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Proyecto De riego en el Perú y en el mundo

Ilustración 1cuadro de riego en el Perú

Riego en el Perú.
El riego en el Perú ha sido un factor determinante en el incremento de la seguridad alimentaria, el
crecimiento agrícola y productivo, y el desarrollo humano en las zonas rurales del país. Los recursos
hídricos y la infraestructura hidráulica para riego está distribuida de manera desigual por el país, lo que
crea realidades muy diferentes. La costa, de tierra fértil pero seca, posee grandes infraestructuras
hidráulicas fruto de inversiones destinadas al desarrollo de regadíos para fomentar exportaciones.
La sierra y la región Amazónica, con abundantes recursos hídricos pero poca o rudimentaria
infraestructura para riego, poseen minifundios con cultivos destinados a mercados locales o
subsistencia. Una gran parte de su población es pobre.
El Gobierno peruano está llevando a cabo varios programas que tienen como objetivo hacer frente a
los desafíos clave del sector riego, incluyendo:
 el deterioro de la calidad del agua.
 poca eficiencia de los sistemas de riego y drenaje.
 marcos institucionales y jurídicos débiles.
 costes de operación y mantenimiento por encima de la recaudación tarifaria.
 vulnerabilidad frente a la variabilidad y cambio climático, incluidas condiciones climáticas
extremas y retroceso de los glaciares.
Importancia del riego para el desarrollo agrícola y rural.
Según The Economist, Perú posee la economía de más rápido crecimiento de América del Sur. Este
comportamiento es el resultado de los precios récord de las exportaciones de minerales así como de
productos más nuevos, como mangos y alcachofas. La agricultura de regadío es cada vez más
importante en el desarrollo y crecimiento de Perú, en especial después del período de estancamiento
y desarrollo limitado en las décadas de los 70 y 80. La agricultura emplea al 30% de la población de
Perú y representa más del 13% del PIB y más del 10% de las exportaciones totales (1.600 millones US$
en 2005).1 Dos tercios del PIB agrícola se producen en la costa del Pacífico, una región totalmente
dependiente del riego debido a las pocas precipitaciones. Los cultivos de alto valor y la tecnología de
riego han tenido un gran impacto en el desarrollo rural de la costa. En 2001, la pobreza rural de la
región era del 5,2%.2 A pesar del crecimiento, la pobreza disminuyó sólo de manera lenta en la región
andina, donde la pobreza alcanza el 70 por ciento de la población, y muchos indígenas permanecen
atados a una agricultura de subsistencia en minifundios que producen solo un tercio del PIB agrícola
del país.

Ilustración 2riego en el rio Urubamba 2010

El riego desempeña un papel fundamental en el aumento de la producción y diversificación agrícolas,


en el empleo rural y en la garantía de alimentos. Hay una necesidad de proporcionar servicios de riego
seguro y rentable, así como mejorar la gestión de recursos hídricos. Según el Eco. Francisco Costa
Esparza, representante para la Región Norte de América Latina de la FAO – Organización de Agricultura
y Alimentación de la ONU, el gobierno del presidente Alan García ha establecido un objetivo ambicioso
para reducir la pobreza al 30% al final de su mandato, en 2011. Por primera vez en tres décadas, el
Estado tiene dinero para invertir y (con la ayuda del Banco Mundial) el Gobierno ha elaborado una
nueva estrategia contra la pobreza, la cual incluye el aumento de los gastos sociales y el desarrollo
agrícola, a la vez que intenta enfocarse más de cerca en las zonas más pobres, la mayoría de las cuales
se encuentran en los Andes, al sur del país
Área con infraestructura de riego y áreas de regadío (en miles de hectáreas)

Ilustración 3"fuente portal agrario"

