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Santiago, quince de diciembre de dos mil dieciséis.


VISTOS Y TENIENDO PRESENTE:
1°.- Que en este juicio ordinario de resolución de contrato con
indemnización de perjuicios, Rol 3019-2013, seguido ante el 2º Juzgado
Civil de Temuco, la demandada recurre de casación en el fondo respecto de
la sentencia de la Corte de Apelaciones de dicha ciudad de cuatro de febrero
de dos mil dieciséis, que se lee a fojas 114 y siguientes, que revocó la de
primer grado de veintidós de septiembre de dos mil catorce, rolante a fojas
69 y siguientes, que no hizo lugar a la demanda y en su lugar la acogió y
declaró la resolución del contrato de compraventa celebrado entre las partes
el 23 de julio de 2008, con indemnización de perjuicios, reservándose para
la etapa de cumplimiento del fallo la discusión acerca del monto y
naturaleza de los mismos, con costas.
2°.- Que el recurrente acusa primeramente la infracción de lo
dispuesto en el artículo 1698 del Código Civil, al tener por acreditado los
sentenciadores el incumplimiento contractual del demandado en
circunstancias que ha sido el propio actor quien ha reconocido que se
efectuó la entrega del camión objeto del contrato, cosa distinta es que luego
de dos años de dicha entrega se haya constatado que la placa patente del
bien no coincidía con su número de chassis y motor, cuestiones que en
ningún caso le empecen, no son atribuibles al vendedor y de las cuales no
puede presumirse su dolo. Agrega que el fallo extiende la obligación de
entrega a hacer dueño al comprador, no bastando con la simple entrega
jurídica y material de la cosa, desconociendo con ello que en nuestra
legislación se encuentra permitida la venta de cosa ajena, de modo que por
la mera circunstancia de que un tercero luego de los dos años de realizada la
venta haya reclamado el camión como suyo, no puede entenderse como
constitutivo de incumplimiento de la obligación de entrega por parte del
vendedor ya que eso dice más bien relación con el saneamiento de la
evicción, de manera que si el comprador deseaba que se le indemnizaren los
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perjuicios causados debía hacerlo al amparo de las reglas de la evicción y


no de las normas generales de cumplimiento.
Sostiene que con dicho razonamiento se infringió también lo
dispuesto en el artículo 1459 del Código Civil, puesto que el actuar doloso
del demandado debía probarse, lo que no ha acontecido por cuanto no se ha
rendido prueba alguna que acredite su actuar negligente.
A continuación estima que se ha vulnerado también lo dispuesto en el
artículo 398 del Código de Procedimiento Civil y 1713 del Código Civil, al
atribuirse a la declaración extrajudicial prestada por el demandado ante la
Policía de Investigaciones el carácter de confesión judicial. Indica que ella
no puede valorarse como plena prueba, por cuanto no fue prestada en un
juicio seguido entre las mismas partes sino que lo fue en una investigación
seguida por la Fiscalía de Lautaro por el robo de un vehículo motorizado, la
que además fue hecha en calidad de testigo y no de imputado. Por lo demás
sostiene que el demandado nunca ha reconocido que incumplió el contrato,
sino que siempre ha señalado que hizo entrega del camión.
Luego refiere que se infringió el artículo 1489 del Código Civil ya
que indica que del análisis de la demanda se advierte que el actor confunde
dos instituciones con efectos jurídicos completamente diferentes, la acción
de resolución de contrato por incumplimiento contractual y la de
saneamiento de evicción, las que requieren la concurrencia de elementos
claramente diferenciados para nacer a la vida del derecho y que persiguen
efectos jurídicos distintos. Sostiene que el tribunal de alzada sustenta su
fallo en lo dispuesto en el artículo 1489 del Código Civil sin que se hayan
acreditado todos los requisitos de procedencia de la acción que dicha norma
contempla, ya que es la propia demandante la que reconoce que desde la
época de celebración del contrato siempre tuvo la posesión material del
vehículo hasta la fecha de incautación del mismo, dos años después. Agrega
que el comprador siempre tuvo conocimiento de que estaba adquiriendo un
“camión hechizo”, lo que conforme a la experiencia necesariamente lleva a
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la conclusión de que estaba aceptando los riesgos que conllevaba un


