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Autor

Manuel Pombo Fernández
Profesor titular INEF Galicia en Entrenamiento Deportivo.         
Preparador Físico de la Selección Gallega de Fútbol.         
Director colección futbol‐entrenamiento de la Editorial Paidotribo..
INTRODUCCIÓN

Este análisis describe la aparición y el desarrollo de la fatiga durante los


partidos de fútbol y los posibles mecanismos fisiológicos que la causan. De acuerdo a
los análisis de la ergogénesis del esfuerzo y a los valores del rendimiento durante el
partido de fútbol, la fatiga o la reducción del rendimiento ocurren en tres momentos
diferentes en el partido:
•Después de esfuerzos intensos en períodos de corta duración en todo el partido
(esfuerzo intermitente).
•En
En el inicio de la segunda mitad
•En los últimos 15 minutos del partido.
Los aspectos físicos en el fútbol han sido estudiados con profundidad en
jugadores profesionales, amateurs y jóvenes. Usando los análisis del tiempo de
esfuerzo, se demostró que los jugadores de élite normalmente recorren una distancia
total de 9 a 12 km. durante un partido, (Bangsbo 1994; Bangsbo, Norregaard, y
Thorsoe, 1991; Reilly y Thomas, 1976; Rienzi, Drust, Reilly, Carter y Martin, 1998; Van
Gool,, Van
Goo a Ge Gerven,
e , y Boutmans,
out a s, 1998;
998; Mohr,
o , Krustrup,
ust up, y Bangsbo,
a gsbo, 2003a;
003a; Mohr,
o ,
Ellingsgaard, Andersson, Bangsbo, y Krustrup, 2003b). El tipo de ejercicio realizado en
el fútbol es intermitente, con un cambio en la actividad cada 4- 6 segundos (Bangsbo
1994,Mohr et al.2003a,b; Reilly y Thomas, 1976) Así, de este modo, un jugador
internacional de primera división realiza aproximadamente 1350 acciones durante un
partido, incluyendo unas 220 carreras de velocidad (Mohr et al. 2003ª); además de la
carrera, otras acciones relacionadas con el partido y la demanda de energía como
“regatear”,
g “entradas” y “cabecear” contribuyeny al conjunto
j de demandas sobre el
jugador (Bangsbo 1994; Reilly, 1997).
Por término medio, la carga aeróbica durante un partido constituye
alrededor del 75% del máximo consumo de oxígeno,( Bangsbo 1994,Mohr et al.2003a,b;
Reilly, 1994), con lo que el sistema anaeróbico comienza a funcionar durante esos
períodos
í d altamente
lt t intensos
i t d un partido
de tid ( Bangsbo,
B b 1994;
1994 Krustrup
K t ett al.,
l 2003a;
2003 Reilly
R ill
1997). Este análisis trata sobre la fatiga durante un partido y los mecanismos fisiológicos
que podrían disminuir la actividad física del jugador. La fatiga está definida como “el
fracaso para mantener el esfuerzo requerido o esperado”.

LA FATIGA TEMPORAL DURANTE UN PARTIDO

Diferentes estudios han demostrado que la cantidad de “sprints”, carreras de


alta velocidad y distancia recorrida son más bajos en la segunda mitad que en la primera
mitad de un partido (Bangsbo 1994; Bangsbo et al., 1991; Mohr et al., 2003a,b; Reilly y
Thomas, 1976). Esto podría indicar que la actividad está inhibida en la segunda mitad y la
fatiga aparece hacia el final del partido. La pregunta es si los jugadores también
experimentan la fatiga temporal durante un partido. En un reciente estudio los jugadores
profesionales
f i l de d 1ª división
di i ió fueron
f examinados
i d en partidos
tid competitivos
titi all más
á alto
lt nivel
i l
internacional utilizando el análisis en vídeo del tiempo de movimiento (Mohr et al.2003a,b).
el conjunto de sprints de alta intensidad durante el período de 5 minutos inmediatamente
posterior al intervalo de 5 minutos más intenso, grabado durante el partido , fue inferior y a
la media en todo el partido (Figura 1).

