Sei sulla pagina 1di 6

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/312524791

La cerámica prehistórica: algunos aspectos de fabricación.

Article · January 1999

CITATIONS READS

3 402

1 author:

María-José Martínez-Fernández
Universidad de Huelva
19 PUBLICATIONS   79 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

La Orden-Seminario site View project

All content following this page was uploaded by María-José Martínez-Fernández on 19 January 2017.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


ANTIQVITAS - 1999 - N"0 (p, 31-35) - M.H.M. Priego de Córdoba

La cerámica prehistórica.
gunos aspectos de fabricación
El estudio de la cerámica prehistóri- cipio, determina la existencia de los cen-
ca ha sido abordado tradicionalmente M A R ~ AJOSÉ MART~NEZ tros de alfarería y, por lo tanto, en cada
desde una perspectiva tipológica. El re- FERNANDEZ lugar se aplica una técnica de modela-
sultado de estos estudios ha permitido, Universidad de Córdoba do y se utiliza el tipo de horno que me-
trabajando con una ingente cantidad de jor se adapta a ella. Es por esto que la
material, la clasificación de la misma y utilización de los materiales locales ha
en algunos casos, mediante la asocia- determinado en la alfarería histórica, que
ción de formas, proporcionar una cro- cerámica prehistórica sobre todo en lo en un centro se produzca un concreto
nología relativa para un determinado que se refiere al comportamiento físico tipo de artefacto y no otro, así como la
yacimiento. La incorporación de técni- de lavasija en relación con su composi- forma de éste.
cas procedentes de otras ciencias, los ción. Es bien sabido que en la preparación
trabajos experimentales y la utilización , Tradicionalmente los estudios de tec- de una pasta cerámica intervienen tres
de información etnológica están ayudan- nología no han gozado de demasiado elementos esenciales: los plásticos, los
do a que la cerámica desvele importan- interés por parte de cierto sector de la desgrasantes y los fundentes.
te información relativa a su proceso de comunidad científica; de ahí se puede Los elementos plásticos son por
manufactura, a las áreas de proceden- entender que muchos investigadores definición las arcillas o caolines que
cia de los materiales utilizados y otros apenas conozcan los pasos y las trans- forman la base de las pastas cerámicas,
aspectos tecnológicos. formaciones que sufre la arcilla antes de confiriéndoles la plasticidad necesaria
En este sentido son ya muchos los ser una vasija, aunque afortunadamen- para ser moldeada. Sin ellos no podre-
manuales que en mayor o menor medi- te hoy día ya son abundantes los traba- mos fabricar cerámica.
da se dedican a este fin y de los que con jos que se apoyan en este tipo de datos Los desgrasantes, inclusiones no
carácter orientativo damos cita biblio- como metodología de trabajo absoluta- plásticas o desengrasantes, tales como
gráfica al final de este artículo. En este mente válida. sílice, arena, trozos de arcilla cocida,
trabajo vamos a exponer algunos datos De esta manera, nosotros vamos a entre otros, pueden formar parte de la
interesantes sobre ciertos aspectos de referirnos a ciertos aspectos de la tec- arcilla de forma natural o ser añadidos
la tecnología cerámica que se pueden nología cerámica que han sido obteni- a la misma intencionalmente. La adición
inferir de los fragmentos que llegan has- dos por diferentes investigadores, apo- intencional de desgrasantes tiene varios
ta nosotros, en algunos casos sin nece- yándose en análisis de caracterización, y diferentes efectos que dependen, a su
sidad de recurrir a técnicas sofisticadas. etnoarqueología, experimentación, etc. vez, del tamaño y composición del gra-
El conocimiento de las técnicas No es nuestra pretensión detener- no. Generalmente son usados para:
alfareras tradicionales y sus paralelos nos en describir los procesos de trans- - reducir la excesiva plasticidad de
etnográficos, junto con los trabajos de formación que sufre la arcilla hasta que la arcilla.
