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Capitalismo transnacional
y capitalismo nacional
en el Perú:
un ensayo retrospectivo

Fernando González Vigil

Durante la Conquista y el Virreinato, el Perú ses criollas y gobiernos más independientes


fue "centro regional" del sistema español de de la metrópoli. Además, la competencia in-
acumulación y dominación política. En su te- ter-colonialista (España vs. Inglaterra, Fran-
rritorio se desarrollaron los principales "nú- cia y Holanda) y el creciente poder comer-
cleos" de acumulación (producción y circula- cial y manufacturero de Inglaterra, especial-
ción) de la región latinoamericana, que posi- mente, minaron el control regional hacia es-
bilitaron el surgimiento de bolsones regiona- tas zonas periféricas y los circuitos de pro-
les y locales de acumulación; pero la activi- ducción y comercio controlados por el Virrei-
dad económica y política de estos núcleos es- nato de Lima, el cual —sin embargo— mantu-
taba fuertemente ligada a la metrópoli espa- vo una mayor relación con la metrópoli.
ñola, lo que otorgaba un carácter eminente- Por otro lado, el Perú había hereda-
mente subordinado a estos procesos de acu- do su carácter de "centro regional" del pe-
mulación regionales y locales, impedía el sur- ríodo pre-hispánico, en el que las sociedades
gimiento de espacios económicos suficiente- contaban con relaciones sociales muy desarro-
mente autónomos y prefiguraba así el carác- lladas y estables y con una gran tradición
ter eminentemente comercial y financiero de de organización estatal vertical. El Perú era,
esos capitales locales, así como la histórica por lo tanto, un campo relativamente poco
relevancia del poder del gobierno central en propicio para el surgimiento de productores
Lima. independientes que compitiesen bajo la hege-
En cambio, las zonas más periféricas monía del intercambio (en comparación con
del sistema colonial español (como Chile), por las regiones entonces menos desarrolladas de
su ubicación menos importante, tuvieron me- Latinoamérica). El sistema andino (ayllu, po-
j®res oportunidades históricas para generar der central, reciprocidad-redistribución) es-
intereses relativamente más autónomos y cla- tablecía relaciones de poder y de propiedad
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(tierra, hombres, medios de producción) muy de la agricultura de subsistencia, y el mayor


definidas. El sistema español, para usarlo en desarrollo de ciertas actividades de consumo
su beneficio, inicio un lento proceso de "des- básico en otras zonas de Latinoamérica (es el
estructuración funcional" y logró progresi- caso del trigo en Chile y Argentina) frente a
vamente, a través del sistema hacienda-comu- las cuales el Perú se convirtió en simple im-
nidad, el control de la mano de obra, de la portador.
tierra y de los recursos naturales y produc- Este esquema no impidió, sin embar-
tivos locales. Este proceso de desestructura- go, como no lo ha hecho en nuestros días,
ción se realizó en el territorio peruano bajo que bajo ciertas condiciones internacionales
la forma de un "dualismo estructural". En la favorables (la competencia inter-colonial y
Costa existían sociedades pequeñas, dispersa- cierta descentralización económica del poder
das por los valles, con una organización eco- español en América Latina) surgieran "obra-
nómica y política menos definida y depen- jes" o manufacturas locales de bienes de con-
dientes del intercambio. Era, por lo tanto, sumo que cobraron gran impulso en el siglo
más fácil dominarlas e imponerles una econo- XVII, pero que luego decayeron cuando esas
mía más mercantil y posteriormente capita- mismas condiciones internacionales se torna-
lista. ron adversas.
Ya desde entonces se esbozaba ele- Durante la República, se afirmó el rol
mentalmente el esquema de división interna- del Perú en la división internacional del tra-
cional del trabajo que adquiriría completa vi- bajo como proveedor de bienes primarios
gencia a partir del siglo XIX. El Perú pro- (guano, plata y lanas) y como importador de
veía recursos mineros, pero de metales pre- manufacturas. La situación interna (el caos y
ciosos, cuya abundancia inicial no estimula la destrucción de la época posterior a la In-
grandes inversiones ni mejoras tecnológicas dependencia; la pérdida del poder del Go-
sustantivas y limita, por lo tanto, el desarro- bierno Central y la regionalización del poder
llo productivo local. Se trataba simplemente económico y político; los acaudalados locales
de la comercialización del mineral al interior con actividades comerciales para el interior y
del Virreinato y con el exterior. Por otro la- el exterior y con sistemas monetarios y finan-
do, la explotación brutal de la mano de obra cieros dispersos; las formas tradicionales de
y la necesidad funcional de mantener el sis- poder y explotación en los Andes con el sis-
tema hacienda-comunidad hacían que el mer- tema hacienda-comunidad); y las característi-
cado de trabajo, teóricamente abundante, es- cas propias del sistema colonial inglés (las
caseara relativamente. El control de los re- importaciones primarias para desvalorizar su
cursos naturales, la explotación del trabajo fuerza de trabajo y reducir el costo del ca-
bajo modalidades no estrictamente salariales pital fijo; la búsqueda de mercados externos
sino proletarizadas (para no quebrar el po- para colocar excedentes de mercancías y de
der del sistema hacienda-comunidad que era dinero; el lugar relativamente secundario del
la base de la desestructuración del mundo an- Perú en ese nuevo sistema internacional don-
dino y para evitar los movimientos de libera- de ya no es "centro regional" de primera lí-
ción y rebelión) y las formas mercantiles o nea en comparación con Asia, Africa y las ex-
comerciales que asumen los capitales locales colonias británicas en los Estados Unidos, por
son, pues, los soportes de la acumulación lo- ejemplo) explican por qué se agudiza el inter-
cal subordinada a la internacional que con- cambio desigual propio a esa división interna-
figuran las características políticas y económi- cional del trabajo y que el capital británico
cas del Perú así como su estructura social. tuvo que utilizar funcionalmente a los comer-
Pero el sistema colonial permitía una ciantes locales e incluso a los hacendados an-
producción local de subsistencia relativamen- dinos como eslabones intermediarios en su sis-
te satisfactoria, aunque ya se advertía el sur- tema de dominación económica y política, pe-
gimiento de ciertas actividades agrícolas (en ro sin dejar de desencadenar fuerzas de su-
la Costa, sobre todo) que fueron orientándo- bordinación y de desestructuración de las ba-
se progresivamente a la exportación, lo que ses del poder de esos grupos dominantes lo-
ocasionó el consiguiente abandono paulatino cales.
