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Selección y comentarios:
María Magdalena Ziegler D.
Autoridades Universitarias Courage is the most important of all virtues,
Hernán Anzola
Presidente del Consejo Superior because without courage you can’t practice
Benjamín Scharifker any other virtue consistently.
Rector
Mercedes de la Oliva You can practice any virtue erratically,
Vice Rector Académico
María Elena Cedeño
but nothing consistently without courage.
Vice Rector Administrativo
Mary Carmen Lombao
Maya Angelou
Secretario General
Estudio preliminar 13
El Manifiesto Futurista
Cómo desafiar a la Modernidad 21
John Muir 51
Ciencia y Religión
Tomadas de la mano 55
La Cortina de Hierro,
Fortaleza en la Paz 81
Sounds of Silence
Sonidos en la postmodernidad 261
2 El término genocidio es incluso una creación del siglo XX, acuñado por el Prof. Raphael
Lemkin (1900-1959) durante la Segunda Guerra Mundial, en su obra más importante Axis
Rule in Occupied Europe (1944), para referirse a las acciones del gobierno nazi en contra de
los judíos y otras minorías. A Lemkin se le debe no sólo el término, sino la consideración del
hecho como una ofensa contra las leyes internacionales.
11 Billy Joel, “We didn’t start the fire”, canción editada en el album Storm Front, en 1989.
La canción es en realidad un recorrido por los personajes y acontecimientos de relevancia
9 Marc Bloch, Introducción a la Historia, pág. 35
mundial desde 1949, año de nacimiento de Joel, hasta 1989. La pieza demuestra gratamente
10 Marc Bloch, Op.Cit., pág. 40 la pasión oculta de este artista: la Historia.
26 Muir moriría de neumonía la víspera de Navidad de 1914, en Los Angeles. Casi 10 años
antes había muerto su esposa Louisa Strentzel, luego de 25 años de matrimonio. Ambos
bosques de la Sierra Nevada estaba estimulada por la cualidad irremplazable e irrecuperable tuvieron dos hijas, Wanda y Helen.
de las especies y ecosistemas que se hallaban en estas zonas. La actividad de los aserraderos
Muir viviría toda su vida en los Estados Unidos. Sin embargo, su inagotable curiosidad por la
debía ser estrictamente regulada, así lo hizo saber a las autoridades en incontables ocasiones.
naturaleza le llevó a visitar Australia (entusiasmado con su flora, tan extraña como hermosa),
25 El Valle de Yosemite había sido zona protegida desde los tiempos del presidente Abraham Asia (admirando los cerezos japoneses, navegando hacia Hong Kong y Manila, asombrándose
Lincoln. No obstante, esto no había evitado que se hiciera notable daño a todo el reservorio con las selvas de la India y Malasia), América del Sur (visitando los bosques de Auraucaria en el
natural, aunque constituyó un precedente importante para la creación del Parque Nacional de Amazonas brasileño), África (observando en Sudáfrica a los hermosos baobabs en su ambiente
Yellowstone (el primero del país). El estado de California había tenido bajo su custodia el Valle natural, recorriendo Kenya y Madagarcar) y Europa (paseando por los jardines botánicos de
de Yosemite bajo la figura de “parque estatal”. En 1890, John Muir hizo notables esfuerzos ciudades como Berlín y San Petersburgo, así como por los legendarios bosques del Caucaso
ante el Congreso de los Estados Unidos para obtener la declaración de Parque Nacional para y las estepas siberianas).
27 Este escrito de Muir, nunca publicado por él en vida, se halló entre sus papeles personales
después de su muerte y publicado en 1920 por el Sierra Club Bulletin –Vol. XI, número 1,
Enero, pp. 1-4. Se ha respetado la toponimia original en todo el texto al realizar la traducción
desde el inglés.
28 Estos artículos fueron: Sobre el movimiento requerido por la teoría cinética molecular
del calor de pequeñas partículas suspendidas en un líquido estacionario, Un punto de vista
heurístico sobre la producción y transformación de luz, Sobre la electrodinámica de cuerpos
en movimiento y Depende la inercia de un cuerpo de su energía?
35 Muhammad Ali Jinnah (1876-1948), eminente político y estadista, creador del Estado de 37 Bania: término que hace referencia a la organización social de castas tradicional de la India
Pakistán a raíz de la Independencia de la India. Aunque en un principio apoyó la idea de la y que se refiere fundamentalmente a los comerciantes y hombres de negocios.
unidad hindo-musulmana, al final fue el impulsor de la idea de que musulmanes e hindúes no
38 Swaraj: término de difícil traducción al castellano. Puede decirse que fue empleado por
podrían vivir bajo un mismo Estado.
Gandhi para referirse a la noción de autogobierno, pero no referido a un autogobierno jerarquico
36 En inglés: Quit India. y político, sino al autogobierno personal e individual.
Fortaleza en la Paz
posibles. Cuando la aceptación de los DDHH Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tie-
como un asunto universal se tropieza con la nen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los
terrible realidad de que aun existen países cuya derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la fami-
legislación constitucional se alza como el lia humana;
mayor de los impedimentos para la
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los dere-
construcción de una sociedad más justa, sólo
chos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la con-
resta incentivar el conocimiento de lo que los
ciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración
DDHH en sí mismos implican y significan para
más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su fa- 2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
milia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a Artículo 18
su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de concien-
contra tales injerencias o ataques. cia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión
Artículo 13 o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creen-
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su resi- cia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por
dencia en el territorio de un Estado. la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del
propio, y a regresar a su país. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión;
este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones,
Artículo 14
el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas,
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
y a disfrutar de él, en cualquier país.
Artículo 20
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial real- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación
mente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los pro- pacíficas.
pósitos y principios de las Naciones Unidas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 15
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
tativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una exis- 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida
tencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el pro-
necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. greso científico y en los beneficios que de él resulten.
1. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales
la defensa de sus intereses. y materiales que le correspondan por razón de las producciones cien-
Artículo 24 tíficas, literarias o artísticas de que sea autora.
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, Artículo 28
a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e in-
periódicas pagadas. ternacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta
Artículo 25 Declaración se hagan plenamente efectivos.
