del ambito exclusivo de la postica lteraria, ya era central en 1987 en Nuevas fendencias en andlisis del disourso be Dominique Mangueneau, Diez afios mas tarde, se comienza apenas , como escribe Sophie Moirand, a abordar "Ia diversidad de los géneros discursivos (y le variedad de Jas configuraciones textuales) que estén obsesivamente presentes en los mundos cotidianos, profesionales o medisticos’ (1996:5). Para un enfoque mis literario del concepto de género y el recuerdo de sus origenes retoricos y poétices, | se pueden leer las obras de sintesis siguientes | ‘Jean-Marie Schaeffer, Qu'est-ce qu'un genre littéraire?, Seuil, 1989 | Dominique Combre, Les genres litéraires, Hachette, 1992 ‘También hay que citar e! volumen colectivo: “Theorie des genres, Seuil, 1986, con articules de G, Genette, H.R, Jauss, JIM, Schaeffer, R Scholes, WD. Stempel, K. Vietor Desde un punto de vista mas didactico, mencionemos el reciente: nselgner la littérature par les genres, de Karl Canvat (De Boeck-Duculot, Bruselas, 1999) Y algunos articulos: ‘Tavétan Todorov, "Liorigine des genres" en Lia notion de littérature, Suit, 1987. Jean Molino, "Les genres Tittéraires", Podtique, 93, Seuil, 1993 | Claude Calame, "La pose lyrique greoque: un genre inexistent", Literature, Li], Larousse, 1998. 2, Géneros, interdiscurso y formaciones discursivas De manera bastante similar a la que adoptaremos aqui, Jean-Paul Bronckart (1997) define el texto como una "unidad comunicativa de rango superior” (1997:137). ‘Adoptando més la terminologia de Michel Foucault que la de J.P. Bromekart que fiende a llamar "texto" lo que casi todo el mundo llama "discurso” y viceversa- se puede seguir lo esencial de lo que dice (1997:137-138), aproximando al mismo Hempo sus afirmaciones 2 las de Bajtn citadas a comienzos de este capitulo. EN funcion de sus objetivos, intereses y desafios especificos, las formaciones sociales claboran diferentes suertes o "familias" de textos que presentan caracteristicas 1o Soficientemente estables como para que se las califique de "géneros". Estos géneros 2 para una utiizacion de las tess de Wittgenstein sobre los “sires de familia" y los "juegos de lenguaje”, se puede leer el ensayo de Simon Bouquet (1998). estan disponibles en el interdiscurso "a modo de modelos indexados para los contempordneos y las generaciones posteriores" (Bronckart 1997:138), Hay que precisar aqu{ algunas nociones bastante similares y que a menudo se confunden. Se habla a veces de géneros -es el caso de la poética- en términos de architextualidad (Genette 1979). G. Genette propuso agrupar bajo la etiqueta “transtextualidad” un objeto de ia poética que concierne a las diferentes formas de relaciones (manifiestas o secretas) de los textos entre ellos. Varios de sus libros tienen como objeto la exploracién de esta "trascendencia textual" de los textos literarios Distingue la intertextualidad (cita, alusién), la metatextualidad (comentario de una obra por o en otra), Ia hipertextualidad de las secuelas, pastiches, imitaciones y subversiones de un texto por parte de otro (ver Palimpsesies, 1982), la architextualidad (relacién de un texto con las categorias genéricas, abordada en Introduction 4 Varchitexte, 1979) y finalmente la paratextualidad (relaciones de un texto con lo que lo rodea materialmente -peritexto- 0 a distancia -epitexta-, abordadas en Seuils, 1987). La architextualidad genérica, que tiene el mérito de sefialar la pertenencia de un texto aun conjunto que lo supera y en el que se inscribe o en relacién con el que se define, no debe confundirse con la infertextualidad. Mas alin si consideramos que Jean-Paul Bronckart, por ejemplo, habia de "intertexto" ahi donde, siguiendo a Foucault y Maingueneau, hablaremos de "interdiscurso”. Mas que admitir una simple sinonimia de los dos conceptos, reservemos la intertextualidad a los ecos libres de un (0 varios) texto(s) en otro texto, Asi volveremos (capitulo 5) a la presencia de "Cuando el niiio aparece" de Victor Hugo en "La paloma del arca" de Robert Desnos. Veremos que, or este simple eco intertextual, Desnios emprende una verdadera deconstruccién surrealista de un poema destacado por la ideologia familiarista dominante. El texto se escribe asi ejemplarmente con y contra otro texto al que aparece vinculado intertextualmente. Directamente vinculado con una formacién sociodiscursiva, el interdiscurso, por su parte, restringe a los sujetos. La palabra "discurso” deberia siempre ser considerada como plural. Cuando se dice discurso publicitario o pol se significan précticas discursivas propias de una formacion sociodiscursiva, practicas que asumen la forma de los diversos géneros del discurso periodistico, de los géneros del discurso politico, de los géneros literarios, ete. Ahi donde la intertextualidad aparece como libre de toda determinacién genérica, el interdiscurso -fendmeno de architextualidad y mas ampliamente de transtextualidad- esté estrechamente vinculado con los géneros que caracterizan a una formacién sociodiscursiva. De acuerdo con el esquema I, la unidad texto aparece como dependiente de los _géneros disponibles en el interdiscurso, sino también bajo la dependencia de las restricciones de la interaccién, Como dice J.P. Bronckart Acescala de un agente singular, la produccién de un muevo texto. ‘empirico [debe] concebirse como cl resultado de una puesta en interfase entre las representaciones construidas Por el agente a propésito de su situacién de accién (motivos, intenciones, contenido tematico a transmitir, ec.) y las Tepresentaciones de este mismo agente referidas a los géneros disponibles en el intertexto [...] En ‘esta dptica, todo nuevo texto empirico [esta] necesariamente construido con el modelo de un género, (...] corresponde [...] a un género. (Bronckart 1997:138), Reafirmemos entonces, como en el capitulo 1, la inclusién del texto y de su organizacién en el interdiscurso y, en contrapartida, la de la linguistica textual en ef campo englobador del andlisis del discurso. Las investigaciones desarrolladas, por una parte, en el campo general de la lingustica clésica -definida como teoria de la lengua- y por otra, en el de la lingiistica textual -definida como teoria de la complejidad de los ordenamientos de proposiciones dentro de la unidad texto- proporcionan la parte lingiistica de los datos que necesita el anilisis de discurso. Este tiene como tarea, en un marco de complejidad mas vasto, integrar datos sociohistéricos en el andlisis, Debe, para hacerlo, proponer categorias y conceptos que permitan pensar las condiciones psicosociales de produccién y recepcién. Asi se puede interpretar la manera en que Dominique Maingueneau propone una doble y feliz salida de lo que se ha llamado la gramética de texto por un lado, y por otro, de las teorias de la comunicacién: El andlisis del discurso [...] no tiene como objeto ni fa organizacién textual considerada en si misma, nila situacién de conunicacidn, sino la intricacidn de un modo de enunciacion y de un agar social determinados. Ei discurso se aprehende como actividad relacionada con un género, ‘como institucién discursiva, su interés es no pensar los lugares independientemente de las nunciaciones que hacen posibles, y que los vuelven posibles. El analista de discurso puede tomar Como base de trabajo un género de discurso (una consulta médica, un curso de lengua, un debate politico...) asf como un sector del espacto social (un servicio de hospital, um café, un estudio de {elevisin ..) 0 un campo discursivo (politico, cientifica). Pero parte de un género solo para inseribirlo en sus fugares y sélo delimita un lugar para considerar qué género(s) de discurso te estén asociados. (Maingueneau 1995:7-8) La “situaci6n de comunicacién" es, de hecho, como veremos en el capitulo 4, una situacién de interaccién sociodiscursiva. Toda accién de lenguaje se inscribe en un sector dado del espacio social: una institucién que debe pensarse como una formacion sociodiscursiva, es decir como un lugar social asociado con géneros de discurso. Al considerar el discurso como una “actividad vinculada con un género", el anélisis pone tL acento sobre las relaciones de una accién discursiva dada con las regularidades -y fas rupturas de regularidad (Achard 1988, 1995)- interdiscursivas de una formacién social. Siguiendo la definicién de la Arqueologia del saber: "Se llamara disourso un Conjunto de enunciados en tanto correspondan a la misma formacién discursiva” (Foucault 1969:153). Los discursos se forman de manera regulada en el interior del espacio de regularidad que consttuye un interdiscurso, Estas regularidades s6lo son los géneros propios de una formacién sociodiscursiva. Quizé se comprende mejor por qué empleo muy a propésito el término andlisis DE LOS discursos, destacando asi la necesaria teorizacion de les précticas discursivas en ‘su diversidad. Me parece indispensable estudiar la especificidad e historicidad de los sgéneros del discurso publicitario (Adam y Bonhomme 1997), de los géneros de la prensa escrita (Adam 1997), o de los géneros literarios. El discurso debe pensarse Siempre como interdiscurso y en la diversidad de las practicas sociodiscursivas hhumanas que tienen como oficio describir antropdlogos y etnélogos, historiadores de la cultura, socidlogos y sociolingliistas, Hay que tener en cuenta, en un momento u otro de la reflexin linguistic, le determinacion reciproca de las practicas discursivas no s6lo por parte de las restricciones genéricas sino tambien por las de la lengua. Esta doble determinacién es propiamente el objeto de una linguistica de los discursos: No existe texto (ni siquiera enunciado) que pueda producirse s6lo mediante el sistema fancional de la lengua (en el sentido restringido de puesta en lingdistica). En otras palabras, la lengua nunca ¢s el tinico sistema semidtico en accién en una secuencia lingtistica, ya que otras codificaciones sociales, especialmente el género, estén en obra en toda comunicacién verbal. (Rastier 1989:37) Para abordar este ultimo punto, es epistemologicamente itil volver a partir de ciertas hipétesis del "Circulo de Bajtin” descuidadas por la mayoria de los lingilistas. 