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COBARDE
Tapioca se despertó por unos fuertes golpes en la puerta, salió de la cama más dormida que
- ¿Qué pasa? ¿Porque me despiertas aun es de noche? -Preguntó, dejando mudo a Murat pues le
abría la puerta solo en bragas acostumbraba a dormir así- Murat ¿Qué quieres?
-Debes vestirte para el trabajo. -Respondió fijando su mirada en los ojos de ella-
- ¿Qué? ¡Te has vuelto loco! ¡Aun es de noche! -Gritó terminando de despertar-
-Vienes a trabajar, no a dormir tienes quince minutos para vestirte y quince más para desayunar.
Enojada entro al baño hasta ese momento se dio cuenta que estuvo en bragas frente a Murat no le
dio importancia, lavo sus dientes y se dio un baño para terminar de despertar una vez vestida
- ¿Solo vas a comer fruta? -Preguntó Rosario al ver que no probaba nada más-
Niña Mimada
-Deberías desayunar bien, porque te desmayaras hace mucho calor y no pararan de trabajar hasta
la hora de la comida.
-Tapioca ¿Estás listas? -Entro Murat con pantalones de mezclilla, camisa y botas ¡Madre mía! en
su vida había visto un hombre tan caliente como él y ella acababa de notar que hacía mucho
calor-
- ¿Vas a ir vestida así a trabajar? -Preguntó viéndola, llevaba un short corto y unas sandalias de
-Sí.
-No.
Niña Mimada
-Como tú quieras, vámonos. -Se la van a comer los mosquitos pensó, pero no dijo nada más-
-Como usted diga, amo -Habló con sarcasmo y él solo le dedico una fuerte mirada-
Salieron de la hacienda Tapioca detrás de Murat, caminaron hasta la camioneta que los esperaba,
subieron en unos cuantos minutos recorrían los cafetales ella observaba todo el lugar mientras
Murat hablaba con Carlos sobre cómo iba la recolecta del café.
Llegaron al lugar donde en ese momento se estaba llevando a cabo la recolección, Tapioca bajo
de la camioneta con los ojos muy abiertos nunca había visto tanto verde en sus ojos y un rojo tan
brillante como la cereza del café, se dio cuenta que había mucha gente trabajando, hombres y
-Tapioca, ven acá -La llamo Murat al ver que se había quedada de pie observando el lugar-
-Ella es Elena y te enseñara que es lo que tienes que hacer -Dijo Murat presentándola-
-Hola -Saludo Tapioca, Elena solo sonrió viéndola y preguntándose ¿Que hacia una niña como
A pesar de lo que pensaba Murat de cómo se comportaría Tapioca fue todo lo contrario ella
quedo enamorada de inmediato de lo que hacían los recolectores Elena era muy buena maestra y
ella aprendía rápido, no se dio cuenta que ya casi era hora de comer.
edad, moreno de ojos claros- Creo que los mosquitos se están dando un festín, soy Julián, por
-Soy Tapioca, no sabía que era lo que iba hacer así que por eso estoy así -Dijo rascándose las
-Estoy castigada, por eso estoy aquí y ¿tú también estas castigado? -Preguntó Tapioca con toda
sinceridad ella pensaba que podría hacer un chico de su edad trabajando ahí a menos que
-Así es -Respondió con una hermosa sonrisa- ¿Qué hiciste para que re castigaran?
-Pues reprobé tres materias, pero es que son aburridísimas -Se justificó volviendo hacer reír a
Julián- Pero eso no importa, mejor dime ¿qué hacen aquí para divertirse?
-Realmente sr trabaja todo los días y los fines de semana siempre hay fiesta en el pueblo.
-Ya veo por qué reprobaste -Habló sintiendo y ella pensó que en su vida había visto una sonrisa
-Me gusta la fiesta, pero creo que mi papá esta vez sí supo cómo castigarme, aquí no hay
-Pues que él nunca había traído a nadie a su hacienda, más bien nunca había traído a ninguna
-Te veo después -Se despidió Tapioca antes de girarse para ver al ogro de Murat- ¿Qué? -
-Te traje a trabajar no ha que distraigas a los demás -La regaño llegando a su lado, lo que
realmente pasaba es que no le gusto verla sonreír de esa forma con el chiquillo ese ¿Es que acaso
-Sí, pero si solo me hubieras dicho que era lo que iba hacer tal vez te hubiera hecho caso.
-Esto -Dijo tomando su canasta y mostrándosela, dejándolo sorprendido, no es que fuera como
los demás recolectores, pero para ser su primera vez era bastante buena-
-Bien, entonces ya has terminado por hoy vayamos a la casa -Ordeno poniéndose en marcha-
-Adiós Elena, gracias por todo mañana te veo -Se despidió alegremente volviendo a dejar
sorprendido a Murat jamás pensó que podía mezclarse tan bien con los recolectores ¿Que no se
-Hasta mañana, niña. -Se despidió Elena la cual decidió llamarla niña porque en palabras de ella
Tapioca caminaba feliz detrás de él con la canasta en el brazo, al parecer no iba a ser tan difícil
estar en ese lugar, le parecía precioso y la gente era muy buena por lo menos la que hasta el
-Vaya Tapioca, lo has hecho muy bien -La felicito quien tomo su canasta- Yo me encargo de
Murat se quedó abajo platicando con Carlos mientras ella investigaba que había en la radio, solo
se escuchaba interferencia, así que la dejo por la paz en cuanto el mayor se sentó a su lado y puso
la camioneta en marcha.
-Deja de rascarte vas a hacer que se infecten -Le dijo al verla que no dejaba de rascarse las
piernas-
-Me doy cuenta -Respondió sonriendo- ¿Que tanto platicabas con el muchacho?
-Te equivocas mientras estés en mi casa tienes que pedirme permiso a mí.
-Pero tu papá, te dejo bajo mi cuidado y no quiero que andas con ningún chico aquí.
-No, solo que no creo que debas andar con nadie. -Su voz sonó evidentemente molesta-
-Yo puedo andar con quien yo quiera, además Julián me gusta y unos besitos no le cae mal a
-Ahora quieres besarte con ese mocoso y ayer querías meterme a mí en tu cama -Escupió Murat-
-Ha bueno tu no quisiste así que puedo meter a quien quiera en mi cama, aunque la invitación
sigue en pie para ti, me gustas eres muy sexy -Hablo con toda la naturalidad del mundo, como si
-Eres una niña ¿Cuántos años tienes? -Preguntó algo descolocado, nunca había conocido a nadie
- ¿Pensar el sexo? -Él asintió mientras se estacionaba enfrente de la casa- Pues me gustan los
orgasmos, si los orgasmos fueran una religión yo sería su más devoto sacerdote -Dijo antes de
salir de la camioneta dando un brinco, Murat la siguió carcajeándose- Así que cuando quieras
- ¿No te gustan?
Niña Mimada
-Entiendo te gustan con gatas como las de ayer, sabes que creo que me tienes miedo.
-Sí, tienes miedo a que te guste y no poder parar -Dijo provocándolo parándose en la entrada de
-No soy un cobarde solo no me gustan las niñas como tú. -Respondió abriendo la puerta-
-Mientes, por cómo me miras sé que te gusto eres un cobarde -Habló pasando por un lado de él-
Sin pensarlo Murat la tomo por la cintura pegándole a él al tiempo que la empotraba contra la
puerta y posaba sus labios sobre los de ella, sacándole un grito por la sorpresa el cual se ahogó en
su boca y él aprovechó para colar su lengua recorriéndola, enredándose con la lengua de Tapioca
Las manos de la niña mimada se enredaron en el cabello de él, mientras las manos de Murat
bajaron por su cadera hasta los muslos haciendo que enredara sus piernas en él, podía sentir su
HURACÁN
Jamás en su vida había saboreado unos labios tan dulces y suaves como los de Tapioca, y ¡Por
Dios! sí que sabía besar la niña pensó mientras sus manos la recorrían podía tomarla ahí en ese
momento contra la puerta, jamás había deseado a nadie así ni siguiera a Ángela su esposa pensó
-No soy cobarde, pero no quiero hacerlo contigo. -Habló Murat con la respiración agitada-
-Por lo que sentí, estoy segura de que mientes, para mi sigues siendo un cobarde -Lo contradijo
sonriendo-
-Así que te gusta jugar con fuego -Dijo Murat acercándose a ella acorralándola en la puerta-
-De hecho, me gusta quemarme en él -Habló rosando sus labios- ¿Quieres quemarte conmigo?
-Como dije cobarde -Dijo riendo, pasando por un lado de él caminando a la cocina-
¡Va a volverme loco! Pensó caminando detrás de ella a la cocina, donde la encontró platicando
felizmente con Rosario al parecer Tapioca era algo diferente a lo que se había imaginado.
Niña Mimada
-Te pones esto ya que te bañes para que no se te infecten y deja de rascarte -Dijo Rosario a
-Gracias.
-Sí, lo único malo son los mosquitos, pero mañana iré en pantalón -Contesto feliz mientras
-No, no tantos como en los cultivos. ¿Vas a ir al pueblo? -Cuestionó Rosario mientras le servía a
-Genial, nunca he ido a una feria de pueblo –Comentó feliz, mientras seguía devorando todo lo
Murat no comento nada a menos que le preguntara directamente, termino de comer y las dejo
Después subió a su habitación se dio un relajante baño, se colocó la crema que le dio Rosario
para las picaduras en brazos y piernas y se puso un pijama y se recostó en la cama solo cerro los
ojos y quedo profundamente dormida despertó al escuchar un relinchar, algo dormida se levantó
miro el reloj de su celular que por cierto seguía sin señal apenas eran las cinco de la tarde, un
Caballos pensó, bajando las escaleras, claro que debe haber caballos el propio Murat le había
dicho que le gustaban hasta le quiso comprar a su precioso champagne, salió de la casa, paso por
un lado de la alberca y camino descalza solo con un short y blusa de pijama hasta donde se
encontraba Murat con Carlos y un precioso caballo que de inmediato identifico como un
-Tapioca ¿te gustan los caballos? -Preguntó Carlos antes de volver a intentar montarlo mientras
-Sí, me encantan.
-Ella es muy buena montando -Dijo Murat mientras intentaba calmar al caballo que casi tumbaba
a Carlos-
- ¿Cómo se llama?
-No lo creo, es bastante salvaje. -Dijo Murat y yo solo ruedo los ojos-
-Puedo intentarlo al menos, he estado con este tipo de caballos desde que nací.
Niña Mimada
Se acercó hasta donde Murat sostenía las riendas y se las quitó, con la mano libre acarició el
-Eres muy guapo Huracán, me gustas -Le dijo mientras lo siguió acariciando hasta los cinchos y
los aflojo- ¿Me ayudas a quitársela por favor? -Le preguntó a Carlos y el de inmediato le quitó la
silla de montar- Así estas mejor, supongo que no te gustan las sillas de montar, a mí tampoco -Le
habló antes de brincar y montarlo, escucho a Carlos sorprenderse pues el caballo no se movió-
¿Le puedes quitar las riendas? -Le pidió a Murat, el cual asintió para luego hacerlo-
-Algo hay de eso, huracán es Salvaje primero lo tienes que acostumbrar al contacto humano y lo
está por eso me dejo montarlo, pero no está acostumbrado a tener todo el equipo sobre él por eso
no te dejaba a ti montarlo -le explicó mientras camino alrededor de ellos y Murat solo la ve con
una sonrisa es demasiado sexy pero cobarde y aparte que me deja con las ganas ¡Idiota! pensó
Tapioca-
-Mi mama tiene un criadero de caballos, los Mustang son mis preferidos, tengo dos Champagne
y Furia.