Aproximadamente el 80% de la extracción de agua en el Perú se utiliza para el riego; sin embargo, la
mayor parte del agua (65%) se pierde debido a la dependencia de sistemas de riego ineficientes. Se
estima que la eficiencia total del uso del agua en los sistemas de riego es aproximadamente del 35%,
lo cual se considera como un mal rendimiento y se debe principalmente a los sistemas de distribución
con fugas y al uso extensivo de métodos de riego por gravedad o inundación no mejorados, con una
eficiencia total estimada del 50%.
Muy pocas veces se mide el agua y las tarifas se calculan, en su mayoría, en función de las hectáreas
más que del volumen de agua utilizado. El manejo inadecuado del riego unido a sistemas ineficientes
de riego conduce a las prácticas generalizadas de riego, con agricultores que utilizan agua por encima
de las necesidades de los cultivos y de la disponibilidad de agua.
Debido a las condiciones climáticas, la región costera depende de los sistemas de riego para el
abastecimiento de agua. El agua proviene de ríos (agua superficial) de la Cordillera de los Andes y se
maneja con presas, tomas y pozos. En 1997, el agua superficial abastecía al 97% de los campos por
riego por gravedad (822.473 ha) y al 3% mediante riego presurizado (19.680 ha). La costa se caracteriza
por esquemas de riego a gran escala que abastecen varias comunidades, donde las tierras son
relativamente grandes y la agricultura es en su mayoría comercializada y dedicada a las exportaciones.
En la sierra y en la selva, con el 97% de la disponibilidad de agua de Perú, el agua superficial abastece
los campos agrícolas mediante el riego por surcos. Los sistemas de riego consisten en una red de
canales abiertos, generalmente sin revestimiento, con tomas de agua rudimentaria y sistemas de
distribución que abastecen a pequeñas parcelas dedicadas en su mayoría a la agricultura de
subsistencia. Menos del 5% de la tierra de regadío está equipada con sistemas de riego mejorados en
las parcelas.
Ilustración 4riego en el valle del chili en la región Arequipa.

Perú tiene gran disponibilidad de recursos hídricos con aproximadamente 106 cuencas fluviales y una
disponibilidad per cápita de 77.600 m3, la más alta de América Latina. Los Andes dividen al Perú en
tres cuencas naturales de drenaje:

 la cuenca del Pacífico, con 53 ríos.


 la cuenca del Atlántico, con 32 ríos.
 la cuenca del Titicaca, con 13 ríos.

La árida cuenca del Pacífico, con 37 millones de metros cúbicos (m3) disponibles por año, contiene solo
el 1,8% de los recursos hídricos de Perú. Unos 53 ríos que fluyen hacia el oeste desde los Andes hasta
la costa, suministran la mayor parte del agua usada para el riego. Solo cerca tos ríos son perennes. El
abastecimiento de agua irrigada durante todo el año para aproximadamente el 40% del área de
regadío es poco confiable, sin ningún tipo de almacenamiento regulador. La cuenca del Atlántico
contiene el 97% de toda el agua disponible

Impactos del riego en el medio ambiente.


