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Directorio

Mtro. José Eduardo Calzada Rovirosa


Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, sagarpa

Mtro. Jorge Armando Narváez Narváez


Subsecretario de Agricultura, sagarpa

Lic. Ricardo Aguilar Castillo


Subsecretario de Alimentación y Competitividad, sagarpa

Mtra. Mely Romero Celis


Subsecretaria de Desarrollo Rural, sagarpa

Mtro. Marcelo López Sánchez


Oficial Mayor, sagarpa

Dr. Luis Fernando Flores Lui


Director General del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias,
inifap

Mtra. Patricia Ornelas Ruiz


Directora en Jefe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, siap

MVZ. Enrique Sánchez Cruz


Director en Jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria,
senasica

Lic. María Sofía Valencia Abundis


Directora General de Desarrollo de Capacidades y Extensionismo, sagarpa

Ing. Marco Antonio Carreón Zuñiga


Director Regional del Centro de Investigación Regional Noroeste, CIRNO

Dr. Juan Manuel Ramírez Díaz


Director de Investigación del Centro de Investigación Regional Noroeste, CIRNO

Mtro. Luis Alberto Aviles Muñoz


Director de Administració del Centro de Investigación Regional Noroeste, CIRNO

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AGENDA TÉCNICA AGRÍCOLA

BAJA CALIFORNIA

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Agenda Técnica Agrícola de Baja California

© Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias

Progreso Núm. 5,

Col. Barrio de Santa Catarina,

Delegación Coyoacán,

C.P. 04010, Ciudad de México.

Impreso en México

2017

Fotografías: INIFAP.

Cartografía: INEGI, SIAP.

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Presentación

El INIFAP participa en los programas de extensionismo rural prácticamente desde su


creación. Esta estrategia de desarrollo del campo mexicano pretende una agricultura más
productiva, competitiva, rentable, eficiente y sustentable, de tal manera que los principales
actores de la cadena agroalimentaria y los productores primarios, preferentemente de los
estratos económicos más bajos y mejoren su calidad de vida.

Bajo este entorno es que el INIFAP tiene un papel determinante en dicha estrategia, ya
que es la institución generadora de conocimientos y tecnologías agrícolas que benefician
a los productores primarios del medio rural en todas las regiones agroecológicas del
país. Los paquetes tecnológicos, integrados en las agendas técnicas, se pondrán
a disposición y al alcance los productores agrícolas, para que hagan de ellos una
herramienta que les permita reducir de costos de producción, o bien en incrementar
ingresos por venta de sus productos.

Los aliados fundamentales en la estrategia de desarrollo rural son los extensionistas


distribuidos en las 32 entidades federativas de la República, de quienes se espera sean
los usuarios de estas Agendas Técnicas Agrícolas que los proveen de los conocimientos
para ser los agentes de cambio que México necesita, debido a que fungen como enlaces
entre los productores primarios y el personal científico del INIFAP; por lo que, con su
apoyo se pretende lograr coberturas más amplias en la transferencia de conocimientos
tecnológicos para así contribuir en aumentar la competitividad del campo mexicano.

La comunidad científica de las universidades que atienden al sector agrícola tendrá la


oportunidad de tener un material de enseñanza a manera de paquetes tecnológicos
que les permitirán una mejor comprensión de la implementación de las innovaciones
agrícolas a los próximos profesionistas que atenderán las necesidades de los agricultores
en diversos tópicos y componentes tecnológicos, con lo que estarán contribuyendo a la
transformación y mejoramiento de la producción agrícola.

Por lo antes mencionado, el acervo de conocimientos plasmados en las Agendas


Técnicas Agrícolas que comprenden alrededor de 100 sistemas producto serán una palanca
que impulse a todos los productores agrícolas a lograr un México mejor.

Dr. Luis Fernando Flores Lui


Director General del inifap

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Índice

Generalidades del estado de Baja California 7


Paquetes tecnológicos
Alfalfa 11
Algodonero 18
Avena y cebada bajo riego en Costa de Ensenada 28
Avena y cebada bajo temporal en Costa de Ensenada 36
Calabacita: Agricultura protegida 44
Cártamo 48
Cítricos 53
Hortalizas 68
Maíz 74
Maíz para forraje 81
Pepino: Agricultura protegida 92
Remolacha 96
Ryegrass (Ballico anual) 99
Sorgo forrajero 103
Sorgo grano 107
Trigo 112
Vid 122

Anexos
Preparación del terreno 127
Uso de sustancias químico-agrícolas 133
Plagas 140
Maleza 149
Enfermedades 151

Abreviaturas 154
Anexos. Mapas de Baja California 155
Agradecimientos 165

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Generalidades del estado de Baja California

Ubicación geográfica

Situado en el extremo noroeste del país entre los meridianos 112º43’13” y


117º07’22” de longitud oeste y los paralelos 28º00’00” y 32º43’14” de
latitud norte.

Superficie

70,113 km2 (3.56 % del total nacional).

Límites

Limita al sur con Baja California Sur, al norte con Estados Unidos de América,
al noreste con Sonora, al este con el Mar de Cortés y al oeste con el océano Pacífico.

Orografía

Las sierras de Juárez, San Pedro Mártir, Calamajué, San Borja y Calmalli
conforman tres grandes regiones: la occidental, desértica, con lluvias escasas
y abundantes nieblas, de clima mediterráneo y poblada por una vegetación de
matorral; el centro norte, formada por valles, suelos negros y bosques aislados
de pinos y árboles con hojas; y la oriental, estrecha y árida, salvo en el valle de
Mexicali, drenado por el río Colorado. En esta última región se concentra la
actividad agrícola, mientras que en la porción septentrional de las otras dos han
prosperado el comercio y el turismo.

Hidrografía

El sistema hidrológico de Baja California está constituido por dos vertientes,


la del Golfo de California y la del Pacifico, con una longitud de litoral en el
océano Pacífico de 880 y 675 km en la costa del Golfo de California (Mar de
Cortés). La única corriente de importancia es el río Colorado, la cual aporta
1,850 millones de metros cúbicos anuales (conforme al Tratado Internacional
de Límites y Aguas) y ayuda a garantizar el riego en el Valle de Mexicali. En
el norte de la entidad se localiza la Laguna Salada, la principal y una de las
pocas del estado. Las corrientes que drenan a la vertiente del Pacifico presentan

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mayor desarrollo de sus cauces, entre ellas destaca el río Tijuana. El resto
de los recursos superficiales son arroyos torrenciales de cauce corto y
abrupto. Los acuíferos subterráneos (Mexicali, El Maneadero y San Quintín)
están sobreexplotados y presentan mezcla con aguas salinas.

Clima y temperatura

Se observan tres zonas térmicas: en la parte oeste, suroeste y sur existe un clima
semicálido seco, con temperatura media anual de 18 a 22 ºC, mientras que en
la parte de la costa del Golfo de California es cálido y seco, con temperatura
media anual mayor a 22 ºC; en el noreste se encuentra un clima templado
semiseco, con una temperatura media anual de 12 a 18 ºC; y en la zona montañosa
alta, un clima templado subhúmedo, con temperatura media anual de 8 a 12 ºC.
El comportamiento de la lluvia normal anual varía de 41 mm en la estación
“Bataquez”, en la zona de Mexicali, a 397 mm en la estación “Los Compadres”,
situada en las partes altas del Valle de la Trinidad, a un costado de la sierra
San Pedro Mártir, con una precipitación normal anual promedio de 158 mm.
En general, las lluvias son exiguas e irregulares y se presentan en verano, salvo en la
región del Valle de Mexicali, donde ocurren en invierno.

Indicadores socioeconómicos

Población: 3,155,070 habitantes, 2.8 % del total del país.


Distribución de población: 92 % urbana y 8 % rural; a nivel nacional el dato es
de 78 y 22 %, respectivamente.
Escolaridad: 9.2 (tercero de secundaria); 8.6 el promedio nacional.
Hablantes de lengua indígena de 5 años y más: Una de cada 100 personas. A
nivel nacional seis de cada 100 personas hablan lengua indígena.
Sector de actividad que más aporta al PIB estatal: Industrias manufactureras.
Destaca la producción de maquinaria y equipo.
Aportación al PIB Nacional: 2.8 %.

División política

La entidad está formada por cinco municipios: dos tienen de 50,000


a 100,000 habitantes, otros dos más de 500,000 habitantes y uno más de
1,500,000 habitantes (Tijuana).

Las vías de comunicación terrestre en esta orografía son relativamente


difíciles en la costa del Golfo de California; sin embargo, se han desarrollado

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fácilmente en la del Pacífico, donde están los centros de población y de
actividad económica.

Centros de población más importantes

Mexicali (la capital del estado), Tijuana (uno de los principales centros
turísticos del país, ya que el número de cruces de la línea fronteriza sobrepasa
los 30 millones de personas al año), Ensenada y Tecate.

Datos históricos

Al consumarse la Independencia, ambas Californias, la Alta y la Baja quedaron


incorporadas a la República en calidad de territorio, hasta 1848 cuando, en virtud
del Tratado de Guadalupe Hidalgo, se perdió la Alta California. En 1888 se crearon
los Territorios Norte y Sur de la Baja California y, desde el 21 de noviembre de
1952, se constituyó como Estado Libre y Soberano.

Escudo del estado

Simboliza el pasado, el presente y el porvenir de la entidad. Con la leyenda


“Trabajo y justicia social” se expresa uno de los propósitos estatales. Arriba aparece
el sol que representa la luz, elemento principal que pone en nuestras manos la
naturaleza y fuente inagotable de energía, calor y vida. A los lados, dos figuras
humanas, una de hombre y otra de mujer, unidas por las manos en el centro,
proyectan rayos de luz, emblema de energía.

El libro que el hombre porta en la mano señala la cultura. La mujer sostiene


una probeta que significa la química, una escuadra que alude a la ingeniería y un
símbolo de la medicina. En su conjunto manifiesta la unión del trabajo intelectual
y la ciencia. La silueta central personifica a uno de los primeros misioneros que
llegaron a la región durante la Conquista y evangelizaron a los nativos. Sus
brazos abiertos evocan el pasado y el amor a la patria y a la humanidad. En la parte
superior izquierda, un campo de siembra indica la agricultura y el presente. En
el horizonte, una serranía sugiere las posibilidades mineras. La silueta de una
fábrica y el engrane simbolizan la industria y el porvenir. En la parte media se
encuentra el desierto y en la inferior el río Colorado, que desemboca en el mar.
Dos olas a los lados representan los litorales oriental y occidental.

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Personajes ilustres

Esteban Cantú Jiménez (1881-1966). Militar. Gobernador del Distrito Norte


de Baja California de 1915 a 1920.

Rodolfo Sánchez Taboada (1885-1955): General de División. Gobernador del


Territorio de Baja California Norte de 1937 a 1944.

Maximiliano Beristein: Encargado de comprar tierras a Don Pedro Gastelúm


para vender solares y poblar la Ensenada. La compra de 3,511 hectáreas
se efectuó el 4 de mayo de 1886 por la cantidad de $8,676 pesos del cuño
mexicano. El 17 de marzo de 1887, Beristein traspasó los terrenos de la Ensenada
a una compañía americana por la cantidad de diez mil pesos; se respetaron las
propiedades que desde hacía algunos años Don Pedro había vendido.

Fuente: INEGI, SIAP.

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PAQUETES TECNOLÓGICOS

Alfalfa

Introducción

La alfalfa es el cultivo forrajero de mayor importancia en el Distrito de Riego


014, Río Colorado, ya que en la actualidad ocupa una superficie cercana
a 30,000 hectáreas (ha). Su rendimiento promedio es de 15.77 toneladas por
hectárea (t/ha) de forraje henificado; sin embargo, existe un potencial superior a
25 t/ha. Este diferencial en la producción se debe, en cierta medida, a factores
agronómicos tales como la preparación incorrecta del suelo, la alta infestación
de maleza, la presencia de plagas y la mala fertilización, entre otros. Debido al
incremento de las actividades pecuarias en la región, la demanda de forraje de
calidad ha aumentado en forma considerable. De la producción del heno de alfalfa,
75 % está destinado a la alimentación del ganado lechero, 15 % a la de bovinos
productores de carne y 10 % a la elaboración de alimentos concentrados.

Preparación del terreno

Se aconseja barbechar a una profundidad mínima de 30 centímetros (cm);


realizar más de un paso de rastra para asegurarse que los terrones resulten bien
mullidos; efectuar una buena nivelación con land plane o láser para garantizar
una distribución uniforme de la semilla y del agua de riego, si el terreno está
ligeramente desnivelado se deberá realizar una rectificación; por último,
ejecutar el bordeo trazando melgas de 12 a 16 metros (m) de ancho por 250

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a 300 m de largo para suelos medios. En el caso de suelos pesados con mal
drenaje se recomienda llevar a cabo un subsoleo hasta la profundidad de 50 a
60 cm cada tres o cuatro años.

Variedades

Las variedades sugeridas son CUF-101, P-5888, P-5939, Sundor, NK-819,


Pierce, Cóndor y UC Cibola.

Época de siembra

La fecha óptima de siembra comprende del 15 de octubre al 30 de noviembre,


periodo en el cual se logra un buen establecimiento del cultivo; además, se evita
la competencia con maleza y se consigue un buen desarrollo radicular y coronas
antes de iniciar los cortes.

Densidad y método de siembra

Es conveniente utilizar semilla certificada por algún órgano oficial o particular


que garantice su sanidad, así como de 30 a 35 kilogramos (kg) de semilla
por hectárea, con 85 a 90 % de germinación para asegurar una buena población
de plantas. En cuanto a los métodos de siembra, se pueden emplear los siguientes:

Drilla: La semilla se deposita a una profundidad de 1.5 a 2.0 cm.

Voleadora tipo cyclone: Se tapa con un paso del cultipacker.

Inoculación

Se recomienda inocular la semilla con bacterias del género rhizobium específicas


para la alfalfa, las cuales están en el mercado bajo los nombres de pagador,
nitragin y nitrobacter, entre otros; inocular solo la semilla que se utilizará en el
día; evitar la exposición directamente al sol, altas temperaturas y viento; revisar
que el producto no esté caduco y seguir las instrucciones de la etiqueta al pie
de la letra.

Riego

Después del riego de germinación es necesario aplicar dos o tres riegos de


auxilio; posteriormente, suministrar de uno a dos riegos entre cortes según
las condiciones climatológicas y la textura del suelo. En el verano es común

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que la alfalfa se “queme” al regarla bajo temperaturas mayores a 40 grados
Celsius (ºC); para evitarlo, se deben aplicar riegos muy ligeros y no permitir
que el espejo de agua permanezca más de 24 horas (hr) sobre el terreno; al
presentarse temperaturas altas no regar inmediatamente después del corte, sino
dejar transcurrir un periodo mínimo de cinco a ocho días.

Fertilización

Se sugiere adicionar 40 kg/ha de nitrógeno en presiembra para alfalfares


nuevos (octubre) y en febrero para alfalfas establecidas. En presiembra se debe
incorporar al suelo mediante rastra cuando la fuente es sólida (urea y nitrato
de amonio) o en el agua de germinación cuando es líquida (UAN-32) o gaseosa
(NH3). Posteriormente, se requiere aplicar 100 kg/ha de fósforo al año, dividido
en dos partes iguales: una en primavera y otra en otoño. Para lo anterior, se
pueden utilizar fuentes líquidas o sólidas de acuerdo a la época, por ejemplo:
fosfato monoamónico, fosfato diamónico o ácido fosfórico y polifosfatos
de amonio en el agua de riego. Durante la presiembra también es recomendable
la incorporación de estiércol al suelo, el cual mejora su estructura y aumenta el
contenido de materia orgánica y, con ello, se eleva el rendimiento.

Maleza

Las especies de hoja angosta más importantes son: zacate de agua, pinto, grama,
Johnson y coquillo, encontradas en primavera y verano; así como avena y
alpiste, a finales de otoño. Las de hoja ancha son: cuscuta, gloria de la mañana,
mostacilla, alfombrilla, chamizo, quelite o bledo y chuales cenizo y
apestoso. Para el control de la maleza se sugiere utilizar semilla certificada,
siembra a tierra venida, eliminar maleza en canales y regaderas, limpieza
de la maquinaria después del corte y limpias manuales. En cuanto al control
químico, a continuación, se presentan los herbicidas, dosis y época de aplicación
de las malezas aquí mencionadas.

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Cuadro 1. Herbicidas recomendados para el control de maleza en alfalfa.
Valle de Mexicali, B.C. y San Luis Río Colorado, Son.
Dosis comercial
Nombre Kilogramo-litro Maleza que Forma y época
Herbicida
comercial por hectárea controla de aplicación
(Kg-l/ha)
Postemergente a
cultivo y maleza
2,4-DB Butyrac 200 2a3l Mostacilla altura de 15 cm.
Malva
Oreja de
ratón
Postemergente a
Imazethapyr Pivot 100 1 a 1.5 l
plántula.

Setoxidim Poast Postemergente a


Clethodim Select cultivo y maleza
2a4l Zacates
Quizalofop Assure 20 días antes del
Fluazifop Fusilade corte.

Preemergente
a la maleza y
Postemergente
Trifluralina TR 10G 20 kg Zacates en
al cultivo.
germinación
Después de un
Pendimetalina Prowl 4a6l Cúscuta
corte.
A inicios de
primavera.

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Cuadro 2. Recomendaciones para el control de cúscuta en alfalfa. Valle de
Mexicali, B.C. y San Luis Río Colorado, Son.

Ingrediente activo Nombre comercial Estado del Estado de la Otras


cultivo maleza indicaciones
Producto Dosis Producto Dosis

Largo de Aplicación total


Clortal dimetil Altura de 20 a
10 kg Dacthal 13.3 kg zarcillos entre al follaje antes de
(DCPA) 30 cm
30 y 60 cm un riego

Faena 0.138 a
Fuerte 0.277 l

0.173 a
Secamax
0.347 l

0.214 a
Fiero
0.429 l La alfalfa recién
establecida lo
tolera desde ocho
75 a 0.208 a Largo de
Glifosato Velfosato Altura de 20 a hojas trifoliadas
150 g 0.416 l zarcillos entre
30 cm (17 cm de altura)
30 y 60 cm
0.138 a hasta la etapa de
Durango preyemas florales
0.276 l
(34 cm de altura)
0.208 a
Jornal
0.416 l

Herbipol- 0.208 a
glifosato 0.416 l

0.152 a
Rudo 43 %
0.304 l

Gramoxone

Diquat

Herbipol- Inmediata
paraquat 0.5 % Inmediatamente
Paraquat mente después Antes del riego
v/v* después del corte
Lucaquat del corte.

Derquat

Secaquat

Prowl 400 4a 6l Inmediata


1600 a Inmediatamente
Pendimetalina 4.9 a mente después Antes del riego
2400 g Patrol después del corte
7.3 l del corte.

Inmediata
Inmediatamente
Trifluralina 2000 g Archer 20 kg mente después Antes del riego
después del corte
del corte

% v/v = porcentaje volumen-volumen

Plagas

Las principales plagas que atacan el cultivo son: pulgón verde, el picudo
egipcio, gusano verde, soldado, chinche lygus, chicharritas de varias especies,
trips, periquito tricornudo, pulgón manchado y pulgón azul.

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Nematodos

La alfalfa puede ser atacada por nematodos en la raíz y el tallo, esto ocasiona
deformaciones en la corona y raíz que evitan el desarrollo de nuevos brotes;
el follaje de las plantas atacadas se torna amarillento y las plantas parecen
aletargarse. La infestación con estos organismos es más común en suelos arenosos;
las principales especies que causan daño a la alfalfa son los de la raíz y el tallo.
Para el control de nematodos se sugiere rotar el suelo con cultivos como el
sorgo, el trigo y la cebada, o utilizar variedades resistentes.

Enfermedades

Las enfermedades en las coronas, los tallos y las raíces provocan una fuerte
reducción en la densidad de plantas, lo cual favorece la aparición de maleza y el
decremento en la producción y calidad del forraje. Las principales enfermedades
son: la pudrición texana, la cenicilla vellosa, el chahuixtle y la pudrición
de la corona. La descripción de estas enfermedades se presenta al final de
esta Agenda.

Cosecha

La producción de un alfalfar dura de tres a cinco años, tiempo en el cual se


realizan de ocho a nueve cortes al año. Es de suma importancia efectuar
los cortes en el momento oportuno para conservar una buena población de plantas
y evitar la proliferación de maleza. La mejor época es con 10% de floración
debido a que la planta posee un mayor número de hojas que son reservorio de
altos contenidos de proteína cruda; además, la corona y la raíz tienen
suficientes reservas para mantenerse durante el periodo de desarrollo de
nuevos órganos vegetativos. En invierno, cuando la alfalfa no florece, el criterio
para ejecutar el corte se basa en la altura mínima de 35 cm y en la presencia
de rebrotes de 3 a 5 cm de longitud. En los meses de julio y agosto, los cortes
se deben llevar a cabo entre 20 y 30 % de floración y con una altura de planta
de 40 a 50 cm.

Cuidados en el empaque

De preferencia, el empaque debe efectuarse en la mañana y procurar que el


forraje presente 20 % de humedad, ya que con valores superiores se corre
el riesgo de calentamiento y pudrición del heno. Una forma práctica para
determinar el momento de empacar consiste en raspar un tallo con la uña del

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pulgar: si la cutícula no se desprende significa que el contenido de humedad es
adecuado para el empaque.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Eduardo Loza Venegas
Teléfono: 5538718700 ext. 81607
loza.eduardo@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

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Algodonero

Introducción

En los recientes ciclos agrícolas la productividad del algodonero ha sido afectada


por los altos costos de producción del cultivo, problemas de plagas y micronaire
alto que afecta la calidad de la fibra, lo cual suscita castigos excesivos al precio, así
como aborto de los órganos fructíferos del último tercio de la planta por efecto
de altas temperaturas —45 grados Celsius (ºC)— y alta humedad relativa, que
por lo regular se presenta a mediados de julio y coincide con la floración del
tercio final de la planta.

Preparación del terreno

Propiciar un medio óptimo para la germinación de la semilla y el desarrollo


radicular de la planta se logra a través de rastreo, subsuelo, barbecho, nivelación,
surcado a 92 centímetros (cm) o 1 metro (m) de separación o camas separadas
a 172 cm. En el caso de bordeo, para facilitar el manejo del agua de riego, se
recomienda hacer melgas con un trazo de los bordos cada 20 o 24 surcos; esta
labor puede omitirse si se tiene una buena nivelación.

Variedades

A partir del ciclo primavera verano 2010, las variedades convencionales y


transgénicas de una primera generación, Bollgard solución Faena (BG/RR),
fueron retiradas del mercado nacional para dar cabida a una nueva generación

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de variedades transgénicas en las cuales se encuentra incorporada la tecnología
Bollgard II Solución Faena Flex (B2RF). Esta tecnología proporciona a las
plantas de algodón resistencia al ataque de lepidópteros como el gusano
bellotero, gusano rosado, gusano soldado, gusano cogollero y perforador de la
hoja; así como al herbicida glifosato.

Cuadro 3. Características agronómicas de las principales variedades de


algodón en el Distrito de Riego 014, Río Colorado
Número
Número de ramas
Tipo de Ciclo
Variedades Altura (cm) de ramas fructíferas
hoja vegetativo
fructíferas 95 %
producción
Deltapine 0912 Semi
110 a 120 19 14 a 15 Precoz
B2RF vellosa
FiberMax
110 a 115 18 12 a 13 Lisa Precoz
1740 B2RF
Deltapine 1219
110 a 120 20 a 21 15 a 16 Lisa Intermedia
B2RF
FiberMax 2484
112 a 115 19 a 20 14 a 15 Lisa Intermedia
B2RF
Deltapine 167
115 a 120 20 a 21 14 a 15 Lisa Intermedia
RF
Deltapine 1441
115 a120 20 14 a 15 Lisa Intermedia
RF
Deltapine 0935 Intermedia-
115 a120 20 14 a 15 Lisa
B2RF tardía

Para escapar del ataque de plagas de final de ciclo, así como a las altas
temperaturas, se sugiere utilizar variedades de ciclo precoz e intermedio.
Si los productores se interesan en generar algodón de ciclo largo, es decir,
aprovechar el segundo ciclo de floración o “copete”, el cultivo podría requerir uno o
dos riegos de auxilio adicionales e igual número de aplicaciones de insecticidas
para insectos chupadores.

Cantidad de semilla para la siembra

Para una población de 120,000 plantas por hectárea en surcos de 1 m de


separación sembrados a una hilera, equivalente a 12 plantas por metro lineal,
el porcentaje de germinación de la semilla es de 80 % y la cantidad de semilla

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por hectárea es de 120,000/0.80=150,000 semillas que, a su vez, representan
15 semillas por metro lineal.

Forma de sembrar

En surcos convencionales separados a 1 m, sembrar a una hilera en surcos


angostos con separación de 76 a 81 cm entre ellos y en camas separadas a 172 cm
sembradas a doble hilera con separaciones de 81 cm entre éstas; sembrar en
húmedo y depositar la semilla a una profundidad de 5 a 6 cm. Previo a la
siembra, se recomienda un paso de rastra de picos o cultivadora Lillingston
para romper la costra formada por el riego de presiembra.

Densidad de plantas

En surcos separados a un metro se estima que de 10 a 12 plantas por metro


lineal (100,000 a 120,000 plantas por hectárea) es la población idónea para
obtener altos rendimientos, buena calidad de fibra y uniformizar el resto
de las prácticas culturales (control de plagas, fertilización, riegos, aplicación de
reguladores de crecimiento y defoliación). Para el método de siembra en surcos
angostos y camas a doble hilera, los mejores resultados se alcanzan con 115,000 a
120,000 plantas por hectárea, lo cual se logra con ocho a nueve plantas por
metro lineal. Una ventaja adicional de estas densidades de población es que se
evita el aclareo de plantas.

Fertilización

Los nutrientes que regularmente necesitan adicionarse son nitrógeno (N)


y fósforo (P), en ocasiones, potasio (K) y azufre (S), así como fierro (Fe),
magnesio (Mg) y zinc (Zn). La dosis recomendada de nitrógeno está en función
del rendimiento esperado, la eficiencia del producto y la forma de aplicación. Se
requiere de 22 a 29 kg de nitrógeno para producir una paca de fibra de 227 kg.
Se sugiere fraccionar la aplicación del nitrógeno en tres partes iguales: al inicio
de formación de cuadros, en la etapa máxima de cuadreo y la floración, las cuales
coinciden con el primero, segundo y tercer riego de auxilio. En los casos donde
la siembra de este cultivo la preceda un cultivo esquilmante como sorgo o sudan
forrajero, es oportuno administrar de 50 a 60 kilogramos (kg) de N/ha

Se ha observado poca respuesta del algodonero al fósforo; para mayor


seguridad es conveniente analizar el suelo a dos profundidades: de 0 a 30 y
de 30 a 60 cm por el método de Olsen, si existen menos de 21 kg/ha de fósforo

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asimilable. Se deberán utilizar 9 kg de P/kg abajo del punto de referencia, ya que el
cultivo de algodonero requiere 10 kg de fósforo por paca cosechada. La aplicación
del fósforo granulado se realiza en presiembra para que pueda asimilarse. La
otra alternativa es suministrar fósforo líquido fraccionado en el agua de riego,
inyectado a la siembra y al primer riego de auxilio.

Uso de reguladores de crecimiento

Mantienen un balance en el desarrollo fructífero y vegetativo de la planta, esto,


aunado a un manejo agronómico apropiado, permite que las variedades expresen
al máximo su rendimiento y calidad de fibra. El regulador de crecimiento más
usado es el cloruro de mepiquat. Se recomienda emplearlo con base en el
vigor de la planta, el cual se determina por medio de su altura dividida entre
el número de nudos; la relación obtenida se ubica en una gráfica de desarrollo
vegetativo y edad de la misma; a partir de ello se establece con claridad si el
valor derivado corresponde a un crecimiento normal o si procede la aplicación
del producto en caso de tener un crecimiento exuberante. Otro criterio para el
uso del regulador es cuando el entrenudo, situado entre el cuarto y quinto nudo
a partir de la yema terminal, es igual o superior a 5 cm; este valor, así como la
dosis por utilizar, se relacionan con la edad de la planta. Por ser un producto de
empleo delicado, se aconseja la asesoría técnica de un especialista.

Riegos

Para lograr un rendimiento y calidad de fibra de las variedades es importante


considerar las siguientes recomendaciones:

Primer riego. Su aplicación marca el inicio de los riegos que aseguran el cultivo
alcance el rendimiento de fibra esperado. Debe aplicarse entre el inicio del
cuadreo y antes de la aparición de las primeras flores, lo cual coincide con la
acumulación, desde la siembra, de 700 a 1,100 unidades de calor (uc) con
umbrales de 86 y 55 grados Fahrenheit (°F).

Riegos subsecuentes. Las evidencias experimentales indican que en ningún


caso la humedad en el suelo estará abajo de 50 %; en forma ideal, se debe
permitir que se abata solo 35 %. Si se carece de un monitoreo de humedad del
suelo, ésta se puede garantizar en forma indirecta mediante la programación
de los riegos a intervalos de 15 a 20 días. En los suelos medios donde se siembra

21
la mayor superficie de algodonero, con estos riegos también se cubren las
etapas fenológicas de formación de cuadros, floración, formación de bellotas y
madurez de las mismas (hasta apertura de bellotas, primeros capullos).

Último riego. En función del interés por explotar solo la primera o las
subsecuentes curvas de producción del cultivo, el último riego podrá aplicarse
en diferentes épocas. Si la decisión es algodonero de ciclo corto (primer ciclo
de floración), el momento más adecuado para realizarlo es entre los 10 y 12 días
posteriores a la etapa de rendimiento fisiológico o cut out, la cual se presenta al
existir de cuatro a cinco nudos sobre la última flor blanca en primera posición.
Para el caso de productores interesados en el algodón de ciclo largo, es
decir, en aprovechar el segundo ciclo de floración o “copete”, el cultivo puede
requerir de uno o dos riegos de auxilio adicionales.

Combate de malas hierbas

En el Valle de Mexicali se han identificado 27 especies de malas hierbas


con mayor o menor grado de infestación en los campos algodoneros. Las de
mayor frecuencia son el zacate salado, zacate de agua o pinto, enredadera o
trompillo, zacate grama, quelite o bledo, coquillo, tomatillo, correhuela y
zacate Johnson; durante todo el ciclo éstas compiten con el cultivo por agua,
luz, nutrientes y espacio; si no se controlan pueden reducir la producción de
algodón en hueso hasta 50 %, además de dificultar la pizca. Para evitar estas
pérdidas es conveniente utilizar los métodos de prevención, control mecánico,
manual y químico en forma combinada.

Prevención. La prevención tiene como objeto evitar la introducción y


establecimiento de especies nocivas al terreno y se basa principalmente en
medidas como la limpia e inspección de equipo agrícola antes de moverlo
de un área infestada a una limpia. Es recomendable emplear semilla certificada
y usar trampas de malas hierbas en los canales de acceso del agua de riego.

Control mecánico. En terrenos con antecedentes de infestación se sugiere


sembrar a “tierra venida” si el suelo lo permite. Después de la emergencia de la
maleza, pasar una rastra o “gallinitas” para eliminar las primeras generaciones;
las posteriores se controlan mediante los métodos manual, mecánico o químico.

Control manual. La limpia manual se facilita en las siembras en surco, en


camas o bordos; se aconseja efectuarla para eliminar aquellas malas hierbas
que permanecen después del cultivo mecánico y levante de surco, sobre

22
todo cuando son muy nocivas como el zacate Johnson, el zacate choniano y
la correhuela, o si la población de malas hierbas es baja y no se justifica la
aplicación de herbicidas.

Control químico. Para predios sembrados con variedades convencionales


existen en el mercado herbicidas específicos para las malezas de hoja ancha y
angosta, los cuales presentan selectividad al cultivo de algodonero. Sin embargo,
deben utilizarse con precaución ya que la selectividad no es absoluta y está en
función de la dosis y la etapa fenológica del cultivo al momento de la aplicación,
las características del suelo y el clima.

Complejo de maleza de hoja ancha y angosta. La trifluralina se aplica


en presiembra y se incorpora inmediatamente con rastra para evitar su
descomposición por los rayos ultra violeta del sol, el resto puede suministrarse
en preemergencia o postemergencia temprana dirigidas a la maleza sin
tocar el cultivo.

Maleza de hoja angosta. Las principales son los zacates de agua, salado, pinto,
grama y Johnson, entre otros. Por lo general, estas malas hierbas se establecen
al principio del ciclo junto con el cultivo.

Manejo de maleza con variedades transgénicas. Las variedades transgénicas


de algodonero Round up Flex (RF) son resistentes al herbicida glifosato. El
espectro de aplicación es a partir de las hojas cotiledonales hasta 60 días antes
de realizar la cosecha. Las dosis por hectárea de glifosato que han mostrado
buen control de maleza fluctúan entre 1,080 y 1,800 gramos de ingrediente
activo (gia), la dosis baja corresponde a maleza anual, mientras que la alta a
perennes como la correhuela. Para mayor seguridad se recomienda consultar
al técnico asesor.

