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EL EVANGELIO DE LUCAS Y EL LIBRO DE HECHOS


ME SERÉIS TESTIGOS

Introducción
De los tres evangelios sinópticos el evangelio según Lucas es aquel que debe ser
considerado en dos volúmenes de una misma obra. Esto obliga a que la explicación del
evangelio de Lucas y el libro de Hechos será realizada un tanto distinta a cómo se explicaron
los evangelio de Mateo y Marcos. El evangelio de Lucas sin lugar a dudas debe ser entendido
juntamente con el libro de los Hechos de los Apóstoles. Lucas escribió las cosas que fueron
ciertísimas en dos volúmenes los cuales se complementan el uno al otro. La relación entre el
evangelio de Lucas y la narración de los Hechos puede verse no solamente en la continuación
del contenido de la narración en ambos libros sino también en dos aspectos concretos.

Primero, los inicios tanto del evangelio de Lucas como del libro de Hechos relacionan
los dos libros como los dos volúmenes de una misma narración. En Lucas 1:1-3 Lucas
escribe a su excelentísimo Teófilo el propósito de su evangelio, “puesto que ya muchos han
tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísima, tal
como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, fueron ministros de
la palara, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las
cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo”. La historia de todas
las cosas escritas en el evangelio Lucas continua con la narración del libro de los Hechos de
los apóstoles. En Hechos 1:1 Lucas menciona un “primer tratado” escrito a Teófilo, sin lugar
a dudas el “primer tratado” al que se refiere el inicio de Hechos es el evangelio de Lucas en
el cual Lucas mismo cuenta acerca de la persona, vida, ministerio y obra de Jesús, Hechos
1:1 “en el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a
hacer y a enseñar”.

El segundo aspecto que une ambas narraciones en una sola es el final del evangelio
de Lucas y el inicio del libro de los Hechos, existe una conexión de tal manera que la
continuidad entre el evangelio de Lucas y el libro de Hechos es patente. Hechos retoma el
final de Lucas y a partir de dicho final continúa la historia donde el evangelio la dejo. Lucas
24:46-53 termina con la promesa del Espíritu Santo, la ascensión de Jesús y el retorno de los
discípulos a Jerusalén. Hechos 1-2 retoma y continúa la historia a partir de dichos
acontecimientos. Hechos 1:4-8 narra la promesa del Espíritu Santo, Hechos 1:9-11 la
ascensión de Jesús y a partir del v.12 el retorno de los discípulos a Jerusalén. Es a partir de
éste punto que Lucas continúa con la historia donde la dejo en el evangelio, Pentecostés con
la venida del Espíritu Santo supondrá el inicio del testimonio y obra del Cristo resucitado a
través de sus apóstoles e iglesia dentro del nuevo pacto.

La relación entre el evangelio de Lucas y el libro de los Hechos hace necesario que
ambos libros sean vistos como una unidad y sean considerados de manera conjunta. Debido
a esto tres puntos básicos serán considerados y que ayudarán a tener una visión del mensaje
comunicado por el autor: (1) La importancia de la historia de la salvación como tema
organizador de Lucas, (2) la relación entre el evangelio de Lucas y el prólogo de Hechos y
(3) la estructura del libro de los Hechos.
2

La Importancia de la Historia de la Salvación como Tema


Organizador de Lucas-Hechos

Tal y como se estudió con Marcos y Mateo, los evangelios entiende la cristología
unida al progreso orgánico, progresivo e histórico de la historia de la salvación. Por un lado,
la persona y obra de Jesús nunca son entendidos a parte de la historia de la redención sino
que están entrelazados dentro de la misma y vienen explicados por ella misma. Por otro lado,
es Cristo y su obra los que traen cumplimiento y sentido completo a la historia que
progresivamente Dios ha trazado a lo largo de la historia de Israel en el antiguo pacto. Al
mismo tiempo, la narración de los evangelios y su estructura literaria son fundamentales para
entender como los evangelios mismos presentan y entienden la relación entre Jesús y la meta-
narrativa. Tanto el evangelio de Lucas como el libro de los Hechos no son una excepción a
ello, de todas maneras considerando la diversidad que existe entre los evangelios, el uso que
Lucas hace de la historia de la salvación, tanto en su evangelio como en el libro de los Hechos
es un tanto distinta a la del resto de sinópticos. Tal como se vio, Marcos utiliza su narrativa
y la historia de la salvación para presentar a Jesús como el Cristo el Hijo de Dios a medida
que su narración avanza y se desarrolla. Mateo entiende la historia de Israel cumplida en
Jesús, para Mateo la historia de las Escrituras actúa como patrón histórico cumplido en la
persona de Jesús quien es el Cristo, hijo de David, hijo de Abraham. Para Lucas la historia
de la salvación es el tema teológico organizador tanto de su evangelio como del libro de
Hechos. Para Lucas Dios irrumpe de nuevo en la historia de manera salvadora y redentora en
la persona de Jesús.1
La narración de Lucas-Hechos contiene un énfasis pronunciado en la realidad de la
existencia de un plan divino que recorre la historia.2 La teología de Lucas gira en torno a la
realidad del plan de salvación de Dios y el cumplimiento o clímax de dicho plan es el
propósito de Dios de salvar a su pueblo. La historia de la salvación como principio
organizador de la teología de Lucas muestra la realidad de que Dios irrumpe en la historia

