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FACULTAD DE RECURSOS NATURALES

RENOVABLES
DEPARTAMENTO ACADEMICO DE CONSERVACION DE
SUELOS Y AGUA

SISTEMA DE MANEJO DE SUELOS

CURSO: SISTEMA DE MANEJO DE SEULOS

DOCENTE: TRUJILLO TORRES, Leslie Krebs

ALUMNOS: JIMENEZ PINTADO, Gerson


MAYS GRADOS, Yanela

CICLO : 2019 - II

Tingo María-Perú
I. INTRODUCCIÓN

El manejo de suelos es un sistema que complementa y combina obras


estructurales, medidas agronómicas, de fertilidad y agroforestales. Este sistema
debe aplicarse de la forma más completa posible, si se desea tener éxito tanto
en la protección del suelo como en la productividad. Tomando en cuenta esta
combinación, al mismo tiempo se puede lograr lo siguiente:
 Controlar la erosión: evitando que la corriente arrastre el suelo. La
cantidad de suelo fértil que se pierde en cada temporada lluviosa y que la
corriente se lleva al río u otros depósitos, es muy alta, esta pérdida erosiva
da como resultado la pérdida de la capa productiva del suelo.
 Aprovechar mejor el agua: aumentar la infiltración del agua en el suelo.
Fuera del suelo se pierde toda el agua de la escorrentía que no logra
infiltrarse; esta agua no puede ser aprovechada por los cultivos, las obras
de manejo de suelo permiten el almacenamiento del agua.
 Mejorar la fertilidad de los suelos y prevenir con más eficiencia las plagas
y enfermedades: La conservación de suelos, además de contemplar la
construcción de obras físicas para el manejo del mismo, consiste también
en la aplicación de medidas que ayuden a mejorar la fertilidad del suelo
con el propósito de evitar las pérdidas de suelo por erosión y mejorar el
rendimiento de los cultivos.
La mayoría de procesos que ocurren en los agro sistemas tienen al suelo como
el centro regulador crítico; en esta percepción confluyen aspectos ligados con su
vulnerabilidad con su lenta formación y renovación y con el reconocimiento de
los múltiples servicios que presta el suelo al ser humano; el suelo contiene no
sólo una proporción grande de la biodiversidad de la tierra sino también
proporciona el substrato físico para la mayoría de las actividades humanas
resultando un componente crítico de la biosfera.
El estudio del suelo ha estado ligado tradicionalmente a las necesidades de la
agronomía, por lo que no nos debe extrañar que su concepción y su proyección
posterior en la gerencia agrícola hayan tenido una aplicación mayoritariamente
productivista. Aumentar los rendimientos agrícolas era el primer objetivo que
guiaba el manejo del suelo en un modelo agrario basado en principios similares
a los de cualquier actividad industrial.
II. REVISION LITERARIA

1. EL LABOREO DEL SUELO


Se entiende por laboreo, labranza o mecanización del suelo todas aquellas
prácticas de manejo del suelo o del cultivo o explotación que tenga aquel, que
se llevan a cabo con máquinas que se desplazan sobre él; cabe aclarar en este
punto que en los siguientes apartes se hará referencia únicamente a aquellas
labores que se hacen bajo condiciones de uso intensivo del suelo, excluyendo
las áreas de ladera.
La labranza del suelo tiene como objetivos fundamentales mejorar el espacio
físico del suelo en el cual van a estar las raíces de las plantas y combatir
algunas malezas, plagas y enfermedades que puedan atacar al próximo cultivo.