Cuadro 4. Herbicidas recomendados para el control de maleza en


algodonero en el Distrito de Riego 014, Río Colorado
Dosis/ha
Tipo de maleza Ingrediente activo Época de aplicación
gia
Postemergencia selectiva
Hoja ancha* Pirithiobac** 34 a 42 aplicado en banda de 40 a
50 cm, respectivamente
Hoja angosta
Quizalofop-etil 41.2 a 72.1 Postemergencia temprana

Continúa Cuadro 4...

23
Continúa Cuadro 4...
Dosis/ha
Tipo de maleza Ingrediente activo Época de aplicación
gia
Preemergencia,
Pendimetalin 1368 a 1584
Postemergencia dirigida
Anuales y
perennes Clethodim 60 Postemergencia selectiva
Sethoxidim 276 a 552 Postemergencia selectiva
Presiembra, incorporado
Trifluralina 960
con rastra
Preemergencia y
Fluometurón 1600
Postemergencia dirigida
Complejo de
Preemergencia y
hoja ancha y Diurón 1600
Postemergencia dirigida
angosta
Preemergencia y
Oxadiazón 500 a 625
Postemergencia dirigida
Preemergencia y
Acetoclor 480
Postemergencia dirigida
*Quelite o bledo, tomatillo, lengua de vaca, cañagria, gloria de la mañana, mostaza,
mostacilla.
**Presenta excelente control sobre gloria de la mañana o correhuela y trompillo.
ha=hectárea; gia=gramos de ingrediente activo

Control de plagas

Las plagas insectiles y ácaros del algodonero merman la producción de algodón


en hueso hasta 50 % cuando no se controlan; además, afectan la calidad de la
fibra y la semilla. Las plagas del algodonero que con frecuencia requieren el
uso de insecticidas y acaricidas en los Valles de Mexicali, B.C. y San Luis Río
Colorado, Sonora, son:

Cuadro 5. Principales plagas que atacan al algodonero


Producto Gramos de
Plaga Nombre común ingrediente Época de aplicación
activo (gia)
Fenpropatrin El umbral de acción para
188
Acefate iniciar las aplicaciones
525
Cyflutrin de insecticidas es de 10
38 + 900
+Metamidofos adultos por hoja y estar
Bifentrina + Acefate localizados en el quinto
Mosquita 35 + 525
Bifentrina+ nudo del tallo principal
blanca 35 + 525
Endosulfan de la planta, a partir de
Fenpropatrin la yema terminal hacia
188 + 525
+ Endosulfan abajo; revisar mínimo
120
Spiromesifen 30 plantas por parcela
100
Turbine comercial.

Continúa Cuadro 5...

24
Continúa Cuadro 5...

Producto Gramos de
Plaga Nombre común ingrediente Época de aplicación
activo (gia)

Chinche lygus: el umbral


de acción es de 15
chinches en 100 redadas y
que un tercio corresponda
Metamidofos 600
Insectos a ninfas en un período
Metidation 300 a 400
chupadores crítico, iniciado con la
Toreto 100
aparición de los primeros
cuadros hasta las tres
primeras semanas de
producción de bellotas.
Cuando el muestreo
Azinfos metílico indique presencia de
700 a 800
Gusano Carbarilo huevecillo blanco o una
2100
rosado Metidation + infestación de cuatro
600 + 720
Parathion metílico larvas pequeñas en 100
bellotas.
El umbral económico de
Permetrina 170
gusano bellotero es de
Gusano Cipermetrina 100
cinco larvas pequeñas o
bellotero Fenvalerato 120
15 huevecillos cafés en
Deltametrina 13
100 terminales.
Las aspersiones de
Gusano Cipermetrina 100 insecticidas deben
perforador Permetrina 136 realizarse cuando se
de la hoja Fenvalerato 105 capturen 40 gusanos en
100 redadas.
Las aplicaciones de
acaricidas deben
efectuarse cuando existan
Propargite
1440 a 1800 15 o 20 ácaros por hoja
Araña roja Propargite
720 + 900 del tercio inferior de la
+Monocrotofos
planta, particularmente
de las cercanas al tallo
principal.
En la fructificación,
Gusano cuando existan 15 larvas
Clorpirifos etil 480
peludo en 100 redadas y 15 % del
follaje dañado.
Durante la fructificación,
Gusano al haber 20 o 25 larvas
Clorpirifos 480
soldado en 100 redadas y 15 % de
follaje dañado.

25
Enfermedades

Las condiciones climáticas imperantes en el Valle de Mexicali favorecen el


desarrollo de hongos y bacterias causantes de las enfermedades del algodonero
conocidas como secadera, pudrición texana y pudrición de la bellota; también
hay ataque de nematodos.

Nematodos

Los nematodos se presentan en suelos arenosos y atacan la raíz de la planta;


pueden causar grandes pérdidas en la producción del algodonero. El método
más eficaz es la rotación de cultivos, en particular con sorgo para grano y
especies de grano pequeños.

Defoliación

Se recomienda defoliar la planta cuando tenga entre cuatro y cinco ramas


fructíferas efectivas o con carga sobre la última bellota abierta en primera
posición (cracked boll), lo cual coincidirá con un 60 a 70 % de bellotas abiertas;
esto se observa a los 20 días posteriores a la aplicación del último riego de
auxilio. Los productos y dosis por hectárea son de 1,080 a 1,440 gramos
(g) de Butifos, de 100 a 200 g de Thidiazurón, o bien, se aconseja utilizar la
mezcla de ambos en la dosis más baja, sobre todo en algodones muy vigorosos.
Para lograr una uniformidad y adelantar la apertura de bellotas se sugiere
administrar 1.5 litros por hectárea (l/ha) de Finish.

Pizca

La cosecha debe realizarse de forma mecánica, cuando el cultivo este por


completo en capullo, ya que si la máquina pizcadora se introduce antes, el
porcentaje de fibra disminuye; además, habrá mayor manchado y entrelazado
de la fibra, lo cual demerita su calidad.

Desvare y barbecho

Se propone desvarar inmediatamente después de levantar el total de la cosecha


y a continuación barbechar. Gracias a esas labores se reducen en gran parte las
poblaciones de plagas que utilizan la planta y el suelo como hospederas, por
ejemplo, la mosca blanca.

26
Para mayor información dirigirse con el autor:
José Luis Herrera Andrade
Teléfono: 5538718700 ext. 81606
herrera.joseluis@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

27
Avena y cebada bajo riego en la Costa de Ensenada

Introducción

En la región Costa de Ensenada los cereales de invierno, como la avena y la


cebada, son una alternativa importante en la producción de forraje debido a su
alta producción de forraje de alta calidad y a que pueden conservarse como heno y
ensilados, o ser pastoreados con una menor cantidad de agua, pues tienen
una eficiencia en el uso del agua de 1.7 a 2.3 kilogramos (kg) de forraje seco
por cada 1000 litros (l) de agua aplicados.

La cebada tiene buena adaptación a todos los rangos de altitud y a tipos de


suelos del área costera y valles altos; sin embargo, se ha observado que prospera
mejor en suelos de textura ligera a media, sin problemas de drenaje y con un
potencial de hidrógeno (pH) de neutro a alcalino; es uno de los cultivos más
tolerantes a la salinidad. Se puede cosechar para grano y forraje henificado o
emplearse para pastoreo. Es más precoz que la avena, por tanto, tiene menos
necesidades hídricas.

La avena prospera en suelos con textura ligera a media, sin problemas de


drenaje y con un pH de ligeramente ácido a neutro; es muy sensible a la
salinidad del suelo. Para generar grano requiere más cantidad de agua que
la cebada. Al igual que ésta, se puede cosechar para grano y forraje henificado o
usar para pastoreo. Dado que la avena tiene mayor proporción de hojas, produce
forraje de mayor calidad que la cebada cuando es cortado en la época adecuada;
no obstante, en estado de madurez es más tosco.

28
Preparación del terreno

La preparación del suelo es fundamental para obtener una buena germinación


y producción; por tal, se recomiendan las siguientes labores.

Barbecho: La finalidad de esta tarea es romper y voltear la capa arable del suelo,
facilitar la penetración del aire, agua y raíces, así como eliminar algunas plagas
y enfermedades. Un barbecho entre 25 y 30 centímetros (cm) de profundidad
es suficiente para que la raíz se desarrolle de manera normal.

Rastreo. El objetivo es crear una cama superficial y fina para la germinación de


las semillas; este trabajo se realiza con rastras de discos o dientes. La preparación
de la cama de siembra puede consistir en uno o dos pasos de rastra, según el
problema de maleza y textura del suelo. En suelos pesados también pueden
requerirse dos pasos de rastra para dejar el suelo mullido.

Crecimiento y desarrollo

El conocimiento de los estados de desarrollo de los cultivos es importante


porque muchas labores, como la aplicación de fertilizantes, la selección
de herbicidas y el tiempo óptimo de cosecha, se efectúan de acuerdo al estado
fenológico de la planta. A continuación, se describen las etapas de crecimiento de
cereales como cebada y avena.

Germinación y crecimiento inicial. Desde que surgen las primeras raicillas


hasta la aparición de las primeras hojas.

Amacollamiento y crecimiento vegetativo. Comprende la aparición del primer


macollo, generalmente con la emergencia de la cuarta hoja, hasta antes de que
el tallo empiece a extenderse.

Extensión del tallo y espigamiento. Esto es cuando el primer nudo acaba de


hacerse visible y empieza a incrementarse la longitud del tallo hasta la aparición
de la hoja bandera y el brote de las espigas.

Floración. La floración ocurre dos a cuatro días después de que la espiga ha


emergido completamente, lo cual es notorio por la presencia de las anteras.

29
Desarrollo del grano. Las etapas de maduración de los granos son llamadas
estado de leche, estado de masa blanda, estado de masa dura y estado final de
granos maduros.

Estado de leche o lechoso. Los granos se están formando en un fluido blanco


que puede presionarse y salir del grano.

Estado de masa blanda. La mayor parte de la materia seca se acumula en este


estado. La consistencia del grano es semejante a una masa blanda.

Estado de masa dura. El contenido de agua baja al 30 %. El contenido del grano


puede dividirse con la uña.

Variedades

Para elegir una variedad adecuada, el productor debe considerar factores como
la calidad, tolerancia a enfermedades, tolerancia al acame y rendimiento. Los
mejores rendimientos de forraje se han obtenido con variedades de ciclo precoz
e intermedio.

Época de siembra

La siembra puede realizarse en dos épocas, de acuerdo con los objetivos del
productor. Para lograr un corte en invierno, se debe sembrar en valles altos
durante septiembre y en valles costeros hasta el 15 de octubre. De esta forma,
se puede hacer un corte a finales de noviembre o a inicios de diciembre y al menos
otro corte a finales de marzo o en abril. Siembras más tardías no alcanzan a
desarrollarse lo suficiente para diciembre y se retrasan hasta finales de marzo.
También se puede sembrar en diciembre o enero para conseguir uno o dos
cortes en abril y mayo, según las condiciones climatológicas.

30
Cuadro 6. Características de variedades de cebada y avena forrajeras
recomendadas para la Costa de Ensenada
Ciclo Susceptibilidad Rendimiento
Variedad Origen
vegetativo¹ a enfermedades² de FS³ t/ha
Atlas Marruecos I Resistente 16.5
C UC-603 California P Moderada 13.4
E UC-337 California P-I Resistente 12.5
B
Cerro Prieto INIFAP I Susceptible 12.5
A
Solum E.U.A. I Moderada 12.0
D
A BO1-182 E.U.A. I Resistente 10.6
S Cucapah INIFAP I Moderada 11.5
BA-8055 E.U.A. T Susceptible 10.0
Juchitepec INIFAP I Resistente 14.3
Chihuahua INIA I Susceptible 13.9
Ópalo - I–T Moderada 13.5
A
Babícora INIFAP I Moderada 13.2
V
Cuauhtémoc INIA I Susceptible 13.2
E
N Coker - I - 13.0
A Cusi INIFAP P - 12.5
S Guelatao INIA P Susceptible 12.5
Nodaway - P - 11.7
Papigochi INIFAP I–T Moderada 11.2
Texas - P Susceptible 11.0
Tulancingo INIA P Susceptible 10.7
¹ I = Intermedio, P = Precoz, T = Tardía; ² Se refiere principalmente a royas de la hoja,
aunque puede variar en diferentes regiones o años; ³ FS = Forraje Seco; t/ha = toneladas
por hectárea;- sin información

Forma de sembrar

Cuando se siembra al voleo se utiliza una “voleadora” que distribuye la semilla en


un ancho de 8 a 12 metros (m). La semilla se tapa con un paso de rastra ligero o
se emplea una rastra de dientes, cuidando que la semilla no permanezca a una
profundidad mayor de 6 cm. Asimismo, se puede sembrar en hileras mediante
la drilla o sembradora triguera. La distancia entre hileras puede variar dadas las
condiciones y la marca de la sembradora. Lo más común es sembrar a una
distancia de 11 a 25 cm entre hileras.

31
La siembra al voleo es más rápida que la siembra con drilla; sin embargo,
esta última realiza una mejor distribución y uniformidad en la profundidad
de siembra, por ende, usa menor cantidad de semilla. Es posible colocar
el fertilizante cerca de la semilla para lograr una mejor respuesta al mismo;
además, se evita dar otro paso de rastra para tapar la semilla.

Resiembra. Una población normal de planta debe promediar aproximadamente


280 plantas por metro cuadrado. Se aconseja resembrar cuando la población
de plantas sea la mitad o menos de la población normal. La resiembra se deberá
efectuar cuando la población existente tenga de dos a tres hojas.

Cantidad de semilla para la siembra

En ambos cultivos se sugiere utilizar de 100 a 140 kg de semilla por hectárea,


con un porcentaje mínimo de germinación de 85 %, a fin de asegurar
una buena población de plantas. La mayor cantidad de semilla se destina para
siembras al voleo, cuando el terreno presenta una alta infestación de malezas,
para siembras tardías o si se esperan condiciones de crecimiento pobres. La
menor cantidad de semilla se siembra para evitar problemas de acame del cultivo
o para siembras con drilla. Es importante calibrar el equipo con el cual se
sembrará para alcanzar resultados óptimos.

Fertilización

El nitrógeno es el nutriente más relevante, por lo general se propone de 80 a


140 kilogramos por hectárea (kg/ha). Se aconseja tirar la mitad de la dosis en
presiembra y la otra mitad a los 30 días de la siembra.

El fósforo es el segundo nutriente en importancia y es necesario para el buen


desarrollo de las raíces, en especial, en sus primeras etapas. Se puede realizar
un análisis de suelo para determinar si éste es deficiente en dicho nutriente;
en tal caso, se recomienda aplicar de 40 a 80 kg/ha a la siembra, tirando el
fertilizante junto con la semilla.

El potasio es de menor relevancia en el cultivo de estos cereales porque en los


suelos de la región se encuentra normalmente en cantidad suficiente.

Riegos

Un buen programa de riegos ayuda a controlar malezas, reducir problemas de


acame y aumentar la producción. Por tal, es importante evitar estrés de humedad

32
durante el desarrollo del cultivo, en particular durante el amacollamiento
y desde el inicio del espigamiento, hasta el estado de masa blanda. El riego debe ser
suficiente para llevar a capacidad de campo los primeros 40 cm de la capa
del suelo; en general, cada riego es de 5 a 12.5 cm, según el tipo de suelo.
Una manera de estimar si el cultivo necesita agua se consigue al revisar el nivel
de humedad del suelo en la zona de las raíces que, por lo común, se encuentran
en los 90 cm iniciales de la capa del suelo. Se debe cerciorar que los primeros
centímetros de la capa del suelo estén húmedos durante el amacollamiento.
La lámina total a aplicar es entre 50 y 80 cm, lo cual depende principalmente
de las condiciones climatológicas y fechas de siembra. El último riego
se debe programar entre el inicio y 100 % del espigamiento, de acuerdo a la
capacidad de retención de humedad del suelo y al riego de acame del cultivo.

Control de malezas

En la región se presentan problemas de malezas que pueden afectar el


rendimiento y la calidad del forraje; además, pueden ser huéspedes de plagas y
enfermedades. Las especies predominantes durante el desarrollo del cultivo son
de tipo anual: de hoja angosta como la avena silvestre y de hoja ancha como
la mostacilla, rabanillo y mostaza. Su control es esencial durante las etapas
iniciales del crecimiento. Para eliminar la primera generación la labor cultural
empleada es el método de riego “muerto”. El uso de semilla certificada ayuda a
prevenir la introducción y dispersión de nuevas especies.

El control químico se recomienda solo cuando existen altas infestaciones


durante las etapas incipientes del cultivo: para las de hoja ancha se sugiere
el Brominal 240 CE, MCPA, Banuel 480 y el 2, 4-D Amina; mientras que el
Iloxan 28 CE y el Finaven 240E para las de hoja angosta (gramíneas). Estas
últimas son más difíciles de tratar porque pertenecen a la misma familia que
la cebada y la avena. Se deberán seguir las instrucciones del producto de manera
cuidadosa, aplicarlo específicamente para las etapas de desarrollo señaladas
y consultar a técnicos especialistas ante cualquier duda.

Plagas

Las plagas que pueden surgir en forma esporádica son los pulgones del cogollo
y del follaje, sin embargo, estos causan un daño mínimo y, por lo tanto, no se
recomienda su control.

33
Enfermedades

Los cereales como la avena y la cebada presentan enfermedades que pueden ser
importantes bajo ciertas condiciones ambientales.

Royas. Estas pueden atacar las hojas y tallos de cebadas y, en menor proporción,
de avenas; lo cual provoca un decremento de la producción y calidad del
forraje. Aparecen con mayor severidad en la zona Costa. Se caracterizan por
manifestar lesiones redondas u ovaladas de color amarillo naranja a café rojizo.
La medida de control más significativa es la utilización de variedades resistentes.

Carbones. Existen dos tipos: el carbón volador o descubierto, encontrado en


la región, y el carbón cubierto. Los síntomas surgen después del espigamiento
y consisten en la aparición de una masa de esporas de color negro olivo que
reemplaza a los granos. El carbón descubierto es controlado con semilla
certificada y mediante tratamiento de la semilla con fungicidas sistémicos.
También se pueden presentar problemas de cenicilla, escaldadura y
helmintosporiosis, sin llegar a ser un problema económico.

Cosecha

Heno. Para la cosecha se debe considerar la calidad y cantidad de forraje que se


desea obtener; ello dependerá principalmente del estado de madurez en que es
cosechado. Las etapas en las cuales se puede cosechar son las siguientes:

Estado de floración. La planta permanece verde pero las hojas inferiores


comienzan a secarse. En esta fase se consigue la máxima cantidad de materia
seca digestible; no obstante, la producción de materia seca es menor, entre 15 y
25 %. Es conveniente cortarlo en este periodo cuando el forraje se proporciona
a animales con altos requerimientos de nutrientes, por ejemplo, en la fase de
crecimiento, lactación o en el último tercio de gestación. Las mayores ganancias
de peso por hectárea se adquieren cuando se corta en esta etapa.

Estado lechoso. Es el menos palatable para el ganado y produce menores


ganancias de peso cuando se ha probado con ganado de carne y borregos; en
consecuencia, es preferible esperar a cortarlo en el periodo de masa blanda.

Estado de masa blanda. El forraje cortado en esta fase tiene el mayor rendimiento
de forraje seco; sin embargo, presenta una menor digestibilidad de la fibra y
contenido de proteína respecto al forraje cortado en estado más tierno.

34
Pastoreo. Estos cereales también se pueden pastorear, aunque se deben
considerar pérdidas por pisoteo de 20 a 35 %. Para el pastoreo de animales
jóvenes (140 a 250 kg) es recomendable hacerlo poco antes del espigamiento
del cereal a fin de obtener la máxima ganancia de peso. Se debe tener
cuidado de no pastorear el cereal demasiado joven o de fertilizar con niveles
altos de nitrógeno, pues podría haber problemas de intoxicación por nitratos, lo
cual podría provocar la muerte de los animales.

Ensilado. La cebada y avena producen hasta el doble de nutrientes digestibles


cuando se ensilan que al ser cosechados para grano; no obstante, es más difícil
hacer un ensilado de excelente calidad con éstos que con otros cultivos
comúnmente utilizados para dicha tarea, como el maíz o el sorgo. Por lo
anterior, es mejor emplearlos en forma de heno, pastura verde o pastoreo directo.

Para realizar el ensilado de los cereales es necesario que la humedad sea


de entre 60 y 70 % (estado de masa blanda) al momento del corte. En el estado de
floración, la humedad del forraje es muy alta para ser ensilado de forma directa,
por tal, hay que secarlo hasta alcanzar la humedad recomendada.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Juan Antonio Chávez Durón
Teléfono: 5538718700 ext. 81954
chavez.juan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Sitio Experimental Costa de Ensenada
Centro de Investigación Regional Noroeste

35
Avena y cebada bajo temporal en la Costa de Ensenada

Introducción

En la región Costa de Ensenada se siembran alrededor de 35,000 hectáreas (ha)


de temporal (promedio de los últimos cuatro ciclos), de los cuales la cebada y la
avena son los principales cultivos forrajeros, con un rendimiento promedio de
1.7 y 2.2 toneladas por hectárea (t/ha) de forraje seco, respectivamente. La siembra
de estos cultivos representa un importante recurso forrajero, ya que son utilizados
en la alimentación del ganado de la región, ya sea cosechado y empacado o
pastoreado. También el grano cosechado es empleado en la alimentación animal.

La lluvia es el principal limitante en la producción de cereales bajo temporal


tanto en cantidad como en distribución; por ende, las prácticas deberán
dirigirse al máximo aprovechamiento del agua. Debido a lo anterior, durante
la mayor parte del año no se logra el suficiente desarrollo de estos cultivos para la
producción de grano; en consecuencia, es relevante puntualizar desde el inicio
el propósito del cultivo, con el fin de elegir la variedad y el manejo adecuado.

La cebada tiene una buena adaptación a todos los rangos de altitud y a los
tipos de suelos del área costera y valles altos; sin embargo, se ha observado que
prospera mejor en suelos de textura ligera a media, sin problemas de drenaje y
con un potencial de hidrógeno (pH) de neutro a alcalino. Es uno de los cultivos más
tolerantes a la salinidad. De acuerdo a la cantidad de lluvia recibida durante el
desarrollo del cultivo, se puede cosechar grano, forraje para henificado o ensilado, o
ser pastoreado por el ganado.

36
La avena prospera en suelos con textura ligera a media, sin problemas de
drenaje y con un pH de ligeramente ácido a neutro. Es muy sensible a la
salinidad del suelo. Al igual que la cebada, se puede sembrar en todas las zonas
de temporal de la región. En años con precipitación arriba del promedio, tendrá
mayor producción de forraje y de mayor calidad. Se recomienda para cultivar
forraje henificado, pues es más difícil la obtención de grano, ya que necesita
más agua que la cebada.

Preparación del terreno

La preparación del suelo es fundamental para conseguir una buena germinación y


maduración uniformes. Dado lo errático de la precipitación, dicha preparación
dependerá de la cantidad de lluvia esperada.

Barbecho. La finalidad es aflojar la tierra para que tenga suficiente aire y


capacidad de almacenamiento de agua. La operación se efectúa mediante
arados de discos o arados de vertederas. En años donde se esperan precipitaciones
superiores a 300 milímetros (mm) o el suelo tenga problemas de compactación,
puede ser recomendable barbechar a una profundidad de 30 a 40 centímetros
(cm). En suelos arcillosos se debe arar al menos un mes antes para lograr una
buena granulación de la tierra, mientras que en suelos ligeros se puede arar con
poco tiempo de anticipación de la siembra.

Rastreo. El objetivo es crear una cama superficial y fina para la germinación de las
semillas. Esta labor se realiza con rastras de discos o de dientes. La preparación
de la cama de siembra puede consistir en uno o dos pasos de rastra, según el
problema de malezas y la textura del suelo. En suelos con poco problema de
malezas o ligeros, es posible dar un solo rastreo después de la primera lluvia
y sembrar de inmediato con voleadora o con drilla (sembradora triguera). En
suelos con alta incidencia de malezas es aconsejable dar un paso de rastra para
que el suelo capte agua, así como dar otro después de la emergencia de malezas
con el fin de eliminarlas; sembrar de inmediato. En suelos pesados también
pueden ser necesarios dos pasos de rastra para dejar el suelo mullido.

Variedades

Para escoger una variedad adecuada, el productor debe considerar factores


como la calidad, tolerancia a enfermedades, tolerancia al acame y rendimiento.

37
Los mejores rendimientos de forraje se han obtenido con variedades de ciclo
precoz e intermedio.

Época de siembra

La fecha de siembra se da con el establecimiento de las lluvias y de la


humedad presente en el terreno. En un terreno con un rastreo previo
para captar humedad es posible sembrar con los primeros 25 mm de lluvia;
esto puede ocurrir entre noviembre y enero. No son recomendables siembras
más tardías debido al riesgo de no haber suficiente humedad para las etapas
iniciales o de desarrollo y, por lo tanto, presenten muy bajos rendimientos.
Solo en caso de tener disponibilidad de agua para dar riegos de auxilio, se
puede sembrar en el mes de febrero.

Forma de sembrar

Por lo general, en la región se siembra en húmedo, después de las primeras


lluvias. Cuando se siembra al voleo, se utiliza una “voleadora” que distribuye la
semilla en un ancho de 8 a 12 metros (m). La semilla se tapa con un paso de
rastra ligero o se usa una rastra de dientes, cuidando que la semilla no permanezca
a una profundidad mayor de 5 a 10 cm. También se puede sembrar en hileras
mediante la drilla. La distancia entre hileras puede variar según las condiciones y la
marca de la sembradora. Lo más común es sembrar a una distancia de 11 a 25 cm
entre hileras.

Cuadro 7. Características de variedades de cebada y avena forrajeras


recomendadas para la Costa de Ensenada
Susceptibilidad
Ciclo Rendimiento
Variedad Origen a
vegetativo¹ de FS³ t/ha
enfermedades²
Atlas Marruecos I Resistente 16.5
C UC-603 California P Moderada 13.4
E UC-337 California P-I Resistente 12.5
B
Cerro Prieto INIFAP I Susceptible 12.5
A
Solum EUA I Moderada 12.0
D
A BO1-182 EUA I Resistente 10.6
S Cucapah INIFAP I Moderada 11.5
BA-8055 EUA T Susceptible 10.0

Continúa Cuadro 7...

38
Continúa Cuadro 7...
Susceptibilidad
Ciclo Rendimiento
Variedad Origen a
vegetativo¹ de FS³ t/ha
enfermedades²
Juchitepec INIFAP I Resistente 14.3
Chihuahua INIA I Susceptible 13.9
Ópalo - I–T Moderada 13.5
A
Babícora INIFAP I Moderada 13.2
V
Cuauhtémoc INIA I Susceptible 13.2
E
N Coker - I - 13.0
A Cusi INIFAP P - 12.5
S Guelatao INIA P Susceptible 12.5
Nodaway - P - 11.7
Papigochi INIFAP I–T Moderada 11.2
Texas - P Susceptible 11.0
Tulancingo INIA P Susceptible 10.7
¹ I = Intermedio, P = Precoz, T = Tardía; ² Se refiere principalmente a royas de la hoja,
aunque puede variar en diferentes regiones o años; ³ FS = Forraje Seco; t/ha = toneladas
por hectárea; - sin información

Cantidad de semilla para la siembra

Para asegurar una buena población de plantas se sugiere emplear de 80 a


110 kilogramos (kg) de semilla por hectárea, con un porcentaje mínimo de
germinación de 85 %. Se siembra mayor cantidad de semilla para siembras al
voleo, cuando el terreno presenta una alta infestación de malezas o cuando se
esperan buenas condiciones de crecimiento (precipitaciones superiores a 300 mm
durante el ciclo). En cambio, se siembra una menor cantidad de semilla cuando
se considera que habrá poca precipitación o al sembrar con drilla. Es importante
calibrar el equipo con el cual se sembrará para lograr resultados óptimos.

Fertilización

La fertilización en condiciones de temporal depende en su mayoría de la


cantidad de lluvia recibida por el cultivo durante su desarrollo. El nitrógeno
(N) es el nutriente más importante y, por lo general, se sugiere de 30 a
80 kilogramos por hectárea (kg/ha); se requieren menores cantidades en
años secos. Se recomienda tirar el fertilizante junto con la semilla para que éste se
incorpore al tapar la semilla. En caso de no haber fertilizado la siembra y que exista

39
un buen temporal (buenas precipitaciones) se puede aplicar de 20 a 40 kg de
N/ha en el periodo de amacollamiento, antes de la aparición del primer nudo.

El fósforo, segundo nutriente en relevancia, es necesario para el buen


desarrollo de las raíces, en especial durante las primeras etapas. Se puede
realizar un análisis de suelo para determinar si éste es deficiente en fósforo;
en tal caso, se recomienda aplicar de 20 a 40 kg/ha a la siembra, tirando el
fertilizante junto con la semilla.

El potasio es de menor importancia en el cultivo de los cereales porque en los


suelos de la región se encuentra normalmente en suficiente cantidad.

Control de malezas

En la región se presentan problemas de malezas que pueden afectar el


rendimiento y la calidad del forraje; asimismo, pueden llegar a ser huéspedes de
plagas y enfermedades. Las malezas predominantes durante el desarrollo
del cultivo son de tipo anual: de hoja angosta como avena silvestre y de hoja ancha
como mostacilla, rabanillo y mostaza. El control de malezas es esencial en las
primeras fases del crecimiento. El efecto en el rendimiento es mayor cuando
las malezas se establecen antes del amacollamiento, pero si la población es
pobre, las malezas que emergen después de éste pueden representar un problema.
El control de malezas requiere tanto de labores culturales como de la aplicación
cuidadosa de herbicidas específicos.

Una de las labores culturales utilizadas es el método de “secano”, el cual


consiste en eliminar las malezas mediante rastreos en verano y otoño durante un año;
esto además favorece la conservación de la humedad del suelo. El uso de semilla
certificada ayuda a prevenir la introducción y dispersión de nuevas malezas.
Otras prácticas que contribuyen a controlar o minimizar la competencia con
malezas son la preparación oportuna del terreno, selección de la variedad
adecuada, densidad y profundidad de siembra y uso adecuado de los fertilizantes, así
como mantener libre de malezas áreas problemas como cercos, bordos y orillas
de caminos.

El control químico se recomienda solo cuando se prevea un buen temporal,


con precipitaciones de al menos 250 mm durante el desarrollo del cultivo. Para
el control de las malezas de hoja ancha se sugiere el Brominal 240 CE, MCPA,
Banuel 480 y el 2,4-D Amina; mientras que el Iloxan 28 CE y el Finaven 240E para

40
las de hoja angosta (gramíneas). Estas últimas son más difíciles de tratar porque
pertenecen a la misma familia que la cebada y la avena. Se deberán seguir las
instrucciones del producto de manera cuidadosa, aplicarlo específicamente
para las etapas de desarrollo señaladas y consultar a técnicos especialistas
ante cualquier duda.

Plagas

Las plagas que pueden surgir de forma esporádica son los pulgones del cogollo
y del follaje; sin embargo, estos causan un daño mínimo y, por lo tanto, no se
recomienda su control.

Enfermedades

Los cereales como la avena y la cebada presentan enfermedades que pueden


ser importantes bajo ciertas condiciones ambientales. A continuación, se
mencionan algunas de las más destacadas que se han observado en la zona.

Royas. Estas pueden atacar las hojas y tallos de cebadas y, en menor proporción,
de avenas; lo cual provoca un decremento de la producción y calidad del
forraje. Aparecen con mayor severidad en la zona Costa. Se caracterizan por
manifestar lesiones redondas u ovaladas de color amarillo naranja a café rojizo.
La medida de control más significativa es la utilización de variedades resistentes.

Carbones. Existen dos tipos: el carbón volador o descubierto, encontrado en


la región, y el carbón cubierto. Los síntomas surgen después del espigamiento
y consisten en la aparición de una masa de esporas de color negro olivo que
reemplaza a los granos. El carbón descubierto es controlado con semilla
certificada y mediante tratamiento de la semilla con fungicidas sistémicos.
También se pueden presentar problemas de cenicilla, escaldadura y
helmintosporiosis, sin llegar a ser un problema económico.

Cosecha

Heno. Para la cosecha se debe considerar la calidad y la cantidad de forraje


que se desea obtener; ello dependerá principalmente del estado de madurez
en que es cosechado. En temporal se debe tomar en cuenta la cantidad de
lluvia recibida, pues podría ser conveniente cortar antes de lo previsto si

41
no se espera suficiente lluvia para que el cultivo alcance estados de desarrollo
avanzados. Las etapas en las cuales se puede cosechar son las siguientes:

Estado de floración. La planta permanece verde pero las hojas inferiores


comienzan a secarse. En esta fase se consigue la máxima cantidad de materia
seca digestible; no obstante, la producción de materia seca es menor, entre 15 y
25 %. Es conveniente cortarlo en este periodo cuando el forraje se proporciona
a animales con altos requerimientos de nutrientes, por ejemplo, en su fase de
crecimiento, vacas en lactación o en el último tercio de gestación. Las mayores
ganancias de peso por hectárea se adquieren cuando se corta en esta etapa.

