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Las neurosis revisitadas

En el ciento cincuenta aniversario del nacimiento de Freud

Eduardo Braier

Resumen narcisistas no psicóticos, en mi criterio), nos


ocupamos y hablamos mucho menos
La notable incidencia de la patología propia de la problemática neurótica. Antes cometimos
del narcisismo primitivo y el interés suscitado por la equivocación de pensar que eran neuróticos
los nuevos desarrollos teóricos en este terreno —y como tales los tratábamos analíticamente—
conllevan el riesgo de desatender la presencia de muchos de los pacientes que hoy consideraríamos
las neurosis clásicas en la clínica psicoanalítica fronterizos o portadores de alguna otra patología
actual. Por otro lado, a más de cien años de correspondiente al narcisismo primitivo.
la creación del psicoanálisis, en pleno siglo XXI Hoy, en cambio, el riesgo que corremos es el de caer
y en el año del ciento cincuenta aniversario en el error inverso: no reconocer ya en nuestros
del nacimiento de Freud, se hace necesaria y viene analizandos las estructuras neuróticas.
a cuento —como homenaje, además— una revisión Que las neurosis desaparezcan del DSM4 no
crítica en torno a la validez de los modelos debe sorprendernos, pero que ello también ocurra
freudianos. En esta ocasión ello se lleva a cabo entre los propios psicoanalistas es ya, en cierto
expresamente en lo que respecta a las tres neurosis sentido al menos, más desconcertante. Sea porque
de transferencia (histérica, fóbica y obsesiva), en verdad la patología narcisista cobra hoy
siempre según la perspectiva personal del autor predominio y además estamos en mejores
del presente trabajo, que se basa en la puesta condiciones para detectarla y tratarla, sea llevados
a prueba de los correspondientes modelos en su por nuestro entusiasmo científico ante las nuevas
práctica psicoanalítica con pacientes neuróticos. hipótesis en las que a menudo estamos sumergidos,
El artículo incluye además consideraciones lo cierto es que al buscar —y rebuscar— la génesis
en torno al desarrollo psicosexual femenino del padecimiento psíquico en estadios muy
y modelos postfreudianos de las neurosis. tempranos, podemos ahora llegar a situarnos
en el otro extremo y desestimar o directamente
Aunque los años futuros puedan configurar o ignorar la conflictiva triangular que pueda existir.1
modificar este o aquel resultado de su investigación, Todo esto me recuerda el título —y también
las preguntas que Sigmund Freud le hizo a la el contenido— de un libro, publicado hace algunos
humanidad nunca podrán silenciarse otra vez, ni sus años atrás: La misteriosa desaparición
hallazgos negados u oscurecidos por largo tiempo. de las neurosis (Barredo, Dujovne y Paulucci, 1998),
que ya entonces consideraba esta cuestión. En esta
Thomas Mann, Romain Rolland, Jules Romains,
época tan fructífera de la producción psicoanalítica
H.G. Wells, Virginia Wolf, Stefan Zweig.
(Del Memorial de congratulación a Freud en torno a la patología narcisista, el trauma temprano
en su octogésimo cumpleaños. Viena, 1936) o lo irrepresentable, alertar acerca de
la desestimación de las neurosis podría ser visto
como expresión de reticencia u oposición a
las nuevas exploraciones, a reconocer un
I. Introducción inconsciente escindido, a dar paso a otro
psicoanálisis; hoy, sin embargo, la misma advertencia
Yo mismo no ceso de repetirlo: en la clínica adquiere una resonancia muy diferente, y da razón a
psicoanalítica estamos viviendo más los tiempos de quienes la formularon. Es que, como entonces
Narciso que de Edipo. Esto parece claro, pero… la sostuvieron ellos, no se trata sólo de borrar una
neurosis también existe. En estos años, en los que entidad nosológica, sino que además se desatienden
abundan los distintos cuadros que integran la aquellos elementos, complejos y mecanismos
llamada patología contemporánea (trastornos psíquicos que, como las representaciones,

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el complejo de Edipo, el de castración, la represión las psiconeurosis (Freud, 1926[1925]), tema que
y el retorno de lo reprimido, han venido constituyendo trabajó espléndidamente J. Laplanche (1970-71).
los fundamentos mismos de la ciencia psicoanalítica. —El mecanismo de defensa princeps, como
Al mismo tiempo, en los inicios del siglo XXI, le llamó Freud, es la represión. Rige el modelo
a poco más de cien años del nacimiento del represión-retorno de lo reprimido. Los síntomas
psicoanálisis y en el año del ciento cincuenta neuróticos son la expresión del retorno
aniversario del nacimiento de Freud, resulta de lo reprimido.3 Freud había trabajado sobre esta
pertinente y necesaria una revisión del estado actual hipótesis desde los comienzos de su investigación
de los grandes paradigmas freudianos.2 del psiquismo, a finales del siglo XIX
Asimismo, y volviendo a las neurosis, no y al ir apartándose de la posición de Breuer
debemos olvidar que las llamadas neurosis de (recordemos que éste hablaba de estados
transferencia, junto con las anomalías del carácter, hipnoides en la histeria, en lugar de la represión
configuran los cuadros para los que Freud pergeñó que Freud proponía como proceso defensivo ante
el método psicoanalítico, por lo que en el momento ideas intolerables para la consciencia). El modelo
actual estimo insoslayable efectuar una revisión sería desarrollado luego de forma notable, con
crítica de sus modelos teóricos. La misma será sus diferencias entre las tres psiconeurosis, sobre
a título personal y se basa especialmente en todo en los trabajos de metapsicología de 1915,
lo observado a lo largo de mi práctica psicoanalítica, La represión y Lo inconsciente (también en un
próxima a alcanzar los cuarenta años. trabajo que Freud no llegó a publicar y que se
halló mucho después en los archivos de Ferenczi:
Sinopsis de las neurosis de transferencia).
II. Algunas puntualizaciones A todo esto y como telón de fondo,
nos hallamos dentro de la primera tópica
El paso del tiempo y la observación analítica no (Inconsciente-Preconsciente-Consciente), modelo
han hecho más que reafirmar una serie de que fuera presentado en sociedad por el creador
importantes hipótesis y observaciones del propio del psicoanálisis con la publicación de
Freud que conciernen a las neurosis de transferencia La interpretación de los sueños (1900), junto
en general. Ellas son: a las leyes del funcionamiento del inconsciente,
las del llamado proceso primario. Esto último
—En las neurosis de transferencia (histeria de permanece como una concepción inconmovible
conversión, histeria de angustia y neurosis a lo largo del tiempo, un verdadero núcleo duro
obsesiva) continúan manteniendo su validez del edificio téorico freudiano.
modelos tales como los que definen el conflicto —En directa relación con la primera tópica se halla
psíquico en términos de la pulsión y la defensa o el modelo de las representaciones y los afectos
el deseo y la defensa (punto de vista dinámico). que, entre otras cosas, permite ahondar
—El complejo de Edipo sigue considerándose el en la cuestión de lo reprimido, concebido
complejo nuclear de las neurosis. Junto al entonces como una representación despojada
complejo de castración, el Edipo estructura el de su carga preconsciente-consciente
aparato psíquico. y que conserva su carga inconsciente.
—Las perturbaciones que caracterizan
a las neurosis nos conducen invariablemente a Estos conceptos pueden resumirse parcialmente
la conflictiva triangular. A diferencia de en el siguiente esquema:
los trastornos que remiten a estadios narcisistas Psiconeurosis
primitivos, una neurosis sigue revelándose como
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tal cuando lo que se repite predominantemente De Conversión (Histeria)