 Principales operaciones de labranza del suelo


Las labores básicas de preparación del suelo para su explotación agropecuaria
pueden resumirse en:
 Arada
Es la labor más pesada que se hace en el suelo y consiste en romper la
porción superficial del mismo, a veces con inversión de ella, incorporando, de
paso, la materia orgánica de la vegetación que está sobre él o de lo que queda
de ella; generalmente es una labor que se lleva a cabo hasta una profundidad
no mayor de 15 a 20 cm.
 Rastrillada
Consta de una serie de pasadas que se hacen sobre el suelo arado con
implementos de discos o de cinceles, cuyo objetivo principal es desmenuzar los
terrones que han quedado de la arada. Algunas veces, también, hace una
nivelación del terreno listo para la siembra así como un control de malezas;
generalmente es una labor más superficial que la arada. Tanto esta labor como
la arada pueden llevarse a cabo con un rotavator o arado rotatorio, haciendo los
ajustes pertinentes al implemento, según la labor deseada.
2. BARRERAS VIVAS
Son hileras densas de diversas especies vegetales tales como Leucaena,
Gandul, Madero negro u otras especies sembradas en curvas a nivel. La
distancia entre curvas depende de la pendiente y del tipo de suelo. Se combina
bien con otras técnicas (ej. acequias). Sirven para reducir la velocidad del agua,
por cortar la ladera en pendientes más cortas y reducen la velocidad del viento
(uso de romper vientos). Además, la barrera es un filtro para captar los
sedimentos que van en el agua de escurrimiento. En muchos casos, el buen
manejo de la barrera viva da como resultado la formación paulatina de terrazas.
En zonas de ladera, sirven de barreras físicas para el control de la erosión del
suelo.
 Requerimientos para su uso
Las barreras vivas se establecen con el fin de controlar en cierto grado los niveles
de erosión de los suelos. Ellas actúan como reductoras de la velocidad del agua
de escorrentía pendiente abajo y además sirven como filtros vivos, que retienen
los sedimentos del suelo y los residuos vegetales que transporta el agua que
escurre sobre el terreno.
Las barreras vivas impiden que los flujos de agua de escorrentía adquieran
velocidades erosivas, al cortar el largo de la pendiente en pequeñas longitudes.
Permiten a las partículas finas de suelo sedimentarse, a la vez favorecen la
infiltración del agua a través del perfil. Por lo tanto alargan el tiempo de
concentración y logran que el sobrante del agua de escorrentía llegue al pie de
la ladera sin haber sido concentrada en sitios específicos.
Requerimientos para su uso
Para poder sostener la degradación de los terrenos por erosión en niveles
tolerables, se recomienda utilizar este tipo de barreras basta un máximo de
pendiente de un 15% y para suelos profundos, siempre y cuando las mismas
vayan acompañadas de otras prácticas agronórnicas de manejo y conservación
de suelos tales como labranza y siembra a contorno, coberturas, abonos verdes,
incorporación de materia orgánica entre otras.
Deben utilizarse plantas perennes de crecimiento denso, sembradas en hileras
continuas o casi continuas, que en el menor tiempo posible formen un obstáculo
efectivo al paso del suelo. Pueden emplearse tanto en cultivos limpios como en
cultivos densos o de semibosque.
 Ventajas
- Utilización de material vegetativo, lo cual significa producción de biomasa
para diferentes aprovechamientos.
- Bajo costo de establecimiento: utiliza mano de obra del agricultor,
necesita pocas herramientas y se utilizan materiales locales para las
barreras.
- Son de fácil adopción por el agricultor (trazado sencillo y fácil
establecimiento).
- Proceso de terraza progresiva: con el tiempo se van formando
naturalmente y progresivamente terrazas, ya que el material arrastrado
pendiente abajo se sedimenta en la parte superior de la barrera. La
labranza en contorno refuerza este movimiento de tierra. Esta
modificaci6n gradual de la pendiente del terreno resulta ser una obra de
conservación muy eficiente y económica, ya que utiliza la naturaleza para
hacer el trabajo.
- Sirven de líneas guías para los trabajos de labranza, siembra y deshierbas
a contorno.
- Es una práctica muy útil y sencilla en la recuperación de tierras
degradadas, como cárcavas y terrenos inhabilitados por la erosión
laminar.
- Produce muy poca remoción de terreno.
- Utiliza muy poco espacio de los terrenos de cultivo (0,9 mts. de ancho).