3. La iluminacién de Bajtin La nocion de género esta presente, desde 1928, en el libro de MM. Bajtin y P.N. Medvedev: EI método formal en critica literaria (Leningrado 1928). Ain cuando el campo sdlo es todavia el de la postica de los géneros literarios, el encuadre dialégico de la nocién ya es muy fuerte, A propésito de las formas concretas de discurso dependientes de las relaciones de produccion y de la estructura sociopolitica, Bajtin amplia su interrogacién para insistir, con Volochinoy, en £5! marxismo y la filosofia del lenguaje, sobre el hecho, de que "cada época y cada grupo social tiene su repertorio de formas de discirso en la comunicacién socioideolégica" (197740). ‘Afios mas tarde, el "El problema del texto", Bajtin distingue las “formas de la lengua” y las "formas tipo de-enunciacion" y considera que los géneros corresponden a esta iltima categoria: Todo enunciado particular es seguramente individual, sino que cada esera de uso det lenguaje labora sus tipos relativamente estables de enunciados (enunciaciones), y es lo que liamamos los _géneres discursivos (del lenguaje). (1984:265; revisndo con la traduecién de Todorov 1981: 127) La nocién de "esfera de uso del Lenguaje" de la que habla Bajtin no esté muy alejada de la de formaciones sociodiscursivas surgida de la reflexién de Foucault. Como ya vimos antes, Bajtin insiste en la estrecha complementareidad de la lengua y del discurso: Aprender a hablar es aprender a estructurar enunciados (porque hablamos por enunciadas y no por proposiciones aisladas y, aim menos, evidentemente, por palabras aistadas). Los géneros del discurso organizan nuestra palabra de la misma manera en que la organizan las formas gramaticales (sintécticas). (1984:285). Del conjunto de las reflexiones del grupo de Bajtin, es posible plantear tres hipétesis de trabajo, bastante simples, sin grandes pretensiones innovadoras, pero con un poder heuristico muy real Hipétesis 1: Los géneros son de una infinita diversidad ‘La riqueza y la variedadde los géneros de! discurso son infinitas ya que la variedad virtual de la actividad humana ¢s inagotable y cada esfera de esta actividad comporta un Tepertorio de géneros de discurso que se diferencia y se amplifica a medida que se desarrolla Y complejiza la esfera dada ‘@ajtin 1984:265). A la variedad sinorénica de las diferentes précticas sociodiscursivas se agrega una variedad diacrénica: los géneros evolucionan y pueden desaparecer con las formaciones sociales con las que estén asociados, Se encuentra la misma idea en Jean- Paul Bronckart que define los géneros como "formas comunicativas histéricamente construidas por diversas formaciones sociales, en funcién de sus intereses y de sus objetivos propios: géneros de esta forma socialmente "indexados" y que son en mayor medida, como Jo demostré Foucault (1969), a la vez productores y productos de modalidades especificas de elaboracién de los conocimientos" (1996:56). Reoordemos aqui que M. Dimter (1981) enumera unos 1100 nombres de géneros 0 categorias de textos. Se entiende, en estas condiciones, que la idea misma de tipologia general de los géneros sea imposible. En cambio, las tipologias locales (relativas a una formacién sociodiscursiva) representan proyectos razonables Para tomar otro ejemplo, una "forma simple" (Jolles 1972) o un "género primario" ajtin 1984) como la adivinanza oral progresivamente dio lugar a un género mediatico de programa de entretenimientos de radio y Inego de television: el género consiste en plantear una serie de preguntas a los auditores o, en la forma terminada actual del juego televisivo del tipo "Preguntas para un campeon”, a candidatos seleccionados y eliminados de prueba en prueba, ya que las respuestas correctas se recompensan de una manera u otra. La forma mediftica més reducida se encuentra también en el género llamado "micro/cémara calle" que consiste en plantear preguntas sobre un punto de actualidad a los transeuntes. El género popular de la adivinanza, ‘como pregunta con respuesta escondida que lleva a una recompensa o a un castigo, que esta inmerso en la noche de las tradiciones miticas y religiosas’, tiene su contraparte cultivada escolar y universitaria en el género discursivo de la prueba de ‘examen (recibido/reprobado, admisién/rechazo). La adivinanza popular oral, debido al efecto de confirmacién social del candidato interrogado (Steimberg 1997:52-53), tiene algo que ver con el enigma, y a través de él con el examen, si se toma la definicion inicidtica de André Jolles al pie de la letra: El adivinador (...) no es un individuo que responderia a a pregunta -de otro, sino el que trata de acceder a este saber, a ser admitido en este grupo, y que /prucba por su respuesta que esta maduro para esta admisién (1972:110). Se ve a la luz de este simple ejemplo que los géneros evolucionan y se complejizan al mismo tiempo que evolucionan y se complejizan las formaciones sociales (aqui mediéticas), Los origenes miticas y religiosos del género del enigma y la limitacion, inclusive le desaparicion progresiva de la practica de este género oral, estén vinculados con Ja evolucién de un cuerpo social. La manera en que los cuentos integraron el enigma a las pruebas de los personajes corresponde también al transito de una forma mitica a una forma derivada de las practicas sociales iniciaticas. A la jniciacién ritual sucede, en nuestras sociedades mediaticas, otra forma iniciética bajo dos formas: una popular (medidtica) y otra cientifica (escolar o universitaria). Retengamos finalmente, ya que es un punto importante para una concepcién textual y discursiva de los hechos de lengua, que la forma de la pregunta y el encadenamiento (pregunia-respuestar+evaluacin-sarcidn) no tiene el mismo valor en todas las ‘crcunstancias genéricas, El acto de preguntar es, en el caso estandar estudiado por la teoria de los actos de discurso, una demanda de informacion que coloca al interrogador en posicién baja de ignorancia y al interrogado en posicién alta: supuestamente detiene la informacién y lo que se le pide es estar dispuesto a ‘comunicar ese saber. En cambio, las formas discursivas derivadas del enigma colocan al interrogador en la posicién alta de detentor de un saber y al interrogado en posicién baja de iniciado esperando acceder a la esfera social del interrogador. Es debido a este efecto del género en los micro-actos de lenguaje mismos que podemos postular determinaciones de alguna manera "descendentes”, Hipétesis 2: El caricter normado de los géneros, sin prohibir la variacién, no sélo torna posible la interaccién verbal, sino que le resulta indispensable El focutor recibe (...) ademis de fas formas prescriptivas de Ia lengua comin (los componentes ¥ Tas eatructuras gramaticales), las formas no menos prescriptivas para él del enunciado, es decir los éneros del discurso -para una inteligencia reciproca entre locutores estos tltimos son tan Ihdispensables como las formas de lengua. Los géneros del discurso, comparados con tas formas de Tengua, son mucho més cambiantes, fexibles, pero para ei individuo hablante, no dejan de tener un valor normativo; le son dados, no los crea él. Es por os0 que el enunciado, en su singularidad, 2 pesar de su individualidad y de su creatividad, no puede considerarse uaa combinacién ‘absolutamente libre de las formas de lengua (Bajtin 1984:287). 3 Ver a este respecto el excelente nimero 45 de la revista Poérique dedicado | enigma (Seuil 1981), IP. Bronckart destaca este cardcter vago y complejo de los géneros cuando afirma: Si bien estén intuitivamente diferenciados, los géneros nunca pueden set objeto de una clasificactén racional establey definitiva. En primer Tugar porgue, como las actividades de lenguaje de las que ‘Prooeden, los géneros son de cantidad tendencialmente ilimitads; después, porque los pardmetros susceptibles de servir como eriterios dc clasificacién (Finalidad humana general, desafio social specific, contenido tematico, procesos cognitivos movilizadas, soporte meditico, etc.) son a In ‘ez heterogéneos, poco delimitables y en constante interaccién; finalmente y sobre todo, porque tal clasificacién de textos no puede basarse en el tnico criterio fécilmente cbjetivable, a saber las unidades lingilisticas que pueden observarse empiricamente. (Bonckart 1997: 138) Esta tiitima observacién no debe sin embargo desmovilizar al lingiiista, Uno de los principales problemas de la manipulacién del concepto tiene que ver con que un género nunca es mas que un prototipo y que un texto singular s6lo corresponde mes 0 ‘menos aun género. El juicio de pertenencia de un texto a un género es tan vago como Ja operaci6n de categorizacién, por ejemplo, de los objetos del mundo y de las, ‘especies animales. Un texto puede corresponder, como un gorrién, a los representantes prototipicos de la categoria (los péjaros). Pero los pingtiinos, las avestruces y murciélagos, los ornitorrincos (Eco 1999), mucho mas dificiles de situar, son muy frecuentes en materia de textualidad. La operacién de categorizacién y la definicién de categorias son elementos fundamentales ¢ inclusive de las condiciones de posibilidad, la mayor parte de las veces intuitivas, de la organizacién humana de la experiencia. En lugar de proceder mediante un razonamiento abstracto, basado en la existencia de conjuntos bien delimitados de propiedades, las categorizaciones parecen funcionar por agrupamientos en torno de prototipos, por "aires de familia" para retomar una expresi6n un poco demasiado célebre, pero muy util, de Wittgenstein. Los géneros son (como la lengua) convenciones tomadas entre dos principios mas complementarios que contradictorios: + un principio centripeto de identidad, orientado hacia el pasado, la repeticién, la reproduccién y ‘gobernado por reglas (miclea normative), suprincipio centrifigo de diferencia, orientado por su parte, hacia el futuro y la innovacién y que desplaza las reglas (variacién). Este ultimo principio explica que, a pesar de las regularidades impuestas, una vaguedad categorial pueda rodear los textos realizados y sus relaciones con los Prototipos genéricos. Hay que ver que el factor principal de innovacién est4 vinculado con las condiciones mismas de cada acto de enunciacién: la situacién de interaccién y los objetivos obligan mas o menos al enunciador a respetar el principio de identidad 0, Por el contrario, a liberarse, introduciendo més o menos variaciones innovadoras, desfasajes, jugando con la lengua y con los géneros disponibles. Estos desfasajes pueden convertirse en enftentamiento acerca de las maneras legitimas de hablar en el seno de una formacién sociodiscursiva dada (Achard 1988), En 1925, en su manual de teoria de la literatura, el formalista ruso B.V. Tomachevski inisistia en la oposiciOn entre "procedimientos candnicos obligatorios" y “procedimientos libres" de un género dado, en una época dada. Los procedimientos libres, "de cardcter no obligatorio, que son propios de ciertas obras, ciertos ecritores, ciertas escuelas, etc." (1965:299), se situan en los mérgenes variacionales de un género y explican en parte la vaguedad de las categorias. Ademés, en el movimiento de la evolucién histérica ineluctable de un género "la aspiracién a una renovacién" (Tomacheyski 1965:299) afecta generalmente los procedimientos candnicos, tradicionales, esterotipados, llegando inclusive & hacerlos pasar a veces del grupo de los procedimientos obligatorios al de los procedimientos prohibidos. La existencia, la evoluci6n y el cuestionamiento de las normas forman parte de la definicién misma de los géneros y de su reconocimiento. Hipdtesis 3: Los géneros influencian potencialmente todos los niveles de la textualizacién Para Tomachevski, “todo en la literatura, desde la elecci6n del material tematico, de os motivos particulares, desde su distribucién hasta el sistema de exposicién, el Jenguaje, el vocabulario, ete, todo puede devenir procedimiento candnico, Se ba reglamentado el empleo de ciertas palabras y la prohibiciOn de ciertas otras, ete.” (1965:299). Al extender esta observacién al conjunto de las précticas discursivas, Bajtin plantea el siguiente principio que deberemos extender aiin més: ‘La utilizacién de la lengua se efectia bajo la forma de enunciados concretos,‘inicos (orales © ceseritos) que emanan de los representantes de tal o cua! Ambito de ta actividad humana. El fenunciado refleja las condiciones especificas y las inalidades de cada uno de los mbites, no s6lo ‘mediante su contenido (tematico) y su estilo de lengua, en otras palabras mediante Ia seleccién. foperada en los medios de la lengua -medios lexicales,fraseol6gicos y gramaticales, sino también y Sobre todo mediante su construccién composicional, Estos tres elementos (contenido temstico, estilo y construccién composicional) se fusionan indisolublemente en el fodo que consttuye el fenunciado, y cada uno esta marcado por la especificidad de una esfera de intercambio (Bajtin 1984:265). Esta triparticién no deja de recordar Ja distinci6n, clasica en retorica, de la inventio, la dispositio y ia elacutio, espectivamente tepensadas como fema, composicén y estilo. La concepcién bajtiana de lo "tematico" es resumida por Todorov en términos que se apartan de la inventio retstica y corresponden a lo que se puede considerar més ampliamente como el dominio semantico. "Modelo del mundo propuesto por el texto” (1981128), De la misma manera, e! "estilo" segiin la escuela de Bajtin es tanto fraseologia de un grupo social (juridico, médico, deportivo, etc., anotadas como ‘estilos" en el esquema 15) como variacién individual (anotada como “estilo”; ver sobre este punto Adam 1997b:29-33). La composicién es llamada por Bajtin "sintaxis de las grandes masas verbales” (1978:59) y lamenta que la lingiiistica no se haya intersado lo suficiente en esta dimensién de los hechos de lengua. El carécter dialogico de toda esquematizacién textual dinamiza el conjunto del dispositive, como veremos en el capituld. El modelo bajtiano ya puede asi resumirse (se lo explicitara en particular en el capitulo 8, en ovasién del estudio del transito de un género mediético a un género literario): Esquema 14 INTERDISCURSO- TRANS y ARCHI- TEXTUALIDAD GENEROS "TEMA" T E x T u A TEXTO L ‘sometido al principio it DIALOGICO D A D "ESTILO" "COMPOSICION" Estos tres polos de! "tema" (seméntico), del "estilo" (textura de los ordenamientos microlingsisticos) y de la "composic6n” (estructura composicional) deben inscribirse en la mas vasta teoria de los niveles de andlisis. Ademis, como Bajtin-Volochinov lo observa(n) al hablar de la lengua y el estilo, la cuestién de la variacion esta implicita en la misma idea de norma. Los géneros poseen ciertamente un niicleo normativo relativamente estable y restrictivo para el enunciador, pero sin embargo mas flexible y mis plastico que las formas de la lengua. A! poner en paralelo el par de rango microlingtistico formado por la gramdtica y el estilo’ y el par de rango macrolingiistico del género y del fexto, estoy tentado de decir que el estilo es ala gramatica lo que el texto es al género, es decir situado potencialmente en la zona de variacién del sistema, complementario de su zona normativa, representada por los contrastes de frecuencia mis alta. “Para una reflexi6n sobre la scparacién de la gramatica y del estilo, ver Adam 19976, Esquema 15 Pricticas discursivas Pricticas discursivas Poto Polo de las estétieo pricticas Niterario discursivas "ordinarias” voriacién Pricticas Pricticas discusivas discursivas Macrolingiistica Un texto es entonces, por definicidn, un objeto en tension entre las regularidades interdiscursivas de un género y las variaciones inherentes a la actividad enunciative de los sujetos comprometidos en una interaccién verbal siempre hist6ricamente singular, El género no es mas que el horizonte del texto, pero lo es tanto para el enunciador como para el interpretante (horizonte de expectativa). En resumen, los géneros son definibles como categorias {.prdcticas-empirieas indispensables tanto para la produccién como para la recepcion-interpretaci g. reguladoras de los enunciados en discurso y de las pricticas sociodiscursivas de los sujetos (desde los lugares que ocupan hasta los textos que producer), h. prototipicas-estereotipicas, es decir definibles por tendencias o grados de tipicalidad, por haces de regularidades y dominantes més que por criterios muy estrictos. Opservemos solamente que esta idea de complejidad de los haces de regularidades ya estaba presente en ciertas observaciones de Tomachevski. Este ultimo proponia Caracterizar las clases particulares de obras literatias mediante un "agrupamiento de procedimientos en torno de procedimientos perceptibles, que llamamos rasgos del ‘género" (1965:302). Pero, agregaba enseguida, por una parte -como vimos- "estos rasgos pueden ser muy diferentes y pueden relacionarse con cualquier aspecto de la ‘obra literaria" (1965:302) y por otra, son “polivalentes, se entrecruzan y no permiten ‘una clasificacién légica de los géneros segiin un criterio uunico" (1965:303). De ahi la vaguedad y la complejidad sobre la que insistimos més claramente que el formalista uso: ‘No se puede establecer ninguna clasificacin logica y firme de los géneros. Su distincién es siempre histérica, es decir justificada tnicamente por un tiempo dado: ademas, esta distincién se formula ‘simulténeamente en varios rasgos, y los rasgos de un género pueden ser de una naturaleza completamente diferente de In naturaleza de aquellos de otro género (Tomachevski 1965:306) Adoptaremos aqui mismo el principio de modestia que Tomachevski sacaba de estas observaciones: “Hay que realizar una aproximacion descriptiva en el estudio de los ‘géneros y reemplazar la clasificacién logica por una clasificacion pragmatica y utilitaria que tome en cuenta tnicamente la distribucién del material en los marcos definidos" (1965:306).. La tarea modestamente descriptiva de los trabajos de analisis actualmente necesarios esté asi perfectamente planteada. Es en este espititu y en esta Configuraci6n epistemolégica que los tres capitulos de la segunda parte presentaran andlisis textuales tan detallados como sea posible. Los diversos textos seleccionados fueron elegidos voluntariamente por el lugar que ocupan en una escala que va desde el polo de las practicas discursivas mas comunes al polo de las practicas estéticas literarias de vanguardia. La noticia examinada en el capitulo 8 se situa més ala derecha en el esquema 15; ademés, desde el punto de vista genérico, puede colocarse en el centro de Ja catehoria normada. Los insultos rituales de los que tratara el capitulo 7 corresponden muy claramente a la creatividad de una practica discursiva ciertamente muy ordinaria pero que presenta un grado muy interesante de elaboracién. Veremos que la variedad de formas asumidas por estos insultos rituales muestra también un juego con Ia estructura mas canénica que aleja débilmente la mayoria de los empleos del centro normativo, Las llamadas del 17 y 18 de junio de 1940 (cap. 6) nos permitirén trabajar una forma discursiva politica no literaria, sino retdricamente muy elaborada (se trata de dos discursos previamente escritos, que a prioti corresponden por lo menos al género deliberativo). Finalmente, el poema de Blaise Cendrars (cap. 8) no’ permitira examinar una practica discursiva literaria de vanguardia de comienzos de siglo. En todos los casos, tratamos con textos que tienen sentido claramente por el hecho de su relacién con otros textos y géneros en particular, En una perspectiva didactica, es urgente, como destaca Karl Canval, volver a colocar a los géneros en el centro de las preocupaciones: "La recuperacién del interés por las. categorias socioempiricas de géneros es significativa de una atencién mayor por la complejidad textual y la multiplicidad de los saberes y de los saber-hacer requeridos por las actividades redaccionales” (1996:27, ver mas adelante en g y 1999). Jean- Claude Beacco, al hablar de "géneros sociolinguisticos de textos", ya lo decia en 1991 (mas adelante en #), de una manera muy clara y que sin embargo sélo fue tomada realmente en cuenta tardiamente (ver la cita a comienzos de este capitulo). A este Tespecto es interesante ‘observar cémo, en la misma eleccién de los titulos, las revistas abiertas a la reflexi6n teérica y didéctica (en francés lengua maternal y lengua cextranjera) abordaron sucesivamente Ia cuestién dudando entre "tipos” y "géneros" y entre "textos" y "discursos Pratiques N°56, 1987: "Les types de textes", Meta Le Frangais aujourathui N°79, 1987: "Classes de textes/textes en classe", Paris Langue francaise N° 741, 1987: "La typologie des discours", Paris, Larousse Pratiques N°62, 1989: “Classer les textes", Metz Pratiques N°66, 1990; "Didactique des genres", Metz Etudes de linguistique apliquée N'83, 1991: "Texts, discouts, typeset genres", Paris, Didier érudition 7._ Enjeue N°37/38 1996: "Types et genres textucls’, Facultés Universitaires de Namur, CEDOCEF. Los estudios de caso de la segunda parte de este libro tienen como objetivo ejemplificar el desplazamiento preconizado en direccién de los géneros de discurso Al dar tanta importancia a géneros no literarios como a los literarios, se tratara de destacar el hecho de que el concepto ha salido definitivamente de su contexto poético de origen. Examinemos sin embargo desde ahora, para tener en cuenta cuestiones abordadas en los dos primeros capitulos, un texto literario que manifiesta las incidencias de la eleccién de un género sobre la lengua y la construccién misma de un texto. 4. El ejemplo del género de un pequefio texto de Jorge Luis Borges El cautivo ‘ En Junin o en Tapalqué refieren la historia. <2> Un chico desaparecié después de un mal6n; ‘¢ dijo que lo habian robado los indios, <3>Sus padres lo buscaron imitilmente; <3> al cabo de los affos, un soldado que venia de tierra adentro les hab6 de un indio de ojos celestes que bien podia ser su hijo. <4> Dieron al fin con él (la erénica ha perdido las circunstancias y no quiero inventar To que no sé) y cteyeron reconocetlo, <3> E1 hombre, trabajado por el desierto y por la vida ‘barbara, ya no sabia oir las palabras de la lengua natal, pero se dejé conducir, indiferente y décil, hasta la casa. <6> Ahi se detuvo, tal vez. porque los otros se detuvieron. <7> Miré la puerta, coro sin entenderia, <8> De pronto bajé ta cabeza, grits, atravesé corriendo el zagusn y los dos largos patios y se metié en la cocina. <9> Sin vacilar, hundié el brazo en la ennegrecida campana y sacé el cuchillito de mango de asta que habia escondido ahi, cuando chico. <10>Los ojos le billazon de alegria y los padres loraron porque habfan encontrado at hijo.