1
“Los intérpretes de Lucas-Hechos comúnmente describen la perspectiva teológica dominante de la
obra como una preocupación con la ‘historia de la salvación’. De todas maneras los primeros eruditos que
usaron dicho término de la historia de salvación para definir la teología de Lucas-Hechos lo usaron de forma
peyorativa. Para ellos, Lucas había eliminados de sus fuentes la convicción fervientemente sostenida de que el
fin del mundo había llegado en la vida, muerte y resurrección de Jesús, y transformó estos eventos escatológicos
en episodios que tuvieron lugar en un continuo cronológico que se extendía desde el propio día de Lucas en
adelante.” Lo cierto es que dicha opinión carece de la comprensión escatológica de la teología de Lucas-Hechos.
En ningún momento Lucas elimina la noción escatológica más bien Lucas entiende que Dios irrumpe de nuevo
en la historia de la salvación y dicha salvación de Dios en Jesús el Salvador supone el cumplimiento
escatológico de las promesas del pacto de David, Abraham e incluso de la creación misma en Cristo, la iglesia
y el nuevo pacto con la venida del Espíritu. Por lo tanto, aun y cuando el enfoque de Lucas puede ser distinto
al del resto de los evangelios sinópticos, en ningún momento elimina la escatología inaugurada de los mismos
y de todo el Nuevo Testamento. Frank Thielman, Teología del Nuevo Testamento. Síntesis del Canon del Nuevo
Testamento (Miami FL: Vida, 2005), 126-127.
2
Ibid., 128.
3

para traer salvación a su pueblo, el énfasis en salvación es marcado desde el inicio del
evangelio de Lucas.

Los dos primeros capítulos de Lucas, después de Lucas 1:1-4 lo que se ha considerado
el prólogo del evangelio para preparar a los lectores con lo que seguirá a continuación,
presentan las narraciones paralelas de Juan el Bautista y Jesús, narraciones puestas de manera
complementaria y comparativa la una con la otra. 3 Lucas establece un paralelismo
consciente entre Juan el Bautista y Jesús en siete aspectos concretos resultando el paralelismo
final siempre en una clara muestra de la superioridad de Jesús por encima de Juan. 4 Los siete
aspectos que muestran la superioridad de Jesús por encima de Juan son: (1) la introducción
de los padres (Lucas 1:5-7; 1:26-27), (2) los anuncios (Lucas 1:8-23; 1:28-38), (3) la
respuesta de las madres (Lucas 1:24-25; 1:39-56), (4) el nacimiento (Lucas 1:57-58; 2:1-20),
(5) la circuncisión y dedicación (Lucas 1:59-66; 2:21-24), (6) la respuesta profética (Lucas
1:67-79; 2:25-39 y (7) el crecimiento del niño (Lucas 1:80; 2:40-52).5 A lo largo de dicho
paralelismo, el énfasis en salvación es algo marcado.

A lo largo de la narración de la infancia se establece el escenario para la salvación


que irrumpirá nuevamente en el plan de Dios. María describa a Dios como su salvador, Lucas
1:47 “y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”. El socorro y la salvación de Israel ha
llegado junto con éste nuevo irrumpir de Dios en la historia, Lucas 1:54 “socorrió a Israel su
siervo, acordándose de la misericordia”. El canto de los ángeles anuncian el nacimiento del
Mesías Salvador, Lucas 2:11 “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David un Salvador, que
es Cristo el Señor”. De igual manera el canto de Zacarías anuncia a un poderoso salvador de
la casa de David, Lucas 1:69 “y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su
siervo”. De igual modo Simeón tomando a Jesús en sus brazos anuncia la salvación a todos
los pueblos, Lucas 2:30-31 “porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en
presencia de todos los pueblos”. A lo largo de su evangelio Lucas sigue mostrando la realidad
de la salvación del pueblo en dicho plan divino.

El acontecimiento de Zaqueo muestra que la salvación ha llegado a la vida de aquellos


que Jesús llama y reciben al Mesías, Lucas 19:9 “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a
esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham”. El libro de Hechos continúa con la
misma perspectiva que el evangelio. Tanto los apóstoles como los evangelistas describen a

3
Darrell L. Bock, Jesus According to Scripture. Restoring the Portrait from the Gospels (Grand
Rapids: Baker Academic, 2002), 57.
4
La comparación entre Juan el Bautista y Jesús resultando siempre en la muestra clara de la
superioridad de Jesús por encima de Juan, demuestra que una discontinuidad radical es enfatizada cuando la
historia de la salvación es traída a su clímax. Juan puede ser considerado como entre los “santo profetas que
fueron desde el principio” (Lucas 1:70) mientras que Jesús es el “Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lucas
2:11). Con el símbolo ambiguo de Juan uno encuentra tanto la continuidad como la discontinuidad con el pasado
de Israel. David W. Pao, Eckhard J. Schnabel, “Luke” en Commentary on the New Testament Use of the Old
Testament, Ed. G.K. Beale, D.A. Carson (Grand Rapids: Baker Academic, 2007), 255.
5
Bock, Jesus According to the Scripture, 57.
4

Jesús como Salvador, Hechos 5:31 “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y
Salvador, para dar a Israel el arrepentimiento y perdón de pecados”. El evangelio que es
anunciado es el “evangelio de salvación,” Hechos 4:12 “y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
La salvación el Lucas-Hechos implica la salvación y restauración de Israel pero también el
concepto de Dios Salvador y salvación es algo que en Lucas particularmente se extiende a
todos los pueblos de la creación, la salvación traída por Dios es preparada en presencia de
todos los pueblos (Lucas 2:30-31). Dios ha diseñado un plan de salvación para alcanzar y
liberar a los pobres, oprimidos, y aquellos atrapados en las garras de Satanás y el pecado
(Lucas 4:16-19; 11:14-23).6

El plan de salvación traído por Dios es algo que debe suceder sin lugar a dudas, la
salvación debe llegar al pueblo. Dicho énfasis es marcado en Lucas por la utilización
característica de Lucas del verbo dei/ “es necesario” (Lucas 2:49; 4:43; 9:22; 24:7, 26, 44-
47). El énfasis característico de Lucas en dicho verbo demuestra que el plan de salvación de
Dios presenta una necesidad imperante. Dicho plan de salvación es visto por Lucas en
continuidad y discontinuidad con la historia del Antiguo Testamento. Aun y cuando todo el
material de Lucas-Hechos está impregnado por la tensión de continuidad y discontinuidad
entre el Antiguo y Nuevo Testamento, los primeros capítulos de su evangelio sirven a modo
de ejemplo para ver cómo Lucas entiende que de la misma manera que Dios actuó en el
pasado en Israel vuelva a actuar de nuevo en el presente para traer salvación.