3. BARRERAS MUERTAS
Son muros de piedra en curvas a nivel que evitan el arrastre del suelo. La
distancia entre curvas está sujeta a la pendiente y el tipo de suelo. Se combinan
bien con otras técnicas. La combinación más frecuente es con barreras vivas de
árboles, zacate taiwán, piña, zacate limón o vetiver, para proteger el borde
inferior o superior de ellas. Sirven para reducir la velocidad del agua por cortar la
ladera en pendientes más cortas, además, para captar los sedimentos que van
en el agua de escurrimiento. Las barreras muertas resultan en la formación
paulatina de terrazas. El efecto de las barreras muertas se concentra en retener
el suelo. Se recomienda combinarlas con técnicas que mejoran o aumentan la
fertilidad del suelo.
4. ACEQUIAS A NIVEL
Son zanjas o canales de forma trapezoidal construidas a nivel en dirección
transversal a la pendiente. La finalidad de las acequias a nivel es, en primer
lugar, la conservación de agua, sirviendo como acumulador y mejoramiento de
la infiltración del agua en la zanja. En segundo lugar, las acequias contribuyen a
la conservación del suelo en combinación con barreras vivas, barreras muertas
y otras prácticas. Acequias a nivel. Parcela en pendientes cortas. La distancia
entre acequias está sujeta a la pendiente del terreno. En algunos casos las
acequias se pueden hacer con apoyo de la tracción animal; en pendientes hasta
un 15% se puede utilizar el arado vertedera con bueyes, en pendientes de 15-
25% se recomienda el uso de un buey o un caballo.
En suelos de baja infiltración se acumula más agua en las acequias. En estos
casos es importante hacer acequias más profundas y combinarlas con otras
técnicas de CSA que mejoran la infiltración en la superficie de la parcela.
Drenaje de agua acequias a nivel no se construyen en parcelas con mal drenaje
porque es probable que aumenten el problema.
La construcción de acequias es difícil y costosa en suelos muy pedregosos. En
suelos moderadamente pedregosos se pueden construir camellones de piedras
en el borde superior de la zanja para reducir la entrada de sedimentos a la
acequia.
 Ventajas
- Control de erosión: Las acequias mejoran la infiltración de la escorrentía
y apoyan la conservación de agua. La acequia misma tiene un efecto
moderado en el control de la erosión superficial captando el suelo en la
acequia y dividiendo la ladera en pendientes cortas. Es recomendable ver
la acequia como una obra de conservación de agua (zanja de infiltración)
y combinarla con otras técnicas de conservación que reducen la erosión
superficial del suelo (barreras vivas, manejo de rastrojos).
- Conservación de humedad del suelo: Zanjas de infiltración mejoran la
retención de agua en la parcela. El agua captando en la zanja infiltra en
la parcela subsiguiente. Se mejora la retención de agua para apante sobre
todo al lado de la zanja.
- Mejora de la fertilidad y estructura del suelo: No tiene efecto directo. Se
recomienda combinar la construcción de acequia con otras prácticas que
mejoren la fertilidad del suelo.