Los sistemas de riego ineficientes, el manejo inadecuado del riego, la deforestación y las prácticas
generalizadas que utilizan agua por encima de las necesidades de los cultivos están cobrando un
creciente costo medio ambiental. El riego ineficiente ha generado problemas
de salinización y drenaje en 300.000 hectáreas de los valles costeros (de una superficie total de regadío
de 736.000 hectáreas), poniendo en peligro la productividad de estas tierras y la calidad del
abastecimiento urbano de agua de Lima. Los problemas de drenaje también afectan a 150.000
hectáreas en la selva.
La escorrentía agrícola, junto a la minería y las aguas residuales industriales, también afecta a la calidad
del agua. De los 53 ríos del área costera, 16 están parcialmente contaminados
con plomo, manganeso y hierro. La deforestación excesiva en las cuencas fluviales superiores debido
a las prácticas agrícolas nómadas está causando problemas de erosión en la sierra, donde el 55-60%
de la tierra está afectado y la cantidad de suelo transportado aguas abajo está aumentando.
Historia del sector riego.
Tendencias pasadas y actuales en superficies agrícolas bajo riego.
La agricultura en el Perú se remonta más de 5.000 años, cuando la cultura Chavín construía sistemas
de riego simples y redes de canales al norte de Lima. En los siglos XV y XVI, el imperio Inca ostentaba
un sistema avanzado de riego, que suministraba agua a 700.000 hectáreas de diversos cultivos en la
zona costera fértil. Durante los siguientes 300 años, los colonizadores españoles modificaron el
enfoque del país hacia la minería, lo que provocó una reducción de la producción agrícola a 300.000
hectáreas y el estancamiento del desarrollo de la infraestructura del riego.
El siglo XX representó un período de estancamiento agrícola, en especial durante las décadas de los
años 70 y 80. En los últimos 30 años, el gobierno peruano ha invertido aproximadamente 5.000
millones US$ para mejorar la infraestructura hidráulica, incluidas las presas y los sistemas de riego y
drenaje, lo que produjo un aumento del territorio bajo riego, principalmente en la región costera.
En la actualidad, aproximadamente 1,7 millones ha de los 2,6 millones totales cultivados de Perú tienen
disponible algo de infraestructura de riego. Sin embargo, solo 1,2 millones ha se irrigan realmente cada
año debido al pobre rendimiento de los sistemas de riego.
Desarrollo institucional.
El siglo XX comenzó con un importante desarrollo institucional en el sector riego de Perú con la
creación del Cuerpo de Ingenieros de Minas y Aguas (1904) y el Servicio Hidrológico (1911). En 1914,
el gobierno peruano contrató al ingeniero estadounidense Charles Shutton para asesorar sobre las
obras públicas para el desarrollo del riego. Sin embargo, no fue hasta la década de los años 20 cuando
se lanzaron los primeros proyectos de riego estatales a gran escala. La inversión pública en riego en
1905 correspondió al 8,7% del total, llegando al 18,62% en 1912, tendencia que continuó en las
décadas de los años 20 y 30.
Desde 1945 hasta 1948, el Gobierno aprobó el Plan Nacional de Riego y Mejoramiento del Riego. Entre
1945 y 1956, la inversión pública alcanzó niveles sin precedentes con hasta el 50% de inversión total.
Las transferencias de agua del río Quinoz al intermitente río Piura en el Departamento de Piura y desde
el río Chotano al río Chancay-Lambayeque en la Departamento de Lambayeque, ambas ubicadas en la
parte norte de la planicie costera, son ejemplos de los proyectos implementados en ese momento y
durante la década de los años 60. Entre 1950 y 1980, el 90% de la inversión en riego se dirigió a la
región costera y solo el 10% al Altiplano.
La reforma agraria de 1969 expropió todas las propiedades por encima de un determinado tamaño,
generalmente 100 ha. La mayoría de los campesinos peruanos eran minifundistas independientes y,
por lo tanto, continuaron trabajando sus tierras individualmente después de las reformas. La reforma
agraria y la inestabilidad política contribuyeron a un escaso rendimiento de la agricultura, ya que
cambiaron profundamente las relaciones de producción en el campo, interrumpieron la organización
de sistemas productivos en las mejores tierras agrícolas y forzaron parte de la capacidad empresarial.
Las asociaciones informales de regantes Peruanos se vieron afectadas por la reforma agraria y la Ley
General de Aguas ya que promovían un determinado modelo de asociaciones y les daba oficialidad. En
1989, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 037-89-AG transfirió las responsabilidades de operación