etnoarqueología, han ayudado a la com- se convierte en cerámica. Dentro de un -disminuir la contracción de la ar-
prensión de diversos factores del pro- mismo denominador común, la arcilla c i l l a ~por
, lo tanto, conseguir una
ceso de fabricación de las cerámicas pasa por diferentes fases antes de ser reducción en el tiempo de seca-
prehistóricas. Los análisis de caracteri- convertida en cerámica, si bien cada al- do así como las grietas que se
zación cerámica (que utilizan técnicas farero imprime sus características pe- puedan producir durante este
cada vez más avanzadas) y el estudio culiares en cada trabajo que realiza. Es proceso.
de las huellas de uso de los recipientes, decir, los métodos cambian, al igual que - aumentar la porosidad del cuer-
también han aportado parámetros que el producto final, dependiendo de diver- po cerámico, efecto deseable para
sirven para inferir las posibles pautas de sos factores que se encuentran íntima- determinados usos de la cerámi-
conducta seguidas en el proceso de pro- mente ligados entre sí, tales como la ca.
ducción de las mismas e, incluso, en el zona geográfica en la que nos encon- - potenciar la resistencia mecáni-
caso de las últimas, de los procesos tremos, la tradición cultural, el tipo de ca de la vasija.
postproductivos sufridos. Por otro lado, arcilla de que se disponga y las aporta- - aumentar la resistencia al fuego
la experimentación es un elemento cla- ciones individuales de cada alfarero. en la cocción (fundentes).
ve, que consigue matizar y contrastar Asimismo es necesario tener en cuenta Los fundentes (que, particularmen-
los análisis de producción y uso de la que la materia prima es la que, en prin- te, por su carácter no plástico los con-
sideramos también desgrasantes) son para la fabricación del cuerpo de la va- El caso de las inclusiones que no son
los feldespatos, micas, carbonato cálci- sija y boñiga seca de asno para la reali- de origen geológico tales como huesos
co, entre otros, que naturales o no, con- zación de los bordes (BEDAUX, 1994). quemados, algunos tipos de conchas,
siguen elevar o disminuir el punto de De esta manera consiguen una perfecta entre otros, es diferente, puesto que son
fusión de las arcillas. adherencia del borde de lacerámica, que fácilmente reconocibles (MATSON,
Estos dos últimos elementos pueden, se realiza en el último momento y evi- 1980:622). También lo son los peque-
o no, formar parte de la composición tan las grietas. Por otro lado Bronistsky ños trozos de cerámica añadidos como
original de la arcilla. En todo caso, el al- y Hamer (1986) han llevado a cabo una desgrasantes y su carácter intencional
farero añadirá, si es preciso, alguno de serie de experimentos con diferentes ofrece pocas dudas al respecto
éstos o una combinación de ellos en materiales desgrasantes, en este caso (MART~NEZ, 1997).
función de sus necesidades. arena, conchas quemadas y sin quemar, La adición de materia orgánica seca
Ya hemos indicado anteriormente y en su estudio han intentado duplicar a una pasta arcillosa de pocas propie-
que tanto los fundentes como los las condiciones actuales de uso de una dades plásticas puede convertirla en
desgrasantes pueden aparecer de ma- cerámica de cocina. De esta manera han trabajable, y este efecto de la materia
nera natural o artificial. Asimismo, se conseguido observar que la cantidad de orgánica sobre las propiedades de la
han señalado las consecuencias que estos desgrasantes no afecta significa- arcilla ha sido investigado por diferen-
pueden causar en la pasta cerámica o tivamente a la rotura de la cerámica (re- tes autores. Sirvan de ejemplo el reali-
en la vasija. En algunos casos el alfare- sistencia mecánica), pero en cambio si zado por M.B. Schiffer y J.M. Skibo
ro también tendrá que eliminar determi- lo hace el tamaño o finura de los mis- (SCHIFFER y SKIBO, 1989) y el de D.L.
