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Juicio particular
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Brígida formaba parte de la clase alta de Suecia. A los 7 años tuvo una
visión de María Santísima y a los 10, soñó con Jesús sangrante. A partir
de ese momento, se convirtió en devota de la Pasión de Nuestro Señor.
Casada a los 14 años, tuvo 28 años de felicidad conyugal, interrumpidos
cuando ambos decidieron dedicarse a la vida consagrada y vivir en
castidad. Brígida fue llamada a la Corte Real de Suecia, como dama de
compañía de la Reina. La santa intentó por todos los medios enderezar
al Rey, que era débil y vicioso, así como lo intentó con su esposa, la
Reina. Ambos la escuchaban ocasionalmente, volviendo a caer en sus
terribles faltas.
La vida de Brígida estuvo signada por frecuentes visiones, milagros,
peregrinaciones y un gran compromiso auténtico
con los pobres y los incrédulos. No la asustaban ni la
peste ni las burlas a sus sueños y visiones.
Fue la fundadora de la Orden del Santísimo
Corazón. Murió en el año 1373, a los 70 años, en
Roma [Italia].
• Corporales
• Espirituales
• Intelectuales
Acerca de sus visiones, el Papa Benedicto XIV dijo: “Aunque muchas de
esas revelaciones han sido aprobadas, no se les debe el asentimiento
de fe divina. El crédito que merecen es puramente humano, sujeto al
juicio de la prudencia, que es la que debe dictarnos el grado de
probabilidad de que gozan, para que creamos píamente en ellas”.
¿Se sentiría aludido y, por lo tanto, herido, con el primer juicio?
La canonización de Brígida fue confirmada en 1415, en el Concilio de
Constanza, por el antipapa Juan XXIII. Sin embargo,
los reyes de Suecia querían una canonización
legítima y 4 años después obtuvieron la
confirmación por el Papa Martín V, Sumo Pontífice
de toda la cristiandad. En el año 2000, el Papa Juan
Pablo II la designó Patrona de Europa.
Los 5 tipos de hombre sobre los que Jesús revela su juicio son:
1. El primer hombre representa la cabeza de la Iglesia y
sus sacerdotes.
2. El segundo, representa a los laicos corruptos
[apóstatas].
3. El tercero, representa a los judíos [el pueblo elegido
que, habiéndolo negado, aún espera al Mesías].
4. El cuarto, representa a los paganos o mundanos.
5. Y el quinto, representa a “mis amigos” [los amigos de
Jesús].
ejemplo.
“Yo redimí almas con mi sangre y te las encomendé como a un amigo
fiable. Pero tú se las devuelves al enemigo del que yo las redimí. Eres
más injusto que Pilatos. Pilatos sólo me condenó a muerte, pero tú no
sólo me condenas como si yo fuese un pobre hombre indigno, sino que
también condenas a las almas de mis elegidos y dejas libres a los
culpables.
Mereces menos misericordia que Judas. Judas tan sólo me vendió, pero tú
no sólo me vendes a mí, sino que también vendes a las almas de mis
elegidos, en base a tu propio provecha y vana reputación.
Tú eres más abominable que los judíos. Ellos tan sólo
crucificaron mi cuerpo, pero tú crucificaste y castigaste a las
almas de mis elegidos, para quienes tu maldad y
transgresión son más afiladas que una espada.
Así, puesto que eres como Lucifer, más injusto que Pilatos,
menos digno de misericordia que Judas y
más abominable que los judíos, mi enfado
contigo está justificado”.
“Amigo mío, lo que has dicho es cierto. Mis elegidos ven toda la bondad y
justicia en mí. Aún los espíritus diabólicos lo hacen. Yo soy
como una espada que corta en dos, le doy a cada persona lo
que él o ella merecen.