y mantenimiento de los sistemas de riego a las juntas de usuarios. Esta descentralización, que se
produjo especialmente en la costa, tenía como objetivo desvincular al estado, fomentar la inversión
privada y estimular la independencia y la sostenibilidad financiera de las juntas de usuarios mediante
el establecimiento de tarifas de agua. Sin embargo, las bajas tarifas y la poca capacidad recaudadora
produjeron un apoyo financiero insuficiente para que las juntas de usuarios mantuvieran y
desarrollaran los sistemas de riego. El gobierno peruano siguió siendo el mayor actor en el desarrollo
del riego, que estaba concentrada en la región costera. El 76% de la inversión en la región costera entre
1978 y 1982 se concentró en los tres proyectos más importantes de riego en Majes (Región de
Arequipa), Chira-Piura (Región de Piura) y Tinajones (Departamento de Lambayeque). Esta tendencia
se mantuvo durante los años 90.
En 1996, el Gobierno, con el apoyo del Banco Mundial, creó el Programa Subsectorial de Irrigaciones
(PSI), que, con éxito desarrolló las capacidades de las juntas de usuarios en la costa, redujo la
importancia de la inversión pública en el sector, mejoro la sostenibilidad financiara de las juntas y
aumento la inversión privada en la mejora técnica de los sistemas de riego.
Marco legal e institucional
I. Marco legal
El marco constitucional de Perú establece que los recursos hídricos son propiedad exclusiva y
responsabilidad administrativa del gobierno nacional. El gobierno permite el uso del agua en
condiciones especiales y tras el pago correspondiente de una tarifa, aunque mantiene la propiedad y
el control total.
La Ley General de Aguas 17752 de 1969 considera el agua como un producto básico agrícola y, por
tanto, no reconoce otros usos del agua.
En 2003, el Gobierno aprobó la Estrategia Nacional de Riego, Resolución Ministerial Nº0498-2003-AG,
que tiene como objetivo mejorar la rentabilidad y la competitividad de la agricultura de regadío (Ver
Estrategia Nacional abajo). Igualmente, el Programa de Riego Tecnificado (PRT, Ley Nº 28585 y su
Reglamento DS 004-2006-AG), aprobado en 2006, tiene como objetivo reparar, desarrollar y mejorar
los sistemas de riego en todo Perú.
Un proyecto de ley de Estrategia Nacional para la Gestión de los Recursos Hídricos, actualmente en
fase de revisión de la Comisión Agraria, reconocerá la naturaleza multisectorial del agua y modificará
el marco institucional y legal anterior, incluido el riego, para llevar a cabo una gestión integrada de los
recursos hídricos.
II. Marco institucional
Las reformas institucionales de la última década redujeron las tareas técnicas que eran responsabilidad
del Ministerio de Agricultura (Ministerio de Agricultura MINAG) y crearon numerosas unidades
ejecutivas semiautónomas y programas especiales en los ámbitos nacional, regional y local. En 2008,
el gobierno peruano creó la Autoridad Nacional del Agua, organismo adscrito al MINAG, reemplazando
a la Intendencia de Recursos Hídricos, que se encontraba previamente bajo el control del INRENA
(Instituto Nacional de Recursos Naturales INRENA). La Autoridad Nacional del Agua (ANA) es
responsable del diseño y puesta en marcha a escala nacional de las políticas sobre recursos hídricos
sostenibles y riego. Téngase en cuenta que actualmente la ANA no tiene representación en el ámbito
local.
El PSI (Proyecto Programa Subsectorial de Irrigaciones), bajo control del INRENA, pretende mejorar las
capacidades de gestión y técnicas de las juntas de usuarios de agua. El Programa Nacional de Manejo
de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos (PRONAMACHCS), a cargo del INRENA, promueve
la gestión integrada de los recursos hídricos y la conservación de las cuencas fluviales, con énfasis en
el altiplano. El Instituto Nacional de Investigación Agraria estudia tecnologías innovadoras y de bajo
costo para mejorar la gestión de los recursos hídricos y riego. El Servicio Nacional de Meteorología e
Hidrología estudia y divulga información acerca de los eventos climáticos y su impacto en los recursos
hídricos. La Administración Técnica de Riego (ATDR), bajo el control del INRENA, tiene como objetivo
promover el uso sostenible del agua y resolver conflictos en el ámbito de los distritos de riego.
El gobierno nacional continúa transfiriendo deberes a los gobiernos regionales y locales, especialmente
después de la Ley de Descentralización y de la ley de 2003 que establecen los gobiernos regionales.
Una de las responsabilidades más recientes de estos cuerpos consiste en la ejecución del Programa de
