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Principales Cambios Atmosféricos

 Julca Castillo, Julio Alonso

 Otiniano Aredo, Jhonel Aldair

 Pacheco Grados, Antonio Martín Roy

 Paredes Escudero, Alexis Jhoel

 Pimentel Vargas, Julio Francisco

 Solorsano Castillo, Gary Erlin

Sociedad, Cultura y Ecología


Visconde Poémape, Hebert G.

Universidad nacional de Trujillo

Trujillo – Perú
2019
Uno de los problemas ambientales de los que escuchamos hablar con mayor
frecuencia es el de la destrucción de la capa de ozono. Sabemos que hay un
agujero de ozono sobre la Antártida y que ello es perjudicial para nuestro planeta,
y que nosotros, los seres humanos, alimentamos su crecimiento con la
contaminación y la emisión de los llamados gases de invernadero.

Pero seamos sinceros, ¿cuánto entendemos el problema realmente?


¿Qué es exactamente la capa de ozono?

Entender el problema de la capa de ozono implica, primeramente, tener claro


qué es exactamente. La ozonósfera —capa de ozono— es la zona de la
estratósfera terrestre que concentra la mayor cantidad de ozono.

El ozono (O3) a temperatura y presión ambiente es un gas de olor acre y


generalmente incoloro, pero en grandes cantidades puede volverse ligeramente
azulado.

La ozonósfera concentra más del 90 % de todo el ozono de la atmósfera y se


extiende de los 15 a los 40 kilómetros de altitud. Su principal función es absorber
la radiación ultravioleta que proviene del sol. Se estima que la capa de ozono
logra absorber entre el 97 y el 99 % de la radiación solar.
De esto se deriva la importancia de la capa de ozono; sin ella, la radiación
ultravioleta llegaría a la superficie terrestre y no sería posible la vida como la
conocemos.

2. EL DETERIORO DE LA CAPA DE OZONO

Una parte del deterioro de la capa de ozono es un proceso natural de desgaste,


la otra parte es directamente culpa de la actividad humana.
Desde las últimas décadas del siglo XX los científicos se han dedicado más
fuertemente a los estudios ambientales, y han descubierto lo que se conoce
como «agujero de la capa de ozono», una región de la atmósfera terrestre donde
la densidad de la ozonósfera se reduce drásticamente.
A pesar de que la mayor parte de las emisiones contaminantes se producen en
el hemisferio norte del planeta, dado que es donde están los países más
urbanizados e industrializados, el agujero de la capa de ozono se encuentra
sobre la región de la Antártida, en el hemisferio sur.
Por mucho tiempo esto fue un verdadero misterio para los científicos, pero
finalmente descubrieron que se debe a que en esa región se dan las condiciones
para la formación de un tipo particular de nubes en la estratósfera.

COMPONENTES QUE DAÑAN LA CAPA DE OZONO

Contaminantes primarios: o emitidos directamente por la fuente, como


aerosoles, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, monóxido de
carbono y otros menos frecuentes como halógenos y sus derivados (Cl2, HF,
HCl, haluros,...), arsénico y sus derivados, ciertos componentes
orgánicos, metales pesados como Pb, Hg, Cu, Zn, etc. y
partículas minerales (asbesto y amianto).

Contaminantes secundarios: se forman por reacción de los primarios con los


componentes naturales de la atmósfera, existiendo una gran familia de
sustancias producidas por reacciones fotoquímicas. Comprende al ozono,
aldehídos, cetonas, ácidos, peróxido de hidrógeno, nitrato de peroxiacetilo,
radicales libres y otras de diverso origen como sulfatos (del SOx) y nitratos (del
NOx), la contaminación radiactiva a partir de radiaciones ionizantes o la
contaminación sonora a expensas del ruido.

Aerosoles y partículas.

Constituyen una amplia gama de contaminantes formados por polvo grueso


(mayor de 100 m), polvo fino (menor de 100 m de diámetro), vapores (0,001-1
m) y neblinas (0,1-10 m). Por tanto, en el aire podemos encontrar partículas
desde 0,001 a 500 m, teniendo las más pequeñas (menores de 0,1 m)
un comportamiento similar al de las moléculas, caracterizándose por grandes
movimientos aleatorios causados por los choques con las moléculas de gas. Las
partículas cuyo tamaño está comprendido entre 1 y 20 m tienden a seguir
el movimiento del gas por el que son llevadas mientras que si el tamaño es
mayor de 20 m muestran velocidades de sedimentación considerables por lo que
el aire las arrastra durante períodos relativamente cortos.
CAUSAS DEL DETERIORO DE LA CAPA DE OZONO