nados elementos de la pasta arcillosa a mos, por lo menos en el caso de las Crusoe (CRUSOE, 1971). Aeste respec-
fin de evitar efectos negativos en su hor- conchas sin quemar y de la arena. to también M. Calvo (CALVO, 1992: 41)
nada, como roturas, grietas, cambios de En la práctica, determinar si los se refiere a costumbres antiguas en al-
color o la aparición de sales. Es frecuen- desgrasantes han sido incluidos en la farería, tales como la adicción de orina,
te también la mezcla de arcillas de dife- pasta de manera intencionada o no, es miel o estiércol a la arcilla para aumen-
rentes características para obtener la en algunos casos, difícil de concretar y tar la plasticidad. La ceniza de la corteza
plasticidad adecuada para su trabajo. aún es más difícil discernir si la adición de determinados árboles mezclada con
La inclusión en las cerámicas prehis- intencional de los mismos es fruto de la arcilla parece que fue también utiliza-
tóricas de materiales tan diversos como una idea de uso predeterminada. Cuan- da para conferir mayor plasticidad e
arena, conchas, cáscaras de cereales, do las inclusiones no plásticas no se impermeabilidad a la arcilla, según reza
vegetales, plumas e incluso sangre corresponden con la geología de las ar- una leyenda alfarera peruana (RAVINES,
(DUMA Y LENGYEL, 1970), ha sido do- cillas de la zona en cuestión (normal- 1978). La adición de materia orgánica
cumentada arqueológicamente (BRO- mente reconocidas a través de un estu- también ha quedado documentada en la
NITSKY y HAMER, 1986) y etnográfi- dio petrológico mediante lámina delga- alfarería de los Dogon (Mali) (BEDAUX,
camente (DEL ARCO y NAVARRO, 1988; da) se podría afirmar que han sido in- 1994) para la realización del borde de
RAVINES, 1978). Esta amplia variedad cluidos de manera antrópica (MATSON, las vasijas, como ya hemos comentado
de desgrasantes se interpreta y se vin- 1980), aunque en cualquier caso tam- anteriormente.
cula, en algunos casos, a diferencias poco ésto puede asegurarse tajantemen-
culturales entre grupos más que a re- te, siendo necesario en estos casos aten- Sistemas tradicionales de
querimientos tecnológicos (EVANS, der a otros procesos que pueden inter-
1955:38), Parece evidente entonces que venir en la elaboración de lavasija, como
cocción
un determinado grupo humano utilice inclusiones accidentales en el momen- El objeto de la cocción es la trans-
los materiales desgrasantes que, para to de procesar la arcilla, durante el mo- formación de los minerales de la arcilla
la realización de sus vasijas, tenga a su delado, etc. También, otros factores a en un nuevo material, la cerámica. En
más inmediato alcance. En este sentido tener en cuenta, observables al micros- cuanto a la forma, podemos distinguir
se manifiesta R. Ravines (1978) en su copio petrográfico son la homogenei- dos sistemas de cocción: la cocción
estudio de comunidades tradicionales dad, número y distribución de los gra- abierta y la cocción en horno. La prime-
peruanas, donde observa que el empleo nos desgrasantes, el tipo de fractura de ra se realiza en una hoguera, o bien en
de desgrasantes tales como conchas y los mismos, su redondez o angulosidad, una depresión u hoyo excavado en la tie-
arenas es de uso casi exclusivo de pue- que nos pueden estar hablando de su rra, en donde combustible y cerámica
blos costeros cuya subsistencia está intencionalidad y de un previo molido o se encuentran en contacto directo. Esta
íntimamente ligada a la costa, mientras machacado de las inclusiones. En este forma de cocción fue probablemente la
que en grupos del interior se utilizan otro sentido Pradell y otros (1991) afirman utilizada en muchos contextos prehis-
tipo de desgrasantes. que los granos desgrasantes, por ejem- tóricos, y de hecho se sigue utilizando
Ahora bien, desde hace algún tiem- plo de cuarzo, con superficies cónca- en la alfarería tradicional del Norte de
po las investigaciones vienen indicando vas y aristas muy marcadas, así como Africa (SCHUTZ,1992) y de otros luga-
que la selección de los desgrasantes, con microfracturas concoideas, denotan res del mundo (MILLER, 1985;
dentro de las posibilidades que ofrece un proceso de trituración antes de la KRAMER, 1985). Dentro de nuestro
el entorno, puede haber estado vincula- inclusión en la pasta arcillosa. El tama- país, las fuentes etnohistóricas para
da a la función del vaso (ver ARNOLD, ño, cantidad y distribución de los mate- Gran Canaria, también recogen este sis-
1981; RYE, 1981; MATSON, 1981), a la riales desgrasantes, conociendo previa- tema de cocción (DEL ARCO y NAVA-
mejora o reducción de la plasticidad, y mente la geología del entorno, son as- RRO, 1988). Esta cocción en hoguera
a otros factores tecnológicos. En la al- pectos imprescindibles para dar una no necesita preparaciones, aunque a
farería de los Dogon (Mali) se ha docu- definitiva respuesta sobre si éstos han veces se rodea de un círculo de piedras,
