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CONFLICTOS FAMILIARES Y SU INCIDENCIA

EN LA VIOLENCIA DE GÉNERO

VIVIANA ARROYO PINTO

KENDRYS ARAGÓN MENDOZA

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PROGRANA EN PROMOCIÓN SOCIAL
FONSECA, LA GUAJIRA
2019
CONFLICTOS FAMILIARES Y SU INCIDENCIA
EN LA VIOLENCIA DE GÉNERO

VIVIANA ARROYO PINTO

KENDRYS ARAGÓN MENDOZA

INFORME PRESENTADO PARA OPTAR EL TÍTULO DE PROMOTORAS


SOCIALES

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PROGRANA EN PROMOCIÓN SOCIAL
FONSECA, LA GUAJIRA
2019
CONFLICTOS FAMILIARES Y SU INCIDENCIA
EN LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Colombia ha sido marcada por la violencia desde tiempos inmemorables y con ello
la violación de los derechos humanos y sí, nos caracterizamos por ser uno de los
países más violentos en el mundo. Si bien, la violación de los Derechos Humanos
afecta a todos los miembros de la sociedad, según estudios su impacto es variable
de acuerdo al sexo la víctima. La violencia de género se puede presentar de
diversas maneras; entre ella tenemos: la violación sexual, asedio sexual, tráfico de
mujeres, violencia en contra de mujeres vulnerables y la violencia intrafamiliar.

En este ensayo se tratará la violencia de género desde la perspectiva del conflicto


familiar. A propósito, la violencia intrafamiliar es un fenómeno social y que a pesar
de la importancia y gravedad del tema es muy poco lo que se ha hecho, en gran
medida porque se consideraba que el espacio familiar era íntimo y aquellas
herramientas utilizadas eran “útiles” para su buen funcionamiento y el
establecimiento de roles y rangos, al igual que en ciertos casos se recurre a la
violencia con los niños y niñas como método de buena conducta en el proceso
educativo.

Lo que se propone, no solo es llegar a concluir de que se trata este tipo de violencia
de género, sino exponer algunos de los elementos incorporados en la lucha en
contra de la violencia intrafamiliar y posteriormente reflexionar sobre la realidad en
la que nos encontramos referente al tema, especialmente en las implementaciones
de política pública para prevenir, detectar, atender y sancionar la violencia
intrafamiliar como violencia de género. Los invitamos a leer y reflexionar no solo de
las consecuencias para la víctima, sino para la familia en general.
Hasta hace muy poco la violencia dentro de la familia era considerado un hecho
normal y necesario a los ojos de la sociedad e incluso aceptado por mucho de sus
miembros como la manera de imponer orden, la jerarquía y la manera más eficaz
de solución de conflictos. Además es menester mencionar que no todos los
conflictos familiares conducen a compartimientos violentos y que una discusión,
controversia o mal entendido no propiamente es un comportamiento violento. Los
conflictos se refieren a factores que se oponen entre sí. Los conflictos
interpersonales surgen de la interacción social como expresión de diferencias
dentro del núcleo familiar e incluso lo podemos encontrar en cualquier interacción
entre los seres humano.

Muchos consideran que el conflicto familiar es vital para el crecimiento ya que su


resolución implica comunicación y trabajo en grupo para crear un equilibro superior
al anterior, siendo inevitables. Por otro lado la agresividad tiene como requisito
fundamental la intencionalidad; es decir, la intención de hacer daño por parte del
agresor. En resumen, se podría definir la violencia familiar como toda acción u
omisión cometida en el seno de la familia por uno de sus miembros, que menoscaba
la vida o la integridad física, o psicológica, o incluso la libertad de otro de sus
miembros, y que causa un serio daño al desarrollo de su personalidad.

Otro término a resaltar es la violencia de género, entendida como la violencia


perpetrada en contra de alguien por intentar salirse de roles tradicionales.
Teóricamente se habla de violencia de género masculina y femenina. No obstante,
los movimientos feministas señalan que aunque en la teoría exista la violencia de
género masculina, en la realidad las mujeres somos las afectadas por este
fenómeno, por no cumplir o cumplir de manera ineficaz los roles tradicionales
propios de función.

Es entonces, como podemos llegar a decir que este tipo de violencia se ejerce en
la mujer solo y simplemente por el hecho de ser mujer e incluso esta problemática
va más allá del núcleo familia, siendo hasta personas extrañas las perpetradoras.
Define entonces como violencia de género, todo acto de violencia basada en la
pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer e incluso las amenazas de tales
actos, (Jiménez Bayarri 2015).