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegu- Artículo 29
re, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimenta- 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que
ción, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
A la mayoría le gusta ver en los cuadros lo que también le gustaría ver 53 El texto original remite a la obra de Bartolomé Esteban Murillo: Golfillos (h.1670-75), óleo
sobre lienzo, 146 x 108 cm., Antigua Pinacoteca, Munich.
en la realidad. Se trata de una preferencia bastante natural. A todos nos
atrae lo bello en la naturaleza y agradecemos a los artistas que lo pre- 54 El texto original remite a la obra de Pieter de Hooch: Mujer pelando manzanas en un
interior (1663), óleo sobre lienzo, 70.5 x 54.3 cm., Colección Wallace, Londres.
servan en sus obras. Esos mismos artistas no nos censurarían por nues-
55 El texto original remite a las obra de Meloso da Forli: Ángel (h.1480), fresco (detalle),
50 El texto que presentamos aquí son extractos de la Introducción original en inglés del libro Pinacoteca Vaticana / y de Hans Memling: Ángel (h.1490), óleo sobre tabla (detalle de un
The story of art publicado en 1950. retablo), Real Museo de Bellas Artes, Amberes.
56 El texto original remite a la obra de Guido Reni: Cristo coronado de espinas (h.1639-40), 58 El texto original remite a la obra de Albrecht Dürer: Liebre (1502), acuarela y aguada sobre
óleo sobre lienzo, 62 x 48 cm., Museo del Louvre, París. papel, 25 x 22.5 cm., Galería Albertina, Viena.
57 El texto original remite a la obra del Maestro toscazo: Cabeza de cristo (h.1175-1225), 59 El texto original remite a la obra de Rembradt van Rijn: Elefante (1637), lápiz negro sobre
temple sobre tabla (detalle de una crucifixión), Galleria degli Uffizi, Florencia. papel, 23 x 34 cm., Galería Albertina, Viena.
Solidaridad social
en el mundo
63 En el año 2000, la ONU fijó ocho objetivos de desarrollo para el inicio del nuevo milenio,
que los 192 miembros de esta organización acordaron alcanzar para el año 2015. Estos objetivos, la mujer; 4) Reducir la mortalidad infantil; 5) Mejorar la salud materna; 6) Combatir el VIH/
conocidos como la meta del milenio, son: 1) Erradicar la pobreza extrema y el hambre; 2) Lograr SIDA, el paludismo y otras enfermedades; 7) Garantizar el sustento del medio ambiente y 8)
la enseñanza primaria universal; 3) Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
11. Como es sabido, por aquel entonces la concepción del mundo La Rerum novarum,
económico que mayo difusión teórica y vigencia práctica había alcan- suma de la doctrina social católica
zado era una concepción que lo atribuía absolutamente todo a las 15. Llegada la situación a este punto, publicó León XIII, con la Rerum
fuerzas necesarias de la naturaleza y negaba, por tanto, la relación novarum, su mensaje social fundado en las exigencias de la propia na-
entre las leyes morales y las leyes económicas. turaleza humana e inspirado en los principios y en el espíritu del Evan-
Motivo único de la actividad económica, se afirmaba, es el exclusivo gelio, mensaje que, si bien suscitó, como es frecuente, algunas discre-
provecho individual. La única ley suprema reguladora de las relaciones pancias, obtuvo, sin embargo, universal admiración y general aplauso.
económicas entre los hombres es la libre e ilimitada competencia. In- En realidad, no era la primera vez que la Sede Apostólica, en lo relati-
tereses del capital, precios de las mercancías y de los servicios, bene- vo a intereses temporales, acudía a la defensa de los necesitados. Otros
ficios y salarios han de determinarse necesariamente, de modo casi documentos de nuestro predecesor León XIII, de feliz memoria, habían
mecánico, por virtud exclusiva de las leyes del mercado. ya abierto camino al que acabamos de mencionar.
El poder público debe abstenerse sobre todo de cualquier intervención Fue, sin embargo, la encíclica Rerum novarum, la que formuló, pro
en el campo económico. El tratamiento jurídico de las asociaciones primera vez, una construcción sistemática de los principios y una pers-
obreras variaba según las naciones: en unas estaban prohibidas, en pectiva de aplicaciones para el futuro. Por lo cual, con toda razón juz-
otras se toleraban o se las reconocía simplemente como entidades de gamos que hay que considerarla como verdadera suma de la doctrina
derecho privado. católica en el campo económico y social.
12. En el mundo económico de aquel entonces se consideraba legítimo 16. Se ha de reconocer que la publicación de esta encíclica demostró
el imperio del más fuerte y dominaba completamente en el terreno de no poca audacia. Porque mientras algunos no tenían reparos en acusar
las relaciones comerciales. De este modo, el orden económico quedó a la Iglesia católica, como si ésta, ante la cuestión social, se limitase a
radicalmente perturbado. predicar a los pobres la resignación y a los ricos la generosidad, León
13. Porque mientras las riquezas se acumulaban con exceso en manos XIII no vaciló en proclamar y defender abiertamente los sagrados de-
de unos pocos, las masas trabajadoras quedaban sometidas a una mi- rechos de los trabajadores.
seria cada día más dura. Los salarios eran insuficientes e incluso de Al iniciar la exposición de los principios de la doctrina católica en ma-
hambre; los proletarios se veían obligados a trabajar en condiciones teria social, declaró paladinamente: «Confiados y con pleno derecho
tales que amenazaban su salud, su integridad moral y su fe religiosa. nuestro iniciamos el tratamiento de esta cuestión, ya que se trata de
Inhumanas sobre todo resultaban las condiciones de trabajo a las que un problema cuya solución viable será absolutamente nula si no se
eran sometidos con excesiva frecuencia los niños y las mujeres. Siempre busca bajo los auspicios de la religión y de la Iglesia» (cf. Acta Leonis
XIII, XI, 1891, p. 107).
65. Para dar cima a esta tarea con mayor facilidad, se requiere, sin 68. Una profunda amargura embarga nuestro espíritu ante el espec-
embargo, que los gobernantes profesen un sano concepto del bien táculo inmensamente doloroso de innumerables trabajadores de mu-
común. Este concepto abarca todo un conjunto de condiciones socia- chas naciones y de continentes enteros a los que se remunera con
les que permitan a los ciudadanos el desarrollo expedito y pleno de su salario tan bajo, que quedan sometidos ellos y sus familias a condicio-
propia perfección. nes de vida totalmente infrahumana. Hay que atribuir esta lamentable
situación al hecho de que, en aquellas naciones y en aquellos conti-
Juzgamos además necesario que los organismos o cuerpos y las múl- nentes, el proceso de la industrialización está en sus comienzos o se
tiples asociaciones privadas, que integran principalmente este incre- halla todavía en fase no suficientemente desarrollada.
