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“CARACTERIZACIÓN EPIDEMIOLÓGICA Y
CLÍNICA DE LA INFECCIÓN POR DENGUE EN
PACIENTES DEL HOSPITAL REGIONAL DE
PUCALLPA EN EL AÑO 2013”
AUTOR
ASESOR
faviosar@yahoo.com
AREA DE INVESTIGACIÓN
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CAPITULO I. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
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1.1.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El dengue es una enfermedad viral, transmitida por el Aedes aegypti que se propaga
rápidamente en zonas tropicales, más de la mitad de la población mundial vive en zonas con
riesgo de infección. El Aedes aegypti fue eliminado del Perú en 1956, pero reingresó en 1984
trayendo consigo el primer brote epidémico de dengue en la ciudad de Iquitos 1990 y desde
entonces se ha propagado a 10 departamentos del país y existe la amenaza constante de afectar
nuevos lugares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima entre 50-100
millones las nuevas infecciones que se producen anualmente en más de 100 países endémicos
En las últimas cinco décadas, la incidencia de dengue se ha incrementado 30 veces,
documentándose casos en áreas previamente no afectadas. Cada año surgen cientos de miles
de casos de dengue grave, con aproximadamente 20 000 muertes(1)
Desde que el dengue ingresó al Perú, se han desarrollado e implementado diferentes
estrategias para su control, sin embargo, factores como la intensa migración interna de áreas
endémicas hacia áreas libres del vector y del dengue mismo, así como los cambios climáticos,
hacen que su real control sea un reto y que siempre exista el riesgo de su expansión a nuevas
áreas, como se ha venido dando en casi todas las ciudades grandes y pequeñas de la Amazonía
y de la costa norte de Tumbes a Lima(2).
El dengue es causa de hospitalización y muerte en algunos países vecinos al Perú, situación
que coloca a nuestro país en condición de riesgo para la aparición de formas severas de dengue;
lo cual constituye un problema de salud pública importante que involucra políticos, científicos y
trabajadores de salud en la prevención y el control de esta enfermedad potencialmente fatal.
Hoy en día constituye un gran problema de salud pública en el Perú, ya que en vista de su
rápida y fácil propagación se ha convertido en una enfermedad endémica en nuestro país.
Presentando altos niveles de incidencia y lo más importante presentando formas graves de la
enfermedad por la repetida reinfección de la población a la enfermedad lo cual lo predispone a
presentar diversas complicaciones(2).
El conocer las características epidemiológicas y clínicas de la enfermedad nos ayudará a
determinar qué zonas están siendo mayormente afectadas en el Perú cuales son los principales
síntomas y signos presentados por la población además de poder identificar los principales
medios de diagnóstico y cambios hematológicos que sufre la enfermedad, con el fin de crear
programas que enfaticen en la prevención y manejo oportuno de los pacientes con dengue y así
evitar futuras complicaciones.
En vista del incremento del número de casos de dengue, esta endemia continúa siendo un reto
significativo en nuestro país su manejo, control y prevención, además va en aumento la
incidencia de esta a nivel de todos los grupos etarios.
Por lo que es importante actualizar al médico sobre los aspectos relevantes de esta patología en
base a guías y protocolos. Buscamos contribuir con esta investigación aportando datos reales e
información científica sobre el comportamiento del dengue para que así se puedan desarrollar
de manera más efectiva intervenciones con estrategias de diagnóstico precoz y tratamiento
adecuado más focalizado y contribuir al manejo oportuno de casos y prevenir su evolución a
formas severas de la enfermedad y dar soluciones en las áreas que más se necesitan.
Debido a la baja especificidad de sus síntomas, para la vigilancia epidemiológica del dengue se
ha hecho énfasis en la identificación de anticuerpos específicos y el aislamiento del virus.
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Sin embargo, dado que los resultados de estas pruebas no están disponibles en los primeros
días de la enfermedad, cuando se requieren para establecer pautas de tratamiento, es necesario
hallar herramientas clínicas que permitan un diagnóstico temprano. Algunas manifestaciones
clínicas y pruebas de laboratorio simples pueden ayudar a detectar tempranamente el dengue.
Actualmente, no existe tratamiento específico o una vacuna disponible para la fiebre del
dengue, la prevención y el control de la enfermedad se han enfocado principalmente en las
actividades de vigilancia y control del vector, pero la detección oportuna y el acceso a la
asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del 1% por todo lo
anterior me planteo la siguiente pregunta ¿Cuáles son las características epidemiológicas y
clínicas del Dengue en pacientes del Hospital Regional de Pucallpa en el año 2013?
