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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN”

UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

TEMA:

“AGRADECIMIENTO A LA PACHAMAMA”

CURSO : QUECHUA I

DOCENTE : CONDORI OSORIO RUBEN

ALUMNA : NOE ASTETE MENDOZA

SEMESTRE : 2018 – I

CUSCO PERÚ

2018
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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo, que tiene por finalidad desarrollar un ritual propio de los pueblos
originarios de América latina, que por muchas generaciones ha permanecido en la memoria
colectiva de estas sociedades, este ritual comúnmente se lo conoce como la adoración a la
Pachamama, que para los quechuas es la madre tierra.

En nuestro país, este culto está mayormente arraigado en el noroeste argentino, pero no
debemos dejar de conocer como esta celebración persiste hasta nuestros días en nuestro
territorio, en nuestra, provincia y en nuestro ámbito. Y como se adapta al contexto histórico
en el cual estamos inmersos.
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AGRADECIMIENTO A LA PACHAMAMA

En toda la América del Sur numerosas poblaciones y comunidades indígenas y personas


particulares celebran el Día de la Pachamama cada 1 de agosto, mes en el cual se realizan
ofrendas a la Madre Tierra en agradecimiento por todo lo que nos brinda y se llevan
adelante diferentes actividades (LLANQE, 1995).

“Se comienza del mes de agosto con el pago a la Pachamama, que tiene que ver con la
retribución que hace el hombre a la tierra que nos da cobijo, alimento. Entonces en cada
lugar hay rituales particulares, siempre se guarda lo mejor de la cosecha durante el año y se
recolecta y se pone en un lugar especial que es lo que hoy se ofrenda a la madre tierra.
Algunas comunidades se juntan en familia y grupos, otras lo hace de manera más privada
en su hogar” (MARISCOTTI DE GÖRLITZ, 1978)

“Cada año se va sumando más gente y se van enterando y dejar nuestro quehacer diario y
reflexionar y darnos cuenta de quiénes somos, dónde estamos y tener este gesto de
reconocimiento y agradecimiento a la Madre Tierra, que decimos que es el hombre, la
tierra, el aire, los animales, el agua, el fuego, que es todo lo que hace a nuestra vida”
(MERLINO & RABEY, 1993).

La ceremonia ritual a la pachamama comienza con la víspera o “el día anterior”, mediante
los preparativos de la comida y bebida que se va a ofrecer a la pachamama. Además se deja
las instrucciones a los participantes del ritual sobre que traer y como vestirse. Se deja
dispuesto los materiales a utilizar, el lugar donde cavar el hoyo y todo lo necesario para el
día central. Normalmente se enciende sahumerio desde el día anterior como una forma de
anunciación, limpieza o alerta a los espíritus.

El mejor momento para las ofrendas a la Pachamama es al caer la tarde, en pleno ocaso de
Sol. La luz natural termina, comienza la noche, en este intervalo esta “pachachaka
energética” (nuestra ceremonia puente) nos dice que la madre tierra crea una puerta
dimensional y pachamama junto a los demás espíritus de la tierra están presentes. El fuego
sagrado del ritual iluminará el espacio cuando la luz del sol se haya apartado del horizonte.
Sin la luz hay oscuridad (vacío sagrado universal). La oscuridad es importante como la luz,
es más grande que ésta. Pero es la luz con su inteligencia y propósito, la que nos conducirá
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por el sendero del propósito y del amor. Por ello, debemos conservar la fogata en nuestro
ritual.

Es importante la puntualidad, una vez comenzada la ceremonia se cierra el círculo sagrado


de participantes y ningún asistente que llegue tarde podrá participar del ritual, sino hasta
que el hoyo sea cubierto con las piedras selladoras y pétalos de flóres. El recibimiento de
los participantes se lleva a cabo con la mayor hospitalidad, con presentaciones y saludos
cordiales. No se permiten tomar fotografías, ni grabar videos a menos que se cuente con el
permiso del oferente (paqo andino).

Las ceremonias rituales a la pachamama se conocen en el mundo andino como “pago”,


“tributo”, “despacho” o “corpachada”. Se colocan alrededor del hoyo cavado o en el manto
multicolor dispuesto por el oferente que dirige el ritual, semejante a un altar o mesa de
trabajo de curanderismo. Bebidas (Coca Cola, chicha, cerveza, licor, vino tinto); agua
bendita, dulces, hojas de coca (planta sagrada andina, mediadora con los espíritus), diversos
objetos (dinero, monedas, amuletos, piedras de colores); comida (pan, galletas, frutas).
Flóres, perfumes, semillas y otras cosas provenientes de la tierra de las que tenemos en casa
(sésamo, lino, trigo, lentejas, porotos, garbanzos, arroz, huayruros, etc), las semillas las
colocamos en un cuenco o tazón de arcilla; Incienso o sahumerio adicionalmente. La
ceremonia puede estar acompañada de velas blancas o de colores y diversos objetos que
simbolizan el contexto social, fotos, amuletos, conchas marinas (“mullu”), dinero, ekekos,
toritos de pucará, excremento de vaca, etc.

Los participantes son previamente invitados, por lo que no hay ingreso libre, el que asiste
aunque si se presenta el mismo día a la ceremonia debe ser aceptado e invitado por el
oferente. El ritual de la pachamama es un acto voluntario en el cual el único requisito para
estar presente es pedir permiso para su ingreso y ponerse de acuerdo con los organizadores
sobre los detalles del ritual (horario, vestimenta, ofrenda, etc.). No hay límite de asistencia.
El día de la celebración los participantes se colocarán en lo posible cintas de colores en
ciertas partes del cuerpo: tobillos, muñecas y cuello, según las creencias es para ser del
agrado de la pachamama y evitar alguna reprimenda (LLANQE, 1995).
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CONCLUSIONES

1. Esta celebración a la Pachamama, se refleja en diferentes regiones de la argentina y


países limítrofes de formas diferentes, pero con un significado en común; donde alguno
rezan otros no, etc. Pero esta celebración constituye un hecho muy importante para las
culturas originarias, donde la tradición y la adaptación al contexto social en el cual se
desenvuelve permiten la trascendencia de la misma.
2. Los antiguos peruanos desarrollaron un estrecho vínculo con la naturaleza de respeto,
temor y adoración. Hombres y animales dependían exclusivamente de lo que la tierra
producía y proveía, esto llevó a la necesidad de expresar su veneración a la Tierra
como fuente de vida. La religión del mundo andino parte de ritos ancestrales que
vinculan al hombre con su hábitat.
3. El pago a la tierra, rito que se practica con frecuencia en los Andes peruanos, se realiza
el primer día de agosto y continúa durante todo el mes porque los campesinos afirman
que en esta época ese periodo la Pachamama está sedienta y hambrienta, y es necesario
satisfacerla, nutrirla y ofrecerle los mejores alimentos para darle fuerza y energía.
4. El Mes de la Pachamama o Madre Tierra comienza con distintas celebraciones,
especialmente en las zonas andinas, como ritual de agradecimiento y reconexión dentro
de la cosmovisión del Buen Vivir.
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BIBLIOGRAFÍA

LLANQE, D. (1995). Ritos y espiritualidad Aymara. Puno: Gráficas E.G. .

MARISCOTTI DE GÖRLITZ, A. (1978). Pachamama santa tierra: contribución al

estudio de la religión autóctona en los Andes centro-meridionales. Berlin: Mann

Verlag.

MERLINO, R., & RABEY, M. (1993). Resistencia y hegemonía: cultos locales y religión

centralizada en los Andes del Sur. Lima: Paidos.

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