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Parafilias

Article  in  FMC - Formación Médica Continuada en Atención Primaria · January 2016

DOI: 10.1016/j.fmc.2015.04.007

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3 authors, including:

Bernat De Pablo Márquez Silvina Guijarro

Hospital Universitari MútuaTerrassa Hospital Universitari MútuaTerrassa
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 Actualizaciones
Parafilias
Bernat de Pablo Márqueza,*, Ariadna Balagué Añób y Silvina Guijarro Domingoc
aMédico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. CAP Valldoreix. Sant Cugat del Vallés. Barcelona. España.
bMédico Especialista en Psiquiatría. Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitari Mutua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.
cMédico Especialista en Psiquiatría. Servicio de Salud Mental Infanto-Juvenil. Hospital Universitari Mutua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.
*Correo electrónico: bernatdepablo@gmail.com
Puntos clave
● Los pacientes afectos de parafilias supeditan su
gratificación sexual exclusivamente a un tipo de experiencia
sexual.
● Las experiencias sexuales consideradas parafílicas pueden
variar según las culturas o a lo largo de los años.
● Solamente se considera parafilia aquella conducta sexual
que provoque distress al sujeto, sea delictiva o no
consentida por otras partes y dure más de 6 meses.
● No se consideran parafilias aquellas conductas sexuales
consideradas inusuales presentadas por individuos con
retraso mental, demencia, cambio de personalidad
asociadas a enfermedad médica, episodios maníacos,
esquizofrenia o en casos de intoxicación por sustancias.
Palabras clave: 1BSBGJMJB
t
1TJRVJBUSÓB
t
5SBTUPSOPT
TFYVBMFT
t
"UFODJØO
QSJNBSJB
Introducción
La conducta sexual humana comprende una compleja inte-
rrelación entre determinados factores, desde los más pura-
mente biológicos, con intención reproductiva, a los psicoso-
ciales (culturales, personalidad, circunstancias vitales),
adquiridos desde la aparición del Homo Sapiens. Dicha com-
plejidad implica que una determinada conducta sexual consi-
derada patológica durante un período concreto de la humani-
dad pueda asumirse como normal en la actualidad, o
viceversa.
En 1959, Sigmund Freud acuñó bajo el término de perver-
siones para todos los comportamientos sexuales que se des-
viaban de la normalidad, aunque aceptó que existieran jue-
gos previos de tipo “perverso”, siempre y cuando estos no
llegasen a sustituir al coito1.
En 1987, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría
(American Psychiatric Association) eliminó el término “per-
4 FMC. 2016;23(1):4-8
● Existe una baja tendencia a consultar a profesionales
sanitarios debido al estigma social. Habitualmente, la
consulta es propiciada por cuestiones judiciales o por
petición de la pareja.
● Es mucho más frecuente en el sexo masculino y suele
aparecer durante la adolescencia.
● Las más observadas en las consultas especializadas son la
pedofilia, el voyerismo y el exhibicionismo, aunque
últimamente se presentan muchos casos de adicción al
sexo por Internet o a líneas eróticas telefónicas.
● Los diferentes tratamientos propuestos han demostrado
poca eficacia.
versión” del DSM-IIIR y de la terminología psiquiátrica
mundial, conociéndose a partir de entonces como parafilia2.
Una parafilia (del griego: ʌĮȡȐ, pará: “al margen de”, y
ijȚȜȓĮ, filia: “amor”) es todo estado en el que la excitación
sexual y la gratificación del individuo están supeditadas por
entero a la fantasía recurrente de una experiencia sexual in-
usual que se convierte en el foco principal de la conducta se-
xual. Es decir, sería la activación sexual ante estímulos con-
siderados no normativos o convencionales y que en diversos
grados pueden interferir con la capacidad para una actividad
sexual afectiva recíproca. El estímulo preferido puede ser al-
tamente específico y tratar objetos, personas o actos con-
cretos.
Las consideraciones acerca del comportamiento entendi-
do como parafílico dependen de las convenciones sociales
imperantes en un momento y lugar determinados. Ciertas
prácticas sexuales, como el sexo oral o la masturbación, fue-
ron consideradas parafilias hasta mediados del siglo xx y ac-