- ¡Vaya contigo niña! -Dijo el sexy moreno de ojos verdes ¿Me pregunto si Carlos tendrá novia?
Montó por un rato más a Huracán, después de eso se despidieron de Carlos y regresaron a casa.
-Te van a seguir comiendo los mosquitos si sigues saliendo vestida así -Dice aun lado mío-
-Lo sé, solo escuche al caballo y salí a verlo no me fije en lo que traía puesto -Dijo mientras
-Menos mal, Murat ¿Todos los trabajadores salen a la hora que fuiste por mí? -Preguntó
siguiéndolo-
-No, ellos paran para comer y luego continúan hasta las cinco de la tarde de lunes a viernes y los
-Deben de cansarse mucho, yo me dormí toda la tarde si no fuera por los relinchidos de huracán
-Y Dime ¿Que hacen aquí para no morir de aburrimiento? -Dijo sentándose enfrente de él-
-No tengo idea, no tengo tiempo de aburrirme -Respondió viendo unos documento-
-Genial, necesito a Lucy ¿Podemos invitarla para que venga a trabajar? -Preguntó poniendo su
-No.
- ¿Por qué?
-Porque no creo que la quieras para que venga a trabajar -Dijo mirándola a los ojos-
-Ella me quita lo aburrida ¿Quieres quitarme tú lo aburrida? -Inquirió con picardía solo por
molestarlo-
-No siempre, solo unas cuantas veces al día -Respondió encogiéndose de hombros- Bueno si tu
no quieres, por lo menos puedes decirme si Carlos tiene novia -Miró como aparece su seño en la
frente-
-Lastima, es muy guapo lo que haría con él -Suspiró- Que pena -Dijo levantándome mientras él
niega con la cabeza- ¿Ella quién es? es linda. –Preguntó sosteniendo un portarretrato-
-Deja eso en su lugar -Dijo con voz fuerte, pero sin gritarle aun así hace que se asuste-
-Lo siento. -Contestó dejando la foto de donde la tomó- Es muy linda ¿Es tu novia?
-Mi esposa -Es verdad Julián le había dicho que estaba casado, pensó-
-Y ¿Dónde está?
-Está bien -Creo que metí la pata, pensó empezando a caminar a la puerta - Lo siento -Dijo para
Fue a la cocina donde estaba Rosario quería preguntarle ¿Que había pasado con la esposa de
Murat? pero decidió no hacerlo en ese momento lo haría cuando estuvieran solas, después de
cenar, subió a su habitación a jugar al candy crush en su tableta, aunque ya ni se usa, pero es el
Ya que se aburrió de jugar saco su ropa para el día siguiente, pantalón de mezclilla, tenis, una
blusa de tirantes y se dio cuenta que necesitaba una camisa manga larga y no había traído
ninguna, su única opción era pedirle una a Murat, así que va hasta su habitación y toca la puerta.
- ¿Qué pasa? -Preguntó abriendo la puerta recién bañado solo con una toalla enredada en la
-Lo siento, pero qué onda contigo parece que te hicieron Photoshop, nunca había visto a ningún
hombre como tú, bueno si en las revistas y en el cine -Dijo sin dejar de ver su abdomen marcado-
¡Madre mía! que está muy bueno el patrón -él estalla en carcajadas-
-Gracias, supongo ¿Que ocupas? -Preguntó aun riendo pues lo había dicho en voz alta-
-Una camisa manga larga para mañana, Elena dijo que debía llevar una porque si no el sol me
-Claro. -Dijo dando media vuelta, vio desde la puerta y su cama es enorme, su habitación es
-Está bien. ¿Algo más? -Pregunto y tapioca estaba embobada con su cuerpo-
-Igualmente...
Niña Mimada
PUEDES TOMARME
Habían pasado dos semanas desde que Tapioca había llegado a la hacienda, parecía como si
hubiera nacido en el lugar, tenía a Murat totalmente sorprendido, se había mezclado con la gente
Murat no podía creer el día que la encontró sentada con todos los recolectores comiendo, ese día
se le había hecho tarde para pasar por ella, pero cuando por fin llego Tapioca comía alegremente
con los demás trabajadores al parecer la niña podía comer lo que le pusieran enfrente.
También fue sorpresa para él, el día que quiso quedarse a trabajar la jornada completa, al parecer
lo que todos habían pensado que era un castigo ella lo disfrutaba, siempre la miraba hablando
con todos, sonriendo no podía negar desde que había llegado su casa siempre estaba llena de
risas, le gustaba trabajar y tener sus risas de fondo cuando platicaba con rosario, le gustaba verla
montar a huracán se había adueñado por completo del caballo hasta parecía que el animal la
Le gustaba mucho la niña y eso era malo, después de que Ángela muriera había tenido muchas
mujeres en su vida, pero ninguna le había hecho sentir lo que Tapioca, ella seguía provocándolo
no había día que no terminara acorralándola y devorando sus labios, pero podía controlarse solo
cuando estaba cerca de Julián sentía que le hervía la sangre al verla con el joven.
Niña Mimada
Era sábado de nuevo y Julián la había invitado al pueblo por supuesto Tapioca había aceptado, él
había ido porque tenía que ver la reparación de una de sus camionetas y verla feliz con el chico
no le gustó nada no es que odiara a Julián, él sabía que era un buen chico que estudiaba y
trabajaba cuando no estaba en clases, pero ¡demonios! no le gustaba como tocaba a su Niña
Mimada.
-Me quieres explicar ¿Porque llegas a esta hora? -Preguntó Murat a Tapioca quien entraba por la
-Porque si no te has dado cuenta está lloviendo y estábamos esperando que dejara de llover para
regresar, pero decidimos venirnos así y no podíamos hacer que el caballo corriera -Respondió
Julián había pasado por ella en caballo desde el primer día que salieron juntos algo que sumo
muchos puntos para él con Tapioca quien amaba los caballos y le parecía la cosa más romántica
que alguien hiciera eso por ella, era un sueño hecho realidad ya que en la ciudad no se puede
-La lluvia empezó a las nueve de la noche debiste estar aquí antes de esa hora -Contradijo Murat
siguiéndola-
-No nos dimos cuentos lo siento -Respondió mientras caminaba por el pasillo a su habitación-
Niña Mimada
- ¿Perdona? no te diste cuenta de que estaba lloviendo ¿Que acaso estás sorda? ¿Qué diablos
- ¡Que te importa! Actúas como si estuvieras celoso. -Contestó entrando a su habitación seguida
de Murat-
-No estoy celoso, estas bajo mi responsabilidad. -Contradijo mientras miraba como se sacaba el
vestido mojado-
-Bien, puedo cuidarme sola se lo que estoy haciendo. -Se quitó las sandalias quedando solo en
ropa interior, bastante sexy para la edad que tiene pensó Murat al verla-
-No sabes lo que estás haciendo ¿Crees que te conviene meterte con ese mocoso?
-Sigues con tus celos -Habló acercándose a él- Me quieres puedes tomarme, pero si no quieres
déjame en paz.
Y claro que la quería, no pudo resistirse a ella, la tomo por la cintura pegándole completamente a
él devorando sus labios con sed como si hubiera caminado por días en el desierto sin una gota de
Las manos de tapioca se enredaron en su cuello pegándose más a él como si aún quedara algún
milímetro de espacio entre ellos, las grandes manos de Murat viajaron por todo su cuerpo antes
de arrojarla a la cama, se sacó las botas, calcetines y camisa, como si de un depredador se tratara
Dejo sus labios para besar su cuello dejando una perfecta marca mientras sus manos se deshacían
de la ropa interior dejándola completamente desnuda debajo de él, tomo sus pequeños pezones
con los labios haciéndola gemir fuerte, los lamió, mordió y succionó hasta que estuvo totalmente
Subió por su clavícula hasta su cuello besándolo y mordiéndolo gentilmente, tomo sus manos
hasta colocarlas por encima de su cabeza tomándolas con una sola de sus manos y con la libre
recorrió su cuerpo, con su lengua delineo su mandíbula antes de besarla robándole el aliento.
-Donde quedo la niña brabucona -Musitó sobre sus labios- ¿Quieres que pare? -Preguntó al
Sonrió para luego volver a besarla, su lengua recorría cada espacio de la de ella, soltó sus manos
las cuales de inmediato se enredaron en su cabello, dejo sus labios para probar cada parte de su
cuerpo, se separó de ella para quitarse el resto de la ropa y quedar completamente desnudo.
Niña Mimada
Volvió a la cama acomodándose entre sus piernas, beso el interior de sus suaves muslos antes de
pasar su lengua lentamente por encima de sus pliegues sacándole un jadeo, hundió su lengua en
ellos sintiendo en su sabor, lamió con hambre cada parte de su sexo antes de tomar con sus labios
clítoris succionándolo.
-Dios mío...Así...Dios... hazme llegar... Demonios...-Jadeo Tapioca moviendo sus caderas contra
Tapioca se dejó caer en la cama con la respiración agitada, Murat subió por su cuerpo besándolo,
saboreo de nuevo sus pezones antes de subir hasta sus labios y adueñarse de ellos, ella le
respondió mientras sus manos acariciaban la ancha espalda de él, tomo su polla pasándola por
sus pliegues antes de entrar en ella, un fuerte gemido salió de los labios de ella haciendo que
-No, solo que eres más grande que el chico de mi edad con quien lo había hecho -Dijo sin
vergüenza, pasando sus manos por el abdomen de él- Solo deja que me acostumbre a ti. -Hablo
halándolo hacia ella para besarlo- Muévete -Pidió sobre sus labios-
Niña Mimada
Empezó a moverse de forma lenta, estocadas largas y profundas, sin dejar de besarla y
recorriendo su cuerpo con las manos, tocándola todo lo que podía, estaba atrapado por sus brazos
y piernas y sus cálidas paredes húmedas lo recibían, lo abrazaban en cada una de sus estocadas.
-Murat...Dios. Si....Mas... -Pidió sin vergüenza dejando sus labios- Murat, Murat, Murat -Repetía
Se hinco en la cama sin salir de ella, tomando sus piernas abriéndolas aún más para aumentar sus
embestidas entrando en ella una y otra vez, de manera violentas, mientras la mira gemir, cerrar
Tapioca abrió los ojos llenos de lujuria, mientras el entraba y salía de sus cálidas paredes, solo
por oírla gemir podía correrse en ese momento, siguió penetrándola, deleitándose con el sonido
de sus gemidos, sintió como sus espasmos apretaban su dura polla, aumento aún más las
estocadas.
-Vamos niña córrete para mí -Dijo acercándose a ella embistiéndola sin piedad, beso su cuello-
Niña Mimada
Unas estocadas más y se corrió con abandono con un fuerte orgasmo, llenándola con su semilla,
sentía las manos sobre su espalda, beso su cuello antes de salir de ella con cuidado y tumbarse a
su lado.