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El capital británico favoreció sobre bre reemplazaron a la plata en lo que se re-
todo la recuperación del poder central del fiere al volumen de exportación). Algunos de
Estado por parte de Lima y la progresiva uni- estos grandes capitales exportadores asumie-
ficación del sistema financiero. Sin embargo, ron también la producción para el mercado
el peso específico del Estado (durante el pri- interno junto con los nuevos capitales emi-
mer civilismo) y de la emergente burguesía nentemente manufactureros cuyos principales
predominantemente costeña, comercial y fi- inversionistas fueron originalmente inmigran-
nanciera hicieron que, a la larga, se produ- tes. Se trata, sin embargo, de una produc-
jesen conflictos entre el capital británico, el ción para el mercado interno complementaria
Estado y los capitales locales más importantes, de la de la exportación, destinada sobre to-
que llegaron a su máxima tensión con el pro- do a, alimentos y textiles, y cuya dinámica es-
blema del salitre y desembocaron en la Gue- tá subordinada a las fluctuaciones de la de-
rra con Chile. También fueron motivo de con- manda y a los precios internacionales.
flicto los intentos por fomentar el desarrollo Con el fin de satisfacer las grandes
de ciertas manufacturas locales, especialmen- necesidades de modernización y proletariza-
te de bienes de consumo, que no tenían ca- ción que requerían las actividades exportado-
bida dentro de esta nueva división interna- ras apoyadas por el capital transnacional,
cional del trabajo. atender a las demandas de las emergentes ca-
Luego de la Guerra, el capital trans- pas medias y de los empresarios manufactu-
nacional fue afirmando su poder gracias a un reros y solucionar las exigencias de las nue-
Estado y una burguesía local ahora más vin- vas capas de proletarios y trabajadores urba-
culados al sistema internacional. El agro de nos de diversa índole, el Gobierno de Leguía
exportación se dinamizó (sobre todo en los tomó una serie de medidas que iniciaron un
rubros de azúcar, algodón y lanas), y las ma- proceso histórico conducente a minar las ba-
terias primas minerales cayeron bajo un ma- ses del poder de los gamonales y de los te-
yor control extranjero. Se logró mayor vin- rratenientes tradicionales serranos: se refor-
culación entre la Costa y la Sierra, gracias a zó el poder burocrático y militar del Gobier-
una infraestructura de transporte que benefi- no Central, se trató de someter a los poderes
ció tanto al capital extranjero como a las ac- regionales y locales y se desarrolló un vasto
tividades comerciales de los capitales priva- programa de obras públicas sobre la base del
dos. Sin embargo, como parte de la alianza endeudamiento externo, paralelo al proceso
entre los sectores de la clase dominante, no de urbanización y que aceleró la integración
se atentó directamente contra el poder de física y económica entre la Costa y la Sierra.
los gamonales serranos. Los cambios en los A pesar de sus dimensiones populistas, el
cultivos costeños en favor de los exportado- programa de Leguía, que implicaba cierta mo-
res y el mantenimiento de sistemas de baja dernización capitalista, no satisfizo de ningún
productividad y subsistencia en la Sierra, crea- modo las exigencias campesinas ni las deman-
ron constantemente problemas en el suminis- das de los sectores más radicalizados (los in-
tro de alimentos. El auge exportador permi- digenistas y los anarquistas) que sólo encon-
tió, sin embargo, una expansión financiera e traron luego, en el APRA sobre todo y tam-
industrial de las manufacturas (de bienes de bién en el PC, los canales de expresión po-
consumo e incluso de ciertos bienes de capi- lítica más organizados y los programas de-
tal), lo que originó el surgimiento de nuevas seados.
capas industriales en el mercado interno y Después de la Segunda Guerra Mun-
también capas urbanas. dial, durante el período de recesión de las
Ya desde las primeras décadas del economías industrializadas y de contracción
presente siglo, el capital transnacional de del mercado internacional, se dieron las con-
origen americano afirmó su dominio sobre la diciones internacionales favorables para la
economía peruana en el control de las prin- industrialización por medio de la sustitución
cipales actividades de exportación, tanto las de importaciones en varios países latinoameri-
agrarias como las petroleras y las mineras canos. En el Perú, adquirieron gran importan-
(en las que los nuevos metales como el co- cia las etapas manufactureras de algunas in-
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dustrias fabricantes de bienes de consumo di- ternacional de este período tuvo mucho que
rigidas al mercado interior (alimentos, texti- ver con esto (la Guerra de Corea y la expan-
les, bebidas y productos farmacéuticos, en sión de las industrias metal-mecánica y elec-
particular). Estas ramas sustituían las impor- trónica en las naciones industrializadas).
taciones de bienes finales por la producción También continuó durante esta década la in-
local, pero simultáneamente aumentaban las dustrialización en las ramas de bienes de con-
importaciones de insumos y bienes intermedia- sumo que fueron progresivamente diversifi-
rios. Debido a este mecanismo, así como al in- cando y diferenciando sus líneas de produc-
cremento de la inversión directa de las em- tos para atender preferentemente a los es-
presas transnacionales en las etapas manu- tratos medios y altos de los sectores urbanos
factureras (sobre todo en alimentación y pro- en expansión. Pero el mantenimiento de es-
ductos farmacéuticos, y un poco menos en be- tructuras socio-económicas atrasadas en el
bidas y textiles), estas ramas intensificaron mundo rural, la preferencia por las explota-
sus vínculos con el sistema internacional a ciones agrícolas y ganaderas orientadas a la
pesar de su orientación hacia el mercado in- exportación o insumidoras de una agroindus-
terior. Más aún, algunas de estas ramas (ali- tria local (controlada por transnacionales y
mentos y textiles, en especial) tenían entre por algunos oligopolios nacionales) orienta-
sus dedicaciones más importantes las transfor- da al mercado interior urbano, y la fuerte
maciones manufactureras locales de materias tendencia de esa agroindustria a importar in-
primas de origen agropecuario que también sumos de acuerdo con la lógica de la ganan-
servían a las actividades exportadoras. Se cia internacional acrecentaron la insuficiencia
trataban, por lo tanto, de extensiones loca- de la oferta local para satisfacer las necesi-
les del sector exportador, y su dinámica de- dades básicas de la población, especialmente
pendía tanto del mercado interior como del en el campo alimentario.