Las narraciones de la infancia tanto de Juan el Bautista como de Jesús están todas
ellas cargadas con una gran cantidad de alusiones a la historia pasada de Israel. Los cánticos
de Zacarías, Elisabeth y María están anclados en esperanzas y expectativas de Israel y
diversos temas unen la historia pasada de Israel con la historia que Lucas está contando, la
continuidad y discontinuidad en la historia de la salvación es vista en la narración de Lucas.
Uno de estos temas es la esterilidad en las mujeres. La historia de la salvación progresa a
través de mujeres que en su útero llevaron la simiente de salvación, úteros estériles que fueron
abiertos por Dios, Sara (Génesis 18), Rebeca (Génesis 25), Raquel (Génesis 30), la madre de
Sansón (Jueces 13) y Ana (1 Samuel 1-2). Dicho patrón continúa en Elizabeth (Lucas 1:7) y
María aunque ésta última no fue estéril sí que su concepción fue obra divina. “El paralelo no
es accidental, más bien apunta a que Dios actúa de nuevo en la misma manera que actuó en
el pasado,” por tanto el plan de salvación continúa.7 El uso de lenguaje bíblico y vínculos
entre el tiempo de Jesús y la historia de Israel marcan también la continuidad de la historia
de la redención.

Las narraciones de la infancia se sitúan de manera principal en el templo con la


presentación del sacerdocio de Zacarías referencias a Aarón, Lucas 1:5 “hubo en los días de
Herodes rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías de la clase de Abdías, su mujer era de
las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabeth”. De la misma manera las narraciones de los
nacimientos presentan escenas que giran alrededor del templo (Lucas 2:21-24) y todo el

6
Ibid., 36.
7
Ibid., 58.
5

bloque de las narraciones de la infancia termina también en el escenario del templo (Lucas
2:41-52). Lucas organiza el inicio de la historia de salvación contada en su evangelio
mediante referencias relacionadas con la historia pasada de Israel y con elementos
característicos de dicha historia bajo el antiguo pacto, el sacerdocio aarónico, el templo,
Jerusalén, estableciendo de esta manera vínculos entre el ministerio y persona de Jesús con
la historia del Antiguo Testamento. Sin lugar a dudas existen más vínculos con la historia de
Israel en el Antiguo Testamento, entre ellos el pacto con David y con Abraham, la creación
misma. La historia pasada de Israel mediante la cual Dios trazó su plan de salvación es
continuada por Lucas-Hechos. El libro de Hechos con el descenso del Espíritu Santo trae la
realidad del nuevo y definitivo obrar de Dios en dicha historia de la salvación (Hechos 1-2).

Lucas entiende que Dios irrumpe de nuevo en la historia mediante su plan de


salvación cuyo clímax es traer salvación para Israel y para todas las naciones, Dios actúa de
nuevo en un acto de salvación. La organización del evangelio de Lucas y el libro de Hechos
ayuda a ver como Lucas entiende la relación entre promesa y cumplimiento en dicho plan de
salvación. Lucas entiende u organiza su material bajo el esquema de que los dos períodos, el
que se corresponde con Jesús y la iglesia constituyen el cumplimiento escatológico del
período de Israel y sus promesas. Dicha organización pasa por dos ejes principales, la
creación y la rebelión de Israel y el propósito salvador de Dios.8

La manera en cómo Lucas entiende la historia de la salvación es en el relato de


Génesis y la creación misma.9 La genealogía de Lucas a diferencia de Mateo, traza el linaje
de Jesús hasta Adán y lo sitúa como cumplimiento de lo que Adán era ontológicamente como
creado a imagen y semejanza de Dios en Génesis 1:26-28 en la primera creación, esto es, hijo
de Dios, Lucas 3:38 “hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios”. La presencia del
Espíritu es algo enfático en Lucas-Hechos. El Antiguo Testamento entiende la realidad y
presencia del Espíritu como la promesa del nuevo pacto y el agente de una nueva creación
(Ezequiel 36-37) y la intensidad de la presencia del Espíritu marca la inauguración de dichas
realidades en el plan de salvación de Dios tal y como es narrado por Lucas.10 Lucas describe
que Elisabeth fue llena del Espíritu Santo, Lucas 1:41 “y Elisabeth fue llena del Espíritu
Santo” de igual manera Zacarías, Lucas 1:67 “y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu
Santo. El ministerio de Juan el Bautista es definido como lleno del Espíritu Santo, Lucas 1:15
“porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo,
aun desde el vientre de su madre”. Simeón presenta la esperanza de la consolación de Israel
y la presencia del Espíritu Santo, Lucas 2:25 “y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo
estaba sobre él”. Es destacable que dichas referencias todas ellas presentan la relación entre
el Espíritu Santo y el anuncio de algo relacionado con el rol o función de Jesús y su misión,
indicando de esta manera que lo concerniente a Jesús está en estrecha relación con un nuevo

8
Estos dos ejes principales están extraídos de Thielman. Aun y cuando él no los llama ejes he decidió
llamarlos así ya que permiten ver como Cristo resultará en centro que unifica dichos ejes en la historia de Lucas.
Thielman, Teología del Nuevo Testamento, 132-133.
9
Ibid.
10
Pao, Schnabel, “Luke,” 255.
6

obrar del Espíritu al igual que en la primera creación. Esto es reforzado por dos eventos
importantes, la concepción de María y el día de Pentecostés.

La concepción de María es explicada como la obra del Espíritu cubriendo a María. A


la pregunta de María en Lucas 1:34 “entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no
conozco varón?” el ángel respondió, v.35 “respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo
Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”. Aun y cuando dicho versículo será tocado en el
último punto de este estudio, puede verse como la imagen con la que se describe la
concepción de María es con el Espíritu sobre María de la misma manera que el Espíritu se
movió sobre las aguas en Génesis 1:2. El segundo evento, Pentecostés demuestra el
cumplimiento inaugurado de la nueva creación.