-Lo mismo digo -Respondió volteando a verla y en ese momento se dio cuenta, acababa de follar
con una menor de edad, no solo eso era la hija de su abogado y para empeorar todo no uso
condón, él que jamás se acuesta con nadie si no hay un condón de por medio- ¿Te lastime?
-No, estoy bien. -Dijo sonriendo mientras se acurrucaba a su lado- ¿Te ofende si me duermo? -
Preguntó bostezando-
-Descansa, mi niña -Le dijo y en el mismo momento se arrepintió, ¿Como que mi niña? ¿Es que
Tapioca no tardó mucho en dormirse y él se durmió observándola realmente era bella, pero era
una niña ¿Ahora que iba hacer? Con esa pregunta en su cabeza se rindió ante los brazos de
Morfeo. Eran alrededor de las seis de la mañana cuando sintió un cuerpo sobre él.
Niña Mimada
- ¿Ya te despertaste? -Preguntó tapioca acercándose a su boca para besarlo, haciendo círculos
movía sus caderas sobre él, cuando menos pensó ya estaba totalmente clavado dentro de ella,
quien se movía sobre el montándolo, lo que tanto había deseado desde que la vio por primera vez
correr un caballo.
Dejo su boca para incorporarse y movió las caderas dibujando círculos sobre él y otras figuras
que Murat no podía descifrar sacándole gemidos de placer, sus manos viajaron por el cuerpo de
Tapioca tomando sus pequeñas tetas, pellizcando sus pezones haciéndola arquear la espalda.
- ¿Te gusta patrón? -Preguntó de forma picara, al tiempo que se mordía el labio inferior-
- ¿Patrón?
-Sí, tú eres mi patrón trabajo para ti ¿Te gusta así? o ¿Tal vez así? -Inquirió moviendo la cadera-
-Me encanta como lo haces -Jadeo tomando su cintura para ayudarle con sus movimientos-
Se acercó a él, para besarlo al tiempo que se movía haciéndolo salir casi por completo de ella
Volvió incorporarse moviéndose de forma descontrolada sobre él, mientras sentía casa
para ayudarla con los movimientos al tiempo que se movía contra ella.
-Sí... Dios... Murat... Oh dios mío -Gimió al momento de correrse al mismo tiempo que él-
Busco su boca le dio un beso lánguido, antes de dejarse caer sobre él, el cual la abrazo, besando
su cuello.
SALVAJE
Murat despertó sintiendo sobre él a Tapioca, hace años que no dormía acompañado podía
haberse marchado después de que la niña se durmiera, pero hay algún imán que lo hace estar
cerca de ella, no esperaba repetir decir que le gusto que lo montara era poco estaba más que
En ese momento podría repetir su cuerpo entero estaba en guerra solo por sentirla sobre él,
observo el sol y se dio cuenta que debían de ser alrededor de las diez de la mañana y había
quedado con Carlos para ir al pueblo a recoger la camioneta que se había descompuesto y unas
La observo un momento más, es preciosa pensó antes de moverla con cuidado bajándola de su
cuerpo dejándola en la cama, como buena adolescente solo se removió en la cama se acomodó en
Sabía que tenía que hablar con ella sobre todo porque necesitaba saber si utilizaba algún método
anticonceptivo porque lo menos que quería era que quedara embarazada, aprovecharía para pasar
a la farmacia ya que iba a estar en el pueblo, pensaba en eso mientras el agua fría recorría su
-Buenos días, tengo quince minutos esperándote ¿Qué paso? -Saludó Carlos desde arriba de la
camioneta-
-Buenos días, me quede dormido. -Respondió rodeando la camioneta para subirse al lado del
copiloto-
-Me vas a decir ¿Que pasa contigo? -Insistió le moreno- Te conozco desde que teníamos tres
Murat heredado la hacienda cuando sus padres murieron, el padre de Carlos había sido el
retiró haciéndose cargo él de la hacienda, Murat no solo tenía la hacienda era dueño de otros
negocios.
-Que se me hace que tiene que ver con la niña que trajiste. -La cara de Murat no mentía- ¿Qué
- ¡No puede ser! ¿Te acostaste con la Niña? -Dijo señalándolo con el dedo- ¿Que estabas
pensando? ¡Es menor de edad! tú tienes treinta años ¿Te has vuelto loco? -Lo interrogó mientras
entraban al pueblo-
- ¿Crees que no lose? sé que le doblo la edad, además es hija de mi abogado la traje para que
-Sí, me gusta mucho tanto que dormí con ella toda la noche.
-No, claro que no. -Jamás compartía con nadie la habitación donde dormía con su esposa-
Mientras Murat y Carlos se estacionaban enfrente del taller mecánico, Tapioca se movía en la
cama despertando, sintió que el cuerpo le dolía, nunca había estado con un hombre como Murat
con el único que había estado era con Diego su novio cuando tenía catorce años.
Después de él fue Ali una preciosa que se parecía Ruby rose que conoció en el campamento de
verano el año pasado acababa de terminar con su novio cuando la conoció y luego estaba Lucy
que era su amiga desde hace mucho tiempo y no tenía ni idea como era que empezó acostarse
con ella.
Definitivamente Murat era mucho mejor que todos ellos juntos le dolía el cuerpo, pero valía la
la noche anterior, pero ella no y tampoco se iba a romper la cabeza por lo que paso.
Agradecía tener una mamá fuera tan liberar cuando le dijo que dé había acostado con Diego la
había llevado con una ginecóloga para que le explicara todo lo que conllevaba tener sexo, aunque
con su novio las tres veces que lo hicieron siempre uso condón, así que al recordad que Murat no
- ¡Gracias, mamá! -Habló en voz alta mientras se miraba en el espejo después de bañarse-
Niña Mimada
Se vio el chupetón que trae en el cuello, se encogió de hombros y solo porque sabía que Murat
posiblemente tendrá una plática con ella sobre que había sido un error, así que se recogió el
cabello en una cola alta para dejar a la vista de todos, la marca morada rojiza.
Cuando estuvo lista bajo a la cocina, desayuno con Rosario quien al parecer vive con José el
encargado de los caballos en una de las casas secundarias de la hacienda, después de desayunar,
saco a huracán recordó que Julián le había contado que había una cascada cerca de la hacienda,
(...)
- ¿Que hacías en la farmacia? -Preguntó Carlos con las llaves en las manos-
- ¿Que ocupas? posiblemente Natalia tenga -Natalia era la novia del moreno y era la doctora del
pueblo-
-Murar ¡Por dios! dime que necesitas ¿Desde cuándo me ocultas algo?
Niña Mimada
Era un hombre de treinta años y nunca había pasado por algo así y ahí estaba enfrente de su
mejor amigo muerto de vergüenza porque había tenido sexo sin condón, en su vida solo había
estado con dos mujeres sin condón Ángela porque era su esposa y Tapioca porque lo llevaba al
-Bien -Contestó negando con la cabeza- Iré a preguntarle y te veo en la casa - Terminó de decir
Iba llegando cuando vio salir a la dueña de sus pensamientos montada en Huracán ¿A dónde
diablos iba? Se estaciono enfrente de la casa y salió directo a los establos, tomo un caballo y la
siguió.
-Por fin ¿Te gusta? -Le preguntó a huracán mientras bajaba de él- A mi si, el lugar es precioso -
Habló mientras lo amarraba a un árbol- Creo que me daré un baño -Empezó a desvestirse-
-Tapioca -Gritó Murat llegando en el azabache- ¿Qué crees que estás haciendo?
-Voy a nadar -Contestó quitándose el pantalón mientras él bajaba del caballo- ¿Me acompañas?
Niña Mimada
-Sí, desnuda -Dijo aventándose al agua- y si estoy algo loca, anda quítate la ropa y acompáñame
-Solo tú puedes verme, ven conmigo -Dijo con una voz sexy, tremendamente sexy pensó Murat y
Maldita sea se iba ir al infierno por eso, empezando a sacarse la ropa para luego lanzarse al agua-
-Ven acá -Dijo aun lado de ella pegándola é, tomando sus labios de forma demandante-
Los brazos de Tapioca enredo los brazos y piernas en el cuerpo de Murat mientras recibía la
lengua del mayor en su boca le gustaba su sabor podía sentir debajo de ella la dura polla rozando
sus pliegues se movió un poco más contra él un gemido se ahogó en sus labios Murat tomo su
duro falo a su entrada con su mano libre tomo su cintura guiando su cuerpo para entrar
Murat tomo con sus labios el pequeño pezón de Tapioca succionándola, haciendo que gimiera
más fuerte mientras se movía contra ella una y otra vez, paso al otro haciendo lo mismo.
-Así... más duro... -Pidió gimiendo, mientras movía las caderas haciéndolo entrar y salir de ella-
Sí....Dios... Voy...
Soltó su pezón para atraerla a él antes de que se corriera y tomo sus labios con hambre, chupando
cada uno de sus labios, para luego morderle el inferior al tiempo que emitía un fuerte gemido y
apretaba su polla haciendo que se corriera al mismo tiempo con ella siguió arremetiendo hasta
Sintió un líquido caliente en sus labios le había partido el labio con la mordida por la fuerza del
orgasmo, lamió gentilmente recogiendo toda la sangre. Tapioca dejo sus labios coloco la frente
rostro.
-Creo que será mejor que volvamos, alguien podría vernos -Dijo Murad al dejar sus labios-
-Aburrido, pero está bien volvamos. -Se separó de él, para empezar a nadar a la orilla-
- ¿Sobre qué?
-Pues hemos tenido sexo y muy bueno -Dijo sonriendo mientras recogía su ropa de la piedra
-Vamos, Murat solo es sexo que pensaste que me había hecho un cuento en la cabeza, con que
ibas a ser mi príncipe azul, no te preocupes, como ya te había dicho me gustan los orgasmos y
déjame decirte los que he tenido contigo han sido los mejores...
Niña Mimada
BATMAN
...Contigo ha sido de los mejores -Dijo tapioca terminando de vestirse y dejando a Murat
descolocado, acababa de perder la cuenta de cuantas veces lo había dejado así- Te juego unas
-Vamos, no seas aburrido -Habló montándose al cabello- Te apuesto a que puedo ganarte y eso
-No creo que me ganas, estas en mis terrenos niña -Contestó montándose-
- ¿Eso es un sí?
-Sí.
Diez minutos después estaban llegando a la hacienda, Tapioca Llego antes que él, se bajó de
-Eres una tramposa -Respondió bajando de azabache- Saliste antes por eso ganaste.
-Claro que no, tú perdiste y ahora debes pagarme. -Contradijo antes de empezar a caminar en
dirección a la casa-
-Gracias José -Dijo Murat al encargado del establo- Bien ¿Qué es lo que quieres? -Preguntó
-Quiero a huracán. -Pidió con una preciosa sonrisa que hizo que el corazón de Murat diera un
salto-
-Buenas tardes -Saludó Carlos al verlos entrar quien estaba sentado en un sofá de la estancia-
-Buenas tardes, Carlos. -Saludó coquetamente Tapioca- ¿Qué haces un domingo aquí? Deberías
estar con tu novia no trabajando -Terminó de decir sentándose a su lado y Carlos solo sonrió-
Niña Mimada
-Lo sé, pero mi patrón me tiene trabajando los domingos. -Dijo con tono de broma-
-Tenemos un tirano de patrón -Le siguió el juego Tapioca al moreno- Bueno los dejo para que
-Nos vemos Tapioca. -Se despidió de ella sonriendo- Lamento decirte que va a acabar contigo -
-Mala noticias no tiene, así que dice que para la próxima uses condón te mando esto -Dice
sacando una tira de condones- Y que reces para que no esté embaraza.