Estado lechoso. Es el menos palatable para el ganado y produce menores


ganancias de peso cuando se ha probado con ganado de carne y borregos; por
tal, es preferible esperar a cortarlo en el periodo de masa blanda.

Estado de masa blanda. El forraje cortado en esta fase tiene el mayor


rendimiento de forraje seco; sin embargo, presenta una menor digestibilidad
de la fibra y contenido de proteína respecto al forraje cortado en estado más
tierno. Después de este periodo, disminuye de manera considerable la calidad
del forraje y no se incrementa el rendimiento. Se recomienda cortar en este
estado cuando se quiere obtener la máxima cantidad de pacas o el forraje cosechado
se proporcionará a animales con menores requerimientos nutricionales,
como animales en mantenimiento, vacas con menos de seis meses de gestación
o animales en crecimiento con bajas ganancias de peso.

Pastoreo. Estos cereales también se pueden pastorear, aunque se deben


considerar pérdidas por pisoteo de 20 a 35 %. Para el pastoreo de animales
jóvenes (140 a 250 kg) es recomendable hacerlo poco antes del espigamiento del
cereal a fin de obtener la máxima ganancia de peso. Se debe tener cuidado
de no pastorear el cereal demasiado joven o de fertilizar con niveles altos de
nitrógeno, pues podría haber problemas de intoxicación por nitratos, lo cual
podría provocar la muerte de los animales.

Para el mejor aprovechamiento del pastoreo, se sugiere efectuar la rotación


de potreros y suplementación mineral; en lo posible, se debe evitar el pastoreo en la
pradera cuando esté demasiado húmeda, ya que las pisadas del ganado pueden
causar perjuicios.

Ensilado. La cebada y la avena producen hasta el doble de nutrientes digestibles


cuando se ensilan que al ser cosechados para grano; no obstante, es más difícil

42
hacer un ensilado de excelente calidad con éstos que con otros cultivos
comúnmente utilizados para dicha tarea, como el maíz o el sorgo. Por lo
anterior, es mejor emplearlos en forma de heno, pastura verde o pastoreo directo.

Para realizar el ensilado de los cereales es preciso que la humedad sea de entre 60
y 70 % (estado de masa blanda) al momento del corte. En el estado de floración, la
humedad del forraje es muy alta para ser ensilado de forma directa, por tal, hay
que secarlo hasta alcanzar la humedad recomendada.

Puede ser necesaria la utilización de preservativos químicos como el ácido


acético o el propiónico. También es importante compactar muy bien el forraje
y sellar el silo para evitar al máximo el contacto con el aire.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Juan Antonio Chávez Durón
Teléfono: 55 38718700 ext. 81954
chavez.juan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Sitio Experimental Costa de Ensenada
Centro de Investigación Regional Noroeste

43
Calabacita: Agricultura protegida

Introducción

La calabacita (Cucurbita pepo L.) es una especie considerada originaria de


México y de América Central, la cual fue distribuida a América del Norte y Sur. Son
plantas anuales, con vellosidad en tallos y hojas; en general, de hábito subarbustivo
y frutos cilíndricos. Las partes comestibles de la planta son las flores, los brotes
tiernos y los frutos tanto tiernos como maduros.

Requerimientos: Se adapta con facilidad a los suelos de textura franca, profundos


y con buen drenaje; son los más adecuados para obtener el mayor potencial de
rendimiento. El potencial hidrógeno (pH) óptimo oscila entre 5.6 y 6.8, pero
puede adaptarse a terrenos con valores de pH entre 5 y 7. La germinación de
la semilla se inicia cuando el suelo alcanza una temperatura de 20 a 25 grados
Celsius (°C). Para el desarrollo vegetativo de la planta debe mantenerse una
temperatura ambiental de 25 a 30 °C, mientras que en la floración de 20 a 25 °C.
La deficiencia de luz repercutirá de forma directa en la disminución del número
de frutos en la cosecha; asimismo, la intensidad lumínica determinará la
relación final de flores masculinas y femeninas: se observa que en periodos
cortos de luz se favorece la producción de flores femeninas (8 horas diarias
de fotoperiodo).

Preparación del terreno

Antes de iniciar la construcción de la malla de cultivo o invernadero se

44
recomienda realizar el subsoleo, barbecho, rastreo y nivelación; posterior a su
construcción, se deben realizar camas de cultivo de 120 centímetros (cm) de
ancho con 40 cm de altura, 20 cm de talud, 80 cm de cama central superior y
pasillos con separaciones de 40 cm entre camas. Debido al manejo técnico y a
las prácticas culturales del cultivo se propone que las camas se elaboren de 50 y
hasta 100 metros (m) de longitud.

Fecha de siembra

En el Valle de Mexicali, para cultivo en malla de cultivo o invernadero se sugieren


dos ciclos por año tanto para siembra directa como para trasplante. El primer
ciclo se aconseja del 1 de enero al 25 de febrero para siembras en charolas,
mientras que para siembra directa, del 1 de febrero al 30 de abril. Respecto al
segundo ciclo, se recomienda siembra directa del 25 de julio al 15 de agosto en
ambientes protegidos.

Variedades

Las variedades con mayores rendimientos en los dos ciclos son: Estrella,
Huracán, Arte F1 y Aurora.

Densidad de siembra

En sistemas protegidos deben utilizarse 2.5 a 3.5 plantas por metro cuadrado
(m²), con distancias de 40 cm entre hileras y 35 a 50 cm entre plantas.

Fertirriego

Es conveniente realizar un análisis de suelo y agua para determinar la fertirrigación.


La humedad debe ser constante desde la germinación, que inicia entre los cuatro
y ocho días después de la siembra, hasta el final del cultivo. La fertirrigación
comienza cuando se observan las primeras hojas verdaderas con una
solución al 50 % de los siguientes nutrimentos minerales (miligramos por litro
[mg/l]): 250 nitrógeno (N), 50 fósforo (P), 250 potasio (K), 280 calcio (Ca),
50 magnesio (Mg), 2 fierro (Fe), 0.5 manganeso (Mn), 0.5 Boro (B), 0.1 Cobre
(Cu) y 0.1 Zinc (Zn).

Polinización

Para lograr una polinización eficiente se deben colocar de seis a ocho colmenas

45
de abejas o abejorros por hectárea cuando se presente la apertura floral. Evitar la
aplicación de agroquímicos que promuevan la mortalidad de los polinizadores.

Podas de hojas y frutos

En ambientes protegidos se sugiere la poda de hojas, pues es la actividad


que favorece el crecimiento y desarrollo del cultivo, disminuye la incidencia de
enfermedades y facilita la cosecha. Es preciso eliminar las hojas enfermas, frutos
deformes y plantas poco productivas. Todo el material vegetal originado de
las podas debe extraerse de la unidad de producción para reducir los problemas
de plagas y enfermedades.

Combate de maleza

Las malezas o malas hierbas son distintas para el ciclo invernal y de verano; no
obstante, en ambos casos se debe hacer el control cultural cuando la altura de
la maleza sea inferior a 5 cm o el control químico bajo las recomendaciones del
producto comercial. Utilizar Fluazifop-butyl o Clethodim en postemergencia. Para
mayor información consultar al personal investigador del Campo Experimental
Valle de Mexicali o a su técnico.

Plagas

Los ambientes protegidos deben recibir el mantenimiento necesario para evitar la


entrada de plagas, así como capacitar al personal para usar y promover el
manejo integrado con métodos alternativos y preventivos. Sin embargo, en
caso de aparecer alguna plaga se sugiere utilizar el manejo de insumos de bajo
impacto ambiental. Las principales plagas son las siguientes:

Mosca blanca. Este insecto es un transmisor de virus. Los daños se observan


como amarillamiento en las hojas y debilitación de las plantas. Para su
manejo se aconseja: respetar las fechas de siembra, efectuar la destrucción de
residuos anteriores, colocar trampas cromáticas amarillas y realizar un control
preventivo con 2.5 mililitros (ml) de Imidacloprid o Endosulfan por litro de
agua. En cosecha, emplear productos de baja residualidad como el extracto
del árbol de Neem o ajo a dosis de 3 mililitros por litro (ml/l) de agua.

Araña roja. Se presenta en el envés de las hojas y provoca defoliaciones. Las


temperaturas elevadas y la escasa humedad relativa favorecen su desarrollo. Se
controla con 1.5 a 2 ml de Abamectina por litro de agua.

46
Paratrioza o Mosca psílido. El daño causado por las ninfas se aprecia como
clorosis y rizado de las hojas. Se recomienda adquirir plantas libres de plagas
y colocar trampas amarillas, naranjas o verdes en la parte superior de la planta.
Para su control, aplicar de 2.5 a 3.5 ml de Diazinon por litro de agua.

Enfermedades

Cenicilla polvorienta. Surgen manchas amarillas en las hojas de forma angular,


después se necrosan en el centro y muestran pubescencia blanca. Para su
prevención y control se sugiere administrar fungicidas cúpricos como el
Oxicloruro de Cobre a dosis de 1.5 a 2 gramo (g) disueltos en un litro de agua.

Virus

Son transmitidos principalmente por la mosca blanca; se manifiestan síntomas


de plantas raquíticas con foliolos amarillos y deformes. Se aconseja
eliminar las plantas enfermas, colocar trampas amarillas y realizar aplicaciones
preventivas de insecticidas sistémicos.

Cosecha

La cosecha se realiza de forma manual cuando los frutos alcanzan de 13 a 15 cm


de largo y de 3 a 5 cm de diámetro. Se requiere de un cuchillo o navaja filosa
para cortar el pedúnculo de los frutos; éstos no deben jalarse, pues se dañarían
al igual que la planta y, en consecuencia, se reduciría el periodo de producción.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Antonio Morales Maza
Teléfono: 5538718700 ext. 81617
morales.antonio@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

47
Cártamo

Introducción

En el Valle de Mexicali, el cultivo de cártamo inició de manera comercial en el


ciclo 1965-966. Esta oleaginosa es una opción durante el ciclo otoño-invierno
debido a su buena adaptación a las condiciones climatológicas. En la actualidad
existe una creciente demanda de aceites en nuestro país; por tanto, el cártamo
ofrece la oportunidad de diversificar el patrón de cultivos, ya que tiene
rendimientos de grano e índices de calidad muy aceptables para la producción
de aceites.

Preparación del terreno

Una buena preparación del terreno favorece la emergencia y el desarrollo de


la planta, por ende, se sugieren las prácticas agrícolas de subsoleo, barbecho,
rastreo, nivelación, surcado y bordeo. La nivelación es de vital importancia.

Época de siembra

El periodo de siembra del cártamo es del 15 de noviembre al 31 de diciembre.

Variedades

Las variedades recomendadas por el INIFAP-CEMEXI, así como sus características


y contenido de aceite y ácidos grasos se presentan en el Cuadro 8.

48
Método de siembra

Suelos medios y ligeros: en estos tipos de suelo se sugiere trazar surcos de 75 a


100 centímetros (cm) de ancho. En el primer caso, sembrar a una hilera y, en
el segundo, a dos, con una separación entre 25 y 30 cm.

Suelos pesados: trazar camas de 1 a 1.5 metro (m) de ancho y sembrar a doble
hilera en seco; depositar la semilla a 2 o 3 cm de profundidad. En camas con
separación de 1.5 m, la distancia entre hileras puede ser de 60 cm; se utilizará
en suelos con problema de sales y fuerte agrietamiento.

Densidad de siembra

Se aconseja emplear entre 12 y 15 kilogramos por hectárea (kg/ha) de semilla


certificada con 80 % de germinación.

Cuadro 8. Características de variedades de cártamo para el Distrito de


Riego 014, Río Colorado.
Variedad Aceite (%) Linoléico (%) Oléico (%)

Oléico

CIANO-OL 37.23 13.5 76.9

CHEY-OL 40 14.0 77.0

S-334 38 - 76

S-518 40 13 78.8

CW-99 40 12.5 75.5

Linoléico

GILA 35.5 68.5 -

CIANO-LIN 41.5 79.6 11.5

RC-1002 40.5 78.6 11.8

RC-1005 41.9 77.0 12.0

RC-1033 40.8 77.7 12.0

S-719 40.9 76 13.7

49
Riego

Los calendarios de riego por tipo de suelo pueden usarse de guía para decidir el
momento del riego. Están sujetos a cambio en función de la fecha de siembra,
del contenido de salinidad del suelo y de las condiciones climatológicas
prevalecientes durante el desarrollo fenológico del cultivo.

Cuadro 9. Calendario de riegos de auxilio para cártamo


Días después del riego de
Días a partir de la siembra
germinación
Número de
riego Suelos medios Suelos ligeros Suelos pesados
(Tierra venida) (Tierra venida) (Siembra en seco)

1° 65 50 55

2° 35 25 35

3° 30 20 25

4° - 15 20

5° - 15 -
Los intervalos están dados para una fecha de siembra en la primera quincena de
diciembre. Evitar los encharcamientos ya que originan pudrición en las raíces del
cártamo, particularmente en suelos pesados.

Fertilización

Se sugiere administrar entre 120 y 140 kilogramos (kg) de nitrógeno por


hectárea (N/ha), de preferencia la dosis mayor para los suelos pesados. Aplicar
la mitad del nitrógeno en presiembra y el resto en el primer riego de auxilio.

Combate de maleza

Entre las malas hierbas presentadas en el cultivo de cártamo, las más importantes
son la avena silvestre, alpiste silvestre, mostacilla, alambrillo y trébol. Al inicio
del ciclo, el crecimiento del cártamo es lento y los efectos por competencia con
maleza pueden resultar severos; por tal, se propone mantener el cultivo libre
de maleza durante los primeros días de nacido.

Control mecánico

Se recomienda efectuar dos cultivos mecánicos: el primero entre los 20 o 25


días de emergida la planta y el segundo después del primer riego de auxilio,

50
durante el suelo de “punto”. La maleza que permanezca por arriba de los surcos
puede eliminarse de forma manual después del cultivo.

Control químico

Preemergencia. En campos con antecedentes de altas infestaciones de maleza


en las primeras etapas de desarrollo del cultivo, se aconseja la aplicación
de herbicidas en preemergencia. Para el control del chual, quelite, avena,
alpiste silvestre y cola de zorra se sugiere usar entre 960 y 1,440 gramos
de ingrediente activo (gia) de Trifluralina. Postemergencia: Para el control
específico de las gramíneas como la avena y el alpiste silvestre, la cola de zorra
y otros, se propone la aplicación de los herbicidas Sethoxydim en dosis de
184 gia/ha o Fluazifop en dosis de 187.5 gia/ha. Dichos productos son selectivos
para cártamo. Se asperjan sobre el follaje en postemergencia cuando los zacates están
en el inicio del amacollamiento.

Control de plagas

Pulgón myzus. Aparece desde los primeros meses del año hasta la primavera,
época en la cual el cártamo está en crecimiento. Este insecto causa amarillamiento
y arrugamiento de las hojas, así como disminución en el desarrollo de la planta,
pues se alimenta succionando la savia de las partes tiernas, como las yemas
de crecimiento. Entre los productos y dosis por hectárea que experimentalmente
han resultado eficaces para su control, se puede mencionar el Dimetoato a dosis
de 400 gia/ha.

Chinche lygus. Los adultos y las ninfas de estas chinches chupan la savia de
las plantas desde la primera etapa del desarrollo del cultivo; no obstante, la
fase crítica se produce durante la floración de la planta y el desarrollo del grano.
Es una plaga de poca importancia en el cultivo del cártamo: se ha observado que
infestaciones de 30 chinches (incluyendo ninfas) por redada no afectan
los rendimientos.

Enfermedades

Chahuixtle o roya. Puede presentarse tanto en las plantas jóvenes como en


las adultas. En esta región solo se ha detectado en la etapa adulta. El síntoma más
común es la presencia de pústulas color café en las hojas. Los daños causados

51
por esta enfermedad no son de importancia económica, es decir, no disminuye
los rendimientos; por ende, se recomienda no utilizar productos químicos.

Pudrición de raíz. Esta enfermedad surge cuando se originan encharcamientos


en el terreno ocasionados por una nivelación incorrecta o cuando el agua de
riego no se drena de manera oportuna; esta situación es más frecuente en suelos
pesados. La enfermedad puede aparecer en cualquier etapa de desarrollo del
cultivo, en particular, en la de fructificación.

Falsa cenicilla. Esta enfermedad fue detectada en la región hasta el año 2016;
anteriormente no se tenía reporte alguno. Los síntomas característicos son
manchas circulares de color café claro con aspecto blanquecino por el
haz y el envés de las hojas, las cuales corresponden a las esporas hialinas y,
por lo general, bicelulares del hongo Ramularia carthami. Es común que la
enfermedad inicie en el tercio inferior de la planta; su avance es ascendente y
muy rápido. Para la identificación y control contacte a su técnico.

Cosecha

La trilla debe realizarse cuando la apariencia de la planta sea completamente


seca; en esta fase la semilla deberá desprenderse fácilmente del capítulo y su
contenido de humedad será alrededor de 6 %.

Para mayor información sobre el manejo de herbicidas y combate de maleza


consulte a su técnico o visite el Campo Experimental Valle de Mexicali, B.C.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Eva Ávila Casillas
Teléfono: 55 38718700 ext. 81608
avila.eva@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

52
Cítricos

Introducción

Los cítricos en el Valle de Mexicali cubren una superficie de alrededor de 400


hectáreas (ha), de las cuales 53 % son de naranja, 25 % de limón amarillo y
22 % de mandarina y toronja. La fruta se vende principalmente a nivel local,
aunque en ocasiones se exporta hacia Estados Unidos, sobre todo el limón.
Estos frutales contribuyen a la diversificación de los cultivos establecidos
y generan empleo y divisas para la gente del campo. A pesar de requerir
mayores volúmenes de agua que los cultivos de trigo y algodón, tienen
una mayor retribución económica por metro cúbico de agua utilizada. La
escasa información a nivel local sobre el manejo agronómico conveniente
para estos cultivos, limita su productividad y reduce la longevidad o vida útil
de las huertas. Por otra parte, los problemas de manejo detectados afectan de
forma considerable la calidad y la producción. Entre éstos se incluyen: huertas
cerradas (con escasa producción y localizadas en la porción superior del árbol, lo
que encarece la cosecha); deficiencias nutrimentales de nitrógeno y micro elementos
como manganeso, hierro, zinc y cobre; muerte y secadera de plantas (sobre todo
en manchones dentro de la huerta); crecimiento y desarrollo débil de los árboles
por estar en suelos inapropiados (salinidad o drenaje deficiente); así como
fruta de baja calidad por ataque de plagas y enfermedades. A continuación, se
presentan las prácticas sugeridas para un control adecuado de los huertos.

53
Selección del terreno

Se requieren suelos de texturas franco arenosa o franca arcillosa, con buen drenaje
y aireación. Los suelos de textura pesada o arcillosa que tienen limitaciones
de drenaje no son aptos para los cítricos, ya que están asociados con la salinidad,
sodicidad, compactación, problemas de crecimiento y proliferación de
enfermedades radicales. Contenidos de sales solubles superiores a 3.2 milimhos
por centímetro cuadrado (mmhos/cm2) pueden reducir el rendimiento 25 %.
El potencial de hidrógeno (pH) más conveniente para el desarrollo de los cítricos se
ubica entre 5.5 y 6.5.

Preparación del terreno

La nivelación del terreno con equipos especializados es indispensable para


evitar encharcamientos que favorezcan enfermedades y proteger así los altos costos
implicados en el establecimiento y cultivo de los huertos. Las prácticas culturales deben
incluir: un paso de subsuelo profundo, barbecho a profundidad mínima
de 25 centímetros (cm) y pasos de rastra suficientes para dejar bien mullido el
suelo. Si se pretende adicionar materia orgánica en forma de estiércol de bovino,
gallinaza o cualquier otro material crudo, ésta deberá someterse previamente
a un tratamiento de calor (por ejemplo, solarización: cubrimiento con plástico
negro), con el objetivo de eliminar semillas de maleza y organismos dañinos
(patógenos e insectos plaga). Después, se incorporan al suelo durante el otoño previo
al establecimiento de la huerta. Las cantidades por aplicar no deberán ser
inferiores a 5 toneladas por hectárea (t/ha) para lograr una buena respuesta
al tratamiento.

Marco de plantación y distancia entre árboles

Los marcos de plantación sugeridos para el establecimiento de árboles de cítricos


son el rectangular y el cuadrado, ya que permiten un acceso adecuado de la
maquinaria y el equipo en la huerta para realizar las labores requeridas. Bajo
condiciones similares, los árboles de limones y toronjas crecen más grandes que
los naranjos, los cuales, a su vez, superan el porte de las mandarinas; por esta
razón, los distanciamientos varían en función del cítrico a plantar.

54
Cuadro 10. Distancias de plantación sugeridas para cítricos
Especie Distancia (m) Número de árboles por hectárea
cítrica Máxima Mínima Máxima Mínima

Toronja 9x8 8x6 208 139

Limón 8x8 7x5 286 156

Naranja 8x6 8x4 312 208

Mandarina 8x6 7x5 286 208

Variedades

La elección de la variedad del cítrico representa una de las decisiones más


importantes, de mayor incertidumbre y responsabilidad.

Variedades de naranja. Se recomiendan los tipos Valencia (Olinda, Midnihgt y


Cutter) para extracción de jugo y los Navel (Washington Navel y Dream Navel)
para consumo en fresco.

Variedades de limón. Se sugieren limones tipo americano o italiano como Eureka y


Lisboa, que se pueden cortar tanto en estado verde como en maduro (amarillo).

Variedades de toronja. Se aconsejan las variedades Marsh, de pulpa blanca, de


cáscara lisa color amarillo; así como, Río red, su pulpa es de color rojo intenso.

Variedades e híbridos de mandarina. Entre las variedades de mandarina se


recomiendan la Clementina, Dancy, Fina Sodea y Oroval; respecto a los
híbridos, los Tangelos Minneola y Orlando.

Plantación y primeros cuidados

Los primeros tres años deben dedicarse a desarrollar un árbol vigoroso, con ramas
fuertes. Durante la segunda y tercera estación de crecimiento se pueden
producir algunos frutos, pero no son de buena calidad. Los árboles empiezan a
generar rendimientos significativos de frutos y de calidad a partir de la cuarta estación
de crecimiento.

55
Época de plantación

Plantar desde mediados de septiembre a fines de noviembre, antes de que se


manifiesten temperaturas bajas. Las plantaciones durante el otoño permiten
que el árbol se establezca bien antes de la presencia de temperaturas muy
cálidas en el siguiente ciclo. Si se opta por plantar al inicio de la primavera, se
sugiere hacerlo en el período de febrero a marzo. Plantaciones más allá de ésta
fecha, exponen a los arbolitos a las temperaturas altas del verano, lo cual
limita su crecimiento.

Selección de material. Se aconseja privilegiar los arbolitos certificados,


libres de plagas y enfermedades, e injertados sobre porta injertos tolerantes a
enfermedades. Deben tener una altura mínima de un metro y un grosor de tallo
no menor a 1.5 cm de diámetro, con ramitas bien formadas y distribuidas de
forma adecuada alrededor del tallo.

Apertura de cepas. Las cepas (hoyos) se realizan a 50 cm de profundidad con


un diámetro de 30 a 40 cm. La tierra de la superficie debe colocarse en el fondo
del hoyo al momento de plantar el arbolito, pues por lo general ésta tiene un
mayor contenido de nutrientes, lo cual favorece el arraigo del arbolito. Al situar
al individuo en la cepa, la sección de la unión portainjerto-injerto debe
quedar por arriba del nivel del suelo (10 a 20 cm). Si ésta queda muy cerca del
suelo, el injerto podría ser dañado por enfermedades como la gomosis, además
de que se reducirían los efectos benéficos de usar el portainjerto como soporte.

Riegos y fertilización

Son preferibles los riegos frecuentes y con láminas pequeñas. Regar cada 10 o
15 días permitirá desarrollar arbolitos vigorosos. No se recomienda fertilizar al
plantar. Esta práctica se sugiere iniciarla hasta que el arbolito muestre indicios
de haber prendido e inicie la emisión de follaje nuevo. Las aplicaciones de
fertilizante en huertas en formación (árboles jóvenes) pueden concluir en el
mes de octubre. En el Cuadro 11 se muestran las dosis sugeridas de nitrógeno
(N), fosforo (P) y potasio (K).

56
Cuadro 11. Dosis de fertilizaciones sugeridas para árboles
jóvenes de cítricos
g/árbol/aplicación1 Número de
Años desde la g/árbol/aplicación1
(Fertilizante Triple aplicaciones
plantación (NPK)
17) por año

Primero 26 - 51 150 - 300 5 - 62

Segundo 51 - 102 300 - 600 4-5

Tercero 68 - 119 400 - 700 4-5

Cuarto 170 - 204 1000 - 1200 3-4

Quinto 204 - 255 1200 - 1500 3-4


1
Las dosis más pequeñas corresponden a la primera aplicación del año, se incrementan
gradualmente hasta alcanzar el valor mayor.
2
Iniciar tres a cuatro semanas después de la plantación
g=gramo

Combate de maleza

Cuando los arbolitos son pequeños, son muy sensibles a competir con la maleza,
en especial la de tipo perenne como el coquillo, la grama y el zacate Johnson; por
lo anterior, es necesario mantener limpia la huerta para evitar retrasos en el
desarrollo de los árboles. Los deshierbes manuales y mecánicos, así como la
aplicación de herbicidas deben ser labores cotidianas mientras los arbolitos
son pequeños.

Poda de árboles de cítricos

Igual que en cualquier otro árbol frutal, en los cítricos la poda se efectúa para
eliminar algunas ramas completas y despuntar las que lo permiten, a fin de
incidir en su forma, desarrollo y producción. Los principales objetivos de la
poda son: 1) producir árboles vigorosos, bien formados y sanos; 2) obtener
una distribución equilibrada de fruta de buena calidad en todo el árbol;
3) facilitar los trabajos en el árbol (aspersiones al follaje y cosecha) y en el suelo
(aplicación de fertilizantes, combate de maleza, pasos de maquinaria, etcétera)
y 4) conseguir que la producción sea precoz y uniforme todos los años. No se
debe menospreciar el hecho de que, al remover parte del follaje de un árbol,
se reduce también su habilidad de producir fruta. Por tal, siempre deberán
preferirse las podas ligeras a las severas.

57
Época de poda

La mejor época de poda es al inicio de la primavera (febrero a marzo), cuando


ha pasado el peligro de helada y antes de que el árbol inicie un nuevo ciclo de
crecimiento. La presencia de fruta madura en los árboles restringe el momento
en que éstos pueden ser podados. Bajo esta situación, la poda se retrasa hasta
que se haya recolectado la mayor cantidad de fruta, lo cual puede coincidir con
el inicio del verano.

Tipos de podas

Poda de formación. Empieza con el trasplante del árbol a su sitio definitivo.


Esta poda tiene por objeto ayudar a la planta a formar una estructura básica de
las primeras ramas para que se constituya una copa equilibrada y repartida. En
general, se inicia con la eliminación del brote terminal de la planta, hecho que
conlleva la inmediata detención temporal del desarrollo vertical, así como la
aparición y desarrollo de ramas laterales.

Poda de producción. Se realiza con el fin de equilibrar el desarrollo vegetativo


y productivo. Siempre deberá contarse con un número adecuado de hojas por
cada fruto. En árboles jóvenes, durante los primeros seis años la poda se limitará
a remover, de manera ocasional, ramas indeseables que pueden interferir con
el desarrollo de una estructura fuerte de ramas principales. Las ramas bien
espaciadas se deben dejar crecer bajo su propio patrón de crecimiento. Los
brotes laterales que muestren propensión a dirigirse hacia el centro del árbol
deben eliminarse junto con aquellas ramas de ángulos débiles, ya que son
proclives a romperse. Si se practica una poda regular o se hacen revisiones cada
seis meses será más fácil quitar las ramas cuando aún son pequeñas y no han
engrosado. Dado que los árboles de limón son más abiertos e irregulares
en sus hábitos de crecimiento, requieren más poda que otros cítricos. El limón
es propenso a generar brotes con muchas espinas que son mecánicamente
débiles y fáciles de quebrar. Estos brotes deben despuntarse en el sitio donde nazca
una rama lateral. Otra característica de los cítricos es que tienden a producir,
desde el centro del árbol, ramas fuertes con crecimientos horizontales y en
todas direcciones. Si no se podan, esas ramas pronto cubren el interior del árbol
con ramas entrecruzadas, lo cual es indeseable.

Los árboles de limón requieren cuidados y atención periódica para que


desarrollen una estructura fuerte. Siempre deberán preferirse las podas ligeras

58
a las severas. En individuos adultos, los árboles productivos de naranja o
toronja, por lo general, necesitan poca poda, ya que una poda severa reduce la
producción. En huertas productivas, la labor de poda se encamina a mejorar las
operaciones del huerto, como la aplicación de agroquímicos y el movimiento
de tractores y equipo para la recolección. El despunte de la parte superior de los
árboles favorece la penetración de luz y origina brotes con mejor capacidad para
fructificar. Esta acción reduce la altura de los árboles, lo cual ayuda en el control
de plagas y enfermedades y facilita la cosecha.

Poda de rejuvenecimiento. A medida que los árboles de cítricos envejecen, el


vigor y el rendimiento caen en un punto donde la producción no es económica.
En ocasiones, la poda se realiza para forzar al árbol a dar madera nueva y
productiva. La poda de rejuvenecimiento varía desde un moderado aclareo
de la copa del árbol, hasta un completo rebaje del mismo. La práctica de
rebaje implica la eliminación de todo el follaje y madera con un grosor menor a
2.5 cm; se dejan solo las ramas principales y las adyacentes. La remoción parcial
de madera productiva puede llevarse a cabo junto con la sustracción de
ramas de madera vieja y débil, las cuales contribuyen muy poco en la fabricación
de fotosíntatos (productos químicos resultantes de la fotosíntesis) o en la
producción de fruta. La eliminación de este tipo de ramas favorece la penetración
de luz dentro del árbol, promueve la brotación de yemas y apoya la generación de
nuevos crecimientos.

Manejo del agua de riego en cítricos

Como para cualquier planta, el agua es fundamental para los árboles de cítricos
porque es una parte integral de las reacciones bioquímicas que ocurren en su
interior. El agua es importante porque mueve los nutrimentos y otras sustancias
a través del árbol, ayuda a mantener la temperatura de la planta mediante la
transpiración, y contribuye a mantener las hojas y los frutos turgentes. El primer
signo notable de estrés por falta de agua es que las hojas tornan a un verde
oscuro y empiezan a enrollarse de las puntas. Responder a la pregunta de cuánta
agua requiere un árbol de cítricos es un poco complicado, ya que depende de
su edad, tamaño, especie, clima y tipo de suelo. Un huerto de cítricos maduro
usa alrededor de 1.53 metros (m) de lámina; es decir, 15,300 metros cúbicos por
hectárea (m3 ha) de agua por año. En función del tamaño del árbol, éstos pueden
corresponder más o menos a 64 l de agua por día por árbol en el invierno y a
513 l de agua por día en el verano. Los árboles de toronja o limón utilizan

59
20 % más agua que la naranja, mientras que las mandarinas, alrededor de 10 %
menos. Las huertas cultivadas con pastos (cubiertas vegetales) o con problemas
de maleza perenne (coquillo o grama) requieren alrededor de 20 % más de agua
que aquellas cultivadas con suelo desnudo. Los riegos deben ser más frecuentes
durante los meses de calor que en los fríos, como se muestra a continuación.

Los intervalos de riego sugeridos son:

De diciembre a febrero: 21 a 30 días.


De marzo a abril: de 14 a 21 días.
De mayo a junio: 14 días.
De julio a septiembre: de 10 a 14 días.
De octubre a noviembre: de 14 a 21 días.

Estos intervalos son solo una guía y deben ser modificados en función del tipo
de suelo, salinidad, clima o método de riego empleado.

Fertilización

Los suelos del Valle de Mexicali, caracterizados por sus bajos contenidos de
materia orgánica, necesitan grandes aportaciones de fertilizantes, en especial de
nitrógeno. La fertilización puede variar de acuerdo a la manera de regar: cuando
se riegue por inundación (melgas), la adición de fertilizantes se realiza
tres o cuatro veces, mientras que en riego localizado (goteo, microaspersión) es
conveniente repartir las unidades de fertilizante a lo largo del año y en
todos los riegos, en particular, durante las épocas de mayor demanda. Otro de
los factores que determinan la cantidad de fertilizantes por aplicar es el marco
de plantación de la huerta: a mayor número de árboles establecidos por hectárea, el
consumo de fertilizantes aumenta. Los elementos minerales fundamentales en
la nutrición de los cítricos son: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio;
aunque en algunas variedades se notan con facilidad las deficiencias de micro
elementos como zinc, manganeso, cobre y hierro.