1.4.- OBJETIVOS
1.4.1.- OBJETIVO GENERAL
Determinar la caracterización epidemiológica y clínica del dengue en pacientes del
Hospital Regional de Pucallpa en año 2013
1.4.2.- OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Identificar el grupo etario y género más afectado por dengue
Determinar las características clínicas más frecuentes en pacientes diagnosticados con
dengue
Conocer los lugares de procedencia de los pacientes diagnosticados con dengue
Determinar la prueba de diagnóstico laboratorial más usada
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CAPITULO II. HIPÓTESIS Y VARIABLES
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2.- SISTEMA DE VARIABLES
2.1.- IDENTIFICACIÓN DE VARIABLES
Variable Principal: Características clínicas-epidemiológicas
2.2.- OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
43-54 años= 4
EPIDEMIOLÓGICAS-
55-66 años= 5
>=66 años= 6
Diagnóstico Identificación Dengue sin HISTORIA
final final de una signos de CLINICA
enfermedad alarma= 0
Dengue con
CLÍNICAS
signos de
alarma= 1
Dengue
grave= 2
Fiebre T°(38- No= 0 HISTORIA
41°C) Si= 1 CLINICA
Cefalea No= 0
Manifestaciones clínicas
Si= 1
Mialgia No= 0
Si= 1
Erupción No= 0
cutánea Si= 1
Nauseas No= 0
Si= 1
Dolor lumbar No= 0
Si= 1
Dolor de No=0
garganta Si=1
Dolor
retroocular No= 0
Si= 1
Artralgias No= 0
Si= 1
Hematemesis No= 0
Si= 1
Gingivorragia No= 0
Si= 1
Ginecorraquia No= 0
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Si= 1
Petequias No= 0
Si= 1
Equimosis No= 0
Si= 1
Esputo No=0
hemoptoico Si= 1
Vomito No=0
persistente Si=1
Plaquetopenia No=0
Si=1
Hematocrito No=0
Si=1
Melena No=0
Si=1
Mes del caso Mes del año Enero=1 HISTORIA
del calendario Febrero=2 CLINICA
donde se produjo Marzo=3
la infección por Abril=4
dengue Mayo=5
Junio=6
Julio=7
Agosto=8
Septiembre=9
Octubre=10
Noviembre=11
Diciembre=11
Lugar de Distrito de la Manantay HISTORIA
origen de la ciudad de Callería CLINICA
infección Pucallpa donde Yarinacocha
se produjo la
infección
Historial de la Padeció No=0 HISTORIA
infección dengue Si=1 CLINICA
anteriormente
Prueba Prueba NS1=1
laboratorial laboratorial para IgM=2
diagnóstica confirmar dengue PCR=3
Cultivo=4
Hospitalización Ingreso del No=0
paciente al Si=1
hospital
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CAPITULO III. MARCO METODOLÓGICO
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3.- TIPO Y NIVEL DE INVESTIGACIÓN
X1
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CAPITULO IV. MARCO TEÓRICO
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4.- ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
4.1.- A nivel internacional
Gonzáles(3) en el estudio titulado: “Características clínicas de pacientes hospitalizados
durante un brote epidémico de dengue”, donde se incluyeron 61 historias clínicas de mujeres y
varones mayores de 18 años con dengue, se concluyó: la edad media de los enfermos fue 42.1
±18.6 años, 70.43% fueron mujeres. El 100% de los pacientes presentaban cuadro clínico
compatible con dengue; en 77.05% de los casos el antígeno NS1 dio positivo y en 59.02% hubo
nexo epidemiológico. El 77.05% presentaron signos de alarma, siendo la trombocitopenia el más
frecuente (65.57%). Durante la fase crítica de la enfermedad se internaron el 80.33% de los
pacientes. La hipertensión arterial fue la comorbilidad asociada más frecuente (39.34%). Se halló
una correlación negativa débil entre el recuento plaquetario y los valores de enzimas hepáticas.
La media de días de hospitalización fue 4.49±1.93 días.
Guzmánet al;(4) en el estudio titulado: “Caracterización clínica y epidemiológica de la
epidemia de dengue en la provincia de Cienfuegos 2013-2014”, fueron estudiados un total de
456 pacientes con diagnóstico positivo para dengue, concluyendo que: predominó el sexo
masculino (53%) y el grupo de edad entre 5 y 14 años, la fiebre (90%), el rash (81%) y la cefalea
(60 %) fueron las manifestaciones clínicas más frecuentes, el 30 % presentó prueba del
torniquete positivo y en el mes de Mayo hubo un incremento de la positividad
González, Núñez;(5) en el estudio titulado: “Caracterización de los pacientes con dengue”, Se
revisaron las historias clínicas de 31 pacientes ingresados con el diagnóstico positivo de dengue,
confirmado de forma clínica e inmunológica (IgM positiva) se concluyó que: la enfermedad
predominó en el sexo masculino con un (58.1%), entre el grupo de edades de 15 y 29 años
(48.4%). Julio (35.5%) resultó ser el mes de mayor incidencia, no reportándose en los meses de
noviembre ni diciembre. La mayoría 74.2% de los casos fue dengue clásico y 25.8 dengue grave.