Riego Tecnificado. Finalmente, cuatro agencias de cuencas fluviales (Jequetepeque, Chira-Piura-
Chancay-Lambayeque, Chillón-Rímac-Lurín y Santa) completan los organismos involucrados en la
gestión de los recursos hídricos. Esta proliferación de actores con áreas de jurisdicción distintas
(regiones, distritos de riego y cuencas fluviales) se suma a la complejidad de la gestión de recursos
hídricos en los ámbitos local y nacional.
Estrategia del gobierno para el sector de riego.
En 2003, el gobierno peruano aprobó la Resolución Ministerial Nº 0498-2003-AG de Política y
Estrategia Nacional de Riego en el Perú. La estrategia fue preparada por la comisión técnica
multisectorial, formada por los representantes de los ministerios de Agricultura, de Vivienda,
Construcción y Saneamiento, de Economía y Hacienda, y la Asociación Nacional de Usuarios de Riego.
La Estrategia busca aumentar la rentabilidad y competitividad de la agricultura de regadío, mediante
el uso sostenible de la tierra y el uso eficiente del agua. Uno de los principales objetivos de esta
estrategia es clarificar los roles y las responsabilidades institucionales, entre ellas la creación de una
Autoridad Nacional del Agua (recientemente creada), además del establecimiento de una red para que
las autoridades de las cuencas fluviales y los gobiernos regionales y municipales colaboren en el
manejo del agua.
La estrategia también tiene como objetivo aumentar la eficiencia en el uso del agua a través de la
rehabilitación y modernización de la infraestructura de riego y la mejora de su operación y
mantenimiento; promover el uso equitativo y sostenible del agua mediante el mejoramiento técnico
de las infraestructuras de riego y drenaje; desarrollar juntas de usuarios de riego que sean técnica y
financieramente independientes y responsables de la operación y mantenimiento de la infraestructura
de riego; y aumentar la inversión de los agricultores en infraestructura de riego al regularizar los
derechos sobre el agua, teniendo en cuenta la disponibilidad del agua y el uso eficiente de ésta.
Tarifa del agua y recuperación de costos.
Las juntas de usuarios de agua están a cargo del cobro de las tarifas del agua. Solo el 50% de las juntas
son financiera y técnicamente independientes. El resto está en proceso o necesitan ayuda para lograr
la sostenibilidad financiera y técnica. Las tarifas fluctúan entre los 20-30 US$ por ha y las tasas de cobro
varían entre el 10% en el Amazonas y el 68% en la región de la costa.
La mayor parte de los ingresos por tarifas (83%) financia las actividades de las juntas de usuarios de
riego. Los rendimientos restantes están destinados a cubrir los gastos de operación y mantenimiento
(8%) y a sustentar la autoridad de aguas regional, ATDR (8%). En 2006, el gobierno peruano aprobó el
DS 054-2006-AG, por el cual el 2% del componente de las tarifas de agua destinado a financiar las
juntas de usuarios de agua (86% del total de la tarifa), ahora financiará el recientemente creado Fondo
Nacional de Agua (FONAGUA). El FONAGUA, un cuerpo multisectorial, pretende promover el manejo
integrado del uso del agua en el Perú
Inversión y financiación.
De acuerdo con el MINAG, el costo de infraestructura de riego menor y mayor en el Perú es un 11% y
un 48%, respectivamente, mayor que el promedio mundial. La descentralización, junto con el
desarrollo de las instituciones de gestión de los recursos hídricos y riego, creó numerosas entidades
responsables de las inversiones en riego en los ámbitos nacional, regional y local. El gobierno nacional
ha estado invirtiendo en infraestructuras de riego mayor, ubicadas principalmente en la región costera
aunque planea ampliar sus esfuerzos también al Altiplano. Según datos de 2000, el gobierno nacional
invirtió 3.468 millones US$ para desarrollar esquemas de riego en diez proyectos costeros.
La infraestructura de riego menor está financiada por el gobierno nacional en colaboración con los
beneficiarios mediante un sistema de costos compartidos. Desde la creación del Programa de Riego
Tecnificado (bajo el control de PSI), las juntas de usuarios de agua financieramente sostenibles han
mejorado 5.282 ha de infraestructura de riego, lo que beneficia a 1.085 productores, reuniendo 5,5
millones US$ de un proyecto de 13,6 millones US$.11 Las ONG, las cajas municipales de ahorro y crédito
y las cooperativas de ahorro y crédito que operan en casi todos los departamentos del país también
están brindando productos diseñados específicamente para servir a los productores agrícolas de Perú,
entre ellos préstamos para mejorar microempresas agrícolas y la infraestructura de riego