Épocas de aplicación. Los nutrimentos requeridos por los árboles de cítricos


deben ser suministrados en las etapas de mayor demanda, así como de mejor
respuesta. El nitrógeno se aplica, de preferencia, cuatro veces al año: en
las etapas de formación de inflorescencias, floración y desarrollo del fruto, las
cuales acontecen en febrero, marzo y junio, respectivamente; así como al inicio
de la maduración, de septiembre a octubre. De los requerimientos totales, 70 % se

60
aplicará de febrero a junio y se reservará 30 % para fines del verano y principios
del otoño. Aunque las deficiencias de fósforo no son comunes en el Valle de
Mexicali, de haber necesidad, se sugiere administrarlo al inicio del ciclo
de crecimiento (marzo). Para suelos arenosos con alta velocidad de infiltración,
la dosis total de fósforo puede fraccionarse en dos partes: 50 % al inicio del ciclo
(marzo) y 50 % durante la mitad del desarrollo de los frutos (mayo-junio).
Respecto al potasio, en caso de requerirse, debe utilizarse en dos partes la dosis
total: 50 % al inicio del desarrollo del fruto (mayo) y 50 % al comenzar el
proceso de maduración (septiembre-octubre). Las aplicaciones para corregir
deficiencias de microelementos coinciden con los tres periodos de brotación de
los cítricos: febrero, junio y septiembre. Las dosis a emplearse son las indicadas
en las etiquetas de los productos comerciales.

Cuadro 12. Dosis de N-P-K sugeridas para huertas de naranja


Edad de la Nitrógeno Fósforo Potasio
plantación
(años) g/árbol1 kg/ha g/árbol1 kg/ha g/árbol1 kg/ha

5a6 120 a 160 96 a 128 50 a 60 20 a 24 100 a 120 40 a 48

7a8 205 a 250 164 a 200 80 a 100 32 a 40 160 a 200 64 a 80

9 a 10 275 a 300 220 a 240 120 a 150 48 a 60 250 a 300 100 a 120

> 10 300 a 400 240 a 320 150 a 200 60 a 80 300 a 400 120 a 160

1
Se sugieren cuatro aplicaciones de N, dos de P y dos de K con estas dosis. Las dosis
sugeridas son una guía y deberán ajustarse en función de los análisis foliares. Asimismo,
deberán destinarse cantidades 10 % más bajas que las reportadas en este cuadro para
huertas de mandarina y hasta 20 % más altas para huertas de toronja y limón.

Control de maleza

La presencia y el desarrollo de la maleza dentro de las huertas de cítricos ocasiona


diversos problemas: compiten por agua, luz y nutrientes, principalmente con
árboles jóvenes; pueden interferir en el combate de plagas y enfermedades, al
cubrir las plantas; así como hospedar a insectos que afectan a los cítricos. Una
forma eficiente de hacer un buen programa de control de hierbas, es detectar
la fuente de infestación de maleza y destruirla antes de que se diseminen las
semillas. El combate de la maleza puede llevarse a cabo de diversas formas: a

61
través de un control manual, mecánico y químico o la combinación juiciosa
de ellos. Por lo común, el control manual se realiza en huertas pequeñas; en
huertas grandes generalmente es complemento de un programa de control
mecánico y químico. La época más importante para el control de la maleza
debe abarcar de marzo a octubre, ya que en este tiempo es cuando ocasiona los
mayores daños.

Plagas de los cítricos

Las condiciones cálidas y secas del Valle de Mexicali limitan la presencia y


desarrollo de una gran cantidad de insectos plaga. No obstante, a continuación
se hace una breve descripción de aquellas que son más importantes.

Escama roja de California. Infesta todas las partes del árbol: hojas, frutos y
ramitas. El daño es resultado de la alimentación del insecto, el cual, al mismo
tiempo que succiona la savia de la planta, inyecta sustancias tóxicas por
medio de sus partes bucales. Los árboles infestados tienen las hojas amarillas
o muestran manchas de este color, así como también los frutos. La corteza
entera de las ramitas y los frutos pueden estar cubiertos por escamas redondas
o casi redondas, notoriamente rojizas. El umbral de daño para la aplicación de
insecticidas es la presencia de 10 escamas por fruto en 10 % del total de frutos
muestreados. Se sugieren de dos a tres aplicaciones al año: la primera durante
abril, la segunda en julio y, de ser necesaria, la tercera en septiembre. En otras
zonas productoras de México, esta plaga está siendo controlada de forma
biológica con una avispita parasitoide, por lo cual se recomienda considerar
esta posibilidad para las huertas del Valle de Mexicali.

Trips. Los trips perjudican las frutas cítricas mediante el ataque a las yemas,
brotes nuevos y frutos pequeños en desarrollo. Cuando afectan los brotes tiernos, el
crecimiento de los árboles jóvenes resulta retardado y el follaje nuevo retorcido;
por otra parte, cuando lo hacen a la fruta, su piel manifiesta una cicatriz en
forma de anillo en el punto donde se une con la rama; esto es producto del
daño causado por los trips al alimentarse debajo de los sépalos cuando la fruta
está pequeña. Para fines de control, debe hacerse una selección de los frutos: se
aconseja tomar una muestra de 20; la cantidad recolectada debe ajustarse al
tamaño del huerto y a la experiencia del personal que realiza la labor. El control se
inicia cuando en la zona de la raspadura uno o más trips son observados en dos
a cuatro frutos muestreados.

62
Minador de la cáscara de los cítricos. Por lo común, se le considera una plaga
secundaria de los cítricos; sin embargo, sus daños llegan a ser importantes. Este
insecto parece tener una lista extensa de hospederas: además de cítricos, infesta
plantas de berenjena, sauce, vid y algodón. La larva sale del huevo (puesto sobre
los frutos susceptibles) y de inmediato se introduce a través de la epidermis
de la cáscara, por lo cual nunca está expuesta. Mina extensamente la cáscara de
la fruta mientras ésta se desarrolla. En la etapa de maduración, rompe la mina
y baja a lo largo del tronco; llega a afectar las ramas principales de algunas
variedades. De la pupa emerge el adulto, el cual es una palomilla de tamaño
semejante a un mosquito. El adulto descansa en la sombra durante el día y
empieza su dispersión en la oscuridad. Este insecto parece optar por los frutos
grandes para realizar la postura de los huevos, por tal, elige la toronja frente
a la naranja Navel y, a su vez, éstas frente a los limones. La mejor técnica para
determinar los niveles de infestación es la observación de 25 frutos por árbol
(ubicados en la parte baja de la copa) en 10 árboles por lote. Para su combate,
se proponen insecticidas con acción sobre palomillas.

Cuadro 13. Medidas de control sugeridas para el combate de insectos


plagas en cítricos
Insecticida,
Plaga depredador o Dosis/ha Observaciones
parasitoide
Ácaro depredador Ácaro: 2,000 a
Realice las aplicaciones al inicio
Euseius hibisci 20,000/ha
de la temporada y durante el
Chinche pirata Chinche: 2,000
otoño.
Orius tristicolor a 8,000/ha.
Seguir recomendaciones del
Trips fabricante del producto y
1 a 1.25 l/1000
Dimetoato verificar el número de días
l de agua
entre la última aplicación y la
cosecha.
1 a 1.25 l/1000
Metil oxidemeton
l de agua

Continúa Cuadro 13...

63
Continúa Cuadro 13...
Insecticida,
Plaga depredador o Dosis/ha Observaciones
parasitoide
Fraccionadas de tres a cuatro
Avispita 5,000 a
aplicaciones durante el año;
parasitoide 100,000
se inicia en la primavera y se
Aphytis melinus individuos/ha
continua en el otoño.
Verificar el número de días
0.25 a 0.40
Clorpirifos entre la última aplicación y la
l/400 l de agua
cosecha.

Escama No aplicar en la floración,


0.5 a 0.6
Roja de puede causar raleo de flores.
Carbaril kg/400 l de
California Puede usarse en todas las
agua
variedades.
No aplicar durante la floración.
0.5 kg/100 l de
Metidation Puede usarse en todas las
agua
variedades. Es muy persistente.
2 a 2.5 l/1000 l
Azinfos metil Aplique soluciones al 20 %.
de agua
0.5 a 1 l/1000 l Aplicar en altas poblaciones y
Piryproxifen
de agua una sola vez al año.
Nota: Para todas las plagas evite usar un mismo insecticida en aplicaciones repetidas,
ya que con esto se incrementan las posibilidades de adquirir resistencia por los insectos.
ha=hectárea; kg=kilogramos; l=litros

Combate de enfermedades

Los cítricos son atacados por microorganismos patógenos como bacterias, hongos,
virus, nematodos y micoplasmas, los cuales ocasionan enfermedades infecciosas. Por
fortuna, las condiciones secas y las temperaturas extremas del Valle de Mexicali
restringen el desarrollo de muchos patógenos.

Gomosis. Ésta es la principal enfermedad de los cítricos en el Valle de Mexicali


debido a que algunas de las primeras plantaciones se hicieron sobre suelos arcillosos
y mal drenados, así como por haber usado portainjertos no tolerantes al alto
humedecimiento. La enfermedad es causada por hongos del suelo; en casos
muy avanzados, los árboles pueden colapsar después de un riego y, sobre todo,
si las condiciones climáticas son altas en temperatura y humedad relativa
(temperaturas superiores a 36 grados Celsius [°C] y humedades relativas
superiores a 60 %). La gomosis puede aparecer en la base del tronco, cerca
de la zona de unión del injerto o a lo largo del tronco; esto puede afectar a las
ramas principales de algunas variedades. El patógeno destruye las raíces finas que
alimentan al árbol en los portainjertos susceptibles, ello reduce la absorción

64
de agua y nutrientes de forma severa. Como consecuencia, el crecimiento del
árbol es muy pobre, las reservas de energía se agotan y la producción declina.

Control. El método de lucha más eficaz es una buena combinación de medidas


preventivas junto al control químico.

Control cultural. Las medidas preventivas para reducir los riesgos de daños por
la enfermedad en huertas que fueron establecidas sobre suelos de tipo pesado
o arcilloso, los cuales mantienen la humedad por largo tiempo, son: 1) evitar
encharcamientos de agua mediante un buen drenaje y nivelación. Si el riego es
por inundación, rodear los troncos con tierra para que no tengan contacto
directo con el agua; en cambio, si el riego es por goteo, separar los goteros de
los troncos para evitar una humedad excesiva sobre ellos; 2) delimitar las áreas
del huerto que tienen árboles infectados por gomosis con el fin de cuidar
la distribución del agua de riego, pues ésta es la principal vía de diseminación
del hongo; 3) impedir lesiones en la base del tronco o raíces con el uso de
maquinaria y aperos manuales (azadones y palas), ya que son la entrada del
patógeno a la planta; 4) evitar la compactación del terreno, pues dificulta
el crecimiento de las raíces; 5) no aportar altas cantidades de materia orgánica en
descomposición, ni acumular ramas, troncos y hojas junto a la base del tallo;
6) evitar periodos de sequía seguidos de riegos abundantes y 7) moderar la
fertilización con nitrógeno amoniacal.

Portainjertos tolerantes. Cuando replante o haga nuevas plantaciones seleccione,


de ser posible, portainjertos resistentes. Los patrones más tolerantes son: la
naranja trifoliada, naranjo agrio, Citrumelo Swingle, Citrange, entre otros.

Control químico. Los fungicidas contra la gomosis son productos cuya acción
es exoterápica; es decir, si se ponen en contacto con el hongo, éstos actúan de forma
externa para impedir la germinación de sus órganos reproductores. El fungicida se
debe aplicar en toda la zona afectada; por el contrario, el hongo continuará atacando.

Procedimiento para el control químico de la gomosis

Primer tratamiento. Se efectúa después de la primera brotación de primavera,


entre los 10 y 20 días de su inicio (acontece durante la primera quincena de
marzo); se realiza un tratamiento foliar con fosetil-Al al 35 % + mancozeb 35 %,
presentado como polvo humectable a una dosis de 0.30 a 0.50 %, o Aliette®
80 % WP, granulado dispersable en agua a una dosis de 0.25 a 0.30 %. Si el

65
producto utilizado es metalaxil 25 % como polvo humectable, se aplica a una
dosis de 0.08 a 0.12 %, repartida en la zona de goteo de los árboles afectados
en la misma época.

Segundo tratamiento. Mismos productos y dosis durante la brotación de verano.

Tercer tratamiento. Se lleva a cabo con los mismos productos y dosis después
de los dos o tres meses del tratamiento anterior (de septiembre a octubre). Se
realiza en fase avanzada de la enfermedad, cuando las áreas necróticas están
bien desarrolladas. Además, se debe actuar sobre los cancros de la siguiente
forma: con un objeto afilado eliminar los tejidos afectados de la corteza (no
dañar la madera) hasta observar una línea verde de corteza, señal de que se ha
alcanzado la región sana. Enseguida, aplicar pasta bordelesa, la cual se obtiene al
diluir un kilogramo (kg) de sulfato de cobre molido y 2 kg de cal apagada en 6
litros (l) de agua.

Cosecha

Los cítricos deben cosecharse con mucho cuidado para evitar golpes, heridas y
otros daños que afecten la calidad y conservación. No es recomendable trepar
a los árboles, ni colectar las frutas con ganchos. Es preferible cortar la fruta a mano,
cuando está seca del rocío o del agua de lluvia, y emplear una escalera (de
preferencia de aluminio, por su ligereza).

Limón. La cosecha tiene lugar cuando el contenido mínimo de jugo por volumen
es de 28 a 30 %. Los limones cosechados en estado verde oscuro tienen la
mayor vida de postcosecha, mientras que los cosechados completamente
amarillos deben comercializarse más rápido. Para la determinación del
contenido de jugo se aplica el siguiente procedimiento: tomar de 10 a 20
limones, pesarlos enteros, luego exprimirlos y volver a pesarlos. Estos valores se
usan en la siguiente relación: al valor de limones enteros restar el peso de los
limones exprimidos, dividir entre el peso de los limones enteros y multiplicar
por 100. El resultado obtenido representará el contenido de jugo. La recolección es
manual y debe efectuarse mediante una bolsa especial de recolección; asímismo,
debe cortarse con tijera y evitar el tirón. Se lleva a cabo en ausencia de
rocío o niebla. Los envases empleados son cajas de plástico con capacidad
de 18 a 20 kg; es deseable utilizar protecciones de goma espuma y depositar
los frutos con cuidado. Pueden usarse también cajas grandes de plástico (bins)
con capacidad de alrededor de 400 kg. Los envases definitivos se cargan en

66
camiones ventilados y se trasladan al almacén; se debe procurar evitar daños
mecánicos durante el transporte.

Híbridos de mandarina. La cosecha se realiza cuando el color amarillo,


anaranjado o rojo cubre 75 % de la superficie de la fruta. El mandarino presenta
una caída precosecha bastante acentuada, por lo tanto, no puede mantenerse
mucho tiempo en el árbol. Suelen presentarse problemas de agrietamiento
del fruto debido a las lluvias, lo cual es otro factor que limita el periodo de
recolección.

Naranja. La cosecha tiene lugar cuando el color amarillo naranja está en mínimo
25 % de la superficie del fruto. La recolección es manual y debe realizarse con
bolsas especiales para cosecha; se recomienda no jalar los frutos del árbol de
manera brusca.

Para mayor información dirigirse con el autor:


César Valenzuela Solano
Teléfono: 5538718700 ext. 81951
valenzuela.cesar@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Sitio Experimental Costa de Ensenada
Centro de Investigación Regional Noroeste

67
Hortalizas

Introducción

En el Valle de Mexicali, las hortalizas representan una fuente importante


de divisas y empleo para agricultores, jornaleros, maquiladores y
comercializadores. Entre los tipos de hortalizas más importantes se encuentran:
el cebollín, espárrago, rábano, lechuga, ajo, cebolla bola, melón, apio, sandía,
zanahoria, cilantro, calabacita, col, tomatillo, rapini, espinaca, betabel, leek,
entre otras. Las recomendaciones para el apartado de las hortalizas se hacen en
forma general; sin embargo, hay particularidades en el manejo agronómico de
cada cultivo que se deben consultar con su técnico agrícola. En el municipio
de San Luis Río Colorado, Sonora, las hortalizas también constituyen una
fuente destacada de divisas y empleo. En 2015, la Oficina Estatal para el
Desarrollo Rural Sustentable de Baja California (OEIDRUS-BC, 2016) reportó,
para el Valle de Mexicali, cultivos cíclicos y perennes con un total de 35 tipos de
hortalizas sobre una superficie sembrada de 10,753.20 hectáreas (ha): seis en
el ciclo primavera-verano y 29 en el ciclo otoño-invierno. En cultivos perennes
como hortalizas solo se reporta al espárrago. En orden de importancia por
mayor superficie en hortalizas se encuentra el cebollín cultivado en P-V (1,880 ha)
y en O-I (2,217 ha), precedida por el espárrago (2,296 ha).

Preparación del terreno

La mayoría de las hortalizas tienen semillas muy pequeñas; por lo tanto,


requieren condiciones de temperatura, humedad y suelo muy específicas para

68
obtener germinación superior a 90 %. En siembra directa deberá realizarse
subsuelo para aquellos suelos muy compactados o barbechar con uno o dos
pasos de rastra a una profundidad de entre 30 y 40 centímetros (cm), hasta
desmoronar todo el suelo superficial de acuerdo a las características físicas del
suelo. Es recomendable efectuar el barbecho inmediatamente después de la cosecha
anterior para aprovechar la poca humedad y lograr una mejor preparación del
terreno. En seguida, es conveniente nivelar el terreno para facilitar las prácticas
culturales de manejo agronómico, riego y cosecha. Por último, antes de iniciar
la siembra o trasplante, se deben hacer surcos o camas según las distancias
por hortaliza.

Variedades

Las variedades en hortalizas, a diferencia de los cultivos básicos, frutales, de


flores y otras especies de plantas, tienen un gran margen de variaciones
en la disponibilidad y presentación de nuevos materiales comerciales; de tal
manera, para la elección del material adecuado de la especie a sembrar, se sugiere
acudir a un técnico o al campo experimental. En la época de siembra, se aconseja
distanciamiento entre plantas y cantidad de semilla por hectárea para cada cultivo.

Método y densidad de siembra

La mayoría de las hortalizas se caracterizan por tener semilla pequeña, por


ende, es necesario brindar las condiciones más favorables tanto en el semillero
como en la siembra directa en campo; asimismo, se debe tener mucho cuidado al
depositar la semilla a la profundidad y precisión correctas. Para conseguir
el mayor éxito en la germinación es necesario considerar que la semilla sea de la
variedad adecuada y que esté libre de impurezas, plagas, enfermedades o daños
físicos; debe ser de cosecha reciente, no mayor a tres años.

Semillero

El semillero o almacigo se define como el área de terreno preparado o espacio


protegido de las condiciones agroclimáticas adversas para el crecimiento y
desarrollo de las plántulas. El semillero es el lugar adecuado donde la semilla iniciará
su primera fase de desarrollo; después, la planta crecerá y será trasplantada al terreno
o área de producción. Respecto al semillero en ambiente protegido, se sugiere
utilizar charolas de acuerdo con las necesidades de crecimiento, desarrollo
radical y aéreo de cada cultivo. El sustrato deberá ser inerte o esterilizado si fuera

69
orgánico, a fin de evitar problemas fitopatológicos en los primeros estadios de
desarrollo de las plántulas.

Trasplante

Es el conjunto de procesos mediante el cual las plántulas son extraídas del


semillero y llevadas al área de producción, sitio donde se colocarán en forma
definitiva. Una de las funciones es obtener cosechas más tempranas y vender
a precios más competitivos en el mercado. Las plántulas están listas para
el trasplante según la especie a la cual correspondan; sin embargo, como
indicadores generales, las plántulas deben ser vigorosas, presentar entre 10 y
15 cm de altura, color verde intenso, tallos gruesos y buen desarrollo de raíces,
es decir, que se puedan extraer con el cepellón completo. El día anterior
al trasplante, las plántulas deberán hidratarse para que, al ser extraídas del
semillero y llevadas al área de producción, presenten menos estrés o marchitamiento
postrasplante ocasionado por el cambio de condiciones ambientales.

Aclareo

El aclareo es una práctica que consiste en eliminar plantas para mantener la


densidad establecida, en especial, en siembras directas, pues algunas veces las
hortalizas son sembradas a “chorrillo”. Por ello, después de la emergencia,
deben realizarse aclareos para dejar la población óptima respecto a las distancias
específicas de cada cultivo. El aclareo se efectúa con la segunda o tercera hoja
verdadera en la mayoría de las hortalizas que son sembradas bajo este sistema.

Riego

El método de riego es muy variable en relación con las necesidades y el nivel de


inversión del área de producción. Para la siembra en seco, el primer riego deberá
ser por “trasporo”; es decir, se humedece la parte más baja del surco y, por
capilaridad, la humedad inferior asciende hasta lo más alto del surco; se debe
procurar que solo la humedad llegue al área donde está la semilla para evitar
que se endurezca la capa de suelo superficial y después dificulte la germinación.
Los riegos subsecuentes deberán aplicarse de forma oportuna para no castigar
a las plantas en las primeras etapas de desarrollo por falta o exceso de humedad,
lo cual afectaría el rendimiento del cultivo. Para las hortalizas, se recomiendan los
riegos localizados (goteo y aspersión); además, es primordial llevar a cabo un
continuo monitoreo de la humedad del suelo.

70
Fertilización

Las hortalizas requieren fertilización constante, pero no en exceso, para así


obtener el mayor potencial de rendimiento. Entre los elementos de mayor
necesidad, en relación con la cantidad, están el nitrógeno, fósforo y potasio. No
obstante, toda fertilización deberá estar recomendada según el análisis de suelo
y agua; en etapas posteriores, se considera el estado fenológico del cultivo. Las
fertilizaciones equilibradas y, de acuerdo con los requerimientos del cultivo
por etapa fenológica, permitirán un mejor desarrollo de las raíces, tallos, hojas,
flores y frutos, lo cual favorece un mayor rendimiento. La sugerencia general
para cultivo a campo abierto es realizar la fertilización de fondo y, después,
aplicaciones equilibradas de nutrimentos en forma sólida o por fertirriego. La
forma de aplicación aconsejada para siembras directas es en banda a ambos
lados del surco; éste se cubre totalmente para evitar pérdidas por volatilización
o lixiviación. El fertilizante no debe permanecer en contacto con la semilla o la
base de las plantas porque puede provocar daños irreversibles al cultivo.

Labores de cultivo

En la mayoría de los cultivos, así como en las hortalizas, es muy importante


evitar la competencia por luz, nutrientes y espacio; por lo anterior,
deberá efectuarse un control de maleza o arvenses de manera frecuente. Los
métodos de control son muy diversos según las necesidades, costos y prácticas de
manejo de cada cultivo; es común encontrar combinaciones entre el control
mecánico, manual y químico. Se recomienda utilizar acolchados, pues no solo
disminuyen la maleza sino que además evitan la pérdida de humedad del suelo.

Plagas y enfermedades

La presencia de plagas y enfermedades es muy frecuente en hortalizas cultivadas a


campo abierto o sistema protegido de producción (invernadero o mallas de cultivo);
sin embargo, en ambos sistemas de producción deberá supervisarse de forma
constante la densidad poblacional, distribución y daños de los patógenos
para programar aplicaciones preventivas. Los métodos de control favorecen una
mayor calidad y rendimiento. Para tener mayor información sobre el manejo
y métodos de control consulte al especialista técnico de la región o acuda al
Campo Experimental del Valle de Mexicali.

71
Cosecha

La cosecha para cada cultivo depende de los parámetros particulares establecidos


por el comprador y los organismos nacionales e internaciones donde serán
comercializados los productos. No obstante, todos los productos posteriores
a la cosecha deberán mantenerse en un área sombreada o refrigerada para
conservar su calidad.

Cuadro 14. Cosecha de hortalizas en el Valle de Mexicali


Cultivo Características generales para cosecha

El punto de cosecha es cuando de 30 a 40 % del follaje este seco y


doblado. Al sacar las plantas del suelo permitir que se sequen al
Cebolla para
sol de cinco a seis días. Se debe evitar que los bulbos queden
bulbo
expuestos directamente a la radiación solar. Al empacar, remueva las
hojas, raíces y brácteas externas.
La cosecha se realiza cuando las hojas tienen una altura de 40
Cebollín a 45 cm. Las plantas son seleccionadas y amarradas en majos de
acuerdo a las necesidades del mercado.
Cortar las cabezas cuando al tocarlas estén firmes, compactas y
Col o repollo bien formadas, con dos a tres hojas externas adheridas a ellas para
protegerlas de daños durante el transporte y manejo poscosecha.
Los frutos inmaduros son cosechados cuando alcanzan el tamaño de la
variedad y tienen tonalidad verde brillante. Para frutos cosechados
Chile maduros, deben estar firmes, amarillos, rojos o naranja brillante.
Se recomiendan cortes frecuentes para favorecer el crecimiento y
desarrollo de nuevos frutos.
Las plantas se pueden cosechar cuando tienen cinco o seis hojas y
Espinaca hasta antes de que emitan el tallo floral. Se cortan con parte de la raíz
para evitar que las hojas se separen.
Las vainas son cosechadas tiernas y sin que sus semillas terminen
Frijol ejotero de crecer. Se efectúa de manera constante para promover
mayor rendimiento.
La recolección de los frutos es cuando el área apical cambia de
verde claro a rojo. Si se transportara a largas distancias se cosechan
Jitomate cuando tienen el tamaño y la forma aconsejada para la variedad
pero presenten color verde claro y brillante o, en su caso, cuando el
fruto manifieste una coloración rosada en el extremo apical.
Las lechugas de bola son cosechadas cuando las cabezas estén
Lechuga firmes, compactas, bien formadas. Se sugiere dejar de dos a tres
hojas exteriores que las protegerán durante el manejo y transporte.
El corte es iniciado cuando los frutos tienen una tonalidad
anaranjada, con una red bien formada y se desprenden fácilmente
de la planta. Cuando se transporten a mayores distancias, los frutos
Melón
serán cosechados antes de que sean de color anaranjado, pero cuando
la red este bien formada; al cortarlos debe quedar una pequeña
cicatriz en la zona de unión con la planta.

Continúa Cuadro 14...

72
Continúa Cuadro 14...

Cultivo Características generales para cosecha

Los frutos cosechados deberán ser firmes, de color verde intenso, con
una longitud de 15 a 20 cm y las espinas superficiales serán fácilmente
Pepino
eliminadas. Se debe evitar que los frutos se tornen amarillentos en la
planta, pues esto promueve aborto en frutos superiores.
Se lleva a cabo cuando las raíces poseen un diámetro de 2 a 2.5 cm;
Rábano
es decir, antes de que pierdan la calidad interna.
La cosecha se realiza cuando los frutos cambian de color verde claro
a verde oscuro, cuando ha perdido el aspecto ceroso y brillante. Se
Sandía
debe usar navaja para cosechar, a fin de evitar daños a la planta al
momento de la cosecha.
Se realiza cuando las raíces tienen de 2 a 2.5 cm de diámetro en
Zanahoria su parte superior. Se remueve el suelo y se recolectan las plantas;
después, son llevadas al lavado y empaque.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Antonio Morales Maza
Teléfono: 5538718700 ext. 81617
morales.antonio@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

73
Maíz

Introducción

Existe evidencia de que los bajos rendimientos y la mala calidad sanitaria del
grano en el Valle de Mexicali y San Luis Río Colorado han sido consecuencia de
un manejo agronómico ineficiente (fecha de siembra, selección de variedades,
población, plagas, enfermedades, manejo de poscosecha y contaminación por
aflatoxinas en mazorcas). Si se aplica el nivel tecnológico actual, el cultivo tiene
un potencial superior a las 8 toneladas por hectárea (t/ha) con buena sanidad.

Preparación del terreno

Los objetivos fundamentales de esta práctica son: formar la cama de siembra


que permita una mejor distribución de la semilla, la emergencia uniforme
de plántulas, favorecer el crecimiento de las raíces y anclaje de la planta, así
como permitir un manejo más eficiente del agua y fertilizantes. Las principales
labores de preparación del terreno son: el subsoleo, el barbecho, el rastreo, la
nivelación, el surcado y el bordeo.

Variedades

En la selección de variedades para grano deberán considerarse aquellas que


hayan demostrado un alto potencial de rendimiento y que, además, manifiesten
características deseables para enfrentar las condiciones ambientales y bióticas
de la región; por ejemplo, las plantas de porte bajo y su resistencia al acame,

74
a altas temperaturas y a enfermedades, como pudrición basal del tallo,
huitlacoche y micoplasmosis. A continuación, se mencionan algunos híbridos
comerciales evaluados en suelos medios durante el ciclo primavera-verano 2014,
en fechas de siembra de febrero y con rendimientos de 7.5 a 10 t/ha de grano.
Entre ellos se encuentran el Garañón, P3254W, P3258W, DK2038, DK3000,
P2837, NB10, NB12 y H-431.

Época de siembra

Para siembras de primavera, el periodo óptimo es durante el mes de febrero;


para siembras de verano, todo el mes de julio.

Método de siembra

Suelos medios y ligeros. En este tipo de suelos conviene surcar de 76 a


80 centímetros (cm). La siembra se realiza en húmedo sobre el lomo del surco
y la semilla se debe depositar a una profundidad de 5 a 6 cm.

Suelos pesados. Es conveniente hacer bordos de 1.5 metros (m) de ancho


para efectuar la siembra en seco a doble hilera; éstas se separan a 75 cm y la
semilla se deposita a una profundidad de 3 a 4 cm.

Densidad de siembra

La cantidad de semilla para la siembra dependerá de la forma y el tamaño de la


misma, así como del porcentaje de germinación y la población de plantas
deseadas. A fin de alcanzar el potencial de rendimiento de las variedades
recomendadas, es necesario contar con una población que fluctúe entre
75,000 y 100,000 plantas por hectárea. Lo anterior se puede lograr si
se deja un promedio de seis a ocho plantas por metro lineal en surcos de 80
cm de separación entre sí. De ser posible, utilizar sembradora de precisión con
el objetivo de lograr que los orificios del disco sembrador sean apropiados
para el tamaño de la semilla que se sembrará.

Riegos

El riego influye de manera importante en los rendimientos. Evitar que el


cultivo esté sujeto a deficiencias de humedad que puedan causar pérdidas en
la utilidad. Con fines de orientación de cómo puede ser un calendario de riego

75
para maíz sembrado en primavera en suelo medio, a continuación se presentan
los intervalos y etapas fenológicas.

Cuadro 15. Calendario de los riegos de auxilio en siembras de febrero con


un suelo medio
Días después de siembra Etapas de cultivo
40 a 45 Desarrollo vegetativo (siete hojas)
60 a 65 Desarrollo vegetativo
75 a 80 Desarrollo vegetativo
90 a 95 Inicio de floración masculina
100 a 105 Plena floración
110 a 115 Formación de grano
120 a 125 Grano lechoso

Cuadro 16. Calendario de los riegos de auxilio en siembras de julio con un


suelo medio
Días después de la siembra Etapas de cultivo
30 a 35 Desarrollo vegetativo
45 a 50 Desarrollo vegetativo
55 a 60 Cinco a diez días antes del espigamiento
65 a 70 Inicio del espigamiento
75 a 80 Inicio de llenado de grano
85 a 90 Grano lechoso

Fertilización

El fertilizante es un insumo indispensable para obtener un alto rendimiento


en esta región. Una adecuada fertilización implica aportar nutrimentos en
cantidad, calidad y oportunidad para cubrir las necesidades del cultivo. Por lo
regular, el maíz requiere nitrógeno (N) y fósforo (P), en ocasiones, potasio (K),
azufre (S), fierro (Fe), manganeso (Mn) y zinc (Zn).

Nitrógeno. Si se consideran las fuentes más usuales (urea y amoniaco), se


requieren alrededor de 40 kilogramos (kg) para producir 1 tonelada (t) de grano;
por lo tanto, si se planea producir 6 t de grano por hectárea (ha), se necesitan
240 kg/ha de N. Si el potencial del predio es diferente, se debe hacer un ajuste
mediante la suma o resta de 40 kg de N por cada tonelada de diferencia a favor
o en contra. El total de la dosis debe distribuirse de la manera siguiente:

76
70 kg/ha en la siembra o presiembra, 60 kg/ha en el primero y segundo riego
de auxilio y 50 kg/ha en el tercer riego de auxilio.

Fósforo. Se sugiere aplicar fósforo en función del rendimiento esperado: utilizar


11 kg/t de grano. Por ende, si se esperan 6 t/ha de grano, deben aplicarse
66 kg/ha de P; si el rendimiento esperado es diferente, deberá realizar los
ajustes correspondientes a través de la suma o resta de 11 kg/t de diferencia.

Potasio. Las fuentes de potasio recomendadas son sulfato de potasio granulado


(50 % de K2O), nitrato de potasio granulado o líquido (13.5-00-46) y
tiosulfato de potasio (00-00-17-25s). Las aplicaciones de granulados se aconsejan
en la presiembra, mientras que los líquidos, durante el segundo y tercer riego de
auxilio en caso de requerirse.

Combate de maleza

La maleza es uno de los principales problemas para el maíz. La infestación alta


de maleza como el zacate y la hoja ancha pueden reducir el rendimiento, por
ello debe mantenerse el cultivo libre de malas hierbas durante los primeros 50
días después de la emergencia. Las principales especies causantes de daño al
cultivo son:

Maleza de hoja ancha. Quelites, chual blanco, chual apestoso, chamizo,


mostaza silvestre, mostacilla, lechuguilla, correhuela o gloria de la mañana y
otras especies.