mercado exterior. Ahora bien, a partir de la década de
Al terminar el conflicto bélico mun- los años cincuenta se intensificó la interna-
dial, se reinició un proceso internacional de cionalización del capital y de la producción
expansión del comercio y de la producción en todo el mundo. Ello trajo como conse-
que modificó las condiciones internacionales cuencia la aceleración del proceso de deslo-
de los países en desarrollo. En el Perú, hubo calización industrial hacia las zonas periféri-
un breve pero importante período (1945-48), cas, incluso de varias ramas fabricantes de
en el cual, los sectores democráticos y refor- bienes intermedios y de bienes de consumo
mistas encabezados por el APRA intentaron duradero y de capital. Se dieron por enton-
poner en práctica un esquema que transfor- ces las condiciones internacionales para que
mase radicalmente las condiciones producti- países como el Perú pusieran en marcha es-
vas del agro y de las actividades explotado- trategias de industrialización por medio de la
ras de recursos naturales, y que, al mismo sustitución de importaciones, cuya principal
tiempo, apoyase a las industrias destinadas al característica es que no implicaban un aban-
mercado interior. Este intento fracasó políti- dono de la estrategia primario-exportadora,
camente y fue sustituido por un régimen con- sino que se hallaban —en el caso peruano al
servador de inspiración libre-cambista en lo menos— estrechamente vinculadas y subordi-
económico, que dio completa libertad al ca- nadas a la dinámica del sector exportador
pital extranjero norteamericano para explo- tradicional. En el Perú, el régimen civil de
tar los recursos mineros y petroleros y con- 1956, el militar de 1961 y el civil de 1961
solidó, de este modo, la supremacía del capi- llevaron a cabo una política industrial de apo-
tal transnacional sobre el sector exportador yo a la sustitución de importaciones de bie-
de bienes primarios. A ello se debió que, du- nes intermedios que sentó las bases para el
rante la década de los años cincuenta, los crecimiento de nuevas ramas de bienes de con-
productos mineros aumentaran su importancia sumo duradero y de capital. Estas ramas, so-
dentro del total de las exportaciones perua- bre todo las de bienes intermedios, se con-
nas, en detrimento de los productos de ori- virtieron en los motores de la expansión del
gen agrario. Por cierto que la situación in- sector manufacturero, el cual, a fines de los
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años sesenta, era ya el sector económico de ron fundamentalmente dirigidos a los estra-
mayor peso dentro del PBI global, y tenía co- tos de consumidores solventes urbanos y re-
mo principales actividades la producción de forzaron así la regresividad de la distribu-
bienes intermedios y de bienes de consumo ción global del ingreso nacional. El capital
duradero y de capital. Durante la década de transnacional era entonces un vehículo clave
los años setenta, el sector manufacturero para la industrialización peruana en bienes
mantuvo, en sus rasgos esenciales, esta diná- intermedios y en bienes de consumo durade-
mica. ro y de capital y, de este modo, incluía a
Es imposible soslayar la importancia la economía peruana en su ámbito de control
del rol fundamental desempeñado por las nue- y la vinculaba aún más a la economía inter-
vas condiciones del sistema internacional en nacional.
la definición del carácter y la orientación del Además, junto con el incremento pro-
proceso de industrialización peruano durante gresivo de las exportaciones mineras y pe-
las tres décadas que van de 1950 a 1980. Su troleras, se afirmaba la hegemonía del capi-
influencia no se limita a las fluctuaciones del tal transnacional minero (y también petrole-
mercado internacional de nuestros principales ro, pero en menor medida) dentro de la bur-
productos de exportación. Síntoma de la cre- guesía exportadora. A esto se sumaban los
ciente internacionalización económica es el he- grandes capitales nacionales acumulados gra-
cho de que varias empresas de capital trans- cias al "boom" pesquero que se inició a fines
nacional que empezaron teniendo como única de los años cincuenta, y algunos de los cua-
o principal actividad la exportación de bie- les incursionaron en ciertas fabricaciones de
nes primarios desarrollasen entonces progra- bienes intermedios y de bienes de capital
mas de diversificación e integración vertical (embarcaciones pesqueras en especial), pe-
en el interior del aparato productivo perua- ro también en actividades financieras, inmo-
no, iniciando así la aparición de varias ra- biliarias y de medios de comunicación.
mas de bienes intermedios y de bienes de El nuevo poderío de estos sectores
consumo duradero y de capital (la Cerro y capitalistas, que controlaban los rubros más
la Grace son los ejemplos clásicos). dinámicos del sector exportador y que se vol-
Esta extensión del campo de acción caron con gran ímpetu hacia las actividades
del capital transnacional (de origen norte- secundarias y terciarias, significó una pérdi-
americano fundamentalmente) ilustra mejor da relativa de poder (en el campo económi-
que nada la profunda relación existente en- co, por cierto) para la fracción burguesa
tre las estrategias primario-exportadoras y las agro-exportadora, la que, no obstante, se man-
de sustitución de importaciones. También per- tuvo como cabeza gremial y política del sec-
mite comprender por qué la sustitución de im- tor exportador gracias a la SNA. Además, a
portaciones, al mismo tiempo que produjo la partir de 1963 los capitales algodoneros su-
ampliación de los vínculos interindustriales frieron serios reveses, debido a las condicio-
en el interior del aparato productivo perua- nes adversas en el mercado internacional del
no y un aumento en el empleo de los insu- algodón, de modo que esta fracción particu-
mes locales, acarreó también una creciente larmente conservadora de la burguesía agro-
necesidad de importar insumos y tecnologías exportadora fue progresivamente debilitán-
foráneos y la consiguiente profundización de dose.
la articulación productivo-tecnológico-finan- Un hecho importante que debe des-
ciera de la industria peruana con el sistema tacarse con respecto a estos desplazamientos
industrial internacional. del poder económico en el seno de la bur-
En la década de los años sesenta y guesía exportadora es que los nuevos grupos
con el mismo resultado, nuevas subsidiarias minero, petrolero y pesquero, a diferencia de
de empresas transnacionales (en este caso los grupos agro-exportadores tradicionales,
también de origen japonés y europeo) inicia- estaban menos comprometidos con el viejo po-
ron sus operaciones destinadas a sustituir im- der terrateniente y gamonal, en especial el
portaciones en ramas de bienes de consumo de la Sierra, y estaban, en cambio, más inte-
duradero y de capital. Estos bienes estuvie- resados en la industrialización del aparato
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productivo para satisfacer el mercado inte- a los dos puntos arriba mencionados: la re-
rior. Debemos mencionar además el aumento forma agraria y el tratamiento del capital ex-
del poder de los industriales manufactureros tranjero. Varias de las razones de ese fraca-
y financistas como resultado de la industria- so están vinculadas directamente con las con-
lización de varias ramas de bienes de consu- tradicciones inherentes al proceso de indus-
mo y, también, de algunas de bienes interme- trialización y a las pugnas de la clase domi-
dios. nante, cosas que no pueden ser entendidas
No debemos olvidar que las empresas fuera del proceso histórico de integración de
y los grupos transnacionales y nacionales más la economía peruana en el sistema capitalis-
dinámicos de todas estas actividades eran por- ta internacional.