mento de las relaciones sociales, sean en realidad autónomos y tiendan
a sus fines específicos con relaciones de leal colaboración mutua y de 69. En algunas de estas naciones, sin embargo, frente a la extrema
subordinación a las exigencias del bien común. pobreza de la mayoría, la abundancia y el lujo desenfrenado de unos
pocos contrastan de manera abierta e insolente con la situación de los
Es igualmente necesario que dichos organismos tengan la forma ex- necesitados; en otras se grava a la actual generación con cargas exce-
terna y la sustancia interna de auténticas comunidades, lo cual sólo sivas para aumentar la productividad de la economía nacional, de
podrá lograrse cuando sus respectivos miembros sean considerados acuerdo con ritmos acelerados que sobrepasan por entero los límites
en ellos como personas y llamados a participar activamente en las ta- que la justicia y la equidad imponen; finalmente, en otras naciones un
reas comunes. elevado tanto por ciento de la renta nacional se gasta en robustecer
66. En el progreso creciente que las relaciones sociales presentan en más de lo justo el prestigio nacional o se destinan presupuestos enor-
nuestros días, el recto orden del Estado se conseguirá con tanta mayor mes a la carrera de armamentos.
facilidad cuanto mayor sea el equilibrio que se observe entre estos dos 70. Hay que añadir a esto que en las naciones económicas más desa-
elementos: de una parte, el poder de que están dotados así los ciuda- rrolladas no raras veces se observa el contraste de que mientras se fijan
danos como los grupos privados para regirse con autonomía, salvando retribuciones altas, e incluso altísimas, por prestaciones de poca impor-
la colaboración mutua de todos en las obras; y de otra parte, la acción tancia o de valor discutible, al trabajo, en cambio, asiduo y provechoso
del Estado que coordine y fomente a tiempo la iniciativa privada. de categorías enteras de ciudadanos honrados y diligentes se le retribu-
67. Si las relaciones sociales se mueven en el ámbito del orden moral ye con salarios demasiado bajos, insuficientes para las necesidades de
y de acuerdo con los criterios señalados, no implicarán, por su propia la vida, o, en todo caso, inferiores a lo que la justicia exige, si se tienen
naturaleza, peligros graves o excesivas cargas sobre los ciudadanos: en la debida cuenta su contribución al bien de la comunidad, a las ga-
todo lo contrario, contribuirán no sólo a fomentar en éstos la afirma- nancias de la empresa en que trabajan y a la renta total del país.
ción y el desarrollo de la personalidad humana, sino también a realizar 71. En esta materia, juzgamos deber nuestro advertir una vez más
satisfactoriamente aquella deseable trabazón de la convivencia entre que, así como no es lícito abandonar completamente la determina-
los hombres, que, como advierte nuestro predecesor Pío XI, de grata ción del salario a la libre competencia del mercado, así tampoco es
memoria, en la encíclica Quadragesimo anno, es absolutamente ne- lícito que su fijación quede al arbitrio de los poderosos, sino que en
cesaria para satisfacer los derechos y las obligaciones de la vida social. esta materia deben guardarse a toda costa las normas de la justicia
y de la equidad.
91. Además, siguiendo en esto la dirección trazada por nuestros prede- 93. Hay que hacer notar, por último, que el ejercicio de esta respon-
cesores, Nos estamos convencido de la razón que asiste a los trabaja- sabilidad creciente por parte de los trabajadores en las empresas no
dores en la vida de las empresas donde trabajan. No es posible fijar con solamente responde a las legítimas exigencias propias de la naturaleza
normas ciertas y definidas las características de esta participación, dado humana, sino que está de perfecto acuerdo con el desarrollo econó-
que han de establecerse, más bien, teniendo en cuanta la situación de mico, social y político de la época contemporánea.
cada empresa; situación que varía de unas a otras y que, aun dentro de 94. Aunque son grandes los desequilibrios económicos y sociales que
cada una, está sujeta muchas veces a cambios radicales y rapidísimos. en la época moderna contradicen a la justicia y a la humanidad, y pro-
No dudamos, sin embargo, en afirmar que a los trabajadores hay que fundos errores se deslizan en toda la economía, perturbando gravemen-
darles una participación activa en los asuntos de la empresa donde te sus actividades, fines, estructura y funcionamiento, es innegable, sin
Hay que advertir, además, que es necesario, o al manos muy conve- 102. Idéntica alabanza paternal queremos rendir asimismo a aquellos
niente, que a los trabajadores se les dé la posibilidad de expresar su de nuestros amados hijos que, imbuidos en las enseñanzas cristianas,
parecer e interponer su influencia fuera del ámbito de su empresa, y prestan un admirable concurso en otras asociaciones profesionales y
concretamente en todos los órdenes de la comunidad política. movimientos sindicales que siguen las leyes de la naturaleza y respetan
la libertad personal en materia de religión y moral.
98. La razón de esta presencia obedece a que las empresas particula-
res, aunque sobresalgan en el país por sus dimensiones, eficiencia e 103. No podemos dejar de felicitar aquí y de manifestar nuestro cor-
importancia, están, sin embargo, estrechamente vinculadas a la situa- dial aprecio por la Organización Internacional del Trabajo —conocida
ción general económica y social de cada nación, ya que de esta situa- comúnmente con las siglas O.L.L., I.L.O u O.I.T.—, la cual, desde hace
ción depende su propia prosperidad. ya muchos años, viene prestando eficaz y valiosa contribución para
bienes de producción y la responsabilidad que incumbe a los directo- del derecho de propiedad
res de la empresa. 109. Esta duda carece en absoluto de fundamento. Porque el derecho
de propiedad privada, aún en lo tocante a bienes de producción, tiene
Esta situación crea grandes dificultades a las autoridades del Estado,
un valor permanente, ya que es un derecho contenido en la misma
las cuales han de vigilar cuidadosamente para que los objetivos que
naturaleza, la cual nos enseña la prioridad del hombre individual sobre
pretenden los dirigentes de las grandes organizaciones, sobre todo de
la sociedad civil, y , por consiguiente, la necesaria subordinación teo-
aquellas de mayor influencia ejercen en la vida económica de todo el
lógica de la sociedad civil al hombre.
país, no se desvíen en modo alguno de las exigencias del bien común.
Por otra parte, en vano se reconocería al ciudadano el derecho de ac-
Son dificultades que, como la experiencia demuestra, se plantean
tuar con libertad en el campo económico si no le fuese dada al mismo
igualmente tanto si los capitales necesarios para las grandes empresas
tiempo la facultad de elegir y emplear libremente las cosas indispen-
son la propiedad privada como si pertenecen a entidades públicas.
sables para el ejercicio de dicho derecho.