- ¡Maldición!
-Pues a la vuelta no te olvides de usarlos, aunque puede que tengas buenas balas y ya este
embarazada ¿Cómo vas a explicarle eso a su papá? -Preguntó Carlos siguiéndolo al despacho y
-Venga hombre, si puede quedar además tendrías un hijo ¿Que tan malo sería? no le va a pasar lo
-No, no quiero pasar por eso otra vez. -Respondió serio, empezando a caminar de nuevo-
-No pasara, seguro se cuida solo tienes que preguntarle ¿Porque no le has preguntado aun?
-Tan fácil ¿Tapioca te estas cuidando para no salir embarazada? Vez es fácil.
-Así es, pero si estuviera ya le hubiera preguntado -Dijo encogiéndose de hombros entrando al
-Creo que tienes razón le voy a preguntar. -Dijo Murat sentándose frente a él-
Pero no los hizo, no le pregunto, pero lo que hizo fue no acercarse a Tapioca, sabía que no podría
resistirse a ella así que hasta estar seguro que no había quedado embarazada se alejó, Carlós se
Era difícil no acercarse a ella, Tapioca estaba en todo lugar se había adueñado de la casa, como si
fuera parte de ella era fácil verla platicar con José el encargado de los caballos, verla correr en
los cafetales estaba totalmente enamorada del lugar, ni siquiera Ángela había mostrado amor por
Había hecho que José le colocara una hamaca entre dos árboles pasaba las tardes ahí ya fuera
cantando, jugando con su tableta, leyendo algún libro o simplemente durmiendo le encanaba
asomarse por la ventana del su despacho y verla ahí, quería salir y volver a probar esos deliciosos
- ¿Entonces la esposa de Murat era una recolectora? -Preguntó sorprendía a Martha una de las
- ¿Y de qué falleció?
-De mal parto -Respondió Elena- estaba embaraza de su primer hijo cuando estaba por nacer, el
parto se complicó y ambos fallecieron desde entonces el patrón se ha quedado solo nunca ha
-Tapioca ¿Vas a querer el gatito? -Preguntó maría una niña de diez años hija de Martha-
-Sí, ¿Ahí lo traes? -Preguntó levantándose de donde estaba sentada con las demás mujeres-
-Sí, aquí esta -Dijo llegando hasta ella con un precioso gatito blanco con motas negras-
-Es muy lindo. -Habló Tapioca tomando al gatito en brazos- Muchas gracias.
-Ya voy -Respondió, se despidió de todas las mujeres con las que platicaba-
Camino en dirección a donde la esperaba Murat que estaba dentro de la camioneta ese día
Carlos tuvo que hacer otras cosas así que no pudo llevarla a la casa por lo que él tuvo que ir por
ella, la mira caminar con una gran sonrisa despidiéndose de todos y ese era un problema Tapioca
era una niña mimada definitivamente, pero era muy buena, no menospreciaba a nadie, se
adaptaba perfecto a cualquier situación y eso le gusta y no solo por lo sensual que era si no por lo
-Hola -Saludó subiendo a la camioneta a su lado con una gran sonrisa- Mira lo que me regalaron
-Hola, Tapioca ¿qué vas a hacer con ese gato? -Preguntó poniéndose en marcha-
-Pues criarlo, es tan lindo mi bebe -Dijo sonriendo como si fuera lo más claro del mundo ella iba
a criarlo- Por cierto ¿puedes llevarme al pueblo? tengo que comprarle comida y además debo
comprar otras cosas para mí, digo si no estás muy ocupado Carlos me dijo que tenías unos
-Si puedes me gustaría, si no puedes puedo decirle a José que me lleve. -Respondió sin dejar de
sonreír-
Y así era ella parecía que tenía una fuente de alegría inagotable que hacía muy difícil no
enamorarse de ella.
-Está bien. -Respondió tomando el camino al pueblo- ¿Qué otras cosas tienes que comprar?
-Cosas para mí, no traje suficiente desodorantes, tampones y pastillas para los cólicos, hoy
Rosario me dio una para el dolor y funciono, pero pues me gusta tener las mía -Habló con toda
- ¿Para que el chocolate? -Preguntó volteando a verla llevaba una de sus camisas de manga larga
-Porque cuando tengo el periodo como ahorita se me antoja el chocolate es algo más fuerte que
yo.
- ¿Que no las mujeres se ponen de mal humor cuando tienen el periodo? -Preguntó el pues aun
-Claro, pero no puedo estar enojada si tengo esta preciosura, verdad Batman que eres muy bonito
-Hablo haciéndole mimos al gato que por cierto no era nada lindo pensó Murat sonriendo
también pues Tapioca acababa de confirmarle que no estaba embaraza y era un alivio para él-
- ¿Batman?
-Sí, así se llama es que tiene desde los ojos hasta las orejitas negras es Batman -Aclaró
mostrándolo-
-Entiendo.
- ¿Terminaste tu trabajo? -Preguntó viéndolo y pensó que se miraba más guapo que la última vez
Tenía cinco días sin verlo desde el domingo que estuvieron juntos había desaparecido y era malo
porque ella moría por besarlo y que la tocara de nuevo, pero entendió que tenía cosas más
importantes que hacer, además no es como si hubieran quedado en algo solo fue algo casual
-Podríamos dejarlo con el veterinario del pueblo para que lo revise y lo desparasité y le ponga las
vacunas.
-Muy buena idea, solo tengo un pequeño problema. -Dijo Tapioca colorada-
- ¿Cuál?
-Gracias, te lo pago mañana, mañana sacare dinero traeré mi tarjeta -Respondió feliz-
-Has trabajado muy bien, creo que mereces un pago, así que yo pagare todo lo que ocupen tú y
Batman.
Y así lo hizo, le compro todo lo que el gatito feo según Murat necesitaba y todo lo que ella
necesitaba, literalmente compro todo el chocolate que había en la tienda del pueblo, como buena
mujer no pudo dejar de comprar ropa que era hecha por las mismas mujeres del pueblo pues
decía que los sábados todas las mujeres andaban con ese tipo de ropa, comieron en un pequeño
restaurant del pueblo, claro que todos en el pueblo se enteraron en el mismo momento, El patrón
de la hacienda Mi Cielo al parecer tenía una nueva mujer y una muy joven decían las voces del
pueblo.
Niña Mimada
ME GUSTAS
Decir que Murat estaba molesto era poco, estaba celoso y muy furioso, porque Tapioca había
salido el sábado con Julián de nuevo y no solo eso sino que se había puesto uno de los vestidos
que le había comprado un día antes, pero lo dejo pasar, pero lo que no podía dejar pasar era lo
que estaba viendo en ese momento era miércoles y tapioca estaba con Julián sentada en la
Sintió como su cuerpo era invadido por el coraje, quería salir y moler al chico a golpe, ella era
¿Que era ella para él? ¿Cómo podía reclamarle algo? no habían quedado en nada, Tapioca podía
estar con quien quisiera era libre, pero no él no quería que estuviera con nadie más solo con él,
admitió para sí mismo Murat apretando sus manos hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
Miro que se despidió de beso en la mejilla de Julián, él se marchó y ella siguió un rato más con
Batman en la hamaca, hasta que decidió entrar se miraba tan linda con ese vestido rosa suelto
-Tapioca -Le habló abriendo la ventana y le hace una seña para que venga a su despacho-
-Me quieres explicar que hacías con él. -Exigió tomándola por la cintura empotrándola contra la
puerta-
-Que te importa ¿Celoso? -Intentó separarse, pero no la deja se acerca más a ella-
-No, no estoy celoso, solo quiero saber qué hace Julián en mi casa
No la deja terminar, junto sus labios con los de ella quien le sigue el beso encantada enredando
sus brazos en el cuello de Murat, quien con su lengua rosa su labio inferior pidiendo permiso
Camina con ella hasta su escritorio subiéndola sobre él, acaricia sus muslos al tiempo que sube
su vestido hasta las caderas, se separan por falta de aire, besa su cuello.
-Murat... -Susurra al sentir la gran mano de Murat sobre su braga de encaje ya está muy húmeda,
Las manos de la niña mimada viajan hasta el pantalón del mayor lo desabrocha mete la mano y
libera su polla, Murat rompe su braga ella toma su pene y lo guía hasta su entrada, entra lento y
ella gime y se muerde los labios que son de inmediatos tomados en un fogoso beso.
Niña Mimada
Las embestidas son lentas pero profundas las piernas de tapioca se enredan en el cuerpo al igual
que sus manos se enredan en el cabello de Murat las embestidas son una tras a otra de manera
rápida y fuerte. Ella arquea la espalda dejando sus labios está a punto de venirse, intensifica las
Siente como sus muslos lo aprietan al igual que sus cálidas paredes, unas estocadas más y los
envuelve un maravilloso orgasmo al mismo tiempo, se queda dentro de ella, su cabeza descansa
en el hombro de tapioca espera que su espiración se regularice, ella lo abraza y besa su cuello.
-Lo siento -Susurra Murat sobre la piel del cuello de Tapioca aferrándose a ella-
-Tomo anticonceptivos, desde que tuve sexo con mi exnovio bueno, aunque lo hicimos como tres
veces siempre con condón, pero le conté a mi mamá y ella me llevo con el ginecólogo y creo que
estoy hablando demasiado -Dice sentada aun en el escritorio y Murat seguía entre sus piernas-
-Menos mal -Dijo con evidente alivio- Pensé que podía dejarte embarazada. -Terminó de decir
-No, ni loca que estuviera, aunque creo que si debiéramos usar condón porque tú te acuestas con
-Con Flor hace mucho que no me acuesto -Dijo separándose de ella pensando que no debería
darle explicaciones, pero sentía que debía hacerlo- Y siempre uso condón, con la única que no he
usado condón en toda mi vida había sido mi esposa y ahora tu -Terminó de arreglarse la ropa-
-A menos mal -Habló bajándose del escritorio- Me debes unas nuevas -Le señalo la braga rota en
el suelo acomodándose el vestido, el solo sonrió asintiendo- Ahora dime ¿porque estabas celoso?
-No estaba celoso. -Habló acercándose de nuevo a ella tomándola por la cintura-
-Sí, si lo estabas -Contradijo dejándose abrazar- Julián es mi amigo solamente, tu eres el que me
-Lo sabía -Dijo con una hermosa sonrisa- Y ¿Que vas a hacer con eso?