  • Acaso a este recuerdo siguieron otros, pero cl indio no podia vivir entre paredes y un dia fue a buscar su desierto, <12> Yo querria saber qué sintié en aquel instante de vértigo en que el pasado y el presente se confundieron; yo querria saber si el hijo perdido renacié y murié en aquel ‘casis 0 si alcanzé a reconocer, siquiera como wna criatura o un perro, los padres y la casa Borges, Ei hacedor (1960) Esta muy corta historia es, desde el punto de vista de la cuestion de los géneros, interesante porque se presenta como la copia de une noticia de la conquista del Oeste, como la transmisién bruta de una “erdnica" (segiin el paréntesis de <4> por lo menos). Contrariamente a lo que deberia caracterizar el género, todas las huellas informativas y descriptivas de localizacién en el tiempo e inclusive en el espacio (el texto precisa vagamente ef lugar: “en Junin o Tapalqué") han desaparecido. Las precisiones esperadas referidas a la identidad de las personas de las que se habla. faltan, En lugar de una noticia factual, extraida de una crénica, estamos en presencia de una suerte de prototipo de las historias que relatan un rapto de hijo de colonos Por parte de indios (la lengua espafiola tiene una palabra para este tipo de hecho: un malén), i El texto de Borges relata esta historia pretendiendo no agregar nada a lo que dice la crénica, pero si el primer parrafo esti dominado por una posicién enunciativa mas bien distante (a pesar de los "tal vez" y "como si" de <6> y <7>), en el segundo parrafo la voz narrativa enuncia un punto de vista o més bien abre el relato sobre un interrogante poco conforme a las expectativas de un lector de noticias 0 de una erénica del Oeste, Tal lector probablemente se preguntaria qué le pasé al indio, cémo reaccionaron sus parientes; no se contentaria ciertamente con este relato sin fin real y que deja de lado tantos detalles para concentrarse sobre lo que, en cambio, interesa al escritor argentino: el vértigo de la identidad, e! lugar del hombre en el tiempo y la cuestién de la memoria. Diversos hechos lingliisticos traducen estos deslizamientos del relato factual en direccién del relato literario. Empezando por las cadenas anaféricas que retoman el referente del personaje principal y por los organizadores temporales. El personaje central sutte, a lo largo del relato, una serie de cambios interesantes en la designacion de su identidad, Se hablaré oportunamente de un referente evolutivo. El comienzo de la cadena con "un chico" <2> abré sobre dos pronombralizaciones: "lo" <2> y <3>. Pero una nueva cadena se abre iuego con “un indio (de ojos celestes)" y Ia hipétesis de una identidad de los dos personajes. Asi, ala frase <4>, el primer pronombre “lo” se refiere més bien al indio, mientras que el segundo (“oreyeron Teconocer/o") remite manifiestamente al chico, La identidad del referente es atin incierta (verbo modal). La continuacién de no se pronuncia sobre esta identidad, comenzando la frase por el hiperonimo "El hombre" y la serie de continuaciones pronominales neutras "él" que siguen. Bl narrador parece englobar potencialmente los dos personajes en estos "él el hijo vuelto un hombre y el indio considerado un hombre. Es al final de <9> que la identidad se revela definitivamente: el indio es el hijo buscado por los padres: "habian encontrado al hijo". Es ahi cuando el relato pega un salto y la segunda identidad pasa al frente: "el indio no podia vivir entre cuatro paredes y un dia se fue. Asi se aclara también el titulo. El chico raptado es el cautivo Gel comienzo del texto, el indio que no puede resistir entre cuatro paredes, la ‘cautividad es el destino de este personaje y Ia cautividad principal no es la que resulta del rapto sino la de la casa reencontrada mis tarde. La evolucién del personaje es interesante. De pasivo (victima) en el rapto inicial ¢ inclusive en la vuelta consentida vagamente, slo pasa de vuelta a'agente, amo de sus acciones en <11>- ‘La cuestién del tiempo también es ilustrativa. Se vio c6mo el anclaje temporal es muy vvago: "afios mas tarde". Los numerosos organizadores sSlo puntuan la progresién de Jos hechos relatados: "después", "al final”, "de pronto", "un dia" y muchos "y" ddestacan la sucesién. El pasado simple también pone el acento en el cardcter cuantitativo del tiempo que domina la narracién de <2> a <11>”, tiempo lineal de acontecimientos y acciones discriminadas. En cambio, la interrogacién de Borges en ‘ se refiere al tiempo por excelencia cualitativo del "instante de vértigo en el que el pasado y el presente se confundieron". Es el vertigo de ie identidad del personaje, la cuesti6n de sus razones para actuar ("si alcanzé a reconocer, siquiera como una criatura o un perro") lo que interesa al narrador. Esto nos coloca en el corazén de lo que ¢s problematicamente Ia esencia del relato en general: una interrogacion sobre el lugar del hombre en el tiempo y sobre las motivaciones de sus actos. Ya lo habiamos visto parcialmente a propésito del relato etiolégico examinado en el capitulo 2. Estas transformaciones sucesivas siguen el movimiento de un relato encuadrado por una entrada prefacio ejemplar y sobre todo una evaluaci6n final sobre la que voy a volver. De hecko, el primer paragrafo se presenta como una secuencia narrativa ‘completa el segundo como una secuencia narrative abortada transformada en simple periodo. Se puede descomponer este texto asi: Esquema 16 ESTRUCTURA COMPOSICIONAL | Pad Bntaapefaio <> Pan Gralascn fal (12) | SECUENCIA/PERIODO NARRATIVO 2ell> SECUENCIA NARRATIVA 1 (§1) Pal Sit nicial Qy | <--> Bs it Final <10> Ne pao nado g> <-> Pat DeseMee ct y > — 5 Sobre esta cuestién, remito a las p, 233 a 254 de Adam 1994. Ph3 Accion <4.a7> De acuerdo con las definiciones del capitulo 2, se puede decir que la frase 11 es mis ‘un petiodo que una secuencia narrativa: Acasa a este recuerdo siguieron otros, (ituacién incial) pero el indio no podia vivir entre paredes (audo) yun dia fue a buscar su desierto, (desenlace) Cada proposicién de este periodo es introducida por un conector ("pero") 0 un conector ("y" destacando el Iazo de causa-efecto) asociado con un organizador temporal ("un dia"). Esta contraccién de la secuencia narrativa final que da vuelta el resultado de la primer secuencia-pardgrafo esta significativamente colocada en el mismo pardgrafo que el que da la evaluacién final del narrador. Si el relato esta asi contraido, es como para subrayar que Borges no se interesa en estos nuevos hechos por si mismos, sino més bien al final de la secuencia anterior. La cuestién de la frase y del periodo -que estaba en el corazén del capitulo 2- desemboca en problemas de traduccién particularmente ilustrativos El traductor al francés, Roger Caillois, toma la extrafia decision de traducir el pasado simple espafiol de <2> por un presente de narracién, Pero es sobre todo su decision de traduccion de la segmentacién de las frases P2, P10, P11 y P12 lo que sorprende. Cada vez opera una segmentacién gréfica que transforma una sola frase tipografica espafiola en dos frases tipograficas francesas, Desde el punto de vista de la organizacion periédica de la que acabamos de hablar, esto es particularmente espectacular para <10> y <11>. Parece qie para evitar los "y" del texto de Borges, Caillois opté por el punto y el comienzo de una nueva frase tipogriifica. Pero tal decisién de segmentacién rompe el ritmo temario del periodo, escandido por los conectores. Para <10>, la segmentacién atenua la fuerza del vinculo de la causa (la cautividad del héroe que por otra parte proporciona el titulo "El cautivo", al relato) con su consecuencia final ‘Una eleccion comparabie lleva a un lamanetable efecto en la frase <12> del texto de Borges de la que se puede dibujar asi le estructura periédica binaria: 1.Yo queria saber ‘qué sinti6 en aquel [1] instante de vértigo en que 1. el pasado 2.y el presente se confundieron; 2. yo querria saber 1 sicl hijo perdido 1. renacia 2. y murié en aquel [2] éxtasis 2. 0 si alcanzé a reconocer, siquiera como 1. una griatura 2.0.un perro, 1. los padres 2. ylacasa Si bien la anéfora retorica "Yo querria saber" basta para unir las dos frases separadas de la traduccién, la decision del traductor no deja de atenuar la unidad muy fuerte de Ja construcci6n periddica de la frase final. Esto es tanto mas sorprendente en la medida en que Roger Caillois insiste en la presentacidn de su traduccion en su respeto por la letra de los textos en verso del maestro argentino. Sin embargo, no menciona esta atencién mas que a propdsito de los textos en verso y no considera probablemente con el mismo respeto los escritos en una prosa sin embargo fuertemente periddica. Considero que la misma naturaleza de esta prosa fuertemente periédica, dominada especialmente al fin por el ritmo, es un aspecto de su literariedad y por lo tanto del deslizamiento de género del ambito del relato factual al relato literario poético. Lo que interesa a Borges, y en ese sentido su escritura es de una gran modernidad, no es la cronica de una vida, sino un instante de vértigo de la conciencia y del tiempo. v ¢ ye EINOUISTICA TExTVAL doom, 3.1, Capitulo 3 aTipos de texto o géneros de discurso? "Lo-] Tipos de testo estin inscriptos y circulan en el metalenguaje natural bajo la forma de nombres de ‘géneros: editorial, reportae, instrucciones, actas, disertacioa, noticia, manual, carta, circular, informe Es demasiado fécil demostrar la extrema heterogeneidad de fos criterios que presiden la designacién Ae estas series de textos. Aunque heteréclitos cuando se los considera en bloque, los géneros siguen estando presentes, sin embargo, en grados diversos en la conciencia de ciertos locutores, sean 0 n0 directameate productores 0 consumidores, Son por lo tanto utilizables en In enseftanza/aprendizaje: ‘vagos modelos de textos, estin actives cn la medida en que puede anclarse en la competencia ‘comunicativa de los locutores. Esa ¢s toda su superioridad sobre las tipologias de textos “cientificos* pero exteriores que Ia dialéctica se ve llevada a utilizar.” Jean-Claude Beaceo (1991:23) 1. Terminar con los "tipos de textos" 7 La idea misma de "tipos de texto” que no deja de reaparecer, en particular en el campo de la didéctica del francés, debe cuestionarse seriamente. El éxito de las tipologias de textos tendié a restringir el estudio de los géneros al campo de la poética literaria. Después de haber trabajado mucho sobre el relato y la deseripcién, me vi tentado por la aceptacién pura y simple de las teorias anglosajonas relativas a los tipos de textos, teorias de las que dan cuenta o que exponen los articulos siguientes (sélo se trata de una seleccién cronologica indicativa que da una idea del contexto de los trabajos de esos afios): E. Gillich y W. Raible (eds.) 1972: Textsorten, Differenzierungskriterien aus Tinguistischer Sicht, Frankfort/M, Athenaum E. Werlich 1975: Typologie der Texte, Heidelberg, Quelle y Meyer. E. Gillich y W. Raible 1975: "Textsorten-Probleme" in Linguistische Probleme der Textanalyse, Jahrbuch 1973 des Instituts fiir deutsche Sprachtextanalyse, Dusseldorf, Schawnn. H, Idenberg 1978: "probleme der Texttypologie Variation und Determination von Texttypen", Wissenschatiliche Zeitschrift der Karl-Marx-Universitat Leipzig, Gesellschaftlich und sozialwissenschaftliche Reihe, n°5. M. Dimter 1981: Texthlassenkonzeple heutiger Alliagssprache, Tabingen, Niemeyer RE, Longacre 1982: "Discourse typology in relation to language typology", Sture Allen ed., Text Processing, Proceeding of Nobel Symposium $1, Stockholm, Almquist y Wiksell H. Isenberg 1984: "Texttypen als Interaktionstypen. Eine Texttypol fiir Germanistik, 1° 5. M. Dimter 1985: "On text classification" en Discourse and Literature: New Approaches to the Analysis of Literary Genres, T.4. Van Dijk ed., Amsterdam y Philadelphia, John Benjamins. ', Zeitschrift E. Gillich 1986: "Textsorten in der Kommunikationpraxis" en W. Kallmeyer, Kommunikationstypologie, Diisseldorf, Schwann. W. Franke 1987: "Textypen-Textsorten-Textexemplare: Ein Ansatz zu iher Klassifizierung und Beschreibung", Zeitschrift fir germanistische Linguistik, ° 15 B. Mortara Garavelli 1988: "Tipologia dei Testi" en G. Hodus y otros: Lexicon der Romanistischen Linguistik, vol. TV (Italiano, Corso, Sardo), Hamburg, Niemeyer. Dediqué varios articulos entre 1987 y 1992, y un libro (1992) a tratar de explicar por qué, en mi opini6n, es tan errado hablar de "tipos de textos". La unidad "texto" es demasiado compleja y heterogénea como para presentar regularidades linguisticamente observables y codificables, por lo menos en este nivel de complejidad. Es por esta razén que, a