son escenas (en los sueños diurnos y nocturnos, Clasificación: Histeria
De Angustia (Fobia)
en el campo transferencial, etc.) dotadas de tres
Neurosis obsesiva
personajes, que corresponden a las figuras
parentales y al propio sujeto, al tiempo
Conflicto: Pulsión- defensa
que prevalecen, junto a la angustia,
(deseo)
los sentimientos de celos, exclusión y rivalidad.
—Estimo que están también vigentes las teorías de Complejo de Edipo: complejo nuclear de las neurosis
la angustia en Freud, en este caso de la angustia Angustia: de castración
de castración y sus equivalentes en Mecanismo principal: la represión

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III. Histerias representación de palabra) será en rigor lo que
se reprime, al quedar despojada de su carga
Desde Freud se reconocen dos formas: preconsciente, si bien mantendrá su carga
histeria de conversión, con el conflicto psíquico inconsciente (como representación-cosa).
simbolizado en síntomas corporales, e histeria ¿Qué sucede, pues, en la histeria de conversión con
de angustia, en la que la angustia se halla fijada la carga? Que se produce, decía Freud, ese
a un objeto exterior (fobia). misterioso salto de lo psíquico a lo somático,
Con el tiempo la histeria de conversión convirtiéndose (de allí lo de conversión) la carga
ha pasado a llamarse histeria a secas, mientras en energía de inervación y dando lugar, en el seno
que la denominación fobia suele emplearse para del cuerpo erógeno, al síntoma conversivo.
aludir tanto a este mecanismo protector de El retorno de lo reprimido en la histeria adquiere en
las psiconeurosis como al proceso que culmina consecuencia esta modalidad, diferente de las
en éste, la histeria de angustia. correspondientes a la fobia y a la neurosis obsesiva.
La conversión se halla en conexión simbólica con
el conflicto que motivó su desplazamiento a lo
III. 1. Histeria (histeria de conversión) corporal; ella preserva de la angustia, a la vez que
refleja lo que la censura impide expresar en
Aunque haya desaparecido en la nomenclatura palabras. Pero lo reprimido en la histeria retorna
del DSM 4, en psicoanálisis seguimos reconociendo además —y en especial— por medio de otro
la existencia de la neurosis histérica, que continúa mecanismo característico: la identificación
además siendo la (a veces también el) paciente del histérica. Se trata de una particular forma de
psicoanálisis; claro está que sin los floridos identificación, la cual sirve también para eludir
síntomas conversivos de antaño. Ha dicho Green en la represión, hallándose relacionada con impulsos
más de una ocasión que la conversión no debería ser libidinales y agresivos inconscientes.
ya un parámetro indispensable para el diagnóstico La identificación histérica ha sido descripta por
de histeria, apuntando así más bien, según lo Freud en varios trabajos, a partir de su análisis
entiendo, a la estructura histérica. del «Sueño de la bella carnicera» (La interpretación
Desde los Estudios sobre la histeria (Breuer y de los sueños, 1900). Es de particular interés
Freud, 1895) en adelante, destacándose el caso Dora —y vigencia, claro está— lo que dice en el capítulo
(Fragmento de análisis de un caso de histeria, 1905), siete de Psicología de las masas y análisis del yo.4
se suceden en Freud una serie de obras de indudable Freud efectúa allí una sistematización de la
valor para comprender la histeria, en los que, entre identificación histérica (con el objeto amado, con
muchos hallazgos, distinguimos: los síntomas como el objeto rival y sin que medie una carga de objeto).
formaciones de compromiso entre el deseo, por un La identificación suele subyacer a los síntomas
lado, y la defensa, prohibición y castigo por el otro; histéricos y en ella puede detectarse la satisfacción
la incidencia del Edipo positivo y negativo en la de deseos, así como la defensa y el castigo. Ha sido
histeria, vale decir —y en virtud de la bisexualidad— muy bien estudiada por H. Mayer (1986), quien
el Edipo completo, punto sobre el que ha insistido puso a trabajar los textos freudianos, en el sentido
H. Mayer (1986). Recuérdense, por ejemplo, en este de Laplanche.
sentido, Las fantasías histéricas y su relación con Desde Freud en adelante hay numerosos aportes
la bisexualidad (1908) y Apreciaciones generales sobre la histeria, pero el núcleo teórico del conjunto
sobre el ataque histérico (1909 [1908]). Otro punto de la obra freudiana sigue siendo de importancia
está dado por el papel del complejo de castración, fundamental para comprenderla.
actualmente más controvertido. El estudio de la histeria nos permite establecer
La represión es excesiva en la histeria un puente con el de la sexualidad femenina. Debo
de conversión. Sin embargo, como en las demás decir que en este último punto no sigo a Freud al pie
neurosis de transferencia, también falla. Revisemos de la letra. No creo que el complejo de castración
a continuación los aportes freudianos en esta sea universalmente en la mujer (en la niña) el eje
decisiva cuestión, (sobre la que volveremos en sobre el cual inexorablemente pivotee su desarrollo
el Apéndice, para facilitar la comparación psicosexual y por el que habrá de desembocar en el
de las distintas formas de la represión en las tres complejo de Edipo. Mi propia observación analítica
neurosis de transferencia). no parece demostrármelo, a diferencia de lo que
La represión disocia siempre la carga respecto observo respecto del complejo de castración
de la representación. Esta última (como en el varón y su angustia de castración consiguiente,