mentado el uso selectivo de diferentes sido añadidos de manera intencional o y por lo tanto el lugar puede cambiar
desgrasantes con fines tecnológicos; no en la matriz arcillosa (WITHBREAD, con cada cocción. El hoyo, practicado
utilizan cerámica machacada (chamota) 1986; MAGGETTI, 1994). en el suelo para otro de los sistemas de
cocción abierta, puede ser devarios cen- mica. Respecto a la composición de la éstos se pueden dar de manera aislada
tímetros o hasta de un metro de pro- pasta en el desarrollo del corazón ne- o conjunta. Las diferencias de color de
fundidad, e implicaría la reutilización del gro se puede consultar el trabajo de A. las superficies se pueden deber a la
sitio, si se tiene en cuenta el esfuerzo Pastor (PASTOR MORENO, 1992: 33- composición de la arcilla original (fun-
invertido en su preparación (SCHULZ, 35), así como un interesante estudio damentalmente el contenido en hierro y
1992). (PRADELL et al., 1991) sobre cerámi- el de materia orgánica), al sistema de
El otro sistema de cocción es la que cas denominadas, en este caso, cocción, a la atmósferals sufrida durante
se realiza en un horno, entendido éste "bicolores", en donde las diferencias en ese proceso y a otros factores.
como una construcción propia. Proba- el color se atribuyen a distintas modifi- Las diferencias entre la superficie
blemente la aparición del horno forma caciones en el proceso de producción. exterior y la interior puede indicar que
parte de una transición y mejora gradual Aunque el trabajo del que damos cita se la vasija ha sido cocida con la boca ce-
de los sistemas de cocción en hoyo refiere a cerámicas medievales, consi- rrada de alguna manera, ya sea inverti-
(SCHULZ, 1992). Mediante este siste- deramos que los datos, en la mayoría da en el fondo de la estructura de com-
ma cubierto se consiguen mayores tem- de los casos, se pueden extrapolar a la bustión, del tipo que sea, o formando
peraturas y otras ventajas, como el con- cerámica prehistórica. De igual modo, parte de un cúmulo de vasos. Por otra
trol parcial o total de la atmósfera de se puede consultar el trabajo de C. Orton parte, en una cerámica cuya sección es
cocción. (ORTON et al., 1997: 153-154) sobre de color claro y sus superficies oscu-
cerámica arqueológica, para quienes ras, se puede deducir una reducción lo-
La atmósfera estos cambios de color están en rela- cal de las superficies, que se puede con-
ción con la cantidad de materia orgáni- seguir, de manera intencionada, por
Independientemente de la estructu- ca incluida en la pasta. ejemplo, mediante la echada de madera
ra empleada en la cocción, abierta o en Nosotros, particularmente, nos incli- verde al fuego final de la cocción
horno, existen distintos tipos de cocción namos a pensar que existen distintas (ORTON, 1997).
que dependen de la atmósfera formada causas para estas diferencias de tonali-
en el "horno". Arqueológicamente se dad. A veces se deberá a una concreta, La función de l a cerámica
distinguen varios conceptos que se ba- como al carbono presente en la pasta o
san, en la mayoría de los casos, en el al que procede de los residuos de la Es muy importante conocer las ca-
color de la superficie que presentan las combustión; en otros casos se deberáa racterísticas tecnológicas de una cerá-
cerámicas. Esta clasificación, así reali- los diferentes procesos de cocción o al mica para poder aproximarnos a la fun-
zada, puede inducir a error si no se ob- tiempo empleado en ello, y en muchas ción de la misma. Esta aseveración, en
serva la pasta en sección y en diferen- ocasiones estos factores ocurrirán si- principio cierta, en ocasiones no resul-
tes zonas de la vasija. Por otra parte, multáneamente. También tenemos en ta del todo exacta, sobre todo porque
esta misma observación de la pasta ce- cuenta, siguiendo a A. Shepard etnográficamente se documenta que en
rámica nos demuestra que existen ca- (SHEPARD, 1965: 217), que la desigual- la manera de hacer cerámica existe una
sos en donde la cocción no se puede dad en el color en cocciones al aire libre gran variabilidad tecnológica, que no
definir sólo como oxidante o reductora, reflejan las fluctuaciones en la atmósfe- siempre responde a los patrones tecno-
sino que tiene un carácter mixto (en la ra de cocción que producen las corrien- lógicos e indicaciones que los estudios
actualidad esto no suele ocurrir en la tes de aire, la mezcla o asociación de experimentalesdemuestran. Por ello, los
moderna industria cerámica). Este tipo gases, remolinos alrededor de los va- resultados de los experimentos, por un
de efectos, que no defectos en la mayo- sos y las llamas en contacto con las va- lado muy necesarios en cuanto que
ría de los casos, puesto que éstos no sijas. aportan conocimientos de toda índole,
indican necesariamente una etapa pri- No queremos terminar este tema sin no se pueden aplicar de manera siste-
mitiva en el desarrollo cerámico, son hacer referencia a otro punto interesan- mática a todos los conjuntos cerámicas.