De igual manera encontramos que la violencia puede ser definida como “el uso de
intencional de la fuerza física o del poder real o en amenaza, contra sí mismo, contra
otra persona, o contra un grupo o una comunidad, que resulte o tenga gran
posibilidad de resultar en lesión, muerte, daño psicológico, deficiencia del desarrollo
o privación” (OMS 2019).

La violencia es utilizada frecuentemente contra las personas más vulnerables


dentro del grupo familiar, como lo son las mujeres, los niños y los ancianos. En el
ámbito de las relaciones interpersonales, la conducta violenta es sinónimo de abuso
de poder, por tanto el poder es utilizado para ocasionar daño en otra persona. Es
por eso que es un vínculo caracterizado por el ejercicio de la violencia de una
persona hacia otra, de denomina relación de abuso.

En este tipo de conflicto increíblemente quienes ejercen violencia lo consideran


como un método para tatar de moldear al grupo familiar, por cuestiones culturales
de que el hombre es el dominante en el hogar o simplemente es la manera que se
tiene para resolver conflictos dentro del núcleo familiar. Históricamente la sociedad
ha aceptado la violencia familiar en todas sus manifestaciones y atribuida a que
hace parte de la vida y privada de la familia. Por otro lado, el género es un término
utilizado para teorizar la diferencia sexual a partir de los papeles o roles destinados
a la mujer y al hombre.

No obstante, la agresión puede ser mutua, pero en el caso de la violencia la realidad


es otra. Algunas mujeres han tenido respuestas esporádicas a un hecho de violencia
o han tratado de defenderse sin poder nivelar la carga de la fuerza, habitualmente
la respuesta de la víctima aumenta la agresión por parte del victimario y en
ocasiones muy mínimas la violencia es frenada al instante. En cambio la violencia
como agresión, suele ser menos mutua ya que si el agresor logra lo que quiere la
víctima se vería debilitada obteniendo menos posibilidades de defender y por lo
general su respuesta seria verbal.
Si bien se han logrado avances importantes en la prevención de la violencia de
género dentro del núcleo familiar, no se cuentan con estadísticas exactas sobre la
verdadera dimensión del problema y esto es fundamentado en diferentes causas,
pero la principal es la falta de denuncia por parte de la víctima o sobre quien recae
dicha violencia. También existen variedades de acciones no solo para prevenir sino
para apoyar a las víctimas, pero generalmente estas son realizadas sin
coordinación, pocos recursos y falta de personal especializado en el tema, no
dándole la relevancia que tiene este fenómeno a nivel social.

La violencia de género es considerada la discriminación que más afecta la calidad


de vida de las mujeres, generando inseguridades y miedos, además del sufrimiento
físico, mental, sexual, coerciones y otras formas de privación al derecho a la libertad.
Sin embargo, pese a todo el movimiento feminista, los tratados internacionales de
las Naciones Unidas y las diversas medidas optadas por los gobiernos, este
fenómeno persiste, resistiendo su minimización.

La violencia es diversificada, existiendo así violencia sexual, física, psicológica,


económica y hasta moral, la opresión puede venir de diversos agentes como lo son;
esposo, padres, novios, hermanos, etc. la dependencia emocional o financiera de
las víctimas para con el agresor es un gran limitante al momento de contrarrestar
este fenómeno, siendo agudizados con por el sentimiento de miedo por las posibles
consecuencias de una denuncia. Además, existen grados en la presentación de la
violencia, aquellas que muchas veces son consideradas sutiles y silenciadas,
pueden causar aún más daño que aquellas que su manifestación es más visible.

Los hombres y las mujeres ante los ojos de la ley gozamos de condición de igual,
sobre nuestros derechos y libertades, así como autonomía, de acuerdo a la
Declaración de los Derechos Humanos, Constitución Política, tratados, entre otros.
No solo en Colombia si no en América Latina, las mujeres hemos luchado
arduamente por dicha igualdad, marcadas por el sacrificio, la violencia de género
en el hogar es una constante transgresión y un retroceso en todo lo que hemos
batallado y logrado y a los Derechos Humanos, categorizado como un problema
grave y amenazar, no solo para las mujeres sino para la sociedad en general.
En la búsqueda de información para nuestro tema, encontramos que existen
distintos tipos de violencia de género, según expresa Esplugues (2007),
encontramos las siguientes: La violencia física, La violencia emocional, Violencia
sexual, maltrato económico.

