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La proximidad del Jach’ Anata Inti Ch’amampi, invita a una mayor cercanía con conceptos
tales como Patrimonio, Patrimonio Inmaterial, Patrimonio Cultural y otros en similares
direcciones semánticas, pues pareciera que, así como los bailarines participantes, estos
conceptos se desplazan en el ambiente carnavalesco.
Este entorno festivo inevitablemente “mueve” y motiva la reflexión, reflexión que nos
aproxima a preocupaciones aún hoy vigentes en el mundo europeo, ya lo trataron Ivo Matozzi
y Rosa Mária Ávila, en el año 2009, en su ponencia La Didáctica del Patrimonio Cultural y la
Educación de la Ciudadanía en la Universidad de Bolonia, las preguntas y las posibles
respuestas son las mismas: ¿Podemos educar a la ciudadanía través del potente patrimonio
que poseemos?, ¿En el actual contexto, es posible diseñar una propuesta de enseñanza
patrimonial deseable para la educación de una ciudadanía responsable con su patrimonio?
Esta reflexión parte de la certeza de que la actual forma de enseñanza del patrimonio o de lo
que se nos ha indicado como tal, desde la valoración histórica y estética, es una reproducción
del sistema de enseñanza que reproduce el orden político y económico vigente y por tanto
ayuda a mantener el orden social neoliberal existente. Los argumentos para fundar esta
afirmación están a la vista, los vivenciamos en nuestras rutinas diarias y hasta podríamos
enumerarlos sin mucha complicación:
2. Este “consumo” se realiza sin comprensión, sólo se entiende como objeto de bienestar
para llenar espacio de ocio, por tanto, se deja totalmente de lado la acción de “hacer
patrimonio”, es decir, es una concepción de patrimonio desligada de planteamientos
educativos y de las experiencias vividas por los ciudadanos.
4. La situación anterior, ha provocado una suerte de alienación que no deja más remedio que
consumirlo de acuerdo a lo estatuido e indicado institucionalmente, sometiendo a una
suerte de “pensamiento único”, de hegemonía, acerca de lo que debemos entender por
patrimonio y acerca de qué es patrimonializable y qué no.
5. La consecuencia de lo expuesto es que nos encontramos con una ciudadanía pasiva que
contempla el patrimonio o lo que le han dicho que lo es, desde la grandiosidad, desde el
endiosamiento o sólo desde la belleza.
6. Entonces, la educación patrimonial que se recepciona dice relación con un punto de vista
academicista, ilustrado, vinculado al valor económico y/o sentimental.
Esta concepción del tema patrimonial ha generalizado una visión simplista y fragmentaria del
Patrimonio, arrastrando una falta de interés socioeducativo en él pues se utiliza sólo en
situaciones puntuales, sin participación, sin posibilidad de opinión frente a una exposición de
lo que se indica como patrimonio. Ha levantado obstáculos para generar una ciudadanía
responsable, con una falta de compromiso ante el patrimonio y ha reforzado posiciones de
poca tolerancia frente al patrimonio de otras culturas, la intolerancia frente a los gustos y el
patrimonio de grupos sociales y/o culturales diferentes.
3. Lograr una concepción del Patrimonio como un “hecho social” con una actitud
participativa desde la crítica como sociedad que busca las señales identitarias colectivas
en sus referentes patrimoniales.
Bibliografía:
CANTÓN Arjona, Valentina (2009). La Educación Patrimonial como Estrategia para la formación Ciudadana. Correo
del Maestro 38. n.154. 2009.
FIGUEROA Pizarro, Pamela (2012) 100 Definiciones de Educación Patrimonial para la Formación Ciudadana.
Estudio de Investigación Inédito. Arica 2012.
MATTOZZI, Ivo y ÁVILA, Rosa María (2009). La Didáctica del Patrimonio Cultural y la Educación de la Ciudadanía
Europea. XX Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales. Universidad de Bolonia. Bolonia 2009.
TEXEIRA, Simonne (2006). Educación Patrimonial: Alfabetización cultural para la ciudadanía. Estudios
Pedagógicos. v.32 n.2. Valdivia 2006
TORO, Bernardo y TALLONE, Alicia (2010). Educación, Valores y Ciudadanía. Organización de Estados
Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Fundación SM. Madrid 2010.