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MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

MENCIÓN: Investigación y docencia superior

ASIGNATURA:
Evaluación y Seguimiento Curricular en Educación Superior
DOCENTE:
MG. Olga Vergara Meza
ENSAYO:
EL CURRICULO INTEGRAL,
ENFOQUE WALTER PEÑALOZA R.

PRESENTADO POR:

Ing. Javier ROMERO MENESES

HUANCAYO – PERÚ

2015

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A aquellas personas que se sacrifican en
nombre de sus ideales, contribuyendo a la
continua mejora de la sociedad.

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INTRODUCCIÓN

Currículo Integral, obra que la conocí en el segundo semestre de la maestría en


educación, al irla leyendo me imagino que sería de nuestra educación hoy estuviera en
vida el maestro en vida y siquiera seis discípulos convencidos en su afán de replicar
este pensamiento, otra seria nuestro país. La generosidad del maestro y su
inquebrantable compromiso con el perfeccionamiento del hombre nos permiten a todos
los comprometidos en la educación formal aplicarla.
El concepto de currículo integral se inscribe en una corriente de pensamiento
pedagógico humanista que, estamos convencidos, es la más acertada y provechosa
alternativa para comprender el quehacer educativo.
El maestro, ha demostrado pasión en la defensa de los fines de la educación y
especialmente de una determinada concepción de la educación: la formación del
hombre en todos los aspectos posibles de formarlo, es decir, una educación humanista,
una educación integral.
La educación fue concebida como un proceso orientado más al desarrollo intelectual
y cultural, más a la acumulación de conocimientos que al dominio de funciones
profesionales específicas derivadas de los diversos perfiles profesionales, si realmente
se busca acortar la brecha entre teoría y práctica, la formación universitaria debe
“desarrollar competencias”, siendo para esto requisito indispensable el perfil
profesional del docente, lo cual involucra el desarrollo de competencias necesarias en
el propio docente, con esto podremos estar en condiciones de dejar atrás los
paradigmas pasados y afrontar el futuro con una visión diferente.

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1.- UN NUEVO CURRÍCULO CONGRUENTE CON LA CONCEPCIÓN DE
LA EDUCACIÓN: EL CURRÍCULO INTEGRAL

Los conocimientos por sí solos no generan ningún profesional, aunque hayan sido
bien impartidos. Si han sido correctamente asimilados por los estudiantes (por medio
del aprendizaje experiencial e inquisitivo), no les sirven de nada, pese a todo, en el
plano de lo profesional. A cada paso lo comprobamos en graduados de carreras
largas y de carreras cortas que no saben cómo manejarse en la realidad del trabajo.
¿Ser profesional es haber adquirido los conocimientos pertinentes a la profesión?
En el principio centrado en los conocimientos, se describe o defiende la
posición intelectualista en la Educación Superior y en los niveles educativos previos,
se interpreta en consecuencia en currículos que brindan los conocimientos de las
ciencias, propios de la Educación Superior, para cada una de las profesiones. Ésta es
una formación profesional de carácter academicista, donde se desarrollan la mayoría
de las universidades e instituciones educativas de carreras cortas. (Academicista,
porque se trata sólo de conocimientos, aunque se hallen bien impartidos). No solo se
debe abordar los conocimientos sino la parte aplicativa, las habilidades duras y blandas
que mencionan otros autores para poder en principio una inserción laboral exitosa y
lograr consolidarse en el puesto de trabajo.
Otra apertura no es ya cognoscitiva (como la Formación General), sino esencialmente
vivencial. Consiste en incluir en el currículo los períodos de tiempo suficientes para
que los alumnos se pongan en contacto directo con diversas manifestaciones de las
artes, del desenvolvimiento corporal y con la comunidad. Aquí no se trata de dar
lecciones a los educandos, ni de que lean libros ni preparen sesudas monografías.
Incluso podemos sostener que si esto se exigiera, echaríamos a perder la dignidad y
autenticidad de semejantes vivencias. Todo lo lectivo, pues, desaparece. Lo que se
quiere es que realicen una serie de Actividades no Cognoscitivas. Que escuchen y
hagan música; que vean y que realicen teatro; que especten y que manejen títeres; que
visiten exposiciones y que pinten, dibujen, modelen, hagan orfebrería; que vayan a las
comunidades a prestar servicios, a los colegios o a las plazas públicas a contar
cuentos, a los hospitales a ayudar a los enfermos, aun haciéndoles mera compañía.
Estas cosas son tan importantes, o quizás más importantes, que los conocimientos.

