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sumergido ofrece al ser humano un reto la novedad que el libro trae, al menos para
constante. Le propone muchas oportu- aquellos que vienen ejerciendo la pedago-
nidades de perderse y una única salida”, gía con sentido crítico.
explica. El laberinto sumergido no es otro Ferrés y Prats se preocupa especial-
que el todavía inexplorado territorio de las mente en explicar los procedimientos que
emociones, esa parte misteriosa pero fun- nos llevarían a gestionar nuestras emocio-
damental del cerebro. nes en un entorno como el de las pantallas
Ferrés y Prat afirma que el ser huma- caracterizado primariamente por un tipo
no es una unidad racional y emocional, y de comunicación de matriz emocional.
ambos aspectos interactúan e incluso se La respuesta que propone es la de descu-
hibridan y condicionan. La pedagogía, ex- brir los procedimientos que permitan esa
plica, desatendió esta realidad y el nuevo gestión de tal suerte que nos habiliten para
camino a recorrer debe entonces descartar interactuar de manera autónoma y crítica
la histórica escisión entre la inteligencia y con los mensajes audiovisuales y para ga-
la emoción. Para ello es necesario “apren- rantizar la eficacia en la transmisión de los
der a desaprender”, lo que posibilitará que propios. En palabras del autor: “El objetivo
la educación se desligue de lo inútil y de lo de la educación mediática sería, pues, do-
falso. Dado que las emociones guían nues- tar de poder al ciudadano para que pueda
tra toma de decisiones, si se prescinde de hacer frente al poder de las pantallas de
ellas, no es posible decidir, pero tampoco manera autónoma y para que sea capaz de
es posible enseñar ni aprender: el deseo y transmitir a través de ellas unos mensajes
la motivación deben ser los componentes potentes”.
de cualquier proceso educativo. Como se El deseo es un tema importante en su ar-
puede observar, la pedagogía actual sostie- gumentación. Para el autor, este se encuen-
ne un discurso parecido sin apelar a la neu- tra poco presente en las prácticas docentes.
rociencia. Por eso, es importante entender Sin embargo, sí lo está en la maquinaria de
que el aporte del autor no se relaciona tan- consumo que pone en movimiento el ca-
to con lo pedagógico como con el profuso pitalismo: “En el marco de la sociedad-red
despliegue de la fundamentación neuro- -nos advierte- debería resultar preocu-
científica. Las numerosas investigaciones pante para la democracia, por ejemplo,
que cita y comenta certifican aquello que que los profesionales de la publicidad sean
de alguna u otra manera la propia didác- capaces de tender redes entre el deseo y los
tica moderna viene señalando, pero que productos, y los de la educación no seamos
hoy parece estar en condiciones de obtener capaces de tenderlos entre el deseo y los ob-
un nuevo certificado de conformidad fun- jetos de aprendizaje”. La motivación enton-
damentado en el discurso de las llamadas ces es el eje de una pedagogía que acepte lo
“ciencias duras”. Es esta noticia, entonces, emocional como componente ineludible de
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todo aprendizaje. Según el autor, es probable para los neófitos y solo interesante para los
que frente a las pantallas no haya otro deseo iniciados. La tercera parte analiza la educa-
que el de las emociones más primarias, pero ción mediática y es tal vez el aspecto menos
es a partir de esas emociones como se puede atractivo de su propuesta. Me refiero en es-
apostar al descubrimiento de otros placeres, pecial al capítulo nueve (“Propuesta meto-
como el del saber y el de la conciencia crí- dológica para el análisis de relatos audiovi-
tica. Respecto de esta, propone una nueva suales”), donde se ofrece una suerte de guía
vuelta de tuerca muy original y muy apro- pedagógica (organizada como un detallado
piada al criticismo de matriz descalificadora instructivo) que no difiere sustancialmente
que por lo general gobierna el trabajo con de los abordajes que se recomendaban en
los medios: incorporar la capacidad de ser los años ochenta para enseñar a analizar el
crítico con el propio espíritu crítico. audiovisual. Resulta en este sentido un poco
El libro se organiza en nueve capítu- decepcionante que la novedad teórica de la
los divididos en tres partes: la primera está neurociencia no encuentre su correlato en la
dedicada a las emociones y constituye una didáctica que procura.
aproximación sencilla a los postulados fun- El estilo del autor es ameno, en parte
damentales de la neurociencia. Para quien por la inclusión de una primera persona
desconozca todo sobre esta disciplina, se confesional (hay anécdotas muy divertidas
tratará entonces de una excelente introduc- sobre sus hijos) y en parte por una volun-
ción. Y para quien ya conoce del tema, se ac- tad explicativa y probatoria que despierta
cederá a un vasto despliegue de las últimas el interés por un objeto tan próximo como
investigaciones realizadas en este campo. La inescrutable: el cerebro humano. Pero ade-
segunda parte se centra en las pantallas, en más por la incorporación de pequeños re-
especial en las que configuran el mundo de latos literarios y mitológicos que permiten
las nuevas tecnologías: hibridación, inte- acceder de manera más sencilla al sentido
ractividad, convergencia y simulación son último de su desarrollo teórico. Cada capí-
algunos de los conceptos que se desarrollan tulo, además, se cierra con una síntesis cla-
aquí, con especial anclaje en el universo rificadora y posee un índice bibliográfico de
de la neurociencia. Nuevamente: excelente muchísima utilidad.
Guillermo Kaufman
Universidad de Buenos Aires
Universidad Nacional de San Martín
gkaufman@speedy.com.ar
AC