-No lo sé, esto no debería estar pasando, tú tienes quince años y yo el doble, eres una
-Bueno es verdad que eres algo viejo para mí, pero me gustas mucho nadie me había gustado
como tú y lo de mi papá no debería enterarse definitivamente. -Dice sonriéndole- Pero tengo una
-Pues tú me gusta y yo te gusto eso está claro -Habló mientras se sentaba en el regazo de Murat
dejándolo algo sorprendido nunca nadie se había tomado esas confianzas con él- Me encanta
estar contigo y parece que a ti también -El solo asintió aun sorprendió por tener así- Bien,
entonces podemos estar juntos no digo como novios pero bueno ya sabes tú satisfaces mis
necesidades y yo las tuyas -Enredó sus brazos en el cuello de Murat- Entiendo que no sería
bueno que la gente de aquí nos viera juntos todos dirían que eres un pedófilo, así que sería solo
Y de nuevo estaba totalmente descolocado, parecía que estaba hablando con una mujer mayor
que la edad que realmente tenia, sabía que si aceptaba estaría jugando con fuego, pues podía salir
lastimado pero lo que más le preocupaba era que ella saliera lastimada al fin de cuenta ella
-Exactamente, a mí me gustan los orgasmos y a ti también es un buen trato, solo tengo una
condición.
-Me parece justo, pero, no quiero que andes con Julián. -Advirtió el mayor-
-No ando con Julián, él es mi amigo, además tiene novia, se llama Fernanda y va a venir la
próxima semana hoy vino a decirme porque quiere que la conozca. -Dijo sonriendo pues había
-Muy bien, entonces señorita tenemos un acuerdo -Aceptó para tomar sus labios para sellar el
- ¿Qué? -Preguntó separándose un poco de él, pero aun sentada sobre él-
- ¡Oye! mi bebe es el más lindo, bueno un poquito feo, pero se pondrá lindo cuando crezca. -Dijo
riendo-
Y desde ese día Murat había dormido con ella tenía una semana, una semana que se acostaba en
cuenta todo lo que había extrañado amanecer abrazado a una mujer, la cuidaba como si fueran
sus ojos.
-Lo sé -Habló subiéndose sobre un desnudo Murat- pero debo de trabajar -Beso su cuello-
-No, no debes -Dijo atrapando sus labios en un delicioso beso haciéndola girar en la cama para
-Si...Si...-Gimió al sentir como entraba en ella dejando sus labios- Debo trabar-Habló enredando
La embestía de forma lenta sin dejar de besarla, le encantaba su sabor y estar dentro de ella,
aumento sus estocadas entrando más fuerte y profundo en ella haciendo que dejara sus labios
Beso su cuello mientras ella seguía gimiendo y sus paredes cálidas lo envolvían, era la mejor
manera de comenzar su día, siempre dentro del cuerpo de Tapioca, quien no se negaba a estar
con él era entrar a la casa y devorarla a besos en cualquier habitación de su casa, en la única
corriéndose casi al mismo tiempo que él unas estocadas más y se corrió con abandono en su
calidad cavidad-
-No vayas hoy a trabajar, podemos quedarnos todo el día en la cama es sábado -Dijo Murat
-Tengo que ir hoy habrá un convivió en casa de Elena y me toco llevar el postre -Habló
volviéndolo a besar de forma casta- Rosario me hizo el pastel, así que debo bañarme, además
hoy llega Fernanda la novia de Julián y voy a conocerla, tú también puedes ir.
- ¿Yo que voy a andar haciendo ahí? -Preguntó saliendo de ella para acostarse a su lado-
-Porque no tu eres el patrón y todo mundo te estima mucho, sería un buen gesto que fueras al
-No lo creo.
Niña Mimada
-Pues deberías, pero como tú quieras yo sí quiero ir -Dijo sonriendo, caminando en dirección al
-Claro...
Niña Mimada
MOKA
- ¿Te vas a ir de aquí a casa de Elena? -Preguntó Murat estacionándose en el lugar donde estaban
recolectando café-
-Si ¿Vas a ir? -Dijo sonriendo, colocándose una de las camisas manga largas de Murat-
-No lo sé, pero puedes quedarte un rato si aún no estoy lista para irme -Se acercó a él para
besarlo, pero el solo negó ella de inmediato entendió a veces se le olvidaba que nadie debía
enterarse-
-Adiós linda.
La miro caminar entre los cafetales saludando a todos con una gran sonrisa, precisamente eso le
sorprendía de Tapioca ella había nacido en la opulencia tanto su mamá como su papá venían de
familias de abolengo, ella estaba creada en la alta sociedad y sin embargo parecía que había
Niña Mimada
nacido en ese pueblo, ni siquiera Ángela que tenía un origen humilde había demostrado lo que
Ángela en cuanto se casó con Murat había cambiado, había preferido quedarse en la ciudad y
recolectar café, ni siquiera había dicho que extrañara su celular o internet, siempre hallaba algo
que hacer le ayudaba a Rosario en la casa o a José en el establo o salía a investigar las tierras, la
había encontrado varias veces en la tostadora hablando con los trabajadores, le encantaba el olor
al café le había dicho ciento de veces, y al parecer ya sabía más del proceso del café que el
propio Murat.
-Es muy linda, pero amigo eso no te va a traer nada bueno -Advirtió el moreno con una gran
sonrisa-
-Lo sé, pero no puedo evitarlo me gusta mucho. -Habló volviendo a verla como sonreí mientras
-Tu sabrás lo que haces, hoy hay convivió en casa de Elena ¿Quieres que me encargue de ella?
Niña Mimada
- ¿Seguro?
Murat paso toda la mañana en la tostadora, reviso las cuentas de como andaba su negocio de café
aparecer sería un muy buen año, eran alrededor de las tres de la tarde cuando salió de ahí para
buscar a Tapioca esperaba que estuviera lista para regresar con él a casa.
-Patrón que bueno que vino. -Le dijo uno de los trabajadores en cuanto lo vio llegar-
-Gracias.
Saludo a todos sus trabajadores hasta llegar donde estaba Carlos con su novia y no miraba a
Tapioca por ningún lado, hasta que la vio salir de la casa con algo peludo en sus manos.
-Murat, que bueno que viniste, pero aún no estoy lista para irme apenas vamos a comer -Dijo
- ¿Qué es eso?
-Este es moka, no es el perrito más lindo que hayas visto en toda tu vida -Habló de forma
-Creo que necesitas lentes, está bastante feo no tanto como Batman -Dijo sonriendo, acercándose
- ¿Por qué? aún no tenemos ninguno y Batman necesita con quien jugar -Habló haciéndolo
-Olvídalo no lo llevaremos. -Repitió y Carlos solo se rio junto con su novia no se habían dado
cuenta que estaban peleando como si fueran una pareja si no querían que nadie se enterara de que
-Está bien solo porque aún está muy chiquito y su mamá tiene que seguir amamantarlo, pero
-Ya veremos.
Pasaron el resto de la tarde con los demás recolectores, Tapioca conocía a todos por el nombre,
Murat estaba sorprendido pues el solo conocía el nombre de algunos, no podía negar que se la
pasaron muy bien cuando el sol estaba por ocultarse se despidieron de los que aún quedaban en
casa de Elena.
-Pero moka es tan lindo, prometo llevármelos de aquí cuando regrese a casa.
-En eso tienes razón -Aceptó viendo como el sol se ocultaba por el horizonte- Todos estaban
muy contento de que hubieras asistido deberías hacerlo más seguido, compartir con tus
trabajadores, mi abuelo dice que tienes que conocer a tus trabajadores para saber...-Se quedó
callada-
-No lo recuerdo, se me olvido -Volteo a verlo y ¡Demonios! estaba tan guapo pendo Tapioca-
Para aquí.
- ¿Qué?
-Te extrañe -Dijo antes de juntar sus labios con los de él, la lengua de Murat entra en la boca de
tapioca y recorre su interior hasta que se encuentre con la de ella empezando una danza que hace
que sus respiraciones se agiten y la entrepierna de Murat clama por guerra, se separan por falta
de aire-
-Tapioca para, si sigues así te voy a tomar aquí - Advirtió Murat y ella Voltea para todos lados-
-Está bien no hay nadie aquí - Se le dibuja una sonrisa pícara, y empieza a desabrocharse la
camisa manga larga para luego sacársela junto con la blusa de tirantes que traía debajo, dejando a
-No ¿Qué haces? vístete alguien nos puede ver -Dice sin dejar de verla-
Niña Mimada
-No seas aburrido -Habla deslizando por sus piernas el pantalón junto con su braga quedando
-No te preocupes esto va a ser rápido yo estoy lista -Baja su mano hasta su entre pierna- y por lo
visto tú también.
-Tapioca estas volviéndome loco -Se lo dice mientras acaricia con un dedo sus labios, antes de
Las manos de ella desabrochan su camisa mientras siguen besándose y él recorre su espalda, las
sentándose sobre él emitiendo un fuerte gemido sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta
- ¿Estas bien, mi niña? -Pregunta ella abre los ojos tiene las pupilas dilatadas lo mira y solo
asiente-
Empieza a moverse lento, las manos del mayor van hasta sus pechos, dejando sus pezones duros
para luego tomar uno con su boca, y otro sigue en su mano, ella gime y arquea la espalda, sus
Niña Mimada
manos suben hasta sus hombros empujándola para que su polla entrara más hondó en ella, una y
Comienza a acelerar el ritmo, unas gotas de sudor recorren su cuerpo, toda su piel esta erizada
están a punto de terminar, deja los labios de Murat para gemir fuerte repitiendo su nombre.
-Dios....Murat...hazme llegar...maldita sea... -Gime hasta correrse casi al mismo tiempo que él,
sigue moviendo las caderas hasta que Murat termina fe vaciarse, cae sobre él escondiendo su
rostro en su cuello-
- ¿Estas bien?
-De maravilla -Lo dice con una voz aterciopelada que hace que el cuerpo de Murat se erice
Sus respiraciones se van calmando, aún sigue dentro de ella, la tiene sobre él abrazada, besa su
cuello y hombros, siente como aun sus piernas tiemblas no ha separado su rostro del cuello de
-Tapioca debes vestirte antes de que te quedes dormida aquí y te tendré que llevarte y entrar a
-Si ya voy...- Se separa de él sentándose a su lado y empieza a vestirse- Estoy cansada. -Dice
-Mañana podemos pasar todo el día en la cama -Habla Murat terminando de abrocharse la
- ¿De los dos? -Pregunta colocando su cabeza en el hombro de Murat quien la abraza-
-Sí, normal y con final feliz ¿De cuál quieres? -Besa su frente, sin dejar de prestar cuidado al
camino-
El domingo pasaron todo el día en cama, era el día que Rosario no iba a cocinar por lo que
Tapioca se paseaba solo en una camiseta por toda la casa, seguida por Murat solo en bóxer,
habían hecho rechinar todos los muebles de la planta baja, ya eran las nueve de la noche cuando
Murat fue a su propia habitación a darse un baño mientras Tapioca buscaba helado en la cocina.
Niña Mimada
-Tapioca...-Gritó el mayor saliendo del baño solo con una toalla en la cadera- Tapioca.
- ¿Qué pasa? -Preguntó entrando a la habitación de Murat con el bote de helado y una cuchara-
-Esto -Señalo a Batman que estaba echado en su cama- Ya sabes que no me gusta que este arriba
de las camas.