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que sí considero de alcance universal. Entiendo, importancia decisiva en la teorización lacaniana
como tantos otros (ya lo decía el propio Freud), que le siguió.
que el desarrollo psicosexual en la mujer es más Por fin y en torno a este controvertido aspecto
complejo y enigmático que el del varón. de la teoría, hay recientes y valiosos desarrollos
Como sabemos, hay decisivos cuestionamientos acerca de la sexualidad femenina, que cuestionan
y aportaciones a este tema, en especial de parte con lucidez algunas de estas propuestas freudianas
de psicoanalistas mujeres, que datan de los años 20 y que efectúan interesantes contribuciones, si bien
en adelante y llegan hasta nuestros días.5 no acaban de resolver satisfactoriamente
Esto no me impide admitir que la envidia-anhelo las polémicas.
del pene en la mujer sea a la vez fácilmente La sexualidad femenina, pese a una cantidad
observable en la clínica psicoanalítica y que su de aportes notables a la misma de parte de Freud,
presencia no debe extrañarnos en personalidades puede ser el punto débil o al menos más
histéricas, precisamente, en tanto el punto de cuestionable, hoy por hoy, de la obra freudiana.
fijación de esta organización es fálico-uretral. Pienso que estas hipótesis del creador del
(Las mujeres fálicas evidencian una rivalidad y psicoanálisis no pudieron escapar a una cierta
envidia hacia los hombres que las vuelven para éstos ideologización, propia de la cultura de la época en
a veces más temibles que los propios hombres). la que le tocó vivir, y que impregna parte de su
Aquí entiendo, como otros, que se suma lo cultural, teoría falocéntrica.
en cuanto a los poderes o prerrogativas de los que Hace bastante tiempo que me vengo planteando
disfrutan los varones en la sociedad.6 esta cuestión. De todas maneras, y a propósito
Por otro lado, siguiendo la descripción freudiana del complejo de Edipo en la niña, entiendo que
del desarrollo psicosexual femenino mantiene, al igual que en el varón, toda
(El sepultamiento del complejo de Edipo, la importancia que es dable atribuirle a partir
La organización genital infantil, Algunas de sus efectos estructurantes sobre el psiquismo,
consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica dando lugar con su elaboración a un yo y un superyó
entre los sexos, Sobre la sexualidad femenina, más diferenciados y consolidados (que, no en vano,
La feminidad), la niña desemboca en el complejo de se encuentran más estructurados en
Edipo (positivo) debido a su complejo de castración, las organizaciones neuróticas y, desde luego,
que le antecede; se aleja con rencor de su madre, en las próximas a una normalidad psíquica,
sostiene Freud, por haberla gestado sin pene lo que en cambio no encontramos en los trastornos
y se acerca al padre. Pero, ¿para qué, según Freud, narcisistas).
se inclina hacia éste? Esencialmente, para satisfacer
el deseo de tener un hijo del padre (y más tarde
del hombre) que sustituya al pene (recordemos III. 2. Histeria de angustia. Fobias
la ecuación hijo-pene, descripta por Freud, en Sobre
las trasposiciones de la pulsión, en particular Al efectuar una mirada retrospectiva en mi
del erotismo anal). Analizada la cuestión desde esta experiencia clínica como analista (y también como
perspectiva, claramente explicitada en algunos de supervisor), encuentro que he debido echar mano
los textos freudianos antes mencionados acerca del a no menos de tres modelos para abordar las fobias,
desarrollo psicosexual femenino, nos encontramos los que no son excluyentes entre sí, pero que, según
con que es posible pensar que, si nos atenemos a los casos, sólo uno o dos de ellos se ajustan
lo escrito por Freud, en la mujer el complejo nuclear e imponen en mis preferencias para comprender
de las neurosis no estaría en definitiva representado al paciente; cuando de fobias se trata he de decir
por el complejo de Edipo sino por el complejo que a veces Freud no me alcanza, a diferencia
de castración, situado antes, tanto en la secuencia de lo que me sucede con las otras dos psiconeurosis.
como en orden de importancia respecto Estos modelos son:
del complejo de Edipo. Este último sería en la niña,
y siguiendo este —¿freudiano?— razonamiento, —Modelo freudiano: Histeria de angustia y fobia.
una mera consecuencia del complejo de castración, —Modelo freudo-lacaniano: Madre fálica-hijo/a.
y quedaría marcado de tal modo que la satisfacción —Modelo kleiniano: M. Klein (1932); H. Segal
del deseo edípico positivo sería tributaria (1953); J. Mom (1953).
del complejo de castración femenino. De ser así,
a mí me cuesta pensarlo de este modo. Por otra Primer modelo: freudiano.
parte, esta línea de pensamiento ha sido de Histeria de angustia y fobia