Maleza de hoja angosta. Zacate de agua, zacate pinto, grama, zacate Johnson,
coquillo amarillo y morado, las cuales se presentan durante la primavera y el
verano. La avena y alpiste silvestres aparecen al final del otoño.

Métodos de control

Control mecánico. Se sugiere realizar cultivos antes del primero y segundo


riego de auxilio; procurar no dañar las plantas de maíz.

Control manual. La limpia manual se facilita en las siembras en surco, en camas o


bordos. Ésta se debe realizar para eliminar la maleza que permanece después
del cultivo mecánico y levante de surco, sobre todo cuando la maleza es muy
nociva, como el zacate Johnson y la correhuela, o si la población es baja y no se
justifica la aplicación de herbicidas.

77
Control químico. Existen herbicidas específicos para el control de malezas de
hoja ancha y angosta, los cuales presentan selectividad al cultivo de maíz;
sin embargo, deben utilizarse con precaución ya que la selectividad no es absoluta,
está en función de la dosis.

Cuadro 17. Herbicidas recomendados para el control de maleza en maíz


Distrito de Riego 014, Río Colorado
Producto
Tipo de maleza Dosis (gia/ha) Época de aplicación
Nombre común
Acido 2, 4-D Amina 480 a 720
Hoja ancha Dicamba 120 a 150 Postemergencia
Bromoxinal 492 a 656

Complejo de Atrazina 940 a 1175


hoja ancha y hoja Diuron 800 a 1600 Preemergencia
angosta Atrazina + metolaclor 1440 + 1500
gia/ha=gramos de ingrediente activo por hectárea

Plagas

Aunque los insectos no son responsables directos para que el maíz se contamine
con aflatoxinas, éstos incrementan el problema de forma considerable al
actuar como vectores de hongos.

Gusano saltarín y trozadores. Tanto el gusano saltarín como los trozadores son
plagas comunes en la región. El daño lo causan las larvas que viven bajo la tierra y en
la base de los tallos, los cuales perforan hacia arriba a la altura del nudo de la raíz y
provocan marchites, amacollamiento, achaparramiento y muerte de plántulas.

Gusano cogollero. Este insecto está considerado como una de las plagas más
importantes que ataca al maíz; causa daños desde la etapa de plántula hasta
la premadurez. Su apariencia es de color verde oscuro, al eclosionar el
huevecillo comienza a alimentarse raspando la epidermis foliar y, más tarde, pasa
al cogollo donde come de manera voraz causando destrozos en las hojas, éstos
son muy evidentes cuando las hojas se despliegan; si el ataque es muy intenso
las plantas jóvenes pueden morir.

Chicharritas. Existen varias especies que se alimentan de la planta de maíz


en desarrollo, perforan y succionan la savia. Aunque los daños económicos
son mínimos, la relevancia de la chicharrita estriba en el daño indirecto que

78
provocan como vectores de la enfermedad conocida como achaparramiento
o micoplasmosis.

Pulga negra. En plántulas recién emergidas, la pulga negra raspa la nervadura


foliar y produce lesiones de color blanco, delgadas y alargadas en la región
superior de la hoja. Este daño puede continuar mientras la planta en desarrollo
tenga tejido verde; en ocasiones también perfora las hojas.

Gusano elotero. Las larvas del gusano elotero se alimentan del cogollo y las
espigas tiernas; en especial, suelen restringirse a la mazorca; comienzan a
alimentarse poco después de su emergencia y se concentran en los canales de
los estigmas. Además, provocan daños directos a los granos y las larvas dan
entrada a patógenos que pudren la mazorca.

Cuadro 18. Control químico de las plagas de maíz


Plagas Insecticidas Dosis

Carbaryl 80 PH 1 a 1.5 kg/ha

Gusano cogollero y elotero Clorpirifos 480 E 1 l/ha

Cypermetrina 200 CE 0.25 l/ha


Clorpirifos 480 E 1 l/ha
Chicharrita
Carbaryl 80 PH 1.5 l/ha
Pulga negra
Malathion 1000 E 1 a 1.5 l/ha

Gusano trozador
Carbofuran 875 2.5 l/ha

PH = Polvo humetable; E = emulsión; kg/ha= kilogramos por hectárea; l/


ha= litro por hectárea

Enfermedades

Aflatoxinas. Las aflatoxinas son micotoxinas producidas por el hongo Aspergilluz


flavus. La estrategia de manejo del maíz para minimizar riesgos de contaminación
por aflatoxinas se basa en evitar al máximo el estrés de la planta; en particular,
durante el periodo de floración y llenado de grano.

Pudrición del tallo. Esta enfermedad puede ser causada por especies de
los géneros Phytium, Diplodia, Macrophomina y Fusarium. Las pérdidas en

79
rendimiento se reflejan en un incompleto desarrollo de la mazorca. Se ve
favorecida por el uso de una alta densidad de plantas y por nitrógeno en exceso.

Micoplasmosis. En su sintomatología, las plantas muestran bandas anchas


amarillas en la base de las hojas más jóvenes; después, muestran una coloración
púrpura rojiza hacia la punta. En casos severos no producen mazorcas o
generan muy poca semilla y mueren de forma prematura.

Huitlacoche. Esta enfermedad conocida también como carbón común (Ustilago


maydis) ataca los tallos, hojas, mazorca y espiga; ésta se presenta en la planta en
forma de agallas blancas y reemplaza a los granos.

Cosecha

La cosecha del maíz puede realizarse cuando el grano alcance la madurez


fisiológica (máximo peso seco), la cual puede determinarse en campo al romper
una mazorca por la mitad y comprobar que en la base del grano (ápice) se
forma una línea oscura denominada capa negra. En siembras de primavera,
la cosecha ocurre en meses calurosos como julio y agosto; por otra parte, en
siembras de verano, la planta madura a fines de noviembre y principios de
diciembre. La humedad de grano requerida para su cosecha es de 12 a 14 %.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Eva Ávila Casillas
Teléfono: 5538718700 ext. 81608
avila.eva@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

80
Maíz para forraje

Introducción

La ganadería extensiva que se practica en la costa de Ensenada depende de forrajes


cultivados en zonas de riego y temporal, debido a que aparecen sequías frecuentes y
la producción de forraje en el agostadero es altamente estacional. En la región
se siembran alrededor de 4,000 hectáreas (ha) de forrajes de riego, de ellos, la
alfalfa es el cultivo más importante; sin embargo, una de sus desventajas
es la baja eficiencia en el uso del agua, pues requiere 1,000 litros (l) de dicho
líquido para producir solo 1 kilogramo (kg) de forraje seco.

Los forrajes de producción en verano, como el sorgo y el maíz, son una buena
alternativa para generar forraje bajo riego, ya que tienen una mayor eficiencia en
el uso del agua que la alfalfa, son de rápido crecimiento y poseen una buena
respuesta a los fertilizantes.

Estos forrajes pueden utilizarse en programas de alimentación de ganado de


leche y carne, dado que pueden emplearse de manera directa como verdeo y
pastoreo o preservado en forma de heno o ensilado. Para resolver el problema
de alimentación del ganado, puede mantenerse en reserva durante los periodos de
baja disponibilidad de alimento en el agostadero. Por su rápido crecimiento,
también se manejan como forraje de emergencia.

Ventajas. Más nutrientes son conservados por hectárea debido, principalmente,


a la existencia de menores pérdidas en campo, a la disminución de la oportunidad

81
de daños por el clima, a la reducción de horas entre el tiempo de cortado y
cosecha, a una mayor mecanización durante la cosecha, almacenamiento
y alimentación, así como a una mayor variedad de cultivos cosechados. El
ensilaje es un alimento adecuado como ingrediente en raciones mezcladas
por completo.

Desventajas. En condiciones de manejo inapropiado, las pérdidas durante el


almacenamiento pueden ser muy altas si la tasa de utilización es muy lenta.
Las alternativas de uso del equipo y las construcciones para el ensilado son muy
pocas y se necesita una inversión inicial muy alta. El mercado para venta de silo
es muy limitado por los costos elevados de transportación y susceptibilidad a
la pudrición.

Preparación del terreno

Para asegurar una mejor distribución de la semilla, una nacencia más uniforme y
un mejor aprovechamiento del agua de riego es necesario realizar las siguientes
prácticas culturales:

Barbecho. El objetivo de esta labor es romper y voltear la capa arable del suelo,
facilitar la penetración del aire, agua y raíces, y eliminar algunas plagas y
enfermedades. Un barbecho entre 25 y 30 centímetros (cm) de profundidad es
idóneo para que la raíz se desarrolle de manera normal.

Rastreo. Con esta práctica se deja al suelo mullido y desmenuzado, lo cual


permite una buena germinación de la semilla. Por lo común, dos pasos de rastra
cruzados son suficientes para obtener una buena cama de siembra.

Floteo. Mediante esta labor se empareja la superficie del suelo para facilitar
el riego y distribución del agua. Permite una siembra uniforme en cuanto a
densidad y profundidad.

Surcado: El maíz se puede sembrar en hileras o en surcos. La separación entre


éstos puede ser entre 70 y 100 cm.

Híbridos y variedades

El maíz forrajero es un cultivo de alto rendimiento y contenido importante de


nutrientes y energía, así como de alta gustocidad; por tal, se le conoce como
la reina del silo. Se emplea principalmente para ensilarse. No se han realizado

82
evaluaciones en la zona; sin embargo, con base en la experiencia de productores y en
la evaluación en regiones similares, se propone la utilización de híbridos como
el 9617, ST-7624, H-431, 33V15, P1625HR, 33F85, 32D78, 31G65, 31G71
y Pioneer 3292.

Época de siembra

Debe realizarse cuando no hay peligro de heladas. En valles altos se aconseja del
15 de mayo al 15 de junio; en zonas costeras, del 15 de marzo al 15 de mayo. Si
las siembras son tardías, la producción de forraje tiende a disminuir.

Cantidad de semilla

En este cultivo es recomendable emplear un número de plantas por hectárea


más que una cantidad de semillas por hectárea. Se sugiere una población de
70,000 a 80,000 plantas por hectárea, obtenidas a partir de 25 a 35 kg
de semilla de maíz. Este rango de peso se debe a que las variedades se presentan
en diferentes tamaños de semilla (chica, mediana y grande).

Algunas semillas o plántulas se pierden por falta de germinación, de vigor y de


contacto con el suelo; por una preparación deficiente de la cama de siembra, piedras
y encostramiento; por plagas y enfermedades, por fallas de la sembradora o
falta de cuidado del sembrador, entre otros. El porcentaje de pérdida es muy
variable, la experiencia indica que es prudente calcular al menos 20 %.
En consecuencia, se tiene que aumentar la cantidad de semilla en la misma
proporción en la que esperamos tener pérdidas de semilla o plántulas. Es
decir, si queremos 80 mil plantas, tenemos que sembrar 100 mil semillas. En
condiciones de emergencia difíciles, como en “pata” de trigo o cebada,
o en terrenos muy arcillosos, la densidad se tiene que aumentar todavía más.

Método de siembra

Se propone sembrar en surcos de 76 a 90 cm de separación. La distancia entre


plantas debe ser de 16 cm (seis plantas por metro lineal) para la distancia
menor de surco y de 14 cm (7 plantas por metro lineal) para la distancia mayor.
Es deseable utilizar sembradoras de precisión a fin de asegurar una distribución
homogénea de la semilla. De preferencia sembrar en húmedo, depositar
la semilla a una profundidad de entre 5 y 10 cm, procurando que no permanezca
en contacto con el fertilizante.

83
Fertilización

Los suelos de los valles agrícolas de la región por lo general son deficientes en
nitrógeno y fósforo, aunque las necesidades pueden variar entre campos de la misma
área. Es recomendable realizar análisis de suelo para determinar las deficiencias
de nutrientes y, con base en ello, ejecutar un programa de fertilización. Se
sugieren dosis de fertilización de entre 80 y 140 kg/ha de nitrógeno, según
la cantidad disponible en el suelo. Es aconsejable emplear la mitad de la dosis
durante la siembra y el resto entre los 30 y 40 días después de la siembra.

Cuando se localicen deficiencias de fósforo, se recomienda aplicar entre 40


y 80 kg P2O5 por hectárea, antes o durante la siembra. Los requerimientos de
fósforo se pueden establecer por análisis de suelo.

Por lo común, en los suelos de la costa de Ensenada no se han encontrado


carencias de potasio; sin embargo, en caso de existir, es deseable administrar
dosis de entre 40 y 80 kg de K2O por hectárea, antes o durante la siembra. En
siembras en hilera o en surcos, el fertilizante se puede aplicar abajo y a un lado
de la semilla de siembra.

Control de malezas

Las malezas pueden disminuir la producción, por lo que es necesario su


control, en especial durante los primeros 40 días después de la emergencia
del cultivo. El control se efectúa a través de métodos mecánicos o químicos, o
una combinación de ambos.

Control mecánico. Se puede realizar en siembras en surco mediante cultivos. Se


propone ejecutar el primer cultivo entre los 12 y 15 días después de la emergencia
del maíz, ya que en esta etapa la maleza es pequeña y se deshidrata fácil con el
sol. El segundo cultivo o escarda se lleva a cabo entre los 30 y 40 días después de la
emergencia del maíz; se debe procurar que la barra portaherramientas no dañe
las plantas.

Control químico. En terrenos muy infestados de malezas puede ser necesario el


uso de herbicidas específicos para su control. Para malezas de hoja ancha como
el quelite y la verdolaga se puede recurrir al herbicida 2,4-D Amina. Éste puede
aplicarse en una banda de 25 cm sobre el hilo de siembra, cuando las hierbas
alcancen de 5 a 10 cm de altura, en dosis de 1.5 l por 200 l de agua. Los vapores
de este producto pueden causar algunos daños en plantas vecinas susceptibles;

84
por ende, no se debe administrar por avión a menos de 1,000 metros (m)
cuando se encuentren cultivos susceptibles o a menos de 100 m si se usa en
forma terrestre o con vientos.

Para aplicaciones de preemergencia se sugiere atrazina, la cual controla


hierbas de hoja ancha y algunos zacates. La dosis es de 600 gramos (g) de
material comercial por 200 l de agua por hectárea.

Cuadro 19. Herbicidas recomendados para el control de maleza en maíz


Herbicida Dosis l/ha Estado del maíz
Ácido 2,4-D Amina 1a2 10 a 15 cm altura
Banvel 480 (dicamba) 0.5 5 a 10 cm altura
Brominal (bromoxinil) 1.5 a 2 dos a tres hojas
Cirrus (dicamba + ácido 2 4d)
1 a 1.25
cuatro a cinco hojas
La aplicación de estos productos requiere asistencia técnica especializada; l/ha=litros
por hectárea.

Plagas

El gusano cogollero es la plaga más dañina del maíz. Es necesario identificar


las etapas susceptibles del cultivo en las cuales puede ser afectado por dicho
gusano, así como la fase más crítica (desde la emergencia hasta los 50 días).

Después de la emergencia del maíz, se recomienda efectuar muestreos


semanales para detectar de forma oportuna los primeros brotes de la plaga y
así disminuir los daños ocasionados. El muestreo se debe realizar en 5 de oros;
se sugiere revisar 20 plantas por sitio de muestreo. De esta manera, es posible
descubrir a la plaga en sus primeras etapas (en forma de huevecillos y larvas
pequeñas), cuando su control es más efectivo. Si al revisar 100 plantas durante
el muestreo semanal se localizan más de 20 plantas con presencia y daño del
gusano cogollero es importante implementar una medida de control.

Algunos productos y dosis por hectárea que pueden utilizarse para el control de
esta plaga son: 330 gramos de ingrediente activo (gia) de Clorpirifos; 1,200 gia
de Carbaril; 170 gia de Permetrina; 20 gia de Betapermetrina, entre otros.
También se puede aplicar Sevin 5 granulado o Dipterex 4 polvo en dosis de 10
y 12 kg/ha, respectivamente. Lo anterior se debe aplicar de forma manual, con

85
botes perforados, cuando las plantas alcancen más de 20 cm de altura a fin de
que penetren en el cogollo.

Ensilado

El objetivo del ensilado es preservar el cultivo cosechado por fermentación


anaeróbica. El proceso consiste en la conversión de carbohidratos solubles a ácido
láctico, el cual baja el potencial de hidrógeno (pH) a un nivel suficiente para
inhibir la actividad biológica en la masa de forraje ensilada.

Cosecha

El maíz o el sorgo deben ser cosechados en el estado de madurez apropiado para


obtener la máxima producción de nutrientes digestibles por hectárea, reducir
las pérdidas mínimas en el campo y almacenamiento, tener el máximo consumo
de materia seca por el ganado y tener la mayor cantidad de materia seca
ensilada por hectárea. El maíz debe ser cosechado cuando posea un contenido
de humedad entre 65 y 70 %. Esto se logra cuando la línea de leche está
cercana a la mitad del grano. Si se ensila con mucha humedad puede fermentar
pobremente y haber pérdidas por arrastre; si se fermenta demasiado seco,
es probable que bolsas de aire no permitan una fermentación anaerobia y, por
lo tanto, se desarrollen hongos indeseables.

Para conseguir un ensilado eficiente, el forraje se debe cortar y transportar


lo más rápido posible al silo. Es necesario que esta operación se ejecute diario,
pues un retraso de tan solo un fin de semana significa grandes pérdidas de forraje
durante el ensilado y una mala calidad de producto. Una vez que el forraje esté en el
silo debe ser “empacado” rápidamente para excluir el oxígeno y promover el inicio
de la fermentación. Por último, debe sellarse de forma perfecta con plástico de
4 mm; se colocan de 15 a 20 llantas por cada 10 metros cuadrados (m2) para
asegurar el plástico.

Para su utilización eficiente, el ensilado se debe remover a una tasa de entre


10 y 15 cm diarios. Tasas menores de remoción provocan pérdidas debido al
crecimiento de hongos y bacterias aeróbicas que causan baja calidad y palatabilidad.

Sistema de riego por goteo

El riego por goteo es la aplicación lenta y frecuente de agua al suelo mediante


emisores o goteros localizados en puntos específicos.

86
Ventajas

• Alta eficiencia en el uso del agua.

• Reduce las pérdidas directas por evaporación.

• Elimina el escurrimiento superficial.

• Permite aplicar el riego a una profundidad exacta.

• Aumenta el rendimiento por unidad de agua aplicada.

• Mejora la calidad de la cosecha.

• Permite obtener un rendimiento más uniforme.

• Se puede usar en terrenos accidentados.

• Requiere menos fuerza propulsora.

Desventajas

• Los roedores o insectos pueden dañar algunos componentes del sistema.

• Se requiere un manejo más cuidadoso que en otros sistemas de riego.

• La inversión inicial y los costos anuales pueden ser mayores en comparación


con otros métodos.

• La selección y diseño de un sistema de riego por goteo puede ser una tarea
complicada.

Se deben tomar en cuenta aspectos de diseño (considerar la relación


agua/suelo/planta, tratamiento de agua, teoría hidráulica y bombas), así
como conocimientos referentes a la instalación, operación y mantenimiento.
Se aconseja corroborar estos aspectos con un ingeniero de diseño de sistemas
de riego, antes y después de diseñar, instalar y comprar el sistema, para así
garantizar que funcione de modo correcto.

Bomba. Debe tener la capacidad necesaria y trabajar de manera eficiente


conforme a las necesidades de presión y flujo del sistema. Por lo general, en los

87
pozos se utilizan bombas verticales operadas por turbinas; mientras que para el
suministro de agua superficial, se manejan bombas centrífugas.

Sistema de filtración. Un buen filtrado es importante para asegurar la operación


adecuada del sistema y el buen funcionamiento a largo plazo. Los filtros se
usan para eliminar arena, limo, minerales precipitados y materia orgánica del
agua de riego, con el propósito de evitar el taponamiento de los emisores.

Sistema de quimigación. Consiste en el equipo para la inyección de químicos


(fertilizantes, plaguicidas y productos químicos para el mantenimiento del
sistema de riego) en el sistema de riego. Algunos sistemas emplean una bomba
independiente, mientras que otros utilizan un dispositivo tipo venturi que
usa la presión diferencial en el circuito para crear succión al estar conectado a
los tanques de substancias químicas.

Flujómetros y manómetros. Son dispositivos de monitoreo para el funcionamiento


apropiado del sistema. Conocer la presión de operación del sistema ayuda a
detectar las fugas y los problemas de taponamiento; así como al control de los
filtros, los inyectores de productos químicos y el rango de operación del sistema.

Válvulas de control. Regulan la circulación (paso) de líquidos mediante una


pieza movible que abre o cierra en forma parcial uno o más conductos. Las
válvulas de control deben ser “ajustadas” de manera correcta para garantizar
que el flujo y la presión del sistema sean los adecuados. Algunas veces se utilizan
válvulas de mariposa o de bola sencillas, aun cuando es más frecuente el uso
de válvulas sofisticadas para regular el flujo y la presión. Las válvulas más grandes
moderan el flujo de la bomba hacia los filtros y de ahí al campo de cultivo,
por lo que algunas veces reducen el flujo destinado al campo para mejorar el
retrolavado de los filtros. Las válvulas de zonas controlan el suministro de agua por
bloques, mientras que las de lavado al final de todas las tuberías del sistema
permiten que éste quede libre de impurezas.

Tuberías y conectores. Las tuberías transportan agua de la bomba a los


filtros, a las válvulas y a los emisores. Se puede utilizar tubería de PVC en todo
el sistema o se puede combinar tubería de acero en la estación de bombeo con
PVC flexible; con polietileno (pe) layflat para las líneas secundarias y con cinta
con goteros para las líneas laterales. Se debe tomar en cuenta la expansión y
contracción del material bajo circunstancias normales de operación en
exteriores y verificar que las tuberías estén instaladas de manera correcta, bien

88
ensambladas y conectadas con soldadura, pegamento o por medio de conectores
de fricción.

Es importante limpiar los conectores y la tubería de PVC antes de aplicar el


pegamento, ya que gran parte de la tubería está enterrada y es difícil de accesar
y reparar, en especial después de que crece el cultivo. Los conectores deben
quedar bien instalados para evitar fugas. Es relevante que las tuberías y
los conectores tengan el tamaño adecuado para soportar las presiones operativas
máximas y que conduzcan el agua sin elevar o reducir en exceso la presión.

Mangueras y cintas de riego. El componente clave de un sistema de riego por


goteo es el lateral o cinta de riego, la cual es colocada en la zona de cultivo
y entrega el agua por medio de emisores o goteros. El diámetro de la cinta
desempeña un papel importante, pues la distancia de los laterales puede enviar el
agua de forma eficaz. Las tasas de flujo del emisor son comúnmente especificadas en
el gasto de agua por longitud de lateral (por ejemplo, galones por minuto [gpm]
por 100 pies [ft] de cinta/tubo) o gasto de agua por emisor (galones por hora por
emisor). El flujo de emisor debería seleccionarse con base en las características
del suelo, la disponibilidad del agua y su calidad, en los requerimientos de la
planta, entre otros factores. En el caso del maíz se recomienda utilizar cinta de
4 a 8 milésimas de espesor, de flujo medio para suelos medios y de flujo alto
para suelos arenosos, con emisores de salida a 20 cm. Colocar los emisores
hacia arriba.

Fertirrigación

El sistema de riego por goteo tiene muchas ventajas, una de ellas es regar y
fertilizar al mismo tiempo, es decir, la fertirrigación. Se pueden administrar
otros productos químicos a través del sistema de riego, como los herbicidas,
plaguicidas y mejoradores de suelo. Cuando se cuenta con un sistema de riego por
goteo es indispensable el uso constante de ácido sulfúrico (H2SO4) en dosis de
2 l/ha en cada riego para el mantenimiento de los goteros. A fin de realizar una
adecuada fertilización mediante el sistema de riego se sugiere:

Nitrógeno. Debido a su gran movilidad en el suelo, se recomienda dosificar


las unidades totales entre los riegos a efectuarse para asegurar que la planta
aproveche más los nutrimentos. La fuente más aconsejada es UAN 32 %, ya que se
presenta en forma líquida. La urea puede disolverse y aplicarse; sin embargo,

89
contiene muchas impurezas y podría provocar taponamientos en la cinta de
riego. En caso de utilizarse, realizar lavado de las cintas después de cada fertilización.

Fósforo. Se puede administrar granulado al momento de la siembra. En


aplicaciones posteriores, utilizar ácido fosfórico (H3PO4) que, aparte de nutrir a la
planta, sirve para dar mantenimiento de limpieza a los emisores (goteros);
su presentación es líquida.

Potasio: En caso de requerirse, buscar siempre fuentes líquidas o altamente solubles.

Riegos

La cantidad de agua de riego suministrada al cultivo depende de la fecha de


siembra, el clima y el tipo de suelo, así como de la eficiencia de aplicación del agua. En
términos generales, se proveen de 60 a 100 cm de lámina de agua durante el desarrollo
del cultivo. Para el periodo de establecimiento se sugiere un riego de siembra y
entre tres a cinco de auxilio. La frecuencia de estos últimos dependerá de las
características del suelo y las condiciones climáticas presentadas. Después del
primer corte es necesario aplicar otros dos o tres riegos de recuperación.

Cuadro 20. Calendario de riegos de auxilio en maíz para forraje. Costa de


Ensenada, B.C.
Periodo Tiempo de
Volumen Volumen
Fase vegetativo riego
(m³/ha/fase) (m³/ha/día)
(días) (Minutos)

Emergencia 15 390 26 47

Crecimiento 40 1,225 31 56

Floración 65 3,965 61 110

Llenado de
95 690 46 83
grano

Total 135 6,270

m³= metro cúbico; ha=hectárea.

90
Para mayor información dirigirse con el autor:
Juan Antonio Chávez Durón
Teléfono: 55 38718700 ext. 81954
chavez.juan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Sitio Experimental Costa de Ensenada
Centro de Investigación Regional Noroeste

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Pepino: Agricultura protegida

Introducción

El pepino, nativo de Asia y África, es una planta anual cuya raíz principal se
ramifica en una gran cantidad de raíces superficiales muy finas, alargadas y
blanquecinas; los tallos son angulares, espinosos, de porte rastrero y trepador;
presenta hojas de peciolo largo recubiertas de vellosidades muy finas; las flores
crecen en las axilas de las hojas y pueden ser hermafroditas o unisexuales, la
mayoría de los cultivares son ginoicos, es decir, solo poseen flores femeninas; los
frutos son pubescentes o lisos, de color verde oscuro y se consumen inmaduros.

Requerimientos

Se recomienda el uso de malla sombra con 35 % de sombreo para reducir


la incidencia solar, así como los efectos en las fluctuaciones de temperatura
y humedad relativa. Siembras tardías en el Valle de Mexicali incrementan el
riesgo de abortos y daños fisiológicos de los frutos, lo cual es provocado por
temperaturas superiores a 30 grados Celsius (°C) en el día y hasta 17 °C en
la noche. La humedad relativa óptima durante el día debe fluctuar entre 60 a
70 % y durante la noche de 70 a 90 %. El potencial de hidrógeno (pH) óptimo
oscila de 5.5 a 6.8.

Preparación del terreno

Antes de iniciar la construcción de la malla de cultivo o invernadero se sugiere

92
realizar el subsoleo, barbecho, rastreo y nivelación; posterior a su construcción,
se deben efectuar camas de cultivo de 120 centímetros (cm) de ancho, 40 cm
de altura, 20 cm de talud y 80 cm de cama central superior. Por manejo técnico
y prácticas culturales del cultivo se aconseja que la longitud de las camas sea de
50 a 100 metros (m) y los pasillos con una separación de 40 cm entre camas.

Fecha de siembra

Para el Valle de Mexicali se proponen dos ciclos de cultivo por año tanto para
siembra directa como para trasplante. El primer ciclo se recomienda del 1 de
enero al 25 de febrero y el segundo del 1 de agosto al 10 de septiembre.

Variedades

Las variedades con mayor adaptación en ambos ciclos son: Dasher II, Río
Verde, Talladega y Stonewall F1.

Densidad de siembra

En sistemas protegidos se deben utilizar de 3.1 a 4.9 plantas por metro cuadrado
(m2), con distancias de 40 cm entre hileras y 25 a 40 cm entre plantas.

Fertirriego

Se recomienda llevar a cabo análisis de suelo y agua para determinar la


fertirrigación. La humedad debe ser constante desde la germinación, la cual
inicia entre los cuatro y ocho días después de la siembra hasta el final del cultivo.
La fertirrigación empieza cuando se observan las primeras hojas verdaderas con
una solución nutritiva al 50 % de los siguientes nutrimentos minerales
(miligramo por litro [mg/l]): 250 nitrógeno (N), 50 fósforo (P), 250 potasio
(K), 280 calcio (Ca), 50 magnesio (Mg), 2 fierro (Fe), 0.5 manganeso (Mn),
0.5 boro (B), 0.1 cobre (Cu) y 0.1 (zinc) Zn. Después, se debe fertilizar con la
solución completa hasta la cosecha o finalización del ciclo de cultivo.

Polinización

Para lograr una polinización eficiente se necesitan colocar de seis a ocho


colmenas de abejas o abejorros por hectárea cuando se presente la apertura floral.
Evitar la aplicación de agroquímicos que induzcan la muerte de los polinizadores.

93
Podas

La poda de hojas favorece el crecimiento y desarrollo del cultivo, y disminuye la


incidencia de enfermedades. Se requiere eliminar las hojas y plantas enfermas
con frutos deformes. Es muy importante mantener el equilibrio entre el número
de frutos y hojas para no afectar el rendimiento.

Tutoreo: Se sugiere realizarlo en forma individual con rafia pero se puede


utilizar malla de tutoreo de 15 x 15 cm.

Control de Maleza

La emergencia de malezas o malas hierbas es distinta para el ciclo invernal


y de verano; no obstante, en ambos casos, se debe hacer el control manual o
mecánico cuando la maleza presente una altura menor a 5 cm. No se recomienda
el uso de agroquímicos porque el desarrollo de raíces es superficial. Para mayor
información, consultar al personal investigador del Campo Experimental Valle
de Mexicali o a su técnico.

Plagas

Mosca blanca. Este insecto es un transmisor de virus. Los daños se observan


como amarillamiento en las hojas y debilitación de las plantas. Para su
manejo se aconseja: respetar las fechas de siembra, efectuar la destrucción de
residuos anteriores, colocar trampas cromáticas amarillas y realizar un control
preventivo con 2.5 mililitros (ml) de Imidacloprid o Endosulfan por litro de
agua. En cosecha aplicar 3 ml de extracto de Neem o ajo por litro de agua.

Pulgón. Este insecto forma colonias distribuidas en forma irregular y absorbe


la savia de las hojas. Se sugieren trampas amarillas y la eliminación de malas
hierbas hospederas.

Araña roja. Se presenta en el envés de las hojas y provoca defoliaciones en los


primeros estados fenológicos de las plantas. Las temperaturas elevadas y la
escasa humedad relativa favorecen su desarrollo. Se controla con 1.5 a 2.0 ml
de Abamectina por litro de agua.

Paratrioza o Mosca psílida. El daño causado por las ninfas se aprecia como
clorosis y rizado de las hojas. Se recomienda adquirir plantas libres de plagas
y colocar trampas amarillas, naranjas o verdes en la cima de la planta. Para su
control, aplicar de 2.5 a 3.5 ml de Diazinon por litro de agua.

94
Enfermedades

Cenicilla polvorienta. Surgen manchas amarillas en las hojas de forma angular,


después se necrosan en el centro y muestran pubescencia blanca. Para su
prevención y control se sugiere administrar fungicidas cúpricos como el
Oxicloruro de Cobre a dosis de 1.5 a 2 gramos (g) disueltos en un litro de agua.

Cosecha

La cosecha inicia entre los 50 y 55 días después de la siembra en verano y


entre los 60 y 75 días en invierno. Se cosechan los frutos inmaduros de color
verde oscuro, pulpa blanca y de forma cilíndrica, con un peso aproximado de
250 a 400 g y de 25 a 30 cm de longitud por 5 a 7 cm de diámetro.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Antonio Morales Maza
Teléfono: 5538718700 ext. 81617
morales.antonio@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

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Remolacha

Introducción

El cultivo de la remolacha forrajera es reciente en el Valle de Mexicali. De


acuerdo con los antecedentes que se tienen en el Valle Imperial de California
este cultivo se puede producir en forma amplia y ventajosa, dadas las
condiciones ecológicas para su implantación. La diferencia que presenta la
remolacha forrajera de la azucarera es el tamaño y la producción de azúcares.

La remolacha mezclada con forrajes secos puede utilizarse en raciones para


ganado a fin de prevenir diarreas a los animales. Con 70 % de humedad puede
ser ensilada mediante el uso de la raíz y el follaje. Se considera un cultivo
tolerante a la salinidad y prospera en terrenos relativamente pobres; además,
proporciona un forraje de buena calidad.