tadores de la estrecha vinculación existente En primer término, como la industria-
entre el sector exportador primario y la ex- lización manufacturera para el mercado inter-
pansión de la industria manufacturera para no ocupó el rol central que antes habían de-
el mercado interior. Pero lo cierto es que la sempeñado en la acumulación las actividades
continuación del proceso de industrialización de exportación de bienes primarios y mate-
requería una modernización del conjunto de rias primas, los principales grupos de poder
la economía y, muy especialmente, de la re- económico asumieron ambas actividades, de
organización del sector agrario que permane- modo que se hizo muy difícil percibir una cla-
cía bajo regímenes de propiedad y tenencia ra diferenciación de los intereses económicos
de los recursos productivos y con niveles de del mercado exterior frente a los del merca-
productividad que correspondían a formas so- do interior y, en los casos en que esta dife-
ciales atrasadas, con las cuales estaban me- rencia se manifestaba, se trataba simplemente
nos comprometidos los nuevos grupos expor- de un conflicto de orden secundario entre
tadores y manufactureros. De esta manera, capitales que dependían del mercado interior
estaban dadas las condiciones objetivas que en diversos grados, pero que estaban todos
hacían posible el surgimiento del proyecto re- subordinados a la lógica global de acumula-
formista de Acción Popular. ción impuesta por el capital extranjero y por
Otra consecuencia de los cambios en los grandes capitales nacionales asociados al
la estructura productiva del país es que an- capital transnacional.
te el creciente y férreo control transnacio- Esto implica, por un lado, que el im-
nal sobre la economía, vastos sectores popu- pulso industrializante y modernizador tenía
lares se movilizaron en una campaña anti-im- que situarse dentro de los límites permitidos
perialista encabezada esta vez por los nuevos por esa lógica de acumulación de conjunto y,
grupos progresistas e izquierdistas y ya no por otro, que, ante la ausencia de conflictos
por el APRA que asumió una actitud relativa- antagónicos de primer orden en el plano eco-
mente moderada. Lo curioso es que, en esa nómico, las innegables diferencias existentes
campaña, participaron, aunque con otros fi- entre los principales sectores de la clase do-
nes y objetivos y con gran cautela, algunos minante peruana tendían a ser abordadas
representantes de los intereses financieros, dentro de una manera conciliadora, buscando
importadores y manufactureros nacionales arreglos que resultasen mutuamente prove-
preocupados por la cuestión de la hegemonía chosos.
política en la clase dominante, pero lo hacían Esto nos permite entender por qué
desde posiciones nacionalistas burguesas y la tradicional burguesía agro-exportadora,
se limitaban a atacar el caso más impopular: aunque debilitada, pudo ejercer todavía du-
el de la IPC. ES por ello por lo que la solu- rante la década de los años sesenta un im-
ción del problema de la IPC se incorporó al portante rol político y tuvo tiempo para reo-
programa del gobierno belaundista que se ini- rientar parte de sus intereses económicos, co-
ció en 1963. sa que efectivamente hicieron algunos de sus
Pero el gobierno de Belaúnde de- exponentes con gran visión. Los sectores
fraudó las expectativas que había despertado agro-exportadores pactaron políticamente con
su mensaje reformista y populista en los pri- el APRA en el Congreso para frenar desde
meros meses, en particular en lo que atañe ahí los intentos reformistas de la alianza AP-
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DC, y consiguieron, en efecto, modificar el diferenciales de apropiación del excedente
proyecto de la reforma agraria y boicotear bruto generado. El control sobre los recur-
su aplicación en defensa de los intereses bá- sos naturales y las materias primas abarca
sicamente azucareros y algodoneros de los tanto a los insumos disponibles localmente co-
propietarios costeños, y como protección, en mo a los comercializados en el mercado inter-
parte, a sus viejos aliados los gamonales se- nacional.
rranos. Más tarde, en los últimos años del go- Por estas razones, la necesaria reor-
bierno de Belaunde, la burguesía agro-expor- ganización del agro debía llevarse a cabo sin
tadora se unió en un gran frente político de- poner en verdadero peligro a los agentes
rechista que abarcaba a elementos conserva- más poderosos de esa vasta red de relacio-
dores de AP, de la DC y del partido de Odría, nes de dominación que se construyó históri-
y que se formó con la mira puesta en las camente en torno del control de los insumos
elecciones presidenciales que debían efec- primarios y que obtenía sus ganancias con el
tuarse en 1969. atraso y con la miseria rural. A este princi-
En segundo lugar, el poder hegemó- pio básico debían someterse todos los otros
nico del gran capital transnacional y nacio- propósitos que corrientemente se señalan al
nal se basaba en el control de los recursos hablar de reforma agraria: cambio del siste-
naturales y de las materias primas para su ma de tenencia de la tierra y del agua, au-
explotación con destino al mercado interna- mento de la productividad agropecuaria, me-
cional o para su transformación en la indus- canización, crédito, etc. Se trataba pues, de
tria manufacturera local creada en el proce- una reforma agraria adaptada a las especia-
so de la sustitución de importaciones. El con- les características del ordenamiento capitalis-
trol de los recursos naturales y de las ma- ta en el Perú y que, por más paradójico que
terias primas para la obtención de ventajas pueda parecemos, no se propuso nunca ha-
competitivas y la edificación de barreras oli- cer del sector agropecuario nacional el sus-
gopolísticas tuvo varias consecuencias. Qui- tento social y material de un desarrollo ca-
zás la más importante de ellas sea la "funcio- pitalista apoyado por la expansión del apa-
nalidad" que para la rentabilidad del gran rato productivo y del mercado interior. Es-
capital tiene la supervivencia de condiciones to es muy claro si recordamos —por ejem-
socio-económicas de atraso y miseria en el plo— que el creciente problema alimentario
mundo rural y en las áreas deprimidas urba- es el resultado histórico de la inserción de
nas, así como su necesaria articulación con la producción alimentaria peruana en el sis-