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Corresponde a la fobia que deviene del Edipo no una relación amorosa para reafirmarse como adulto
resuelto. La fijación en la fobia, según Freud, como y como varón. Pero ante ellas padece intensos
en la histeria de conversión, tiene también lugar en temores e inhibiciones que lo empujan a recluirse
la fase fálica, la del Edipo freudiano. De acuerdo y cuyas causas desconoce. Además tiende
con lo descripto por Freud en el caso Juanito (1909) a racionalizar su conducta evitativa con
y en el historial de El hombre de los lobos argumentaciones que responden a una falsa moral.
(1918 [1914]), en la clínica nos encontramos Su padre, alcohólico, mujeriego y violento,
con esta fobia, esencialmente masculina, en la que abandonó a su madre cuando Jordi tenía trece años,
la angustia neurótica es angustia de castración, permaneciendo éste desde entonces junto a su
tal como queda explicitado en Inhibición, síntoma progenitora y una hermana de él. El padre intentó
y angustia. En esta obra, Freud vuelve sobre los dos reintegrarse al hogar en varias ocasiones, en las que,
casos clínicos mencionados y llega a la conclusión borracho, trató de entrar por la fuerza.
de que lo que conduce a la represión de los deseos Jordi ha estado temiendo siempre, consciente o
edípicos es la amenaza de castración; en Juanito inconscientemente, la reaparición de la figura
la castración amenaza como castigo por sus deseos amenazadora de su padre. En sus sueños de
edípicos hacia su madre (predominio del complejo comienzos de análisis, junto a escenas eróticas con
edípico positivo), mientras que en El hombre mujeres de las que son protagonistas sus amigos
de los lobos la amenaza de castración surgiría (Jordi aparece acompañándolos), se reitera la
ante todo como premisa para acceder a sus deseos presencia de hombres mayores. En una de sus
edípicos hacia su padre (predominio del complejo pesadillas uno de estos hombres —que se halla
de Edipo negativo). en la habitación en la que tienen lugar las relaciones
Pero la fobia edípica está en principio sexuales— está decapitado y deposita su cabeza
y potencialmente, según considero, en la estructura sobre una mesa, ante la mirada atónita de Jordi y sus
misma de todo hombre neurótico, como un núcleo amigos. En otra, Jordi, que viaja en un automóvil,
básico que emana de la angustia neurótica, que es, es embestido «desde atrás» por otro vehículo,
reitero, angustia de castración, el tipo de angustia conducido por un hombre mayor («tendría más
correspondiente a la situación edípica. En este punto o menos la edad de mi padre»); a continuación el
tiendo a pensar, como ya dije antes, joven desciende del coche y se produce una violenta
en la universalidad de la angustia de castración en pelea con el desconocido, en la que nuestro edípico
el hombre (en tanto el sujeto haya alcanzado los héroe —remedando el enfrentamiento de
niveles edípicos), de acuerdo con la caracterización la encrucijada de los caminos y muy angustiado—
de los distintos tipos de angustia que efectúa Freud esgrime un enorme palo que, al golpear al hombre,
en su artículo de 1926. La amenaza de castración se dobla y destroza sin producirle daño alguno.
conduce a la represión del Edipo y esta última Otra alternativa es que nos encontremos con el
a la estructuración del sujeto. El superyó, heredero típico cuadro fóbico dotado del objeto fobígeno,
—como decía Freud— del complejo de Edipo, como en el caso Juanito; la cuestión puede también
instaura y perpetúa la ley del padre, la prohibición derivar en la producción de una neurosis obsesiva si
del incesto, contribuyendo a la represión se acompaña de una regresión a la etapa anal-sádica,
de los deseos edípicos incestuosos y parricidas. como huida (fóbica, al fin) de la situación ante
La amenaza-angustia de castración se manifiesta la amenaza fantaseada. No en vano, Enrique Pichón
en la clínica psicoanalítica, dentro de lo que yo Riviere nos decía que la neurosis obsesiva es
consideraría un núcleo de naturaleza esencialmente «la fobia burocratizada», comentario este que
fóbica, de diversas formas: huida de situaciones yo relacionaría con la existencia del núcleo fóbico
experimentadas como peligrosas (encuentro con (angustia de castración) al que me vengo
mujeres, por ejemplo), de la consumación del acto refiriendo.7
sexual, vivido como incestuoso; episodios En cuanto a la fobia clásica, con un objeto
de impotencia sexual, excesivo temor a fobígeno instalado, es desde este modelo freudiano,
las enfermedades de transmisión sexual (hoy sobre una estructura defensiva, organizada frente a
todo al SIDA) o a producir un embarazo, etcétera. la posibilidad de desarrollo de angustia y como
Casos como el siguiente son habituales en la un mecanismo protector ante la misma, en la que
consulta de cualquier psicoanalista y por su claridad intervienen, dado el fracaso de la represión
me eximen de mayores comentarios acerca de su y el retorno de lo reprimido, la proyección, que sirve
interpretación. Jordi es un joven de 24 años, virgen, para externalizar el conflicto, junto a la cual se halla
al que le gustan las chicas y está muy necesitado de el desplazamiento (al caballo en Juanito,

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por ejemplo); a ellas, ulteriormente, ha de agregarse ser vivido de este modo tanto por la madre
la evitación. del fóbico como por éste.
En las mujeres cabe también encontrar estas En cuanto al padre en cuestión, suele tratarse
fobias edípicas, en las que considero existe un temor de una figura débil o ausente, que no ejerce
al castigo materno. Para Kury y Pérez (1977), adecuadamente su función interdictora, de partero
el equivalente del miedo a la castración en la mujer psicológico podríamos decir, función por la cual
se traduciría —y aquí siguen a Freud (1926[1925])— debería facilitar a ese hijo su acceso a la cultura
en el temor a la pérdida del amor del objeto, en este y ulterior exogamia. Aquí nos encontramos
caso el padre, con el que se pretende acceder ya dentro de una perspectiva sobre la que ha puesto
al hijo-pene. el énfasis J. Lacan.8
Estos pacientes registran a menudo fobias
Segundo modelo: freudo-lacaniano. en la esfera sexual (a la desfloración, por ejemplo)
Madre fálica-hijo/a y también del tipo claustrofobia-agorafobia. Suelen
además ser muy tímidos y huidizos, con un gran
Cabe reconocer el valor de un segundo modelo temor respecto del afuera (del territorio materno)
para comprender numerosos casos de fobias, que y serios inconvenientes para desenvolverse en él,
pueden presentarse tanto en hombres como en pues sufren una inoculación de angustia
mujeres. Es de procedencia freudo-lacaniana. y de desconfianza respecto de la gente en general,
Lo han destacado, entre otros, Piedimonte y Goldin por lo común a cargo de la figura materna.
(1978) y está dado por la persona fóbica y su madre. En estas circunstancias, la exogamia resulta difícil
Esta última es la típica madre fálica, retentiva o directamente imposible; lograr una pareja estable
del hijo/a. se vuelve excesivamente dificultoso, dada
Se trata de un vínculo de características la persistente ligazón simbiótica con la madre.
simbióticas, que desde Freud podemos relacionar Experimentan intensa angustia ante la perspectiva
con el complejo de castración no resuelto de esa de separación de la madre, por el miedo a lo que
madre, la cual intenta retener al hijo/a, connotado les pudiera suceder; se trata de una angustia
como pene (de acuerdo con las equivalencias de aniquilamiento, resignificada como angustia de
señaladas por Freud en Sobre las trasposiciones de castración. Asimismo, la madre les hace sentir que,
la pulsión, en particular del erotismo anal); el hijo/a si pretenden incursionar y encontrar un lugar
como falo, si se prefiere, en el sentido lacaniano. en el afuera, les puede ocurrir algo terrible.
Este hijo/a a su vez está fuertemente ligado a su También temen consciente o inconscientemente
madre, a) desde su propio Edipo no resuelto y, sobre por la suerte de esa madre si lograran desprenderse
todo, b) desde el sistema narcisista que conforma de ella, lo que suele ser vivido como si la estuvieran
en unión con la madre, que Freud describió en su abandonando.
Introducción del narcisismo. (Estas personas La separación como causa de la angustia que
fóbicas viven bajo la ilusión de continuar siendo surge también en la propia madre puede quedar
«his majesty the baby»). encubierta por el miedo de ésta en relación con su
En estos casos la madre apela con frecuencia a chico/a frente a los peligros de la calle y del mundo
maniobras seductoras para que ese hijo/a quede que lo acechan. La amenaza que sufre el hijo/a
fijado libidinalmente a ella, a lo que se suma su fóbico proviene aquí no tanto del padre sino muy
desinterés o aun desprecio por el padre (u otros especialmente de la madre, objeto acompañante
hombres como eventuales parejas), teniendo de pero a la vez fobígeno, que no soporta la separación.
hecho mucho más investido al hijo/a que al hombre. Ella se encargará además de hacerle experimentar
Suele estar confabulada con su vástago, al hijo/a sentimientos de culpa —y miedo, desde
constituyendo una alianza a través de la cual ambos luego; se trata de una fobia la que se ha
intentan desbaratar cualquier intento del padre provocado— ante toda tentativa de lograr la
de intervenir en esa relación de fusión que pudiera independencia; a veces la oposición a la exogamia
hacer peligrar su continuidad. Habría un mensaje del sujeto es muy ostensible. ¿Quién es más fóbico
subliminal desde la madre hacia el hijo/a, que podría aquí, el hijo/a o la madre? Porque ésta registra
traducirse del modo siguiente: «Cuidémonos de tu asimismo una intensa angustia ante la posibilidad de
padre, que no se entere del vínculo que existe entre separación (partida, parto) de su hijo/a; suele vivirla
nosotros/as». El padre es potencialmente como un arrancamiento. El hijo/a, permaneciendo
el castrador, el que puede perturbar esa felicidad; junto a ella, la protege de lo que sería una especie
también el analista, que representa al tercero, puede de amputación. Desde esta perspectiva, la angustia