Figura. 1. Sprints
de alta velocidad en
el período de 5 min.
más intenso durante
el partido, el
siguiente período de
cinco minutos y
también la media del
partido para los
jugadores durante
partidos de
competición(n=18).
Hay diferencias significativas con los períodos de cinco minutos
inmediatamente después del período más intenso en el partido y en la media.
Este hallazgo indica que el rendimiento estaba reducido después de un período de
ejercicio intenso, el cual podría ser un resultado de una variación natural en la intensidad
en el mismo, debido a factores tácticos y psicológicos.
Sin embargo, en otro estudio los jugadores realizaron un test de carrera
repitiéndolo inmediatamente después de un período intenso a corto plazo durante el
partido y al final de cada tiempo del partido (Krustrup et al., 2003a). El estudio mostró
que después de períodos intensos en la 1ª mitad, el rendimiento de los jugadores en la
carrera estaba reducido significativamente, mientras que al final de la 1ª mitad la
habilidad para realizar carreras intermitentes estaba recuperada (figura 2).

Figura. 2. Rendimiento de los


tres sprints separados por una
recuperación activa expresada
como un porcentaje del mejor
rendimiento en el sprint(n=16).
Los tres sprints fueron realizados
antes del partido e
inmediatamente después de un
período intenso en cada parte
(A, n=16) igual que antes del
partido e inmediatamente
después de cada mitad (B,
n=20). Diferencias significativas
en el rendimiento en el sprint
pre-partido (datos de Krustrup et
al., 2003a) .
E t resultados
Estos lt d juntos
j t sugieren
i
que los jugadores de fútbol
experimentan la fatiga temporal
durante el partido.
Asimismo tienen una
concentración media de 3-6
mmol/l de lactato en sangre
durante un partido de fútbol,
fútbol con
valores individuales de alrededor
12mmol/l (Agnevik, 1970; Bangsbo 1994, Ekblom, 1986; Krustrup et al., 2003a).
Dichos valores sugieren que el sistema de energía anaeróbica está altamente puesto a
prueba durante los períodos intensos del partido.

En un estudio
E t di reciente
i t del
d l lactato
l t t y ph h en ell músculo
ú l durante
d t un partido
tid
de fútbol, el lactato en el músculo aumentaba 4 veces comparado con el resto de los
valores después de períodos intensos en ambas partes del partido. En concreto, la
acidosis muscular era marcadamente elevada después de estas intensas secuencias
intermitentes (Krustrup et al., 2003a). Adicionalmente , una débil pero significativa
correlación (r=0.41) ha sido encontrada entre el lactato muscular y la disminución en el
rendimiento de la carrera después de un período intenso (Krustrup et al., 2003a). Por
lo tanto,
tanto se podría sugerirse que la fatiga temporal durante un partido podría estar
relacionado con las altas concentraciones de lactato en el músculo y/o la acidosis
muscular.
Además en un estudio usando el test de recuperación intermitente yo-yo,
en los cuales los jugadores realizaron ejercicios intensos e intermitentes hasta
agotarse, el lactato muscular y el ph en el músculo registrado 1.5 min. antes del punto
de la fatiga no eran distintos de los vistos en el agotamiento. (Krustrup et al., 2003b).
De este modo,
modo es improbable que el lactato muscular elevado y el ph bajo en el
músculo causen fatiga durante un partido de fútbol.
El desarrollo de la fatiga podría aparecer temporalmente durante un
partido debido a la baja concentración del fosfato de creatina en el músculo, a partir de
la realización de ejercicios intensos intermitentes se ha demostrado que puede ser
elevada después del período de suplementación de creatina (Balson, Seger, Sjödin, y
Ekblon, 1992; Greenhaff, Bodin, Söderlund, y Hultman, 1994). Además se ha
demostrado que después de intensos períodos en el fútbol el descenso del fosfato de
creatina en el mismo tiene una significante correlación con el detrimento en la habilidad
en la carrera (Krustrup et al., 2003a). Por otro lado, el fosfato de creatina en el músculo
bajó sólo en un 25%, lo cual en parte podría deberse a la rápida recuperación del
fosfato de creatina y a los 20 s de retraso en recoger la biopsia del músculo en este
estudio. El fosfato de creatina podría ser significativamente más bajo en fibras
musculares rápidas, a partir de que los almacenes de fosfato de creatina han sido
estimulados p para ser consumidos en fibras individuales hasta el p punto de la fatiga
g
después del ejercicio intenso (Soderlund y Hultman, 1991).
Sin embargo durante el test de recuperación intermitente yo-yo no se
observan cambios en el fosfato de creatina muscular en la fase final del ejercicio
(Krustrup et al., 2003a), este hecho argumenta en contra del otro en el que el fosfato
de creatina tiene un efecto inhibidor sobre el rendimiento durante un ejercicio intenso
intermitente. Juntos, estas recomendaciones sugieren que la fatiga temporal en el
fútbol no está causalmente ligada al alto lactato muscular, a la alta acidosis en el
músculo o al bajo fosfato de creatina muscular.
Se sugirió que el desarrollo de la fatiga durante un ejercicio de alta intensidad
está relacionado con una acumulación de potasio en el espacio intersticial muscular
(Bangsbo, Madsen, Kiens, y Richter, 1996; Fitts 1994; Nordsborg, Mohr, Pedersen,
Nieksen, y Bangsbo, 2003). En el punto de agotamiento después de un ejercicio intenso a
corto p
plazo ((aprox.
p 5 min.),
), la concentración intersticial de p
potasio es elevada alrededor de
12mmol/l (Nielsen et al., 2004; Nordsborg et al., 2003:Mohr et al., 2004b), lo cual de
acuerdo a estudios “in vitro” es lo suficientemente alta para despolarizar el potencial de la
membrana muscular y reducir especialmente el desarrollo de la fuerza (Cairnes y Dulhunty,
1995). Parte de la pérdida de potasio muscular durante un ejercicio intenso ha sido
propuesto para que ocurra a través de los canales KATP localizados en la sarcolema, la cual
tiende a abrirse cuando el ph intramuscular disminuye (Davis, 1990; Davis, Standen, y
Stanfield, 1991). Por lo tanto, la acumulación de potasio intersticial podría estar
estrechamente relacionada con el metabolismo anaeróbico.
Sin embargo, actualmente poco se sabe sobre el movimiento del potasio en
el músculo durante un partido de fútbol.