aquellos grupos nacionales que a escalas re- tema internacional. Ello trajo diversas conse-
gionales o nacional acumulan en actividades cuencias: el estancamiento de la producción
de comercio, transporte y financieras. Esto nacional de alimentos básicos, su orientación
es cierto en un grado tal que no es exagera- preferencial hacia las capas urbanas relati-
do afirmar que el carácter eminente comer- vamente más solventes y el peso cada vez
cial, financiero, especulativo y rentista de la más importante del capital transnacional y de
mayor parte de los sectores de la burguesía los insumos importados en la agroindustria
nacional es algo así como el complemento fun- peruana. Era, por lo tanto, muy difícil que
cional del atraso del agro y del control he- de los propios sectores del capital privado
gemónico ejercido por el gran capital (trans- dominante en ese entonces naciese un proce-
nacional y nacional) sobre las más modernas so de reforma agraria auténticamente radical
actividades de exportación y transformación (incluso desde una perspectiva completamen-
manufacturera de recursos primarios. te capitalista). Estas fueron las razones que
explican por qué, a pesar del debilitamiento
Por otro lado, también es fundamen- de su poder, la burguesía agro-exportadora
tal para la estructuración de mercados oligo- y los terratenientes serranos conservaron un
pólicos en beneficio de las ganancias de ese importante rol político (especialmente los
mismo gran capital la proporción de insumos agro-exportadores) y no fueron eliminados
y bienes intermedios importados, dentro de la por las más modernas capas burguesas expor-
estructura de costos, y el impacto de éstos so- tadoras, manufactureras, comerciantes o fi-
bre los precios con los consiguientes niveles
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nancieras. Sin embargo, los rasgos básicos de la estruc-


En tercer lugar, y en estrecha vin- tura y del crecimiento productivos permane-
culación con lo mencionado en los párrafos cieron en lo esencial dentro del patrón de in-
anteriores, frente a la singular estructura de dustrialización ya esbozado desde los años
la clase dominante peruana y al poder hege- sesenta, en estrecha vinculación con los cam-
mónico del capital transnacional, el Estado bios del sistema internacional.
era la única fracción del bloque dominante El gobierno de Velasco afrontó algu-
que tenía —al menos en principio— la posi- nos de los principales problemas económicos
bilidad de liderar un proyecto audaz (es de- y políticos en los que Belaúnde había fraca-
cir relativamente autónomo y soberano) de sado por las razones que hemos mencionado,
industrialización y modernización capitalista y tuvo a su favor el hecho de ser un régi-
de la sociedad peruana. En efecto, durante men de intermediación política que podía
el régimen belaundista el Estado aumentó el asumir de manera imprecisa e indirecta la re-
gasto y la inversión públicos y apoyó la sus- presentación del resto de la clase dominante.
titución de importaciones. Pero su rol básico Es decir, fue un régimen que conservó un
siguió siendo el tradicional: promover, en un considerable margen de autonomía respecto
papel subordinado, la acumulación privada y de las contradicciones de la clase dominante,
realizar obras de infraestructura física y so- y pudo, por lo tanto, no sólo arbitrar entre
cial; sólo intervino de manera muy escasa en ellas, sino también implementar una serie de
algunas actividades productivas. El Estado asu- reformas (la agraria, en particular) que ata-
mió plenamente la representación directa del caron directamente los intereses de los sec-
sector privado y, en consecuencia, estuvo tores más tradicionales como la vieja oligar-
atravesado por las contradicciones propias quía serrana y costeña y que, simultáneamen-
de la clase dominante, de modo que tuvo que te, favorecían la expansión de los sectores más
dedicarse más a conciliar y pactar que a ar- ligadas al desarrollo industrial.
bitrar y dirigir. Es por eso por lo que no
Recordemos que éstos últimos habían
pudo ser ni mínimamente coherente con su
obtenido la supremacía económica de manera
inicial postura nacionalista ante la IPC, ya
indiscutible desde los años cincuenta gracias
que enfrentarse de manera radical a esa em-
tanto a las industrias extractivas de expor-
presa hubiese significado implícitamente cues-
tación minera y pesquera como a las indus-
tionar el completo dominio del capital trans-
trias manufactureras para el mercado inte-
nacional sobre los recursos primarios de nues-
rior, y que simultáneamente la vieja oligar-
tra economía. Era algo así como sentar un
quía había ido perdiendo su importancia eco-
"pésimo precedente". Por supuesto, con mayor
nómica. En este sentido, las reformas que se
motivo ese Estado fue incapaz de aceptar las
hicieron a partir de 1968 respondieron a las
exigencias de las fuerzas sociales y políticas
exigencias generadas por el proceso histórico
más progresistas, lo que hubiese significado
previo, pero lo verdaderamente importante es
una aplicación consecuente, aunque parcial,
que la realización de estas reformas fue posi-
de sus iniciales postulados de corte populis-
ble, en buena parte, por la existencia de un
ta y reformista (recuérdese la suerte que co-
régimen que por su naturaleza y orientación
rrió Cooperación Popular, así como las reac-
era a la vez un elemento endógeno y exóge-
ciones oficiales ante los movimientos campesi-
no para la clase dominante de ese entonces.
nos y las guerrillas).
Gracias a ello este régimen pudo ver más allá
Durante el régimen de Velasco Alva- de las contradicciones inmediatas, tomar sus
rado, que se inició en 1968, se dieron varias decisiones de manera personal, asumir plena-
condiciones objetivas y subjetivas que hicie- mente los resultados políticos y económicos de
ron posible que el Estado iniciara un vasto sus primeras medidas y dirigir así el curso
programa de reformas estructurales de avan- de la historia por un rumbo quizás distinto
zada y asumiera el papel de catalizador de del inicialmente deseado, pero que ha signifi-
las tendencias contradictorias de la clase do- cado importantes cambios en la estructura de
minante interviniendo en favor de los secto- la clase dominante y en la sociedad peruana
res más modernos, dinámicos y desarrollados. como conjunto.
