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LA GESTION AMBIENTAL EN LA AGRICULTURA

Autor: Ing. MSc. Gabriel J Vivas Osorio

La gestión ambiental en la agricultura, cubre varios aspectos de importancia que


son imprescindibles a la sustentabilidad de la actividad en el corto, mediano y
largo plazo, en especial para lograr alimentar mas de siete mil millones de
humanos que deben vivir en nuestro planeta, con miras a alcanzar una población
global de mas de 10 mil millones de almas en las proximas décadas.
El presente artículo introductorio es el primero de muchos documentos, que
nuestro colega Vivas piensa compartir con ustedes a travez de Agro-tecnologia-
tropical.com, por ello le damos la bienvenida a nuestro sitio web al Ing. Gabriel
Vivas y esperamos que ustedes disfruten y le saquen provecho a toda la
información que el va a poner a su disposición.

La agricultura como elemento contaminante del ambiente.


La preocupación por los daños generados al ambiente por la agricultura y la
ganadería surgió a finales del siglo pasado, esto, es totalmente comprensible pues
la naturaleza es tan poderosa que ella misma se encargaba de metabolizar todo el
flujo de desechos generados por estas actividades hasta que el volumen supero la
tasa de recuperación y comenzó la fase de “contaminación” lo cual aconteció con
el vertiginoso crecimiento de la población durante el siglo pasado. Debemos
aclarar, para estos efectos, que cualquier sustancia pasa a ser contaminante en el
momento en que rebasa la capacidad de la naturaleza para procesarla.
Dicho lo anterior, podemos decir que las actividades agrícolas producen impactos
sobre el suelo, agua, aire, flora, fauna y paisaje sin olvidar que socialmente puede
hacerlo de forma positiva o negativa. Trataremos a continuación ir describiendo las
acciones que están al alcance de cualquier agricultor, pequeño mediano o grande
para contribuir a mitigar muchos de estos impactos en tres aspectos principales:
Suelo, Agua y Aire.
Gestión Ambiental en la Agricultura del Recurso Suelo
El primer impacto generado por la agricultura es sobre el suelo pues este es
removido, arado, volteado, desinfectado, fertilizado y a veces sobrecalentado por
la acción de la quema de rastrojos. Todas estas acciones realizadas por el hombre
son impactantes sobre el suelo y pueden y deben ser atenuadas y corregidas en
las labores diarias de cultivo. Cada tipo de suelo tiene sus propias características y
de acuerdo a ellas debe ser elaborado el plan de conservación y manejo del
mismo; si bien, valen las siguientes recomendaciones generales:

Realizar laboreo con aparatos mecánicos solo cuando sea estrictamente


necesario y por una vez, con la finalidad de evitar labores más rápidas y más
agresivas que actúan pulverizando los agregados del suelo, disgregándolos y
deteriorando así la estructura del mismo. La actividad de laboreo mecánico
continuado puede causar el apelmazamiento o compactación (sellado) del suelo
con sus consiguientes inconvenientes para el crecimiento normal de los cultivos.
Se recomienda ampliamente el uso de tratamientos económicos con herbicidas de
baja peligrosidad y sin efecto residual. Esta sustitución permite dejar sobre el
suelo los rastrojos del cultivo anterior lo cual resuelve en gran parte el problema de
la erosión, conserva mejor la humedad del suelo, y aumenta la fijación de dióxido
de carbono en la materia orgánica del suelo.
El uso del rastrojo como un recurso para proteger el suelo del impacto de la
precipitación (lluvia) erosiva y la consiguiente escorrentía es altamente
recomendable.

Esto no significa la retención de grandes cantidades de rastrojo, sino solamente


las suficientes para la función de proteger el suelo.
Una retención del rastrojo de aproximadamente un 40% de cubrimiento del área
de cultivo proporciona una importante protección del suelo.
El rastrojo esparcido en la superficie de cultivo frena la velocidad del agua de
escorrentía, permitiendo una mejor infiltración en el suelo y una menor pérdida del
mismo.
Uso racional de fertilizantes cuando sea necesario y luego de análisis de suelos y
asesoría por parte de ingenieros agrónomos o expertos en la materia.