muy frecuentes en cerámicas prehistó- te y poco tenido en cuenta, como es Al respecto volvemos a señalar que un
ricas y cuando lo presentan se las de- cuándo podemos afirmar que una cerá- alfarero utiliza con mayor frecuencia el
nomina generalmente como alternantes; mica está oxidada o cuándo está real- material de su entorno, normalmente
otro caso particular es el nervio de coc- mente reducida. El problema reside en para todos sus trabajos, y por lo tanto
ción o corazón negro. que las propiedades de la arcilla cocida no siempre realiza su cerámica con cri-
Por cocción alternante entendemos pueden reflejar la efectividad de la coc- terios del todo "consecuentes" con la
la que debido a diferentes factores, prin- ción pero no tanto el tipo de cocción en posterior función. Esto por lo menos se
cipalmente relacionados con procesos cuanto a la atmósfera se refiere, puesto podría afirmar, no sin cierta cautela, en
químicos inherentes a la cocción y a la que unas mismas condiciones de coc- gran número de casos para la fabrica-
composición de la pasta, tiene como ción pueden producir diferentes resul- ción de cerámica tradicional.
resultado la formación de dos bandas tados dependiendo del tipo de arcilla que Aun así, hemos de reconocer que en
de distinto color visibles en la sección manejemos. Por no extendernos más y otros casos, sobre todo en momentos
de la pasta cerámica, o bien, la forma- para mayor información, remitimos al más recientes de la historia, la cerámi-
ción de bandas de diferentes colores que trabajo anteriormente citado de A. ca se fabrica con una pasta arcillosa
se difuminan a lo largo de la misma. Shepard, en el que desarrolla una inte- adaptada a la posterior función de la
Por otro lado, las llamadas de nervio resante discusión sobre este tema. vasija o bien, su forma o acabado se
de cocción y dentro de la variedad que encuentra en consonancia con dicha
pueden presentar, aparecen general- funcionalidad. La diferencia y variabili-
mente con núcleo central negro o gris y
El color de la cerámica dad en la fabricación de la cerámica (tan-
los márgenes de otro color diferente, o Como se desprende de lo anterior, to cultural como cronológica), sólo nos
viceversa. También, en este caso, el efec- son muchos los factores que afectan al permitirá, a través del estudio de los di-
to de color está en relación directa con color de una cerámica, tanto al de sus versos aspectos tratados, conocer los
la cocción y la composición de la cerá- secciones como al de sus superficies, y rasgos tecnológicos de la cerámica do-
méstica y tradicional, sin que en muchas rial que se pone en relación con la efica- C. Orton (ORTON et al., 1997: 234) ha-
ocasiones podamos conocer la función cia calorífica de la vasija (ORTON et al. cen mención a un trabajo realizado en
de la misma (ORTON et al., 1997). 1997). el pueblo de Tzitzuntazan (Méjico)
Existen varios indicadores para Por otro lado, la existencia de ele- (FOSTER, 1960) y explica como el uso
aproximarnos a la función de las vasi- mentos de prehensión y suspensión son de la vasija se encuentra en relación,
jas y el estudio de las asociaciones re- indicadores del movimiento de la pieza. entre otros factores, con su índice de
gulares de huellas de uso es uno de El tamaño de éstos en relación con las rotura y por lo tanto de su vida media,
ellos. Así, J.M. Melchor (1995) propo- dimensiones de la vasija indica el tipo La cerámica de uso diario tiene una du-
ne un modelo de estudio de las huellas de movimiento. Por ejemplo, en piezas ración muy corta, estimada según G.M.