negocio celebrado bajo tales condiciones.
Señala que la revocación de la sentencia de primera instancia carece
de fundamento y vulnera los presupuestos legales que el legislador ha
establecido para que opere la resolución del contrato, ya la acción de
resolución de contrato no se debió haber interpuesto ni menos debió haber
sido acogida, ya que ella no es la vía idónea para perseguir las
responsabilidades que se pretenden, toda vez que para recuperar el vehículo
incautado debió ejercerse la acción legal de evicción del saneamiento, tal
como correctamente resolvió el juez a quo fundamentado en la imprecisión
de la acción ejercida.
Finaliza señalando que de no haberse cometido las infracciones
señaladas y de haberse interpretado correctamente las normas jurídicas
aplicables al caso, se debió rechazar la demanda por carecer de los
elementos necesarios para configurar la acción de resolución de contrato.
3º.- Que la sentencia de segunda instancia para revocar el fallo de
primer grado y acoger la demanda tuvo en consideración que es un hecho
reconocido por la demandada que las placas patentes del camión entregado
materialmente al comprador al igual que su número de motor y chasis no
correspondían a la especie objeto del contrato de compraventa suscrito entre
las partes, lo que además tuvo por acreditado con el informe pericial físico
técnico acompañado en autos, por lo que concluyeron los sentenciadores
que el vendedor no cumplió con la obligación de entregar materialmente el
camión objeto del contrato de compraventa al haber entregado uno distinto.
4°.- Que a este respecto cabe recordar que el artículo 1793 del
Código Civil previene que “La compraventa es un contrato en que una de
las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquélla se
dice vender y ésta comprar. El dinero que el comprador da por la cosa
vendida, se llama precio”. Por su parte, el artículo 1824 del mismo texto
legal dispone que “Las obligaciones del vendedor se reducen en general a
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dos: la entrega o tradición, y el saneamiento de la cosa vendida. La


tradición se sujetará a las reglas dadas en el Título VI del Libro II”.
A su vez, el artículo 670 del mismo cuerpo normativo indica que “La
tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la
entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad
e intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos
reales”.
Por último, el artículo 1489 del aludido estatuto legal preceptúa que
“En los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria de no
cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a su arbitrio o la
resolución o el cumplimiento del contrato, con indemnización de
perjuicios”.
5°.- Que la falta de cualquier aspecto que comprenda la obligación de
hacer entrega de la especie objeto del contrato de compraventa, por parte
del vendedor al comprador, importa incumplimiento de la misma. Por ello
la satisfacción de una o más de tales particularidades determina el
cumplimiento parcial de la obligación por parte del vendedor.
6°.- Que en el caso sub lite ha quedado acreditado que el vendedor
hizo entrega de una cosa distinta de la que fue objeto del contrato de
compraventa, lo que importa un incumplimiento de las obligaciones que
imponía el contrato, de modo que los sentenciadores han hecho una correcta
aplicación de la normativa atinente al caso de que se trata resolviendo el
conflicto jurídico sometido a su decisión con apego a derecho, aplicando
correctamente las normas que se denunciaron como infringidas, por lo que
sólo cabe desestimar el recurso de casación en el fondo por manifiesta falta
de fundamento.
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Y de conformidad además con los artículos 764 y 767 del Código de


Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo
interpuesto en lo principal de fojas 120 contra la sentencia de cuatro de
febrero del año en curso, escrita a fojas 114.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 44.118-2016
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros
Sres. Patricio Valdés A., Héctor Carreño S., Sra. Rosa Maggi D., Sr. Juan
Eduardo Fuentes B. y el Ministro Suplente Sr. Julio Miranda L. No firman
la Ministra Sra. Maggi, y el Ministro Suplente el Sr. Miranda, no obstante
haber ambos concurrido al acuerdo del fallo, por estar la primera haciendo
uso de su feriado legal, y haber terminado su período de suplencia el
segundo.

Autorizado por el Ministro de fe de esta Corte Suprema.

En Santiago, a quince de diciembre de dos mil dieciséis, notifiqué en


Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.

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