Libro de Salmos

Misas en Familia 2007-2008
Salmos para Niños. Libro I

SALMO 1
1
Jesús, no quiero una vida que se apoye desde

fuera.
No quiero muletas que no me dejen ir lejos.
No quiero parches para mi camino, ni caretas para mis problemas.
No quiero manos que me empujen, ni que den cuerda a mi fracaso.
No quiero ser vida vacía,
vida gastada.
Jesús: ¡quiero vivir con fuerza y desde dentro!.

Jesús, quiero pedirte fuerza.
Fuerza para optar como persona.
Fuerza para optar por
una fe recia en ti;
para optar por
la comunidad en que vivo.
Fuerza para optar por
un proyecto de vida;
y vivir siempre decidido a comenzar de
nuevo.
Jesús, abre mis ojos

a la luz de tu verdad.
Yo cuento contigo:
eres la respuesta a
mi pregunta;
eres la razón a mis razones.
SALMO 2
2
Jesús, hoy quiero contarte como son mis amigos:
Mis amigos juegan conmigo…

Y me escuchan y me quieren…
Y me llaman cuando falto a clase…
Y me consuelan cuando me castigan…
Y me invitan a sus fiestas…
Y comparten sus secretos conmigo…
Y me ayudan cuando lo necesito…
Mis amigos son fabulosos, Jesús.

Y quiero que ellos lo sepan.
Pero antes, Padre Dios,
quiero decirte a ti,
que me los has dado.
¡Gracias por tener un corazón tan grande!
¡Gracias por hacerme feliz!
SALMO 3
3
Que mi oído esté

atento a tus susurros.
Que el ruido cotidiano

no tape la voz del que me necesita.
Que mis manos estén abiertas para dar y proteger.
Que mi corazón tiemble con cada niño que sufre.
Que mi vida no esté vacía.
Que deje un recuerdo cálido en la gente que encuentre.
Que sepa hablar de paz, imaginar la paz, construir la paz.
Que ame, aunque a veces duela.
Todo esto deseo,
todo esto te pido,
todo esto te ofrezco, Jesús.
SALMO 4
Mi esperanza es pronunciar tú nombre.
4
Mi alegría se llama conocerte,

saber de tu bondad infinita,
más allá de donde alcanza mi razón.
La esperanza me llega a borbotones de tú inmenso amor,

de que no te olvidas nunca de mí.
Tú eres una puerta abierta,

una ventana llena de luz.
Tú eres maravilloso,
por todo lo que nos has dado.
Por todo y por siempre,

tú, Señor, eres mi esperanza.
SALMO 5
Jesús, te pido perdón por mis enfados,

por las veces que insulto a los demás,
5
aunque sean mis amigos o mis hermanos.
Jesús, te pido perdón por las veces que abuso

de los demás y les exijo que me traten de una
manera, pero yo no quiero tratarlos a ellos así.
Jesús, te pido perdón porque muchas veces

me pongo a rezar pero ni me entero de lo que digo
y tampoco me entero de lo que tú quieres decirme.
Y también te pido perdón porque,

pudiendo vivir muy feliz casi todos los días,
me fijo más en lo que me gustaría tener
y menos en lo que tengo.
SALMO 6
Qué querrás Tú decirme, me pregunto
mientras camino hacia Ti sin conocerte
todavía Señor. Tú nos has llamado
6
y me he echado al camino sin dudarlo.
No sé ni donde estás, pero yo voy
andando que andarás; puede que tarde
toda mi vida ya por el viaje.
Yo sé que te veré. Tú me has llamado.
Lo que más me preocupa es que querrás
Tú decirme. No sé
qué pueda contestarte ni me importa.
¡ Debe ser muy hermoso cuanto digas ¡
SALMO 7
El Señor hizo la Tierra y todo lo que en ella vive:
los árboles y las plantas;
las bestias y las aves;
los ríos y los mares;
7
la noche, el día y las estaciones.
Todo esto se lo entregó a la mujer y al hombre,
y los nombró jardineros de este jardín de las
maravillas.
Pero, ¿quién puede llegar a Dios?,
¿quién puede ser su jardinero?
Pues…, aquel que tenga manos inocentes
y corazón limpio verá a Dios.
Lo buscará y recibirá su bendición.
SALMO 8
Aleluya, Alegría: es Pascua.
La palabra Aleluya, significa Alegría,

y es la palabra que más repiten los cristianos
en el tiempo de la Pascua.
Alegría porque Jesús resucitó.

Alegría porque todos resucitaremos.
Alegría porque la vida siempre gana sobre la muerte.

Alegría porque, igual que en la primavera,
todo lo que parecía muerto en el invierno,
resulta que revive con mucha más fuerza que antes.
8
Alegría que es de todos porque es para todos.