diferencia de la mayoria de mis predecesores anglosajones, propuse situar los hechos de regularidad llamados "relato", "descripcién", "argumentacion’, "explicacién’, y "didlogo" en un nivel menos elevado en Ia complejidad composicional, nivel que propuse llamar secuencial Como vvimos antes, las secuencias son unidades composicionales apenas mas complejas que simples periodos con los que inclusive se confuunden a veces. Dejando aparte el caso particular y relativamente escaso de los textos muy cortos monosecuenciales, las secuencias son unidades de composicién textual muy inferiores al conjunto representado por el fexto. Un texto con dominante narrativa est generalmente compucsto de relaciones de acciones, acontecimientos, palabras y pensamientos, comporta momentos descriptivos ¥ dialogicos més 0 menos desarrollados. En este caso, hablar de manera reductora de “texto de tipo narrativo” equivale a borrar la complejidad especifica del texto en ‘cuestion. En efecto, en el dosaje de las relaciones entre estos diversos constituyentes composicionales es donde cada texto construye sus efectos de sentido, inclusive sus intenciones estéticas. La teorfa composicional de las secuencias tiene como tarea poner el acento en tales dosajes, sobre las nuevas soluciones inventadas por cada texto y sobre las reglas que respeta. Es con este objetivo que habia decidido terminar Les textes: types et prototypes (1992) con el estudio del caso particular del monélogo narrativo en el teatro francés clasico. Por medio de este ejemplo se trataba por un lado de insistir en la relaci6n entre secuencia (el mondlogo narrativo) y todo textual (la pieza) y por otro de poner el acento en decisiones composicionales relativas a la insercidn del relato en el didlogo teatral, decisiones inseparables de la historicidad de las reglas de una época. Esta orientacién de la reflexién inauguraba la problemitica que esté en el corazon de la presente obra, Es menos interesante decir que un discurso, por ejemplo politico, es de "tipo argumentativo" que examinar su dinimica permaneciendo atento a la manera en que secuencias y periodos se articulan dentro de un plan de texto. El estudio de las. modalidades de insercion de secuencias narrativas en cotextos argumentativos, explicativos o dialogales es mucho més itil que el borrado de lo heterogéneo dentro de un texto artificialmente tipologizado en su globalidad, De la explicaciGn del texto al andlisis del discurso, se tiene la més urgente necesidad de una teoria de los ordenamientos textuales atenta a estas diferencias y a la complejidad de la articulacién de elementos lingiisticos heterogéneos. El modelo de la estructura composicional de los textos rompe radicalmente con la idea de "tipologia de los textos" y sélo tiene sentido en la perspectiva global de una reflexidn referida alos niveles de organizacién y las operaciones de textualizacién que se mencionaron brevemente en el capitulo 2. Los estudios de la segunda parte permitiran sin embargo oy hacer funcionar muy concretamente esta teoria de los ordenamientos composicionales en la dinémica de los andlisis. Si se quiere hablar de "tipos" a nivel global y complejo de las organizaciones de alto nivel, sélo puede tratarse de tipos de practicas sociodiscursivas, es decir de géneros Siguiendo una feliz formula de Frangois Rastier "un género es lo que vincula un fexio ‘con un discurso” (1989:40). Lo que significa que el género vincula -tanto en el movimiento de la produccién como en el de la interpretacién- un texto siempre singular con una familia de textos’. Un género vincula lo que el andlisis textual logra deseribir lingiisticamente con lo que el andlisis de las practicas discursivas tiene como objetivo aprehender sociodiscursivamente, La cuestidn de los géneros de discurso, y con ella la reflexién sobre la dimension institucional de las practicas discursivas, mucho més alla del ambito exclusivo de la poética literaria, ya era central en 1987 en Nuevas fendencias en anéilisis del discurso de Dominique Mangueneau, Diez afios mis tarde, se comienza apenas , como escribe Sophie Moirand, a abordar "Ia diversidad de los géneros discursivos (y la variedad de tas configuraciones textuales) que estan obsesivamente presentes en los mundos cotidianos, profesionales o mediéticos" (1996:5). "Fara un enfoque mas lterario del concepio de género yel recuerdo de sus origenes retoricas y posticos, ‘se pueden lecr las obras de sintesis siguientes: Jean-Marie Schaeffer, Quiest-ce qulun genre littéraire?, Seuil, 1989 Dominique Combre, Les genres ltteraires, Hachette, 1992 ‘También hay que citar el volumen colectivo: Théorie des genres, Seuil, 1986, con articulos de G. Genetic, H.R. Jauss, .M, Schaeffer, R. Scholes, WO. Stempel, K. Vietor ‘Desde un punto de vista mAs didactico, mencionemos el reciente: Enseigner la litérature par les genres, de Karl Canvat (De Boeck-Duculot, Bruselas, 1999) Y algunos articulos: ‘Tuvétan Todorov, *Liorigine des genres" en La notion de littérature, Seuil. 1987. Jean Molino, "Les genres littéraires", Poérique, 93, Seuil, 1993 Claude Calame, "La poésic lyrique grecque: un genre inexistent”™, Linératue, 11), Larousse, 19°8 2. Géneros, interdiscurso y formaciones discursivas ‘De manera bastante similar a la que adoptaremos aqui, Jean-Paul Bronckart (1997) define el texto como una "unidad comunicativa de rango superior" (1997:137) ‘Adoptando més la terminologia de Michel Foucault que la de JP, Bromekart -que tiende a lamar "texto” lo que casi todo el mundo llama "discurso" y viceversa- se puede seguir lo esencial de lo que dice (1997:137-138), aproximando al mismo tiempo sus afirmaciones a las de Bajtincitadas a comienzos de este capitulo. EN funcin de sus objetivos, intereses y desafios especificos, las formaciones sociales claboran diferentes suertes o "familias" de textos que presentan caractersticas lo suficientemente estables como para que se las califique de "géneros". Estos géneros 2 para una utilizacién de las tesis de Wittgenstein sobre los “aires de familia” y los "juegos de lenguaje", se puede leer el ensayo de Simon Bouquet (1998). ‘estan disponibles en el interdiscurso "a modo de modelos indexados para los contemporaneos y las generaciones posteriores” (Bronckart 1997:138), Hay que precisar aqui algunas nociones bastante similares y que a menudo se confunden. Se habla a veces de géneros -es el caso de la poética- en términos de ‘architextualidad (Genette 1979). G. Genette propuso agrupar bajo la etiqueta "transtextualidad” un objeto de la poética que concierne a las diferentes formas de relaciones (manifiestas o secretas) de los textos entre ellos. Varios de sus libros tienen como objeto la exploracién de esta "trascendencia textual" de los textos literarios Distingue la intertextualidad (cita, alusi6n), la metatexinalidad (comentario de una obra por o en otra), la hipertextuatidad de las secuelas, pastiches, imitaciones y subversiones de un texto por parte de otro (ver Palimpsestes, 1982), la architextualidad (relacién de un texto con las categorias genéricas, abordada en Introduction & Varchitexte, 1979) y finalmente la paratextualidad (relaciones de un texto con Io que lo rodea materialmente -peritexto- 0 a distancia -epitexto-, abordadas en Seuils, 1987), La architextualidad genérica, que tiene el mérito de sefialar la pertenencia de un texto un conjunto que lo supera y en el que se inscribe o en relacién con el que se define, no debe confundirse con la intertextualidad. Mas ain si consideramos que Jean-Paul Bronckart, por ejemplo, habla de “intertexto” ahi donde, siguiendo a Foucault y Maingueneau, hablaremos de "interdiscurso". Mas que admitir una simple sinonimia de los dos conceptos, reservemos la intertextualidad a los ecos libres de un (0 varios) texto(s) en otro texto. Asi volveremos (capitulo 5) a la presencia de "Cuando el nitio aparece" de Victor Hugo en "La paloma del arca” de Robert Desnos. Veremos que, por este simple eco intertextual, Desnos emprende una verdadera deconstruccién surrealista de un poema destacado por la ideologia familiarista dominante. El texto se escribe asi ejemplarmente con y contra otro texto al que aparece vinculado intertextualmente, Directamente vinculado con una formacién sociodiscursiva, el interdiscurso, por su parte, restringe a los sujetos. La palabra "discurso" deberia siempre ser considerada como plural. Cuando se dice discurso publicitario o politico, se significan practicas discursivas propias de una formacién sociodiscursiva, practicas que asumen la forma de los diversos géneros del discurso periodistico, de los géneros del discurso politico, de los géneros literarios, etc. Ahi donde la intertextualidad aparece como libre de toda determinacién genérica, el interdiscurso -fenémeno de architextualidad y més ampliamente de transtextualidad- esta estrechamente vinculado con los géneros que caracterizan a una formacion sociodiscursiva De acuerdo con ef esquema 1, la unidad texto aparece como dependiente de los sgéneros disponibles en el interdiscurso, sino también bajo la dependencia de las, restricciones de la interaccién. Como dice J.P. Bronckart: A scala de un agente singular, la produccién de un nuevo texto empirico [debe] concebirse como el resultado de una puesta en interfase entre las representaciones construidas por el agente a propésito de su situacién de accién (motivos, intenciones, contenido temdtico a transmitir, etc.) ylas Feprosentaciones de este mismo agente referidas a los géneros disponibles en el intertexto [...] En sta dptica, todo nuevo texto empirico [est4] necesariamente construido con el modelo de un géncro, (...] corresponde [...] a un género. (Bronckart 1997:138). Reafirmemos entonces, como en el capitulo 1, la inclusién del texto y de su organizacin en el interdiscurso y, en contrapartida, la de la lingiistica textual en e! campo englobador del andilisis del discurso. Las investigaciones desarrolladas, por una parte, en el campo general de la linguistica clasica -definida como teoria de la lengua- y por otra, en el de la lingiistica textual -definida como teoria de la complejidad de los ordenamientos de proposiciones dentro de la unidad texto- proporcionan la parte lingtistica de los datos que necesita el anlisis de discurso, Esta iene como tarea, en un marco de complejidad mas vasto, integrar datos sociohistoricos en el andlisis. Debe, para hacerlo, proponer categorias y conceptos {que permitan pensar las condiciones psicosociales de produecion y revepcion, As se puede interpretar la manera en que Dominique Maingueneau propone una doble y feliz salida de lo que se ha llamado la gramatica de texto por un lado, y por otro, de Jas teorias de la comunicacion: El andlisis del discurso {...] no tiene como objeto ni fa organizacién textual considerada en si ‘misma, ni la situacion de comunicacién, sino la intricacién de un modo de enunciacién y de un lugar social determinados. El discurso se aprehende como actividad relacionada con un género, ee esitucion diseursiva: so interés e6 no pensar los lugares independientemente de 1s inscribirlo en sus /ugares y solo delimita un /ugar para. considerar qué género(s) de discurso le ‘estén asociados, (Maingucneau 1995:7-8). La “situacion de comunicacin" es, de hecho, como veremos en el capitulo 4, una situacin de interaccién sociodiscursiva. Toda accion de lenguaje se inscribe en un sector dado