105. Es cosa también sabida que, en la actualidad, son cada día más
Además, la historia y la experiencia demuestran que en los regímenes
lo que ponen en los modernos seguros sociales y en los múltiples sis-
políticos que no reconocen a los particulares la propiedad, incluida la
temas de la seguridad social la razón de mirar tranquilamente el futu-
de los bienes de producción, se viola o suprime totalmente el ejercicio
ro, la cual en otros tiempos se basaba en la propiedad de un patrimo-
de la libertad humana en las cosas más fundamentales, lo cual de-
nio, aunque fuera modesto.
muestra con evidencia que el ejercicio de la libertad tiene su garantía
106. Por último, es igualmente un hecho de nuestro días que el hom- y al mismo tiempo su estímulo en el derecho de propiedad.
bre prefiere el dominio de una profesión determinada a la propiedad
110. Esto es lo que explica el hecho de que ciertos movimientos polí-
de los bienes y antepone el ingreso cuya fuente es el trabajo, o dere-
ticos y sociales que quieren conciliar la libertad con la justicia, y que
chos derivados de éste, al ingreso que proviene del capital o de dere-
eran, hasta ahora, contrarios al derecho de propiedad privada de los
chos derivados del mismo.
bienes de producción, hoy, aleccionados más ampliamente por la evo-
107. Esta nueva actitud coincide plenamente con el carácter natural del lución social, han rectificado algo sus propias opiniones y mantienen
trabajo, el cual, por su procedencia inmediata de la persona humana, respecto de aquel derecho una actitud positiva.
debe anteponerse a la posesión de los bienes exteriores, que por su
111. Nos es grato, por tanto, repetir las observaciones que en esta
misma naturaleza son de carácter instrumental; y ha de ser considerada,
materia hizo nuestro predecesor, de feliz memoria, Pío XII: «Al de-
por tanto, como una prueba del progreso de la humanidad.
fender la Iglesia el principio de la propiedad privada, persigue un alto
fin ético-social. No pretende sostener pura y simplemente el actual
La difusión de la propiedad privada es necesaria 117. Nuestra época registra una progresiva ampliación de la propiedad
del Estado y de las demás instituciones públicas. La causa de esta am-
113. No basta, sin embargo, afirmar que el hombre tiene un derecho
pliación hay que buscarla en que el bien común exige hoy de la auto-
natural a la propiedad privada, de los bienes, incluidos los de produc-
ridad pública el cumplimiento de una serie creciente de funciones.
ción, si, al mismo tiempo, no se procura, con toda energía, que se ex-
tienda a todas las clases sociales el ejercicio de este derecho. Sin embargo, también en esta materia ha de observarse íntegramente
el principio de la función subsidiaria, ya antes mencionado, según el
114. Como acertadamente afirma nuestro predecesor, de feliz memo-
cual la ampliación de la propiedad del Estado y de las demás institu-
ria, Pío XII, por una parte, la dignidad de la persona humana «exige
ciones públicas sólo es lícita cuando la exige una manifiesta y objetiva
necesariamente, como fundamento natural para vivir, el derecho al uso
necesidad del bien común y se excluye el peligro de que la propiedad
de los bienes de la tierra, al cual corresponde la obligación fundamen-
privada se reduzca en exceso, o, lo que sería aún peor, se la suprima
tal de otorgar una propiedad privada, en cuanto sea posible, a todos»
completamente.
(Radiomensaje de Navidad, 24 de diciembre de 1942; cf. Acta Apos-
tolicae Sedis 34 (1942) p. 17), y, por otra parte, la nobleza intrínseca
como algunos erróneamente opinan, la función social de la propiedad La agricultura, sector deprimido
privada, ya que esta función toma su fuerza del propio derecho de 123. Comenzaremos exponiendo algunos puntos sobre la agricultura.
propiedad. Advertimos, ante todo, que la población rural, en cifras absolutas, no
parece haber disminuido. Sin embargo, indudablemente son muchos
Añádase a esto el hecho complementario de que hay siempre una
los campesinos que abandonan el campo para dirigirse a poblaciones
amplia gama de situaciones angustiosas, de necesidades ocultas y al
mayores e incluso centros urbanos. Este éxodo rural, por verificarse en
mismo tiempo graves, a las cuales no llegan las múltiples formas de
casi todos los países y adquirir a veces proporciones multitudinarias,
la acción del Estado, y para cuyo remedio se halla ésta totalmente
crea problemas de difícil solución por lo que toca a nivel de vida digno
incapacitada; por lo cual, siempre quedará abierto un vasto campo
de los ciudadanos.
para el ejercicio de la misericordia y de la caridad cristiana por parte
133. Ahora bien, en la regulación de los tributos de los agricultores, el 4.° Tutela de los precios
bien común exige que las autoridades tengan muy presente el hecho 137. Dada la peculiar naturaleza de los productos agrícolas, resulta in-
de que los ingresos económicos del sector agrícola se realizan con ma- dispensable garantizar la seguridad de sus precios, utilizando para ello
yor lentitud y mayores riesgos, y , por tanto, es más difícil obtener los los múltiples recursos que tienen hoy a su alcance los economistas. En
capitales indispensables para el aumento de estos ingresos. este punto, aunque es sumamente eficaz que los propios interesados
ejerzan esta tutela, imponiéndose a sí mismos las normas oportunas,no
2.° Capitales a conveniente interés
debe, sin embargo, faltar la acción moderadora de los poderes públicos.
134. De lo dicho se deriva una consecuencia: la de que los propietarios
del capital prefieren colocarlo en otros negocios antes que en la agricul- 138. No ha de olvidarse tampoco que el precio de los productos agrí-
tura. Por esta razón., los agricultores no pueden pagar intereses eleva- colas constituye generalmente una retribución del trabajo, más bien
dos. Más aún, ni siquiera pueden pagar, por lo regular, los intereses que una remuneración del capital empleado.
normales del mercado para procurarse los capitales que necesitan el 139. Por esto observa con razón nuestro predecesor de feliz memoria
desarrollo y funcionamiento normal de sus empresas. Se precisa, por Pío XI, en la encíclica Quadragesimo anno, que a la realización del bien
tanto, por razones de bien común, establecer una particular política, de la comunidad «contribuye en gran manera la justa proporción entre
los salarios»; pero añade a renglón seguido: »Con ello se relaciona a
146. Hay que advertir también que en el sector agrícola, como en los de- 149. En el trabajo del campo encuentra el hombre todo cuanto con-
más sectores de la producción, es muy conveniente que los agricultores tribuye al perfeccionamiento decoroso de su propia dignidad. Por eso,
se asocien, sobre todo si se trata de empresas agrícolas de carácter fami- el agricultor debe concebir su trabajo como un mandato de Dios y una
liar. Los cultivadores del campo deben sentirse solidarios los unos de los misión excelsa. Es preciso, además, que consagre esta tarea a Dios
otros y colaborar todos a una en la creación de empresas cooperativas y providente, que dirige la historia hacia la salvación eterna del hombre.
asociaciones profesionales, de todo punto necesarias, porque facilitan al Finalmente, ha de tomar sobre sí la tarea de contribuir con su personal
agricultor las ventajas de los progresos científicos y técnicos y contribuyen esfuerzo a la elevación de sí mismo y de los demás, como una apor-
de modo decisivo a la defensa de los precios de los productos del campo. tación a la civilización humana.