Alegría por dentro y por fuera.
Aleluya, Alegría: es Pascua.
SALMO 9
Mi equipaje será ligero,

para poder avanzar rápido.
Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:
las dudas que paralizan
y no me dejan moverme.
Los temores que me impiden
saltar al vacío contigo.
Las cosas que me encadenan y me aseguran.
Y llevaré
todo aquello que no pesa:
la vida en el horizonte,
proyectos para el camino.
Valor si tú me lo das,
amor que cura y no exige.
Tú como guía y maestro,
y una oración que te haga presente:
“A ti, Señor, levanto mi alma, en ti confío,

no me dejes. Enséñame tu camino,
9
Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.

Ilumina mi vida, porque espero en ti".
SALMO 10
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza
quien a Dios tiene
nada le falta:
¡Sólo Dios basta!
10
SALMO 11
Jesús, eres voz que llama siempre
a cada puerta,
con nombre exacto, inconfundible;
que no pides nada,
das y esperas
el tiempo que haga falta;
que no fuerzas los ritmos de los hombres,
que no cansas,
no te cansas,
y que tú amor es nuevo cada día,
que nos amas igual, aunque no te amemos;
que basta con mirarte en cualquier sitio,
11
porque todos son tuyos,
para ser otra cosa;
simplemente
para ser persona.
SALMO 12
Que los caminos se abran a tu encuentro,

que el sol brille sobre tu rostro.
Que guardes en tu corazón con gratitud

el recuerdo precioso
de las cosas buenas de la vida.
Que todo don de Dios crezca en ti

y te ayude a llevar la alegría
a los corazones de cuantos amas.
Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,

gracioso y generoso como el sol.
Que la fuerza de Jesús te mantenga firme,

que los ojos de Jesús te miren,
que los oídos de Jesús te oigan,
que la Palabra de Jesús te hable,
y que la mano de Jesús te proteja.
12
SALMO 13
TÚ, JESUS, ERES FUENTE DE AGUA VIVA
Cuando estamos perdidos,

Tú sales a nuestro encuentro
Cuando estamos cansados,
Tú nos llevas al pozo de tu Eucaristía
Cuando estamos desilusionados,
Tú nos llevas al pozo de tu alegría
Cuando nos perdemos en nuestros pecados,
Tú nos conduces a tu perdón
Cuando nos fijamos en lo exterior,
Tú nos indicas el camino hacia el corazón
Cuando nos alejamos de Dios,
Tú nos hablas con tu presencia
Cuando nos sentimos débiles,
Tú nos das vida
Cuando aparecen arrugas en nuestras almas,
Tú les das vida con tu amor
13
TÚ. JESUS, ERES FUENTE DE AGUA VIVA
SALMO 14
Tanto si viene como si no,
confiad:
se acerca cada vez más a nosotros
en cuanto percibe un gesto amoroso del corazón.
Tanto si viene como si no,
no os canséis de llamarlo.
Aunque no nos de la respuesta que esperamos,
no dudéis, de un modo u otro,
verdaderamente se dirige a nosotros.
Tanto si os responde como si no
seguid invocándolo
sin caer en la desconfianza
porque de su aparente silencio
14
obtendremos su respuesta.
SALMO 15
El Señor es mi Pastor, nada me falta.
El Señor es mi Pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo,
porque tu vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí, llena de amor,

que me une a mis hermanos.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
15
SALMO 16
Jesús, recibiré aquello que quieras darme:
luz o sombra. Canto o silencio.
Esperanza o frío. Suerte o adversidad.
Alegría o zozobra. Calma o tormenta.
Y yo lo recibiré sereno,
con un corazón sosegado,
Porque tú Jesús, no exiges sino que invitas.
No fuerzas, sino que esperas.
No obligas, sino que amas.
Y yo haré lo mismo en mi mundo,
con mis gentes, con mi vida:
aceptar lo que venga como un regalo.
16
SALMO 17
Dame, Jesús, alas para volar

y pies para caminar
al paso de los hombres.
Entrega, Señor, entrega
para “dar la vida”
desde la vida,
la de cada día.
Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida
en el servicio a los débiles.
Jesús, haznos constructores de tu vida,

propagadores de tu reino,
ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro
de tu amor que salva.
17
SALMO 18
Padre nuestro, del cielo:
¿dónde estás que no te vemos?
Aquí, entre nosotros estás
y das vida a nuestros sueños.
Te llamamos por tu nombre:
eres Padre y eres bueno.
Con gozo y alegría
trabajamos en tu reino.
Tú nos acompañas y nos guías
en la tierra, nuestro cielo,
e incluso más allá, en ese que será tu reino.
Danos hambre y danos pan,
y manos para jugar, y brazos para abrazar
y un corazón que perdone como tú sabes perdonar.
Ayúdanos a crecer y a librarnos de todo mal.
18
SALMO 19
Jesús, bendice mi boca

