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Durante el segundo año de vida, el ritmo de crecimiento del niño es algo más lento y gradual
y, en consecuencia, menos perceptible que en los meses anteriores.
Si durante los primeros 12 meses la mayoría de los bebés crece 25 cm y triplica el peso con que
nació, durante este segundo año crecerá la mitad: unos 12-14 cm y engordará sólo 3-4 kilos.
El ritmo de crecimiento seguirá disminuyendo hasta la adolescencia, que será cuando el niño
experimente su próximo "estirón".
Poco a poco se observan importantes cambios en su apariencia física y el niño deja de tener el
aspecto de un bebé. Así, vemos que:
Sus brazos y piernas se alargan. Desarrolla los músculos. Más información en Andar
El tronco pierde un poco de grasa, aunque sigue teniendo un abdomen prominente.
La cabeza crece más despacio. Parece más proporcionada con el cuerpo.
Empieza a perder la redondez de las mejillas, crece su nariz, tiene más dientes.
Durante su segundo año de vida, el niño aprende a andar y se mueve continuamente. Esto le
lleva a desarrollar la musculatura y a quemar una mayor cantidad de grasa.
Comprende los dos primeros años de vida (aunque también hay autores que lo amplían
hasta los cuatro años del niño), siendo el crecimiento rápido. Se sustituye el mecanismo de
regulación paracrino-autocrino del período fetal por la regulación endocrina, en la cual la hormona
de crecimiento hipofisaria pasa a ocupar un papel destacado a partir de los seis meses del bebé.
El patrón de crecimiento, que estaba condicionado por el fenotipo materno, se sitúa en el canal
correspondiente condicionado por el factor genético. Hay aumento de la grasa corporal y
modificación de las proporciones corporales con aumento progresivo del segmento inferior,
debido al crecimiento rápido de los miembros.
Los tres primeros años de vida se presentan como una etapa de transición entre la fase de
crecimiento muy rápido, propia del lactante, y el periodo de crecimiento estable, que se extiende
desde los tres años hasta el comienzo de la pubertad.
Comprende desde los tres o cuatro años del niño hasta el comienzo del estirón puberal. Es
un período de crecimiento lento y uniforme. Antes del comienzo de la pubertad, se observa una
pequeña deceleración del crecimiento lineal.
En la etapa preescolar (de los cuatro a los seis años), el ritmo de crecimiento es menor que en el
primer año de vida. Durante el periodo escolar (de los siete a los once años, también conocido
como "niñez"), el crecimiento y la ganancia de peso son lentos pero uniformes. Se trata de una
etapa de preparación para el desarrollo y el crecimiento característicos de la adolescencia (estirón
puberal) que sobrevendrá posteriormente.
A partir de los cuatro años de edad, el ritmo de crecimiento hasta el inicio de la adolescencia
es de unos 2,5 a 3,5 kilos por año.
En cuanto a la talla, ésta aumenta a razón de unos cinco a ocho centímetros por año hasta el
inicio de la pubertad.
Sin embargo, no todos los niños ni niñas crecen a este ritmo, se deben tener en cuenta los
condicionantes genéticos (la etnia, la talla de los familiares tanto por parte de madre como del
padre), el estado de salud y por supuesto, los hábitos de alimentación.
La infancia, que es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años, finaliza en
este periodo. Entramos entonces en la niñez (o edad escolar), de los seis o siete años hasta los
12, que es cuando comienza la siguiente etapa de pubertad.
Pubertad y adolescencia
Hemos hecho un recorrido por las etapas del crecimiento del bebé hasta la pubertad,
pasando por la infancia y la niñez y viendo sus características básicas. Después de estas etapas,
el organismo evidentemente sigue evolucionando, pero ya queda fuera de nuestro ámbito
temático.
Adultez
Esta etapa del desarrollo humano, no se caracteriza principalmente por los cambios físicos que se
dan en la persona, pues no hay cambios tan notorios como los que se dan en la adolescencia. Sin
embargo, sí existe un desarrollo físico en la adultez temprana. Casi todas las personas entre los 25 y
35 años se encuentran muy bien de salud, con gran fuerza y energía. El desarrollo físico se caracteriza
por: - Un cuerpo plenamente vigoroso, fuerte, con mucha resistencia y energía. - La estatura se
estabiliza alrededor de los 30 años. - La fuerza muscular está en su apogeo sobre los 25. - El sujeto
tiene una gran agilidad en los dedos y movimientos de sus manos. - Los factores conductuales (la
alimentación de los adultos jóvenes, si duermen lo suficiente, cuanta actividad física realizan, y si
fuman o consumen alcohol o drogas) contribuyen de manera importante a alcanzar un estado de salud
y de bienestar. Para tener un desarrollo físico favorable en la adultez temprana, se debe tener en
consideración, la alimentación; pues es importante mantener una dieta balanceada, dormir las
suficientes horas de sueño; es muy importante tener períodos de descanso, debido a que trabajar y
estudiar sin descansar provoca que el cuerpo no realice bien las tareas, la influencia de los factores
hereditarios; como enfermedades, etc.