Con la adopción de estas medidas, los agricultores quedarán situados Relaciones entre las zonas de desigual
en un plano de igualdad respecto a las categorías económicas pro- desarrollo de un país
fesionales, generalmente organizadas, de los otros sectores produc-
Servicios públicos fundamentales y política económica adecuada
tivos, y podrán hacer sentir todo el peso de su importancia econó-
mica en la vida política y en la gestión administrativa. Porque, como 150. Con mucha frecuencia, en el seno de una misma nación se ob-
con razón se ha dicho, en nuestra época las voces aisladas son como servan diferencias económicas y sociales entre las distintas clases de
voces dadas al viento. ciudadanos, debidas, principalmente, al hecho de que unos y otros
viven y trabajan en zonas de desigual desarrollo económico. En situa-
Subordinación a las exigencias del bien común ciones como ésta, la justicia y la equidad piden que los gobernantes
147. Con todo, los trabajadores agrícolas, de la misma manera que los procuren suprimir del todo, o a lo menos disminuir, tales diferencias.
de los restantes sectores de la producción, al hacer sentir todo el peso A este fin se debe intentar que en las zonas económicamente menos
de su importancia económica deben proceder necesariamente sin que- desarrolladas se garanticen los servicios públicos fundamentales más
branto alguno del orden moral y del derecho establecido, procurando adecuados a las circunstancias del tiempo y lugar y de acuerdo, en lo
armonizar sus derechos y sus intereses con los derechos y los intereses posible, con la común manera de vida. Para ello, es absolutamente
de las demás categorías económicas profesionales, y subordinar los imprescindible que se emprenda la política apropiada, que atienda con
unos y los otros a las exigencias del bien común. diligencia a la ordenación de los siguientes puntos: la contratación la-
boral, la emigración interior, los salarios, los impuestos, los créditos y
Más aún, los agricultores que viven consagrados a elevar la riqueza las inversiones industriales destinadas principalmente a favorecer el
del campo, pueden pedir con todo derecho que los gobernantes desarrollo de otras actividades. Todas estas medidas son plenamente
ayuden y completen sus esfuerzos, con tal que ellos, por su parte, se idóneas, no sólo para promover el empleo rentable de la mano de obra
muestren sensibles a las exigencias del bien común y contribuyan a y estimular la iniciativa empresarial, sino para explotar también los re-
su realización efectiva. cursos locales de cada zona.
148. Por esta razón, nos es grato expresar nuestra complacencia a
Iniciativa privada e intervención del Estado
aquellos hijos nuestros que, en diversas partes del mundo, se esfuer-
zan por crear y consolidar empresas cooperativas y asociaciones pro- 151. Sin embargo, es preciso que los gobernantes se limiten a adoptar
fesionales para que todos los que cultivan la tierra, al igual que los tan sólo aquellas medidas que parezcan ajustadas al bien común de
demás ciudadanos, disfruten del debido nivel de vida económico y de los ciudadanos. Las autoridades deben cuidar asiduamente, con la mira
una justa dignidad social. puesta en la utilidad de todo el país, de que el desarrollo económico
169. Es también un hecho de todos conocido que las naciones cuyo de los pueblos subdesarrollados
desarrollo económico está en curso presentan ciertas notas caracte- 175. No hay duda de que, si en una nación los progresos de la ciencia,
rísticas, nacidas del medio natural en que viven, de tradiciones nacio- de la técnica, de la economía y de la prosperidad de los ciudadanos
nales de auténtico valor humano y del carácter peculiar de sus propios avanzan a la par, se da un paso gigantesco en cuanto se refiere a la
miembros. cultura y a la civilización humana. Mas todos deben estar convencidos
de que estos bienes no son los bienes supremos, sino solamente me-
170. Las naciones económicamente desarrolladas, al prestar su ayuda,
dios instrumentales para alcanzar estos últimos.
deben reconocer y respetar el legado tradicional de cada pueblo, evi-
tando con esmero utilizar su cooperación para imponer a dichos países 176. Por esta razón, observamos con dolorosa amargura cómo en las
una imitación de su propia manera de vida. naciones económicamente desarrolladas son pocos los hombres que
vives despreocupados en absoluto de la justa ordenación de los bienes,
Ayudar sin incurrir en un nuevo colonialismo
despreciando sin escrúpulos, olvidando por completo o negando con
171. Es necesario, asimismo, que las naciones económicamente avan- pertinacia los bienes del espíritu, mientras apetecen ardientemente el
zadas eviten con especial cuidado la tentación de prestar su ayuda a progreso científico, técnico y económico, y sobrestiman de tal manera
los países pobres con el propósito de orientar en su propio provecho el bienestar material, que lo consideran, por lo común, como el supre-
la situación política de dichos países y realizar así sus planes de hege- mo bien de su vida. Esta desordenada apreciación acarrea como con-
monía mundial. secuencia que la ayuda prestada a los pueblos subdesarrollados no
172. Si en alguna ocasión se pretende llevar a cabo este propósito, esté exenta de perniciosos peligros, ya que en los ciudadanos de estos
débese denunciar abiertamente que lo que se pretende, en realidad, países, por efecto de una antigua tradición, tiene vigencia general to-
es instaurar una nueva forma de colonialismo, que, aunque cubierto davía e influjo práctico en la conducta la conciencia de los bienes fun-
con honesto nombre, constituye una visión más del antiguo y anacró- damentales en que se basa la moral humana.
nico dominio colonial, del que se acaban de despojar recientemente 177 Por consiguiente, quienes intentan destruir, de la manera que sea,
muchas naciones; lo cual, por ser contrario a las relaciones que nor- la integridad del sentido moral de estos pueblos, realizan, sin duda,
malmente unen a los pueblos entre sí, crearía una grave amenaza para una obra inmoral. Por el contrario, este sentido moral, además de ser
la tranquilidad de todos los países. honrado dignamente, debe cultivarse y perfeccionarse porque consti-
173. Razones de necesidad y de justicia exigen, por consiguiente, que tuye el fudamento de la verdadera civilización.
los Estados que prestan ayuda técnica y financiera a las naciones poco La aportación de la Iglesia
desarrolladas lo hagan sin intención alguna de dominio político y con
178. La Iglesia pertenece por derecho divino a todas las naciones. Su
el solo propósito de ponerlas en condiciones de realizar por sí mismas
universalidad está probada en realidad por el hecho de su presencia ac-
su propia elevación económica y social.
tual en todo el mundo y por su voluntad a acoger a todos los pueblos.