Preparación del terreno

Para lograr una buena preparación del suelo se aconseja: realizar un subsuelo
donde los cinceles penetren de 35 a 40 centímetros (cm) de profundidad, así
como un barbecho para mejorar las condiciones físicas y biológicas del suelo;
incorporar los residuos del cultivo anterior, seguido por dos pasos de rastra,
nivelación y surcado del terreno.

Variedades

En el mercado constantemente se presenta una gama extensa de nuevas

96
variedades; sin embargo, se recomienda sembrar Coronado Large y Phoenix
Medium. Para obtener información actualizada se sugiere acudir con su técnico
o al campo experimental más cercano.

Época de siembra

La época de siembra adecuada para este cultivo es durante los meses de septiembre
y octubre. En siembras efectuadas en la primera quincena de octubre se han
obtenido los más altos rendimientos experimentales.

Método y densidad de siembra

Se propone sembrar en surcos a doble hilera con una separación entre ellos de
1.30 cm entre hilera. Se aconseja una densidad poblacional de 100 mil a 120 mil
plantas por hectárea (ha).

Riego

Se requieren de cinco a seis riegos para que el cultivo alcance su desarrollo


completo. Estos deben ser ligeros, con intervalos de 25 a 30 días entre cada uno.

Fertilización

Se recomienda fertilizar con 100 kilogramos por hectárea (kg/ha) de nitrógeno


y 70 kg/ha de fósforo: al momento de la siembra, se sugiere aplicar 60 % del
nitrógeno y todo el fósforo; en el primer riego de auxilio, 20 % del nitrógeno y
en el segundo, el resto.

Labores de cultivo

En las primeras etapas de desarrollo se pueden realizar labores de cultivo


para eliminar las malezas y evitar el agrietamiento del terreno. Los pasos de
cultivadora se deben efectuar entre los 7 y 10 días después de la aplicación
de los riegos, según las condiciones de suelo y clima que se tengan.

Plagas

Las principales plagas presentadas en este cultivo son chicharritas y pulgones; para
combatirlas se puede usar Dimetoato a razón de un litro por hectárea. Otras plagas
observadas en el cultivo son: gusano soldado, trips negro y mosca blanca.

97
Cosecha

De este cultivo se utiliza la raíz y el follaje. El momento de cosecha lo indica el


color de la hoja, ésta se torna color amarillento, o cuando la raíz empieza a quedar
descubierta. Para cosechar esta planta se propone dar un paso con cinceles o
subsoleo y proceder a cosecharla de forma mecánica.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Jorge Iván Alvarado Padilla
Teléfono: 5538718700 ext. 81604
alvarado.jorgeivan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

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Ryegrass (Ballico anual)

Introducción

El zacate ballico anual, mejor conocido en la región como ryegrass, es un forraje


que se adapta a regiones templadas y subtropicales, así como a climas áridos
bajo condiciones de riego. La producción de forraje verde de ryegrass se efectúa
en praderas, en particular, para el consumo directo del ganado productor de
carne, el cual, por lo común, está conformado por becerros y becerras, novillos,
vaquillas o toretes, cuyo proceso de engorda inicia en las praderas y termina en
los corrales con otro tipo de alimentación.

Los becerros y becerras engordados en las praderas alcanzan, en promedio, de


180 a 200 kilogramos (kg) por cabeza, mientras que los toretes y vaquillas, de 300
a 500 kg; por lo general son traídas de otras regiones del país como Sonora, Nayarit
y Sinaloa. Se ha encontrado que el zacate ryegrass prospera de manera perfecta en
suelos pesados, de textura arcillosa y con problemas de drenaje y salinidad; además,
es resistente al “pisoteo” y tiene buen poder de recuperación. Este cultivo es una
gramínea valiosa ya que puede emplearse como pasto y heno; asimismo, en las
praderas puede mezclarse, a corto plazo, con algunas leguminosas como el
trébol y la alfalfa. En el Valle de Mexicali, el ryegrass ocupa alrededor
de 1,561 hectáreas (ha) al año; éstas constituyen las praderas utilizadas
básicamente en el programa de engordas de ganado bovino para carne.

99
Preparación del terreno

Es importante preparar una buena cama de siembra y realizar una adecuada


nivelación del terreno con el objetivo de lograr una distribución óptima de
la semilla y del agua de riego. En muchos casos es posible sustituir al barbecho
por un doble paso de rastra de disco. Se efectúa la nivelación del terreno y
enseguida se deben trazar melgas de 15 metros (m) de ancho por 250 m de largo.

Variedades

Oregón común, Tetraploide y Passerel. Para mayor información, acudir a su


técnico de confianza o al campo experimental más cercano.

Época de siembra

La época propicia es durante los meses de octubre y noviembre. Las siembras


tempranas serán exitosas si se llevan a cabo en la segunda quincena de
septiembre y cuentan con un clima fresco.

Método y densidad de siembra

La siembra se puede realizar en plano y para ello se emplea una sembradora tipo
cyclone; después, se pasa una rastra ligera de ramas para cubrir la semilla. También
puede utilizarse una drilla o sembradora de trigo. La cantidad de semilla
requerida por hectárea es de 30 a 40 kg con sembradora tipo cyclone o de 25
a 35 kg con drilla.

Riegos

Para ejecutar el primer pastoreo se necesitan cuatro riegos, incluyendo el riego


de germinación, con intervalos de 25 a 30 días entre ellos. Después, se aplican
uno o dos riegos entre cada pastoreo según las condiciones del clima y suelo. Se
recomienda administrar riegos ligeros, máximo de 10 centímetros (cm) de lámina.

Fertilización

Se sugiere aplicar 100 kg/ha de nitrógeno al momento de la siembra.


Posteriormente, se deben aplicar 50 kg/ha después de cada pastoreo, excepto
en el último. Esto significa que el cultivo durante su ciclo requiere de 250 kg/ha

100
de nitrógeno. Asimismo, se aconseja suministrar 60 kg de fósforo por hectárea.
Con un manejo adecuado de la pradera es posible logar hasta cuatro pastoreos.

Control de maleza

Por lo común, las malezas no representan un problema relevante en el cultivo


del ryegrass si se considera que éste es pastoreado. No obstante, en caso de tener
un problema grave de infestación de malezas se deberá consultar al técnico o
acudir al campo experimental.

Plagas

El problema de plagas no es de importancia económica en la región. Los insectos


que frecuentemente se pueden encontrar en el cultivo son los áfidos o pulgones,
los cuales se presentan durante los primeros meses del año; sin embargo, en
general, el daño que causan en el zacate ryegrass es poco y no se requiere de
insecticidas para su control.

Pastoreo

Los cortes o pastoreo de ryegrass deben realizarse cuando el cultivo alcance de


30 a 35 cm de altura. El primer corte ocurre entre los 70 y 80 días después de la
siembra; la recuperación para los siguientes cortes tarda de 25 a 30 días después
del pastoreo. El número de pastoreos depende de la fecha de siembra y del
manejo del agua y fertilizantes; algunos productores logran de cuatro a cinco
cortes durante la temporada. El final del cultivo ocurre cuando la temperatura
empieza a subir a más de 35 grados Celsius (ºC) al iniciar el verano, durante
fines de mayo o principios de junio.

Sistema de explotación

Para el sistema rotacional es conveniente dividir la pradera en cinco potreros:


el ganado debe permanecer durante siete días en cada uno y enseguida pasar al
siguiente; esto significa que a los 28 días estará pastando en el potrero inicial.

101
Cuadro 21. Potreros en un predio con ryegrass con pastoreos durante siete
días consecutivos y riego inmediatamente después de terminado
el pastoreo.

Días 7 14 21 28

1
Siete días
consecutivos de pastoreo
2 3 4 5
con 12 a 15 cabezas por
hectárea (2000 a 2500 kg
de peso vivo por hectárea).

Carga animal

Es necesario definir la carga animal óptima con base en la cantidad de forraje


disponible. Para evitar un sobrepastoreo o retrasos en la rotación del ganado en
los potreros, es importante que el corte de pasto no sea inferior a 5 cm de altura,
ya que esto puede retardar el crecimiento.

Se sugiere que la carga animal sea de ocho a 12 cabezas de ganado bovino,


con un peso inicial de 200 kg, para obtener un promedio de ganancia diaria en
peso de 750 gramos (g); en consecuencia, se podrá obtener un promedio de
1,000 a 1,100 kg de carne por hectárea.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Juan Antonio Chávez Durón
Teléfono: 5538718700 ext. 81954
chavez.juan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Sitio Experimental Costa de Ensenada
Centro de Investigación Regional Noroeste

102
Sorgo forrajero

Introducción

El sorgo forrajero es resistente a la sequía, responde bien al riego y permite


obtener abundantes cosechas. Este forraje es apetecible para el ganado de carne y
leche tanto en verde como en ensilaje. Los sorgos para ensilaje se caracterizan
por ser de hoja ancha, tallo grueso, jugoso y con alturas aproximadas de 3
metros (m); en contraste, el sorgo verde, que se puede consumir picado, empacado
o en pastoreo directo, es de hoja angosta, tallo delgado y de rápido crecimiento.
En el Valle de Mexicali los sorgos forrajeros tienen importancia como cultivo de
primavera-verano.

Preparación del terreno

Se debe barbechar a una profundidad de 30 centímetros (cm), pasar la rastra las


veces que sea necesario hasta dejar bien mullido el terreno y nivelar para lograr
un manejo fácil del agua de riego.

Variedades

Existen variedades e híbridos de sorgo forrajero con características propias para


ensilaje, así como otras para empaque o pastoreo.

103
Cuadro 22. Principales híbridos de sorgo forrajero
Tipo de sorgo Híbridos

Sorgo para ensilaje NK-367 y FS-25

Sorgo para pastoreo directo o empaque Sudán Trudan y Sudán PIper

Sorgo para picado en verde Silo Miel, Silo Milo y RB-Cañero

Época de siembra

En sorgos para ensilaje se recomienda sembrar en dos ciclos: primavera y


verano. La siembra de primavera se sugiere realizar del 15 de febrero al 30
de marzo; en cambio, la de verano, del 15 de junio al 15 de julio, con lo cual se
obtendrá sólo un corte. Por otra parte, los sorgos de pastoreo o empaque se aconseja
sembrarlos del 1 de marzo al 30 de junio. Se debe considerar que entre
más temprano se siembre, se alcanzará un mayor número de pastoreos. En
siembras de marzo se logran obtener hasta cuatro pastoreos; mientras que
en las de junio, máximo dos.

Forma de sembrar

La siembra de esta gramínea se efectúa en plano mediante una sembradora de


granos pequeños (drilla). Se debe procurar que la semilla permanezca a una
profundidad de 2 cm.

Cantidad de semilla para la siembra:

Cuando es sorgo para pastoreo se requieren 20 kilogramos (kg) de semilla


por hectárea; en contraste, en sorgos para ensilaje o picado en verde, de 10
a 12 kilogramos por hectárea (kg/ha); esto permitirá producir tallos más
gruesos y vigorosos.

Riegos

En sorgos para ensilaje establecidos en siembra de primavera es preciso


suministrar cuatro riegos de auxilio para lograr el primer corte y tres más para
obtener el segundo; en siembras de verano se requieren cuatro riegos para su
cosecha. Los sorgos para pastoreo o empaque necesitan tres riegos para obtener
el primer corte y dos riegos para el siguiente. Aplicar una lámina de riego
máximo de 10 cm.

104
Fertilización

Los sorgos para ensilaje sembrados en suelos ligeros requieren 120 kg/ha de
nitrógeno (N) y 46 kg/ha de fósforo (P) antes de la siembra y 50 kg/ha de N
para el segundo corte. En suelos pesados se aconseja administrar 140 kg/ha de
N y 46 kg/ha de P antes de la siembra y 50 kg/ha de N para el segundo corte.
Cuando es para pastoreo o empaque, en suelos ligeros se puede suministrar
100 kg/ha de N y 46 kg/ha de P antes de la siembra y 50 kg/ha de N después
de cada corte. En suelo pesado se sugiere aplicar 120 kg/ha de N y 46 kg/ha de
P antes de la siembra y 50 kg/ha después de cada corte. La fuente de nitrógeno
recomendada es urea y para el caso del fósforo es 11-52-00.

Control de malas hierbas

Se propone darle un paso de cultivadora antes del primer riego y otro más antes
del segundo si éste lo permite. Con estas labores de cultivo se eliminan las
malezas y se rompe la capilaridad del suelo, lo cual promueve la conservación
de la humedad por un tiempo mayor. Dichas labores solo se realizan para los
sorgos de ensilaje. Para controlar complejos de maleza de hoja angosta y ancha se
sugiere administrar azatrina a una dosis de 1.5 a 2.0 kg/ha.

Plagas

Las principales plagas que atacan al sorgo forrajero son la pulga negra, el gusano
cogollero y, en la actualidad, el pulgón amarillo.

Cuadro 23. Principales plagas que atacan al sorgo y su método de control


en el Valle de Mexicali
Producto Dosis por
Plaga Época de aplicación
comercial hectárea
Pulga negra Durante el primer mes de
Sevin 80 1.5 kg/ha
(chaetocnemasp) desarrollo de la planta
Sevin 5 g En verano, sobre todo
Gusano cogollero 1 kg/ha
Lorsban después de cultivar
(Spodoptera frugiperda) 1 a 1.5 l/ha algodón
480 E
Picador 150 g/ha
Pulgón amarillo Cuando se localicen 50
Engeo 300 ml/ha
(Melanaphis sacchari) pulgones por hoja
Muralla Max 300 ml/ha
kg=kilogramos; l=litros; g=gramos; ml=mililitros; ha=hectárea.

105
Cosecha

Si el sorgo es utilizado para ensilaje, el momento más apropiado para llevar


a cabo la cosecha es cuando el grano se halla lechoso masoso. Para pastoreo,
ésta debe efectuarse cuando las plantas alcanzan alrededor de 1 m de altura
y cuando los sorgos no se encuentran en proceso de espigado, pues el ganado
aprovecha mejor el forraje en estado tierno. La altura mínima para pastoreo debe
ser de 60 cm, ya que se podría presentar un grado alto de intoxicación en
los animales.

Por otra parte, si los sorgos llegasen a sufrir los efectos de una helada fuerte
o una sequía muy prolongada, es mejor dar el pastoreo hasta que la planta
se recupere. Se sugiere pastorear en forma rotacional al igual que el zacate
ryegrass. Si el sorgo no se destinara para ensilaje, se procede a cortarlo en etapa
de floración a fin de elaborar heno. Para el corte puede utilizarse el mismo
equipo empleado en la alfalfa.

Para mayor información dirigirse con el autor:


Jorge Iván Alvarado Padilla
Teléfono: 5538718700 ext. 81604
alvarado.jorgeivan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

106
Sorgo grano

Introducción

El sorgo grano se emplea en la elaboración de alimento balanceado para aves y


ganado; los tallos y las hojas se aprovechan como forraje después de cosechar
las panojas. El valor nutritivo de los nuevos híbridos es semejante al del maíz
blanco y cuesta alrededor de 60 % menos. El sorgo puede formar parte de una
rotación adecuada de cultivos en el Distrito de Riego 014, Río Colorado, ya que
se adapta bien a las condiciones de esta región; asimismo, puede constituir
un segundo cultivo después del trigo, la cebada o el cártamo. El rendimiento
comercial es de 4.5 toneladas por hectárea (t/ha) pero existe información
experimental donde se establece que el cultivo tiene un potencial superior a
6 t/ha, es decir, mayor que en otras regiones; un ejemplo es Tamaulipas, donde
se registra un rendimiento promedio de 3 t/ha en temporal y 5 t/ha en riego.
El volumen de producción anual se destina al consumo local para la elaboración
de raciones balanceadas de ganado bovino, porcino y sector avícola.

Preparación del terreno

Se debe barbechar a 30 centímetros (cm) de profundidad, pasar la rastra hasta


dejar bien mullido el terreno y nivelar para lograr un manejo fácil del agua de riego.
En suelos medios y ligeros sin problemas de sales, la distancia entre surcos debe
ser de 70 a 75 cm, con una hilera de siembra.

107
En suelos salinos o de textura “pesada” se aconseja utilizar camas o bordos
altos entre 100 y 150 cm de ancho para sembrar a doble hilera, con una
separación entre 25 y 30 cm.

Variedades

Aptas para la región: Rodeo.

Época de siembra

Existen dos periodos de siembra: en primavera, del 15 de febrero al 31 de


marzo, y en verano, del 1 al 31 de julio.

Método de siembra

Suelos medios y ligeros. Es conveniente sembrar en húmedo, sobre todo si


existen infestaciones de maleza, para eliminar la primera generación de
malas hierbas.

Suelos pesados. La siembra puede realizarse en seco o a tierra venida


pesada; la semilla se debe depositar en camas a un metro de ancho, a doble
hilera y a una profundidad de entre 2 y 3 cm.

Densidad de siembra

Se recomienda usar de 8 a 12 kilogramos (kg) de semilla por hectárea.

Riego

En siembras de primavera, para suelos medios y ligeros, el sorgo puede requerir


de cinco a seis riegos de auxilio después del riego de presiembra. En siembras de
verano, las variedades o híbridos de sorgo para grano tienden a ser ligeramente más
precoces, de 10 a 15 días respecto al ciclo de primavera, con lo cual se reduce
también un riego de auxilio.

Fertilización

Nitrógeno (N). El cultivo requiere alrededor de 40 kg de N para producir 1 t de


grano; por lo tanto, si se planea generar 6 t/ha se necesitan 240 kg/ha de N.

Fósforo (P). Utilizar 12 kg/t de grano esperada; por ende, para lograr 6 t deben
aplicarse 72 kg/ha de P.

108
Control de malas hierbas

Las malas hierbas pueden ser controladas con cultivos o mediante el suministro
de herbicidas específicos para sorgo. Las malezas de hoja angosta más
importantes son: zacate de agua, zacate pinto, zacate grama, zacate Johnson y
coquillo, las cuales se presentan durante primavera y verano. A finales de otoño,
la avena y el alpiste silvestres también cobran importancia. Por otra parte, las
malas hierbas de hoja ancha más relevantes son: quelite o bledo, chual cenizo,
chual apestoso y chamizo.

Prevención: Se recomienda utilizar semilla certificada y maquinaria limpia,


así como eliminar maleza en canales y regaderas. En siembras tempranas, el
cultivo debe mantenerse libre de maleza los primeros 60 días; en siembras
tardías, durante los 40 días iniciales.

Control mecánico. En terrenos donde la maleza constituye un problema se


sugiere sembrar a “tierra venida” si el suelo lo permite. Después de la emergencia
de la maleza, realizar un paso de rastra o gallinitas para eliminar las primeras
generaciones. La presencia de maleza después de la siembra puede controlarse
a través de los métodos manual, mecánico o químico.

Control químico. Existen en el mercado herbicidas específicos para el control


de maleza de hoja ancha y angosta, los cuales presentan selectividad al cultivo de
sorgo; sin embargo, éstos deben emplearse con precaución, ya que la selectividad
no es absoluta, está en función de la dosis, de la etapa fenológica del cultivo al
momento de la aplicación, de las características del suelo y el clima, así como
de la variedad del sorgo.

Maleza de hoja ancha. Para el control de quelites, cuales, chamizo, mostacilla,


lechuguilla, correhuela y otras especies, los herbicidas utilizados a base de ácido 2,4-D
Amina 4 y Dicamba son específicos; no obstante, son productos de empleo muy
delicado, pues generan vapores que pueden ser arrastrados por el viento y dañar
cultivos susceptibles, como el algodonero, la alfalfa, las hortalizas, la vid y
el cártamo. Se aconseja suministrar estos productos en forma terrestre, sin vientos,
y seguir las indicaciones de la etiqueta de manera cuidadosa. El mejor control
se obtiene cuando se realiza la aplicación en suelo húmedo y al presentarse
maleza pequeña con cuatro hojas y de 5 a 8 cm de altura.

109
Maleza de hoja angosta. Las principales especies son los zacates de agua,
salado, pinto, coquillo, grama y Johnson, entre otros. Estas malas hierbas se
establecen al principio del ciclo junto con el cultivo y en poblaciones tan
altas que lo dañan seriamente, pues ambos compiten por agua, nutrientes y luz,
lo cual limita su crecimiento y desarrollo posterior. Es importante controlar
estas malezas de forma oportuna utilizando herbicidas.

Control de plagas

Las principales plagas que atacan al sorgo son el gusano cogollero, la pulguita
negra, los pájaros y, en la actualidad, el pulgón amarillo. Otras plagas de menor
importancia son los insectos chupadores, ácaros y nematodos, los cuales solo en
casos excepcionales requieren de control.

Cuadro 24. Principales plagas que atacan al sorgo y su método de control


en el Valle de Mexicali
Producto Dosis por
Plaga Época de aplicación
comercial hectárea
Pulga negra Durante el primer mes de
Sevin 80 1.5 kg/ha
(chaetocnemasp) desarrollo de la planta
Sevin 5 g 1 kg/ha
Gusano cogollero En verano, sobre todo después
Lorsban 1 a 1.5 l/
(Spodoptera frugiperda) de cultivar algodón
480 E ha
Picador 150 g/ha
Pulgón amarillo Cuando aparezcan 50
Engeo 300 ml/ha
(Melanaphis sacchari) pulgones por hoja
Muralla Max 300 ml/ha
kg=kilogramos; l=litros; g=gramos; ml=mililitros; ha=hectárea.

Enfermedades

Aunque no se han detectado enfermedades de importancia económica durante


el desarrollo del cultivo, en ocasiones pueden presentarse, como la pudrición
basal del tallo causada por hongos del suelo o la presencia de roya en las hojas.
Es importante la selección de variedades que presenten tolerancia a este tipo de
enfermedades.

Cosecha

La cosecha de sorgo debe efectuarse al muestrear el grano de la panoja, cuando


éste truene al quebrarse. Esta característica indica que el grano está en un punto muy
cercano o menor a 15% de humedad, lo cual es el ideal para cosechar con
una “combinada”.

110
Para mayor información dirigirse con el autor:
Eduardo Loza Venegas
Teléfono: 5538718700 ext. 81607
loza.eduardo@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

111
Trigo

Introducción

El trigo está sometido a un esquema de precios condicionados por las


fluctuaciones del mercado global y por el aumento de materias primas como la
semilla, fertilizantes, combustibles y plaguicidas. En consecuencia, el productor
enfrenta el reto de lograr una cosecha rentable. Esto implica optimizar el uso
de dichos insumos; por ejemplo, mediante la disminución de la intensidad de
la labranza, la aplicación oportuna de las cantidades necesarias de fertilizantes
o semillas, el correcto manejo del agua de riego y el control oportuno de
las plagas, enfermedades y maleza. Todas estas actividades enfocadas en
maximizar el rendimiento y calidad del producto son un factor importante para
una comercialización segura y aceptable.

Preparación del terreno

Una buena preparación del terreno ayuda a prevenir su compactación, facilita


la penetración del agua, promueve la aeración y el desarrollo de la raíz, y reduce
los costos de producción. Las labores requeridas para lograr una buena
cama de siembra involucran subsoleo, barbecho, rastreo y nivelación.

Época de siembra

Estudios realizados por el Campo Experimental Valle de Mexicali (CEMEXI)

112
indican que el mejor periodo de siembra del trigo es del 15 de noviembre al 31
de diciembre y, para siembras en surcos, del 15 de noviembre al 20 de diciembre.

Semilla

El uso de semilla de calidad es una de las decisiones más importantes para el


éxito de una producción.

Pureza varietal. Semilla libre de mezclas de otras variedades de trigo y de


otros cultivos.

Pureza fisiológica. Semilla con alto vigor para una emergencia rápida y uniforme
del cultivo (bajo índice de panza blanca).

Pureza física. Semilla libre de hierbas nocivas, como avena silvestre, lengua de
vaca, correhuela y zacate Johnson. Son difíciles de erradicar en el predio.

Pureza sanitaria. Semilla libre de enfermedades, como el carbón parcial y el


carbón volador.

Método de siembra

El trigo se puede sembrar en plano o en surco y, según la textura del suelo, en


húmedo (tierra venida) o en seco.

Siembra en plano. La semilla se distribuye en todo el terreno a través de una


sembradora de granos pequeños (drilla) o una “voladora”, la cual distribuye
la semilla y el fertilizante. Las melgas comprenden de 12 a 20 metros (m)
de ancho, de acuerdo a la textura del suelo (suelo medio, ligero o pesado), la
longitud y el grado de nivelación del terreno.

Siembra en surco. Después de la preparación del terreno se hace el surcado de


entre 80 y 100 centímetros (cm) para sembrar dos hileras sobre el lomo del
surco; éstas quedan separadas de 25 a 40 cm una de otra.

Densidad de siembra

Siembra en plano. Utilizar entre 120 y 160 kilogramos por hectárea (kg/ha). El
uso excesivo de semilla expone al cultivo al acame, lo cual dificulta la cosecha
y disminuye el rendimiento y la calidad del grano.

113
Siembra en surco. Emplear entre 60 y 80 kg/ha de semilla para obtener una
población de 40 a 64 plantas por metro lineal en cada hilera.

Variedades

Las variedades de trigo sugeridas para siembras en el Valle de Mexicali están


entre los grupos comercializados en México. Éstas se encuentran ordenadas en grupos
generales de calidad, donde se indica su uso potencial en la producción
de pan, galletas, repostería y pastas alimenticias. Es importante señalar que la
calidad intrínseca de cada variedad solo se expresará si se logra un mínimo de
proteína en el grano de alrededor de 10 % en trigos galleteros y de 12.5 % en
trigos panificables y para pastas.

Cuadro 25. Características agronómicas y uso industrial de las variedades


de trigo
Días a Madurez Alturas de Color de
Variedad
espigamiento fisiológica plantas (cm) grano
GRUPO I
Roelfs F2007 96 a 109 127 a 146 95 a 110 Blanco
Palmerín F2004 102 a 114 136 a 153 85 a 100* Blanco
Kronstad F2004 95 a 104 128 a 147 90 a 105 Rojo
Cachanilla F2000 94 a 105 129 a 146 85 a 100 Blanco
Yécora F70 92 a 103 125 a 141 60 a 80 Blanco
Rayón F89 97 a 108 129 a 146 90 a 105* Rojo
Oasis F86 95 a 105 130 a 145 65 a 85 Blanco
BACALI F2011 95 a 100 133 a 138 90 a 100 Blanco
Ñipal F2016 85 a 90 120 a 125 90 a100 Blanco
GRUPO II
Baviácora M92 93 a 109 130 a 146 95 a 115* Rojo
GRUPO III
Cucurpe S86 91 a 102 125 a 140 80 a 95 Ámbar
GRUPO V
CEMEXI C2008 96 a 112 132 a 146 90 a 105* Ámbar
Batáquez C2004 96 a 110 131 a 144 90 a 105* Ámbar
Río Colorado
99 a 115 132 a 145 90 a 105* Ámbar
C2000
Átil C2000 98 a 109 133 a 147 85 a 105* Ámbar
Rafi C97 98 a 109 133 a 148 85 a 100* Ámbar

Continúa Cuadro 25...

114
Continúa Cuadro 25...
Días a Madurez Alturas de Color de
Variedad
espigamiento fisiológica plantas (cm) grano
Nácori C97 98 a 110 134 a 149 85 a 105 Ámbar
Aconchi C89 95 a 106 132 a 145 80 a 100* Ámbar
Altar C84 94 a 105 128 a 143 85 a 100* Ámbar
CIRNO C2008 95 a 100 135 a 140 70 a 85 Ámbar
CEVY ORO
98 a 103 135 a 140 75 a 85 Ámbar
C2008
Sawaly Oro
95 a 100 130 a 135 75 a 85 Ámbar
C2008
Patronato Oro
98 a 105 140 a 145 90 a 100 Ámbar
C2008
Martínez C2016 97 a 100 138 a 140 80 a 85 Ámbar
1
La letra después del nombre de la variedad indica su uso industrial potencial.
* Variedades vigorosas con alto potencial de amacollamiento.

Descripción de los grupos del trigo

Grupo I. Gluten fuerte/extensible (F). Industria mecanizada de panificación y


como mejorador de trigos de menor fuerza.

Grupo II. Gluten medio fuerte/extensible (M). Industria semi mecanizada y


manual de pan a partir de masas fermentadas.

Grupo III. Gluten suave (S). Destinado a la industria galletera y repostería.

Grupo V: Gluten fuerte/tenaz, cristalino (C). Industria de elaboración de


pastas alimenticias.

Riego

Para determinar el momento del riego es necesario tomar en cuenta el estado


de desarrollo de la planta, la textura y el nivel de salinidad del terreno, las
condiciones del clima y algunas prácticas agronómicas como la fertilización y
el control de maleza.

Calendario de riegos

Las etapas de mayor demanda de agua son las de encañe, espigamiento y llenado
de grano. Un déficit de humedad puede dismnuir el rendimiento hasta 800 kg/ha.

115
Por otra parte, un exceso de riego en estas etapas puede reducir el contenido
de proteína en el grano al “lavar” el nitrógeno fuera de la zona radicular en
suelos medios y ligeros o dificultar su asimilación por falta de oxígeno en suelos
pesados. Los riegos tardíos realizados después del estado lechoso masoso del
grano contribuyen al acame y desgrane del cultivo.

Suelos medios. Aplicar un riego de presiembra o de germinación y cuatro de


auxilio. El primero de auxilio se aplica en el amacollamiento (45 a 55 días después
de la siembra); el segundo, en pleno encañe (2 a 3 nudos o 30 días después del
primero); el tercero, en el espigamiento (25 días después del segundo riego de
auxilio); y el cuarto, cuando el grano se encuentre en estado lechoso masoso
(15 a 20 días después del tercer riego de auxilio).

Suelos ligeros. Regar a intervalos cortos con menor lámina de riego y aplicar
un riego más que en suelos medios: (presiembra, amacollamiento, encañe,
embuche, llenado de grano y grano lechoso masoso).

Suelos pesados. Se sugiere un riego de germinación y cinco riegos de auxilio:


amacollamiento, encañe, embuche, espigamiento y lechoso masoso.

Riego en melgas

Las melgas muy anchas y demasiado largas propician una baja eficiencia de
riego y pérdidas de agua por escurrimiento superficial fuera del predio o por
percolación profunda. El tamaño de la melga se realiza de acuerdo al tipo de
suelo y a su grado de nivelación.

Riego en surco

La siembra en surco hace entre 10 y 15 % más eficiente la conducción del agua


y reduce el tiempo de riego respecto al riego por melgas. Se controla mejor
la cantidad de agua que entra al surco (uso de sifones o tubos de 0.5 a
1 pulgadas [inch]).

116
Cuadro 26. Ancho y largo de las melgas por tipo de suelo
Melga (m)
Suelo
Ancho Largo
Ligero 12 a 16 100 a 200
Medio 12 a 16 150 a 300
Pesado 12 a 20 150 a 400

Fertilización

Nitrógeno (N). Se requieren en promedio 35 kg/ha de N para producir 1 tonelada


(t) de trigo. Las investigaciones realizadas en los últimos 15 años por el INIFAP y
otras instituciones, indican que es factible incrementar el contenido de proteína
del grano de trigo de uno a tres puntos porcentuales, si se aplica una fracción del
nitrógeno en la floración o al inicio del llenado de grano. Se recomienda aplicar
fuentes de nitrógeno de alta concentración, como el amoniaco y la urea, con el
propósito de abaratar costos.

Fósforo (P). Se sugiere administrar todo el fósforo antes de la siembra: 10 kg/ha por
tonelada de rendimiento esperado. Las fuentes más recomendables de fósforo
son: fosfato monoamónico (11-52-00-2), fosfato diamónico (18-46-00),
ácido fosfórico (00-52-00) y ácido súperfosfórico (00-60-00).

Cuadro 27. Cantidad de nitrógeno y fósforo para trigo


Producción Siembra Encañe y
Amacollo Floración
estimada kg/ha de P embuche
N² N
t/ha y N¹ N
5 50 45 55 55 30
6 60 50 65 65 35
7 70 55 75 75 40
8 80 65 85 85 45
9 90 70 95 95 50
¹ Si aplica amoniaco anhidro en esta etapa conviene inyectarlo para mejorar la eficiencia.
² Si utiliza urea u otro fertilizante granulado, incorporar de inmediato.
t=tonelada; kg=kilogramo; ha=hectárea.

Combate de maleza

La maleza es uno de los principales factores que aminoran el rendimiento y la

117
calidad del grano en el trigo. Las especies más importantes de maleza se agrupan
por tipo de crecimiento: anual y perenne; éstos, a su vez, contienen especies con
hoja angosta y ancha. Para el control de estas especies existen diferentes estrategias
que, usadas en forma integral, pueden reducir las infestaciones a un nivel que
no causen pérdidas económicas.

Prevención. Emplear semilla certificada, limpiar la maquinaria y equipos, evitar


el pastoreo de ganado sobre las socas de los cultivos y eliminar la maleza en los
canales principales y secundarios, y en las regaderas.

Control mecánico. La siembra en húmedo o “a tierra venida” es la única alternativa


de control mecánico de maleza en trigo sembrado en plano y está limitada al
tipo de suelo. Para las siembras de trigo en surco a doble hilera ya establecida,
realizar dos escardas mecánicas: la primera entre los 20 y 25 días después de
la emergencia y la segunda después del primer riego de auxilio, una vez que el
terreno lo permita.