-Bueno es que tu cama es muy grande-Dijo dejando el bote de helado en la mesita de noche para
treparse a la cama y tomar a Batman que de inmediato se bajó- Le gustan las camas grandes
como a mí -Habló gateando hasta donde estaba parado- Ya que estamos aquí aprovechemos -
-No.
-Si -Dijo besando sus pectorales al tiempo que llevaba sus manos a la toalla y el la detuvo-
-No, aquí no. - Habló con voz firme haciendo que ella se asustara y se separara de él-
-No, no lo haremos en mi habitación hasta que me digas por qué no lo podemos hacer aquí -
- ¿Es por ella? ¿Por tu esposa muerta? -Dijo seria parada del otro lado de la cama frente a él-
la salida-
-Tapioca.
HEMOS TERMINADO.
-No, lárgate.
-Que te largues, no quiero hablar contigo -Grito acostándose en la cama comiendo helado-Idiota
-No, lárgate déjame dormir. -Volvió a contestar mientras le daba helado a Batman de su cuchara-
-Puedes creer lo idiota que es -Hablo con Batman que alegremente mordía sus dedos- hoy
dormirás tu conmigo.
almohadas no tardó mucho en dormirse, se despertó más temprano que de costumbre, se dio un
Niña Mimada
baño, bajo a la cocina, saludo a Rosario, desayuno y sin esperar a Murat camino hasta donde
-Buenos días, Tapioca ¿Qué haces caminando? -Saludó deteniendo la camioneta a su lado-
-Creo que se quedó dormido -Dijo encogiéndose de hombros, pero Carlos conocía a su amigo y
sabía que jamás se le hace tarde a menos que estuviera con tapioca en la cama y como ella estaba
Murat se estiró en la cama para apagar el despertador, se levantó cuando escucho unos pequeños
arañazos en la puerta se levantó abrir encontrándose con Batman, se le hizo extraño debido a que
el pequeño gatito siempre está pegado a Tapioca solo cuando ella no está lo busca a él, salió de la
habitación con Batman en brazos y llego a la habitación de ella, abrió y se dio cuenta que la
cama estaba hecha dejo a Batman sobre ella, la busco en el baño y al no encontrarla bajo hasta la
cocina.
Niña Mimada
-No, nada.
Subió a su habitación se dio un rápido baño una vez listo bajo las escaleras, iba ir a buscarla
-Buenos días, Murat -Dijo Carlos entrando por la puerta cuando el bajaba las escaleras-
-No, solo venía a decirte que encontré a tapioca caminando a lado del camino rumbo a donde
estamos recolectando café, supongo que paso algo entre ustedes y por eso no la llevaste.
Niña Mimada
-Nada ¿por qué crees que le hice algo? -Te conozco y en el mes y medio que tiene aquí la
-Desayuna conmigo y te cuento -Dijo caminando a la cocina- Lo que paso es que ayer en la
-Eres un idiota, entiendo lo de tu amor por Ángela, pero ella ya no está aquí y no va a volver, es
solo una cama, una habitación -Dijo Carlos llevando su café a la boca-
-Pues creo que si está muy enojada por que mira que preferir caminar hasta donde estamos
recolectando para no ver tu linda cara, es demasiado ya casi llegaba cuando la encontré.
-Lo sé, está bastante enojada ayer me mando al diablo -Dijo sonriendo-
-Para ser sincero, disfruto a Tapioca en todos los sentidos y simplemente es Única. -Dijo
-Creo que te estás enamorado de una adolescente y no creo que salgas bien librado.
-Como tú digas, pero amigo estas jodido. -Dijo levantándose- me tengo que ir yo si tengo que
trabajar.
-Cuídala.
Tapioca se olvidó de Murat mientras recolectaba café, nunca en su vida se había visto a ella
misma trabajando menos de recolectora de café, vamos que lo más cerca del café en grano que
había estado era haber entrado a un Starbucks, pero no podía negar que desde el primer día se
había enamorado del lugar y de su gente, todos eran muy buenos con ella.
Niña Mimada
Quería volver el próximo año, incluso Elena le había dicho que podía quedarse con ella en su
casa, aunque Murat le había dicho que podía volver cuando ella quisiera, pero si el encontraba
alguien y se casaba y su esposa no la quería ahí, así que tener de respaldo a Elena era una muy
Se despidió de todos, los que se cruzaba en su camino hasta que llego a donde estaban ellos, dejo
la canasta con lo que había recolectado junto con las demás y se subió a la camioneta de Murat
-Olvídalo -Lo interrumpió- no fue nada, entiendo aun amas a tu esposa muerta así que puedes
-No me interesa saber nada, ya te dije entiendo no quieres hacerlo donde lo hacías con tu esposa
habitación por respeto a tu esposa muerta, lo entiendo por qué lo hemos hecho en todas las
demás habitaciones de tu casa y no tienes problema con eso, solo no quieres follar en tu
-Es verdad, era tu esposa y está muerta, así que es tu esposa muerta, para mi está claro, pero creo
que el que no lo tiene muy claro eres tú. -Dijo encogiéndose de hombros- En fin, Murat hemos
-Que hemos terminado nada de sexo entre los dos, tu serás mi patrón y yo tu empleada, sin sexo.
Niña Mimada
- ¿Por qué? no seas ridícula no puedes terminar conmigo solo porque no quiero hacerlo en mi
habitación.
-Tapioca, espera. -Habló siguiéndola- Tienes que dejarme hablar. -Dijo llegando hasta donde
estaba ella-
-Murat, entiende me gusta tener sexo, con alguien que quieta tener sexo conmigo en cualquier
momento, en cualquier lugar, tú no puedes porque extrañas, amas o recuerdas a tu esposa y está
-Tapioca, No se trata de eso. -Dijo tomándola por la muñeca haciendo que se detuviera-
-Estoy equivocada entonces ¿De qué se trata? ¿Porque no quisiste hacerlo conmigo en tu
-Porque no me gusta hacerlo ahí, nunca he estado con otra mujer en mi habitación.
-Vez, es por ella está bien Murat lo entiendo no necesitas decirme más ¿Puedes saltarme? por
-Tapioca -Dijo abrazándola, pegándole a él- No quiero que terminemos. -Susurró sobre los
labios de la niña-
-Creo que será mejor que sí. -Dijo separándose- me gusta hacerlo en cualquier lado y con quien
lo haga sea libre de hacerlo también en cualquier lado en cualquier momento -Repitió- Y tú no
puedes.
cualquier momento y eso que tiene novia, pero tú no tienes a nadie a tu lado, pero aun así no eres
libre. -Fue lo último que dijo antes de seguir caminando a la cocina a comer dejando para variar
descolocado a Murat-
Murat no apareció a la hora de la comida, después de comer Rosario invito a Tapioca al pueblo
quien encantada acepto acompañarla, estaba en una de la tienda esperando a que Rosario se
- ¿Que hace alguien como tú en este pueblo perdido? -Escuchó a su espalda, se giró y se
encontró con un hombre bastante guapo ¿Que todos los hombres de ese pueblo eran así de
guapos? -
-Porque se nota que eres una niña fina, por cierto, soy Alejandro y ¿tú eres? -Dijo extendiéndole
la mano-
-Gracias.
- ¿Sabes hacerlo?
-Cuando quieras...
Niña Mimada
ENAMORADO DE TI
-No ¿Por qué? -Preguntó colocándose el cinturón mientras rosario encendía la camioneta-
-Si sabes que vienes con Murat, tratara de lastimarte, él y Murat son enemigos naturales.
-Ambos tienen haciendas cafetaleras, Murat tienes más tierras que él porque es mejor para los
negocios así que si alguien vende sus tierras primero se la ofrecen a Murat además es un patrón
justo y ayuda a todos así que la gente prefiere trabajar con él que con Alejandro.
-Entiendo, bueno realmente solo se acercó a presentarse, no sabía que estaba con Murat hasta
que se lo dije, pero me cayó bien, además yo no tengo nada que ver entre los problemas de ello. -
-Hummmm, creo que comí demasiadas cosas en el pueblo, creo que para cuando me vaya de
aquí voy a llevar muchos quilos encima así que hoy por mi puedes no hacer cena, si me da
-Muy bien, veré que quiere Murat de cenar, hoy no comió ¿Se pelearon? -Preguntó sin dejar de
ver el camino-
-Que tú y Murat están muy juntos, si, si lo sé -Dijo dejando muy sorprendida a la niña- Murat es
muy bueno, vale la pena Tapioca tu eres muy joven, pero créeme el vale la pena.
-Lo sé, pero el aun piensa en su esposa, además yo solo vengo por el verano y lo nuestro no
puede ser mi papá me mandara aun internado a suiza y a Murat a la cárcel, el problema es que
-El sufrió mucho la muerte de ella, porque no solo perdió a su compañera sino a su hijo, pero por
lo que he visto creo que tú le gustas mucho así que solo tenle un poco de paciencia. -Dijo
Tapioca ayudo acomodar las cosas, Rosario se fue a su casa pues Murat no apareció para la hora
de cenar, así que Tapioca tomo a Batman y subió a su habitación, después de darse un baño, se
colocó el pijama y se puso a jugar en su Tablet mientras Batman brincaba en la cama, eran
-Tapioca -Gritó subiendo las escaleras- Tapioca -Volvió hacerlo caminando por el pasillo-
-Mi Tapioca -Dijo evidentemente borracho-Mi niña -Habló tomando el rostro de ella entre sus
manos-
Niña Mimada
-Me vuelves loco -Susurró abrazándola, pegándole a él- Eres mía, solo mía -Dijo mientras
-Creo que si tomaste demasiado vamos a que te des un baño. -Dijo separándose, pero pasando un
-Vamos a mi habitación. -Habló pegándole a él- Hueles delicioso, eres deliciosa, me encantas -
-Es bueno saberlo -Dijo sonriendo mientras abría la habitación de él- ¿Porque te emborrachaste?
Niña Mimada
-Porque me dejaste -Respondió sin dudarlo- No quiero que me dejes, estoy enamorado de ti. -
Confesó dejando sorprendida a Tapioca- Desde el primer momento que te vi, tu no me viste
porque ibas saliendo del despacho de tu papá y yo estaba sentado afuera esperando a que me
atendiera y tu saliste sonriendo como siempre lo haces, amo tu sonrisa. -Confesó mientras
entraban al baño-
-Hablas mucho cuando estás borracho, anda quítate las botas-Dijo sonriendo-
Tomo los labios de tapioca de forma lenta, saboreando cada uno de ellos antes de colar su lengua
-Bien -Dijo intentado respirar normal Tapioca después del beso- Ahora vamos a bañarte.
-Lo sé -Respondió comenzando a sacarle las botas- Pero para que se te baje la borrachera -Dijo
terminando de sacarle los calcetines- Anda arriba -Habló parándose, extendiéndole las manos
-Eres muy mandona -Dijo poniéndose de pie- Pero me gustas, me gusta todo de ti. -Volvió a
-Aquí estoy, no voy a ir a ningún lado -Respondió sonriendo, abriendo la regadera mientras él se
-Ven conmigo -Dijo tomándola por la cintura metiéndola a su lado haciendo que se mojara el
pijama-
-Tú la pusiste así, deja que te quite el frio -Dijo antes de besarla, sus manos se deshicieron del
-El baño era para ti -Habló sonriendo, dejando sus labios para respirar-
-No debes de beber tanto, es peligroso que manejes borracho. -Advirtió tomando el jabón para
-No maneje, vine en azabache. -Comentó dejándose hacer- Tapioca ¿No vas a dejarme?