El descenso del Espíritu en Hechos 2 implica no solo el cumplimiento de lo que tanto


Juan como Jesús anunciaron (Lucas 3:16; 11:13; 12:12; ver Hechos 1:8) sino que también
apunta al cumplimiento de la realidad del nuevo pacto y transformación y restauración del
pueblo de Dios en el Antiguo Testamento (Isaías 32:14-17 ver Lucas 24:49 y Hechos 1:8;
Joel 2:28-32 ver Hechos 2:17-21, Ezequiel 36-37 ver Hechos 3:19-20).11 Lucas sigue
enfatizando a lo largo de Lucas-Hechos la realidad de la creación como un tema eje central
en su teología, Dios es Creador de los cielos y la tierra (Hechos 4:24; 14:15; 17:24 ver
Génesis 1:1-25), la descendencia humana proviene de Dios (Hechos 17:28), etc. Junto con
este eje de la teología de Lucas, el segundo eje aparece de forma relacionada.

Al igual que los otros evangelios sinópticos, Lucas presenta la realidad del rechazo
del Mesías por parte de Israel y el plan salvador de Dios en todo ello. Aun y cuando estos
dos aspectos aparecen a lo largo de Lucas-Hechos, existen dos discursos en el libro de Hechos
que permiten ver estos dos aspectos de la teología de Lucas, estos son Hechos 7 y 13. En
Hechos 7 el discurso de Esteban rebela el rechazo persistente de Israel, rechazaron los
profetas una y otra vez y aun y cuando puede verse el plan salvador de Dios hasta el Mesías
aun y a pesar de la rebeldía de Israel, el rechazo persistente es una característica que marca
el discurso de Esteban en Hechos 7:2-53. Por otro lado, Lucas no solamente marca el rechazo
constante de Israel sino también el necesario e imparable plan salvador de Dios. Hechos 13,
en concreto la primera parte, los versículos 16-22 “es la contrapartida positiva al discurso de
Esteban en Hechos 7:2-53”.12 La descripción de la historia de Israel es descrita en términos
positivos en cuanto a que a lo largo de dicha historia Dios trazó providencialmente su plan
de salvación hasta el rey David conforme al corazón de Dios. Sobre estos dos ejes, creación,
rebelión y plan de salvación Lucas organiza su narración. Dicho tema organizador de la
teología de Lucas-Hechos, el plan de salvación de Dios organizado todo él sobre estos ejes
encuentra su punto de cumplimiento en la persona de Jesús. Los ejes sobre los cuales se
organiza el plan de salvación tal y como es narrado por Lucas-Hechos pasan todos ellos por
Jesús, él es el punto de convergencia y de cumplimiento. A modo de resumen, la teología de
Lucas entiende que el plan redentor que Dios preparó y trazó a lo largo de la historia de Israel

11
Ibid., 255.
12
Thielman, Teología del Nuevo Testamento, 134.
7

irrumpe nuevamente en la historia en la persona y obra de Cristo y en la presencia misma del


Espíritu Santo. Dicha salvación para Lucas implica la realidad de una nueva creación y la
restauración del pueblo de Dios, entendido este en su carácter universal, Israel y las naciones
gentiles. Este marco teológico abraza tanto el evangelio de Lucas como el libro de los
Hechos. Existe una relación de continuidad y desarrollo de dicho tema teológico entre Lucas
y Hechos. La relación entre Lucas y Hechos es vista en diferentes puntos y lugares pero de
una manera especial puede observarse en la relación que el prólogo de Hechos sustenta con
el evangelio de Lucas.

Relación del Evangelio de Lucas con el Prólogo de Hechos

Antes de considerar la relación entre el evangelio de Lucas y lo que ha sido


considerado como el prólogo de Hechos, es necesario entender que cuando Lucas escribe el
libro de los Hechos, escribe como un historiador helenístico de su tiempo. Aun y cuando toda
la revelación es histórica y la historia conforma el fundamento sobre el cual la salvación es
llevada a cabo, el libro de Hechos tiene un componente de crónica histórica del mundo
antiguo. Como gentil, Lucas escribe la narrativa del libro de Hechos siguiendo las pautas
clásicas de la historiografía helénica.13 Como historiografía helénica, el libro de los Hechos
no es el único en su categoría. El término “hechos” en griego es praxeij, hubo otros autores
que escribieron otras praxis. Por lo tanto, aun y cuando posiblemente no puede hablarse de
un género literario propio considerado como praxis, lo cierto es que otros muchos autores
escribieron “hechos” de otros personajes o eventos siguiendo el patrón de la historiografía
helénica. 14 La designación de Hechos como historiografía helénica lo dota de una serie de
características que son importantes conocer. Por lo general, la historiografía actual tiene
como objetivo la narración o crónica de eventos históricos que fueron dados en lugares y
tiempos pasados. Historiografía presenta el sufijo “grafía” el cual proviene del vocablo griego
grafi,a en su aspecto sustantivo y cuyo significado es “escritura” o gra,fw (escribir) en su
aspecto verbal y cuyo significado es “escribir”. Por tanto, la historiografía en una perspectiva
amplia describe o escribe la historia. La historiografía de manera general se centra en “en
estudiar la forma en la que se articulan los relatos o narraciones, lo mismo en el territorio de

13
La historiografía helénica proviene de Tucidides (460-400 a.c.) y floreció durante el periodo
helénico (300 a.c. – 200 d.c). Fee, Stuart, How to Read the Bible for All ITs Worth, 109.