Riego en el mundo.
El riego a nivel mundial es casi similar que en el Perú, en extensiones más grandes.
Área equipada para el riego.

Ilustración 5riego por aspersion en el valle de hula, israel

 En el año 2012, había en todo el mundo más de 324 millones de hectáreas


equipadas para el riego, de las cuales, aproximadamente el 85 por ciento, o 275,
están efectivamente regadas.
 La agricultura de regadío representa el 20 por ciento de la superficie total de tierra
cultivada, y supone el 40 por ciento de los alimentos producidos en todo el mundo.
 África subsahariana es la región con la menor proporción de tierra cultivada en
regadío, algo superior al 3 por ciento, frente al 21 por ciento global. También tiene
la mayor incidencia de desnutrición, 25 por ciento en 2011-2013 frente al 12 por
ciento global.
 El riego—junto con el uso de variedades de alto rendimiento, insumos como
fertilizantes y pesticidas, y la maquinaria agrícola—tuvo un papel muy relevante
en la revolución verde en Asia. Actualmente, el 41 por ciento de la tierra cultivada
está en regadío frente al 25 por ciento de 1970, lo que ha contribuido a una
reducción considerable de la desnutrición, desde el 24 por ciento en 1990-92 hasta
el 14 por ciento en 2010-12.
 Considerando los recursos de tierras y aguas, la región subsahariana es la que
presenta el mayor potencial de expansión de la agricultura de regadío, donde solo
una quinta parte de la superficie potencial de riego ha sido equipada, o 7.7 millones
de ha equipadas de 38 millones que podrían estarlo. En la región de Sudamérica
solo se ha equipado una cuarta parte de la superficie potencial, es decir, 16
millones de ha de un potencial de 60 millones de ha.
 Más del 88 por ciento de la superficie potencial de riego de Asia central y el norte
de África está ya equipada, el 69 por ciento en Oriente Medio y el 65 por ciento en
la región del sur y el este de Asia.
 El continente asiático, con casi 230 millones de ha equipadas para el riego,
representa más del 70 por ciento de la superficie regada en todo el mundo. Casi
el 60 por ciento de estas 220 millones de ha—o el 42 por ciento del total mundial—
se encuentra en solo 2 países, China e India, donde vive casi el 40 por ciento de
la población mundial.
 Asia es también el país que más beneficio obtiene de sus infraestructuras de riego,
con la mayor proporción de superficie equipada para el riego efectivamente regada
(89 por ciento).
 En Europa solo el 65 por ciento de la superficie equipada para el riego
efectivamente se riega. Un porcentaje bajo comparado con el resto del mundo.
Esto se debe al clima moderado de una gran parte del continente, que permite
que la agricultura aproveche la precipitación disponible y que el riego no siempre
sea necesario.
 El riego localizado y por aspersión representan en torno al 14 por ciento de la
superficie total equipada para el riego en todo el mundo.
 El riego localizado se ha extendido rápidamente desde la aparición de las tuberías
de plástico baratas en los años 70: desde casi 0.5 millones de ha en 1981 hasta
casi 9 millones de ha en 2010 en todo el mundo.
 En 2010 había más de 35 millones de ha equipadas para el riego por aspersión.
Aunque se considera menos eficiente que el riego localizado, es más barato y tiene
más movilidad, lo que explica su mayor expansión.
 La mayor parte del riego de la región de Norteamérica usa aguas subterráneas (59
por ciento de su superficie regada). En los países áridos, el agua subterránea es
la única fuente fiable de este recurso, pero en países con condiciones climáticas
moderadas, a menudo su usa junto con equipos de riego a presión o si la
electricidad está subvencionada (reduciendo los costes de bombeo).
 China es el país con la mayor superficie equipada para el riego, 69.4 millones de
ha, seguida inmediatamente por India con 66.7 millones ha. Fuera del continente
asiático, los países con las mayores superficies de riego son: Estados Unidos en
las Américas, con 26.4 millones de ha, Italia en Europa con 3.95 millones de ha,
Egipto en África con 3.65 millones de ha, y Australia en Oceanía con 2.55 millones
de ha.
 En 2010, China se convirtió en el país con la zona de riego más grande, superando
a la India, que ocupó el primer lugar por más de 50 años.
 El riego no se limita a los periodos secos del año. En muchos países también se
aplican riegos suplementarios durante la época de lluvias—por ejemplo en
Myanmar para el cultivo del arroz—para compensar el déficit de precipitaciones en
estados de crecimiento de los cultivos críticos para estabilizar o aumentar los
rendimientos.
 Se sabe que el riego se practica desde hace más de 4 000 años. Los ríos Éufrates
y Tigris fueron la cuna de las civilizaciones mesopotámicas y el riego con sus aguas
hizo posible el desarrollo de la agricultura. En Egipto, el agua de inundación del
Nilo ya se usaba para cultivar en la época de los faraones. En Mongolia, el riego
se desarrolló probablemente con los hunos en el primer siglo de nuestra era.
 Al menos 111 millones de ha equipadas para el riego cuentan con una bomba para
llevar el agua desde su origen hasta el campo.
 En algunos países como India, México, Pakistán y Sudán, por ejemplo, una única
infraestructura de riego puede cubrir más de 10 000 ha.
 Al menos 33 países han transferido la gestión del riego del gobierno a los regantes
o usuarios del agua, para que sean ellos los que gestionen las infraestructuras de
riego.