174. Si se procede de esta manera, se contribuirá no poco a formar una
179. Ahora bien, la Iglesia, al ganar a los pueblos para Cristo, contri-
especie de comunidad de todos los pueblos, dentro de la cual cada Es-
buye necesariamente a su bienestar temporal, así en el orden econó-
tado, consciente de sus deberes y de sus derechos, colaborará, en plano
mico como en el campo de las relaciones sociales. La historia de los
de igualdad, en pro de la prosperidad de todos los demás países.
tiempos pasados y de nuestra propia época demuestran con plenitud
esta eficacia. Todos los que profesan en público el cristianismo aceptan
ciertas. 193. En esta materia hacemos una grave declaración: la vida humana
se comunica y propaga por medio de la familia, la cual se funda en el
189. Añádese a esto que Dios, en su bondad y sabiduría, ha otorgado
matrimonio uno e indisoluble, que para los cristianos ha sido elevado
a la naturaleza una capacidad casi inagotable de producción y ha enri-
a la dignidad de sacramento. Y como la vida humana se propaga a
quecido al hombre con una inteligencia tan penetrante que le permite
otros hombres de una manera consciente y responsable, se sigue de
utilizar los instrumentos idóneos para poner todos los recursos naturales
aquí que esta propagación debe verificarse de acuerdo con las leyes
al servicio de las necesidades y del provecho de su vida. Por consiguien-
sacrosantas, inmutables e inviolables de Dios, las cuales han de ser
te, la solución clara de este problema no ha de buscarse fuera del orden
concocidas y respetadas por todos. Nadie, pues, puede lícitamente
moral establecido por Dios, violando la procreación de la propia vida
usar en esta materia los medidos o procedimientos que es lícito em-
humana, sino que, por el contrario, debe procurar el hombre, con toda
plear en la genética de las plantas o de los animales.
clase de procedimientos técnicos y científicos, el conocimiento profundo
y el dominio creciente de las energías de la naturaleza. Los progresos 194. La vida del hombre, en efecto, ha de considerarse por todos como
hasta ahora realizados por la ciencia y por la técnica abren en este cam- algo sagrado, ya que desde su mismo origen exige la acción creadora
po una esperanza casi ilimitada para el porvenir. de DIos. Por tanto, quien se aparta de lo establecido por El, no sólo
ofende a la majestad divina y se degrada a sí mismo y a la humanidad
190. No se nos oculta que en algunas regiones, y también en los paí-
entera, sino que, además, debilita las energías íntimas de su propio país.
ses de escasos recursos, además de estos problemas se plantean a
menudo otras dificultades, debidas a que su organización económica Educación del sentido de la responsabilidad
y social está montada de tal forma, que no pueden disponer de los 195. Por estos motivos es de suma importancia que no sólo se eduque
medios precisos de subsistencia para hacer frente al crecimiento de- a las nuevas generaciones con una formación cultural y religiosa cada
mográfico anual, ya que los pueblos no manifiestan en sus relaciones día más perfecta —lo cual constituye un derecho y un deber de los
mutuas la concordia indispensable. padres—, sino que, además, es necesario que se les inculque un pro-
191. Aun concediendo que estos hechos sean reales, declaramos, sin fundo sentido de responsabilidad en todas las manifestaciones d ela
embargo, con absoluta claridad, que estos problemas deben plantear- vida y, por tanto, también en orden a la constitución de la familia y a
se y resolverse de modo que no recurra el hombre a métodos y pro- la procreación y educación de los hijos.
cedimientos contrarios a su propia dignidad, como son los que enseñan Estos, en efecto, deben recibir de sus padres una confianza perma-
sin pudor quienes profesan una concepción totalmente materialista nente en la divina providencia y, además, un espíritu firme y dispues-
del hombre y de la vida.
Al servicio de la vida 202. Sucede por esto que los Estados aislados, aun cuando descuellen
196. Ahora bien, como se recuerda en el Génesis, el Creador dio a la por su cultura y civilización, el número e inteligencia de sus ciudada-
primera pareja humana dos mandamientos, que se complementan nos, el progreso de sus sistemas económicos, la abundancia de recur-
mutuamente: el primero, propagar la vida, «creced y multiplicaos» sos y la extensión territorial, no pueden, sin embargo, separados de
(Gén 1,28); el segundo, dominar la naturaleza: «Llenad ala tierra y los demás resolver por si mismos de manera adecuada sus problemas
enseñoreaos de ella» (Ibíd.). fundamentales. Por consiguiente, las naciones, al hallarse necesitadas,
de unas de ayudas complementarias y las otras de ulteriores perfec-
197. El segundo de estos preceptos no se dio para destruir los bienes na- cionamientos, sólo podrán atender a su propia utilidad mirando simul-
turales, sino para satisfacer con ellos las necesidades de la vida humana. táneamente al provecho de los demás. Por lo cual es de todo punto
198. Con gran tristeza, por tanto, de nuestro espíritu observamos en preciso que los Estados se entiendan bien y se presten ayuda mutua.
la actualidad una contradicción entre dos hechos: de una parte las es- Desconfianza recíproca
trecheces económicas se presentan a los ojos de todos en tal cerrazón,
203. Aunque en el ánimo de todos los hombres y de todos los pueblos
que parece como si la vida humana estuviese a punto de fenecer bajo
va ganando cada día más terreno el convencimiento de esta doble
la miseria y el hambre; de otra parte, los últimos descubrimientos de
necesidad, con todo, los hombres, y principalmente los que en la vida
las ciencias, los avances de la técnica y los crecientes recursos econó-
pública descuellan por su mayor autoridad, parecen en general inca-
micos se convierten en instrumentos con los que se expone a la hu-
paces de realizar esa inteligencia y esa ayuda mutua tan deseadas por
manidad a extrema ruina y horrible matanza.
los pueblos. La razón de esta incapacidad no proviene de que los pue-
199. Dios, en su providencia, ha otorgado al género humano suficien- blos carezcan de instrumentos científicos, técnicos o económicos, sino
tes recursos para afrontar de forma digna las cargas inherentes a la de que más bien desconfían unos de otros. En realidad, los hombres,
procreación de los hijos. Mas esto puede resultar de solución difícil o y también los Estados, se temen recíprocamente. Cada uno teme, en
totalmente imposible si los hombres, desviándose del recto camino y efecto, que el otro abrigue propósitos de dominación y aceche el mo-
con perversas intenciones, utilizan tales recursos contra la razón hu- mento oportuno de conseguirlos. Por eso los países hacen todos los
mana o contra la naturaleza social de estos últimos y, por consiguien- preparativos indispensables para defender sus ciudades y territorio,
te, contra los planes del mismo Dios. esto es, se rearman con el objeto de disuadir, así lo declaran, a cual-
quier otro Estado de toda agresión efectiva.