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Hay en todo esto un insustituible toque personal con lo humano y con sus diversos
valores.
La educación, en su más amplia descripción (no como proceso que se cumple
únicamente en la escuela, sino también –y muchas veces preponderantemente– en el
grupo humano) intenta que se desenvuelvan en cada educando las capacidades y
características propias del ser humano. Es decir, intenta que el hombre sea realmente
hombre. En tal virtud, es un proceso de hominización. Y también diríamos socialmente
como la proyección social que se desarrolla es también un centro de formación del
ciudadano(a). En ese sentido, la proyección social hacia el entorno constituye la piedra
angular en el proceso de formación profesional de los estudiantes; en tanto, la
extensión universitaria constituye una estrategia que permite a los docentes
comprometerse con el desarrollo local y regional sostenible.
Al hablar de los valores en el currículo queremos referirnos no sólo a los valores éticos,
que evidentemente parecen ocupar hoy un primer plano en el interés de la comunidad,
sino a todos los valores porque prácticamente todos ellos han sido dejados de lado en
nuestros sistemas educativos, o bien han sido visualizados de una manera errónea y
contraproducente. Pero esto se demuestra con el ejemplo, si delante de ellos hay un
docente que es acosador con al estudiantes más bellas o alegres. Un docente debe no
solo decirle sino demostrarlo, escuche hace poco del liderazgo personal al liderazgo
empresarial claves del éxito, innegablemente cuando un demuestra éxito en su vida
profesional o más aun en su vida personal, familiar, con actos que demuestran
estabilidad emocional en más fácil lograr que ellos quieran a la asignatura que se les
imparte, con esto parte de los objetivos está asegurado.

4. LA COMPLEJIDAD DEL CURRÍCULO INTEGRAL


Por otro lado, quienes muestran reticencias frente al Currículo Integral no perciben
que su implantación demanda una reconstrucción holística de los currículos. No se
trata de tomar un currículo de corte tradicional, puramente cognoscitivo, y agregarle
a como dé lugar las otras áreas curriculares. El resultado sería un deforme monstruo,
para decir lo menos, un currículo frondosísimo, que ningún alumno podría soportar.
De ningún modo, pues, se pretende acumular más horas en el currículo, en perjuicio
de los estudiantes. Lo que se quiere es llegar a un currículo actual, que realmente
traduzca las necesidades de la educación, y que no agobie a los alumnos. Esto
naturalmente obliga a revisar lo que hay ahora, lo puramente cognoscitivo, y a
recortar el exceso de conocimientos que se ofrece a los jóvenes, so pretexto de que así

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han de ‘saber más’. Lo que se propicia es un vuelco radical en materia curricular,
que salve a las nuevas generaciones del estrecho marco intelectualista o cognoscitivo
y que los salve también del marco enteramente tecnocrático.
Currículo Integral esté constituido por varias áreas: Conocimientos de Formación
General, Conocimientos de Formación Profesional, Prácticas Profesionales,
Actividades no Cognoscitivas,
Investigación, y Orientación y Consejería.
Estas área su carga lectiva debe estar equilibrada y diría yo con más énfasis en
la practicas pre profesionales, se menciona decir que los ingenieros agrónomos
siembran papas en la pizarra o que el profesional de tal carrera sucede algo parecido.
Pero la carrera de medicina humana donde los conocimientos de formación profesional
son relevante por la dedicación a vidas humanas. Hubo un caso en la cual un joven
estudiante de tercer o cuarto año de su carrera se le escucho decir mamá me voy a
realizar prácticas a un Hospital de la Zona alto andina, y le decían pero hijo que vas
hacer en tanto frío y lejos por que no te vas al Hospital Rebagliati o similares en la
capital Lima, él contestaba, pero mamá quieres que yo observe la cirugía como los
familiares de paciente a través de la ventana de la sala, así no voy aprender , me voy a
esa zona ya que entro a sala de operaciones y el cirujano me da confianza que le ayude
y a veces yo mismo agarro el bisturí así voy a ser buen cirujano, bueno hijito tu sabe
lo que haces, anda no mas no te olvides tus dulces que te de calorías.