Cansancio al final del partido

El volumen de ejercicio de alta intensidad se manifiesta hacia el final del


partido (Bangsbo, 1994; Bangsbo et al., 1991; Mohr et al., 2003a; Reilly & Thomas, 1976;
Rienzi et al., 1998) (Figure 3a).

Figura 3. Distancia recorrida esprintando


durante periodos de 15 minutos en partidos
de futbol competitivos al más alto nivel
internacional (A, n = 18) y la distribución de
intervalos de 15 minutos con las carreras
más y menos intensas de jugadores de
elite durante partidos competitivos (B, n =
93). *Importantes diferencias desde los
primeros 15 minutos (modificado en Mohr
et al., 2003a).
De este modo, Mohr et al. (2003) resalta que para los jugadores de élite
como para jugadores profesionales de menos nivel, la alta intensidad a la hora de correr
se redujo en los últimos 15 minutos del partido. Esto se pudo apreciar en los dos grupos
de jugadores a pesar de que los de élite se ejercitaban a un nivel superior. De hecho, solo
el 3% de los jugadores tuvieron su periodo de mayor intensidad en los últimos 15 minutos
y másá del
d l 40% experimentaron
i t su periodo
i d ded menor intensidad
i t id d en ese tiempo
ti (fi
(figura 3b)
Aparentemente, la mayoría de los jugadores experimentan cansancio hacia
el final del juego. Así, la habilidad de realizar esprints repetidos se redujo tras compararlo
con antes de un partido (Krustrup et al., 2003a; Mohr, Krustrup, Nybo, Nielsen, &
Bangsbo, 2004a;Rebelo, Krustrup, Soares, & Bangsbo, 1998) (véase Figura 3).
Además, se observó que los suplentes que entraron en la segunda mitad corrían y
esprintaban con mayor intensidad (63 and 25% mas, respectivamente) que los jugadores
que participaron en el partido entero (figura 4).
4)

Figura 4. Carreras y sprints


de alta intensidad durante los
últimos 15 minutos de juego
por
p jjugadores
g que
q
participaron en el partido
entero y suplentes que solo lo
hicieron en la segunda mitad
*
Importantes diferencias entre
suplentes y jugadores de todo
el partido (datos de Mohr et
al., 2003).