Colaboración en el plano mundial
Dimensión mundial de los problemas humanos 204. De aquí procede claramente el hecho de que los pueblos utilicen
más importantes en gran escala las energías humanas y los recursos naturales en detri-
mento más bien que en beneficio de la humanidad y de que, además,
Falta el reconocimiento común 209. Sin embargo, no faltan hoy quienes afirmen que, gracias al ex-
de un orden moral objetivo traordinario florecimiento de la ciencia y de la técnica, pueden los
205. La causa de esta situación parece provenir de que los hom- hombres, prescindiendo de Dios y solamente con sus propias fuerzas,
bres, y principalmente las supremas autoridades de los Estados, alcanzar la cima suprema de la civilización humana.
tienen en su actuación concepciones de vida totalmente distintas. La realidad es, sin embargo, que ese mismo progreso científico y téc-
Hay, en efecto, quienes osan negar la existencia de una ley moral nico plantea con frecuencia a la humanidad problemas de dimensiones
objetiva, absolutamente necesaria y universal y, por último, igual mundiales que solamente pueden resolverse si los hombres reconocen
para todos. Por esto, al no reconocer los hombres una única ley de la debida autoridad de Dios, autor y rector del género humano y de
justicia con valor universal, no pueden llegar en nada a un acuerdo toda la naturaleza.
pleno y seguro.
210. La verdad de esta afirmación se prueba por el propio progreso
206. Porque, aunque el término justicia y la expresión exigencias de la científico, que está abriendo horizontes casi ilimitados y haciendo sur-
justicia anden en boca de todos, sin embargo, estas palabras nos tie- gir en la inteligencia de muchos la convicción de que las ciencias ma-
nen en todos la misma significación; más aún, con muchísima frecuen- temáticas no pueden penetrar en la entraña de la materia y de sus
cia, la tienen contraria. Por tanto, cuando esos hombres de Estado transformaciones ni explicarlas con palabras adecuadas, sino todo lo
hacen un llamamiento a la justicia o a las exigencias de la justicia, no más analizarlas por medio de hipótesis.
solamente discrepan sobre el significado de tales palabras, sino que
además les sirven a menudo de motivo para graves altercados; de todo Los hombres de hoy, que ven aterrados con sus propios ojos cómo las
lo cual se sigue que arraigue en ellos la convicción de que, para con- gigantescas energías de que disponen la técnica y la industria pueden
seguir los propios derechos e intereses, no queda ya otro camino que emplearse tanto para provecho de los pueblos como para su propia
recurrir a la violencia, semilla siempre de gravísimos males. destrucción, deben comprender que el espíritu y la moral han de ser
antepuestos a todo si se quiere que el progreso científico y técnico no
El Dios verdadero, único fundamento sirva para la aniquilación del género humano sino para coadyuvar a la
del orden moral estable obra de la civilización.
207. Para que la confianza recíproca entre los supremos gobernantes
Síntomas esperanzadores
de las naciones subsista y se afiance más en ellos, es imprescindible
que ante todo reconozcan y mantengan unos y otros las leyes de la 211. Entretanto, en las naciones más ricas, los hombres, insatisfechos
verdad y de la justicia. cada vez más por la posesión de los bienes materiales, abandonan la
utopía de un paraíso perdurable aquí en la tierra. Al mismo tiempo, la
208. Ahora bien, la base única de los preceptos morales es Dios. Si se humanidad entera no solamente está adquiriendo una conciencia cada
niega la idea de Dios, esos preceptos necesariamente se desintegran día más clara de los derechos inviolables y universales de la persona
por completo. El hombre, en efecto, no consta sólo de cuerpo, sino humana, sino que además se esfuerza con toda clase de recursos por
también de alma, dotada de inteligencia y libertad. El alma exige, por establecer entre los hombres relaciones mutuas más justas y adecua-
tanto, de un modo absoluto, en virtud de su propia naturaleza, una das a su propia dignidad. De aquí se deriva el hecho de que actual-
ley moral basada en la religión, la cual posee capacidad muy superior
231. Juzgamos, sin embargo, insuficiente esta educación del cristiano 236. Ahora bien, los principios generales de una doctrina social se llevan
si al esfuerzo del maestro no se añade la colaboración del discípulo y a la práctica comúnmente mediante tres fases: primera, examen com-
si a la enseñanza no se une la práctica a título de experimento. pleto del verdadero estado de la situación; segunda, valoración exacta
de esta situación a la luz de los principios, y tercera, determinación de
232. Así como proverbialmente suele decirse que, para disfrutar ho-
lo posible o de lo obligatorio para aplicar los principios de acuerdo con
nestamente de la libertad, hay que saberla usar con rectitud, del mis-
las circunstancias de tiempo y lugar. Son tres fases de un mismo proce-
mo modo nadie aprende a actuar de acuerdo con la doctrina católica
so que suelen expresarse con estos tres verbos: ver, juzgar y obrar.
en materia económica y social si no es actuando realmente en este
campo y de acuerdo con la misma doctrina. 237. De aquí se sigue la suma conveniencia de que los jóvenes no sólo
reflexionen sobre este orden de actividades, sino que, además, en lo
233. Por este motivo, en la difusión de esta educación práctica del
posible, lo practiquen en la realidad. Así evitarán creer que los cono-
cristiano hay que atribuir una gran parte a las asociaciones consagra-
cimientos aprendidos deben ser objeto exclusivo de contemplación,
das al apostolado seglar, especialmente a las que se proponen como
sin desarrollo simultáneo en la práctica.
objetivo la restauración de la moral cristiana como tarea fundamen-
tal del momento presente, ya que sus miembros pueden servirse de 238. Puede, sin embargo, ocurrir a veces que, cuando se trata de apli-
sus experiencias diarias para educarse mejor primero a sí mismos, y car los principios, surjan divergencias aun entre católicos de sincera
después a los jóvenes, en el cumplimiento de estos deberes. intención. Cuando esto suceda, procuren todos observar y testimoniar
la mutua estima y el respeto recíproco, y al mismo tiempo examinen
234. No es ajeno a este propósito recordar aquí a todos, tanto a los
los puntos de coincidencia a que pueden llegar todos, a fin de realizar
poderosos como a los humildes, que es absolutamente inseparable del
oportunamente lo que las necesidades pidan. Deben tener, además,
sentido que la sabiduría cristiana tiene de la vida la voluntad de vivir
sumo cuidado en no derrochar sus energías en discusiones intermina-
sobriamente y de soportar, con la gracia de Dios, el sacrificio.