Tucidides fue posiblemente uno de los historiadores griegos más importante de su tiempo. Nació
alrededor del 460 a.C. y murió posiblemente sobre el 404 0 400 a.C. Tucidides fue historiador ateniense y
general. Una de sus mayores obras es La Historia de la Guerra del Peloponeso la cual narra los eventos históricos
de la guerra entre los Espartanos y los Atenienses hasta el 411 a.C. Es precisamente a él a quien se le atribuyen
las raíces de la historiografía helénica que más tarde florecería y desarrollaría a lo largo del período helénico.
Para una mayor información puede consultarse https://www.britannica.com/biography/Thucydides-Greek-
historian( accedido el 29 – Mayo – 2018).
14
En el periodo greco-romano otros autores escribieron “hechos” incluyendo algunos “hechos”
apócrifos de varios apóstoles. Klein Blomberg y Hubbard, Introduction to Biblical Interpretation, 419.
8

la historia oral como en el de la historia escrita”.15 Puesto de otra manera, la historiografía es


“la ciencia que se dedica a estudiar y analizar cómo se ha dado, a lo largo del tiempo, el
registro de hechos históricos por el hombre”.16 Cuando se centra la atención en la
historiografía helénica ciertos aspectos distintivos con la historiografía actual tiene que ser
destacados. Primero, cuando uno hoy en día piensa en historia piensa en eventos pasados,
muy comúnmente en eventos de un pasado distante. Este entendimiento no se ciñe al tipo de
entendimiento que tenía el historiador antiguo. La historiografía antigua podría consistir en
la narración o crónica de eventos contemporáneos al autor mismo o eventos de la generación
previa, por tanto, la palabra “historia” no se entendía tanto como “eventos pasados” sino más
bien como “investigación” de acontecimientos que habían sucedido y que sus efectos todavía
tenían consecuencias presentes o estaban en el proceso de ser completados.17 Dicho carácter
de investigación puede verse en el prólogo de Lucas 1:3 “me ha perecido también a mí,
después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por
orden, oh excelentísimo Teófilo”. Siendo Lucas-Hechos un trabajo en dos volúmenes esta
idea de “investigación” puede perfectamente ser aplicada al libro de Hechos. Por tanto, la
historiografía antigua funcionaba más que como tratados de historia universal de eventos
pasados como crónicas al estilo de periódicos de eventos recientes.18 Ahora bien, la narración
o crónica de dichos eventos no era el único y simple propósito.

Por un lado, existía el propósito de animar y entretener.19 Esto hace que las
narraciones historiográficas de aquel tiempo fuesen narraciones que debían ser al mismo
tiempo una buena lectura, es decir, debían entretener. Para ello, los autores solían utilizar
lenguaje vivo con el que pudiesen conseguir dicho objetivo.20 Por otro lado, la historiografía
helénica no solamente era buena lectura la cual tenía un propósito de ánimo y entretenimiento

“Historiografía”, https://mariocancel.wordpress.com/2013/08/20/que-es-historiografia/ (accedido el


15

30 – Mayo – 2018).

“Historiografía”, https://es.slideshare.net/nidiamarlene/qu-es-la-historiografa ( accedido el 30 –


16

Mayo – 2018).
17
Witherington III, Acts of the Apostles, 3.
18
Ibid.
19
Fee, Stuart, How to Read the Bible for All Its Worth, 109.
20
El caso del historiador judío Josefo es un ejemplo claro. Josefo insiste en su prefacio que los
acontecimientos eran reales y no estaban en ningún momento embellecidos pero una inspección más cercana
demuestra que la narración de Josefo aún y cuando contiene una gran cantidad de información histórica ésta
debe de ser evaluada con criterio crítico ya que su intención fue ser propaganda para rehabilitar la imagen de
algunos judíos a los ojos de los no judíos en el imperio Romano. Witherington III, Acst of the Apostles, 3.

El caso de Josefo es un ejemplo de cómo funcionaba la historia en aquel tiempo, ahora bien, el trabajo
de Lucas-Hechos no puede verse exactamente con los mismos ojos, no puede olvidarse que a diferencia de
Josefo, Lucas escribió bajo la inspiración del Espíritu y su narración, aun y seguir las convenciones de su tiempo
es históricamente correcto.
9

sino que también buscaba la idea de informar, moralizar e incluso presentar un componente
apologético, es decir, de defensa.21

Lucas entiende que la salvación que empezó en el Antiguo Testamento irrumpió en


el presente en la persona de Cristo. Lucas busca que la historia narrada vaya más allá de un
simple entretenimiento y ánimo. Lucas pretende que sus lectores entiendan que esa historia
de la salvación presenta una organización divina, una actividad divina en la historia la cual
empezó en el Antiguo Testamento, irrumpió con Jesús y continua a través de la obra del
Espíritu y su iglesia.22 Por tanto, existe un interés marcado en el movimiento, el Dios que
movió la salvación históricamente en el Antiguo Testamento actuó bajo el mismo patrón en
la persona de Cristo descrito en el evangelio de Lucas y sigue actuando según este patrón a
lo largo de la historia. Lucas escribe para que los lectores entiendan dicho principio divino
detrás de la historia narrada.

Hechos 1:1-11 establece lo que ha sido llamado por algunos como el prólogo del libro
de los Hechos.23 Los once primeros versículos de Hechos vienen marcado por un marco
temporal muy específico. El marco temporal viene determinado por el tiempo del evento
histórico de la ascensión de Jesús. Hechos 1:2 establece “hasta el día que fue recibido arriba”

21
Fee, Stuart, How to Read the Bible for All Its Worth, 109.
22
Fee y Stuart comentan que los dos volúmenes de Lucas-Hechos son: “por un lado, buena lectura;
por otro lado, manteniendo tanto lo mejor de la historiografía helénica y las historias del Antiguo Testamento,
Lucas al mismo tiempo tiene el interés de ir más allá simplemente de informar o entretener. Hay una actividad
divina que está sucediendo en la historia y Lucas está especialmente interesado en que sus lectores sean capaces
de entenderlo”. Ibid.
23
La designación de los primeros versículos de Hechos como el prólogo del libro de los Hechos es
una designación ampliamente aceptada. De todas maneras, aun y cuando hay consenso en cuanto a la
designación existe diversidad de opiniones en cuanto a determinar el límite del prólogo. F.F. Bruces establece
que el prólogo concierne únicamente a los tres primeros versículos de Hechos 1:1-3. F.F. Bruce, Hechos de los
Apóstoles. Introducción, Comentario y Notas (Buenos Aires, Nueva Creación, 1998), 42.