5. ACEQUIAS A DESNIVEL
Son zanjas o canales de forma trapezoidal, construidas a desnivel en dirección
transversal a la pendiente. La finalidad de las acequias a desnivel es, en primer
lugar, el drenaje del agua en exceso. En lugares con altas precipitaciones y en
suelos de baja infiltración las acequias a nivel han causado problemas de sobre
saturación del suelo. Por esto, un desnivel a un 1% permite el drenaje de la zanja.
Las zanjas a desnivel requieren de desagües al lado del campo, para evitar la
formación de cárcavas. En segundo lugar, estas acequias contribuyen a la
conservación del suelo en combinación con barreras vivas y otras prácticas,
dividiendo la parcela en pendientes cortas.
Se recomienda dividir la zanja con tabiques para limitar la evacuación de agua a
aguas excedentes. Esta estructura se recomienda para zonas con lluvias fuertes,
pero con alto riesgo de canícula. En este caso, se deben de construir las
acequias más profundas y hacer un camellón en el lado inferior para incrementar
la cantidad de agua retenida y para reducir el riesgo de desagües a las parcelas.
La construcción de acequias suficientemente profundas se dificulta en suelos
muy superficiales. Existe el riesgo que se llenen rápidamente durante lluvias
fuertes y se formen cárcavas donde el agua desborda el lado inferior de la zanja.
Si se construyen en suelos superficiales hay que reducir la distancia entre ellas.
En suelos de baja infiltración existe el riego que el agua desborde la zanja, o que
las zanjas drenen demasiada agua del campo. En estos casos, es importante
hacer acequias más profundas, construir tabiques en la zanja y combinar las
acequias con otras tecnologías de conservación de suelos y agua, que mejoren
la infiltración en la superficie de la parcela.
En suelos moderadamente pedregosos se pueden construir camellones de
piedras en el borde superior de la zanja para reducir la entrada de sedimentos,
sin embargo, una barrera muerta de piedras en la cual se taponan los orificios
entre las piedras, impedirá el paso del agua y puede disminuir la contribución de
la zanja.
La construcción de acequias requiere de bastante mano de obra. Se justifica
solamente en pendientes fuertes, donde se debe combinar con obras de
conservación de suelos, para retener el suelo en la parcela y reducir la entrada
de suelo en la zanja.
 Ventajas
- Las acequias a desnivel se construyen en zonas húmedas y tienen el
objetivo principal de mejorar la infiltración de agua, permitiendo al mismo
tiempo el drenaje de aguas excedentes
- Las acequias a desnivel permiten drenar aguas excedentes del campo.
En este caso, se debe asegurar que se organice entre vecinos un sistema
de desagüe que evite la formación de cárcavas.
6. TERRAZAS
Son una serie de plataformas continuas a nivel en forma escalonada con un
terraplén cultivable y un talud conformado por el corte y el relleno. Las medidas
(tamaño, talud) de las terrazas están sujetas a la pendiente y tipo de suelo. Son
las obras más efectivas en controlar la erosión en laderas. Su uso es limitado por
su alto costo, el cual se justifica solamente en zonas/fincas con escasez de tierra,
suficiente disponibilidad de mano de obra en la época seca y para la producción
de cultivos de alto valor (hortalizas, flores, frutales). En muchos casos se
aprovechan las terrazas de banco hasta en la época seca a través del riego.
Tienen la finalidad de controlar la erosión para un uso intensivo de la tierra en
laderas.
 La tecnología es apropiada para las siguientes condiciones
ecológicas de la finca o parcela:
La construcción es difícil en suelos arenosos. En caso de que se necesiten
terrazas en estos suelos, se deben de hacer más pequeñas.
Se utilizan en suelos profundos, idealmente de más de 1 metro de profundidad,
sin embargo, existen experiencias campesinas en suelos superficiales de
concentrar la tierra en terrazas y de mezclarla con abonos orgánicos para hacer
estos suelos productivos.
En suelos de baja infiltración se combina con prácticas que mejoran la infiltración
y se asegure el desagüe a través de una pendiente de 1% a desnivel.
En algunas zonas se construyen diques alrededor del banco para almacenar el
agua captada para la producción de arroz. Se hacen salidas de drenaje en
algunas partes del dique para controlar el nivel de agua.
En suelos pedregosos es más difícil su construcción. Los productores utilizan la
piedra para construir una barrera muerta en la base de la estructura para
fortalecer la terraza. Se utiliza sobre todo en pendientes moderadas y fuertes de
12-40%.
III. BIBLIOGRAFIA

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Limusa. México. 604 p.
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Honduras. 252 p.
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1998. Manual Práctico de Manejo de Suelos en Laderas. Secretaría de
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Reilly, J. P., Trutmann , P., Rueda , A. Grupo de Salud de Suelos.
2002. Guía de Salud de
Suelos, Manual para el Cuidado de la Salud de Suelos. Universidad de
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