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del fóbico está indisolublemente unida a una suerte el artículo de H. Segal (1953) titulado
de angustia de castración de su propia madre. «Sobre los mecanismos esquizoides que subyacen
He hallado con frecuencia esta constelación en la formación de la fobia».
familiar en personas fóbicas; por cierto que desde el El modelo en cuestión es el que propone Jorge
punto de vista terapéutico es importante detectarla. Mom para las fobias, quien comenzó a exponer sus
Ahora bien, no es patognomónica de las fobias.9 trabajos acerca de este cuadro en 1953. Para Mom el
Nos encontramos ante el modelo de una fobia fóbico, desde una posición esquizo-paranoide,
con una patología básicamente narcisista, tanto se defiende del objeto persecutorio, y ante sus
del lado de la madre como del hijo/a, aunque a ello ansiedades paranoides tiene como su verdadero
suele agregársele lo edípico de ambas partes. acompañante fóbico a su propia angustia, al miedo
En su génesis y esencia suele ser una fobia con nombre y apellido (al perro, al gato, etc.), frente
vinculada a la fantasía de completud, que requiere al peligro de experimentar una angustia innominada
contemplar la triangularidad edípica desde una y catastrófica. Son las paradojas que propone este
perspectiva freudo-lacaniana, a punto de partida autor (en su exhaustivo artículo de 1960; en sus
en la díada narcisista madre-hijo/a y en un padre seminarios, a los que asistí en 1980). En el fondo
débil o ausente y, sobre todo, poco o nada el sujeto no quiere abandonar su fobia, que lo
significativo como objeto del deseo de la madre.10 protegería de males mayores; tiene una necesidad
El historial de Juanito puede servirnos para del objeto fobígeno, a fines de proporcionar en el
ejemplificar no sólo el modelo descripto en primer afuera un espacio para la fobia; por eso a veces ésta
término (fobia por angustia de castración puede resultar muy difícil de curar.
relacionada con los deseos edípicos, sobre todo Se da una disociación en objeto bueno
positivos, pero también negativos; fase fálica, (acompañante) y objeto malo (fobígeno) y un
represión, retorno de lo reprimido, etc.), sino control fóbico de la distancia.
también este segundo modelo, a poco que prestemos Desde esta visión la fobia se nos presenta como
especial atención a ciertos datos. Se trata asimismo una estructura que preserva de ansiedades psicóticas,
de una madre fálica; quiero decir que, por lo visto, lo que es propio del pensamiento kleiniano.
no ha resuelto su complejo de castración Apelo a este enfoque sobre todo en cuadros
adecuadamente. Ante una pregunta de Juanito fóbicos que impresionan como más autógenos
responde que también posee un pene; como otras y cuyo origen sería más primitivo que
madres de personas fóbicas, parece renegar el de las fobias edípicas estudiadas por Freud.
de la castración. Además se excede en caricias hacia
su pequeño hijo, mientras el padre de éste suele
estar ausente debido a viajes reiterados. III. 3. Neurosis obsesiva
(Más adelante el matrimonio acabará separándose.)
Juanito, antes que un niño enfermo sería, por ende, Con la neurosis histérica, la neurosis obsesiva
un niño enfermado (E. Salas, 1980). es, a mi juicio, el cuadro nosológico del que más
Piedimonte (1978) nos dice: «Un chico fóbico acabadamente pueden dar cuenta las teorías
no viene marcado de fábrica con una fobia, sino que freudianas.
hay una estructura en la familia que determina que Las investigaciones de Freud en torno a esta
éste devenga fóbico». Y en otro lugar señala (1985): variedad de psiconeurosis arrancan casi
«La fobia es una relación […], un juego de a dos simultáneamente con las de la histeria de
con un tercero que no puede incrustarse y que conversión, a finales del siglo XIX.
funciona como el convidado de piedra». En los historiales de El hombre de los lobos y
El hombre de las ratas, a los que se suman diversos
Tercer modelo: kleiniano. artículos en los que Freud se refiere a la neurosis
(M. Klein; H.Segal; J. Mom). obsesiva, se hallan contenidos una serie de
hallazgos del creador del psicoanálisis, que han
Hay aún otro modelo al que suelo recurrir, dado sentado las bases para la comprensión de esta
que me he encontrado con cuadros fóbicos que no afección, con sus numerosos entresijos: el lugar
responden a ninguno de los dos modelos hasta aquí del Edipo y de la amenaza de castración, la intensa
descriptos. Es de raigambre kleiniana. Antecedente ambivalencia afectiva, la regresión y fijación
insoslayable: Psicoanálisis de niños, de M. Klein libidinal a la etapa anal, el sadismo
(1932). De allí, hemos de prestar atención a lo que y el masoquismo. A ello cabe agregar la regresión
atañe a las fobias tempranas. A ello cabe agregar yoica parcial a la etapa del pensamiento mágico-