para que dé testimonio de Ti
y no diga nada que hiera o destruya;
que sólo pronuncie palabras que alivien,
que nunca traicione confidencias y secretos,
que consiga despertar sonrisas.
Jesús, bendice mis manos

para que sepan dar sin calcular
y tengan la fuerza de consolar.
Jesús, bendice mis ojos

para que sepan ver la necesidad.
Jesús, bendice mis oídos

para que sepan oír tu voz.
Jesús, bendice mi corazón

para que sea templo vivo de tu Espíritu
y sepa dar calor y refugio;
que sea generoso en perdonar y comprender
y aprenda a compartir dolor y alegría con amor.
Dios mío, que puedas disponer de mí

con todo lo que soy, con todo lo que tengo.
19
SALMO 20
Jesús;
Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro corazón
a todos los nosotros.
Tú ya nos dijiste
que eres Tú quien viene
cuando alguien llama
a nuestra puerta.
Jesús:
que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega
por nuestros hermanos.
Que abramos la puerta
para acogerte a Ti,
y en Ti a todos los hombres.
20
SALMO 21
Te doy gracias, Jesús,

porque eres bueno,
porque es constante y eterno
tu amor conmigo.
Te doy gracias, Señor,

Dios de todo,
Porque en todo lo mío
Tú intervienes.
Tú haces grandes
maravillas:
el misterio de la Vida,
la fuerza del Amor,
mi propio ser……
porque es constante y eterno
tu amor con todo
y también conmigo.
21
SALMO 22
Jesús:
Gracias porque estás en mí.
Estoy contento por muchas cosas

y te doy gracias por todo lo bueno que me has dado.
Enséñame a amar como tú.
Enséñame a ser generoso,

enséñame a compartir lo que tengo.
Enséñame a no burlarme de nadie,

enséñame a ayudar a los demás.
Enséñame a querer a todos,

enséñame a perdonar.
Jesús, te doy gracias porque siempre estás junto a mí

como un amigo que nunca falla.
Enséñame a ser como tú.
22
SALMO 23
Señor, ¿quién puede estar a tu lado?,
¿quién puede llegar a ti?
Si me porto bien con los demás,

y soy justo con los otros;
si soy sincero y digo la verdad

en lugar de insultar y mentir con mis palabras;
si no hago mal a los que me rodean

y no utilizo el engaño para beneficiarme;
si soy fiel a lo que digo;
si critico la injusticia
y defiendo al que es más débil…
Si me comporto así,
estaré cerca de ti, Señor.
23
SALMO 24
Si yo fuera limpio de corazón,
descubriría que todos somos obra de Dios,
que llevamos algo de bueno en el corazón.
Que todos valemos la pena,
y nos queda algo de la imagen de Dios.
Que a todos hay que darles otra oportunidad.
Que no hay razón para levantar barreras.
Que no hay razón para ninguna clase de discriminación.
Que hay razón para sonreír a todos.
Que hay razón para prestar un oído a lo que dicen los demás.
Que hay razón para servir, amar, sufrir.
Que hay razón para muchas cosas más.
24
SALMO 25
Jesús:
Se que estas resucitado.
Se que vives para siempre.
Resucitar no es sólo vivir después de morir

sino que, además,
es vivir para no volver a morir jamás.
Resucitar es vivir del todo

y para siempre.
Al resucitar Tú has dado

una nueva vida a todas las personas.
Jesús, gracias por haber conseguido
esa nueva vida para todos nosotros.
25
SALMO 26
Aquí estamos Jesús,
juntos como amigos,
juntos como compañeros,
juntos como hermanos.
Danos, Jesús,
la fuerza de caminar juntos.
Danos, Jesús,
la alegría de sabernos juntos.
Danos, Jesús,
el gusto de trabajar juntos.
Danos, Jesús,
el gozo de sentirnos acompañados.
Danos, Jesús,
La paz de los que buscan en grupo.
Tú dijiste que estás en medio

de los que caminan juntos.
26
SALMO 27
Jesús:
¡Otra vez te despides de nosotros!
Te vas al cielo,
con la alegría de la misión cumplida.
Pero sigues con nosotros de otra manera:
Siento tu presencia que me envuelve
me rodea
y me llena.
Estoy metido en Ti.