Y hacerlo con la cabeza abajo y los pies arriba, por haberte despreciado a
Ti, mi Señor, nuestro Señor. Tú, que deberías ser su cabeza. Y por
haberse amado a sí mismo y sólo a sí mismo, esta es la justicia”.
La sentencia al judío
Pedro continuó: “La sentencia del tercero es que no verá Tu rostro y será
condenado por su perversidad y avaricia, puesto que los que no creen
no merecen contemplar la visión de Ti”.
“Por ello, lo mismo que el honor y el orgullo que alcanzaron sobre otros
en la Tierra, se hundirán en el infierno tan profundamente, más que los
demás, que les será imposible levantarse.
“Sus extremidades, o sea, todos los sacerdotes aduladores que les
secunden, serán separados de ellos y aislados. Igual que una pared que
se derrumba, en la que no quedará piedra sobre piedra y el cemento ya
no se adherirá a las piedras. La misericordia nunca les llegará, porque
mi amor nunca les calentará ni les repondrá en la eterna Mansión
Celestial.
“En su lugar, despojados de todo bien, serán eternamente atormentados
junto a sus líderes”.
Hay una parábola de Jesús que explica de manera muy particular y didáctica
la misericordia de Dios y Su amor; con ella, se puede entender de una mejor
forma el tema del juicio llamado particular. El Evangelio según San Mateo lo
relata así:
“El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora
de la mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose ajustado con los
obreros en un denario al día, los envió a su viña.
Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados,
les dijo: ´Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo´. Y
ellos fueron.
Volvió a salir a la hora sexta y a la nona, e hizo lo mismo.
Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que estaban
allí, les dice: ´¿Por qué estáis aquí todo el día parados? Y ellos dicen: ´Es
que nadie nos ha contratado´. Entonces diles: ´Id también vosotros a la
viña´.
Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: ´Llama a los
obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los
primeros´. Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un
denario cada uno. Al venir los primeros, pensaron que cobrarían más,
pero ellos también cobraron un denario cada uno. Y al cobrarlo,
murmuraban contra el propietario, diciendo: ´Estos últimos no han
trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que
hemos aguantado el peso del día y el calor´.
Pero él contestó a uno de ellos: ´Amigo, no te hago ninguna
injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma
lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo
que a ti. ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va
a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?´.
Así, los últimos serán primeros y los primeros últimos” (Mateo 20)
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Amor y misericordia
• El dueño de la viña ha encontrado a diversas horas a varias personas.
• A cada una la ha contratado en diferente momento.
• Todos van a trabajar.
• Si bien les pagan a todos lo mismo, ¿acaso el que trabajó más merece
igual que los que trabajaron menos?
El tema no es el trabajo, es la misericordia.
¿Quién es el propietario? Dios, el dueño de todo.
¿Quién es el obrero? Cada uno de nosotros, las personas en general, pero
tienen una característica: se han encontrado con el dueño de la vid.
Si el jefe es el Señor y el obrero somos nosotros, las personas, esto significa
que es un encuentro, es la conversión personal.
Los que llegan a trabajar antes, es porque se encontraron a Jesús primero
que los demás: pueden ser aquellos que, desde pequeños, traen
consigo su fe y sólo necesitaban un pequeño empujón. En el
encuentro con Dios se entusiasman y van a trabajar por Él [en su
casa, en el matrimonio, en la vida monástica, en el sacerdocio].
Los otros son aquellos que, en un momento específico de su vida,
llegaron a tener ese encuentro con Dios y dejaron todo para ir a
trabajar por y para Él. Puede ser que se encontraron con Jesús en
la mitad de su vida. Cada uno en diferente momento de la vida.
Incluso hay un grupo que llega ya cuando han terminado o están
casi por terminar [en su ancianidad, por ejemplo, se encontraron
con Jesús]: estos son los que. incluso en ese último momento, en
la última hora de su vida, se encontraron con Jesús, y en ese
instante se acogen a Su misericordia.
La hora del pago es la hora del juicio.