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animista, de omnipotencia de los pensamientos, represivo, se convierte en energía de inervación.
que explica las peculiares defensas del obsesivo, Este es el esquema más elemental, que explica
esa suerte de religión privada y sus enigmáticas —en parte, al menos— la formación de síntomas
supersticiones, su irracional pensamiento, y que puede ampliarse con el agregado del retorno de
sus floridos síntomas y rituales y, desde luego, lo reprimido a través, además de la conversión,
la división de la personalidad, que Freud describió de a) el mecanismo de la identificación histérica
en el historial de El hombre de las ratas; —que encontramos a menudo subyaciendo a los
esta división hace que el obsesivo mantenga un yo síntomas— y b), la conexión del afecto
oficial y racional junto al yo irracional. (enamoramiento, excitación sexual, etc.) con una
Ha sido de la mayor importancia la representación sustitutiva, esto es, conectada
corroboración de Freud del flagrante fracaso inconscientemente con la representación reprimida,
de la represión en el obsesivo y la apelación lo que da lugar a lo que Freud dio en llamar
a defensas yoicas subsidiarias tan características inicialmente falsa conexión o falso enlace y que no
como la formación reactiva, la anulación es otra cosa que la transferencia. La transferencia
y el aislamiento (estas dos últimas pre-represivas), analítica es un claro ejemplo de falso enlace
la racionalización, etcétera.11 (se da por igual también en la fobia y en la neurosis
Debemos también a Freud la comprensión obsesiva).
de la problemática del obsesivo no sólo desde el El esquema siguiente sintetiza lo aquí descripto
modelo que proporciona la primera tópica sino acerca de la represión en la histeria de conversión:
también desde la segunda (Freud, 1923; 1926[1925]). Mente Soma
A propósito de esta última, será Ángel Garma quien,
con un enfoque netamente freudiano, realizará una Cc Falso enlace (Transferencia) Conversión
Prec
notable descripción de las neurosis obsesivas en su
libro Sadismo y masoquismo en la conducta humana
Represión
(1943); este autor introduce allí una visión
Inc representación afecto
de la personalidad del obsesivo, detallando
las características de sus tres instancias psíquicas:
la severidad del superyó, el masoquismo del yo Como muestras prototípicas de estos
y el empuje de las pulsiones sexuales y agresivas mecanismos en la histeria de conversión se sigue
almacenadas en el ello. mencionando a Isabel de R., con sus síntomas por
conversión (que afectan sus piernas) y la represión
de la representación erótica del cuñado (En Breuer y
IV. Apéndice Freud, 1893-1895); y a Dora (Freud, 1905) y sus
diversos síntomas, como la tos (conversión e
Formas de la represión identificación histérica), así como la transferencia
en la neurosis de transferencia que desarrollara con Freud.

Detengámonos un poco más en las neurosis


clásicas para precisar y comparar con mayor detalle La represión en la histeria de angustia (fobia)
los mecanismos de la represión y el retorno
de lo reprimido, de acuerdo con la metapsicología Revisemos el mecanismo de la formación de
de 1915,12 con algunos —pocos— agregados. síntomas en la fobia. Lo veremos mejor a través
Para ello, hemos de considerar los destinos de de uno de los ejemplos paradigmáticos en la obra
la representación (representante representativo freudiana, el caso Juanito (Freud, 1909), en cuya
de la pulsión) y el afecto (representante afectivo de génesis encontramos un predominio del complejo
la pulsión; carga psíquica). edípico positivo.
Centrémonos en lo que Freud llamaba el
complejo paterno, con lo que daremos cuenta sólo
La represión en la histeria de conversión de una parte de lo reprimido en Juanito, pero que
será suficiente a los fines de ilustrar el mecanismo
La represión se presenta aquí con intervención de la represión en las fobias que describe Freud,
del cuerpo. de plena vigencia en clínica psicoanalítica.
La representación ha sido reprimida. El afecto, En cuanto al origen y destino de la
disociado de la representación debido al proceso representación: Juanito tiene un conflicto de

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ambivalencia afectiva con su padre, al que ama temor al padre rival, debido a los propios deseos
y necesita como modelo, al tiempo que odia parricidas de castrar a dicho rival.
inevitablemente en su condición de rival edípico. La representación sustitutiva operará a su vez
Hay en Juanito una represión de la representación como contracarga para asegurar la represión,
del padre en tanto rival, vale decir, como figura inevitablemente insuficiente y, en definitiva, fallida
odiada y temida a la vez. El afecto será desplazado a en la fobia. Es el síntoma como lápida, vale decir,
una representación sustitutiva. Juanito conserva en cuanto más teme Juanito al caballo más logra
la conciencia el amor por su padre y, por ende, puede mantener inconsciente su odio al padre; esto hace
seguir manteniendo una relación tierna con él, además posible una localización de la angustia, todo
mientras que el odio y la hostilidad hacia su lo cual convierte a la fobia en una formación
progenitor son proyectados y desplazados protectora ante dicha angustia. (Pero experimentará
(transferidos podríamos también decir) hacia un reviviscencias, provocadas tanto desde el interior
objeto que luego resultará fobígeno (caballo), cuya del sujeto como desde el exterior.)
representación está asociada inconscientemente a
la representación-padre (rival) por una serie de vías, 3ª etapa: Etapa de acomodación periférica en torno
por semejanza y continuidad (metáfora y metonimia). al síntoma. A continuación de la
Añadamos que cabe pensar —con Lacan proyección del peligro pulsional se
y Laplanche— que Juanito crea, con el caballo, un establece la evitación (del objeto
sustituto de padre temible en su búsqueda de tal ante fobígeno). Asistimos entonces a una
el déficit paterno en tanto figura interdictora (aquí estructuración de la angustia.
se trata de un padre que no puede realizar la
castración simbólica, en términos de Lacan). La represión en la fobia edípica estudiada por
Ahora intentemos avanzar algo más respecto de Freud puede reseñarse de este modo:
qué reprime Juanito (ante su angustia de castración),
Mente Mundo esterior
no solamente la hostilidad hacia el padre sino
también, claro está, dentro de su complejo de Edipo Objeto fobígeno
(fobia)
positivo, los deseos incestuosos hacia su madre; Cc
a ello debemos añadir el amor al padre y el odio a Prec