del espacio social: una institucion que debe pensarse como una formacion Sociodiscursiva, es decir como un lugar social asociado con géneros de discurso. Al considerar el discurso como una “actividad vinculada con un género”, el analisis pone él acento sobre las relaciones de una accién discursiva dada con las regularidades -y fas rupturas de regularidad (Achard 1988, 1995)- interdiscursivas de une formacion social Siguiendo la definicion de la Arqueologia del saber: "Se llamaré discurso & un Conjunto de enunciados en tanto correspondan a la misma formacién discursiva” (Foucault 1969-153). Los discursos se forman de manera regulada en el interior del espacio de regularidad que consttuye un interdiscurso. Estas regularidades s6lo son los géneros propios de una formacién sociodiscursiva, Quiza se comprende mejor por qué empleo muy a propésito el término analisis DE LOS discursos, destacando asi la necesaria teorizacién de las practicas discursivas en su diversidad. Me parece indispensable estudiar la especificidad e historicidad de los géneros del discurso publicitario (Adam y Bonhomme 1997), de los géneros de la prensa escrita (Adam 19974), 0 de los génerosliterarios FI discurso debe pensarse Siempre como interdiscurso y en la diversidad de las practicas sociodiscursivas hhumanas que tienen como oficio descriir antropdlogos y etndlogos, historiadores de Ja cultura, socidlogos y sociolinguistas Hay que tener en cuenta, en un momento w otro de le reflexion lingbistica, la determinacion recfproca de las practicas discursivas no sélo por parte de las restricciones genéricas sino también por las de la lengua. Esta doble determinacién es propiamente el objeto'de una lingtistica de los discursos: [No existe texto (ai siquiera enunciado) que pueda producirse sélo mediante el sistema funcional de la lengua (en el sentido restringido de puesta en lingtistica). En otras palabras, la lengua nunca es el inico sistema semidtico en accién en una secuencia fingiistica, ya que otras codificaciones sociales, especialmente el género, estin en obra en toda comunicacién verbal. (Rastier 1989:37) Para abordar este tltimo punto, es epistemologicamente iil volver a partir de ciertas hipétesis del "Circulo de Bajtin" descuidadas por la mayoria de los linguistas. “ 3. La iluminacién de Bajtin La nocién de género esta presente, desde 1928, en el libro de MM. Bajtin y P.N Medvedev: E! método formal en critica literaria (Leningrado 1928). Aun cuando el campo solo es todavia el de la postica de los géneros literarios, el encuadre dialégico de la nocion ya es muy fuerte. A propésito de las formas concretas de discurso dependientes de las relaciones de produccién y de la estructura sociopolitica, Bajtin amplia su interrogacién para insistir, con Volochinov, en El marxismo y la filosofia del lenguaje, sobre el hecho, de que "cada época y cada grupo social tiene su Tepertorio de formas de discurso en la comunicacion socioideolégica" (1977:40). Afios mas tarde, el "El problema del texto", Bajtin distingue las "formas de la lengua" y las "formas tipo de enunciacion" y considera que los géneros corresponden a esta ultima categoria: ‘Todo cnunciado particular es seguramente individual, sino que cada esfera de uso del lenguaje elabora sus tpos relativamente estables de enunciados (emanciaciones), yes 19 que llamamos 1os géneros discursivos (del lenguaje). (1984:265, revisado con la traduccién de Todorov 1981: 127). La nocién de "esfera de uso del lenguaje" de la que habla Bajtin no esta muy alejada de la de formaciones sociodiscursivas surgida de la reflexion de Foucault. Como ya vimos antes, Bajtin insiste en la estrecha complementareidad de la lengua y del discurso: Aprender a hablar es aprender a estructurar enunciados (porque hablamos por enunciados y no por Proposiciones aisladas y, atin menos, evidentemente, por palabras aisladas). Los géneros del discurso organizan nuestra palabra de la misma manera en que la organizan las formas gramaticales (Sintdcticas). (1984:285). Del conjunto de las reflexiones del grupo de Bajtin, es posible plantear tres hipdtesis de trabajo, bastante simples, sin grandes pretensiones innovadoras, pero con un poder heuristico muy real. Hipdtesis 1: Los géneros son de un: La riqueza y la variedad de los géneros del discurso son infinitas ya que !a variedad virtual de la actividad humana es inagotable y cada esfera de esta actividad comporta un repertorio de géneros de discurso que se diferencia y se amplifica a medida que se desarrolla y complejiza la esfera dada (Bajtin 1984:265). A la variedad sincrénica de las diferentes practicas sociodiscursivas se agrega una variedad diacrénica: los géneros evolucionan y pueden desaparecer con las formaciones sociales con las que estan asociados. Se encuentra la misma idea en Jean- Paul Bronckart que define los géneros como "formas comunicativas historicamente construidas por diversas formaciones sociales, en funcidn de sus intereses y de sus objetivos propios: géneros de esta forma socialmente "indexados" y que son en mayor medida, como lo demostr6 Foucault (1969), a la vez productores y productos de modalidades especificas de elaboracién de los conocimientos” (1996:56). Recordemos aqui que M. Dimter (1981) enumera unos 1100 nombres de géneros 0 categorias de textos. Se entiende, en estas condiciones, que la idea misma de tipologia general de los géneros sea imposible. En cambio, las tipologias locales (relativas a tuna formacién sociodiscursiva) representan proyectos razonables. infinita diversidad Para tomar otro ejemplo, una "forma simple" (Jolles 1972) o un "género primario" ‘Bajtin 1984) como fa adivinanza oral progresivamente dio lugar a un género mediatico de programa de entretenimientos de radio y luego de television: el género consiste en plantear una serie de preguntas a los auditores o, en la forma terminada actual del juego televisivo del tipo "Preguntas para un campeén’, a candidatos seleccionados y eliminados de prueba en prueba, ya que las respuestas correctas se recompensan de una manera u otra. La forma mediitica més reducida se encuentra también en el género llamado "micro/camara calle" que consiste en plantear preguntas sobre un punto de actualidad a los transeuntes. EI género popular de la adivinanza, ‘como pregunta con respuesta escondida que lleva a una recompensa 0 @ un castigo, que esté inmerso en la noche de las tradiciones miticas y religiosas’, tiene su contraparte cultivada escolar y universitaia en el género discursivo de la prucba de examen (reeibido/reprobado, admisibn/rechazo). La adivinanza popular oral, debido al efecto de confirmacién social del candidato interrogado (Steimberg 1997:52-53), tiene algo que ver con el enigma, y a través de él con el examen, si se toma la definicion iniciatica de André Jolles al pie de la letra: El adivinador (..) no es un individuo que responderia a la pregunta de otro, sino el que trata de ‘accede a este saber, a ser admitido en este grupo, y que prueba por su respuesta que est maduro para esta admision (1972:110). Se ve a la luz de este simple ejemplo que los géneros evolucionan y se complejizan al rnismo tiempo que evolucionan y se complejizan las formaciones sociales (aqut mediaticas). Los origenes miticas y religiosos del género del enigma y la imitacion, inclusive la desaparicion progresiva de la practica de este género oral, estin vinculados con la evolucién de un cuerpo social. La manera en que los cuentos integraron el enigma a las pruebas de los personajes corresponde también al transite de una forma mitica a una forma derivada de las pricticas sociales iniciéticas. A la jniciaci6n ritual sucede, en nuestras sociedades medidticas, otra forma iniciatica bajo dos formas: una popular (mediatica) y otra cientifica (escolar o universitaria. Retengamos finalmente, ya que es un punto importante para una concepcién textual y discursiva de los hechos de lengua, que la forma de la pregunta y el encadenamiento (pregunta respuesta-evaluacion-sancidn) no tiene ot mismo valor en todas las Cirounstancias genéricas. El acto de preguntar es, en el caso estandar estudiado por le teoria de los actos de discurso, una demanda de informacion que coloca al interrogador en posicion baja de ignorancia y al interrogado en posicion alta ‘supuestamente detiene la informacion y lo que se le pide es estar dispuesto a comunicar ese saber. En cambio, las formas discursivas derivadas del enigma colocan al interrogador en la posicin alta de detentor de un saber y al interrogad en posicién baja de iniciado esperando acceder a la esfera social del interrogador. Es debit a este efecto del género en los micro-actos de lenguaje mismos que podemos postular determinaciones de alguna manera "descendentes" Hipétesis 2: El cardcter normado de los géneros, sin prohibir Ia variacién, no sélo torna posible la interaccién verbal, sino que le resulta indispensable 1 locutor recibe (...) ademas de las formas prescriptivas de la lengua comin (los componentes y las estructuras gramaticales), las formas no menos prescriptivas para él del enunciado, es decir los ‘géneros del discurso -para una inteligencia reciproca entre locutores estos étimos son ta Indispensables como las formas de lengua. Los géneros del discurso, comparados con las formas de jengua, son mucho més cambiantes, flexibles, pero para el individvo hablant, no dejan de tener un valor rormativo; le son dados, no los crea él, Es por eso que el enunciado, en su singularidad, a pesar de su individualidad y de su creaividad, no puede considerarse una combinacién absolutamente libre de las formas de lengua (Bajtin 1984:287) 2 Ver aeste respecto el excelente mimero 45 de la revista Poérique dedicado | enigma (Seuil 1981), evolucién y el cuestionamiento de las normas forman parte de la definicién misma de Jos géneros y de su reconocimiento. Hipétesis 3: Los géneros influencian potencialmente todos los niveles de la textualizacién Para Tomachevski, "todo en la literatura, desde la eleccién del material tematico, de os motivos particulares, desde su distribucién hasta el sistema de exposicién, el Ienguaje, el vocabulario, etc., todo puede devenir procedimiento canénico. Se ha reglamentado el empleo de ciertas palabras y la prohibicion de ciertas otras, etc." (1965:299). Al extender esta observacién al conjunto de las précticas discursivas, Bajtin plantea el siguiente principio que deberemos extender ain mas: Lautilizacién de la lengua se efectia bajo la forma de enunciados concretos, iinicos (orales 0 escrites) que emanan de los representantes de tal o cual Ambito de la actividad humana. El enunciado refleja las condiciones especificas y las finalidades de cada uno de los ambitos, no slo mediante su contenido (temitico) y su estilo de lengua, en otras palabras mediante la seleccién ‘operada en los medios de la lengua -medios lexicales, fraseol6gicos y gramaticales-, sino también y ‘sobre todo mediante su construccién compasicional. Estos tres elementos (contenido tematico, estilo y construccién composicional) se fusionan indisolublemente en el todo que constituye el enunciado, y cada uno est marcado por la especificidad de una esfera de intercambio (Bajtin 1984:265), Esta triparticién no deja de recordar la distincién, clasica en retdrica, de la inventio, la dispositio y la elocutio, respectivamente repensadas como tema, composican y estilo. La concepcién