Gestión Ambiental en la Agricultura del Recurso Agua


Otro de los recursos para la agricultura con el cual debemos ser altamente
cuidadosos en su uso y conservación es el agua, para ello:
Se debe tener cuidado en no sobreexplotar las fuentes de suministro tales como
lagunas, pozos profundos, etc.
Uso racional mediante técnicas modernas de riego y de mínimo gasto como por
ejemplo el riego por goteo manejado de acuerdo a las necesidades específicas de
cada cultivo.
Evitar la contaminación de acuíferos por exceso de fertilizantes inorgánicos
agregados al suelo y/o uso de Agroquímicos.
Hay que tener siempre presente que: fertilizantes, estiércol y plaguicidas son las
principales causas de contaminación del agua
Gestión Ambiental en la Agricultura del Recurso Aire
La contaminación del recurso Aire en agricultura es muy fácil de cometer y aun así
no darse cuenta de ello, por ejemplo, al utilizar indiscriminadamente fertilizantes
de base inorgánica fuente antropogénica dominante de amoníaco. Recordemos
que la principal fuente de contaminación de aire debido a la agricultura es el
amoníaco que al volatilizarse se convierte en uno de los principales agentes de la
“lluvia acida”.
Existen factores que contribuyen a esta volatilización tales como Clima, Suelo y
Manejo. Este último es el factor susceptible de gestionar ya que está referido a
sistema de labranza, dosis y forma de aplicación del fertilizante.
La quema de biomasa proveniente de la agricultura genera una gran cantidad de
dióxido de carbono, uno de los compuestos responsables del “efecto invernadero”.
Destaca en este punto la quema de la caña de azucar antes de la cosecha y la
nefasta técnica de deforestar quemando el bosque para ahorrar trabajo.
Hemos visto de una manera muy general las diferentes acciones en la agricultura
que ocasionan impactos al ambiente, acciones que deben y pueden ser
gestionadas con el uso de herramientas de planificación y gerencia.
Sistema de Gestión Ambiental Agrícola

Un Sistema de Gestión Ambiental Agrícola (SGAA) debe considerar todas las


dimensiones descritas anteriormente de una manera más detallada y especifica
con las condiciones reales de cada finca, cultivo y sistema de cultivo (tradicional o
invernadero), también se debe tomar en cuenta toda la legislación que aplique
(Constitución de la República, Leyes Orgánicas, Decretos, etc.).

El inicio debe ser una auditoria para valorar las condiciones actuales de cultivo (s)
y el grado de cumplimiento o desviación respectoa las leyes que apliquen;
posteriormente se realizará un análisis pormenorizado de cada actividad o proceso
realizado poniendo énfasis en aquellos puntos no conformes con la legislación
aplicable y/o posibles puntos críticos. Luego se diseñan las acciones preventivas,
correctivas y mitigantes y se emiten las nuevas acciones o practicas a establecer
para la operación de la finca.También se planifica y programa la puesta en marcha
del SGAA.
Durante el diseño de un SGAA se determinan y califican varias maneras de
ahorrar en uso de energía agua o insumos agrícolas, lo cual es un beneficio
colateral que retribuirá con creces la inversión que se realiza al adoptar un SGGA.
Huelga decir que la adopción de un SGGA proteje contra posibles multas por
incumplimiento de la legislación a la vez que mejora la relación con clientes,
proveedores y terceras partes interesadas y aumenta la competitividad en el
mercado interno y productos similares importados.
Si usted necesita desarrollar un sistema de gestión ambiental para su finca puede
contactar al Ing. Gabriel Vivas al siguiente correo electrónico:
gavo380@gmail.com

Advertencia: este texto ha sido escrito para dar información a los agricultores, por
lo tanto los estudiantes, profesores y científicos deben visitar el artículo
sobre extensión agrícola para ver el alcance de nuestra página web

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