Los signos y síntomas más prevalentes fueron la fiebre en el 100%, malestar general (100%),
astenia (80.6%), cefalea (61.2%), dolor osteomuscular (61.2%), dolor retro-ocular (38.7%),
anorexia (25.8%) y vómitos (22.5%)
Moreira, Gámez;(6), en el estudio titulado: " Características clínicas epidemiológicas de los
cooperantes con dengue en el municipio Torres, estado de Lara, Venezuela, 2008 ", donde se
revisaron 32 casos de dengue se encontró: en la muestra predominaron el sexo masculino
(68.7%) y las edades entre 30 y 39 años (43.8%) y una mediana de 34 años. El síntoma cardinal
de la enfermedad resultó ser la fiebre, que se presentó en el 100 % de los casos, seguido de la
cefalea con 81,2 %, así como las manifestaciones osteomusculares y articulares, artralgia con
71,8 % y mialgia con un 68,7 %.
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Vielma, Muñoz, Pérez,et al;(8) , en la investigación titulada: “Hallazgos clínicos y de
laboratorio en pacientes con dengue. Revisión de criterios diagnósticos” en 613 pacientes con el
diagnóstico clínico presuntivo de fiebre dengue evaluados en diversos centros asistenciales del
estado Mérida, Venezuela, se concluyó que: el 45% (273/613 pacientes) fue positivo para la
presencia de anticuerpos del tipo IgM contra el virus del dengue. Según el diagnóstico clínico
inicial, el 71% (196/273) de los enfermos acudió con dengue clásico (DC), el 14,3% (39/273)
tenía el diagnóstico de dengue clásico con manifestaciones hemorrágicas y 2,2% fueron
clasificados como dengue hemorrágico febril. Entre los pacientes infectados, el 49,8% de la
población se encontraba en el grupo etáreo comprendido entre 15 y 44 años y el 50.9% de los
pacientes correspondía al género sexo masculino. El 96% de los pacientes infectados
presentaron síndrome febril (262/273). Adicionalmente, las otras manifestaciones clínicas más
frecuentemente encontrados fueron cefalea (86,4%), mialgias (79,8%), artralgias (73,2%), dolor
retroocular (71,6%) y erupción cutánea (54,8%). Más de la mitad de los pacientes (59,2%)
refirieron la ocurrencia de náuseas, vómitos y en algunos casos diarrea (23,7%). Igualmente, un
tercio de los casos refirió la ocurrencia de síntomas del tracto respiratorio superior (tos,
congestión nasal y odinofagia).
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4.3.- BASES TEÓRICAS CONCEPTUALES
Náusea
Vómito
Exantema
Mialgia
Artralgia
Cefalea
Dolor retro orbitario
Petequias o prueba de torniquete positiva
Leucopenia
También puede ser considerado caso sospechoso todo niño proveniente o residente en zona
con transmisión de dengue, con cuadro febril agudo, habitualmente de 2 a 7 días y sin etiología
aparente(1).
Caso probable de dengue
Todo caso sospechoso de dengue que tiene un resultado positivo de IgM o NS1 o nexo
clínico-epidemiológico(11)
Nota: Durante los brotes, también se considera caso probable de dengue a aquellos casos
notificados que no pudieron ser investigados, pues se considera que todos tienen nexo clínico
epidemiológico(12)
Caso confirmado de dengue
Todo caso de dengue confirmado por laboratorio (técnicas moleculares como RT-PCR
convencional, RT-PCR en tiempo real u otras, aislamiento viral, seroconversión de IgM o IgG
pareado o aumento de cuatro veces el valor de IgG)(13)
Nota: El diagnóstico por laboratorio debe incluir el diagnóstico diferencial de otras
enfermedades, según las características epidemiológicas de cada país. El diagnóstico serológico
debe incluir la evaluación de reactividad cruzada con otros flavivirus.
Muerte por dengue
Todo paciente que cumpla con la definición de caso sospechoso, probable o confirmado que
fallece como consecuencia del dengue. Nota: Se recomienda que a todo caso de muerte por
dengue se le realicen pruebas de laboratorio específicas para la infección. De igual forma, todos
las defunciones por dengue deben ser analizados por una comisión interdisciplinaria.
4.3.2.- Antecedentes históricos
En resumen, se hace mención de una epidemia que azotó los continentes de Asia, África y
América de Norte que yace registrada en una enciclopedia de la dinastía Chin (265-420 a.n.e),
dicha epidemia se presentó entre los años de 1779 y 1780 con cuadros clínicos similares a los
de la enfermedad del dengue, los pobladores presentían que dicha enfermedad se asociaba a
insectos voladores que se relacionaban con el agua(14). Al parecer hace pensar que dicha
epidemia fue el primer reporte clínico, pero existe registro que hubo otras epidemias compatibles
con dengue clásico en Latinoamérica y el Caribe en los años de 1635 y 1699 en las Antillas
Francesas y Panamá respectivamente.
