Sei sulla pagina 1di 3

CASO TALLER CIVIL I

Profesores José Miguel Huerta y Tania Villarroel

Susana y Antonio son una pareja treintañera que ya lleva cuatro años de matrimonio.
Ambos se conocieron estudiando periodismo en la Universidad de Chile y desde entonces
han llevado una perfecta relación de pareja. Todo iba tan bien en sus vidas que tomaron la
decisión de tener un hijo, sin embargo, lamentablemente por más que lo intentaban no
podían concretar su intención. Recurrieron a una serie de médicos especialistas en el tema,
probaron con inseminación in vitro y otra serie de tratamientos químicos para fomentar la
fertilidad, pero todo se mantenía igual.

Con el pasar de los años se fueron sintiendo más y más frustrados, hasta que un día uno de
los exámenes de Susana arrojó como resultado que su útero tenía una condición en el
endometrio que jamás le permitiría gestar, puesto que por mucho que su óvulo fuese
fecundado, jamás se arraigaría en su vientre. La tristeza que invadió a la pareja fue
desoladora, se habían hecho tantas ilusiones que esta noticia fue un golpe muy fuerte para
ellos. Al salir de la consulta con lágrimas en los ojos, una joven llamada Fernanda se les
acercó diciendo que no había podido evitar escucharlos conversar en la sala de espera y que
por la expresión en sus rostros se podía imaginar su situación. En virtud de ello, tenía una
propuesta que ofrecerles.

Fernanda estaba atravesando una situación económica muy delicada, hace poco había
tenido un hijo (Vicente) y el padre la había abandonado sin dejarle ninguna ayuda
económica. Su situación era sumamente complicada puesto que no podía dejar a su hijo solo
para salir a trabajar y al mismo tiempo no tenía dinero para pagar su alimentación, motivo
por el que incluso arriesgaba la posibilidad de perder el cuidado personal del niño. Es por
esto, que les ofreció utilizar su propio útero para que pudieran gestar a su hijo a cambio de
una suma de dinero, de esta manera ella podría solventar sus gastos y al mismo tiempo que
llevaba el embarazo buscar un trabajo.

La pareja accedió a esta propuesta por lo que celebraron un contrato de maternidad


subrogada en donde Susana y Antonio aportarían el material genético y Fernanda se
comprometía a llevar el embarazo a cambio de $100.000.000.- Para esto, acordaron pagar
una primera cuota de $50.000.000.- al realizarse la implantación del embrión y otra cuota de
la misma cantidad al realizarse el parto.

La primera cuota fue pagada. Fernanda llevó un tranquilo embarazo en que la pareja estuvo
muy presente, acompañándola a los controles médicos, viendo con ella las ecografías y
pagando todo gasto derivado del mismo embarazo. Sin embargo, al atravesar el octavo mes
de embarazo un acontecimiento inesperado ocurrió en la vida de Fernanda, su hijo Vicente
fue víctima de un atropello lo que la sumergió en una tremenda depresión. Al nacer el bebé
de su embarazo, Fernanda no pudo evitar recordar con nostalgia a Vicente y finalmente
decidió negarse a entregarlo a Susana y Antonio.

La pareja desesperada al ver sus expectativas frustradas por la situación, interpone una
demanda de ejecución forzada del contrato solicitando que Fernanda cumpla con su parte
(que voluntariamente acordó y delimitó a través de su autonomía de la voluntad) y entregue
al niño a quien incluso hasta le habían decorado la pieza. Por otro lado, Fernanda argumenta
que hubo un cambio en la situación que la llevó a contratar, además de que sentía un
profundo amor hacia su nuevo hijo y sería una tortura que la separaran de este.

Ambas partes llegan al tribunal y encausan sus argumentos en virtud del principio de buena
fe (objetiva) como elemento integrador de los contratos. Además, Susana y Antonio son
tajantes en mencionar el principio de autonomía de la voluntad como fundamento del
contrato. El Juez consideró que ambas partes tenían buenos argumentos y por ello antes de
emitir su veredicto lo contacta a usted como especialista en Derecho Civil para que evacúe
un informe en derecho orientando la postura que debiese seguir el tribunal para resolver
esta contienda. El Juez una posición clara respecto de la validez del contrato, de hecho
estima que es absolutamente válido, por tanto, no se refiera a posibles vicios de nulidad del
contrato y redacte su informe asumiendo que es válido.

PAUTA

Descripción Puntos
Postura No existe una postura correcta, pero se exige que el 0,5
alumno opte por una y la defienda de manera lógica y
concatenada.

La evaluación de la postura dice relación con su


conexión con los argumentos y conceptos estudiados
en clase/textos de referencia.

No se debe caer en contradicciones y debe ser capaz


de abordar la mayor cantidad de vacíos o
contrargumentos que pudiese tener su postura.

Argumentos No cae en argumentos circulares. 3

Desarrolla al menos tres argumentos coherentes entre


sí, pero diferentes.

Demuestra en sus argumentos conocimiento y


aplicación de la teoría de la buena fe objetiva.
Los argumentos deben convencer de la postura
elegida sin ser necesarios amplios conocimientos de
derecho civil pero debiendo tener fundamento
jurídico ya sea normativo, jurisprudencial o doctrinal.
Investigación El estudiante recurre a referencias doctrinarias tanto 1.5
como jurisprudenciales pertinentes. Pudiendo ser
incluso de derecho comparado. Se requiere al menos
tres citas de doctrina y referencia a dos sentencias
diferentes. Las citas deben ser pertinentes y aportar al
argumento.
Formalidades - Portada (título, profesores, cátedra, nombre 1
del estudiante, fecha, universidad,
departamento).
- Letra times new roman, arial, garamond o
book antiqua.
- Citación al pie de página y bibliografía.
- Texto justificado.
- Interlineado sencillo.
- Cantidad máxima 8 páginas sin incluir
portada.
- Numeración de páginas (excepto portada).
- Sin faltas de ortografía ni errores de tipeo.

Potrebbero piacerti anche