la madre, como componentes del complejo de Edipo Represión angustia libre Evitación
negativo. Inc representación afecto Proyección-Desplazamiento
Acerca del origen y destino del afecto, en parte
lo acabo de describir con el ejemplo de Juanito. Pero
procuremos verlo de un modo más pormenorizado, La represión en la neurosis obsesiva
de acuerdo con Laplanche (1970-71) y con algunos
agregados míos: En la neurosis obsesiva hay un fracaso flagrante
de la represión, ostensiblemente menos exitosa que
1ª etapa: Angustia libre (proviene de la carga en las otras dos formas de neurosis. Ante la
inconsciente de la representación emergencia en la conciencia de representaciones
rechazada). potencialmente angustiantes, inconciliables con la
2ª etapa: En un primer momento esta etapa sería manera de pensar y obrar del sujeto e inaceptables
idéntica a la de la histeria de conversión para su conciencia moral, caben:
(de allí que hablemos de histerias) hasta
que se pone en marcha el mecanismo a) El aislamiento entre representaciones.
propio de la fobia. La angustia se fija Ejemplo 1: Entre la representación en la que un
entonces a una representación sustitutiva, neurótico obsesivo decapita de un hachazo a
en este caso el animal. Esto supone su hermano y otra en la que alguien le destruye el
proyección y sustitución por ojo con una hoja de afeitar (castración).
desplazamiento, en lugar del mecanismo Al perderse la conexión entre las dos
de conversión. representaciones y como equivalente de
la represión, se pierde también el significado
Lo que en Juanito sobreviene entonces es un punitivo y taliónico de la citada en segundo
temor —retaliativo— al caballo, de que lo término con respecto de la primera, impresionando
muerda… en el pene (según consigue averiguar en consecuencia la aparición de ambas sin
Freud). Se ha pasado así de la hostilidad o el odio al explicación alguna, con un significado enigmático.

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Ejemplo 2: Una paciente con componentes Freud que la moral del obsesivo es
obsesivos acude a la sesión padeciendo una una seudomoral.
intensa cefalea, que para nada asocia con Para finalizar, he de resumir la cuestión
una fantasía de ese día, no reprimida, obsesionante de la represión en la neurosis obsesiva:
y penosa en lo manifiesto, de golpear con un palo
Mente
en la cabeza a su pequeño hijo, que con su llanto
le impide conciliar el sueño. Cc representación-Aislamiento-representación afecto Rptac.
b) El desplazamiento del afecto a otra Anulación sustitutiva
representación, que en la neurosis obsesiva suele Prec

consistir en un desplazamiento al detalle Represión Formación reactiva


Inc Desplazamiento
o a lo nimio. En el ejemplo 1, ante la citada a lo nimio
representación obsesiva plástica en la que
decapita a su hermano el sujeto parece
anestesiado y no experimenta ningún afecto Eduardo Braier
displacentero, pero al pisar una cucaracha Salvador Espriu, 69-71, 6º 2ª
y matarla sufre una incomprensible crisis 08005 Barcelona.
de angustia. El análisis revela en este caso Tel. 93 221 30 94
la relación entre la representación-cucaracha eabraier@telefonica.net
y la representación-hermano.
Á. Garma (1943) proporciona un excelente
ejemplo de desplazamiento obsesivo a lo nimio Notas
acudiendo a los pasajes del poema Llanto por
1. Entiendo que siempre convendrá tener presente que en
la muerte de Ignacio Sánchez Mejía, de Federico
todo sujeto conviven una estructura neurótica y otra narcisista,
García Lorca, en los que el poema recae
prevaleciendo una u otra según los casos y las circunstancias
obstinada y dramáticamente una y otra vez en la personales, y que un buen análisis debiera dar debidamente
referencia a que «[…] eran las cinco de la tarde» cuenta de las dos.
cuando el torero cayó mortalmente herido, 2. En un trabajo anterior (Braier, 2004) he efectuado una
desplazando así la carga emocional de la tragedia revisión de modelos teóricos de base freudiana para los
al detalle de la hora en que sucedió. trastornos narcisistas no psicóticos. Toca el turno ahora a
c) La anulación de un pensamiento y/o acto a través las neurosis clásicas.
de otro pensamiento y/o acto que en la fantasía 3. Como es sabido, el retorno de lo reprimido puede darse
del sujeto poseen un carácter mágico. Un hombre también en el terreno de la psicopatología de la vida cotidiana,
piensa: «Dado que se me ocurrió esto acerca de tal como el creador del psicoanálisis lo demuestra en su
mi hermano, seguramente algo malo le pasará». conocida obra de 1901, de la que a más de cien años
de su publicación seguimos también sacando mucho partido,
Y a continuación: «Si ahora cuento hasta diez y
metapsicológico y clínico, como cuando analizamos olvidos,
entre el nueve y el diez digo su nombre, no le
lapsus linguae, etcétera.
sucederá nada malo». O el caso de aquella mujer, 4. A propósito ¿lo han notado? Los capítulos con el número
también descripto por Garma (1943), que siete en la obra de Freud suelen ser especialmente importantes,
arreglaba con suma prolijidad la cama después tal como sucede además de este de 1921, con el del Libro
de un coito, con el fin de anular de los Sueños y el correspondiente a «Lo inconsciente».
—mágicamente— ante el propio superyó 5. Aquí, y a modo de muestra, sólo citaré como referencia a
y los demás lo sucedido momentos antes. E. Dio Bleichmar, que escribió, entre otras obras, El feminismo
espontáneo de la histeria y un extenso tratado (1997) acerca de
Aislamiento, desplazamiento a lo nimio la sexualidad femenina, a todas luces excelente y uno de los más
y anulación son mecanismos que operan como completos sobre el tema (reúne, junto a los aportes de la autora,
subsidiarios de la represión, a los que se suma los de numerosos investigadores).
6. Asimismo, poco más adelante describiré una constelación
la formación reactiva, alteración estable
familiar en pacientes fóbicos, en la que la madre fálica, con una
del yo destinada a mantener a raya mociones
insuficiente elaboración de su complejo de castración, jugaría
pulsionales inaceptables. Ejemplos de formación un papel fundamental.
reactiva: pacifistas que se defienden 7. Encuentro que un pasaje de Inhibición, síntoma y angustia
de experimentar fuertes impulsos hostiles hacia los se halla en clara consonancia con esto. Dice allí Freud
demás, incluso impulsos criminales; o moralistas, (1926[1925]): «[…] un número considerable de acciones
que se protegen de tendencias sexuales obsesivas resultan ser precauciones y aseguramientos contra un
inadmisibles a nivel consciente. Por algo decía vivenciar sexual, y por tanto son de naturaleza fóbica».

