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Las personas maduras no son perfectas, pero si han aprendido a aceptarse por lo que son;
esto incluye, tanto sus fuerzas como sus debilidades. Estas personas se proyectarán y
tratarán de ajustarse a un programa, para vencer sus debilidades. Son personas que
desarrollan autoconfianza.
La actitud confiada de las personas que tienen una opinión saludable de su propia persona,
cuando se enfrentan a una nueva tarea es: "Puedo hacerlo". Esta perspectiva optimista les
infunde esperanza y valor; no se enfrentan a cada nuevo día con miedo, sino con gozo por
las oportunidades que les esperan.
1. El miedo
Es el demoledor número uno de la confianza, nos paraliza e impide que avancemos.
Gobiernos enteros han sido construidos sobre el miedo.
2. La falta de objetivos
Desde su temprana edad, Jesús sabía cuál era su misión: los negocios de su Padre. Jesús
no vino a la tierra por el sólo hecho de vivir, y usted y yo tampoco; hay una razón y un propósito
en el estar aquí. Cada uno de nosotros necesita, en Jesucristo, descubrir ese propósito
especial.
Sea cual sea su cargo: portero, secretaria, trabajador, gerente, o el gran jefe, todos deben
hacer el esfuerzo por acabar con ese problema tan destructivo. Si usted es jefe o líder,
encuentre la manera de elevar el nivel de integridad de su empresa. Comience por disculparse
con todo el personal y haga las enmiendas necesarias. Si es un subalterno, le quedan dos
alternativas, si es que quiere aumentar la confianza en sí mismo:
Renuncie
En lugar de justificarse, póngase erguido y con mucha educación, pregúntele si lo está
llamando mentiroso. Los líderes que se respetan no lo desafiarán sobre este punto, sobre
todo si usted tiene la razón.
Aplicación teoterápica
Jesús sabía quién era; por eso, a través de los tres años conocidos de su ministerio, se
describió a sí mismo diciéndole a la gente: “Yo soy el pan de vida; Yo soy el Eterno; Yo soy la
luz del mundo; Yo soy el Hijo de Dios; Yo soy el Alfa y la Omega; Yo soy el primero y el último;
Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Él sabía muy bien quién era y lo que significaba para
la humanidad. Jesús está ahora en nuestro corazón y es en Él que aprendemos a desarrollar
autoconfianza.
El darse a sí mismo es el comienzo de la confianza (Lucas 6:38). Nadie puede obtener nada
de una persona egoísta. Miremos nuestra propia vida y veremos la acumulación de todo lo
que hemos logrado al cabo de los años.