bajtiana de lo "tematico” es resumida por Todorov en términos que se apartan de la inventio retdtica y corresponden a lo que se puede considerar mis ampliamente como el dominio seméntico: "Modelo del mando propuesto por el texto” (1981:128). De la misma manera, el "estilo" segin la escuela de Bajtin es tanto fraseologia de un grupo social Guridico, médico, deportivo, etc., anotadas como “estilos" en el esquema 15) como variacién individual (anotada como "estilo"; ver sobre este punto Adam 1997b:29-33). La composicion es llamada por Bajtin "sintaxis de las grandes masas verbales" (1978:59) y lamenta que la linguistica no se haya intersado lo suficiente en esta dimension de los hechos de lengua. El cardcter dialégico de toda esquematizacién textual dinamniza el conjunto del dispositivo, como vyeremos en el capitulo 4. El modelo bajtiano ya puede asi resumirse (se lo explicitara en particular en el capitulo 8, en ocasién del estudio del transito de un género mediatico a un género literario): IP. Bronckart destaca este cardcter vago y complejo de los géneros cuando afirma ‘Sibien estén intuitivamente diferenciados, los géneros munca pueden ser objeto de una clasificaci6n acional estable y definitiva. En primer lugar porque, como las actividades de lenguaje de las que proceden, os géneros son de cantidad tendencialmente ilimitada; desputs, porque los pardmetros [usceptibies de servir como criteios de clasifcacion (finalidad humana general, desafio social espoctficn, contenido temético, procesos cognitivas mavilizados, soporte modiatico, etc.) son ala Ver beterogéneos, poco delimitables y en constante interaccién, finalmente y sobre todo, porque tal lasificacién de textos no puede basarse en el inico criterio ficilmente objetivable, a saber las tunidades lingdisticas que pueden observarse empiricamente. (Bonckart 1997: 138) Esta tltima observacién no debe sin embargo desmovilizar al lingiista. Uno de los principales problemas de la manipulacién del concepto tiene que ver con que un género munca es més que un prototipo y que un texto singular solo corresponde mas o snenos aun género. El juicio de pertenencia de un texto a un género es tan vago como Ta operacion de categorizacién, por ejemplo, de los objetos del mundo y de las especies animales. Un texto puede corresponder, como un gorrién, a los representantes prototipicos de la categoria (los pajaros). Pero los pinguinos, las avestruces y murciélagos, los omitorrincos (Eco 1999), mucho mas dificiles de situar, son muy frecuentes en materia de textualidad. La operacién de categorizacién y la definicién de categorias son elementos fundamentales ¢ inclusive de las condiciones de posibilidad, la mayor parte de las veces intuitives, dela organizacién humana de Ia experiencia. En lugar de proceder mediante un razonamiento abstracto, basado en la texistencia de conjuntos bien delimitados de propiedades, las categorizaciones parecen fancionar por agrupamientos en torno de prototipos, por "aires de familia” para retomar una expresién un poco demasiado célebre, pero muy util, de Wittgenstein ‘Los géneros son (como la lengua) convenciones tomadas entre dos principios mas complementarios que contradictorios: + un principio centripeto de identidad, orientado hacia el pasado, la repeticibn, la reproduccién y ‘gobernado por reglas (nicleo normativo); «un principio centrifugo de diferencia, oientado por su pate, hacia el futuro y la innovacion y que ddesplaza las reglas (variaci6n}. Este tiltimo principio explica que, a pesar de las regularidades impuestas, una vaguedad categorial pueda rodear los textos realizados y sus relaciones con los prototipos genéricos. Hay que ver que el factor principal de innovacion esta vinculedo con las condiciones mismas de cada acto de enunciaci6n: la situacion de interacci6n y Jos objetivos obligan més o menos al enunciador a respetar el principio de identidad 0, por el contrario, a liberarse, introduciendo mas 0 menos variaciones innovadoras, Gesfasajes, jugando con la lengua y con los géneros disponibles. Estos desfasajes pueden convertirse en enfrentamiento ‘acerca de las maneras legitimas de hablar en el seno de una formacién sociodiscursiva dada (Achard 1988). En 1925, en su manual de teoria de la literatura, el formalista ruso B. V. Tomachevski inisista en la oposicién entre "procedimientos canénicos obligatorios" y *procedimientos libres" de un género dado, en una épaca dada, Los procedimientos Iibres, "de cardcter no obligatorio, que son propios de ciertas obras, ciertos ecritores, ciertas escuelas, etc." (1965:299), se situan en los margenes variacionales de un sgenero y explican en parte la vaguedad de las categorias. Ademés, en el movimiento de la evolucién histérica ineluctable de un género “la aspiracion a una renovacion” (Tomachevski 1965:299) afecta generalmente los procedimientos candnicos, tradicionales, esterotipados, llegando inclusive a hacerlos pasar a veces del grupo de Jos procedimientos obligatorios al de los procedimientos prohibidos. La existencia, la Esquema 15 Microlingtistica Pricticas diseursivas Pricticas discursivas Polo Polo de tas estético practicas literario discursivas "ordinarias"™ Pricticas Pricticas discursivas iscursivas Macrolingiistica Un texto es entonces, por definicién, un objeto en tensién entre las regularidades interdiscursivas de un género y las variaciones inherentes a la actividad enunciativa de los sujetos comprometidos en una interacci6n verbal siempre historicamente singular. El género no es més que el horizonte del texto, pero lo es tanto para el enunciador como para el interpretante (horizonte de expectativa) En resumen, los géneros son definibles como categorias £. pricticas-empiricas indispensables tanto para la produccién como para le Tecepcidn-interpretacién; & reguladoras de los enunciados en discurso y de las practicas sociodiscursivas de los sujetos (desde los lugares que ocupan hasta los textos que producen), h. prototipicas-estereotipicas, es decir definibles por tendencias 0 grados de tipicalidad, por haces de regularidades y dominantes mas que por criterios muy estrictos. Observemos solamente que esta idea de complefidad de los haces de regularidades ya estaba presente en ciertas observaciones de Tomachevski. Este ultimo proponia caracterizar las clases particulares de obras literarias mediante un "agrupamiento de procedimientos en toro de procedimientos perceptibles, que lamamos rasgos del ‘género" (1965:302). Pero, agregaba enseguida, por una parte -como vimos- "estos Tasgos pueden ser muy diferentes y pueden relacionarse con cualquier aspecto de la obra literaria" (1965:302) y por otra, son “polivalentes, se entrecruzan y no permiten una clasificacién légica de los géneros segiin un criterio unico” (1965:303). De ahi la vaguedad y la complejidad sobre la que insistimos més claramente que el formalista ruso: No se puede establecer ninguna clasificacién légica y firme de los géneros. Su distincién es ‘siempre histérica, es decir justificada ‘micamente por un tiempo dado: ademas, esta distincién se formula ‘simulténeamente en varios rasgos, y los rasgos de un género pueden ser de una naturaleza completamente diferente de Ia naturaleza de aquellos de otro género (Tomachevski 1965-306). Adoptaremos aqui mismo el principio de modestia que Tomachevski sacaba de estas observaciones: "Hay que realizar una aproximacidn descriptiva en el estudio de los Sn Esquema 14 INTERDISCURSO ‘TRANS y ARCHI- ‘TEXTUALIDAD GENEROS "TEMA" T E x T u A TEXTO L sometido al principio 1 DIALOGICO D A D ESTILO" "COMPOSICION” {__“eSTibon Estos tres polos del "tema" (semantico), del “estilo” (textura de los ordenamientos rmicrolingtisticos) y de la "composicén” (estructura composicional) deben inscrbirse fen la mas vasta teoria de los niveles de andlisis. Ademas, como Bajtin- Volochinov lo ‘observa(n) al hablar de la lengua y el estilo, la cuestion de la variacion esta implicita ten la misma idea de norma. Los géneros poseen ciertamente un niicleo normativo relativamente estable y restrictivo para el enunciador, pero sin embargo mas flexible y mas pléstico que las formas de la lengua. Al poner en paralelo el par de rango microlinguistico formado por la gramdtica y el estilo‘ y el par de rango macrolinguistico del género y del texto, estoy tentado de decir que el estilo es @ la gramética lo que el texto es al género, es decir situado potencialmente en la zona de variacion del sistema, complementario de su zona normativa, representada por los contrastes de frecuencia més alta. + para una reflexién sobre la separacién de la gramética y del estilo, ver Adam 197%. ‘géneros y reemplazar la clasificacién logica por una clasificacién pragmatica y utilitaria que tome en cuenta tinicamente ta distribucién del material en los marcos definidos" (1965:306)...La tarea modestamente descriptiva de los trabajos de analisis actualmente necesarios esté asi perfectamente planteada. Es en este espiritu y en esta configuraci6n epistemol6gica que los tres capitulos de la segunda parte presentaran anélisis textuales tan detallados como sea posible, Los diversos textos seleccionados fueron clegidos voluntariamente por el lugar que ocupan en una escala que va desde el polo de las pricticas discursivas mas comunes al polo de las practicas estéticas literarias de vanguardia. La noticia examinada en el capitulo 8 se situa mas a la derecha en el esquema 15; ademas, desde el punto de vista genérico, puede colocarse en el centro de la catehoria normada. Los insultos rituales de los que tratard el capitulo 7 corresponden muy claramente a la creatividad de una préctica discursiva iertamente muy ordinaria pero que presenta un grado muy interesante de elaboracién. Veremos que la variedad de formas asumidas por estos insultos rituales ‘muestra también un juego con la estructura mas candnica que aleja débilmente la mayoria de los empleos del centro normativo. Las llamadas del 17 y 18 de junio de 1940 (cap. 6) nos permitiran trabajar una forma discursiva politica no literaria, sino retéricamente muy elaborada (se trata de dos discursos previamente escritos, que a priori corresponden por lo menos al género deliberativo). Finalmente, el poema de Blaise Cendrars (cap. 8) nos permitiré examinar una practica discursiva literaria de vanguardia de comienzos de siglo. En todos los casos, tratamos con textos que tienen sentido claramente por el hecho de su relacién con otros textos y géneros en particular. En una perspectiva didactica, es urgente, como destaca Karl Canval, volver a colocar a los géneros en el centro de las preocupaciones: "La recuperaciGn del interés por las categorias socioempiricas de géneros es significativa de una atencién mayor por Ia complejidad textual y la multiplicidad de los saberes y de los saber-hacer requeridos por las actividades redaccionales" (1996:27, ver mas adelante en g y 1999). Jean- Claude Beacco, al hablar de "géneros sociolingtiisticos de textos", ya lo decia en 1991 (més adelante en f), de una manera muy clara y que sin embargo sélo fue tomeda realmente en cuenta tardiamente (ver la cita a comienzos de este capitulo). A este Fespecto es interesante observar c6mo, en la misma eleccién de los titulos, las revistas abiertas a la reflexién tedrica y didéctica (en francés lengua matemal y lengua cextranjera) abordaron sucesivamente la cuestiOn dudando entre "tipos" y "géneros" y ‘entre "textos" y "discursos"; Pratiques N°56, 1987: "Les types de textes", Metz Le Frangais aujourd'hui N°79, 1987: *Classes de textes/textes en classe", Paris Langue francaise N° 741, 1987: *La typologie des discours", Paris, Larousse Pratiques N°62, 1989: "Classer les textes", Metz Pratiques N°66, 1990; "Didactique des genses", Metz Etudes de linguistique apliquée N°83, 1991; "Textes, discours, types et genres", Paris, Didier éndition 7._ Enjewx N°37/38 1996: "Types et genres textuels", Facutés Universitaires de Namur, CEDOCEF. | Los estudios de caso de la segunda parte de este libro tienen como objetivo ejemplificar el desplazamiento preconizado en direccion de los géneros de discurso Al dar tanta importancia a géneros no literarios como a los literarios, se tratara de AL destacar el hecho de que el concepto ha salido definitivamente de su contexto poético de origen. Examinemos sin embargo desde ahora, para tener en cuenta cuestiones abordadas en los dos primeros capitulos, un texto literario que manifiesta las incidencias de la elecci6n de un género sobre la lengua y Ja construccion misma de un texto. 