Allí vemos el amor y la misericordia.
Dios ha estado llamando en todo momento, y sin importar
a qué hora llega c/u, a todos les paga lo mismo.
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Aquí, la experiencia es que a todos los que se han encontrado con el Señor,
la paga es el Cielo. Pues todos han llegado a trabajar. Todos le oyeron.
Todos le siguieron. Todos acogieron y practicaron el Evangelio.
En este caso, no hay ninguno que se niegue: todos los que se encontraron con
Dios se han salvado, por Su amor y Su misericordia. Pues nadie pagaría a
una persona algo sin que trabaje.
El precio de tu elección
Dios ha mostrado que quiere que todos, sin excepción, se salven. Y que será
misericordioso a la hora del juicio particular. Pero ¿y si alguno de estos
se hubiese negado a trabajar?
Otra parábola nos da la respuesta, Mateo 22, 1-13:
“Tomando Jesús de nuevo la palabra, les habló en parábolas, diciendo:
´El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el
banquete de bodas de su hijo. Envió a sus siervos a que llamasen
a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía
a otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: Mirad,
mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y
animales cebados, y todo está a punto, venid a la boda.
Pero ellos, sin hacer caso, se fueron: el uno a su campo, el otro a
su negocio, y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron
y los mataron.
Se airó el rey, y enviando sus tropas, dio muerte a aquellos
homicidas y prendió fuego a su ciudad.
Entonces dice a sus siervos: La boda está preparada, pero los
invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos…
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Si hubiese dicho: “no tengo para comprarme otro traje”, el rey le hubiese
dado uno, pero esa no era la intención del colado.
Dios es amor
Aún hay tiempo, mientras estés vivo.
Dios te espera.
Lo que cosechaste será tu recompensa.
Infierno, Cielo.
Porque en ese instante de tu muerte, serás juzgado y con ello se
decidirá. Pero el juicio lleva implícita la misericordia y el amor de
Dios.
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Es la primera vez en la
historia que, al menos a dos videntes, de dos apariciones Marianas
[Garabandal y Medjugorje] la Virgen María les ha pedido que anuncien
unos días antes este tipo de evento; esos videntes tienen hoy cerca de 50
años [los de Medjugorje] y algo más de 60 [las de Garabandal].
Una de las etapas de esta intervención será lo que se ha denominado
iluminación de las conciencias o iluminación del alma. Es el momento en
que Dios iluminará nuestra conciencia personal, para que podamos hacer
un examen y nos purifiquemos.
¡Atención! Bajo este mismo rótulo, la New Age se refiere a “un cambio en el estado de
conciencia”, que nada tiene que ver con la comprensión de los pecados y la conversión
de vida, sino con “adquirir más poderes mentales” (¡!).
La iluminación o el mini-juicio
Muchas experiencias cercanas a la muerte [ECM] describen la misma
situación: uno ve pasar su vida como en una película, ve las cosas que
hizo, que son agradables a Dios, y ve los pecados que cometió.
Algunos que han tenido experiencias cercanas a la muerte, regresaron
contando que Jesús o un Ángel les mostró su vida como en una pantalla
de TV, que iluminó sus conciencias e implicó una especie de mini-juicio
que cada uno se hizo a sí mismo frente a Dios, y arrepentimiento.
Profecías del estilo han sido proclamadas por muchos videntes Marianos:
“Yo les daré una luz especial. Para algunos, esta luz será una bendición; para otros, la
oscuridad. La luz vendrá como la estrella que mostró el camino a los sabios. La
humanidad experimentará Mi amor y Mi poder”.
[A videntes en Heede, Alemania]
Estas profecías pueden relacionarse con los signos observados por santos y
papas. Santa Faustina vio una gran cruz luminosa en el cielo. En el siglo
XIX, el Papa Pío IX vio algo similar:
“Habrá un gran prodigio que va a llenar el mundo de admiración”.