Control químico. Existen herbicidas específicos para los diferentes tipos de


maleza, los cuales, por lo general, presentan buena selectividad al trigo. No
obstante, deben utilizarse con cuidado y bajo la supervisión continua del
personal técnico especializado, ya que su selectividad no es absoluta y puede
ser modificada por la variedad, las condiciones de clima, las diferencias en
textura y humedad del suelo, la salinidad, el contenido de materia orgánica y la
profundidad del manto freático.

Plagas

Pulgón del follaje. Se considera la plaga más importante del trigo; ataca el
cultivo desde la primera fase de su desarrollo y en siembras tardías el daño es
mayor. Para su control, se sugiere aplicar insecticidas: Paratión metílico 720
gramos de ingrediente activo (gia), Ometoato (300 gia.), Dimetoato (400 gia)
o Malatión (1000 gia).

Pulgón del tallo. Por lo general, se le encuentra en los tallos. Se ha observado un


buen control con 720 gia de Paratión metílico, 300 gia de Ometoato, 400 gia
de Dimetoato o 1000 gia de Malatión por hectárea.

118
Cosecha

La época de cosecha comprende los meses de mayo y junio. Es conveniente


cosechar cuando el grano tiene entre 8 y 13 % de humedad; porcentajes
menores tienden a aumentar pérdidas por desgrane y quebrado de grano; se
debe tener especial cuidado en trilla de los trigos duros o cristalinos para
evitar daños mecánicos.

Cuadro 28. Principales herbicidas recomendados para el control de maleza


en trigo
Gramos de
Herbicidas ingrediente activo
Maleza Dosis/ha
Nombre común por hectára
(gia/ ha)
Mesosulfuron metil +
30+6 500 g
Iodosulfuron metil
Trifularina 480 480 2a3l
Trifularina 600 600 1.6 a 2 l
Trifularina G10 % 60 12 a 20.6 kg
Clodinafop propargyl 60 750 ml
Pinoxadem 60 600 ml
Avena y
alpiste Tralkoxidim 1
400 1.6 l
Flucarbazone sodio 35 50 g
Flucarbazone sodio +
28 a 31.5 + 21.6 40 a 45 g + 0.270 l
Clodinafop propargil
Mesosulfuron metil +
Iodosulfuron metil + (15+3)+17.5 25 g + 250 g
Flucarbazone*
Diclofop metil 849 + 1132 3a4l

Continúa Cuadro 28...

119
Continúa Cuadro 28...
Gramos de
Herbicidas ingrediente activo
Maleza Dosis/ha
Nombre común por hectára
(gia/ ha)
Trifularina 480 480 2a3l
Trifularina 600 600 1.6 a 2 l
Trifularina G10 % 60 12 a 20.6 kg
Metsulfuron metil +
2 a 10 10 a 20 g
Thifensulfuron metil
Bromoxinil 360 a 480 1.5 a 2 l
Fluoroxipir 200 1l
Hoja ancha Triasulfuron4 11 15 g
Mesosulfuron metil +
30 + 6 500 g
Iodosulfuron metil
Flucarbazone sodio 35 50 g
Flucarbazone sodio +
28 a 31.5 + 21.6 40 a 45 g +0.270 l
Clodinafop propargil
2, 4-D Amina 4** 400 a 600 1 a 1.5 l
Dicamba * 3
192 400 ml

Clodinafop propargyl +
60 + 11 750 ml + 15 g
Triasulfuron4
Diclofop metil +
849 a 1132 + 360 3 a 4 l + 1.5 l
Bromoxinil

Avena + hoja Mesosulfuron metil +


ancha o alpiste Iodosulfuron metil + (15+3)+17.5 25 g + 250 g
+ hoja ancha o Flucarbazone*
avena + alpiste Fenoxaprop-p etil +
+ hoja ancha 60 a 90 + 360 1 a 1.5 l + 1.5 l
Bromoxinil
Tralkoxidim1 +
60 + 360 1 l +1.5 l
Bromoxinil
Tralkoxidim1 +
60 +192 1 l + 400 ml
Dicamba3
* Mezcla de tanque.
**Estos productos son de tipo hormonal muy volátiles, por lo que se deben aplicar únicamente
terrestres, sin viento. No aplicarlos junto a cultivos susceptibles.
1
En dosis mayores a 1 l puede dañar de forma severa a las variedades Oasis y Seri.
2
No se use en suelos arenosos y salinos, en suelos sódicos o salino sódicos, ni en las variedades
Altar, Aconchi y Rafi, para así evitar daños por fototoxicidad.
3
Dosis mayores pueden causar alargamiento excesivo d e las hojas.
4
El período de espera para sembrar soya, frijol y cártamo es de 12 meses; para cultivos de fruto
subterráneo como papa, cebolla, ajo, nabo y camote, esperar 24 meses.
Nota. Es muy importante que los herbicidas se apliquen al potencial de hidrógeno (pH) del agua y
con el surfactante que recomienda el fabricante.

120
Para mayor información dirigirse con el autor:
Jorge Iván Alvarado Padilla
Teléfono: 5538718700 ext. 81604
alvarado.jorgeivan@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Centro de Investigación Regional Noroeste

121
Vid

Introducción

El cultivo de la vid en el Valle de Mexicali cubre una superficie de 283 hectáreas


(ha); de éstas, 130 son para producir uva pasa y el resto son destinadas para uvas
de mesa. La superficie de vid había mostrado una disminución continua debido
a problemas en la comercialización, a los precios bajos y a la falta de calidad
requerida por el mercado (las pasas que se producían eran vanas, de tamaños
irregulares y podridos). Sin embargo, las condiciones han cambiado a tal grado
que ahora existe una alta demanda y un buen precio. El problema de calidad
se superó al aplicar un paquete tecnológico, el cual permitió producir uva pasa
de calidad.

Cultivares

Thompson seedless, Fiesta, Flame seedless, Perlette y Superior o cualquier


variedad que no tenga semilla.

Poda de las plantas

Tener plantas equilibradas en vigor y fertilidad de yemas permite lograr rendimientos


adecuados año tras año; el número de cañas a dejar debe estar definido en función
del vigor presentado por las plantas. Se sugieren entre 70 y 100 yemas por
planta, lo cual equivale a dejar entre 6 y 8 cañas con 12 a 15 yemas. Se prefiere
la condición de dejar “caña sobre caña”, ya que éstas se exponen más al sol y,
en consecuencia, producen más racimos.

122
Sistema de conducción de doble cruceta

Una cruceta de 1.7 metros (m) de longitud debe instalarse entre 30 y


35 centímetros (cm) por encima de la cruceta de 1 m que tienen la mayoría de
los viñedos. Además, esta cruceta sostendrá dos alambres sobre los cuales
se dirigirá el desarrollo de los nuevos brotes. La cruceta adicional se coloca sobre un
tutor de 2.4 m, ubicado a un intervalo de 4 a 5 plantas (equivalente a 8 m
de distancia).

Riego

Administrar el primer riego en la etapa de yemas hinchadas o en el inicio de


brotación; regar cada 15 a 20 días después del primer riego hasta llegar a la
etapa de envero (cambio de color de la uva); una vez alcanzados 16 a 18 grados
Brix (ºBx), aplicar el último riego para cosechar. Después de regar una
o dos ocasiones, no regar después del 25 de septiembre, ya que ocurre
mucho rebrote del follaje.

Fertilización

Las dosis sugeridas por hectárea y las fechas de aplicación de los tres nutrimentos
principales que las plantas necesitan son:

Nitrógeno (N). Suministrar entre 80 y 100 kilogramos (kg): 30 % del total en


la postbrotación (después del primer riego y antes del segundo), 50% desde el
inicio del crecimiento de la baya hasta el comienzo de la maduración y 20%
después de la cosecha.

Fósforo (P). Usar entre 40 y 50 kg. Aplicar el total en etapa de prebrotación.

Potasio (K). Emplear entre 80 y 100 kg: 50% del total al inicio del crecimiento
del fruto y 50% al inicio del envero (cambio de color verde a amarillo).

Enfermedades

Para el combate de la cenicilla polvorienta se aconseja establecer un programa preventivo


a base de azufre, ya sea en polvo o humectable. Si se utiliza azufre en polvo, la dosis
debe ser entre 10 y 12 kg/ha; si se opta por el azufre humectable, administrar
entre 2 y 3 kg o litros (l) por hectárea (ha). En ambos casos los intervalos de
aplicación deberán ser de ocho a 12 días. Si se observa la presencia del hongo en

123
el fruto, se deberán manejar fungicidas curativos (Miclobutanyl, Trifloxystrobin,
Tebuconazole, etcétera), siguiendo las instrucciones del fabricante.

Plagas

La chicharrita de la vid causa daño al chupar y raspar las hojas de las plantas,
aunque también afecta la calidad de las bayas al secretar sus excrementos sobre
ellas. Se combate durante todo el ciclo de crecimiento y desarrollo de la vid, sin
descuidar la etapa de postcosecha.

El insecticida Imidacloprid (en dosis de entre 30 y 45 gramos de ingrediente


activo por hectárea [gia/ha]) se ha utilizado con éxito para el combate de esta
plaga debido a que posee un amplio poder residual.

Control de maleza

El viñedo debe estar libre de maleza (sobre todo del zacate “huachapore”) en
todo el ciclo, en especial durante julio y agosto, meses en que se cosecha la uva.
Usar el control manual y mecánico dirigido a manchones dentro del viñedo. Para el
control químico se puede usar el herbicida Paraquat en dosis de 2 %.

Uso del ácido giberélico para incrementar la calidad de la pasa

Para aumentar el rendimiento y la calidad, así como uniformizar el tamaño de


la pasa producida con el cultivar Thompson seedless, es necesario hacer tres
aplicaciones de ácido giberélico: la primera, en la etapa de brotación, cuando
los racimos alcancen entre 10 y 20 cm de longitud, en dosis de 16 a 20 partes
por millón (ppm); la segunda, con la misma dosis (16 a 20 ppm), en la etapa
de raleo de flores con 80 % de los racimos floreando; y la tercera, en la etapa de
inicio de crecimiento de la uva, cuando el tamaño de las bayas oscile entre 4 y 6
milímetros (mm) de diámetro, utilizando una dosis de 40 a 60 ppm.

El ácido giberélico tiene un efecto de contacto, por lo cual, el producto se


deberá administrar en suficiente cantidad de agua; es necesario asegurar el
buen mojado de los racimos de la planta. Se recomienda usar mínimo 600 l de
agua por hectárea.

Muestreo del contenido de azúcar de la uva

Tome 150 uvas de la parte media del racimo y exprima en un recipiente


limpio; con el jugo obtenido se mide el contenido de azúcar a través de un

124
refractómetro. Entre más dulce sea la uva, menos kilogramos de uva fresca
se ocuparán para producir un kilogramo de pasa y mayor será la calidad. El
corte de la uva debe ser con más de 20 ºBx.

Selección de racimos

Evite cortar racimos verdes o dañados por cenicilla polvorienta y pudriciones,


ya que ocasionan daños a la pasa encostalada o estibada.

Tendido de racimos en el papel

No colocar más de 12 kg de uva fresca por cada papel; procurar que éstos queden
lo más juntos posible para así evitar pérdida de pasa al momento del volteado.

Formas para reducir el tiempo de secado de la pasa

La mezcla de oleato de metilo (2 %) y carbonato de potasio (2 %) puede acelerar


el proceso de secado en las pasas, el cual oscila entre cuatro y siete días; de esta
manera, en ocasiones se puede evitar la necesidad de voltear la pasa. Para lograr
un mejor efecto, la aplicación de este producto se realiza después de tender la uva;
puede efectuarse con mochila o aspersora de tractor, procurando tener un buen
cubrimiento de la uva para alcanzar un secado uniforme.

Volteado de la pasa

Para deshidratar por completo los racimos, éstos se tienen que voltear para
exponerlos al sol; el volteo se realiza entre seis y ocho días después del tendido.
Los racimos están listos para el volteo cuando las pasas adquieren un tono café
y están arrugadas en la parte expuesta al sol.

Momento para el levante de la pasa

Para saber si la pasa está lista para el levante, se toma una cantidad de pasas
con la mano, se cierra el puño y se oprime; si al abrir la mano las pasas caen con
facilidad, significa que están listas para la recolección. Otra técnica consiste
en tomar una pasa entre las yemas de los dedos y presionarla: si no se revienta
o escurre una especie de mielecilla, entonces está lista para recogerse; al tocar
las pasas con los dedos, éstas deben tener mucha flexibilidad. El muestreo para
decidir el momento del levante se hace por la mañana, entre 8 y 9 am, o en
la tarde, poco antes de la caída del sol. Después del volteado, serán necesarios entre

125
cuatro y ocho días para un secado completo de la pasa. A fin de uniformizar la
humedad de las pasas, los papeles se enrollan simulando un “cigarro” y se dejan
en el viñedo por un plazo no mayor a cinco días.

Recolección de la pasa

La pasa ya lista se recolecta en costales limpios de tela o ixtle. Para su fácil


manejo, el peso adecuado de pasa que deben contener estos sacos es de 45 kg.
Se sugiere encostalar la pasa entre 10 y 11 am, ya que después de este lapso, el
producto empieza a “sudar” una especie de mielecilla causante de que las pasas
se aglomeren entre sí.

Envío a las plantas beneficiadoras

Una vez que la pasa ha sido encostalada, ésta se transporta a las plantas
beneficiadoras para su limpieza, lavado, clasificación, empaque y posterior
envío al consumidor.

Para mayor información dirigirse con el autor:


César Valenzuela Solano
Teléfono: 55 38718700 ext. 81951
valenzuela.cesar@inifap.gob.mx
Campo Experimental Valle de Mexicali
Sitio Experimental Costa de Ensenada
Centro de Investigación Regional Noroeste

126
ANEXOS

Preparación del terreno

Preparación del terreno

La preparación del terreno es una práctica que integra una serie de labores
destinadas a propiciar condiciones ideales de mullidez, temperatura, humedad y
aireación del suelo, a fin de mejorar la germinación de las semillas, la emergencia
de plántulas, la penetración de raíces y el desarrollo de los cultivos. Mediante
la preparación del terreno se destruyen las malas hierbas, las cuales
compiten con los cultivos por nutrientes, agua y luz; por consiguiente, esto también
ayuda a la conservación y mejoramiento de la estructura del suelo, lo cual propicia
la formación de gránulos que favorecen su aireación y su drenaje vertical.
Esta condición es importante para los sitios donde existen problemas causados
por la acumulación de sales. De manera general, considerar el criterio del
técnico de cada zona representa la base fundamental para orientar al agricultor
sobre la preparación del terreno.

Desvare

Consiste en desmenuzar por corte los restos de plantas localizadas sobre el terreno.
Se hace con el fin de incorporar materia orgánica al suelo, facilitar el paso de
implementos, así como evitar la proliferación de plagas en el suelo. Esta labor
se ejecuta con una máquina desvaradora. En la etapa final del cultivo del
algodonero, se recomienda desvarar una vez que se haya efectuado la última pizca.

Subsuelo

A través de esta labor se rompe el piso de arado que se forma por el uso continuo
de la maquinaria. Esta tarea se sugiere en suelos pesados con mal drenaje,
cuando menos cada dos o tres años.

127
Barbecho

Esta práctica tiene como objetivo mejorar las condiciones físicas y biológicas del
terreno, además de incorporar los residuos del cultivo anterior y las malas
hierbas para incrementar su descomposición y favorecer la fertilidad y el
contenido de materia orgánica del suelo. Con esto se atenúan las condiciones
adversas de los suelos arcillosos “pesados” y de los suelos arenosos “ligeros”;
ya que se mejora su estructura y se aumenta su capacidad de retención
de humedad. Asímismo, al invertir de posición la capa superficial del suelo, se
exponen huevos, larvas y pupas de plagas, las cuales pueden destruirse por
diferentes agentes bióticos y climáticos; con esto se ejerce un control adicional de
plagas y enfermedades. Además, se expulsan semillas de maleza en diferentes
estadios de germinación, lo cual contribuye a disminuir su infestación. Para el
Valle de Mexicali se aconseja efectuar esta labor con 30 a 40 centímetros (cm)
de profundidad, dependiendo de las características del suelo y del cultivo que
se vaya a sembrar.

Rastreo

Mediante esta labor, los terrones grandes que permanecen después del barbecho
se desmenuzan; esto facilita la nivelación del suelo para lograr una buena cama
de siembra; además, ayuda a sellar el suelo y eliminar las malas hierbas.

Nivelación

Se empareja la superficie del suelo para evitar la existencia de bajas o altas


que originan encharcamientos o falta de humedad. Se realiza inmediatamente
después del rastreo, utilizando una niveladora, un cuadro de madera, un madero
pesado o un pedazo de riel. A esta práctica también se le llama floteo.

Trazo de riego

El objetivo de esta práctica es el buen manejo del agua de riego dentro del
terreno de siembra, para lo cual se toma en cuenta la topografía, la velocidad
de infiltración, el tipo de suelo y las dimensiones del terreno. Entre otros aspectos,
implica el trazo de canales, surcos, melgas y curvas de nivel, según sea el caso.

128
Indicaciones para la siembra

Variedades:
Las variedades de plantas citadas en esta agenda son las de producción más alta en
cada una de las regiones y han sido seleccionadas con base en pruebas experimentales.

Densidad de siembra:

La densidad de siembra equivale a la cantidad de semilla utilizada por hectárea.


Debe entenderse que siempre se trata de semilla limpia, certificada y con un
poder mínimo de germinación de 80 % o más.

Labores de cultivo

Cultivo o escarda. estriba en eliminar las malas hierbas, remover la capa superficial
del suelo y arrimar tierra a las plantas. Con lo anterior, se ayuda a la
aireación del suelo y se conserva mejor la humedad. Esta práctica se realiza con
cultivadora o azadón rotatorio (gallinitas). La elección del tipo de implemento
que se utilizará está determinada por el grado de desarrollo de la planta.

Aporque. Consiste en arrimar tierra a la planta para aumentar la base de


sustentación; esta tarea se puede ejecutar con diferentes aperos de labranza, como
el azadón, la cultivadora o el arado. También es posible destruir la maleza que
se haya desarrollado entre plantas. Al igual que la escarda, el aporque contribuye a
mantener la humedad en el terreno y a mejorar las condiciones de aireación de
las raíces.

Deshierbe. La práctica de deshierbe tiene como finalidad limpiar el cultivo


de malas hierbas, ya que éstas compiten por agua, luz, nutrientes y espacio. Se
puede realizar en forma manual, mediante el uso de azadón o con maquinaria
como cultivadora o arados.

Herbicidas

Son productos químicos que pueden matar, detener o suprimir el crecimiento


de ciertas plantas. El uso de herbicidas es eficaz para controlar las malas hierbas,
siempre y cuando se usen los productos indicados en las dosis y épocas correctas. Su
aplicación puede ser preemergente o postemergente, de acuerdo con el tipo de
mala hierba y el herbicida a utilizar.

129
Fertilización

Los tratamientos de fertilizantes se expresan generalmente con tres cifras


separadas por guiones. Cada una de ellas expresa la cantidad de material
técnico que se debe administrar por hectárea para cubrir los requerimientos
nutricionales del cultivo. La primera cifra se refiere al nitrógeno (N), la segunda
al fósforo (P) y la tercera al potasio (K); por ejemplo: el tratamiento120-40-00
indica la aplicación de 120 kilogramos (kg) de N, 40 kg de P y 00 kg de K
por hectárea.

Las fuentes de fertilizantes que existen en el mercado se expenden en diferentes


concentraciones, por lo cual la cantidad que se aplique de cada uno dependerá
de su concentración. De esta manera, para el tratamiento citado (120-40-00),
se requieren 261 kg de urea (46 % de concentración), 146 kg de amoniaco
anhidro, 360 kg de nitrato de amonio o 585 kg de sulfato de amonio para
completar los 120 kg de N. Los 40 kg de P se aplican con 205 kg de súperfosfato
simple (19.5 % de concentración) u 87 kg de súperfosfato triple.

Formas de aplicación de los fertilizantes

La forma de aplicación de un fertilizante debe ser adecuada; es decir, que el


cultivo lo pueda absorber de manera eficiente y se evite el daño por “efecto
salino” a la semilla o a la plántula. Existen tres formas básicas para administrar
fertilizantes: directamente al suelo, en el agua de riego y en aspersiones sobre
el follaje.

Aplicación de fertilizante

Depende de un gran número de variantes: del cultivo por fertilizar, de las condiciones
locales del suelo y del clima, del fertilizante en sí y de los recursos físicos o
materiales que se dispongan para efectuar la aplicación.

Fertilización en banda sencilla

Consiste en depositar el fertilizante en una banda continua o a “chorrillo”. Se


usa para fertilizantes iniciales con nitrógeno, fósforo o potasio en los cultivos
sembrados en hilera, como el maíz, el sorgo, el ajonjolí y el cártamo, colocándolo
abajo y hacia un lado de la hilera de siembra.

130
Fertilización en doble banda

Bajo este sistema, el fertilizante se coloca en bandas continuas a ambos lados


y abajo del nivel de la hilera de siembra. Se requieren aperos adecuados y se
emplea para los cultivos sembrados en hileras.

Fertilización en banda múltiple

Se refiere a las inyecciones en presiembra de amoniaco anhidro y agua


amoniacal, tal como se utiliza principalmente para los cultivos de sorgo,
cártamo y trigo. Los fertilizantes líquidos 8-24-0 y 10-34-0 se suministran
mediante esta forma.

Fertilización al voleo

Consiste en distribuir el fertilizante de manera uniforme sobre la superficie del


suelo. Se usa para cultivos densos como el trigo, los pastos y la alfalfa.

En fertilizaciones iniciales en la presiembra, el fertilizante puede incorporarse


al suelo con el barbecho o el rastreo. En fertilizantes complementarios
sobre cultivos establecidos, el agua de riego debe aplicarse inmediatamente
después de fertilizar.

Fertilizante en “mateado”

Se usa en áreas temporaleras y por lo general en maíz; consiste en depositar un


puñado de fertilizante alrededor de cada mata.

Aplicación de fertilizantes en el agua de riego

Se utiliza para fertilizaciones iniciales o complementarias, en cultivos densos y


en hileras, aplicando el fertilizante en solución en el agua de regadera principal.

Aplicación foliar de fertilizantes

Prácticamente es específica para la aspersión aérea de microelementos


como hierro, zinc, cobre, manganeso y boro, con el fin de corregir deficiencias o
desbalances nutricionales. También se pueden aplicar dosis bajas de elementos
con este sistema.

131
Cuadro 29. Porcentaje de elementos mayores y secundarios
en fertilizantes
Fertilizante N P2O2 K2O S Ca
NITROGENADOS
Amoniaco anhidro 82 0 0 0 0
Sulfato de amonio 20.5 0 0 0 0
Nitrosul 20 0 0 20 0
Triple 17 17 17 17 0 0
UAN-32 32 0 0 0 0
Urea 46 0 0 0 0
Nitrato de amonio 33 0 0 0 0
Nitrato de calcio 15.5 0 0 0 26
Sulfato de amonio 21 0 0 24 0
FOSFATADOS
Fosfato monoamónico 11 52 0 0 0
Fosfato diamónico 18 46 0 0 0
Fosfonitrato 31 4 0 0 0
Polifosfato de amonio 0 20 20 0 0
Ácido fosfórico 0 52 0 0 0
POTÁSICOS
Cloruro de potasio 0 0 61 0 0
Sulfato de potasio 0 0 50 17 0
Nitrato de potasio 14 0 42.5 1.5 0
Tiosulfato de potasio 0 0 25 17 0
Tiosulfato de amonio 0 0 22 13 0

132
Uso de sustancias químico-agrícolas

Los tratamientos de pesticidas que se dan en esta agenda están expresados en


kilogramos (kg) o litros (l) por hectárea (ha) de material comercial. Para el uso
de estos productos es necesario cuidar que las aplicaciones no sean defectuosas
o incompletas; los tratamientos deben ser adecuados y los productos de
elaboración reciente. Para mezclar fungicidas o fertilizantes con algunos
insecticidas es conveniente consultar a los especialistas debido a que puede
modificarse la acción esperada o causar toxicidad a la planta, si no se considera
la compatibilidad de los productos.

Las inspecciones frecuentes al cultivo permiten estimar si el daño o la presencia


de plaga o enfermedad indican la necesidad de utilizar productos químicos. Si las
aplicaciones se hacen con base en el número de metros lineales de surcos, número
de plantas enfermas, golpes de red, etcétera, los conteos deben efectuarse en
cuatro o cinco puntos distribuidos en el área de cultivo.

Para el combate efectivo de las plagas, las enfermedades o la maleza en los


cultivos concurren diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes:

Identificación del problema. El problema debe estar correctamente identificado


y definido, pues si no se conoce bien la plaga, la enfermedad o la mala hierba, se puede
fracasar al confundirla con otras parecidas y considerar de manera incorrecta su
susceptibilidad a las sustancias.

Selección de agroquímicos. Una vez definido el problema a atacar, se podrá


escoger el insecticida, fungicida o herbicida más conveniente en función de su
toxicidad para las plagas, su poder residual, su baja toxicidad para animales de
sangre caliente, plantas y animales que se deseen preservar, su costo, etcétera.

Dosificación y formulación. Es necesario determinar la cantidad de agroquímicos


que se usará por hectárea, así como la forma de administración, ya sea de

133
polvos o líquidos. En el caso de aspersiones se debe determinar la cantidad
de agua a utilizarse por hectárea, de acuerdo con el desarrollo del cultivo al
momento del suministro y con el equipo disponible.

Compatibilidad de los agroquímicos. Si se aplican dos o más productos,


debe tenerse en cuenta que sean afines o compatibles; es decir, cada uno de
los productos usados debe conservar su toxicidad y buenas propiedades al
mezclarse con los otros.

Las tablas de compatibilidad indican en forma general los parasiticidas y


fertilizantes que pueden mezclarse sin peligro de disminuir sus propiedades,
causar daño a la planta o producir efectos distintos a los deseados.

Oportunidad de la aplicación. El agroquímico debe aplicarse con toda oportunidad,


pues las plantas o animales parásitos se controlan más fácil en determinada
etapa de su desarrollo.

Cobertura. El agroquímico tiene que cubrir o llegar precisamente a las superficies o


sitios donde hace falta y en la cantidad necesaria. Si esto no sucede, entonces
habrá fallado la aplicación.

Las fallas o combates defectuosos por medio de agroquímicos se atribuyen, con


cierta frecuencia, a que no se usa el producto o la dosis adecuada, a la mala calidad
del producto o a que se aplica fuera de tiempo; sin embargo, en muchas ocasiones
no se considera el factor aplicación o “fumigación”, aunque el combate o control
defectuoso puede deberse precisamente a una mala cobertura.

Causas de fracaso en el control de plagas, maleza o enfermedades, a pesar del


uso de sustancias químicas específicas:

• Aplicaciones realizadas cuando las condiciones climáticas son desfavorables;


por ejemplo, cuando hay lluvias o vientos fuertes

• Dosis inadecuadas de los agroquímicos

• Identificación incorrecta del problema y, por consiguiente, utilización de


productos inadecuados para su solución

• Suministros inoportunos debido al desconocimiento del estado biológico


en que el insecto, la maleza o el patógeno son más susceptibles a los
productos químicos para su combate.

134
Otras medidas de control que contribuyen a reducir las infestaciones de
insectos dañinos, maleza y enfermedades son las siguientes:

• Las siembras deben efectuarse dentro de las fechas indicadas por los
trabajos de investigación agrícola regional

• La plantación debe mantenerse lo más uniforme posible

• Realizar la destrucción inmediata de residuos después de la cosecha

• Proteger, hasta donde sea posible, a los insectos benéficos (parásitos


y depredadores).

Métodos de aplicación

Aplicaciones manuales: Este tipo de aplicación debe ejecutarse cuando se trata


de parcelas chicas o de pequeñas áreas infestadas. Ciertos productos son muy
peligrosos para quien los aplica, por lo tanto, se debe usar mascarilla, no fumar
y cambiarse de ropa inmediatamente después de la aplicación.

Aplicación terrestre: Regular la velocidad del tractor con la descarga del


producto, de modo que la distribución sea uniforme. Las boquillas deben
mantenerse a una altura y posición conveniente para cada cultivo. Revisar que
las boquillas estén en buen estado para hacer el suministro. Las aplicaciones
de polvo conviene hacerlas cuando no sople el viento, de preferencia durante
la mañana o la tarde.

Aplicaciones aéreas: Se debe diluir la dosis de acuerdo con el tamaño de la


planta y el grado de infestación. La faja tratada no debe ser más ancha que
la longitud de las alas del avión. Es indispensable que un banderero bien protegido
guíe al piloto y que las franjas tratadas se sobrepongan un poco para no dejar
áreas sin tratar. No es conveniente hacer este tipo de aplicaciones en días muy
calurosos o secos, en las horas calientes del día o cuando sopla el viento. Debe
procurarse que el avión vuele a una altura de entre 1.5 y 3 metros (m) sobre el
follaje y a una velocidad de 72 a 96 kilómetros por hora (km/h).

La eficiencia de la cobertura o cubrimiento que un avión “fumigador” hace


sobre las plantas depende principalmente de los siguientes factores:

135
• Número y tamaño de las gotas asperjadas

• Altura y velocidad de vuelo del avión

• Condiciones del tiempo

• Formulación del pesticida

• Distribución y colocación del equipo de descarga

Todos los factores, excepto el referente a las condiciones del tiempo, pueden ser
controlados para obtener una cobertura uniforme y conveniente; se pueden
lograr mejores coberturas cuando se aplican mayores cantidades de líquido por
unidad de área tratada.

Precauciones generales para la aplicación de agroquímicos

La aplicación de productos químicos en la agricultura es uno de los métodos más


prácticos; no obstante, el mal uso de los agroquímicos puede acarrear
trastornos a la salud del hombre y de los animales domésticos, a la fauna
insectil benéfica, al propio cultivo que se trata de proteger, al medio
ambiente y, por último, al productor.

Todos los insecticidas, fungicidas, herbicidas y algunos fertilizantes son


venenosos para el hombre y para los animales. Se deben seguir las instrucciones y
adoptar todas las precauciones que aparecen en las etiquetas de fábrica de los
recipientes. Dichos productos se deben conservar en recipientes cerrados, en
lugares secos y donde no contaminen alimentos o forrajes.

Evitar el contacto repetido o prolongado con la piel, así como las inhalaciones
de los polvos, vapores o neblinas de insecticidas o fungicidas. Si se han estado
haciendo aplicaciones o manipulando estos productos, se debe cambiar de ropa
por otra limpia y seca, lavarse las manos y la cara antes de comer.

El piloto, los operarios que preparan las mezclas, los bandereros y todos los
que intervienen de algún modo en las aplicaciones y en la calificación posterior
de sus efectividades, deben tomar las mayores precauciones posibles para
evitar riesgos mayores de intoxicación. Se recomienda tener a la mano
agua limpia, jabón, toalla, ropa para limpieza de los ojos y antídotos adecuados.
En caso de intoxicación se requiere atención médica inmediata.

136
Sinonimias

El nombre de los herbicidas y plaguicidas que aparecen en esta agenda


corresponden a los que se han usado experimentalmente en la región. A continuación,
se mencionan otros nombres con los cuales pueden encontrarse estos mismos
productos en el mercado nacional e internacional.

Cuadro 30. Sinonimias de insecticidas y herbicidas según su nombre


común y comercial
Nombre común Nombre comercial

Acefate Orthene 75

Azinfos metílico Gusatión M 200, azinfos M 20

Bifentrina Talstar 100

Carbarilo Sevimol 300 SA, sevin 80 % PH, sevin 5G

Cabofuran Furadan 350

Cipermetrina Polytrín 200 CE, cymbush 20, arrivo 200

Clorpirifos Lorsban 480, pirimex 48

Cyflutrin Baytroid 050

Deltamefrina Decis 2.5, K-obiol 2.5

Diazinon Diazinon 25 % CE

Rogor, affix, dimetox, metopol, nasatoato,dimetoato,


Dimetoato
perfektion, plagui-dim, roxion.

Endosulfan Thiodan 35 CE, agrifán 35 CE, thisulfán 35-E

Fenpropatrin Herald 375

Fenvalerato Belmark 300, fenval 300

Malatión Cereation, cethion, cuidador, fifanon, lucathion

Metamidofos Tamarón 600, agresor 600 o prospecto 600

Metidation Supracid 40, suprathión 40

Metomilo Matador, methomyl 90 P

Continúa Cuadro 30...

