JESÚS COBO

Bueno, quiero empezar diciendo que en el Centro de Arte Contemporáneo se

encontraban en exposición obras de Jesús Cobo, y la verdad, fueron espléndidas; esa

manera de arte es único para un ecuatoriano que busca más que solo fama internacional;

pero primero repasemos un poquito, quien es Jesús Cobo. Jesús Cobo nació en Chunchi

que es por Chimborazo, el 13 de agosto de 1953, y como era de esperarse, él estudio en

un colegio de arte, y en su vida universitaria estuvo en la facultad de Artes de la

Universidad Central, en la cual aprendió muchas cosas, pero se destacó principalmente

en obras gráficas y el grabado, que lo ayudo para conseguir una beca y culminar sus

estudios en Italia y orientarse definitivamente en la escultura. Vale recalcar que a lo

largo de su trayectoria sus materiales favoritos han sido el mármol, el acero inoxidable,

el bronce, la cerámica, la piedra; considerado ahora un escultor ecuatoriano de mucho

renombre.

Ahora quiero destacar que al momento de aproximarme a las obras escultóricas de Jesús

Cobo, me aventure en un inquietante universo de formas peculiares, cuya geometría y

significado han dado una explosión a mis sentidos, y no solo a mí, note ese

comportamiento en los demás, no se casi nada de escultura pero aquellas obras expulsan

un depurado abstraccionismo.

Es momento de hablar de algunas de sus obras que se encontraban en el Centro de Arte

Contemporáneo, y es que estas obras son el resultado de un complejo proceso de

búsquedas experimentadas en las diversas etapas que registra la trayectoria de Jesús

Cobo, lo cual revela también el rigor con que trabaja, y su gran sentido de

responsabilidad frente al arte que ha adoptado, así también como su conciencia, de la

íntima relación entre la estética y la ética, porque la una es a lo bello lo que la otra es al

bien.
El nombre de esta escultura es “Pareja”, y a simple vista me dejo pensativo, porque trate

de verle un significado desde mi punto de vista, entonces fue cuando me di cuenta que

su significado carece de sentido, no por mal decir, de hecho todo lo contrario, creí que

por carecer de sentido, eso le daba una perspectiva distinta a la obra. El acero le hace

tener una contextura preponderante y única, lo que quiero decir es que una escultura con

acero es duda una forma diferente de manifestar cosas.

Esta otra escultura tiene como nombre “Furia”, esta escultura si le hace honor a su

nombre, claramente es un toro pero el toro es un símbolo de fuerza e ira, por ello pienso

que Jesús Cobo le dio dicho nombre. La exposición de las obras de Jesús Cobo en el

Centro de Arte Contemporáneo, fueron obras hechas con material de acero inoxidable;

toda la exposición de Jesús Cobo se caracterizó por eso, por presentar sus nuevas obras

con este material, y sin lugar a dudas, a esta obra le sentó muy bien ese material, porque

se le ve a un toro como nunca antes se lo había visto.

Esta obra fue una de mis favoritas, su nombre es simplemente “Búho”, y está hecho de

acero inoxidable, cerámica y madera; así a simple viste no se notaría que fuera un búho,

pero viéndole un poco más de cerca y profundizando, se notara que se trata de un búho.

Esta obra llamo mi atención por su forma, ya que cuando la vi sentí algo parecido a

tranquilidad, esta escultura me transmitió calma, fue un sentimiento extraño pero

gratificante. Me tomaría bastante tiempo encontrar las palabras para describir lo que

realmente siento, pero en fin, esta obra presiento que oculta algo, y esa es otra de las

cosas que llamo mi atención, porque es sencillamente quieta.

Jesús Cobo dio a entender que cada material que se utilice tiene memoria y específicas

vocaciones formales. Enseña que existen múltiples posibilidades que los materiales

pueden ofrecer, para estructurar un manifiesto plástico, y su aplicación en diversas

necesidades expresivas.
Dichas obras son expuestas por un nuevo material que Jesús Cobo ha optado por

utilizar, que es el acero; este material dejo fascinado a Cobo, por la forma en la que

Cobo se manifiesta a través de sus esculturas.

Se ha definido unas formas que tendrían que ver con lo orgánico: esto es, con lo zoo,

fito o antropomorfo. Tal evolución se ha producido eslabonando cada fase con la

precedente y con la que le sucede. De modo que no hay propiamente una ruptura entre

unas y otras, sino un cambio secuencial.