Ben Witherington III determina que el prólogo del libro de los Hechos es más amplio que simplemente
los tres primeros versículos. El autor delimita el prólogo formado por los primeros catorce versículos incluyendo
la elección del sustituto de Judas. Ben Witherington III, The Acts of the Apostles. A Socio-Rhetorical
Commentary (Grand Rapids: Eerdmans, 1998), 105.

Personalmente creo que la delimitación del prólogo de Hechos no es un asunto de primera importancia,
es decir, no hay ningún cambio en aspectos doctrinales si uno determina que el prólogo coge los tres primeros
versículos o los catorce primeros. De todas maneras considero que el prólogo puede venir delimitado en los
primeros once versículos por aspectos gramaticales. Parece ser que Hechos 1:1-11 conforma una incluso que
gramaticalmente viene marcada por el énfasis de la ascensión de Jesús. Hechos 1:2 menciona la idea de “ser
recibido arriba” la misma expresión que aparece en Hechos 1:11 “ha sido tomado arriba”. Aun y cuando la
expresión en la Reina Valera ha sido traducida un tanto distinta, el verbo utilizado en ambos versículos es el
mismo “avnelh,mfqn” (Hechos 1:2) y “avnalhmfqei,j” (Hechos 1:11). Todo y que en el primer caso el verbo es un
aoristo pasivo y en segundo caso es un aoristo participio pasivo, el verbo es el mismo. Dicho aspecto gramatical
encierra los primeros once versículos en una incluso marcada por la realidad de la ascensión de Jesús.
10

y Hechos 1:11 utiliza una expresión paralela “este mismo Jesús que ha sido tomado arriba”.
Dicha estructura delimita en prólogo de Hechos y lo encierra bajo la realidad histórica de la
ascensión de Jesús. Por tanto, todos los eventos descritos en el prólogo, lo hecho y dicho por
Jesús, la venida del Espíritu Santo como la promesa del Padre y la transformación del grupo
de discípulos como testigos de Cristo son consideradas bajo la realidad histórica de la
ascensión de Cristo. Dicha realidad de la ascensión de Jesús establece un sentido de
continuidad ya que deja en el aire la pregunta ¿cómo continúa todo después de la ascensión
de Jesús? Esta pregunta es respondida en el prólogo de Hechos y en todo el libro de los
Hechos. La historia continuará con los dichos y hechos que empezó Jesús a través de la
entrega del Espíritu Santo y su actividad divina en y a través de un grupo convertidos en sus
testigos al mundo. Este será el modelo histórico de la actividad divina. Este modelo histórico
es recapitulado y extendido en el prólogo de Hechos 1:1-11.

El prólogo de Hechos 1:1-11 función como prólogo “secundario” los cuales eran
típicamente usados para la introducción de nuevos volúmenes o para un trabajo que
presentaba una serie de volúmenes como es el caso de Lucas-Hechos.24 El prólogo presenta
un carácter de recapitulación y expansión. El carácter de recapitulación determina que el
prólogo recoge de manera resumida el material de un volumen previo, en este caso el
evangelio de Lucas, mientras que el carácter de expansión determina que continua y expande
el material previo. De hecho, el prólogo de Hechos recapitula todo el evangelio de Lucas de
principio a fin. Esto es visto cuando se establecen los paralelos entre Hechos 1:1-11 y el
evangelio de Lucas. El prólogo de Hechos presenta paralelos con el inicio del evangelio de
Lucas y con el final del mismo indicando así que el prólogo de manera resumida y compacta
recapitula el material del evangelio de Lucas en su totalidad, desde el inicio hasta el final.
El prólogo es una recapitulación a modo de resumen de todo el evangelio. Hechos 1:1
se relaciona con el evangelio de Lucas en tres aspectos básicos: (1) la designación del primer
tratado en referencia al evangelio de Lucas, (2) el mismo destinatario, Teófilo y (3) la
determinación del contenido que Lucas pretendió explicar en el primer tratado “todas las
cosas que Jesús comenzó a hacer y decir”. En relación a este último aspecto es importante
notar como Lucas establece todo aquello que escribió en su evangelio. Lucas menciona que
en su evangelio habló de “todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar”, el
evangelista marca la importancia de este contenido mediante el uso de una hipérbole retórica
“tocas las cosas”.25 No hay duda alguna que Lucas no escribió literalmente todo lo que Jesús
hizo, más bien el uso de la figura de lenguaje de la hipérbole sirve para exagerar en el sentido
de amplificar la importancia del contenido narrado en su evangelio. El contenido narrado es
aquello que Jesús “comenzó y hacer y a enseñar”. Es importante notar el énfasis en el verbo
“comenzó”.

24
Witherington III, Acts of the Apostles, 105.
25
Witherington III determina que el uso de “todas las cosas” es el recurso literario de una hipérbola
retórica que le sirve a Lucas para marcar la importancia de algo, en este caso las cosas que Jesús enseño e hizo.
Witherington III. The Acts of the Apostles, 106.
11

Lucas determina que lo escrito en su evangelio no fue el principio y fin de lo que


Jesús hizo y enseñó. El uso del verbo “comenzó” determina claramente que todo aquello que
Lucas narró acerca de los dichos y hechos de Jesús fue solamente el principio. 26 Por tanto,
esto sitúa al libro de Hechos en una continuidad clara con la historia de narrada en el
evangelio de Lucas. En este segundo tratado a Teófilo, Lucas seguirá narrando los dichos y
hechos que Jesús seguirá haciendo a lo largo de la historia. Por tanto, en este aspecto de
recapitulación del prólogo de Hechos es importante notar que existe un principio de

26
Existe diversidad de oponione en cuanto a la traducción e intención de Lucas en el significado que
probablemente Lucas quiso dar cuando se refirió a todo aquello que Jesús “comenzó a hacer y a enseñar”.
Witherington III determina que la traducción más adecuada no es tanto “todo lo que Jesús comenzó a hacer y a
enseñar” sino más bien “todo lo que Jesús hizo y enseñó”. Witherington III comenta que ha sido sugerido que
el verbo “comenzó” implica que en el segundo volumen de Hechos lo que Lucas muestra es lo que Jesús
“continuó” enseñando y haciendo a través del Espíritu y los apóstoles que habían sido llamados. Witherington
III da por plausible esta interpretación aun y cuando establece que lo más probable es que no sea así. Para dicha
opinión sitúa como ejemplo Lucas 4:21 donde Lucas cita “y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura delante de vosotros”. El autor determina que es poco probable que Jesús empezase y que fuese
interrumpido, lo más probable es que Jesús dijese eso y nada más. Witherington III. Acts of the Apostles, 9-10,
106.