de uso presentes en las cerámicas ibé- grandes con pequeñas asas puede de- Foster en el trabajo anteriormente cita-
ricas. Debemos tener en cuenta que las ducirse un movimiento residual, como do, en un año de media, mientras que la
llamadas "huellas de uso" que puede la inclinación. La relación entre la base cerámica de almacenamiento, de la que
presentar una cerámica, no siempre se y el tamaño de la vasija es un factor que se supone un movimiento residual, tien-
van a encontrar en relación con la fun- también habría que tener en cuenta, de a durar bastante más. A esto hay que
ción definitiva de lavasija, pero sí se van puesto que trata de la estabilidad de la sumarle otros elementos como puede
a referir, de manera general, a todos los pieza cuando ésta estuviese llena, pu- ser el uso del fuego en determinadas
procesos postproductivos sufridos por diendo inferirse si se mantenía en equi- cerámicas, lo que determina un mayor
la vasija. Estas huellas se observan fun- librio sola o si por el contrario, estaba índice de rotura como consecuencia del
damentalmente en las bases y en su sujeta mediante soportes (soportes que citado shock térmico (BEDAUX y VAN
proximidad, así como en los bordes y a su vez proporcionan unas huellas de DER WAALS, 1987). Otros factores a
asas (MELCHOR, 1995), y consisten en uso determinadas). También la existen- tener en cuenta a la hora de valorar la
líneas de abrasión, rozaduras y desgas- cia de carenas y rebordes en vajilla de vida media de una cerámica son la re-
tes, entre otras, que se manifiestan en cocina podrían haber servido para pro- sistencia mecánica de la pieza y el valor
las citadas zonas y suelen tener una tra- teger parte de la pieza del contacto di- de la misma (simbólico, económico,
yectoria regular. recto del fuego (MELCHOR, 1995). Res- etc.)
La forma es otro de los indicadores pecto a esto último, existen diferentes También podemos llegar al conoci-
de la función pero no debe ser estudia- opiniones. C. Orton (ORTON et al., 1997) miento de la función de una vasija me-
da de manera independiente, puesto que manifiesta, apoyándose en un trabajo de diante el análisis de indicadores
se encuentra intrínsecamente relaciona- Rye (RYE, 1976), que las vasijas de for- bioquímicos, siempre y cuando quede
da con otros aspectos de la cerámica, ma globular, base circular y paredes algún resto orgánico del contenido de
como la pasta y el acabado de las su- delgadas son mas adecuadas para su la vasija. Este análisis se realiza actual-
perficies. No obstante, se ha de presu- uso en contacto directo con las llamas mente a través de la Cromatografía de
poner que mantiene una relación direc- puesto que se reduce el estrés térmico Gases-Espectrometría de Masas. Aun-
ta con su finalidad, aunque, en cualquier que sufre lavasija, mientras que las for- que con ciertas limitaciones, derivadas
caso, los resultados del análisis mas angulares y las bases planas con- de los procesos degradativos de tipo
tipológico y formal se han de combinar, centran el mismo en los ángulos, pro- químico que sufren los restos orgáni-
o por lo menos contrastar, con los re- vocando un mayor índice de fractura. En cos durante su enterramiento, de las
sultados del análisis de los otros ele- cualquier caso, nos reiteramos en que reutilizaciones de los recipientes durante
mentos citados. Y ésto sobre todo por- la forma de la vasija y su composición su vida e incluso de la contaminación
que idénticas formas pueden servir para no siempre sigue criterios del todo de la muestra tras la excavación
usos variados, además de que la forma "apropiados" (ORTON et al., 1997) y que (CABAÑATEy SÁNCHEZ,1995), se pue-
de una vasija también puede deberse a cada alfarero realiza la cerámica tenien- den conseguir muy buenos resultados.
