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PESCADOR DE HOMBRES

Tú has venido a la orilla.


No has buscado ni a sabios ni a ricos:
tan sólo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca.
Junto a ti buscaré otro mar.
Tú sabes bien lo que tengo:
en mi barca no hay oro ni espadas,
tan sólo redes y mi trabajo.
Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca.
Junto a ti buscaré otro mar.
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca.
Junto a ti buscaré otro mar.
Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de almas que esperan,
amigo bueno, así me llamas.
Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca.
Junto a ti buscaré otro mar.
Junto a ti buscaré otro mar.

Oh buen Jesús
Acto de fe

¡Oh, buen Jesús! yo creo firmemente


que por mi bien estás en el altar,
que das tu Cuerpo y Sangre juntamente
al alma fiel en celestial manjar.

Acto de humildad

Indigno soy, confieso avergonzado,


de recibir la santa Comunión;
Jesús que ves mi nada y mi pecado,
prepara Tú mi pobre corazón.

Acto de deseo
Dulce maná y celestial comida,
gozo y salud de quien te come bien;
ven sin tardar, mi Dios, mi luz, mi vida,
desciende a mí, hasta mi pecho ven.

Acto de dolor

Pequé Señor, ingrato te he vendido;


infiel te fui, confieso mi maldad;
contrito ya, perdón, Señor, te pido,
eres mi Dios, apelo a tu bondad.

Acto de esperanza

Espero en Ti, piadoso Jesús mío;


oigo tu voz que dice "ven a mí",
porque eres fiel, por eso en Ti confío;
todo, Señor, espérolo de Ti.

Acto de amor

¡Oh, buen Jesús, pastor fino y amante!


mi corazón se abraza en santo ardor,
si te olvidé, te juro que constante
he de vivir tan sólo de tu amor.
Como Cristo nos amó
Como Cristo nos amó 
nadie pudo amar jamás,
él nos guía como estrella 
por la inmensa oscuridad;
al partir con él el pan 
alimenta nuestro amor. 
Es el Pan de la amistad, 
el Pan de Dios

Es mi Cuerpo, vengan a comer, 


es mi Sangre, vengan a beber, 
porque soy la vida, yo soy el amor;
a tu amor eterno llévanos, Señor.

Como Cristo nos amó 


nadie pudo amar jamás;
en su pueblo es un obrero 
como todos los demás.
Con sus manos gana el pan 
trabajando con amor. 
Él conoce la pobreza y el dolor.

Como Cristo nos amó 


nadie pudo amar jamás;
al morir en una cruz
nos dio su paz y libertad.
Pero al fin resucitó 
por la fuerza de su amor
y salió de su sepulcro vencedor.

Como Cristo nos amó 


nadie pudo amar jamás;
Nos une como hermanos 
en su reino de bondad.
Para siempre junto a él 
viviremos sin temor, 
nada puede separarnos de su amor.

Cuerpo y Sangre de Jesús


Cuerpo y Sangre de Jesús, 
Pan de vida.
Cáliz del Señor 
en la Eucaristía.

Redimidos por su amor, 


bautizados en su muerte,
renovemos las promesas, 
antes de comer su Cuerpo y su Sangre.

El Espíritu de Dios 
confirmó nuestro Bautismo,
y hoy imprime en nuestras almas 
el sello de unión en la Eucaristía.

Por la carne de Jesús, 


Dios nos hace de su raza,
y en el pueblo de elegidos 
somos parte fiel de su sacerdocio.

Como granos de la vid, 


como granos en la espiga,
un cuerpo todos formamos, 
en la gran unión del amor cristiano.

Esta mesa fraternal, 


que nos nutre en el destierro,
es figura del banquete 
que nos reunirá con Cristo en el Cielo.
En la postrera cena
En la postrera cena antes de su Pasión, 
dijo el Señor en las frases de la consagración:

Tomad este es mi cuerpo, esta mi sangre es,


que por el mundo entrego. Misterio de la fe.

Después hacia el calvario, para morir, marchó


y en una cruz clavado, su sangre derramó.

Católicos, hermanos, sedientos de su amor,


en su memoria hagamos, lo que él nos ordenó.

Comamos de su carne que es Pan de eternidad,


bebamos en su sangre la vida celestial.

Es mi Padre
Es mi Padre quien les da 
verdadero Pan del cielo,
el que coma de este Pan 
vivirá eternamente.
Yo soy ese Pan de vida 
que ha bajado desde el cielo.

Creemos, Señor, en tu Palabra; 


Tú eres el Pan que da la vida.

Todo aquel que venga a mí


no padecerá más hambre; 
todo aquel que crea en mí 
no padecerá más sed. 
Es mi carne la comida 
y es mi sangre la bebida.

El que come de este Pan 


vive en mí y yo en él,
el que bebe de esta copa
tiene ya la vida eterna,
yo lo resucitaré
en el día del Señor.

Más cerca, oh Dios, de ti


Más cerca, oh Dios, de ti
más cerca sí;
aunque sea una cruz
que me lleve a ti.

Si tiende al sol la flor,


si el agua busca al mar, 
a ti, mí solo bien, 
he de buscar.