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Entre los años de 1827 y 1828, se presentó una epidemia en el Caribe que cursaba con fiebre,
artralgias y exantema. Los esclavos que laboraban en esa región, que provenían de África
llamaron a esta patología como “dinga” o “dyenga”, homónimo del “Swahili Ki denga pepo”, que
tiene por significado ataque repentino de calambre u hormigueo, según ellos provocado por un
espíritu maligno, he aquí el origen del término “dengue”(15).
4.3.3.- Epidemiología
El serotipo del virus del dengue tipo 3 (DEN 3) se aisló en los años 1963 y 1964 en una
epidemia que ocurrió en la región del Caribe y Venezuela. Seguidamente otra epidemia afectó a
pocas islas del Caribe en donde se aislaron los serotipos del virus del dengue tipo 2 y 3 (DEN 2
y DEN 3). Años más tarde el serotipo del virus del dengue tipo 1 (DEN1) fue introducido a las
Américas a través de Jamaica el que se diseminó en la mayoría de las islas del Caribe, también
en algunos países de Centro América como Guatemala, México, El Salvador y Honduras,
sumándose los países de Sudamérica como Colombia y Venezuela, incluso llegó a Texas de
Norteamérica(16).
En los años de 1982, los serotipos del virus del dengue tipo 1 y 4 (DEN 1 y DEN 4) llegaron
al norte de Brasil, llegando afectar Rió de Janeiro con la presencia y aislamiento del DEN 1, luego
hubo brotes por el mismo DEN 1 en Bolivia (1987), Paraguay (1988), Ecuador (1988) y a nuestro
país en el año de 1990(17).
Por eso de los años de 1990 en Iquitos y otras ciudades de la Amazonía hubo registro que el
DEN 1 quien circulaba por estas regiones, desde entonces los serotipos virales del dengue tipo
1,2 y 4 (DEN 1, DEN 2 y DEN 4) se han transmitido simultáneamente en diversos países de las
Américas donde el mosquito Aedes aegypti estuvo presente. En 1994 el DEN 3 reaparece y con
una asociación mayor e importante con la forma hemorrágica de la enfermedad(18). Si hablamos
sobre el ingreso del dengue en nuestro país, los primeros descritos datan de los años 1700,
1818, 1850 y 1876, con primeros reportes de brotes de un síndrome febril que era compatible
con el dengue clásico, aunque no fueron confirmados laboratorialmente(19).
El ingreso de la enfermedad del dengue al Perú está asociado a la reintroducción del vector
Aedes aegypti. En 1956 se había eliminado al mosquito, para posteriormente ingresar
nuevamente en 1984 y en 1990 producir una explosiva epidemia de dengue clásico por el DEN
1, siendo los afectados las ciudades de nuestra Amazonía y posteriormente se extendió a
ciudades de la costa norte de nuestro país(1)
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como en cuanto a su poder antigénico y tienen la capacidad de presentar variantes genéticas
(genotipos y topotipos) para un mismo serotipo(23).
Entre los cuatro serotipos del virus del dengue se ha visto una homología de secuencia
genética de aproximadamente del 70%, y es aún mayor en porcentaje la homología entre los
serotipos 1,2 y 3(23).
El virión del dengue está constituido por 6% de ARN, 66% de proteínas, 9% de carbohidratos
y 17% de lípidos, además de ser altamente infeccioso 32. El genoma posee una longitud de 9500
a 12500 nucleótidos, y da lugar a tres proteínas estructurales, la proteína E de envoltura, la
proteína M de membrana, la proteína C de cápside y a siete proteínas no estructurales (NS1,
NS2a, NS2b, NS3, NS4a, NS4b y NS5). Su replicación se da por la traslación del ARN genómico
del virus al citoplasma celular del huésped, para luego sintetizar cadenas negativas y positivas
de ARN, y posteriormente ser ensambladas y liberadas como partículas virales maduras.(24)
La glicoproteína E cumple un rol importante durante la penetración del virus en la célula y en
la respuesta inmunitaria del huésped. Por otro lado, la proteína no estructural NS1 participa en
la maduración viral(15).
Resumimos que el virus de dengue serotipo 1 fue el primero que reingresó al Perú en 1990,
desde ese año, han circulado los cuatro serotipos ya sea por separado o de manera agrupada,
en los últimos años ha predominado la infección por el serotipo 3, la distribución de serotipos a
su vez es variada en las diferentes regiones del país(10).
La ley natural de selección es un tema importante en la evolución del virus del dengue,
manteniéndose solamente los virus que son "adecuados" tanto para seres humanos como para
los vectores. Entre ellos, los genotipos “asiáticos” de serotipos 2 y 3 están dentro de este grupo
y se asocian con frecuencia a infecciones concomitantes graves(25).