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Además, con la personalidad de Ve- sus límites e intentase asumir el control mayo-
lasco y con los institutos armados en la ci- ritario de la apropiación y asignación de re-
ma del gobierno, el Estado tenía ahora la su- cursos. Cuando a mediados de la década del
ficiente fortaleza y autoridad para convertir- setenta los sectores privados de la clase do-
se en un agente efectivo decidido a conducir minante llegaron a la conclusión de que el
el proceso de desarrollo, imponiendo desde Estado estaba sobrepasando esos límites, reac-
arriba una política decidida a los sectores de cionaron entonces unitariamente para dete-
la clase dominante. Fue así que el Estado in- ner y posteriormente reorganizar al Estado.
crementó notablemente su participación en el Debemos también tener en cuenta
gasto y la inversión total de la economía, in- que esa misma autoridad y fortaleza tan liga-
terviniendo agresivamente en el campo eco- da a la presencia militar en el gobierno le
nómico mediante una compleja red de contro- confería al Estado una singular capacidad de
les y regulaciones de muy diversa índole, y control y manejo de las posibles repercusio-
asumiendo el control empresarial directo de nes sociales y políticas ocasionadas por las
varias actividades productivas cuya explota- reformas estructurales implementadas. Esa ca-
ción anteriormente había estado exclusivamen- pacidad fue, sin lugar a dudas, sobrestima-
te en manos del capital privado. da, pues la envergadura de los cambios ini-
Asimismo, se otorgó mayor importan- ciados trajo como consecuencia una secuela
cia a la planificación de la economía, aunque de legítimas expectativas y así el movimiento
es cierto que ésta tuvo un carácter más bien popular fue adquiriendo pronto dimensiones
formal y se mantuvo ajena a la producción insospechadas. Se intentaron soluciones tec-
básica, incluso la del sector público. nocráticas para "administrar los desequili-
No todos los miembros de la clase do- brios" (económicos, políticos y sociales), pe-
minante privada reaccionaron de la misma ma- ro en los hechos se prefirieron las vías apa-
nera ante la nueva actitud expansiva del Es- rentemente más expeditivas de manipulación
tado. Los grupos más lúcidos, que percibieron y contención del ascenso popular.
rápidamente que el apoyo estatal al desarro- Todos estos factores permitieron que
llo industrial local favorecía a sus futuros in- entre 1968-75 se intentase aplicar el progra-
tereses económicos, optaron por el diálogo y ma más ambicioso de nuestra historia contem-
la concertación y trataron hábilmente al Esta- poránea para ampliar el mercado interior y
do como un socio público que en lo sustanti- acelerar el desarrollo industrial de la econo-
vo formaba parte del conjunto de la clase mía peruana y, en tal sentido, ese período
dominante. Otros, la mayoría por cierto, se fue la continuación del proceso de industria-
opusieron abiertamente al expansionismo es- lización capitalista en el Perú y de su inser-
tatal, aunque en la práctica supieron benefi- ción en el sistema internacional, a partir so-
ciarse de los múltiples incentivos y proteccio- bre todo de la década del cincuenta. Pero,
nes a sus negocios. al mismo tiempo, este período significó una
Pero más allá de estas diferencias, la ruptura con el pasado inmediato, no sólo por
clase dominante en conjunto reaccionó de una la naturaleza y magnitud de la participación
manera que correspondía frente al Estado a estatal en la economía, sino también por los
la clásica contradicción capitalista. Por un la- cambios que ocasionó en el bloque dominante
do, esta clase necesitaba del Estado que éste y en la estructura general de las clases y
se hiciese cargo de ciertas transformaciones grupos sociales, además de otras razones que
socio-económicas, que la protegiera y apoyase explicamos a continuación.
sus negocios mediante variados incentivos, Este régimen militar no fue similar a
prohibiciones y subsidios, que la proveyese los otros de la época republicana. Entre sus
de mano de obra y materias primas abundan- más conspicuos jefes militares hubo un grupo
tes y baratas y que se hiciese cargo directa- formado en una mentalidad de cambio y
mente de las actividades muy onerosas o de transformaciones radicales, que contaba con
dudosa y lenta rentabilidad. Pero, al mismo la asesoría y el apoyo directo de grupos tec-
tiempo, vigilaba que con el desempeño de to- nocráticos civiles con ideologías socialistas.
das estas funciones el Estado no excediese Se trató de un régimen militar que progresi-
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vamente fue cristalizando un proyecto refor- declaraciones en la necesidad de apoyar y es-


mista radical con proyecciones revolucionarias timular a este sector. Y en 1974 el estado
y que en el terreno ideológico postuló un mo- tomó el control directo de los grandes dia-
delo de tipo socialista que, en el plano de rios de circulación nacional.
las intenciones, recusaba tanto al capitalismo Fueron estas medidas, en particu-
como al comunismo. lar las relativas a las Comunidades Labora-
Esto tuvo varias consecuencias, de les, y no tanto el intervencionismo estatal
las cuales señalaremos dos que nos parecen en sí mismo, las que crearon la sensación
las más importantes. En primer lugar, este ré- en la clase dominante de que el proyec-
gimen tuvo serias intenciones de controlar al- to de desarrollo del régimen tendía a des-
gunos ejes centrales de la acumulación eco- truir sus bases materiales e ideológicas de
nómica, lo que, en la práctica, implicó que el dominación. Es decir, lo principal fue el te-
Estado trató de arrebatar al capital hegemó- mor al ascenso del enemigo de clase: los tra-
nico (eminentemente transnacional) la pro- bajadores y, en general, el movimiento popu-
piedad de las principales fuentes de materias lar. Está claro también que la actitud del go-
primas y recursos naturales y su transforma- bierno respecto del pueblo y de los trabaja-
ción manufacturera en algunas industrias bá- dores fue bastante contradictoria, pues en
sicas locales. Aunque el desafío estatal se li- los hechos, empleó el mecanismo del Estado
mitó casi exclusivamente a la propiedad, y en para ejercer sobre ellos un control vertical
ese sentido era en parte compatible con las y evitar, de esta manera, que el proceso es-
tendencias más recientes en el sistema inter- capase de sus manos. En verdad, el conteni-
nacional (más centradas en lo tecnológico y do reformista y populista primó sobre el re-
financiero como mecanismos primordiales de volucionario. Pero éstas eran sutilezas para
control), no es menos cierto que, en una eco- el sector privado que, no sin razón, veía en
nomía como la peruana eminentemente expor- ese proceso una peligrosísima amenaza que,
tadora y/o transformadora de recursos prima- de no ser detenido a tiempo, terminaría por
rios, la mayor participación estatal en la pro- arrebatarles sin remedio, e independiente-
ducción y comercialización exterior de esos mente de la verdadera voluntad del gobier-
recursos significaba un excesivo peligro para no, su poder de clase.