5. FORMAS DE ORGANIZAR EL CURRÍCULO INTEGRAL.


Supuesto que se mantengan las diferentes áreas que constituyen el Currículo
Integral, éste puede organizarse en formas diversas. Por ejemplo, en La Cantuta
(Perú), donde el Currículo Integral se originó, asumió la forma siguiente:
A. Conocimientos.
i) de Formación General
ii) de Formación Profesional
a) Básicos
b) Específicos
B. Prácticas Profesionales
C. Actividades no cognoscitivas

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D. Orientación y Consejería
En la Escuela Profesional de Ingeniería Industrial de la UPLA donde estoy adscrito
como docente contratado a tiempo parcial, se han determinado las áreas que
constituyen el currículo integral
A. Área Científica Básica,
B. Área Investigación,
C. Área Tecnológica Básica,
D. Área Formación Específica,
E. Área Talleres Técnicos,
F. Área Prácticas Pre Profesionales
G. Área Cultura General y Humanista
H. Área Actividades Formativas
6. CURRÍCULO INTEGRAL, FORMACIÓN DEL INTELECTO E
INTELECTUALISMO.
A) Los dos intelectualismos
Es obvio que la Prof. Martín contrapone la educación memorista a la educación
intelectualista. La primera almacena datos, ejercita la memoria, proporciona hechos
fragmentarios. La segunda es productiva, genera auténticos conocimientos, pues se
realiza mediante un proceso mental que desarrolla, al mismo tiempo, la creatividad.
La escuela intelectualista, en consecuencia, cultiva el intelecto y da rienda suelta, por
tanto, a la capacidad creadora.
En nuestra escuela a nivel nacional, nunca ha habido intelectualismo. “Salvo
rarísimas excepciones –sostiene– los programas no desarrollaron un verdadero
conocimiento; sólo almacenaron en la memoria de los educandos, a base de repetición,
definiciones, datos y hechos aislados que se olvidan fácilmente. Por lo tanto, a esta
concepción no se le puede llamar ‘intelectualista’, sino memorista o verbalista. La
escuela intelectualista es productiva fomenta la creatividad la innovación, pero para
fomentar nosotros los docentes debemos aprender a ser creativos innovadores y la
mayoría de nosotros estamos aferrados al paradigmas no siquiera no actualizamos con
la tecnología las nuevas formas de aprender y enseñar, que más comentarios al
respecto.

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B) El buen intelectualismo es a la postre negativo
No vemos inconveniente en admitir que en nuestras instituciones educativas, salvo
excepciones, no se ha desarrollado el verdadero conocimiento; y que se trabaja a base
del discurso conceptual, o enfatizando la memoria y el verbalismo, o, lo que es peor,
la imposición conductista. Pero esto lo único que significa, en nuestra terminología,
es que ha dominado el mal intelectualismo, el cual es en esencia autodestructor,
porque no alcanza realmente el conocimiento, sino a lo sumo la cáscara del mismo.
En medio de la riqueza de los valores y de la cultura, esta educación
intelectualistamente buena, brillante desde el punto de vista cognoscitivo, estaría
restringida al aspecto de los conocimientos y sería por ello unilateral. No se hallaría
formando a la totalidad del hombre, sino a una parte de él. Lo estaría relacionado con
el mundo de las ciencias, pero por omisión lo tendría segregado de los otros valores y
de los otros aspectos de la cultura, así como del desarrollo de las capacidades humanas.
Y, en ese sentido, esta espléndida educación intelectualista resultaría ser totalmente
negativa.

