Paso a poner dos distintas ediciones sobre las cartas o relatos de Rosalía, o María como gustaban llamarle,

la madre del pontífice Nimrod. Es menester y necesario hacer una escueta aclaración sobre estos relatos,
máxime para aquellos nóveles investigadores que recién se topan con la Gnosis Hiperbórea, y que sufren
el peligro cierto y entendible de caer en vanas interpretaciones subjetivas faltas de toda comprensión
estratégica y gnóstica o en las telarañas de diversas figuras más o menos desagradables y farsantes como
Elena del canal Increados, cuya misión es detenerse en nimiedades e intrigas y saltar lo verdaderamente
importante.

En primera instancia, debemos comprender que la estrategia de Nimrod de Rosario no pudo haber sido
posible sin la madre, pues fue ella la médium principal que conectaba con los extraterrestres (o terrestres)
antárticos y que fue quien lo crió; sin embargo, aquello no significa necesariamente que ella supiere, o,
mejor dicho, se le hubiera hecho saber alguna cosa de la SH. En efecto, a Rosalía le prohibieron desde muy
chica cualquier estudio superior o cultivo racional-cultural, e igualmente se la mantuvo al margen de todo
conocimiento histórico y político, por lo tanto, diremos que Rosalía, a niveles de la macroestructura, no
era más que una campesina inocente que nada sabía “de las cosas de este mundo”. Son varias las teorías
que podemos formular cada uno respecto al porqué de esta prohibición, desde el pensamiento lógico de
que si ella hubiera sabido de lo que trata la SH (destruir la creación) no hubiera asentido desde su
formación humana, o que era crucial que ella no desarrolle en nada la estructura cultural para mantenerse
en su estado puro de vidente trascendente, o que tal inocencia era necesaria para contar la historia de
Nimrod desde una IMPARCIALIDAD que no ponga juicios de valor sobre la Guerra Esencial, o el objetivo
era mostrarnos que los sujetos estratégicos son personal tan corrientes y hasta ingenuas como todos
nosotros; o que, por último, su misión ameritaba tal vacuidad mental. Repito, podemos formular teorías
cuanto más intrincadas, pero lo que interesa entender en este punto es que cual fuere el motivo
estratégico, esto no quiere decir que las opiniones y pareceres de Rosalía fuesen palabra de los siddhas.
Claramente, las Cartas de María son ordenas por los siddhas para hablar ellos a través de ella en la mayoría
de las partes, pero se deja espacio, como verá el lector, donde Rosalía puede dar rienda suelta a sus
propias cavilaciones sobre toda esta historia que no terminaba de entender. Por ejemplo, veremos que
ella habla de Jesús como cualquier mujer mayor católica, desconociendo totalmente lo que dice la Novela
sobre el tema. Tampoco sabrá nada de la guerra contra el judaísmo ancestral, ni contra su dios; se
preocupará por la humanidad pasú y sus niños como toda mujer decente y bienintencionada y hasta
enarbolará teorías parecidas a la escatología del new age. Todo aquello nosotros debemos comprenderlo
desde lo psicosocial: Rosalía, al estar vedada de leer cualquier cosa sobre lo hiperbóreo, no puede más
que pensar desde el yo perdido y no orientado de un virya común, aunque sabemos que su espíritu fuera
uno importante para la Estrategia de la Antártida. ¿Qué es lo central en todo esto? Pues que el lector no
piense con el culo y entienda que Rosalía no escribió nada de lo enumerado por “estar en desacuerdo con
los siddhas o con la SH en general”, sino dejar de lado aquellas interpretaciones subjetivas y centrarse,
más bien, en las revelaciones en clave que hacen los siddhas mediante su boca.

En específico sobre las dos versiones, aclarar que la primera versión, y es la que figura en este póst, está
incompleta, pero es un solo cuerpo con las partes más relevantes. Por su lado, la segunda versión cuenta
con dos tomos, cuasi completos en contenido de lo original, pero que constan de varias partes de
desinformación como citas de Brondino y un testimonio de Mario Moya. En todo caso, el lector podrá
acudir cuando guste a la fuente (QuintaDomícia.arg) para consultar el contenido completo, sin embargo,
ya se ha escuchado que tal foro fue copado también por la desinformación y la traición y que algunas
partes fueron dadas de baja.

Un lector que ya haya leído y ENTENDIDO gnósticamente los Fundamentos de la SH no podrá hacer nada
menos que lo expuesto. Sabrá entender que Rosalía nada sabía de metafísica hiperbórea y por ello sus
juicios estaban viciados de interpretación humana, pero que ello estaba soportada por algún objetivo
estratégico y que fue esa singular perspectiva mundana que consideraron los siddhas la idónea para
exponer sus distintas revelaciones. Sólo resta decir, para tranquilizar las inquietas almas, que ya en los
últimos años de vida de Rosalía se le dio el visto bueno de leer todo lo que en una vida mantuvo en la más
supina ignorancia, y se verá el cambio EGÓICO que sucede en ella al final de los escritos. Como se habrá
notado, estaos relatos deben ser leídos DESPUÉS de haber terminado toda la obra de Nimrod para su
efectiva y correcta entronización. No es de sabios o de gnósticos el mezclar realidades humanas con las
divinas, y peor hacer de ello una cacería de fantasmas, quien tenga ojos para VER lo importante de estaos
relatos que vea.