Siento tu amor
que me toma entre tus brazos,
me cubre de caricias
y me ama.
27
SALMO 28
Quédate, Señor, con nosotros
Tu alimento es fuente de VIDA
Tu alimento es fuente de LUZ
Sin el nuestra fe se debilita
Sin el nos perdemos en el ruido
Sin el la esperanza decae
Sin el nos alejamos de tu Palabra
Ayúdanos a ser mejores
Ayúdanos a no olvidar tus caminos
Ayúdanos a servirte con corazón sincero
28
SALMO 29
Jesús:
Cuando Juan estaba bautizando,
Tú te acercaste como todos los demás,
fuiste uno de tantos: como siempre.
¡Gracias por haber querido ser nuestro hermano!
Y también damos gracias al Padre Dios
porque nos quiso tanto que te envió
para que nos hablases en su nombre.
Queremos escucharte. Queremos aprender
lo que nos enseñaste. Hoy te quiero pedir
que me enseñes a ser hijo de Dios
y buen hermano de mis hermanos.
29
SALMO 30
Jesús:
Yo creo en ti.
Yo espero en ti.
Yo me entrego a ti.
Yo te amo con todo mi corazón.
Yo sé que tú estas en mí,

Tú luz acaricia mi cara.
Gracias Jesús,
Ayúdame a creer siempre en ti.
SALMO 31
30
Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra
Que todos los niños del mundo,

los que están enfermos,
los que pasan hambre o los que están tristes,
tengan siempre a su lado alguien que les quiera y les consuele.
Que sepamos reconocer las cosas malas que hacemos,

el mal humor y los enfados;
los caprichos, nuestro egoísmo,
y que nunca hagamos sufrir a los que nos quieren.
Ayúdanos a ser solidarios.

Enséñanos a compartir con los que no tienen, las cosas que nosotros tenemos.
Y que entre todos haya, siempre,
para todos.
SALMO 32
31
Tú, DIOS, eres amor
Amor que es una familia de tres
Amor que es PADRE
Amor que es HIJO
Amor que es ESPIRITU
Amor que nunca engaña
Amor que siempre une
Amor que sale y encuentra
Amor de tres personas distintas
Amor de tres personas que nos aman
Amor de tres personas que viven para que vivamos
Tú, Dios, eres amor
32

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Jesús, no quiero una vida que se apoye desde

Jesús: ¡quiero vivir con fuerza y desde dentro!.

Jesús, abre mis ojos

Jesús, hoy quiero contarte como son mis amigos:

Mis amigos juegan conmigo…

Mis amigos son fabulosos, Jesús.

Que mi oído esté

Que el ruido cotidiano

Que mis manos estén abiertas para dar y proteger.

Que mi corazón tiemble con cada niño que sufre.

Que mi vida no esté vacía.

Que deje un recuerdo cálido en la gente que encuentre.

Que sepa hablar de paz, imaginar la paz, construir la paz.

Que ame, aunque a veces duela.

Todo esto deseo,

todo esto te pido,

todo esto te ofrezco, Jesús.

Mi esperanza es pronunciar tú nombre.

Mi alegría se llama conocerte,

La esperanza me llega a borbotones de tú inmenso amor,

Tú eres una puerta abierta,

Por todo y por siempre,

Jesús, te pido perdón por mis enfados,

aunque sean mis amigos o mis hermanos.

Jesús, te pido perdón por las veces que abuso

Jesús, te pido perdón porque muchas veces

Y también te pido perdón porque,

Qué querrás Tú decirme, me pregunto

mientras camino hacia Ti sin conocerte

todavía Señor. Tú nos has llamado

y me he echado al camino sin dudarlo.

No sé ni donde estás, pero yo voy

andando que andarás; puede que tarde

toda mi vida ya por el viaje.

Yo sé que te veré. Tú me has llamado.

Lo que más me preocupa es que querrás

qué pueda contestarte ni me importa.

¡ Debe ser muy hermoso cuanto digas ¡

El Señor hizo la Tierra y todo lo que en ella vive:

los árboles y las plantas;

las bestias y las aves;

los ríos y los mares;

la noche, el día y las estaciones.

Todo esto se lo entregó a la mujer y al hombre,

y los nombró jardineros de este jardín de las

Pero, ¿quién puede llegar a Dios?,

¿quién puede ser su jardinero?

Pues…, aquel que tenga manos inocentes

y corazón limpio verá a Dios.

Lo buscará y recibirá su bendición.

Aleluya, Alegría: es Pascua.

La palabra Aleluya, significa Alegría,

Alegría porque Jesús resucitó.

Alegría porque la vida siempre gana sobre la muerte.

Alegría que es de todos porque es para todos.

Aleluya, Alegría: es Pascua.

Mi equipaje será ligero,

“A ti, Señor, levanto mi alma, en ti confío,

Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.

La paciencia todo lo alcanza

quien a Dios tiene