tualmente, siempre que no se trate de la única práctica se-
xual del individuo, entran en la definición de erotismo. Es
por ello que el diagnóstico de parafilia puede variar según el
país o la cultura.
En el momento actual, se desconoce la etiología. Desde el
punto de vista biológico, se han realizado estudios en pa-
cientes parafílicos detectándose niveles hormonales atípicos,
signos neurológicos leves o graves, anomalías cromosómi-
cas, etc., pero no han resultado concluyentes.
Diagnóstico
La conducta sexual, al igual que el comportamiento humano,
es plural y compleja, por lo que no es fácil delimitar el con-
cepto de normalidad. Su distinción es un tanto arbitraria y
generalmente presupone juicios de valor en uno u otro géne-
ro. Es por ello que la mayoría de pacientes con conductas
sexuales atípicas no padecen una enfermedad mental.
Para llegar a un diagnóstico de desorden por parafilia, el
DSM-5 (el nuevo DSM no utiliza números romanos) requie-
re que los pacientes3:
r
1BEF[DBO
EJTUSFTT
QFSTPOBM
BDFSDB
EF
EJDIP
JOUFSÊT

OP
trictamente necesario.
distress por la desaprobación social.
r
1SFTFOUFO
VO
EFTFP
P
DPNQPSUBNJFOUP
TFYVBM
IBDJB
QFS-
sonas inválidas o que no puedan dar su consentimiento o un
deseo o comportamiento que implique distress, lesión o
muerte de otros individuos.
r
%VSBDJÓO
TVQFSJPS
B

NFTFT

GBOUBTÎBT

No se consideran parafilias aquellas conductas sexuales
consideradas inusuales presentadas por individuos con retra-
so mental, demencia, cambio de personalidad asociado a en-
fermedad médica, episodios maníacos, esquizofrenia o en
casos de intoxicación por sustancias, puesto que no son con-
sideradas como parte de la conducta sexual propia y preferi-
da del sujeto y suelen ser puntuales4.
Las tasas de prevalencia son difíciles de obtener debido a
los diferentes criterios según las culturas5 y a la baja tenden-
cia a consultar a profesionales sanitarios debido al estigma
social. Habitualmente, la consulta es propiciada por cuestio-
nes judiciales o por petición de la pareja.
Ahers et al. estudiaron una muestra de 1.915 varones ale-
manes entre 40 y 79 años, evidenciándose al menos un pa-
USÓO
TFYVBM
BTPDJBEP
B
QBSBGJMJB
FO
VO


EF
MPT
DBTPT
por ejemplo tobillos, pies, hombros, recibe el nombre de
4PMP
TF
EFTDSJCJÓ
EJTUSFTT
FO
VO


EF
MPT
DBTPT. parcialismo.
Cabe destacar que apenas se diagnostican en el género fe-
menino, a excepción del masoquismo, aunque la ratio hom-
bres/mujeres se sitúa sobre 20/1.

GBOUBTÎBT

El inicio suele coincidir con la adolescencia, apreciándose
una tendencia a la cronicidad, siendo más frecuente en de-
terminados períodos y disminuyendo con la edad.
De Pablo Márquez B et al. Parafilias
Los pacientes acostumbran a presentar intensos senti-
mientos de culpa, baja autoestima, sentimiento de incapaci-
dad de relacionarse, vergüenza, síntomas depresivos.
Criterios de gravedad:
r
-FWF
MB
QFSTPOB
TF
TJFOUF
NBSDBEBNFOUF
QFSUVSCBEB
QPS

los impulsos parafílicos recurrentes pero nunca a actuado se-
gún estos.
r
.PEFSBEB
MB
QFSTPOB
IB
BDUVBEP
PDBTJPOBMNFOUF
TFHÙO