Además, la reducción en la intensidad de ejercicio y en el esprint en la fase


final del p
partido es independiente
p de la p posición en la qque se jjuega,
g , del nivel de
competición y del género, indicando que la mayoría de los jugadores utilizan su potencial
físico durante un partido.
Las muestras de sangre durante los partidos de fútbol mostraron que la concentración de
lactato en sangre se reduce en las últimas fases del partido (Figura 5), mientras los
ácidos grasos libres aumentan (Figura 6) (Bangsbo, 1994; Krustrup et al., 2003a).
Figura 4. Concentración de lactato durante un partido de fútbol.

Figura 5. Concentración de Ácidos Grasos libres durante un partido.


Esto es resultado de una reducción en la intensidad de ejercicio y un cambio
su utilización al final del partido. Un aumento de lípidos durante el partido puede se
inducido por las bajas concentraciones de glucógeno muscular junto con las elevadas
concentraciones de catecolaminas (Bangsbo, 1994; Galbo, 1983). Los resultados de los
estudios que usaron manipulación en la dieta indican que la bajada de glucógeno muscular
contribuye al desarrollo del cansancio durante un ejercicio intermitente de larga duración
(Balsom, Gaintanos, Søderlund, & Ekblom, 1999; Bangsbo, Nørregaard, & Thorsøe,
1992c). En varios estudios, el glucógeno muscular se determinó antes, durante y después
del partido. En un estudio de Saltin (1973) los almacenamientos de glucógeno muscular se
habían reducido casi a la mitad del tiempo cuando los niveles antes del partido eran bajos
(*200 mmol/kg peso seco). Cuando los jugadores empezaron con concentraciones
normales de glucógeno muscular ((*400 400 mmol/kg peso seco), los valores se mantenían
altos en la mitad del tiempo pero por debajo de 50 mmol/kg peso al final del partido. Otros
realizaron biopsias musculares antes y después del partido y encontraron que las
concentraciones de glucógeno se aproximaban a *200 mmol/kg de peso seco después del
partido, (Jacobs, Westlin, Karlson, Rasmusson, & Houghton,1982; Smaros, 1980),
indicando que los almacenamientos de glucógeno muscular no siempre se reducen durante
un partido de fútbol.
Recientemente,, el tejidoj muscular obtenido antes y después
p del p
partido de
fútbol fue analizado por el agotamiento de glucógeno específico de tipo de fibra muscular,
usando la técnica PASstaining (Krustrup et al., 2003a). Se demostró que tras el partido casi
la mitad de las fibras tipo I y tipo IIA estaba casi o completamente mermadas de glucógeno
muscular. El cansancio al final del partido de fútbol puede estar originado por el
agotamiento de glucógeno de fibras musculares individuales. También se cree que la
hipoglucemia causa cansancio en un ejercicio de larga duración (Fitts, 1994), pero la
concentración de glucosa sanguínea no alcanza valores críticos durante un partido de
fútbol. (Bangsbo, 1994; Ekblom, 1986; Krustrup et al., 2003a). Otros factores como el tipo
deshidratación e hipertermia también se señalaron como agentes responsables del
desarrollo de fatiga en los últimos momentos de un partido de fútbol (Reilly, 1997). Durante
un partido de fútbol jugado en un ambiente térmico normal, muchos jugadores pierden más
de 3 litros de fluidos (Bangsbo, 1994; Reilly, 1997), lo que podría tener un efecto negativo
en la realización hacia el final del partido (Saltin, 1964). Se ha demostrado que una pérdida
en la masa corporal de solo 1-2% contribuye con una elevación en la temperatura y en la
tensión arterial (Hoffman et al., 1994). En el fútbol, la temperatura media del corazón va de
39.0 a 39.58ºC (Ekblom, 1986; Mohr et al., 2004a; Smodlaka, 1978). En estos estudios, los
valores individuales estaban por encima de 40ºC, lo que debería ser lo suficiente alto como
para provocar un cansancio central debido al deterioro de la función cerebral (Nybo &
Nielsen; 2001). Sin embargo, Mohr et al. (2004a) no encontraron diferencias en la
temperatura del cuerpo entre el final del primer tiempo y el Segundo. En un ambiente cálido
y húmedo, puede darse un descenso de líquidos corporales de 4-5 litros (Mustafa &
M h
Mahmoud, d 1979) y la l hipertermia
hi t i pueded convertirse
ti en un factor
f t en ell desarrollo
d ll de
d
cansancio en la parte final del juego.
RENDIMIENTO DETERIORADO EN LA FASE INICIAL DE LA SEGUNDA MITAD:

Se ha demostrado que los jugadores de 1ª división realizan menos carreras de


alta intensidad en los primeros 5 minutos de la segunda parte comparado con los de la
primera mitad (figura 6).