el gran capital transnacional, que, como ya Podemos afirmar pues, que el proyec-
hemos dicho, basaba su hegemonía precisa- to integral del régimen de Velasco significó
mente en el dominio casi absoluto de la ex- una real amenaza a las fuentes del poder de
plotación industrial de esos recursos, prima- las fracciones hegemónicas del capital trans-
rios. nacional y del resto de la clase dominante
En segundo lugar, en lo que se refie- peruana. Fue, sin embargo, una amenaza de
re a la estructura de propiedad y de los me- alcance limitado que pudo ser rechazada bá-
canismos de dominación ideo-política, el régi- sicamente por tres razones. Primero, la clase
men tomó algunas decisiones que fueron re- dominante peruana seguía controlando innu-
cibidas por las esferas privadas como una merables bases del poder económico que ejer-
amenaza y el inicio de su cancelación histó- cían gran influencia sobre diversas instan-
rica como clase dominante. El sistema de co- cias del aparato estatal, lo que hizo varias
munidades laborales otorgaba a los trabaja- veces que el gobierno negase en los hechos
dores una creciente participación no sólo en lo que afirmaba en sus planteamientos oficia-
las utilidades, sino también en la propiedad les. Además, una buena parte de esa clase
y en la gestión de las empresas de las más dominante, en especial la industrial manufac-
importantes actividades económicas. La forma turera, fue en verdad muy beneficiada por
de propiedad social confería a los trabaja- la política industrial, que le ayudó a erigir
dores el control exclusivo de ciertas empre- barreras legales oligopolísticas y monopolísti-
sas y, aunque su grado de materialización fue cas y a crear mercados cautivos, además de
bastante insignificante en comparación con los innumerables incentivos y subsidios otor-
los otros sectores de propiedad, durante un gados al capital, de manera que pudo acumu-
tiempo, al menos, el Estado insistió en sus lar una considerable masa de excedentes sin
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hacer grandes esfuerzos por aumentar su efi- vez más vinculada a la importación de mate-
ciencia empresarial o incrementar el ritmo de rias primas e insumos alimentarios. Además,
sus reinversiones y capitalizaciones que por la reforma agraria dejó al margen a la ma-
otro lado, eran desalentadas por los mecanis- yoría de campesinos y a importantes sectores
mos como el de la Comunidad Laboral. de trabajadores agrícolas y no fue adecuada-
Como ya lo hemos demostrado en mente acompañada por otras medidas de po-
otras oportunidades, esta política industrial lítica económica que brindasen apoyo o asis-
asumió la absoluta protección de casi todo el tencia técnica, comercial y financiera, por lo
aparato productivo manufacturero, apoyando que el agro como conjunto creció menos que
en los hechos el tipo de dinámica, las de- la población, aunque se registró un dinamis-
sigualdades y desproporciones en el desarro- mo relativamente mayor en los productos des-
llo de las diversas ramas y la orientación de tinados al mercado urbano y/o a la transfor-
mercado que tuvo desde antes de la década mación manufacturera. Este fue uno de los
del setenta, lo que, en buena cuenta, implicó factores principales que contrarrestaron el
avalar el sustento productivo del poder de proceso de expansión del aparato productivo
los sectores relativamente más modernos de y el mercado interiores.
la clase dominante. Como bien se ha dicho Otro aspecto importante es el gran
en varias ocasiones, esa política industrial tu- respeto de la política económica global por
vo una actitud esquizofrénica respecto del em- la lógica tradicional del inversionista priva-
presario privado: por un lado, alentaba su do y la forma como esa política afrontó el
acumulación y, por el otro, amenazaba su problema de captación y asignación de re-
existencia rectora en un futuro. De este mo- cursos a nivel general. No se modificó la
do, los sectores privados de la clase dominan- tendencia del inversionista privado nacional
te conservaron el poder suficiente para de- a colocar preferentemente sus excedentes en
tener el proceso antes que fuese demasiado actividades comerciales, financieras, inmobi-
tarde. liarias y especulativas de rentabilidad fácil a
En segundo lugar, ni el régimen ni corto plazo y, por las razones ya menciona-
el Estado fueron suficientemente homogéneos das, se desalentó la inversión privada en ac-
y coherentes, de modo que pudieron subsis- tividades productivas de tipo industrial. Más
tir en su interior concepciones y personas aún, varios instrumentos de política tendieron
que, desde los primeros momentos, llevaron a favorecer las importaciones indiscriminadas
el "proyecto velasquista" primero a una difí- de materias primas, bienes intermedios, equi-
cil situación y finalmente a su cancelación. pos y tecnologías, de modo que el sector pri-
Estamos pensando aquí muy especialmente en vado pudo por esta vía canalizar o transfe-
la concepción y el manejo de la política eco- rir sus excedentes hacia el exterior. El pro-
nómica global que, en varios sentidos, fue pio Estado y las empresas públicas tuvieron
debilitando las reformas estructurales y el un comportamiento similar debido al alto nú-
proyecto general de industrialización y que mero de materias importadas en los grandes
llegó a convertirse en un factor que colabo- proyectos de inversión pública. Los abundan-
ró a la precipitación de la crisis política, fis- tes excedentes acumulados durante el perío-
cal y financiera en 1975. do se escapaban así por estas vías y se pro-
Mencionemos aquí dos aspectos im- ducía entonces un cuadro de escasez de los
portantes que ilustran lo que estamos afir- recursos necesarios para financiar los cre-
mando. El loable propósito de proteger el po- cientes requerimientos del ambicioso proyec-
der adquisitivo de los consumidores urbanos to de industrialización. La política de ingre-
se convirtió en una serie de instrumentos de sos públicos contribuyó en mucho a esta "es-
la política que perjudicaron al productor casez de ahorro", como la llaman los econo-
agropecuario y favorecieron principalmente a mistas. Los ingresos tributarios representa-
las empresas agroindustriales fabricantes de ron en todos esos años una proporción muy
bienes de consumo básicos de origen transna- baja del ingreso nacional y se hizo muy po-
cional. De modo que la satisfacción de las ne- co o casi nada por corregir su estructura re-
cesidades alimentarias urbanas estuvo cada gresiva y altamente basada en impuestos indi-
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rectos y por frenar las excesivas exoneracio- varias ramas de bienes intermedios básicos es-
nes y evasiones tributarias. Asimismo, la ge- tuvo acompañada de una promoción a las
neración de fondos propios por parte de las principales ramas de bienes de consumo (du-
empresas del Estado fue notoriamente insu- radero y no duradero). Se fomentó, por ejem-
ficiente, no tanto por la mala administración, plo, la asociación de capitales extranjeros
sino sobre todo por el empleo de una polí- con capitales nacionales privados en fórmulas
tica basada en subsidios y subvenciones al mixtas de propiedad, lo que coincidía con al-
sector privado. El resultado neto de esta po- gunas de las tendencias más recientes y mo-
lítica económica fue el recurso desenfrenado dernas de la inversión a escala internacional.