Mi pobre corazón
inquieto está,
hasta que en ti, Señor,
encuentre paz.

Abráseme tu amor,
oh luz de eternidad.
Cerca de ti, Señor, 
quiero morar.

Refugio es el Señor, 
no temeré.
Mi fuerza en el dolor, 
confío en Él.

Si brama y gime el mar,


las olas al romper,
conmigo Dios está, 
no temeré.

Yo creo en ti, Señor,


yo creo en ti,
Dios vivo en el altar,
presente en mí.

Si ciegos al mirar
mis ojos no te ven,
yo creo en ti, Señor, 
aumenta mi fe.

Bendigamos al Señor
Bendigamos al Señor
que nos une en caridad
y nos nutre con su amor
en el Pan de la unidad.
¡Oh, Padre Nuestro!

Conservemos la unidad
que el maestro nos mandó
donde hay guerra que haya paz,
donde hay odio que haya amor
¡Oh, Padre nuestro!

El Señor nos ordenó


devolver el bien por mal,
ser testigos de su amor
perdonando de verdad,
¡Oh, Padre nuestro!

Al que vive en el dolor


y al que sufre en soledad
entreguemos nuestro amor
y consuelo fraternal
¡Oh, Padre nuestro!

El Señor que nos llamó


a vivir en la unidad
nos congregue con su amor
en feliz eternidad
¡Oh, Padre nuestro!

Alabado sea el Santísimo


Alabado sea el Santísimo
Sacramento del altar
y la Virgen concebida
sin pecado original.

Es el manjar regalado
de este suelo terrenal
es Jesús Sacramentado,
Dios eterno e inmortal.
Celebremos con fe viva
este pan angelical
y la Virgen concebida
sin pecado original.

Es el Dios que da la vida,


y nació en un portal,
de la Virgen concebida
sin pecado original

Alabado sea el Santísimo


Sacramento del altar
y la Virgen concebida
sin pecado original.

Te adoramos, Hostia divina


Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor,
Tú del ángel eres delicia.
Tú del hombre eres honor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.
En la vida eres consuelo,
En la muerte dulce solaz

Te adoramos, Hostia Divina.


Te adoramos, Hostia de Amor.
Tú del fuerte eres dulzura.
Tú del débil eres vigor.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.

Te adoramos, Hostia Divina.


Te adoramos, Hostia de Amor.
En la vida eres consuelo,
en la muerte dulce solaz.
Te adoramos, Hostia Divina.
Te adoramos, Hostia de Amor.

Oh Víctima inmolada
Oh Víctima inmolada,
por nuestra redención,
de cuyas llagas brotan
las aguas del perdón.

Con mis frecuentes culpas,


mil veces te ofendí.
Perdona mis pecados
y ten piedad de mí.

Oh, cuánto amor respira


tu abierto corazón.
Tu muerte fue mi vida,
tu Cruz, mi salvación.

Con mis frecuentes culpas,


mil veces te ofendí.
Perdona mis pecados
y ten piedad de mí.

Oh, Padre te pedimos


que quieras aceptar
la Hostia pura y santa
que está sobre el altar.

Y cuantos recibamos
el cuerpo del Señor
colmados nos veamos
de gracia y bendición.

Cantemos al amor de los amores


Cantemos al Amor de los Amores
cantemos al Señor,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!

¡Gloria a Cristo Jesús,


cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!

Unamos nuestra voz a los cantares


del Coro Celestial,
Dios está aquí, al Dios de los Altares
alabemos con gozo angelical. 

¡Gloria a Cristo Jesús,


cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!

Cantemos al Amor de los Amores


cantemos sin cesar,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo en el altar!

¡Gloria a Cristo Jesús,


cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!

Yo soy el camino
Yo soy la luz del mundo,
no hay tinieblas junto a Mí.
Tendrán la luz de la vida
por la Palabra que les di.
Yo soy el Camino firme,
yo soy la Vida y la Verdad,
por Mí llegarán al Padre
y al Santo Espíritu tendrán.

Yo soy el Pan de Vida


y con ustedes me quedé.
Me entrego como alimento,
soy el misterio de la fe.

Yo soy el Buen Pastor,


y por amor mi vida doy;
yo quiero un solo rebaño,
soy para todos salvador.

Yo soy la vid verdadera,


mi Padre Dios, el viñador;
produzcan fruto abundante
permaneciendo en mi amor.

Yo soy Señor y Maestro


y un mandamiento nuevo doy:
que se amen unos a otros
como los he amado yo.

Vayamos a la mesa
Vayamos a la mesa 
del Padre celestial,
que allí Jesús ofrece 
el pan de eternidad.

Señor, hoy tu visita 


queremos recibir,
y renovar las vidas 
uniéndonos a ti.

Tu vienes a nosotros, 
amigo de verdad,
que nada nos separe, 
Señor, de tu amistad.

Tú sólo eres camino 


que nos conduce a Dios.
Revélanos al Padre 
y muéstranos su amor.

La Santa Eucaristía 
renueva tu Pasión,
por ella nuestra vida 
se asocia a tu dolor.

Señor, hoy nos congrega 


la mesa de tu altar; 
nos una para siempre 
la gloria celestial.

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