137
Continúa Cuadro 30...
Nombre común Nombre comercial

Monocrotofos Azodrin 5, lucadrín 60, monocrotofos 600

Ometoato Folimat

Oxidemeton metil Metasystox R25

Paratión metílico Agrotion, alquimet, flash, Foley, folidol, fovel, paramet

Pemetrina Ambush 34m Corsair 340, fipol 340

Propargite Comité CE

Spiromesifen Oberón 23.1 %

Thiodicarb Larvin 375 SA

Cuadro 31. Sinonimias de herbicidas según su nombre común y comercial

Nombre común Nombre comercial

Cuproamina, cuproester, drago, estamine, esteron, fito


2, 4-D Amina
amina, herbipol
Acetoclor Harness, harness plus
Atrazina Gesaprim 50H
Bromoxinil Brominal 240 CE
Clethodim Selec
Clodinafop propargyl Topik gold
Clortal dimetil (DCPA) Dacthal
Dicamba Banvel
Diclofop metil Iloxan
Diuron Karmex, diurx, cention, cañex
Fenoxaprop-p etil Puma super
Fluazifop-p-butil Fusilade
Flucarbazone sodio Everest
Flucarbazone sodio +
Everest ultra, vigia
Clodinafop propargil
Fluormeturon Cotoran
Fluoroxipir-metil Estaraene
Glifosato Faena, round-up
Imazamethabenz Assert
Continúa Cuadro 31...

138
Continúa Cuadro 31...
Nombre común Nombre comercial
Imazathapir Pivot 100
Metribuzin Sencor, lexone
Mesosulfuron metil -
Sigma S
Iodosulfuron
Oxadiazon Ronstar
Paracuat Gramozone
Pendimetalin Prowl
Pinoxaden Axial
Pirithiobac Staple
Quizalofop-etil Assure II
Sethoxidim Poast
Tralkoxidim Grasp súper
Triasulfuron Amber
Tretox, treflan, otilan, archer 480, trifluralina 480,
Trifluralina 480
triflurex, trisan 480
Trifluralina 600 Premerlin 600
Trifluaralina 10G Archer 10 % G, trifluralina granulada 10 %
Thifensulfuron metil Harmony
Metsulfuron metil Ally
Metsulfuron metil +
Situi
Thifensulfuron metil***

Cuadro 32. Reguladores de Crecimiento


Nombre común Nombre comercial
Cloruro de metiquat Pix, regulex

Cuadro 33. Defoliantes


Nombre común Nombre comercial
Butifos Def
Thidiazuron Dropp
Butifos + Thidiazuron Ginstar

139
Plagas

Principales plagas de cultivos en el Valle de Mexicali

Araña roja. Esta plaga ataca, entre otros cultivos, al algodón y al maíz; se le
puede encontrar en cualquier etapa del desarrollo de la planta. Estos ácaros
son muy pequeños y difíciles de ver a simple vista; según la especie, su color
varía de rojo a verdoso, y se les observa en el envés de las hojas sostenido
por una malla de seda. La araña roja, al picar y chupar la savia de la planta,
ocasiona decoloración, deformación y caída prematura de las hojas. Las
altas temperaturas y condiciones de baja humedad en el cultivo favorecen el
incremento de la plaga.

Chicharrita. Estas especies atacan cultivos como el algodón, la alfalfa, el frijol, el


maíz y la soya. Las chicharritas son insectos pequeños, de color verde pálido,
café o gris. Tanto los adultos como las ninfas pican los tejidos de las hojas
y chupan los jugos para alimentarse. Al mismo tiempo, existe la posibilidad
de que estén transmitiendo enfermedades virosas. El daño directo causado
por las chicharritas se manifiesta por el amacollamiento de las hojas y algunas
veces por el achaparramiento de la planta.

Chinche apestosa. Estas especies son plagas secundarias del algodón en el


Valle de Mexicali. Los adultos de las diversas especies miden hasta unos
18 milímetros (mm) de largo, son un poco aplanados y tienen forma de escudo.
Sus huevecillos los depositan en masas; son de color plomizo o gris y tienen
forma de barril. Al eclosionar los huevecillos, las ninfas permanecen por un tiempo
en la planta donde nacieron y después emigran.

Chinche lygus. Este insecto es una plaga importante del algodonero y la alfalfa;
sin embargo, puede encontrarse en otros cultivos, como el cártamo. Mide

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aproximadamente 6 mm de longitud y su color es verde o café rojizo. El insecto
deposita sus huevecillos insertándolos en los tallos y en las terminales de las
plantas. De ellos emergen las ninfas de un color verde pálido.

La chinche lygus origina daños de consideración al cultivo de algodonero si se


presenta en poblaciones altas. Tanto los adultos como las ninfas se alimentan
chupando la savia de las yemas terminales, los cuadros y las bellotas; el piquete
de los cuadros es difícil de identificar observando el exterior, pero al abrirlo
se nota que algunos estambres presentan coloraciones cafés o negras en la
zona del piquete; los cuadros pequeños caen, mientras que los más grandes
se deforman y producen flores a su vez deformes, que pueden desarrollar una
bellota chica o defectuosa. El daño a las bellotas se caracteriza por puntos negros
con el centro brillante, los cuales se observan sobre la cáscara; las bellotas muy
tiernas pueden caerse o crecer anormales; en este último caso, se ocasiona
un manchado de la fibra. Por lo general, los piquetes a bellotas ya grandes y
maduras no llegan a atravesar la corteza, por ende, no provocan deterioros de
importancia económica.

Chinche manchadora. Varias especies de esta chinche se pueden localizar en


el algodonero, el cártamo y otros cultivos. Por sí mismas no causan daños de
importancia debido a sus bajas poblaciones. Esta chinche mide entre 1.5 y
2 centímetros (cm) de longitud; son alargadas, oblongas y de colores atractivos,
predominan los tonos rojizos. Las infestaciones fuertes de chinche
manchadora pueden deberse a inmigraciones provenientes de campos
colindantes con vegetación silvestre y profunda.

Chinche rápida. Este insecto por lo general se encuentra en los cultivos de


algodonero, soya y ajonjolí, alimentándose de las fructificaciones. Los adultos
son mucho más alargados y un poco menos angostos que la chinche lygus; son
de coloración amarillo verdoso, con patas y antenas rojizas.

Falsa chinche bug. En ocasiones este insecto se presenta en el algodonero y de


manera más frecuente en otros cultivos o plantas silvestres como el quelite y la
verdolaga. Los adultos miden alrededor de 3 mm de longitud, son alargados y
de color pardo plateado; las ninfas son muy parecidas a los adultos, pero con las
alas menos desarrolladas. Las plantas infestadas con esta plaga muestran una
coloración café, como si estuvieran quemadas; esto se debe al daño ocasionado
por los adultos al chupar la savia de las partes tiernas de la planta.

141
Grillo de campo. Por lo común esta plaga se localiza en parcelas de algodonero
con suelos de textura pesada y actúa como trozadora. Los adultos miden cerca
de 3.5 cm de longitud y son de color café oscuro. Las hembras depositan
sus huevecillos en las grietas del suelo. El insecto permanece durante el día en esas
grietas y en la noche se activa causando los principales daños a las plantas.

Gusano bellotero. Este insecto ataca al algodonero, maíz, sorgo, sandía, melón,
pepino, berenjena, cártamo, soya, garbanzo y otros cultivos. Los adultos
miden alrededor de 2.5 cm de largo y son de color amarillo ocre, con una manchita
negra en el centro de las alas anteriores. Los huevecillos son de color amarillo
pálido, de forma esférica y poseen estrías longitudinales; son ovipositados
en las terminales del algodonero, cabello del elote, hojas de la planta y
otras partes de la misma. Las larvas se desarrollan de forma rápida alcanzando
cerca de 4 cm de longitud; pasan por seis instares larvarios; su color varía del
verde pálido al café oscuro con franjas longitudinales de dos a tres colores. Este
insecto daña principalmente los frutos de los cultivos.

Gusano cogollero. Es una plaga común que origina muchos perjuicios en los
cultivos de maíz, sorgo y otras plantas cultivadas o silvestres. El adulto es una
palomilla de alrededor de 3 cm de expansión alar y de color café grisáceo;
durante el día se esconde en el follaje o en las grietas del suelo; las hembras ponen
masas de 50 a 100 huevecillos, por lo general, en el envés de las hojas; los
huevecillos son verdosos y las masas se encuentran cubiertas por escamas de
la propia palomilla. Las larvas al nacer son amarillentas, con la cabeza y el escudo
pronotal oscuro; en cambio, ya desarrolladas son de color café grisáceo, con
tres líneas dorsales más claras. Las larvas se alimentan en el cogollo del maíz y
del sorgo destrozándolos; como consecuencia, las hojas tiernas al desarrollarse
quedan agujeradas. Asimismo, el ataque a plantas muy chicas retarda su
desarrollo e inclusive puede matarla.

Gusano elotero. Este insecto es una plaga importante del maíz en las regiones
tropicales y subtropicales de México; ya que además del daño físico que
ocasiona, favorece la entrada de hongos que suscitan pudriciones al grano en el
campo y en el almacén. Esta plaga es más frecuente en las siembras de otoño,
donde pueden registrarse infestaciones de hasta 50 %. Debido al alto porcentaje de
infestación, se considera que es antieconómico el uso de insecticidas para su
control, sobre todo cuando el gusano está dentro del elote. Los adultos pueden
ovipositar sobre las hojas tiernas y en las brácteas del elote. Cada hembra
deposita entre 1,000 y 3,000 huevecillos de forma esférica y de color blanco.

142
Una gran cantidad de huevecillos son eliminados por parásitos y depredadores.
Las larvas que logran nacer son parasitadas, depredadas o eliminadas por
canibalismo antes de causar daños.

Gusano falso medidor. Estos insectos son una plaga de cierta importancia en
diversos cultivos como el algodonero, las hortalizas, la alfalfa y la soya. La
palomilla es de color café grisáceo y mide más o menos 2 cm de largo; sus alas
anteriores tienen una mancha plateada semejante a un “8”. Las hembras depositan
sus huevecillos, uno por uno, en el follaje de las plantas; éstos tienen forma
aplanada y con estrías radiales. Las larvas son de color verde amarillento con
una banda clara a cada lado del cuerpo; el extremo anterior de éste es más
delgado que el posterior; poseen tres pares de patas falsas en el 5º, 6º y 9º
segmento abdominal. El daño principal de este insecto es la defoliación de
las plantas.

Gusano rosado. Este insecto está catalogado entre las 10 plagas agrícolas más
importantes en el mundo. Se encuentra en todas las regiones algodoneras del
Noroeste de México. Las palomillas son alargadas, de color café grisáceo y
con manchas oscuras, parecidas a la palomilla de la ropa; ovipositan durante
una semana de 30 a 50 huevecillos, uno por uno o en pequeños grupos,
principalmente en las brácteas de los botones florales. Los huevecillos son de
color blanco verdoso, ovalados y con la superficie finamente rugosa; es difícil
verlos a simple vista; bajo condiciones de verano eclosionan en alrededor de
cinco días. Las larvas recién nacidas son blancas y cristalinas con la cabeza
oscura; de inmediato minan la corteza de los botones florales o bellotas y
después penetran en busca de las semillas con las cuales se alimentan. Tienen
cuatro instares larvarios; en el último, llegan a medir hasta 12 mm de largo. Las
larvas son robustas, de color rosado con la cabeza café.

Gusano peludo. En la actualidad, este insecto es considerado una plaga


secundaria del cultivo del algodonero, ya que se presenta a fin de temporada y con
bajas infestaciones. Los machos y hembras miden entre 5 y 6 cm de largo de
punta a punta de las alas; en ambas palomillas, las alas anteriores son de color
blanco nieve, salpicadas con puntos negros. En el macho, las alas posteriores son
amarillas tanto arriba como abajo; mientras que en las hembras son blancas. Las
hembras depositan sus huevecillos en grupos de hasta 60 unidades; éstos son
blancos y antes de eclosionar se tornan color morado. Las larvas en sus
primeros instares se alimentan en el envés de la hoja donde nacieron;

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después, se dispersan y se alimentan de forma separada. Cuando llegan a
su desarrollo máximo miden cerca de 5 cm de longitud. Predomina el color
amarillo en su cuerpo y están cubiertas de pelos de color negro.

Gusano perforador de la hoja. Esta plaga constituye uno de los problemas más serios
del cultivo del algodonero. Los adultos son palomillas blancas, alargadas, que
miden alrededor de 6 mm de largo, con un mechón de escamas característico en
la cabeza. Los huevecillos son de forma elíptica y de color blanquecino; por lo
común se requiere de una lente para poder distinguirlos. El insecto los deposita
uno por uno en el envés de las hojas y su eclosión ocurre aproximadamente
a los tres días. La larva emerge por la base del huevecillo y se introduce en
los tejidos de la hoja formando una mina delgada y sinuosa en la que completa los
dos primeros instares. Al término de lámina, la larva muda y sale para
alimentarse del envés de la hoja; después de un día, entra en un periodo de
reposo conocido como estado de “herradura”, en el cual se encuentra cubierta por
una telaraña de seda; al otro día, muda y se convierte en larva de cuarto instar que
se alimenta del envés de las hojas. La larva del gusano perforador de la hoja es
de color gris con manchas negras; cuando se le disturba se deja caer colgándose
en un hilo de seda. Para pupar, hila un capullo de seda, el cual queda pegado a
cualquier parte de la planta o en el mismo suelo.

Gusano verde de la alfalfa. Este insecto causa considerables daños al cultivo


de la alfalfa cuando las poblaciones de larvas son abundantes. Los adultos son
mariposas de color amarillo, con tonalidades bronceadas o anaranjadas, mientras que
los márgenes de los extremos salientes de las alas son de color oscuro. Las hembras
depositan sus huevecillos de manera aislada en el envés de las hojas. Éstos son
alargados, con forma de barril y marcados por estrías longitudinales. Por otra parte,
las larvas completamente desarrolladas son de color verde oscuro, de apariencia
aterciopelada y con una línea blanca delgada. Para pupar, éstas se adhieren a los
tallos de la alfalfa y tiran un hilo de seda sobre su cuerpo, poco más arriba de la
mitad, con lo cual mantienen erguidas sus cabezas.

Minador. Es común que esta plaga se presente con cierta frecuencia en el melón,
la sandía, la alfalfa, el frijol, el jitomate, el chile, etcétera. El adulto mide cerca de
2.5 mm de longitud y es de color amarillento con el dorso negro. Las hembras,
tan pronto como emergen las plantitas, insertan sus huevecillos en los tejidos de
las hojas. Las larvas son incoloras al nacer, pero cuando crecen se tornan de color
amarillo; éste se intensifica en las que han alcanzado su desarrollo completo. La

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amplitud de las galerías aumenta a medida que crece la larva; cuando ésta
termina su desarrollo sale y pupa.

Gusano saltarín. Puede presentarse en campos de maíz y sorgo en pequeños


focos de infestación; las larvas viven bajo la tierra en la base de los tallos, los cuales perfora
hacia arriba; esto ocasiona que las plántulas atacadas se sequen de un día para otro.

Gusano soldado. Es muy común durante la postemergencia del algodonero; se


han encontrado infestaciones de más de 50 % de plantas dañadas. Las palomillas
son de color café grisáceo y miden 1.5 cm de largo; en varios grupos, depositan sobre la
planta unos 500 huevecillos cubiertos por escamas de su cuerpo. Las larvas emergen
a los tres o cuatro días y se alimentan de las hojas; en los primeros instares, se les
encuentra agrupadas y luego se dispersan a la planta vecina. Las larvas chicas son de
color verde claro con la cabeza negra; las grandes, de color verde obscuro en diversas
tonalidades, con bandas claras a lo largo del cuerpo. Alcanzan 2.5 cm de largo.
Cuando se les disturba se enroscan y caen al suelo.

Gusano trozador. Troza plantas de maíz y sorgo durante el periodo de


postemergencia. Las palomillas son de tamaño medio y de colores oscuros; son
atraídas fuertemente por las luces; depositan sus huevecillos cerca de las
plántulas recién emergidas. Las larvas se alimentan de las plantas mordiéndolas por
encima de la base del tallo, lo cual ocasiona su muerte. Un solo gusano puede
destruir todas las plántulas de varios metros de surco; sin embargo, los gusanos
no consumen más que una pequeña parte de ellas. Las larvas pupan en el suelo; el
aspecto y la forma de las pupas son similares a las de los gusanos cogollero
y elotero.

Mosquita blanca. La mosca blanca afecta a los cultivos de algodonero,


cucurbitáceas, chile, frijol y otros. Los adultos miden alrededor de 1.5 cm de
largo; el cuerpo es amarillento y las alas están cubiertas por polvillo ceroso
de color blanco. Cada hembra deposita más de 100 huevecillos de color
amarillento, los cuales se adhieren en el envés de las hojas. Cuando nace la
ninfa, ésta es delgada y transparente; después, su cuerpo torna a un color verde
y presenta prolongaciones radiales de cera; en este periodo, el insecto pasa por
cuatro instares. Tanto a las ninfas como a los adultos se les localiza en el envés
de las hojas succionando la savia de la planta.

Periquito tricornudo. Este insecto es una plaga secundaria de diversos cultivos,


entre los cuales destaca la alfalfa y el algodonero. Los adultos miden cerca de

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8 mm de largo, saltan cuando se les disturba y vistos dorsalmente tienen una
forma triangular. Son de color verde claro, con el pronoto desarrollado y con
los bordes laterales rojizos. Las ninfas se parecen a los adultos, son de color verde
claro y muy espinosas. Estos insectos se alimentan chupando la savia del
follaje. Otro daño importante lo provocan al ovipositar en la parte baja
de los tallos, donde insertan varios huevecillos; ahí se desarrollan lesiones y
callosidades en forma de corona; cuando se presentan fuertes vientos puede
ocurrir el rompimiento en dicha parte del tallo.

Picudo egipcio. Es la principal plaga de la alfalfa en el Valle de Mexicali. El adulto


mide alrededor de 6 mm, es de color café, variando de oscuro a claro, y con
una mancha oscura en el pronoto y la base de los élitros, la cual es más acentuada
en H. postica. En el Valle de Mexicali, los adultos salen de estivación a fines
de noviembre y ovipositan de diciembre a enero. Las mayores infestaciones de
larvas se registran de febrero a abril.

Los huevecillos son ovalados y de color anaranjado claro; son depositados en


grupos de 20 a 30 en las cavidades hechas en los tallos por la hembra, la cual
llega a ovipositar hasta 800 huevecillos. Las larvas miden alrededor de 12 mm,
son ápodas, arqueadas, de color verde amarillento y con cabeza oscura. De enero a
marzo se les encuentra sobre el follaje. En los primeros instares se alimentan
al interior del tallo; sin embargo, a los pocos días salen y se alimentan de los
cogollos. En un lapso de tres a cuatro semanas alcanzan su madurez y pupan en
un capullo rudimentario que fijan al suelo o a residuos vegetales.

Pulgón azul. Esta especie es una plaga de la alfalfa de reciente aparición en México.
En el Valle de Mexicali se presenta de enero a abril junto al “pulgón verde”, con
el cual se confunde. El pulgón azul es de color verde azulado con las antenas
cafés; se reconoce fácilmente por tener un anillo oscuro en la parte apical del 3º
segmento antenal. Las colonias de adultos y ninfas se detectan en los brotes de
la parte superior de la planta, sitio donde chupan la savia; asimismo, inyectan
toxinas anticoagulantes que causan el amarillamiento y enchinado de las hojas.
Las infestaciones severas causan malformación y achaparramiento de las plantas.

Pulgón manchado. Este insecto es una plaga de la alfalfa muy importante en


México. En el Noroeste su incidencia es muy baja; sin embargo, se le considera
una plaga potencial forrajera. Los adultos y sus cinco instares ninfales se
caracterizan por tener un abdomen de color verde amarillento con seis
hileras de pináculos cerdígeros de color café oscuro. Las alas tienen áreas espinuladas

146
que les dan la apariencia de estar manchadas. Los cornículos son muy cortos
tanto en los adultos como en las ninfas. Ambos chupan la savia del follaje haciendo
que las hojas se tornen amarillentas y, por ende, baje su calidad forrajera. En
infestaciones severas pueden defoliar las plantas; además de este daño, la plaga
produce abundante mielecilla, en donde se desarrolla la fumagina que mancha el
forraje y afecta su calidad.

Pulgón del cogollo. Este insecto es una plaga de la cebada, el sorgo, el maíz, el
trigo y otras gramíneas. El adulto es de color verde azulado y tiene las antenas,
patas y cornículos de color negro; se localiza principalmente en los cogollos de
las plantas en poblaciones elevadas. Las plantas atacadas se pueden identificar por
el enmielado y la coloración negruzca causada por la presencia de la fumagina.
Esta plaga es considerada como un importante vector de la enfermedad virosa del
trigo y la cebada llamada “enanismo amarillo”, la cual hace que el follaje de
la planta adquiera coloraciones amarillentas o rojizas y atrofie su desarrollo y
fructificación. Esta especie es parasitada por la avispita lisiflebus.

Pulgón del follaje. Esta especie de áfido es la plaga de mayor importancia en el


cultivo del trigo, pero también se le advierte en el maíz, el sorgo, la cebada y
otras plantas. Los adultos son de color verde claro, con una mancha oscura a lo largo
del dorso; los cornículos son moderadamente largos y convergentes, con las puntas
oscuras al igual que las patas. Los daños son originados cuando el pulgón se
alimenta: éste succiona la savia de las plantas e inyecta toxinas, con lo cual los
tejidos mueren; se producen manchas amarillentas que luego se tornan color
café oscuro.

Pulgón del tallo. Este insecto es una plaga que en la región ha adquirido
importancia en los cultivos de trigo y cebada; por lo tanto, en la actualidad
ha sido necesario el uso de insecticidas para el control de sus altas poblaciones.
La característica principal para identificar esta especie en el campo es su hábito
de formar colonias en los tallos de las plantas; también lo distinguen su color y
la presencia de una mancha café rojiza que abarca los cornículos.

Pulgón de la raíz. Este insecto aparece en el cultivo de trigo en poblaciones bajas


y sin causar problemas a nivel regional. Los adultos tienen forma redondeada y son
de color café oliváceo; sin embargo, varian hacia café rojizo en la base de los
cornículos, los cuales son cortos. Las mayores incidencias de esta plaga se
aprecian en los bordos de las melgas, lo que indica que esta plaga es afectada por

147
el exceso de humedad. Las colonias de pulgones se agrupan y chupan la savia
alrededor de la parte del tallo que se encuentra bajo la tierra y en las raíces.

Pulga negra. Este insecto es una plaga de cierta relevancia en el maíz y el


sorgo, en particular cuando la planta se ubica en sus primeras etapas de desarrollo.
Entre sus plantas hospederas están el trigo, la alfalfa y los pastos silvestres. Los
adultos son de color cobrizo brillante, pero a simple vista parecen negros; miden
más o menos 1.5 mm de longitud, las patas son claras, excepto los últimos
segmentos y los fémures posteriores. Los huevecillos son depositados en la base de
los tallos y las larvas viven alimentándose de las raíces. Los daños son ocasionados
cuando la planta es pequeña, o sea, durante el primer mes de desarrollo del cultivo.
Los adultos se observan en el cogollo en grandes cantidades, nutriéndose de las
hojas en las cuales provocan pequeños agujeros; esto restringe el desarrollo de
la planta.

Pulgón verde. Es común encontrarlo en la alfalfa; es de tamaño grande y


de coloración verde brillante. Esta especie causa daños que se manifiestan
principalmente por la coloración verde amarillenta en el follaje.

Pulga saltona. Este insecto aparece en el cultivo de algodonero, en particular, al


inicio del papaloteo; también es usual localizarlo en la alfalfa y en otras plantas.
El adulto mide cerca de 3.5 mm de largo, es de color verde amarillento, frágil
y rápido en sus movimientos; presenta manchas oscuras en las antenas y en las
patas. Tanto adultos como ninfas chupan las yemas terminales y botones florales del
algodonero; los cuadros pequeños se caen; las plantas infestadas pueden desarrollar
muchos brazos que se alargan de forma exagerada.

Pulga saltona negra. Este insecto se presenta en el cultivo de algodonero, principalmente


al inicio del papaloteo; asimismo, es común encontrarlo en la alfalfa y en otras
plantas. El adulto es negro brillante, muy parecido a la chinche pirata pero de
mayor tamaño, pues mide alrededor de 2.5 mm de longitud.

Trips. Estos insectos atacan a una gran diversidad de cultivos, entre los cuales
están el algodonero, la alfalfa, el frijol, las hortalizas y la remolacha. El adulto
mide cerca de 1 mm de largo y es amarillo pajizo; las ninfas son blanquecinas y
cristalinas. Las hembras depositan sus huevecillos en los tejidos de las plantas. El
daño lo causan los adultos y las ninfas al raspar y chupar los tejidos epidérmicos
para alimentarse. Las hojas pueden aparecer rasgadas y arrugadas con
manchas blancas y plateadas en el envés. Cuando atacan las hojas y yemas de
plantas jóvenes el crecimiento se detiene.

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Maleza

Maleza más común en el Valle de Mexicali

Malezas anuales de verano

Cuscuta
Chamizo
Enredadera o trompillo
Girasol
Quelite o bledo
Tomatillo
Verdolaga
Zacate de agua o pinto
Zacate huachapore
Zacate salado

Malezas anuales de invierno

Avena silvestre
Alpiste silvestre
Alambrillo
Cola de zorra
Chual
Mostacilla
Mostaza
Lechuguilla
Lengua de vaca
Trébol amarillo

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Malezas perennes

Coquillo
Gloria de la mañana o correhuela
Zacate gramma
Zacate Johnson

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Enfermedades

Descripción de las principales enfermedades de cultivos en el Valle de Mexicali

Cenicilla vellosa (Peronospora trifoliorum DBy). Esta enfermedad puede


presentarse en los primeros meses del año, sobre todo si hay exceso de humedad
en el ambiente. Los síntomas se caracterizan por la aparición de manchas
de color verde claro en las hojas, especialmente en las puntas de los tallos; la
presencia de una vellosidad color grisáceo sobre la superficie foliar afectada, así
como un alargamiento de los entrenudos. Para el control de la cenicilla se
recomienda: adelantar los cortes, reducir la lámina y frecuencia de los riegos y
espolvorear azufre, karathane o zineb después del corte.

Chahuixtle de la alfalfa (Uromyces medicaginis Pass Corda). Puede presentarse


en el cultivo durante el otoño. Como síntoma, en las hojas y los tallos aparecen
unas pústulas color castaño rojizo. Para su control se sugiere principalmente
adelantar el corte y después espolvorear azufre o zineb. También pueden
realizarse aspersiones de azufre humectable o zineb líquido.

Chahuixtle del cártamo (Puccinia carthami Hutz Corda). Se observan póstulas


aisladas, polvorientas, color café rojizo, prominentes y alargadas; la epidermis de la
planta hospedera aparece rota en torno a la pústula, al pasar los dedos sobre ella se
desprende un polvo rojizo constituido por las esporas del hongo.

Con el tiempo, las pústulas aumentan de tamaño y son más numerosas, llegando a
unirse unas con otras para formar lesiones que circundan el tallo, principalmente
la base. Cuando las plantas empiezan a madurar y a adquirir un color dorado, las
pústulas son de color negro y no presentan el aspecto polvoriento. Se controla
usando variedades resistentes a esta enfermedad.

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Pudrición carbonosa (Macrophomina phaseoli Maubl Asbbg). El hongo que
causa esta enfermedad ataca desde el nivel del cuello hacia arriba; presenta
una coloración obscura.

Secadera, pudrición de la raíz o Damping off. Esta enfermedad es ocasionada


principalmente por hongos del suelo pertenecientes a los géneros Fusarium,
Pythium y Rhizoctonia. Es común en siembras tempranas durante periodos
fríos. Al principio se observan fallas en la población de plantas o marchitamiento
rápido de las recién emergidas. Al extraer del suelo las semillas germinadas
o las plantas marchitas, se nota la pudrición de la semilla, los embriones y
el cuello de la raíz, es decir, la parte del tallo más cercana a la superficie del
suelo presenta un estrangulamiento y pudrición de los tejidos. Se consideran
dos tipos de ahogamiento: 1) cuando la planta no llega a nacer, lo cual ocasiona
las fallas en la siembra y 2) el que afecta a las plantas recién nacidas. Los suelos
pesados mal preparados para la siembra, con fallas en la nivelación, drenaje
defectuoso y mal manejo de agua, presentan las condiciones favorables para
que se desarrolle rápidamente esta enfermedad. Sin embargo, su control se
logra al considerar las siguientes recomendaciones preventivas:

• Evitar las siembras antes del periodo recomendado.

• Emplear semilla certificada y tratada con fungicida.

• Evitar excesos de humedad en el suelo.

Pudrición texana. El hongo que provoca esta enfermedad ataca más de 2 mil
especies de plantas de hoja ancha, entre cultivadas y silvestres; escapan al
hongo aquellas de hoja angosta como los cereales, algunos pastos y hortalizas.
Se ha observado que el problema de pudrición texana es mayor en suelos ligeros y
es más severo cuando se cultiva el algodonero durante varios años. Los síntomas
del hongo empiezan a presentarse en las plantas a mitad de la temporada y
continúan hasta el final del ciclo. Al principio, las hojas se tornan de un color
amarillento o bronceado; después, adquieren un color castaño, se secan y
permanecen adheridas a la planta. La pudrición se observa en la raíz, la cual se
oscurece y presenta filamentos blanquecinos sobre su corteza. Para su control,
se recomiendan las siguientes medidas preventivas:

• Rotar cultivos incluyendo cereales, pastos y algunas hortalizas, además de


leguminosas (excepto alfalfa) que pueden incorporarse como abonos verdes.

152
• Realizar labores de labranza profunda para favorecer la aireación del suelo
y evitar el exceso de humedad.

• Aplicar la dosis de nitrógeno recomendada en esta Agenda para asegurar


un buen desarrollo del cultivo.

Pudrición de bellota. Esta enfermedad es originada por una gran variedad de


hongos y bacterias. El ataque es más severo en campos donde la planta ha
desarrollado mucho follaje, cuando se aplican riegos pesados y se presentan
infestaciones intensas de gusano rosado. Aunque los síntomas son muy diversos
en ocasiones se observan áreas hundidas y descoloridas en la superficie de
la bellota. La enfermedad causa la destrucción de la semilla y de la fibra;
cuando esta última es cosechada, resulta manchada y con baja calidad. La
disminución en el rendimiento por pudrición de bellotas puede contrarrestarse
al evitar la sobrefertilización y otras prácticas culturales que ocasionan el
desarrollo excesivo de follaje; una medida muy importante es la aplicación de
un combate eficaz de gusano.

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Abreviaturas y simbología

am antes meridiano
B boro
°Bx grado (s) Brix
°C grado (s) Celsius
Ca calcio
cm centímetro (s)
cm2 centímetro (s) cuadrados
°F grado (s) Farenheit
Fe fierro
g gramo (s)
gia gramo (s) de ingrediente activo
ha hectárea (s)
hr hora (s)
k potasio
kg kilogramo (s)
l litro (s)
m metro (s)
m 2
metro (s) cuadrado (s)
m 3
metro (s) cúbico (s)
Mg magnesio
ml mililitro (s)
mm milímetro (s)
mm milimhos
Mn manganeso
msnm metro (s) sobre el nivel del mar
N nitrógeno
P fósforo
pH potencial de Hidrógeno
ppm partes por millón
S azufre
t tonelada (s)
UC unidades de calor
Zn zinc
% v/v porcentaje volumen-volumen

154
ACTUALIZACIÓN Y MEJORAMIENTO DE LAS
AGENDAS TÉCNICAS AGRÍCOLAS

Mapas de potencial productivo


para el estado de Baja California

Los mapas de distribución potencial de los cultivos del estado corresponden a las zonas
con características socioeconómicas homogéneas para la actividad agropecuaria,
forestal, acuícola y agroindustrial bajo condiciones de riego, drenaje, de temporal
y de acuacultura, definidas por la SAGARPA como Distritos de Desarrollo
Rural (DDR).

Los cultivos se eligieron según su importancia productiva a nivel estatal,


de acuerdo con las publicaciones “Monitor Agroeconómico” de la Subsecretaría de
Fomento a los Agronegocios de la SAGARPA, y del “Potencial productivo de especies
agrícolas de importancia socioeconómica en México” de la SAGARPA-INIFAP.

Para el estado de Baja California se realizaron 13 mapas considerando los


cultivos de ajo, alfalfa, avena, canola, cebolla, fresa, nogal olivo, piñón y vid.
Dichos cultivos se presentaron, en su mayoría, sólo en un DDR de los dos que
tiene el estado.

Esta información se complementa con mapas estatales de edafología, uso de


suelo y vegetación, población, precipitación anual y temperatura media anual.

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AGRADECIMIENTOS

El INIFAP extiende un reconocimiento a sus investigadores y directivos,


quienes con su trabajo y experiencia hicieron posible la realización de generar
una Agenda Técnica para cada entidad federativa de México:

COORDINACIÓN GENERAL DE LA OBRA

MC. Georgel Moctezuma López

MC. Antonio González Hernández

Dr. Martín Enrique Romero Sánchez

Dr. Ramiro Pérez Miranda

Dr. Carlos Román Castillo Martínez

COMPILADORES

MC. Eduardo Loza Venegas

MC. Jorge Iván Alvarado Padilla

M.C. Eva Ávila Casillas

MC. Juan Antonio Chávez Durón

MC. José Luis Herrera Andrade

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Dr. Antonio Morales Maza

Dr. Cesar Valenzuela Solano

Ing. Mario Camarillo Pulido

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