4.3.5.- El huésped
El ser humano como huésped, una vez sido infectado por el virus del dengue, la enfermedad
del dengue posee un período de incubación de 4 a 10 días, sea el serotipo del virus que los
infectó puede producir una gran variedad de alteraciones, aunque la mayoría de las infecciones
son asintomáticas o subclínicas. Se piensa que la infección primaria induce inmunidad protectora
de por vida contra el serotipo causante de la infección 41. Las personas que sufren una infección
están protegidas contra la enfermedad clínica por un serotipo diferente en los siguientes dos a
tres meses de la infección primaria, pero no tienen inmunidad protectora cruzada a largo plazo(1).
Los factores individuales de riesgo determinan la gravedad de la enfermedad e incluyen
infección secundaria, edad, raza y posibles enfermedades crónicas (asma bronquial, anemia de
células falciformes y diabetes mellitus). Los niños pequeños, en particular, pueden tener menor
capacidad que los adultos para compensar la extravasación de plasma capilar y, por
consiguiente, están en mayor riesgo de choque por dengue(1).
Los estudios seroepidemiológicos en Cuba y Tailandia apoyan de manera firme la
participación de la infección heterotípica secundaria como un factor de riesgo para dengue grave,
aunque se han informado algunos casos graves asociados con la infección primaria(26). El
intervalo de tiempo entre las infecciones y la secuencia viral específica de las infecciones también
pueden ser de importancia. Por ejemplo, en Cuba se observó una elevada tasa de letalidad
cuando la infección por el serotipo 2 siguió a una infección por serotipo 1 después de un intervalo
de 20 años, en comparación con un intervalo de cuatro años. El dengue grave también se
observa regularmente durante la infección primaria de lactantes cuyas madres son inmunes al
dengue. En el dengue, la amplificación dependiente de anticuerpos se ha considerado
hipotéticamente como un mecanismo para explicar el dengue grave en el curso de una infección
secundaria y en lactantes con infecciones primarias(27). En este caso, los anticuerpos reactivos
cruzados, no neutralizadores, que se aumentan durante una infección primaria o que se
adquieren pasivamente en el nacimiento, se adhieren a los epitopos en la superficie de un virus
infeccioso heterólogo y facilitan su entrada a las células portadoras del receptor de superficie de
membrana (Fc). Se espera que el aumento en el número de células infectadas resulte en una
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mayor carga viral y la inducción de una sólida respuesta inmunitaria del huésped, que incluye
citocinas y mediadores inflamatorios, algunos de los cuales pueden contribuir a la extravasación
de plasma. Durante una infección secundaria, las células T de memoria de reacción cruzada
también se activan rápidamente, proliferan, expresan citocinas y mueren por apoptosis en una
manera que, generalmente, se correlaciona con la gravedad general de la enfermedad. Los
factores determinantes genéticos del huésped podrían influir en el resultado clínico de la
infección(28), aunque la mayoría de los estudios no han podido abordar adecuadamente este
asunto. Los estudios en la región americana han demostrado que las tasas de dengue grave son
más bajas en individuos de ancestros africanos que en los que provienen de otros grupos
étnicos(28).
El virus del dengue penetra a través de la piel durante la picadura de un mosquito infectado.
Durante la fase aguda de la enfermedad, el virus está presente en la sangre y su liberación a
este compartimiento, generalmente, coincide con el descenso de la fiebre. Se considera que las
respuestas inmunitarias humorales y celulares contribuyen a la liberación del virus mediante la
generación de anticuerpos neutralizadores y la activación de los linfocitos T CD4+ y CD8+.
Además, la defensa innata del huésped puede limitar la infección causada por el virus. Después
de la infección, los anticuerpos de reacción específica para el serotipo y los de reacción cruzada,
y las células T CD4+ y CD8+, pueden detectarse y medirse durante años. El dengue grave está
caracterizado por extravasación de plasma, hemoconcentración y alteraciones en la
homeostasis. Los mecanismos que conducen a la enfermedad grave no están bien definidos,
pero la respuesta inmunitaria, los antecedentes genéticos del individuo y las características del
virus pueden contribuir al dengue grave. Los datos recientes sugieren que la activación de las
células endoteliales podría mediar la extravasación de plasma. Se cree que la asociación de esta
última es mayor con los efectos funcionales que los destructivos en las células endoteliales. La
activación de los monocitos infectados y las células T, el sistema del complemento y la
producción de mediadores, monocinas, citocinas y receptores solubles, también pueden estar
involucrados en la disfunción de las células endoteliales.