Cultivos regados.

 En 2011 se cosecharon más de 346 millones de ha de cultivos de regadío en los


261 millones de ha efectivamente regadas. De hecho, gracias al riego, y si el clima
es favorable, se puede obtener más de un ciclo de cultivo al año en la misma
superficie, lo que resulta en una intensidad de cultivo para cultivos de regadío
superior al 130 por ciento.
 El riego contribuye al 40 por ciento de la producción mundial de cultivos, en un 20
por ciento de la superficie cultivada equipada para el riego en todo el mundo.
 Las condiciones climáticas permiten dos ciclos de cultivo al año en extensas zonas
de Asia, África y las Américas, lo que hace posible que la intensidad de cultivo sea
significativamente mayor en estas regiones que en algunas zonas de Europa y
Oceanía, donde el crecimiento de los cultivos de regadío durante el invierno es
muy bajo o nulo.
 Asia es el continente con la mayor intensidad de cultivos de regadío (141 por
ciento), variando desde el 100 por ciento de Asia central, donde el cultivo durante
el invierno es limitado, hasta más del 170 por ciento en amplias zonas de la región
del sur y el este de Asia.
 La alta intensidad de cultivo junto con una extensa superficie equipada para el
riego, hacen que Asia y África sean efectivamente los que más se benefician del
riego. En Burkina Faso, la agricultura de regadío contribuye significativamente a
la seguridad alimentaria: el riego produjo en 2010 alrededor del 10 por ciento de
la producción agrícola total en tan solo el 1 por ciento de la superficie cultivada.
 El 78 por ciento de la superficie cosechada de cultivos regados está en el
continente asiático.
 Más del 60 por ciento de la superficie regada mundial se dedica a cereales; Asia
cuenta con el 87 por ciento de la superficie de cereales de regadío.
 El arroz es el cereal de regadío más extendido en el mundo, cubriendo un 47 por
ciento de la superficie de cereales de regadío. El arroz también es el principal
cultivo de regadío a nivel mundial, cubriendo el 29 por ciento de la superficie total
de cultivos regados.
 Oceanía es el único continente que no está dominado por los cereales de regadío,
que solo representan el 13 por ciento de la superficie de cultivos regados. Allí, los
pastos y el forraje de regadío representan casi la mitad de la superficie de cultivos
de regadío (48 por ciento). En una escala similar, estos últimos también
prevalecen ampliamente (51 por ciento) sobre los cereales de regadío (17 por
ciento) en el este de Europa y la Federación Rusa.
 La diversificación de cultivos de regadío es mayor en países con ingresos más
altos, donde la importancia relativa de los cereales de regadío es menor: el
porcentaje de cereales en la superficie de cultivos de regadío es 75, 64 y 38 por
ciento respectivamente, en países de bajos, medios y altos ingresos.
 Los países menos desarrollados dedican el 76 por ciento de la superficie regada a
los cereales. El riego allí se centra en la obtención de alimentos básicos. En los
países de ingresos altos, la diversidad de cultivos de regadío es mayor: cultivos
hortícolas, frutícolas, oleaginosos, forraje y pastos, que en conjunto cubren más
de la mitad de la superficie regada, frente al porcentaje algo superior al 10 por
ciento de los países menos desarrollados.
 La ratio de necesidades hídricas mundiales, también llamada eficiencia del riego—
la cantidad de agua que necesitan los cultivos regados frente al volumen extraído
para el riego—es aproximadamente del 56 por ciento, variando desde el 23 por
ciento en áreas con recursos hídricos abundantes (región de Centroamérica) hasta
el 72 por ciento en la región del norte de África, en la que la escasez de agua
obliga a una mayor eficiencia. Además de la disparidad geográfica, la ratio también
depende de la disponibilidad de recursos financieros. Pasa del 48 por ciento en
países de bajos ingresos hasta el 56 por ciento en países de ingresos medios y el
61 por ciento en países de ingresos altos.
 Casi la totalidad de la producción agrícola de Yibuti, Egipto, Kuwait, Omán, Qatar,
Arabia Saudí, Tayikistán, Turkmenistán, Emiratos Árabes Unidos y Uzbekistán es
de regadío. La agricultura de secano en estos países no es fiable debido a las bajas
precipitaciones.
 A escala global, anualmente se extrae una media de 7 700 m3 de agua para riego
por hectárea.
 Además de las necesidades hídricas normales del cultivo, los arrozales inundados,
el cultivo de regadío más extenso del mundo, necesitan una capa de 10-20 cm de
agua para la preparación del suelo y la protección de la planta.