los impulsos parafílicos.
r
(SBWF
MB
QFSTPOB
IB
BDUVBEP
SFQFUJEBNFOUF
TFHÙO
MPT

impulsos parafílicos.
Las parafilias más observadas en las consultas especiali-
zadas son la pedofilia, el voyerismo y el exhibicionismo,
aunque últimamente se presentan muchos casos de adicción
al sexo por Internet o a líneas eróticas telefónicas.
Las parafilias incluidas en el DSM-5 son las siguientes3:
Exhibicionismo
La conducta sexual consiste en la exposición de los propios
genitales a una persona extraña. Puede existir erección o
masturbación durante o después del acto, aunque no es es-
Existen numerosos estudios que han intentado determinar
un perfil psicólogico característico, aunque son inconsisten-
tes. Habitualmente su comportamiento, salvo la conducta
parafílica, es considerado normal.
Criterios diagnósticos:
A
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
QPS
MP
NFOPT

NFTFT
sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-
les o comportamientos que implican la exposición de los
propios genitales a un extraño que no lo espera.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del sujeto.
Fetichismo
Fantasías y deseos a partir del uso de objetos inanimados
que son el centro de su atención. La lista de fetiches es prác-
ticamente ilimitada, aunque los más frecuentes son la ropa
interior femenina, ropa de bebé, objetos de cuero o goma.
Cuando la excitación es a partir de una parte del cuerpo,
Criterios diagnósticos:
A
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT
sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-
les o comportamientos ligados al uso de objetos no anima-
dos (por ejemplo, ropa interior femenina).
FMC. 2016;23(1):4-8 5
De Pablo Márquez B et al. Parafilias
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.
C. Los fetiches no deben ser únicamente artículos de ves-
tir femeninos como los utilizados para transvestirse (feti-
chismo transvestista) o aparatos diseñados con el propósito
de estimular los genitales (por ejemplo, vibrador).
Frotteurismo
Excitación sexual solo al refregar partes del cuerpo (general-
mente los genitales) contra personas desconocidas.
Criterios diagnósticos:
A.
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT

GBOUBTÎBT

sexuales recurrentes y altamente excitantes e impulsos
sexuales o comportamientos ligados al hecho de tocar y ro-
zar una persona en contra de su voluntad.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.
Pedofília
Atracción hacia individuos menores de 13 años (niños y o

GBOUBTÎBT

niñas). Se ha descrito principalmente en varones hetero-
sexuales. La legislación de cada país marca los límites del
consentimiento sexual.
Aunque se desconoce la etiología, suele apreciarse una
mayor incidencia en varones heterosexuales con baja autoes-
tima o dificultades para establecer relaciones con mujeres,
en especial en situaciones de estrés y abuso de alcohol. Aun-
que el inicio se suele situar en la adolescencia, no es infre-
cuente el inicio en edades mas avanzadas. En diferentes es-
tudios se ha objetivado un elevado número de incesto
asociado a pedofilia. Se postula la relación entre haber sido
víctima de pedofilia y conductas pedofílicas en el adulto,
aunque no se ha podido demostrar estadísticamente.
Criterios diagnósticos:
A
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT

GBOUBTÎBT

sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-

GBOUBTÎBT

les o comportamientos que implican actividad sexual con ni-
ños prepúberes o niños algo mayores (generalmente de
13 años o menos).
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.
C
-B
QFSTPOB
UJFOF
BM
NFOPT