"modas", que al igual que la decoración, do en cuenta factores diversos que, en Para una mayor información respecto de
son cambiantes a lo largo del tiempo ocasiones, no tienen que ver con una la metodología y otros aspectos del aná-
(SANCHEZMONTAÑÉS,1988). Aún así, pretendida durabilidad de la cerámica. lisis de residuos orgánicos también se
y para realizar un somero estudio de la Otro dato que hace referencia a la puede consultar el trabajo de C.
cerámica se podría partir de la base de funcionalidad de las cerámicas es la Lecarpentier y otros (LECARPENTIER et
que la función del recipiente será, nor- composición de sus pastas. En este sen- al., 1987).
malmente, la que determine la estruc- tido, N. Cuomo di Caprio (1988) distin- Para finalizar solo nos resta decir
tura formal de la vasija. gue entre la cerámica de fuego y la de que, como ya hemos visto, la cerámica
Dentro del estudio de la estructura agua. Las de fuego son aquellas que prehistórica estudiada desde sus muy
formal debemos también atender al gro- durante su uso van a estar en contacto variados aspectos puede aportar datos
sor de las paredes de la pieza. Las pare- directo y repetido con las llamas, por lo importantes para la investigación. Si
des gruesas aumentan la resistencia que su composición debe ser rica en además no aislamos su estudio del aná-
mecánica de la vasija, además de un cuarzo y óxidos de hierro, a la vez que lisis del resto de las producciones
mejor mantenimiento de la humedad pobre en material calcáreo. La cerámi- artefactuales, conseguiremos compren-
dentro o fuera del recipiente (MELCHOR, ca para agua, siguiendo a esta autora, der la cerámica como un objeto produ-
1995). Sobre este aspecto juega un pa- está destinada a contener líquidos y su cido, usado y desechado social y
pel fundamental la porosidad del mate- composición ha de ser rica en minera- culturalmente (SINOPOLI, 1991).
les arcillosos, material calcáreo y pobre
en sílice.
Respecto a la duración de la cerámi-
ca también existen trabajos. La vida
media de una cerámica depende, como
en el caso anterior, de varios factores.
DUMA, G. y LENGYEL, 1. (1970): gories: a study of ceramic variability in
"Mesocsat Pots Containing Red Blood Central India. Cambridge.
ARNOLD, D.E. (1981): "A Modelforthe Pigments." Acta Archaeologicae Scien- PRADELL, T.; MART~NEZ-MANENTS,
ldentification of Non-local Ceramic tiarium Hungaricae 22, pp. 69-93. S.; NOGUES-CARRULLA,J.; VENDRELL-
Distribution: A View from the Present." en EVANS, C. (1955): "A Ceramic Study SAZ, M. (1991): "Cerámica gris medieval
HOWARD, H. y MORRIS, E. (Eds.) (1981): of Virginia Archaeology." Bureau of catalana:caracterización y kcnología de
Production and Distribution: A Ceramic American Ethnology Bulletin, 160. ~roducción."en A cerimica medieval no
Viewpoint. BAR Int. Ser. 120. Washington. mediterrineo occidental. Lisboa, 1987.
BEDAUX, R. y VAN DER WALLS, D. FOSTER, G.M. (1960): "Life-expec- Lisboa.
(1987): "Aspects of life-span of Dogon tancy of utilitarianpottery in Tzintzuntazan, ORTON, C.; TYERS, P.; VINCE, A.
Dotterv". Newsletter. DeDartment of Michoacan, Mexico". American Antiquity, (1997): La cerámica en Arqueología.
'Pottej Technology, (un¡; Leiden), 5: 25. Barcelona.
137-153. KRAMER, C. (1985): "Ceramic Ethno- PASTOR MORENO, A. (1992): "La
BEDAUX, R. (1994): "Recherches archaeology" Annual Review of Anthro- cocción de los materiales cerámicos." en
ethno-archéologiques.Poterie des Dogon p010gy 14, pp.77-102. Tecnología de la cocción cerámica
(Mali) comme modele pour I'etude des LECARPENTIER, C.; MALATERRE, desde la Antigüedad a nuestros días.
poteries néolithiques". Milieux, Hommes E.; BERATO, J.; CLAIR, P.; TABARIES, F. Asociación de Ceramología de Agost
et Techniques du Sahara Préhistorique. (1987): "Analyse des matieres grasses (Alicante). 1990.