La segunda interpretación es la sustentada por F.F. Bruce y Campbell Morgan, O’Brien y


Köstenberger, entre otros. Estos autores determinan que la idea del verbo “comenzó” implica que Lucas narró
solamente el principio de todo aquello que Jesús empezó a hacer y a enseñar, por tanto, existe un sentido de
continuidad claro entre Lucas y Hechos. Morgan comenta que “es necesario observar de manera cuidados la
palabra ‘comenzó’”. La razón de ello radica en que para entender el valor supremo del libro de Hechos uno
tiene que mirar cómo es introducido. La presencia del verbo “comenzó” indica que la intención de Lucas en
Hechos es continuar la historia de lo que Jesús hizo y enseñó, es decir, Hechos presenta el mismo sujeto que el
evangelio de Lucas, la misma persona de Jesús y expone y expande lo que esta misma persona seguirá haciendo
en la historia. Campbell Moragan, The Acts of the Apostles (Westwood NJ: Fleming. H. Revell Comapny, 1985),
9-10. F. F. Bruce es de la misma opinión que Morgan. Bruce establece que “el segundo volumen de Lucas será
un relato de lo que Jesús siguió haciendo y enseñando después de su ascensión ya no más en presencia visible
sobre la tierra sino por su Espíritu en sus seguidores”. Bruce considera que el verbo “comenzó” ha de entenderse
como enfático y no meramente como un auxiliar semitizante. F. F. Bruce, Los Hechos de los Apóstoles, 43.
O’Brien y Köstenberger determinan igualmente que en el primer volumen Lucas habló de todo aquello que
Jesús empezó a hacer y enseñar y ahora en Hechos se explica el trabajo que Jesús continúa haciendo a través
de sus testigos capacitados por el Espíritu. O’Brien y Köstengerger determinan que “comenzó” es enfático y
que debería dársele todo su peso. En oposición a Witherington, determinan que la traducción e interpretación
debería de ser “todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar” y no “todo lo que Jesús hizo y enseñó”. Andrea
J. Köstenberger, Peter T O’Brien, Salvation to the Ends of the Earth. A Biblical Theology of Missions (Downers
Grove: InterVarsity, 2001), 128.

Creo que la opinión de Morgan, Bruce, Köstengerger y O’Brien es la que mejor se adapta al contexto
del prólogo de Hechos. No solamente es el énfasis del verbo “comenzó” sino también toda la temática del
prólogo. El prólogo recapitula el material del evangelio de Lucas y lo expande en la historia, por tanto, tiene
mucho más sentido dentro del contexto del prólogo de Hechos entender el “comenzó” como en inicio de algo
que continuará en la historia narrada en el siguiente volumen.
12

continuidad. La persona que es el centro de su evangelio sigue siendo la persona central en


el libro de los Hechos. En cierta manera Lucas escribirá la historia de continuidad de los
hechos y dichos de la misma persona, será un relato de lo que Jesús seguirá haciendo en la
historia.27 Por tanto, el prólogo recapitula y continúa lo dicho por el evangelio. Posiblemente,
la pregunta en este punto es, si todo el prólogo está encerrado bajo la realidad de la ida de
Jesús de este mundo ¿cómo ese mismo Jesús puede seguir su obra en la historia? La respuesta
se encuentra en el paralelo entre el final de Lucas y el resto del prólogo de Hechos.

El final del evangelio de Lucas y el prólogo de Hechos se relacionan de manera


especial con la promesa de la venida del Espíritu Santo. El Cristo resucitado se apareció con
pruebas indubitables a sus apóstoles escogidos (v.3).28 Es a estos que se les dijo que se
quedasen en Jerusalén hasta que recibiesen la “promesa del Padre” (v.4). La promesa del
Padre es claramente identificada con el Espíritu Santo. El Espíritu es descrito como
“promesa”, por tanto, su venida es entendida como cumplimento. El Espíritu viene en
cumplimiento de lo anunciado en el Antiguo Testamento. En el prólogo el Espíritu es aquello
que dará poder a los discípulos para ser testigos de Cristo al mundo, Hechos 1:8 “pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, Judea y Samaria y hasta lo último de la tierra”. De manera específica el Espíritu
Santo es aquel que trae la plenitud del nuevo pacto inaugurado por Cristo y el que permite
que el testimonio de Cristo y el trabajo de Cristo sigua en la historia del mundo a través de
su Espíritu y el grupo de apóstoles. Así que lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar en la
historia lo sigue haciendo por medio de su Espíritu, en un nuevo pacto el cual abre dicha obra
a las naciones y por el testimonio de unos apóstoles llamados escogidos por Cristo mismo.
Esto es lo que sucede en el día de Pentecostés junto con la predicación de Pedro en Hechos
2. Por tanto, puede verse como la relación entre Lucas y el prólogo de Hechos establece no
solamente un carácter de recapitulación sino también de expansión. Esto establece un
elemento de continuación histórica en Hechos el cual resulta de suma importancia.

Lucas entiende que el obrar de Dios en la historia conforma un patrón o modelo


histórico. El obrar providencial de Dios en la historia de la salvación es visto como un patrón
o modelo histórico que permite ver una unidad, coherencia y lógica en el obrar de Dios a lo
largo de la historia. Dios trabaja de manera soberana pero lógica y trabaja en patrones
históricos que sirven para establecer un modelo o patrón de trabajo de Dios en la salvación a
lo largo de la historia. La estructura de Hechos permitirá ver como Lucas organiza el
desarrollo histórico de dicha salvación.