La trombocitopenia puede estar asociada con alteraciones en la megacariocitopoyesis
causada por la infección de las células hematopoyéticas humanas y con el deterioro del
crecimiento de células progenitoras, lo que resulta en disfunción plaquetaria (activación y
agregación de plaquetas), mayor destrucción o consumo (secuestro o consumo periférico). La
hemorragia puede ser consecuencia de la trombocitopenia y la disfunción plaquetaria asociada
o de la coagulación intravascular diseminada. En resumen, ocurre un desequilibrio transitorio y
reversible de los mediadores, citocinas y quimiocinas durante el dengue grave, impulsado
probablemente por una elevada carga viral temprana, lo que conduce a disfunción de las células
endoteliales vasculares, trastorno del sistema de hemocoagulación, y, luego, a extravasación de
plasma, choque y sangrado.
4.3.6.- Transmisión del virus del dengue
El ser humano es el principal huésped amplificador del virus. El virus del dengue que circula
en la sangre de humanos con viremia es ingerido por los mosquitos hembra durante la
alimentación. Entonces, el virus infecta el intestino medio del mosquito y, posteriormente, hay
propagación sistémica durante un período de 8 a 12 días. Después de este período de incubación
extrínseco, el virus se puede transmitir a otros seres humanos durante la picadura y alimentación
subsiguiente del mosquito. El período de incubación extrínseco está en parte influenciado por las
condiciones ambientales, especialmente la temperatura ambiental. Después de eso, el mosquito
permanece infeccioso durante el resto de su vida. El Aedes aegypti es uno de los vectores más
eficientes para los arbovirus, debido a que es muy antropofílico, frecuentemente pica varias
veces antes de completar la oogénesis y prolifera en estrecha proximidad a los seres humanos.
En algunas partes de África y Asia, las cepas silvestres del dengue también pueden conducir a
infección humana y causar enfermedad leve. Varios factores pueden influir en la dinámica de la
transmisión del virus, incluidos factores ambientales y climáticos, interacciones entre huéspedes
y patógenos, y factores inmunológicos de la población. El clima influye directamente en la
biología de los vectores y, por esa razón, su abundancia y distribución; consiguientemente, es
un factor determinante importante en la epidemia de enfermedades transmitidas por vectores.
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4.3.7.- Clasificación según la gravedad del dengue
El dengue tiene un amplio espectro de presentaciones clínicas, a menudo con evolución
clínica y resultados impredecibles. Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan después de
un curso clínico benigno y de resolución espontanea, una pequeña proporción progresa a una
enfermedad grave, caracterizada principalmente por aumento de la permeabilidad vascular, con
hemorragia o sin ella. La rehidratación intravenosa es el tratamiento de elección; esta
intervención puede reducir la tasa de letalidad a menos de 1% en los casos graves. Resulta difícil
determinar cuál grupo progresa de la forma no grave a la grave de la enfermedad, lo que genera
una gran preocupación pues el tratamiento apropiado puede evitar que se desarrollen
condiciones clínicas más graves. Es muy importante realizar el triage (orden por prioridades), el
tratamiento apropiado y el lugar donde se debe administrar (en un centro de atención médica o
en casa), se determina según la clasificación de los casos de dengue. Esto es así especialmente
durante los frecuentes brotes de dengue a escala mundial, cuando los servicios de salud
necesitan acomodarse para enfrentar el repentino incremento de la demanda. La clasificación
actual de la OMS (2009) considera dos categorías: dengue con presencia o ausencia de signos
de alarma y dengue grave(1). Esa clasificación surgió a partir de múltiples críticas y discrepancias
con la clasificación anterior en las categorías de fiebre del dengue (FD) y fiebre hemorrágica del
dengue (FHD) con sus cuatro grados de gravedad(1), porque no permitía clasificar un alto
número de casos de dengue confirmados por el laboratorio. Eso era una limitación para la
vigilancia epidemiológica, porque su propio nombre hacía pensar, erróneamente, que la
gravedad de la enfermedad guardaba relación con el sangrado y no con la extravasación de
plasma, que es lo que efectivamente ocurre(29) Esa clasificación también era difícil, si no
imposible de aplicar en todas las situaciones, ya que precisaba respaldo de laboratorio,
inexistente en la mayoría de las unidades de servicios de salud, sobre todo en la atención
primaria, donde precisamente debía atenderse a la mayoría de los casos febriles durante un
brote epidémico.
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4.3.8.- Manejo clínico
La infección por dengue es una enfermedad sistémica y dinámica. Presenta un amplio
espectro clínico que incluye manifestaciones clínicas graves y no graves(14).
Después del período de incubación, la enfermedad comienza abruptamente y le siguen tres
fases de evolución: la febril, la crítica y la de recuperación(1). Para una enfermedad tan compleja
en sus manifestaciones, el manejo es relativamente sencillo, económico y muy efectivo para
salvar vidas, siempre y cuando se instauren intervenciones correctas y oportunas. La clave es el
reconocimiento temprano y la comprensión de los problemas clínicos que se presentan en las
diferentes fases de la enfermedad, lo cual lleva a un abordaje racional del manejo de los casos
y a buenos resultados clínicos. Las actividades (decisiones de triage y de manejo) en los niveles
de atención primaria y secundaria (donde los pacientes son examinados y evaluados por primera
vez) son críticos en el resultado clínico del dengue. Una respuesta directa y bien manejada no
solo reduce el número de hospitalizaciones innecesarias, sino que salva la vida de los pacientes
con dengue. La notificación temprana de los casos de dengue vistos en los centros de atención
primaria y secundaria es crucial para la identificación de brotes y la iniciación de una respuesta
temprana(1).