Por otra parte, tenemos que a pesar de ser un fenómeno universal, es desviado y
hasta ignorado en muchas ocasiones por pertenecer al ámbito privado de cada
familia. La violencia está cubierta por la invisibilidad social, premiada por las
ideologías de género que tiene profunda relación con la construcción de una noción
asimétrica en relación al valor y derecho de los hombres y las mujeres. Es decir,
cuando una mujer opta por no llevar al espacio público una situación vivida de
violencia, probablemente está respondiendo al proceso de socialización que las
constituye también como reproductoras de las ideologías de género.

Hasta aquí tenemos que esta problemática, que aunque es muy antigua se
encuentra en el proceso histórico que va desde el reconocimiento de los derechos
de las mujeres y niños/as. Sin embargo una de las principales dificultades para
abordar este tema, es establecimiento de causas, consecuencias, características
específicas, para trabajar en la lucha de su erradicación. Mientras que en los países
desarrollados llevan décadas investigando sobre este tema, los países
latinoamericanos empezaron su progreso e investigación desde los años 90.

A pesar de la poca investigación y gestión, se ha podido evidenciar no solo la


caracterización del problema, sino su complejidad y multicausalidad y de igual forma
la falta de bases legales de protección a las víctimas, la necesidades de que se
desarrollen políticas públicas para la prevención y atención de estos casos. Por otro
lado, los estudios realizados nos indican que no se puede atribuir la violencia de
género en el ámbito doméstico solo a patologías individuales o desordenes
psíquicos, ni a factores derivados a la estructura socioeconómica o del medio
externo, puesto que las agresiones a abusos se presentan en todos los estratos
sociales. El alcoholismo, la cesantía y el hacinamiento y otros problemas, no se
considerada una causa directa de la violencia, sino factores desencadenantes o
asociados.
La violencia contra la mujer en el marco del hogar tiene características peculiares
que a diferencia de otro tipo de agresión y abuso, por el espacio en que ocurre, por
los actores que intervienen y por el conjunto de factores psicológicos que entran en
juego, todo lo cual contribuye a la complejidad y a que la significación y percepción
del problema no siempre sean evidentes. Existen diferentes enfoques teóricos y
metodológicos para abordar la violencia de género, entre los que se encuentra,
como aproximación descriptiva, el “ciclo de la violencia”, que se inicia con
agresiones menores que se van incrementando hasta alcanzar un clímax para luego
decrecer y posteriormente el periodo de arrepentimiento del agresor y por todos bien
sabemos, el ciclo se vuelve a repetir.

Para tratar de entender mejor este punto, en lo que respecta a la violencia física, lo
encasillaremos como los tres ciclos de la violencia física, que explicaremos a
continuación

1. La primera fase es la acumulación de tensión por parte del victimario.


2. la segunda fase, es cuando aparece la explosión de emociones o estallido
de dicha tensión, dando lugar a la agresión.
3. La tercera fase, la llamaremos utopía emocional.

La violencia practicada contra las mujeres configura un problema social grave,


generando consecuencias en la salud de las víctimas, los posibles problemas
generados de una situación de violencia constante dentro del hogar son bastante
extensos. Las consecuencias de violencia de género no solo afecta la salud física y
emocional de las mujeres, sino el bienestar de sus hijos y hasta coyunturas
económicas y sociales, a c o largo plazo. Cabe resaltar, que se ha determinado que
las consecuencias psicológicas son aún más graves que los efectos físicos.

Las personas que son sometidas a situaciones agudas de violencia familiar, tienen
a ser débiles física y mentalmente, conduciendo a quebrantos de salud e incluso
llegando a la depresión. Además de ello, su rendimiento académico o laboral se ven
disminuidos e incluso afrontando trastornos de conducta y problemas de
aprendizajes en niños. Del mismo modo los niños que fueron víctimas de violencia
o presenciaron esto, tienden a reproducir estos patrones de comportamientos en la
vida adulta y en el caso de las niñas lograr aceptar y justificar la violencia
intrafamiliar como algo admisible o incluso merecedor.

En efecto, las mujeres sometidas a violencia dentro del núcleo familiar, son más
propensas a ser agresivas, a tener baja autoestima, dificultad para las relaciones
interpersonales, el uso de las drogas, problemas de salud reproductiva.
Presentando secuelas para toda la vida como depresión, ansiedad, pensamientos
suicidas, estrés pos-traumático, agresividad, impulsividad, delincuencia y abuso de
sustancias químicas.