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8. Aprovecho en este punto para señalar que, tomando en Bibliografía
cuenta consideraciones del propio Freud, en las últimas décadas
se ha prestado especial atención al papel del padre, tanto como ABADI, M. (1960). Renacimiento de Edipo. Buenos Aires:
figura interdictora como en su condición de modelo. En esto la Ed. Nova, 1960.
influencia de la obra de Lacan (Formaciones del inconsciente, BARREDO, C., DUJOVNE, I. y PAULUCCI, O. (1998). La misteriosa
1938) es ostensible, aunque no sólo de él proviene este interés desaparición de las neurosis. Buenos Aires: Letra Viva,
por la figura paterna; aquí recuerdo también a Mauricio Abadi 1998.
(1960) con su novedosa obra Renacimiento de Edipo. BRAIER, E. (2004). «Vigència dels models freudians en la
Más recientemente, entre otros, encontramos a Jorge Belinsky clínica psicoanalítica (Una perspectiva personal)». Revista
(1991) con El retorno del padre. de Psicoteràpia psicoanalítica. Barcelona: Ed. Claret, nº 6,
9. Otra consecuencia de esta dinámica familiar puede ser, por 2004. ACPP. Versión reelaborada de la Conferencia
ejemplo, en el caso del varón, la elección homosexual de objeto, «Vigencia de los modelos freudianos en la clínica
dada la gran carga incestuosa, y por ende, el carácter prohibido psicoanalítica» dictada en la Asociación Catalana de
que la relación con la mujer suele conllevar en estos casos. Psicoterapia Psicoanalítica (Barcelona) el 8 de noviembre
El sujeto entonces, identificado con su madre, reproduce en su de 2001.
inconsciente la relación incestuosa fantaseada con la figura BELINSKY, J. (1991). El retorno del padre. Ficción, Mito
materna a través de esta relación homosexual de objeto. No es y Teoría en Psicoanálisis. Barcelona: Lumen, 1991
raro que este último, además de representarlo a él mismo BREUER, J. Y FREUD, S. (1893-1895). «Estudios sobre la
(elección narcisista de objeto, véase Freud, 1910), histeria». S. Freud. Obras Completas, Vol. II. Buenos Aires:
inconscientemente se halle en parte relacionado también con Amorrortu editores.
la búsqueda de la figura paterna que le falta, en tanto modelo DIO BLEICHMAR, E. (1985). El feminismo espontáneo de la
de identificación, para adquirir identidad sexual y poder crecer. histeria. Madrid: Siglo XXI de España Editores, 1991.
Pero esta es otra cuestión. — (1997). La sexualidad femenina de la niña a la mujer.
10. El seminario de Lacan «La lógica del fantasma» es de Barcelona: Paidós, 1997.
especial referencia, dado que allí su autor se ocupa de la FREUD, S. (1900). La interpretación de los sueños, Obras
relación madre-niño, aludiendo al niño como falo de la madre. Completas (OC). Vol. IV y V. Buenos Aires: Amorrortu
Acude además al caso Juanito y nos habla de una castración editores.
temida, la materna, y una buscada, la paterna. — (1901). Psicopatología de la vida cotidiana, OC. Vol. VI.
11. La observación analítica me ha permitido comprobar en — (1905 [1901]): «Fragmento de análisis de un caso de
algunos neuróticos obsesivos la existencia de una estimulación histeria». OC. Vol. VII.
sexual precoz, preferentemente bajo la forma de una seducción — (1908): «Las fantasías histéricas y su relación con la
pasiva ejercida por uno o ambos progenitores y/o subrogados bisexualidad». OC. Vol. IX.
de ellos (experiencias del niño de cohabitación, con o sin — (1909 [1908]): «Apreciaciones generales sobre el ataque
colecho; de presenciar y/u oir el coito de los padres; por parte histérico». OC.
de los progenitores: exhibirse repetidamente y hasta con — (1909): «Análisis de la fobia de un niño de cinco años». OC.
asiduidad parcial o totalmente desnudos delante del niño, — (1909a): «A propósito de un caso de neurosis obsesiva». OC.
bañarse juntos con el niño, etc.). Lejos estoy de considerar este Vol. X.
antecedente como una condición necesaria para la contracción — (1910): «Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci». OC.
de una neurosis obsesiva. Afirmarlo sería volver a la teoría Vol. XI.
freudiana de la etiología traumática de las neurosis de fines del — (1914). Introducción del narcisismo. OC. Vol. XIV.
siglo XIX, pero no puedo menos que pensar que la exposición — (1915): «La represión». OC. Vol. XIV.
intensa y/o frecuente a tales estímulos traumáticos en la infancia — (1915a): «Lo inconsciente». OC. Vol. XIV.
puede interferir en la represión edípica que ha de tener entonces — (1915b): «Sinopsis de las neurosis de transferencia».
lugar y aun entorpecerla de modo considerable, lo que Traducción del manuscrito. Ilse Grubich Simitis. Buenos
explicaría, al menos en parte, las graves fallas de la represión Aires: A. P. A. (Uso interno), 1984.
que presentan estas personas, que tienen que recurrir a otros — (1917): «Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular
mecanismos, igualmente insuficientes, para combatir la del erotismo anal». OC. Vol. XVII.
angustia y los sentimientos de culpa. — (1918 [1914]): «De la historia de una neurosis infantil». OC.
12. Como es sabido, se trata no sólo de la represión Vol. XVII.
propiamente dicha sino de su acepción más amplia, vale decir, — (1921). Psicología de las masas y análisis del yo. OC.
de las modalidades que asume la defensa (el término represión Vol. XVIII.
fue por aquellos años empleado inicialmente por Freud como — (1923). El yo y el ello. OC. Vol. XIX.
sinónimo de defensa en general) en cada una de las — (1923a): «La organización genital infantil». OC. Vol. XIX.
psiconeurosis, lo que significa incluir otros mecanismos — (1924): «El sepultamiento del complejo de Edipo». OC.
defensivos, en realidad un conjunto de ellos que operan de Vol. XIX.
consuno. Mecanismos de inconscientización se les llamó — (1925): «Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia
también en los años 70 en el seno de la A. P. A. anatómica entre los sexos». OC. Vol. XIX.
— (1926 [1925]). Inhibición, síntoma y angustia. OC. Vol. XX.

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— (1933 [1932]): «La feminidad». Nuevas conferencias de MOM, J. (1953): «El Yo y su control a través de los objetos en la
introducción al psicoanálisis. OC. Vol. XXII (Conferencia agorafobia». Revista Uruguaya de Psicoanálisis, IV, nº 3,
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GARMA, Á. (1943): «Las neurosis obsesivas». Sadismo y — (1960): «Aspectos teóricos y técnicos en las fobias y en las
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1960. fobias. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión, 1976.
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