Fase febril
Es típico que los pacientes desarrollen fiebre alta de forma abrupta. La fase febril aguda dura
de 2 a 7 días y a menudo está acompañada de rubor facial, eritema de la piel, dolor corporal
generalizado, mialgias, artralgias y cefalea(30). Algunos pacientes pueden tener dolor de
garganta, faringe inyectada e inyección conjuntival. También son comunes la anorexia, las
náuseas y el vómito. En la primera fase febril temprana, puede ser difícil el distinguir clínicamente
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el dengue de otras enfermedades febriles que no tienen relación alguna con el dengue. Si la
prueba del torniquete resulta positiva en esta fase aumenta las probabilidades de que sea
dengue(30).
Además, estas características clínicas son indistinguibles en los casos de dengue grave y no
grave. Por lo tanto, el seguimiento de los casos para detectar los signos de alerta y otros
parámetros clínicos es crucial para reconocer la evolución hacia la fase crítica. Se pueden
observar manifestaciones hemorrágicas leves, como petequias y sangrado de mucosas (por
ejemplo, nasal y de las encías)(31). El sangrado vaginal masivo (en mujeres en edad fértil) y el
sangrado gastrointestinal pueden ocurrir en esta fase, pero no es lo común(31). El hígado a
menudo está aumentado de tamaño y blando después de algunos días de fiebre(32). La
anormalidad más temprana en el cuadro hemático es una reducción progresiva del número total
de glóbulos blancos, lo cual debe alertar al médico de una alta probabilidad de dengue.
Fase crítica
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parecida a “islas blancas en un mar rojo”(35). Algunos pueden presentar prurito generalizado.
Son comunes en esta etapa la bradicardia y los cambios en el electrocardiograma.
El hematocrito se estabiliza o puede ser menor debido al efecto de dilución de los líquidos
reabsorbidos. El conteo de leucocitos generalmente comienza a subir inmediatamente después
de la disminución de la fiebre, aunque la recuperación del número de plaquetas generalmente es
posterior al del número de leucocitos. La insuficiencia respiratoria producida por el derrame
pleural masivo y la ascitis puede ocurrir en cualquier momento si se han administrado líquidos
intravenosos en exceso. Durante la fase crítica y la fase de recuperación, el reemplazo excesivo
de líquidos se relaciona con edema pulmonar o insuficiencia cardiaca congestiva. Las
complicaciones clínicas durante las diferentes fases del dengue, se resumen en el Cuadro 1.
pág. 21
coagulación intravascular diseminada. Se puede presentar sangrado masivo sin choque
prolongado en los casos en los que se ha ingerido ácido acetil-salicílico (aspirina), ibuprofeno o
corticosteroides(1).
Puede haber manifestaciones inusuales, incluyendo la insuficiencia hepática aguda y la
encefalopatía, aún en ausencia de extravasación de plasma o de choque. La cardiomiopatía y la
encefalitis también se han reportado en algunos casos de dengue. Sin embargo, la mayoría de
las muertes por dengue se presentan en pacientes en choque profundo, en especial si la
situación se ha complicado por la sobrecarga de líquidos.
Se debe considerar la posibilidad de dengue grave si el paciente es de un área de riesgo de
dengue y presenta fiebre de 2 a 7 días de evolución, y cualquiera de las siguientes
características:
pág. 22
fue aislado en la mayor epidemia de dengue en Loreto(42). En un estudio reciente realizado
sobre la identificación de los genotipos y linajes de los cuatro serotipos del virus dengue que
circularon en el país desde 1988-2012 se identificó para el serotipo DEN 1, el genotipo V con tres
linajes; respecto al serotipo DEN 2, se estableció dos genotipos: el genotipo americano con dos
linajes y el genotipo americano/asiático con cinco linajes. El serotipo DEN 3, presentó el genotipo
III con cinco linajes y finalmente se encontró que el serotipo DEN 4 tuvo dos linajes circulantes.
De esta manera, se evidencia una alta variabilidad genética del virus dengue, siendo el DEN 3
más divergente con cinco linajes y el DEN 4 menos divergente con dos linajes, respecto a los
otros serotipos estudiados(43).