bles, y, so pretexto de lo mejor, no se descuiden de realizar el bien que
235. Mas, por desgracia, hoy se ha apoderado de muchos un afán les es posible y, por tanto, obligatorio.
inmoderado de placeres. No son pocos, en efecto, los hombres para
239. Pero los católicos, en el ejercicio de sus actividades económicas
quienes el supremo objeto de la vida en anhelar los deleites y saciar la
o sociales, entablen a veces relaciones con hombres que tienen de la
sed de sus pasiones, con grave daño indudablemente del espíritu y
vida una concepción distinta. En tales ocasiones, procuren los católicos
también del cuerpo. Ahora bien, quien considere esta cuestión, aun
derechos de los demás y pueden llegar a veces incluso a desacreditar de la jerarquía de los valores
la misma doctrina, como si fuese en verdad la mejor, pero sin fuerza 245. Por este motivo, nuestra preocupación de Pastor universal de to-
eficazmente orientadora para la vida práctica. das las almas nos obliga a exhortar insistentemente a nuestros hijos
para que en el ejercicio de sus actividades y en el logro de sus fines no
Un grave peligro: el olvido del hombre
permitan que se paralice en ellos el sentido de la responsabilidad u
242. Como ya hemos recordado, los hombres de nuestra época han olviden el orden de los bienes supremos.
profundizado y extendido la investigación de las leyes de la naturaleza;
64 Hermann Göring (1893-1945) fue el segundo hombre más importante del Tercer Reich.
Nombrado por Adolfo Hitler como Reichmarshall de la Luftwaffe desde 1935, se destacó por su
alto sentido sibarita y su debilidad por las Bellas Artes y los lujos en general. Aunque fue piloto
condecorado de la Primera Guerra Mundial, su papel frente a la Luftwaffe fue un total fracaso. Rudolf Hess (1894-1987) fue la mano derecha de Adolf Hitler, desde los inicios formativos
Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial y capturado por los Aliados, se convertiría en el del Partido Nazi hasta que decidió abandonar el Tercer Reich en busca de un arreglo de paz
preso más célebre e importante. Fue juzgado en los primeros Juicios de Nüremberg en 1945, con Gran Bretaña en 1941. Se le consideró siempre uno de los nazis más fanáticos y al mismo
hallado culpable y sentenciado a muerte, sin embargo, se suicidaría antes de poder cumplirse tiempo su “cara amable”. Al final de la Segunda Guerra Mundial sería juzgado por los tribunales
el mandato del Tribunal. especiales de Nüremberg junto al mismo Göring. La condena fue cadena perpetua.
Ciudad abierta,
ciudad de hombres libres
Destino: la Luna
El sueño de todos
69 Isaías 40:4-5
Patrimonio cultural,
herencia humana
arquitectónica aislada así como el conjunto urbano o rural que dá tes- Artículo 9º - La restauración es una operación que debe tener un ca-
timonio de una civilización particular, de una evolución significativa, o rácter excepcional. Tiene como fin conservar y revelar los valores esté-
de un acontecimiento histórico. Se refiere no sólo a las grandes crea- ticos e históricos del monumento y se fundamenta en el respeto a la
ciones sino también a las obras modestas que han adquirido con el esencia antigua y a los documentos auténticos. Su límite está allí don-
tiempo una significación cultural. de comienza la hipótesis: en el plano de las reconstituciones basadas
en conjeturas, todo trabajo de complemento reconocido como indis-
Artículo 2º - La conservación y restauración de monumentos consti-
pensable por razones estéticas o técnicas aflora de la composición
tuye una disciplina que abarca todas las ciencias y todas las técnicas
arquitectónica y llevará la marca de nuestro tiempo. La restauración
que puedan contribuir al estudio y la salvaguarda del patrimonio
estará siempre precedida y acompañada de un estudio arqueológico
monumental.
e histórico del monumento.
Artículo 3º - La conservación y restauración de monumentos tiende a
Artículo 10º - Cuando las técnicas tradicionales se muestran inadecua-
salvaguardar tanto la obra de arte como el testimonio histórico.
das, la consolidación de un monumento puede ser asegurada valién-
CONSERVACIÓN dose de todas las técnicas modernas de conservación y de construcción
Artículo 4º - La conservación de monumentos implica primeramente cuya eficacia haya sido demostrada con bases científicas y garantizada
la constancia en su mantenimiento. por la experiencia.
Artículo 5º - La conservación de monumentos siempre resulta favore- Artículo 11º - Las valiosas aportaciones de todas las épocas en la edi-
cida por su dedicación a una función útil a la sociedad; tal dedicación ficación de un monumento deben ser respetadas, puesto que la unidad
es por supuesto deseable pero no puede alterar la ordenación o de- de estilo no es un fin a conseguir en una obra de restauración. Cuan-
coración de los edificios. Dentro de estos límites es donde se debe do un edificio presenta varios estilos superpuestos, la desaparición de
concebir y autorizar los acondicionamientos exigidos por la evolución un estadio subyacente no se justifica más que excepcionalmente y bajo
de los usos y costumbres. la condición de que los elementos eliminados no tengan apenas inte-
rés, que el conjunto puesto al descubierto constituya un testimonio de
Artículo 6º - La conservación de un monumento implica la de un mar-
alto valor histórico, arqueológico o estético, y que su estado de con-
co a su escala. Cuando el marco tradicional subsiste, éste será conser-
servación se juzgue suficiente. El juicio sobre el valor de los elementos
vado, y toda construcción nueva, toda destrucción y cualquier arreglo
Sonidos
en la postmodernidad
70 del siglo pasado en torno a la llamada 78 Entrevista a Paul Simon y Art Garfunkel realizada por Scott Simon para NPR-Music (12 de
Junio de 2004, disponible en línea en: www.npr.org)
L’imagination au pouvoir80
80 “La imaginación al poder”, una de las frases memorables que distinguieron la protesta
estudiantil francesa de Mayo de 1968.
86 Grupo musical oriundo de Liverpool (Gran Bretaña) conformado en 1960 e integrado por (guitarra solista, 1943-2001) y Ringo Starr (batería, 1940). En 1970, la banda se separaría
John Lennon (guitarra rítmica, 1940-1980), Paul McCartney (bajo, 1942), George Harrison oficialmente.
Revolution, 1968
John Lennon / Paul McCartney
Imagino
La voz de un ‘hibakusha’
96 También optó Mandela por profundizar su propia educación y se inscribió en un curso por 97 De Klerk sería el Primer Vicepresidente del gobierno de Nelson Mandela a partir de las
correspondencia en la Universidad de Londres, licenciándose en Leyes. elecciones de 1994.