C) Lo intelectual y lo no intelectual
Nadie puede negar que lo intelectual, entendido en su sentido inquisitivo, es valioso.
Pero tenemos que negar que lo intelectual sea lo único valioso para el hombre. Se
pueden subrayar las excelencias de lo intelectual. Allí están, para probarlo, los
hombres de ciencia con sus hazañas en los diversos campos de la realidad. La Prof.
Martín lo enfatiza: “Los científicos y educadores que cultivan el intelecto orientan el
descubrimiento: identifican los problemas reales, formulan hipótesis por deducción y
establecen marcos conceptuales para identificar los problemas que orientan el
aprendizaje. Los conceptos, en la estructura del intelecto, sirven para iluminar la
solución de los problemas que se conectan con el pensamiento reflexivo y el
aprendizaje de la vida diaria en general. Hay, pues, una estrecha relación entre el
desarrollo del pensamiento creativo, la solución de los problemas y el conocimiento”
Esos campos de lo no intelectual son también dignos y poseen su propia
especificidad. En la vivencia estética de aprehensión y asimismo en la vivencia estética
de creación, por ejemplo, el proceso no se reduce a conceptos, pensamientos, hipótesis,
deducciones y conocimiento. De hecho tal marco intelectual queda atrás y resulta
terriblemente insuficiente para la caracterización de lo estético. Pretender que el poeta,
el pintor, el músico y cualquier otro artista trate de ‘resolver problemas’ de modo más

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o menos simétrico a como el hombre de ciencia resuelve problemas es hacer más una
metáfora que describir la realidad del arte.

D) Currículo integral y formación del intelecto


Definido el intelectualismo como la actitud que se centra en los conocimientos (reales
o supuestos), es evidente que el currículo integral no puede ser intelectualista, pues si
lo fuera, ya no sería integral, sino unilateral. Por eso rechazamos el intelectualismo.
Pero rechazar el intelectualismo de ninguna manera significa rechazar la formación
y el cultivo del intelecto. Si así fuera, el currículo tampoco sería integral, sino
unilateral, pues estaría dejando fuera a una parte de la cultura, densamente rica y de
vastas proyecciones en la vida contemporánea, a saber, el conjunto de las ciencias
con su miríada de conocimientos.
Se menciona que no sólo no se encuentran excluidos del currículo, sino
propiciamos que en el nivel del aprendizaje (cuarto nivel de la Tecnología Educativa)
se alcancen de una manera realmente experiencial, heurística, o de buen
intelectualismo (el que la Prof. Martín denomina a secas intelectualismo).
Diferenciamos así entre formación del intelecto e intelectualismo. Consideramos
necesarísimo que se forme el intelecto de los educandos y que éstos puedan enfrentarse
a los hechos de la realidad, delimitar problemas, formular hipótesis y plantearse
soluciones, en otras palabras, que los conocimientos fijados en el currículo deba ser,
en el aprendizaje, logrados experiencial mente por los educandos. Pero, en cambio,
juzgamos erróneo que todo el currículo deba o pueda reducirse a lo cognoscitivo. Y es
a esta pretensión de encerrar a los educandos en el puro quehacer intelectual, centrado
en los conocimientos, que denominamos intelectualismo.

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CONCLUSIONES

 Se considera como partida del currículo al perfil de salida, que lo deben brindar
en gran parte los empleadores para una carrera de ciencias empresariales, esta
actividad no debe realizase de gabinete en la escuela académico.
 La selección y previsión de los procesos y experiencias que deben vivir los
educandos, debe ser organizada y validada por el sector empresarial,
académico y pedagógico para que se aun currículo integral.
 La educación, en su más amplia acepción debe dedicarse a formar personas
para la vida y los docentes no debemos estar contentos cuando en una
evaluación de la parte específica de la asignatura tenga un buen porcentaje de
aprobados, que lejos de la realidad que propone Peñaloza, debemos dar un paso
más adelante.
 En la ciencia el valor supremo es la verdad, que debemos transmitirla sin
preparación y precariedad en las aulas sino fomentar el dialogo el debate, la
investigación y creatividad de los educandos.
 El currículo además de ser integral debe ser flexible y no esperar años a que se
modifique el plan de estudios, permitir que se modifique la sumilla de una
asignatura si los avances tecnológicos y otros factores ameritan tal cambio.

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