27
F. F. Bruce y Campbell Morgan ambos argumenta esto, Hechos muestra al Jesús ascendido obrando
en la historia a través de su Espíritu y sus apóstoles escogidos.
28
La mención de “pruebas indubitables” refuerzan el carácter de historiografía del libro de los Hechos.
Lucas está utilizando un término poco común tecmhrioj. Dicho término es un término técnico para indicar
“pruebas necesarias” y era un término que se usaba extrañamente en la literatura griega salvo en los trabajos
historiográficos. Siendo así, Lucas presenta la resurrección de Jesús, no solamente como una prueba histórica
sino como una prueba certera y necesaria. El uso de dicho término sin lugar a dudas dota de un carácter histórico
no solamente a la resurrección y apariciones posteriores de Cristo sino a todo el trabajo de Hechos. Witherington
III, Acts of the Apostles, 108.
13

Estructura del Libro de los Hechos

Comúnmente Hechos 1:8 ha sido considerado como un texto programático para toda
la estructura del libro de los Hechos. Cristo dice a sus discípulos “pero recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, Judea
y Samaria y hasta lo último de la tierra”. El testimonio de Cristo al mundo es descrito
geográficamente aun y cuando elementos teológicos y de etnicidad están incluidos también
en él.29 Centrando la atención en el elemento geográfico aun y cuando algunos sustentan que
no puede tomarse como programático en todos los detalles de todo el libro, lo cierto es que
parece ser que Lucas de una manera muy cercana expande y estructura el desarrollo histórico
del testimonio de Cristo a lo largo del libro de Hechos siguiendo el patrón de Hechos 1:8. 30

Aun y cuando Hechos 1:8 ciertamente puede funcionar a modo de texto programático
para la expansión mundial del testimonio de Cristo, Lucas siguiendo uno de los patrones
típicos del género narrativo organiza su material. Lucas utiliza una serie de expresiones
repetidas a lo largo de Hechos que sirven para marcar la estructura del libro. Para ello hay
ciertas claves que unen el material de Hechos y permiten ver el crecimiento, movimiento y
desarrollo con temas que se repiten en la narrativa de Hechos. Las pistas clave vienen
indicadas por las expresiones que aparecen en Hecho 6:7; 9:31; 12:24; 16:5; 19:20. 31 A
continuación se muestran las expresiones que Lucas utiliza de manera consistente para
organizar Hechos.

Hechos 6:7 “y crecía la palabra de Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba


grandemente en Jerusalén: también muchos de los sacerdotes obedecían la fe”.

29
Köstengerger y O’Brien determinan que existen tres elementos en la expansión del testimonio en
Hechos 1:8. Teológicamente la primera etapa Jerusalén representa el lugar donde Jesús terminó su trabajo y
donde Israel tenía que ser restaurado en el remanente de judíos que creyeron en él como el Mesías. La segunda
etapa, Judea y Samaria se refiere a el área de los antiguos reinos de Judá e Israel indicando así la restauración
de toda la casa de Israel (Ezequiel 37:15-22). Finalmente el testimonio apostólico es extendido a lo último de
la tierra. Geográficamente la frase “hasta lo último de la tierra” denotar el fin del mundo en sentido general.
Étnicamente se refiere al mundo gentil. El evangelio es para los judíos primero y también para los gentiles, el
testimonio es para todo el mundo sin distinción de tribu, lengua, raza y nación. Köstenberger, O’Brien, Salvation
to the Ends of the Earth, 131.
30
El sentido de Hechos 1:8 no está tanto en negar su carácter programático sino más bien en qué
sentido y cómo es programático de todo el libro de Hechos. Witherington III no niega el carácter programático
de Hechos 1:8 sino que más bien lo matica. Debido a que algunos autores – entre ellos Conzelmann – entienden
“hasta lo último de la tierra” como una referencia a Roma, Witherington III determina que Hechos 1:8 puede
ser programático pero sin la identificación final de Roma. Hechos 28 deja un final intencionalmente abierto,
por tanto, el autor concluye que Hechos 1:8 puede ser programático en el sentido que alude a la misión mundial
y probablemente a la misión tanto de judíos como de gentiles. Witherington III, Acts of the Apostles, 110-111.
31
Fee, Stuart, How to Read the Bible for All Its Worth, 111. Igualmente en Witherington III, Acts of
the Apostles, 74.
14

Hechos 9:31 “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran
edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu
Santo”

Hechos 12:24 “Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba”.

Hechos 16:5 “Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada
día”.

Hechos 19:20 “Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor”.

Estos textos muestran dos elementos clave que marcan el desarrollo de la salvación a
lo largo de la historia (1) la palabra del Señor crecía y (2) la iglesia crecía. Existe una relación
directa entre ambos elementos, a medida que la palabra del evangelio crecía y era esparcida
la salvación era extendida y la iglesia crecía. La repetición consistente de estas expresiones
estructura el libro de Hechos en seis grandes secciones que siguen, en cierta manera, el texto
programático de Hechos 1:8:

Sección 1 – 1:1 – 6:7 – la iglesia primitiva en Jerusalén


Sección 2 – 6:8 – 9:31 – Judea y Samaria
Sección 3 – 9:32 – 12:24 – el evangelio a los gentiles, momento clave la conversión de
Cornelio.
Sección 4 – 12:24 – 16:5 – Así y el cambio a la misión gentil. Es la primera descripción
geográfica de la expansión al mundo gentil bajo el liderazgo de Pablo.
Sección 5 – 16:6 – 19:20 – Europa con el retorno a Éfeso.
Sección 6 – 19:21 – 28:31 – Roma.

Puede observarse como Lucas establece toda la estructura del libro de los Hechos
como un patrón del obrar de Dios en la historia.

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