Uno de los mayores causantes de esto son los químicos creados por los
humanos que contienen compuestos clorofluorocarbonados (CFC). Son
bastante populares porque no son tóxicos y son amigables con el ambiente, pero
el único y mayor inconveniente es que se elevan hacia la estratosfera. Una vez
ahí, los rayos UV rompen estos compuestos en cloro y bromo, los cuales
provocan que la capa se deteriore con mayor velocidad. Además de esto, hay
que tomar en cuenta que los CFC se quedan arriba por muchos años y que
durante todo este tiempo se han generado, además, una gran cantidad de estos
compuestos que aún no llegan a la atmósfera, de manera que se espera que aun
haya más daño.

Si se habla de causas naturales, entonces tenemos las bajas temperaturas que


hacen que las concentraciones de cloro y bromo aumenten. Esto es notorio en
la Antártida, donde la capa de ozono es más delgada y donde justo parece que
se está
formando un agujero.

CONSECUENCIAS DEL DETERIORO DE LA CAPA DE OZONO

EFECTOS DE LA DISMINUCIÓN DE LA CAPA DE OZONO EN LA SALUD


HUMANA

1.1 Cáncer de piel

Hoy se estima que los índices de cáncer de piel aumentaron debido a la

disminución del ozono estratosférico (capa de ozono). El tipo más común

de cáncer de piel, el denominado no-melanoma, es causa de las

exposiciones a la radiación UV-B durante varios años. Existen ya

personas que han recibido la dosis de UV-B que puede provocar este tipo

de cáncer.
El programa de Naciones Unidas para el

Medioambiente (PNUMA) pronostica que, a una tasa anual de 10 por

ciento de pérdida de ozono durante varias décadas, el aumento en casos

de cáncer de piel rondará los 250.000 por año. Incluso teniendo en

cuenta los acuerdos actuales para la eliminación de sustancias que

agotan la capa de ozono (SAO), un modelo realista indicaría que el

cáncer de piel aumentaría a un 25 por ciento por encima del nivel de

1980 para el año2050, a lo largo de los 50° latitud Norte. El cáncer de

piel más letal, denominado melanoma, también podría incrementar su

frecuencia.

1.2 El Sistema Inmunológico

Las defensas de una persona para combatir las infecciones dependen de

la fortaleza de su sistema inmunológico. Se sabe que la exposición a la

luz ultravioleta reduce la efectividad del sistema inmunológico, no sólo

relacionándose con las infecciones a la piel sino también con aquellas

verificables en otros partes del organismo.

La exposición a la radiación UV-B bien puede hacer que el sistema

inmunológico tolere la enfermedad en lugar de combatirla. Esto podría

significar la inutilidad de los programas de vacunación tanto en países

industrializados como en vías de desarrollo.

EFECTOS EN LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS

La pérdida del fitoplancton, base de la cadena alimentaría marina, ha sido


observada como causa del aumento de la radiación ultravioleta. Bajo el agujero
de ozono en la Antártida, la productividad del fitoplancton decreció entre el 6 y el
12 por ciento.

PNUMA indica que un 16 por ciento de disminución de ozono podría resultar en


un 5 por ciento de pérdida de fitoplancton, lo cual significaría una pérdida de 7
millones de toneladas de pescado por año -alrededor del 7 por ciento de la
producción pesquera mundial. El 30 por ciento del consumo humano de
proteínas proviene del mar, esta proporción aumenta aún más en los países en
vías de desarrollo.

EFECTOS EN LOS ECOSISTEMAS TERRESTRES

3.1 Animales

Para algunas especies, un aumento de radiación UV-B implica la formación de


cáncer de piel. Esto se ha estudiado en cabras, vacas, gatos, perros, ovejas y
animales de laboratorio y probablemente esté señalando que se trata de una
característica común a varias especies. Las infecciones en bovinos pueden
agravarse con un aumento de la radiación UV-B. 3.2 Plantas En muchas
plantas la radiación UV-B puede tener los siguientes efectos adversos: alterar su
forma y dañar crecimiento de plantas; reducir el crecimiento de los árboles;
cambiar los tiempos de florecimiento; hacer que las plantas sean más
vulnerables a las enfermedades y que produzcan sustancias tóxicas. Incluso
podría haber pérdidas de biodiversidad y especies. Entre los cultivos en los que
se registraron efectos negativos debido a la incidencia de la radiación UV-B
figuran la soja y el arroz.

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