Figura. 6 Carreras de alta intensidad de


jugadores de élite durante la fase inicial
de la primera y segunda mitad de juegos
de competición (n=42). Diferencias
significativas entre las dos mitades
(datos de Mohr et al.2003)

En los dos siguientes períodos de 5 minutos no se encontraron diferencias


entre las dos partes (Mohr et al.2003a).
Tales apreciaciones conducen a proponer que las rutinas normales de
descanso durante los 15 minutos del intervalo de descanso en el fútbol no es una óptima
preparación
p p para la segunda
p g mitad, lo cual se sugirió
g que estaba relacionado con la
q
disminución de la temperatura muscular (Bangsbo 1995).
Varios estudios han encontrado una relación cercana entre la temperatura
del músculo y la realización del ejercicio de alta intensidad (Asmussen y Boje, 1945;
Bergh y Ekblom, 1979; Houmnad et al, 1991; Sargeant, 1987; Stewart y Sleivert, 1998).
En un estudio reciente se mostró que la temperatura era superior a 39º C
después de un calentamiento apropiado antes de un partido de fútbol y que eso se
mantenía a este nivel a lo largo de la primera mitad. Sin embargo, durante el descanso de
la primera mitad la temperatura del músculo disminuía alrededor de 2º C cuando los
jugadores realizaban sus rutinas normales. Los jugadores también realizaban una prueba
de sprint tanto antes como después de cada mitad; la capacidad para sprintar
repetidamente era igual al final de la 1ª mitad, pero después del descanso de la 1ª mitad
el rendimiento del sprint se deterioraba (Mohr et al.2004). Otro grupo de jugadores en el
mismo partido realizaban un periodo de recalentamiento, que consistía en actividades
aeróbicas de baja a moderada intensidad, al final de los 7 -8 minutos del descanso de la
1ª mitad.
it d Estos
E t jugadores
j d eran capaces ded mantener
t l temperatura
la t t y ell rendimiento
di i t del
d l
sprint durante el descanso de la primera mitad (fig. 7).
Figura.
g 7 Temperatura
p muscular medida
repetidamente durante un partido
amistoso (n=8). Diferencias significativas
entre el mismo punto en las dos mitades
(datos de Mohr et al.2004a).

Además una correlación significativa negativa (r=-0.62) se observaba entre la


disminución del rendimiento del sprint y la disminución de la temperatura muscular en el
descanso (Figura 8)(Mohr et al.2003a).

Figura. 8 Rendimiento del sprint


antes y después de cada mitad con y
sin un período de recalentamiento
activo
ti en ell descanso
d ( 16)
(n=16).
Diferencias significativas con el
rendimiento de sprint pre-partido
(datos de Mohr et al.2003a).

Estos resultados indican que los jugadores de fútbol rinden mejor físicamente
cuando se preparan para la 2ª mitad realizando un recalentamiento en el descanso, lo cual
parece estar relacionado con el mantenimiento de la temperatura muscular alta.
Este aspecto puede estar relacionado con el número de goles que se
consiguen en un partido. Se aprecia en las estadísticas que en el inicio de la segunda parte
y al final del partido hay un volumen mas elevado de goles. Se podría decir que el equipo
que no recalienta tiene un inicio de la segunda parte mas lenta y utiliza los primeros 5
minutos para recalentar. Este aspecto podría ser utilizado estratégicamente por los equipos
para imprimir un recalentamiento e iniciar tácticamente con mas agresividad el inicio de la
segunda parte.
Bibliografía:

Magni Mohr a; Peter Krustrup a; Jens Bangsbo .Fatigue in soccer: A brief review. Journal of
Sports Sciences, June 2005; 23(6): 593 – 599

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