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El estrés es un proceso natural del cuerpo humano, que genera una respuesta

automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes, que


requieren una movilización de recursos físicos, mentales y conductuales para hacerles
frente, y que a veces perturban el equilibrio emocional de la persona.

Las señales más características del estrés son:

 Emociones: ansiedad, miedo, irritabilidad, confusión.


 Pensamientos: dificultad para concentrarse, pensamientos repetitivos, excesiva
autocrítica, olvidos, preocupación por el futuro....
 Conductas: dificultades en el habla, risa nerviosa, trato brusco en las relaciones
sociales, llanto, apretar las mandíbulas, aumento del consumo de tabaco,
alcohol...
 Cambios físicos: músculos contraídos, dolor de cabeza, problemas de espalda o
cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones y respiración
agitada...

Estrés bueno y estrés malo

Desde una perspectiva psicológica, hay estrés "bueno" y estrés "malo".

Estrés bueno o Eustrés

El Eustrés puede ser divertido, emocionante y lleno de energía, especialmente a corto plazo. Enfréntate a un
peligro repentino y resuelve victoriosamente la situación de forma segura, y lo obtendrás emocionado. Como
cuando estamos en una carrera para cumplir con un plazo emocionante, vestirnos para nuestra boda, o
volando por una pista de esquí. Mantiene nuestros jugos fluyendo.

La cantidad justa de estrés es estimulante y saludable. Llevamos a cabo las tareas más rápido y mejor.
Nuestros músculos se fortalecen. Mejora la función del corazón. Aumenta la resistencia. El pensamiento se
agudiza. Algunos expertos dicen que el eustrés incluso puede ayudar a nuestro cuerpo a combatir las
infecciones.

Estrés malo o Distrés

Por otro lado, sin embargo, tenemos al estrés malo. Cuando pensamos en los tipos de estrés, la distrés es lo
que tenemos en mente. De hecho, por lo general lo llamamos "estrés", sin más.

Estos son algunos ejemplos de situaciones que generan distrés:

 Un camión se desvía a tu carril

 Un puesto de trabajo perdido reduce tus ingresos

 Tu o un ser querido estais heridos


Cuando estamos bajo este distrés, solemos cambiar e incluso puede rompernos por dentro. El dolor puede
aparecer. Estos son síntomas de distrés que demuestran que este cambio está ocurriendo en tu interior:

Síntomas de distrés emocional

 Ira

 Irritabilidad y frustración

 La ansiedad y el pánico

 Miedo

Síntomas de distrés físico

 Dolor de cabeza

 Dolor de espalda

 Dolor de cuello

Síntomas de distrés con trastornos intestinales

 Acidez

 Flatulencia

 Diarrea o estreñimiento

 Calambres estomacales

 Reflujo ácido

 Náusea

Síntomas de distrés exitantes

 Aumento repentino de la presión arterial

 Latido del corazón y palpitaciones rápidas

 Mareo

 Dificultad para respirar

 Dolor de pecho

COMO EVITAR EL ESTRÉS

Hacer deporte

Si, como lo estás leyendo. Muchas personas creen que para eliminar el estrés tienen que
dormir una semana seguida y eso no es así. En realidad, una de las mejores formas que
tenemos a disposición para quitarnos el exceso de estrés es haciendo ejercicio.
Con deporte hacemos referencia por ejemplo a algo tan simple como caminar, bailar, pasear
en bicicleta, hacer zumba… Con el ejercicio te cansarás más, pero también liberarás
endorfinas, así como serotonina, “hormona de la felicidad”. Además, por las noches
dormirás plácidamente, dejando de lado el insomnio.

Haz cambios

Los cambios dan miedo. Generan inseguridad e incerteza. Sin embargo, lo creamos o no
siempre son necesarios para adaptarnos mejor a una realidad que en ocasiones, nos es
más dañina que satisfactoria. Reflexiona por tanto qué aspecto de tu vida debería
experimentar alguna «mejora».

Puedes empezar si lo prefieres, generando cambios simples y sencillos: apuntarte a un


curso, conocer gente nueva, cambiar algo de tu aspecto, iniciar otras lecturas… A veces, un
pequeño cambio trae otro mayor.

Desconectar

No podemos estar “enchufados” las 24 horas del día, ni tampoco sobreestimulados con
todos los dispositivos que nos rodean. No hace falta irse a una isla desierta durante un año
para desconectarse.

Puedes, por ejemplo, dejar el móvil en otra habitación mientras comes o duermes, no
mirar televisión antes de dormir, evitar el uso de los videojuegos o del ordenador un rato
antes de ir a la cama, no usar Internet cuando estás de vacaciones y dejar los problemas
laborales en la oficina.

SE RECOMIENDA ACUDIR A UN ESPECIALISTA

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