El efecto devastador de la violencia, en cualquier modalidad tiene consecuencias


en la salud y el desarrollo del ser humano, no solamente en el momento que sufre
la violencia sino a largo plazo, impidiéndole tener una relación sana con ella misma
y las demás personas que la rodean. Es imperativo, que nosotros como promotores
sociales nos apersonemos del tema y tomemos conciencia de lo que acontece en
la sociedad, más específicamente en las familias y que se instrumentalicen para ser
actores en beneficio de la mujer.

La violencia de género contra las mujeres está estrechamente ligada a la inequidad


en los ámbitos económicos, socioculturales y políticos, por lo que la prevención que
se prevea realizar debe ser de carácter integral e incluir programas
complementarios de generación de ingresos, vivienda y educación para el empleo
destinado a mujeres y a la adopción de políticas a la salud, vivienda, recreación y
participación social y política.

En definitiva consideramos que la mejor defensa ante el maltrato es la prevención.


El cambio debe ser global en cuanto a la forma de ver las relaciones de las mujeres
con el mundo, estos cambios se deben realizar en los adultos para que con el
ejemplo podamos forjar niños y niñas con valores y respeto mutuo. De igual manera
existen factores de alerta que pueden emitir una señal a la mujer de que se
encuentra en una posible relación violenta, estas señales que mencionamos
anteriormente. Partimos en primer lugar, de las manipulaciones, aproximaciones no
solicitadas, desconfiar de promesas sin sentidos dentro de la relación y que el decir
NO a algo realmente no es negociable, además de ello confiar en tus instintos,
partiendo de la evaluación que les realizamos a las personas que nos llaman la
atención al momento de conocerlas.

La valoración de las ideas sexistas también es importante, no solo la evaluación de


sus relaciones pasadas sino su comportamiento con las mujeres que lo rodean.
Además de todo lo anterior, valora tus ideas de respeto y amor mutuo, tu papel o rol
dentro de la sociedad y de esas personas que te acompañan y ante todo conócete
a ti misma. Si los valores de la otra persona entra en conflicto con los tuyo, debes
saber reconocerlos y aceptarlos pero en ningún caso renunciar a lo que es
realmente importante para ti.

Para finalizar, a lo largo de este ensayo hemos podido evidenciar la importancia de


la atención eficiente sobre el tema de violencia de género dentro del núcleo familiar,
no solo se trata de una mujer maltratada en cualquiera de sus clases, se trata de
una sociedad pidiendo a gritos protección y ayuda, una sociedad desangrada
pidiendo que se respeten los Derechos Humanos, que se hagan cambios
significativos y métodos de concientización para enseñarle no solo a la mujer sino
a la sociedad en general que la violencia no es aceptada.

Esta problemática implican muchos actores, primeramente los comportamientos y


valores que trasmitimos en nuestras familias, sino que involucran además a que
quienes asumen la tarea de vigilancia y prevención de la violencia de género, que
por cierto tienen un rol vital en los cambios y transformaciones culturales exijan la
resolución de conflicto de manera pasiva, la defensa de los derechos de género y
el cumplimiento de los Derechos Humanos.

Existen números factores socioculturales que dan origen a la violencia de género,


por lo tanto, es fundamental considerar la necesidad de fomentar el acceso de las
mujeres a los procesos de adopción de decisiones y al ejercicio del poder en sus
diferentes dimensiones, ya que su fortalecimiento redundará sin duda en la
erradicación de la violencia que se ejerce en su contra y en una distribución
igualitaria de los derechos y responsabilidades de los ciudadanos. Además, también
es importante aclarar que esta problemática debe ser tratada desde el hogar,
colocando ese granito de arena, para que las niñas sean conscientes de su valor y
sepan que la violencia no está bien en ninguna de sus clases, por tanto la rechacen
y a los niños a respetar, cuidar y valorar a las mujeres.
Bibliografía

Abascal, Pablo. Evolución histórica y marco conceptual de la violencia de género,


Disponible en: http://www.gevha.com revisado el: 23 de julio de 2019

Instituto Nacional de Salud. Informe del evento violencia de género en Colombia


2016. Colombia. 2017 Disponible en: http://www.ins.gov.co/lineas-de-
accion/SubdireccionVigilancia/Informe%20de%20Evento%20Epidemiolgico/VIOLE
NCIA%20DE%20G%C3%89NERO%20 2016.pdf revisado el: 22 de julio de 2019

Jiménez Bayarri, I. (2015). ¿Qué es violencia de género?

LEMAITRE, JULIETA (2002), Compendio Normativo y Diccionario de Violencia


Intrafamiliar. Bogotá, Política HAZ PAZ: Consejería presidencial para la Política
Social y PNUD. Volumen 1. Versión Interdisciplinaria.

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pdf el 24 de julio de 2019.

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