43 4, El ejemplo del género de un pequefio texto de Jorge Luis Borges El cautivo <1> En Junin o en Tapalqué refieren la historia, <2> Un chico desaparecié después de un malén; 8 dijo que lo habian robado los indios. <3>Sus padres lo buscaron iniitilmente; <3'> al cabo de los afios, un soldado que venta de tierra adentro les hablo de un indio de os celestes que bien podia ser su hijo, <4> Dieron al fin con él (la crénica ha perdido las circunstancias y no quiero inventar Jo que no sf) y creyeron reconacetlo. <5> El hombre, trabajado por el desierto y por la vida barbara, ya no sabia ofr las palabras de la lengua natal, pero se dej6 conducir, indiferente y décil, hasta la casa, <6> Ali se deruvo, tal vez porque los otros se detuvieron. <7> Miré la puerta, como sin entenderla. <8> De pronto bajé la cabeza, grits, atraves6 corriendo el zagudn y los dos largos Patios y se meti6 en la cocina. <9> Sin vacilar, hundié cl brazo en la ennegrecida campana y sco ‘el cuchillito de mango de asta que habia escondido ahi, cuando chico, <10>Los ojos le brillaron de alegria y los padres lloraron porque habian encontrado al hijo ‘
  • Acaso a este recuerdo siguieron otros, pero el indio no podia vivir entre paredes y un dia fue a buscar su desierto. <12> Yo querria saber qué sinté en aquel instante de vértigo en que el pasado y el presente se confundieron; yo qucrria saber si el hijo perdido renacié y murié en aquel stasis 0 si alcanzé a reconocer, siquiera como una criatura oun perro, los padres y la casa Borges, El hacedor (1960) Esta muy corta historia es, desde el punto de vista de la cuestién de los géneros, interesante porque se presenta como la copia de una noticia de la conquista del Oeste, como la transmisién bruta de una "crénica" (segin el paréntesis de <4> por lo menos). Contrariamente a lo que deberia caracterizar el género, todas las huellas informativas y descriptivas de localizacién en el tiempo e inclusive en el espacio (el texto precisa vagamente el lugar: "en Junin o Tapalque") han desaparecido. Las precisiones esperadas referidas a la identidad de las personas de las que se habla faltan. En lugar de una noticia factual, extraida de una crdnica, estamos en presencia de una suerte de prototipo de las historias que relatan un rapto de hijo de colonos or parte de indios (Ia lengua espafiola tiene una palabra para este tipo de hecho: un malon), El texto de Borges relata esta historia pretendiendo no agregar nada a lo que dice la crénica, pero si el primer pérrafo esta dominado por una posici6n enunciativa mis bien distante (a pesar de los “tal vez" y "como si" de <6> y <7>), en el segundo parrafo la voz narrativa enuncia un punto de vista o més bien abre el relato sobre un interrogante poco conforme a las expectativas de un lector de noticias o de una cronica del Oeste. Tal lector probablemente se preguntaria qué le pasé al indio, cémo reaccionaron sus parientes; no se contentaria ciertamente con este relato sin fin real y que deja de lado tantos detalles para concentrarse sobre lo que, en cambio, interesa al esoritor argentino: el vértigo de la identidad, el lugar del hombre en el tiempo y ia cuestién de la memoria. Diversos hechos lingiiisticos traducen estos deslizamientos del relato factual en direeci6n del relato literario. Empezando por las cadenas anaforicas que retoman el referente del personaje principal y por los organizadores temporales. El personaje central suffe, a lo largo del relato, una serie de cambios interesantes en la designacion de su identidad. Se hablaré oportunamente de un referente evolutivo. El comienzo de la cadena con "un chico” <2> abré sobre dos pronombralizaciones: "lo" ‘<2> y <3>. Pero una nueva cadena se abre luego con “un indio (de ojos celestes)" y la hipotesis de una identidad de los dos personajes. Asi, ala frase , el primer pronombre "lo se refiere mas bien al indio, mientras que el segundo ("ereyeron srconocer/o")remite manifiestamente al chico. La identidad del referente es ain Ipelerta (verbo modal) La continuacion de- no se promuncia sobre esta identidad, comenzando la frase por el hiperonimo “El hombre" y la serie de continuaciones pronominal neutras "él" que siguen. Et narrador parece englobar potenciaimente los tos personajes en estos "él el hijo vueto un hombre y el indio considerado un hombre Es al inal de <9> que la identidad se revela defiitivamente: el indio es el hijo buseado por los padres: "habian encontrado al hijo”, Es abi cuando el relato pegs tun salto y la segunda identidad pasa al frente: "el indio no podia vivir entre cuatro paredes y un dia se fue. Asi se aclara tambien el titulo, El chico raptado es el cautivo Fel comienzo del texto, el indio que no puede resistir entre cuatro paredes, la cevidad es el destino de este personaje y la cautividad principal no es la que resulta dal rapto sino lade la casa reencontrada mis tarde. La evotucion del personaje es interesante. De pasivo (victima) en el rapto inicial € inclusive en la vuelta consentida ‘vagamente, solo pasa de vuelta a agente, amo de sus acciones en <11>- La cuestion del tiempo también es ilustrativa, Se vio cémo el anclaje temporal es muy ‘ago: "afios més tarde’. Los numerosos organizadores solo puntuan Ia progresion de Tochechos relatados: "después", "al final, "de pronto", "un dia" y muchos y" destacan la sucesi6n. El pasado simple también pone el acento en el cardcter ‘cuantitativo del tiempo que domina la narracin de <2> a <1 1>5, tiempo lineal de ccontecimientos y acciones discriminadas. En cambio, la interrogacién de Borges en eio> oe refiere al tiempo por excelencia cualitativo del "instante de vértigo en el que pasado y el presente se confundieron”, Es el vértigo de la identidad del personaje, ta cuestién de sus razones para actuar ("si alcanz6 a reconocer, siquiera como ula Cianura o un perro") lo que interesa al narrador. Esto nos coloca en el corezén de lo Gque es probleméticamente la esencia del relato en general: una interrogacion sobre el Tiger del hombre en el tiempo y sobre las motivaciones de sus actos. Yao habiamos visto parcialmente a proposito del relato etiologico examinado en el capitulo > Estas transformaciones sucesivas siguen el movimiento de un relato encuadrado por tuna entrada prefacio ejemplar y sobre todo una evaluacién final sobre la qué voy & Volver, De hecho, el primer paragrafo se presenta como tna secuencia narrative ‘Completa y el segundo como una secuencia narrativa abortada transformada en simple periodo. Se puede descomponer este texto asi: Esquema 16 ESTRUCTURA COMPOSICIONAL a0 Batra prefacio Poo Evaluscibn fal (12) SSECUENCLVPERIODO NARRATIVO Bel> SECUENCIA NARRATIVA 1 ($1) Put Sit. Inicial <2 y 3> —_—_——_—__—__—_ ‘Pn5 Sit, Final <10> Se powaecs <> ys dase > 5 Sobre esta cuestién, remito a las p. 233 a 254 de Adam 1994. is Pro Accidn <4 a > De acuerdo con las definiciones del capitulo 2, se puede decir que la frase 11 es mas un periodo que una secuencia narrativa: ‘Acaso a este recuerdo siguieron otros, (situacion incial) pero ef indio no podia vivir entre paredes (nado) ‘yun dia fue a buscar su desierto. (desentace) Cada proposicién de este periodo es introducida por un conector ("pero") o un conector ("'y" destacando el lazo de causa-efecto) asociado con un organizador temporal ("un dia"). Esta contraccién de la secuencia narrativa final que da vuelta el resultado de la primer secuencia-pardgrafo esta significativamente colocada en el mismo pardgrafo que el que da la evaluacién final del narrador. Si el relato esta asi contraido, es como para subrayar que Borges no se interesa en estos nuevos hechos por si mismos, sino més bien al final de la secuencia anterior. La cuestion de la frase y del periodo -que estaba en el corazén del capitulo 2- desemboca en problemas de traduccion particularmente ilustrativos El traductor al francés, Roger Caillois, toma la extraita decision de traducir el pasado simple espafiol de <2> por un presente de narracién, Pero es sobre todo su decisién de traduccion de la segmentaci6n de las frases P2, P10, P11 y P12 lo que sorprende. Cada vez opera una segmentacién gréfica que transforma una sola frase tipografica espafiola en dos frases tipogréficas francesas. Desde el punto de vista de la “organizacién periédica de la que acabamos de hablar, esto es particularmente espectacular para <10> y <11>. Parece qie para evitar los "y" del texto de Borges, Caillois opté por el punto y el comienzo de una nueva frase tipogrifica. Pero tal decision de segmentacién rompe el ritmo temario del periodo, escandido por los, conectores. Para <10>, la segmentacin atemua la fuerza del vinculo de la causa (la cautividad del héroe que por otra parte proporciona el titulo "El cautivo", al relato) con su consecuencia final Una eleccion comparable lleva a un lamanetable efecto en la frase <12> del texto de Borges de la que se puede dibujar asi la estructura periddica binaria 1. Yo querria saber qué sinti6 en aquel {1} instante de vértigo en que 1. el pasado 2.y el presente se confundieron; 2. yo querria saber 1L.siel hijo perdido 1. renacié 2. y mmurig en aquel [2] éxtasis, 2. 0s aleanzé a reconocer, siquiera como 1, una criatura 2. oun perro, L.Tos padres 2 ylacsa Si bien la andfora retérica "Yo querria saber" basta para unir las dos frases separadas de la traducci6n, la decisién del traductor no deja de atenvar la unidad muy fuerte de Ja construcci6n periédica de la frase final, Esto es tanto més sorprendente en la medida en que Roger Caillois insiste en la presentacion de su traducci6n en su respeto por Ia letra de los textos en verso del maestro argentino. Sin embargo, no menciona esta atencién mas que a propésito de los textos en verso y no considera probablemente con el mismo respeto los escritos en una prosa sin embargo fuertemente periddica. Considero que la misma naturaleza de esta prosa fuertemente periddica, dominada especialmente al fin por el ritmo, es un aspecto de su literariedad -y por lo tanto del deslizamiento de género del ambito del relato factual al relato literario postico. Lo que interesa a Borges, y en ese sentido su escritura es de una gran modernidad, no es la crénica de una vida, sino un instante de vertigo de la conciencia y del tiempo.
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