-No lo volveré hacer -Aceptó volviéndola a besar mientras el agua enjuagaba el cuerpo del agua-
Salió del baño ambos mojados, camino hasta su cama sin dejar de besarla, las manos de ella
-Mucho -Declaró antes de volverla a besar- Me encantas -Dijo dejando sus labios para besar su
cuello-
-Dios... -Gimió al sentir los labios de Murat tomar uno de sus pezones-
Echo la cabeza hacia atrás al sentir como la lengua de Murat recorría sus pliegues, al sentir como
cuerpo, se detuvieron en sus pechos, pellizcando sus pezones gentilmente, sus caderas cobraron
Dejo su entrepierna para recorrer el camino de regreso a sus labios, besándola completamente,
tomo sus piernas para acomodarse entre ellas, entro despacio en tapioca quien se aferró a su
espalda fuertemente al tiempo que buscaba loa labios de Murat quien la beso como si su vida
dependiera de ello.
-Murat -Gimió echando la cabeza hacia atrás mientras la embestía de forma lenta-
Niña Mimada
Era un maravilloso vaivén, sus cuerpos rozándose codiciosamente, sus labios uno sobre el otro,
sus piernas se enredaron en la cadera de Murat quien aumento los movimientos, más rápido, más
-No Nunca...Dios... -Respondió gimiendo, sintiendo como cada centímetro de la polla de Murat
entraba en ella y era aprisionada por sus cálidas paredes- Dios... Murat... Por favor...Dios...-
-Vamos mi amor córrete conmigo -Pidió antes de buscar sus labios y apresarlos con los de él-
Sintió su corazón acelerarse, el rose de su cuerpo quemarle, su cuerpo estaba en llamas, clavo sus
dedos en la espalda sintiendo cada vez más cerca del orgasmo mientras sus lenguas danzaban un
baile erótico, sentía su cuerpo convulsionar de placer, iba a morir en ese momento, jamás había
-Dios.... -Gimió en un grito corriéndose en in intenso orgasmo, clavando las uñas en la espalda
Se retiró con cuidado de su cuerpo, acomodase en su cama, la envolvió con sus brazos, tirando el
edredón mojado al suelo, beso su cuello una y otra vez mientras sus respiraciones volvían a la
Era alrededor de las seis de la mañana cuando unos fuertes golpes en la puerta y gritos los
despertaron.
-Murat, levántate está lloviendo -Llamó Carlos del otro lado de la puerta-
-Deja veo -Dijo levantándose, enredándose en la sabana- ¿Qué pasa? -Preguntó abriendo la
puerta-
-Está lloviendo y le hace daño el agua de más a los cafetales -Habló entrando al baño- tenemos
que ir a ver que el agua pueda correr que no se estanque para que no se eche a perder el café -
-No, tú te quedas aquí -Respondió saliendo ya con pantalón puesto y abrochándose la camisa-
Solo vamos los hombres -Dijo sentándose en la cama para colocarse la botas-
-Esperemos que no, pero esta lluvia por lo general dura tres días -Respondió terminando de
-No lo sé, espero que no. -Volvió a besarla antes de caminar hasta la puerta de la habitación-
-Siempre, duerme...
Niña Mimada
TORMENTA
Tapioca volvió a la cama se enredó en la sabana y no tardó mucho en dormirse alrededor de las
diez de la mañana pararon de trabajar para desayunar habían estado trabajando sin parar bajo la
lluvia desde las seis de la mañana, todos regresaron a la casa de Murat donde Rosario con varias
-No, posiblemente se debe a que aún esta oscuro -Murat asintió, para luego salir de la cocina, el
Subió a su habitación mientras los hombres acomodaban mesas y sillas para comer, se encontró a
Batman que corría en dirección a la habitación de la niña mimada seguramente huía de tanta
gente, abrió la puerta sin hacer ruido la aseguro y se acercó a la cama encontrando a una muy
desnuda Tapioca dormida de lado, se sacó las botas llenas de lodo y la ropa mojada, se metió a la
cama abrazándola.
-Hummm, Murat -Habló con voz ronca- me quede dormida -Dijo disfrutando de los labios del
mayor en su cuello-
-A penas son las Diez de la mañana -Comentó delineando con una mano su cuerpo-
Niña Mimada
-Solo paramos para desayunar, todos están abajo -Dijo besando su hombro mientras una de sus
-Entonces, debo de ir ayudar a rosario debe de tener mucho trabajo -Habló intentando salir de los
brazos de Murat-
-No -Apretó el agarre- Elena y otras mujeres están ayudando -Habló bajito antes de tomar sus
Tapioca se olvidó de ayudar en el momento que la lengua de Murat rozo la suya, ciento de
pequeñas explosiones de placer recorría su cuerpo cada vez que la besaba nunca había sentido
nada así, enredo sus brazos en el cuello de él, mientras las manos del mayor acariciaban su
vientre hasta llegar a su centro húmedo y acariciarlo haciéndola gemir, gemido que se ahogaban
en sus labios.
Dejo sus labios para bajar hasta sus pechos y saborear sus pequeños pezones dejándolos duros
como una flecha antes de bajar por su abdomen llenándolo de besos bajando por su vientre.
-Deja de hacer eso enton....ces -Volvió a gemir cuando Murat hizo presión con su lengua sobre
su clítoris-
-No -Respondió antes de envolver con sus labios su clítoris y succionarlo lentamente-
-Demonios -Gimió arqueando la espalda mientras una de sus manos por encima de la sabana
Siguió saboreándola, clavando su lengua dentro de ella, mientras Tapioca con la mano libre
cubría su boca para no hacer ruido, se corrió con un fuerte orgasmo unos minutos después, Murat
-Murat -Se escuchó del otro lado de la puerta mientras él se entretenía en una de las tetas de la
niña mimada- Necesito una camisa seca -Escuchó decir a Carlos quien toco la puerta-
-Voy -Respondió saliendo de su escondite encontrando a Tapioca con los ojos muy abiertos- No
Salió de la cama dejando ver su redondo y firme trasero, camino a su armario y tomo una camisa
-Aquí tienes -Habló dándole la camisa sin abrir completamente la puerta solo asomando la
cabeza y un brazo-
-Gracias -Respondió Carlos tomando la camisa, riendo y negando, para luego dar la vuelta-
Cuando estuvo a su lado, junto sus labios con los de él, mientras una de sus manos envolvía la
dura polla de Murat y empezó a moverla de arriba abajo sonriendo cada una de las venas
inflamadas a lo largo de toda su extensión, dejo sus labios para hacer que se sentara en la cama,
sin dejar de masturbarlo, se acercó a él para probar nuevamente su boca antes de bajar por su
-Tapioca -Jadeó al sentir como los labios de la menor tomaban uno de sus pezones-
-Sshh, voy a solucionar tu problema -Hablo con malicia mirándolo a los ojos- ¿Quieres que lo
haga? -Preguntó antes de lamer su abdomen sacando toda la lengua para que el la viera
haciéndolo jadear- ¿Quieres que te la mame? -Volvió a preguntar antes de pasar su lengua
-Maldición -Gimió al sentir como los labios de Tapioca envolvían con cuidado su glande
necesitada por atención ya húmeda por el pre semen arrancándole otro gemido-
Engullo hasta donde su boca le permitió y su mano libre tomaron los testículos de Murat
-Tapioca, demonios -Jadeó con voz ronca llena de deseo y su mano se enredó en el cabello de
Succiono con suavidad su glande mientras una de sus manos seguía masajeando sus testículos y
la otra mano subía y bajaba por todo el falo, antes de volver a engullirla hasta la mita, para luego
liberarla succionando un poco más fuerte para luego lamer desde el tronco hasta la punta, que
-Detente, para maldita sea -Jadeo con desespero, pero ella lo ignoro y siguió lamiendo,
-Eso quiero -Dijo antes de volver a devorarlo bajando y subiendo por toda su dura polla,
-Demonios -Gimió corriéndose con abandono en la boca de tapioca, quien no pudo tragar toda
quedando embarrada en los labios y mejilla, siguió lamiendo prologando el orgasmo de Murat-
¿Estas bien? -Preguntó con la respiración agitada viéndola como tomaba la sabana para limpiarse
-Ven acá -Dijo haciendo que se levantara del piso para besarla-
-Deja de besarme -Habló Tapioca sonriendo, dejando sus labios- Vas a volver a empezar todo y
- ¿Cuál es el problema de eso? -Pregunto Murat subiéndose sobre ella sin dejar todo el peso
-Que necesitan de nuestra ayuda, mejor hay que darnos un baño y luego bajamos además tengo
Después de un rápido baño ya que Tapioca no permitió que fuera largo, la niña mimada se
colocó una camisa de Murat y fue a su habitación a terminar de vestirse mientras él bajaba con
-Más o menos, con la cazadora no se ve tanto -Dijo antes de llevar su tasa de café a la boca-
-Buenos días -Saludo una alegre Tapioca llegando a donde estaban los demás-
-Hola, Elena.
Niña Mimada
-Sí, es por la lluvia está muy oscuro. -Habló como si nada- Rosario ¿Te ayudo en algo?
-Gracias -Lo tomo y fue se sentó a lado de Murat- ¿Puedo ir con ustedes? -Preguntó sirviéndose
café-
- ¿Porque no?
-Porque solo vamos los hombres las mujeres se quedan en casa o aquí haciendo comida -
Respondió Carlos-
-Eso es misoginia.
-No lo es, solo es por seguridad y además si todos estamos cansados nadie va poder hacer
comida -Ahora fue Murat quien contesto- Además no alcanzan los caballos.
Niña Mimada
-Está bien, me quedare aquí ayudándole a Rosario -Aceptó no de buena gana empezando a comer
su desayuno-
Después del desayuno, todos los hombres de nuevo salieron a los cafetaleros, Tapioca le ayudo a
Rosario y las demás mujeres a recoger y a empezar hacer la comida para cuando regresaran de
-Bien es que no te encontré en mi habitación -Dijo antes de besarla en los labios de forma casta-
-Vamos terminando de hacer la comida y este señorito le tiene miedo a las tormentas así que no
bajo a comer le tuve que subir la comida -Dijo haciéndole cariños al Batman-
-Así nunca se podrá bonito -Habló sentándose a su lado pasándole el brazo por los hombros a
Tapioca-
Niña Mimada
-Oye Batman ya está lindo -Dijo acurrucándose en los brazos de Murat- ¿Te volviste a cambiar?