al endeudamiento interno y externo, lo que Gracias a ello el capital transnacional pudo
produjo una crisis fiscal y de balanza de pa- seguir controlando la fabricación de algunos
gos con el consiguiente estrangulamiento del de los más importantes productos de consu-
esfuerzo de industrialización. mo corriente y tener un rol central en la de-
En tercer lugar, se produjo efectiva- terminación del valor de la fuerza de traba-
mente un enfrentamiento entre el gobierno y jo y en la fijación del patrón de satisfacción
el capital extranjero, con una intensidad que de las necesidades básicas de la población y
no tiene paralelo en la historia contemporá- mantuvo también su hegemonía en las ramas
nea peruana, y cuyas importantes consecuen- más dinámicas de bienes de consumo durade-
cias no pueden ser ignoradas ni minimizadas. ro y de capital. Esto último fue muy impor-
Pero ese enfrentamiento fue parcial y limitado, tante, ya que esas ramas tuvieron prioridad
ya que, debido a las contradicciones inheren- en las negociaciones encaminadas a la cons-
tes al desarrollo del capitalismo en el Pe- titución de los programas sectoriales de inte-
rú, el propio Estado impulsó simultáneamente gración andina. En ellas se realizó la asocia-
otros mecanismos que reforzaron la integra- ción de intereses entre el Estado y el capital
ción al sistema internacional y apuntalaron transnacional para la expansión hacia el mer-
el control global del capital transnacional so- cado subregional del Pacto Andino.
bre el proceso de acumulación en el Perú. Otro campo de convergencia entre
Fue así que, guiado por viejas y ob- los intereses del Estado y los del capital
soletas concepciones sobre el imperialismo y transnacional fue la política de promoción a
el fenómeno de la dependencia externa, el las exportaciones no tradicionales que tuvie-
Estado concentró sus esfuerzos en convertirse ron un gran crecimiento a partir de 1972, lo
en intermediario monopólico en el flujo del que sin duda significó una respuesta correc-
comercio exterior de bienes primarios y en ta a las urgentes necesidades de diversifica-
asumir la propiedad de ciertas industrias ex- ción y elevación del valor agregado manufac-
tractivas y manufactureras de bienes interme- turero de las exportaciones peruanas, pero
dios básicos. Los hechos se encargarían de simultáneamente trajo como consecuencia una
demostrar que ese rol de intermediario y el nueva afirmación de la relevancia del merca-
dominio sobre la propiedad son condiciones do exterior como destino de la producción
necesarias pero no suficientes para asegurar industrial peruana, de acuerdo con las ten-
el control de los ejes de la acumulación. dencias más actuales de deslocalización de la
También fue limitada la aplicación producción industrial a escala mundial como
de la "Decisión 24" en lo que a contratos de expresión del creciente proceso de interna-
tecnología extranjera se refiere, ya que tan- cionalización del capital.
to la distribución sectorial como las principa- Fueron, sin embargo, las importacio-
les cláusulas restrictivas de esos contratos nes y los empréstitos internacionales los me-
permanecieron prácticamente iguales. La ac- canismos a través de los cuales se reforzó
ción fiscalizadora se limitó a la cuestión im- aún más el proceso de integración de la eco-
portante pero puntual de rebajar la tasa de nomía peruana en el sistema capitalista inter-
regalías y el monto de sus remisiones al ex- nacional. Durante el primer lustro de los se-
terior. tenta se mantuvieron los mismos factores de
Por otro lado, en el sector manufac- la década del sesenta. Ya hemos visto al ana-
turero, la intervención directa del Estado en lizar este período cómo la sustitución de im-
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portaciones, en las condiciones específicas clave en el estrangulamiento económico y po-
del ordenamiento capitalista que rige al Pe- lítico del "proyecto velasquista" y, a partir
rú, generaba crecientes necesidades de impor- de entonces, se ha hecho más evidente su
taciones de insumos, bienes de capital y tec- gravitación en la definición de las grandes
nologías y reforzaba, por lo tanto, la vincu- líneas de la política económica. Ha producido
lación de la producción industrial local con además un esquema de desarrollo capitalista
la producción industrial internacional. Ello que subordina la expansión del mercado in-
no se oponía, sin embargo, al logro de un terior a las exigencias de la inserción perua-
mayor nivel de las industrias locales ni a la na en el sistema internacional en calidad de
permanencia de cierto rol en la división in- proveedor de recursos naturales en estado
ternacional del trabajo referido fundamen- primario y también con ciertos grados de ma-
talmente a la exportación y/o manufactura- nufacturación. De esta manera se estrecha-
ción de recursos naturales. El examen de la ron los vínculos entre el Estado y el capital
composición de los productos de nuestras ex- transnacional.
portaciones no tradicionales no hace sino Permítasenos concluir afirmando que
confirmar este esquema de inserción. la historia económica del Perú abunda en
Al respecto, hemos ya señalado que ejemplos que demuestran la improbabilidad
la política económica y el comportamiento de un desarrollo capitalista eminentemente
de inversionista privado y del inversionista nacional, endógenamente inducido, autónomo
público alimentaron esa masiva e indiscrimi- y soberano. El papel del Perú en la econo-
nada propensión a importar y que esta polí- mía internacional y las contradicciones de la
tica económica y esta lógica de inversión (pú- clase dominante peruana y del Estado en par-
blica y privada) condujeron al creciente en- ticular se han encargado, en varias oportuni-
deudamiento externo y a la crisis. dades, de frenar o llevar al fracaso los in-
El Perú, al igual que muchas otras tentos que con esa intención se desarrollaron
naciones del Tercer Mundo, profundizó su in- en diferentes momentos de nuestra historia,
serción en el sistema internacional al recu- incluyendo al más reciente, integral y radical
rrir insistentemente al capital financiero in- que fue el liderado por Velasco Alvarado.
ternacional, lo que, además de ser perfecta- La evolución del sistema capitalista a escala
mente coherente con las tendencias de los internacional, del cual el Perú es parte inte-
mercados financieros internacionales a prin- grante, ha ido encasillando el desarrollo del
cipios de los setenta y con la estrategia glo- capitalismo peruano dentro de los límites y
bal de largo plazo del capital transnacional, requerimientos impuestos por el capitalismo
significó, en el caso concreto del Perú, que transnacional.
el capital financiero pudo desempeñar un rol

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