Problemes actuels. Montignac-Lascaux extraites des ceramiques antiques". Revue RAVINES, R. (Comp.) (1978): Tecno-
20-23 Septembre 1988.p~.193-227. d'Archéométrie,11 :11-16. IogíaAndina. Instituto de Estudios Perua-
BRONITSKY, G. y HAMER, R. (1986): MAGGETTI, M. (1994): "Mineralogical nos.
"Experiments in ceramic technology. The and petrographical methods for the study RYE, O.S. (1976): "Keeping yor temper
effects of various tempering materials on of ancient pottery" en BURRAGATO, F.; under control: materials and manufacture
impact and thermal-shock resistance." GRUBESSI, O.; LAZZARINI, L. (Eds.) of Papuan pottery" Archaeology and
American Antiquity 51, pp. 89-101. (1 994): letEuropean Workshop on Physical Anthropology in Oceania, 11
CABAÑATE GUERRERO, M.L. y ~ r c h a e o l o ~ i cCeramics.
al Ricerche (2).
SANCHEZ VIZCA/NO, A. (1995): "Análisis -
Archeometriche e Studi Archeoloaici sulla RYE, O.S. (1981): Pottery Techno-
de indicadores bioquímicos del contenido Ceramica Antica, Roma, 1991. logy. Principles and Reconstruction.
de recipientes arqueológicos". Complu- MART~NEZFERNANDEZ,M.J. (1997): Washington.
tum, 6:281-291. Universidad Com- Cerámicas neolíticas de la cueva de los SÁNCHEZ MONTAÑÉS, E, (1988): La
plutense de Madrid. Murciélagos de Zuheros (Córdoba). Una cerámica precolombina. El barro que los
CALVO GALVEZ, M. (1992): "Experi- contribución a la caracterización de indios hicieron arte. Madrid.
mentando con la arcilla y el fuego como cerámicasprehistóricas.Ed. microfichas SCHIFFER, M. B. y SKIBO, J.M.
en la antigüedad." en Tecnología de la n V 55. Univ. Córdoba, (1989): "Theory and Experiments in the
cocción cerámica desde la Antigüedad MATSON, F.R. (1980): "Algunos Study of Technological Change." Current
a nuestros días. Asociación de Cera- aspectos de la tecnologíade la cerámica." Anthropology 28, pp. 595-622.
mología de Agost (Alicante), pp. 41-50, en BROTHWELL, D. y HIGGS, E. (Eds.) SHEPARD, A.O. (1985): Ceramics for
1990. (1980): Ciencia en Arqueología. Madrid, the Archaeologist, Washington.
CRUSOE, D.L. (1971): "The missing PP. 619-630. SHUTZ, 1. (1992): "Sistemas tradicio-
half: the analysis of ceramic fabric." MATSON, F.R. (1981): "Archaeological nales de cocción cerámica en el Norte de
Southeastern Archaeological Confere- Ceramics and Physical Sciences: Problem Africa." en Tecnología de la cocción
nce Bulletin 13, pp. 108-114. Definition and Results. Journal of Field cerámica desde la Antigüedad a nues-
CUOMO DI CAPRIO, N. (1988): La Archaeology 8, pp. 448-456. tros días. Asociación de Ceramología de
Cerámica in Archeologia. Antiche MELCHOR MONSERRAT, J.M. (1995): Agost (Alicante) 1990.
tecniche d i lavorazione e moderni "Aspectos funcionales de la cerámica SINOPOLI, C.M. (1991):Approaches
metodi d'indagine. Roma. Ibérica" ler Congreso de Arqueología to Archaeological Ceramics. New York.
DEL ARCO AGUILAR, M.C. y NAVA- Peninsular, Actas V (Trabalhos de WHITBREAD, I.K. (1986): '7he charac-
RRO MEDEROS, J.F. (1988): Los aborí- Antropologia e Etnologia) Vol. 35 (1). terisation of argillaceous inclusions in
genes. Historia popular de Canarias 1. Potto 1993, PP. 183-198. ceramic thin sections." Archaeometry28
Santa Cruz de Tenerife. MILLER, D. (1985): Artefacts as cate-

View publication stats

Potrebbero piacerti anche