Riego y medio ambiente

 Las instalaciones de drenaje, sobre todo en áreas de delta, son consideradas una
protección frente a las inundaciones. Junto con el riego, también previenen el
encharcamiento y la salinización.
 La superficie salinizada por el riego cubre más de 37 millones de ha en todo el
mundo, lo que reduce la productividad.
 La sobreexplotación de las aguas subterráneas, cuando las extracciones superan
la recarga—y el subsiguiente descenso del nivel freático—es un problema
recurrente en la Península Arábiga y Oriente Próximo. A menudo también lleva a
la intrusión de agua salada en zonas costeras, deteriorando drásticamente la
calidad de las aguas subterráneas.
 En el estado de Tamil Nadu, de India, el sobre bombeo—entre otras causas, debido
a la electricidad subvencionada que reduce los costes de bombeo—ha reducido
entre 25 y 30 metros el nivel de agua de los pozos de ciertas zonas en una década.
 Casi 155 millones de ha se cultivan con agricultura de conservación en todo el
mundo. A pesar de no usar tecnología de riego como tal, esta técnica fomenta la
eficiencia del uso del agua en condiciones de secano gracias a la mínima alteración
del suelo (no laboreo), el uso de cubiertas del suelo y una rotación de cultivos
apropiada.
 Algunos humedales y fondos de valles interiores se cultivan con alteraciones
mínimas del medio ambiente, ya que no tienen o tienen muy poco equipo (sobre
todo tradicional) para regular el agua y controlar el drenaje. El cultivo en
superficies de decrecida de inundaciones es otra técnica tradicional de manejo del
agua con un impacto ambiental relativamente bajo, en la que se cultiva en la
superficie contigua al río en las áreas expuestas al decrecer la inundación y en las
que no se hace nada para retener el agua en retroceso. Más de 8.6 millones de ha
en todo el mundo se cultivan con estos métodos tradicionales de manejo del agua.
 La desecación del mar Arar en Asia Central es uno de los ejemplos más dramáticos
de desastre medioambiental causado por una mala gestión del riego: el nivel del
mar ha bajado 17 metros y la línea de costa se ha movido 70 km desde los años
60. Esto se debe al gran volumen de derivación de agua para el riego de cultivos
de algodón y la producción de electricidad, de modo que muy poca agua llegaba
al mar de Aral.
 Mirando el lado positivo, si no fuera por la alta productividad que permite el riego,
se necesitarían al menos 500 millones de ha más para alcanzar la producción
agrícola actual. Las zonas templadas o húmedas que permiten la producción de
secano están a menudo densamente pobladas o medioambientalmente alteradas,
de modo que ya no hay más tierra disponible para la agricultura. Actualmente, los
países que ya han alcanzado su límite de superficie cultivada compran o alquilan
amplias extensiones en otros países menos desarrollados, lo que se conoce como
"acaparamiento de tierras".
 A nivel global, más de un tercio de los alimentos se pierde entre el campo y la
mesa, y con ellos una gran cantidad de agua necesaria para producirlos. Mientras
que en los países pobres la mayoría de las pérdidas son post-cosecha, en los países
ricos se deben al desperdicio de los alimentos que no se consumen.

Bibliografía.
http://www.fao.org/nr/water/aquastat/didyouknow/indexesp3.stm
https://es.wikipedia.org/wiki/Riego_en_el_Per%C3%BA

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