4.3.12.- Prevención y control vectorial
Evidentemente, el único método para controlar o prevenir la transmisión de los virus del
dengue consiste en la lucha contra el Aedes aegypti. Este control de los vectores debe estar
basado en la gestión del medioambiente y los métodos químicos. La eliminación adecuada de
los residuos sólidos y la mejora de las prácticas de almacenamiento de agua, entre ellas la
cobertura de los envases para evitar que los mosquitos hembra pongan sus huevos, son medidas
que deben fomentarse en los programas comunitarios. Para ello, es imprescindible la educación,
la promoción y la participación comunitaria en la lucha contra el vector, que no solo es una tarea
del sector salud. Las medidas de control vectorial dependerán del contexto en el que se
desarrolla el vector, así, en las zonas como Lima donde no hay lluvias, es importante evitar la
proliferación de larvas en recipientes de agua para uso en zonas periféricas, procurando que los
tanques bajos y otros recipientes estén cubiertos adecuadamente para evitar que los mosquitos
hembras ovipositen en ellos, este control incluye el uso de larvicidas como el temephos, debiendo
contar con el convencimiento y la aceptación militante de la población. En áreas lluviosas, como
son las localidades de la Amazonía, una medida preventiva eficaz es la eliminación de inservibles
que se convierten en reservorios del agua de lluvia y se comportan como criaderos,
complementado también con el uso de abate en recipientes que son de uso humano, pues
también tienen la necesidad de almacenar agua en zonas donde no hay opción de agua por
tuberías(1).
El uso de insecticidas para eliminar mosquitos adultos solo está justificado cuando se está
frente a epidemias, para un control inmediato de la transmisión. Es evidente que si se actúa
previamente, eliminando criaderos y al vector en su estadio larvario se evitará la presencia del
vector adulto. Es importante destacar la sistematización de experiencias sobre control vectorial
del dengue en la Amazonía peruana en la que participaron las direcciones regionales de salud
(DIRESA), el Ministerio de Salud (MINSA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS),
siendo relevante la reflexión sobre dicho trabajo orientada a la acción que articule una mejor
comprensión de las determinantes sociales y ambientales desde una perspectiva ecosistémica
que promueva espacios permanentes y colaborativos de planificación estratégica y toma de
decisiones oportunas, tomando en cuenta: el mejorar la comprensión de las determinantes
sociales y ambientales desde un enfoque ecosistémico; la promoción de la sensibilización
estratégica de los tomadores de decisión y de la población para mejorar su participación; la
construcción de información y conocimiento de calidad para la planificación estratégica y la toma
de decisiones; la sistematización y divulgación de las iniciativas de innovaciones regionales de
los procesos de vigilancia y control vectorial; la promoción de espacios permanentes y
colaborativos de planificación estratégica y toma de decisiones; e impulsar la investigación
orientadas a la acción.
4.3.13.- Vacunas y antivirales contra el dengue
Aún no hay ninguna vacuna con licencia disponible contra el dengue; sin embargo, hay varias
vacunas que están en desarrollo, estas incluyen vacunas vivas atenuadas del virus, vacunas
virales quiméricas en vivo, las vacunas de virus inactivadas, y vivas recombinantes, de ADN y
vacunas de subunidades(44) de los cuatro serotipos y la interferencia viral entre los cuatro
serotipos en formulaciones tetravalentes. Últimos reportes de ensayos clínicos de fase 3 han
mostrado una eficacia de alrededor 60% de una vacuna tetravalente viva atenuada en países del
Asia y América(45). También se han propuesto y desarrollado por razones de seguridad vacunas
no virales, que incluye vacunas de subunidades que, en su mayoría, se centraron en la proteína
E o sus derivados. Sin embargo, la dificultad de producir niveles equilibrados de neutralizar
anticuerpos a cada uno de los cuatro serotipos sigue siendo una preocupación importante. El
pág. 23
AgNS1 es otro candidato para vacuna segura, pues al no ser una proteína asociada con el virión
no desencadenaría efectos de inmunoamplificación (ADE)(46).
Por otro lado, el análisis del ciclo de vida del virus dengue evidencia niveles importantes que
pueden ser blancos de antivirales, como: entrada del virus, fusión de membranas, replicación del
genoma ARN, ensamblaje y liberación final por la célula infectada. Estudios recientes han
mostrado resultados alentadores utilizando un análogo de nucleósido, la 2’-Cmetilcitidina en
estudios en monos ha mostrado la replicación viral(47), o una combinación de análogos de
nucleósido con inhibidores de la síntesis de nucleósido(48). En general, un mejor entendimiento
de los mecanismos patogénicos en dengue proveerá herramientas valiosas para el desarrollo de
antivirales y vacunas.
pág. 24
CAPITULO V. ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
pág. 25
5.- PRESUPUESTO
CONCEPTO VALOR
TRANSPORTE S/.50.00
REFRIGERIOS S/.20.00
IMPREVISTOS 5% S/.10.00
TOTAL S/.130.00
1 2 3 4 1 2 3 4
Elección del tema
Revisión de bibliografías
Elaboración de objetivos
Variables
Metodología
Anexos
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5.3.- ANEXOS
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