-Y ¿Cómo te mojas tú y los demás no? -Preguntó mientras Batman caminaba por el abdomen de
Murat-
-Creo que si ¿vamos a comer? tengo hambre -Preguntó tomando a Batman con la mano para
dejarlo en la cama-
-Vamos, tengo que ayudarle a Rosario. ¿Van a volver a irse? Porque parece que el agua volvió
arreciar -Preguntó poniéndose sus deportivas y una sudadera de Murat que había robado esa
-Tapioca estamos acostumbrado a eso. -Dijo mientras caminaban hacia las escaleras-
-Deja que ellos vayan tu no vayas quédate conmigo -Pidió deteniéndose antes de bajar las
escaleras-
-Tengo que ir soy el patrón como tú dices, todo estará bien. -Dijo volviendo a caminar-
Terminaron de comer todos los hombres y volvieron a Salir, ella junto con las demás mujeres
habían organizado todo y ya solo quedaban rosario, Elena y Tapioca, cuando los trabajadores
-Buenas noches -Dijo Carlos, Martin y José el esposo de Elena entrando al portal donde estaban
-¿Como que donde esta? Murat hace media hora que se regresó ¿No ha llegado? -Preguntó
sorprendido-
-Venia en huracán.
-Como se le ocurre llevarse a huracán, él no está listo para salir cuando está lloviendo. -Dijo
preocupada-
-Es que no alcanzaban los caballos así que ese se lo llevo, Demonios -Dijo Carlos- Hay que salir
a buscarlo.
TORMENTA (2)
-Yo voy contigo -Dijo Tapioca dejando la manta con la que se cubría-
Niña Mimada
-No creo que sea buena idea -Habló Carlos dando media vuelta-
todos sorprendidos-
-Está bien -Dijo resignado el moreno- Iremos en la camioneta, por favor llamen a unos cuantos
-Yo iré con ustedes, se regresó por el camino viejo hay que ir primero ahí -Habló José
poniéndose en marcha-
Tapioca los siguió, se subieron a la camioneta y salieron a buscarlo, la lluvia había arreciado casi
-De aquí en adelante hay que caminar -Dijo Carlos apagando el camioneta- Tapioca no te
despegues de mí. -Le indico una vez que empezaron a caminar, ella solo rodó los ojos al
Tapioca estaba totalmente empapada habían olvidado ponerse un chubasquero para no mojarse,
definitivamente se iba a enfermar si no lo encontraban, siguieron caminando por un buen rato sin
dejar de llamarlo, ella recordó que tal vez Huracán podría escucharla.
-Huracán, huracán -Comenzó a gritar, Carlos la vio sin entender por qué le llamaba al caballo-
Siempre relincha cuando le hablo, Huracán -Dijo volviendo a gritar, siempre que iba a montar le
gritaba desde que salía de la casa y el caballo siempre relinchaba y hoy no fue la excepción un
grito más y huracán relincho- Vez, es por aquí -Dijo antes de salir corriendo-
-Tapioca, espera -Le grito Carlos, pero ella salió corriendo así que no le quedo más que seguirla-
Tapioca corrió sin dejar de gritarle a huracán que cada vez que la escuchaba le respondida, por
- ¡Dios! te encontré ¿Dónde dejaste a Murat? -Dijo viéndolo tirado en el suelo- ¡Dios! Murat -
Habló llegando a su lado hincándose en el suelo- Murat -Lo llamo tomando su rostro-
-Murat, no te desmayes, Murat -Lo llamo, sin darse cuenta empezó a llorar- Vamos mi amor no
te desmayes -Repitió- Carlos, lo encontré. -Grito fuerte - Despierta mi amor -Le dijo junto a su
oído-
Niña Mimada
-Murat -Habló Carlos llego a su lado viendo a su amigo tirado en el suelo con un golpe en la
cabeza- Tenemos que llevarlo a casa, José ayúdame a llevarlo a la camioneta -Le pidió al hombre
llevaron hasta la camioneta José se llevó a huracán mientras ellos arrancaban la camioneta,
cuando llegaron a la casa ya había varios hombres que le ayudaron a bajarlo y subirlo a su
-Debemos quitarle la ropa mojada. -Dijo ya que solo quedaban él y Tapioca en la habitación-
Tapioca le ayudo a desvestirlo lo dejaron solo en bóxer, lo cubrieron con mantas para que entrara
-Solo tiene el golpe en la cabeza, solo hay que dejarlo descansar y cuando despierte si le duele la
cabeza le dices que se tome esto -Indicó Natalia a Tapioca dándole el medicamento- Mañana, lo
revisare para ver si es necesario llevarlo a la ciudad para que le hagan estudios, pero yo creo que
no lo necesitara. -Terminó de decir después de revisarlo- Creo que deberías cambiarte de ropa, si
-Les avisare a los demás que se encuentra bien, nos quedaremos en una de las habitaciones por
hoy para que en cuanto despierte lo vuelvas a revisar -Le dijo Carlos a su novia, Natalia solo
-Él estará bien -Dijo Natalia a Tapioca- debes cambiarte, yo me quedare aquí mientras lo haces.
-Gracias. -Respondió antes de salir de la habitación de Murat e ir a la de ella, se dio un baño con
agua tibia, para luego colocarse ropa caliente y regresar con Murat-
- ¿Quieres cenar? -Le preguntó Rosario que se la encontró cuando salía de la habitación-
-Bien, ya terminé de arreglar la habitación de huésped donde se quedarán Natalia y Carlos ¿Tu
ocupas algo?
-No, nada gracias -Dijo caminando rumbo a la habitación de Murat seguida por Batman -Creo
que deben ir todos a descansar ha sido un día muy pesado y yo les avisare si pasa algo.
-Tú también -Dijo antes de entrar a la habitación- Su habitación ya está lista -Comentó entrando-
-Igualmente
Una vez que estuvo sola, se metió a la cama con Murat y Batman se subió y se hizo bolita en los
Murat despertó como a las dos de la mañana con dolor de cabeza, miro a Tapioca dormida a su
-Murat -Habló despertando mientras él seguía repartiendo besos por su cuello- Murat ¿Estas
-Debes tomarte una pastilla para el dolor -Dijo incorporándose para tomar de la mesa de noche
las pastillas que le dio Natalia- Ten toma esto -Dijo encendiendo la luz, antes de darle la pastilla
-No, ven a la cama seguro se me quita con esto -Dijo después de tomarse la pastilla antes que
saliera de la habitación-
-Gracias -Dijo para regresar a la habitación- Ahora vienen a revisarte -Habló entrando-
-No era necesario que los despertarás, ven a la cama. -Pidió Murat y en ese momento entro
-Bien, me duele un poco la cabeza -Respondió viendo a Tapioca que se sentaba en los pies de la
-Bien, recibiste un fuerte golpe, pero parece que solo es eso ¿Ya tomas las pastillas? -Murat
-Lo siento, es que Huracán se asustó con un rayo y me tumbo ¿Él está bien?
- ¿Cómo?
Niña Mimada
-Tapioca lo tiene bien entrando, le hablo y el caballo relincho así pudimos encontrarte. -
descansen.
-Gracias, por todo. -Dijo Murad el solo asintió saliendo de la habitación, Tapioca se levantó y
aseguro la puerta- ¿Que hace aquí? -Preguntó señalando a Batman, que seguía dormido en los
pies de la cama-
-La cama es muy grande, no seas malo mejor duerme -Dijo apagando la luz-
-Está bien, ven acá -Aceptó, halándola hacia él- Tienes demasiada ropa.
-Está haciendo frio, además esta Carlos y Natalia durmiendo en la habitación de enseguida no
puedo estar sin ropa si tú ocupas algo -Respondió antes de que Murat atrapara sus labios con los
de él subiéndose sobre ella- Para estas enfermo -Dijo dejando sus labios sintiendo las manos de
-Sí, pero con esto se me quita -Respondió volviendo a tomar sus labios, colando la lengua en su
boca saboreando todo su interior, mientras sus manos bajaban el pantalón de Tapioca junto con
sus bragas-
-Pero hay gente en la casa, ya te dije que Carlos y Natalia están en seguida- Habló dejándose
quitar la ropa hasta quedar desnuda debajo de él- Murat, cálmate nos van a escuchar.
-Que no.
-Que sí, voy a cansarte para que duermas como un angelito -Dice Murat mientras sigue besando
-Voy a cogerte tan fuerte que mañana no te vas a poder levantar -Muerde el lóbulo de la oreja-
-Estás loco.
-Por ti mi amor. Ahora voy a follarte duro -Dice antes de tomar sus labios-
Sus manos recorren el cuerpo de Tapioca deja sus labios para bajar hasta sus pechos, lamiendo y
mordiendo cada uno de sus pezones, su mano viaja hasta su entrepierna y mete dos dedos dentro
de ella haciéndola gemir Tapioca se tapa la boca, Murat solo sonríe al ver como tapa su boca y
empieza a moverse en su interior mientras succiona sus pezones, está por correrse cuando saca
los dedos.
La toma por la cintura haciéndola girar quedando boca abajo, besa su nuca, baja por su espalda
besándola y lamiéndola, sus manos recorren el cuerpo de tapioca mientras el sigue bajando hasta
llegar a sus nalgas, donde empieza a apretarlas, morderlas y besarlas, pasa su lengua entre ellas,
haciéndola gemir.
Tapioca muerde la almohada para que no se escuche, las fuertes manos de Murat toman la cadera
de ella y vuelve a lamerla desde el clítoris pasando su lengua por todos sus pliegues hasta el
Niña Mimada
comienzo de sus nalgas, con sus dedos estimula mi clítoris, está por correrse, cuando su lengua
Tapioca siente sus fluidos escurrir al costado de sus muslos, sale de ella y empieza a lamer entre
sus nalgas, siente su aliento caliente y su lengua que empieza a subir por su espalda lamiéndola,
cuando de pronto entra en ella Tapioca ahoga sus gemidos en la almohada, Murat no se mueve
- ¿Quieres que pare? - Pregunta con malicia Murat ella solo niega con la cabeza y empieza a
Sale de ella, para darle la vuelta, abre sus piernas y entra de nuevo en Tapioca, cada estocada
está fuerte, tan profunda, besa sus labios con ferocidad, mientras sus manos se enredan con las
ella y las lleva por arriba de su cabeza, sus pezones chocan con su pecho, sus gemidos se ahogan
-Me encanta no pares...sigue… ohh siii...-Dice entre gemidos Tapioca, vuelve a besarla mientras
siente una corriente eléctrica invadir su cuerpo- Estoy apunto mi amor no pares -Dice mientras
Puede sentir cada centímetro de su dura polla entrando y saliendo de ella sus espasmos lo
envuelve una estocada más y se corre clavando sus dientes en el hombro de Murat, dos estocadas
más y siente como explota llenándola con su semen, cae sobre ella completamente sudado, besa
su cuello, enreda sus manos en su cabello húmedo por el sudor, siento sus piernas temblar
-Creo que el que se cansó fue otro -Dice Tapioca sonriendo mientras sigue besándole el cuello a
Murat-
- ¿Quieres que te demuestre que no? -Dice incorporándose besando sus labios, al tiempo que
-Te dije que se iba a despertar -Dijo riendo al ver como Batman se asomaba por encima del
-Se ven tan lindos los dos -Dice para luego besar los labios de Murat y con una mano tomar a
-No debería dormir aquí -Dice saliendo de ella para tumbarse a su lado-
Niña Mimada
-Solo es por hoy, les tiene miedo a las tormentas -Dice acomodándose en los brazos de Murat-
¿Se te quito la cabeza? -Pregunta sintiendo los labios del mayor sobre su cuello-
-Completamente...