BÒPT
Z
FT
QPS
MP
NFOPT

5 años mayor que el niño o los niños del criterio A.
6 FMC. 2016;23(1):4-8
Nota: No debe incluirse a individuos en las últimas etapas
de la adolescencia que se relacionan con personas de 12 o 13
años.
Especificar si:
r
"USBDDJÓO
TFYVBM
QPS
MPT
WBSPOFT
r
"USBDDJÓO
TFYVBM
QPS
MBT
NVKFSFT
r
"USBDDJÓO
TFYVBM
QPS
BNCPT
TFYPT
Especificar si: se limita al incesto.
Especificar si:
r
&YDMVTJWP
BUSBDDJÓO
TPMP
QPS
MPT
OJÒPT
r
/P
FYDMVTJWP
Masoquismo sexual
Incluye el acto real de ser atado, golpeado, humillado o he-
cho sufrir de algún modo. Cuando son actos simulados con
consentimiento no se considera trastorno ya que el placer va
ligado a la propia humillación o sufrimiento físico (cacheta-
das, latigazos, pellizcos) o moral (humillación). Se diferen-
cia de la algofilia (ver parafilias no especificadas) por la pre-
sencia del componente erótico.
Criterios diagnósticos:
A.
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT
sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-
les o comportamientos que implican el hecho (real, no simu-
lado) de ser humillado, pegado, atado o cualquier otra forma
de sufrimiento.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.
Sadismo sexual
Perpetrar actos sexuales abusivos o humillantes para otra
persona siendo estos actos fuentes de placer excitación y
placer sexual.
Criterios diagnósticos:
A.
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT
sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-
les o comportamientos que implican actos (reales, no simu-
lados) en los que el sufrimiento psicológico o físico (inclu-
yendo la humillación) de la víctima es sexualmente excitante
para el individuo.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.

Fetichismo transvertista
Consiste en fantasías y pulsiones sexuales relacionadas con
vestirse con prendas propias del sexo opuesto para excitarse
sexualmente.
Criterios diagnósticos:
A.
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT

GBOUBTÎBT
Pedofilia
sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-
les o comportamientos que implican el acto de transvertirse,
en un varón heterosexual.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-

m
i&M
RVF
SFBMJ[BSF
BDUPT
RVF
BUFOUFO

mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.
Especificar si:

TFSÃ
EFMJUP
r
$PO
EJTGPSJB
TFYVBM
TJ
FM
JOEJWJEVP
QSFTFOUB
NBMFTUBS




i&M
RVF

JOUFSWJOJFOEP
FOHBÒP

SFBMJ-
persistente con su papel o identidad sexuales.
Voyerismo
Excitación mientras se observa a otras personas en situacio-
nes íntimas (vistiéndose, desarrollando actividad sexual).
Criterios diagnósticos:
A.
%VSBOUF
VO
QFSÎPEP
EF
BM
NFOPT

NFTFT

GBOUBTÎBT
Exhibicionismo
sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexua-
les o comportamientos que implican el hecho de observar de
manera oculta a personas desnudas, desnudándose o que se
encuentran en plena actividad sexual.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comporta-
mientos provocan malestar clínicamente significativo o dete-
rioro social, laboral o de otras áreas importantes de la activi-
dad del individuo.
Parafilia no especificada
Esta categoría se incluye para codificar las parafilias que no
cumplen los criterios para ninguna de las categorías específi-
cas citadas anteriormente. Puede existir atracción sexual
prácticamente hacia cualquier cosa, como por ejemplo:
r
"MHPGJMJB
FYDJUBDJÓO
QSPEVDJEB
QPS
FM
EPMPS
4F
EJGFSFO-
cia del masoquismo por la ausencia del componente erótico.
r
/FDSPGJMJB
BUSBDDJÓO
TFYVBM
QPS
MPT
DBEÃWFSFT
r
&MFDUSPGJMJB
FYDJUBDJÓO
TFYVBM
QPS
FM
VTP
EF
EFTDBSHBT

eléctricas.
r
1PEPGJMJB
BUSBDDJÓO
TFYVBM
QPS
MPT
QJFT
P
[BQBUPT
r
)FNBUPGJMJB
FYDJUBDJÓO
TFYVBM
QPS
MB
FYUSBDDJÓO
EF
TBOHSF
r
"DSPUPNPGJMJB
BUSBDDJÓO
TFYVBM
QPS
QFSTPOBT
DPO
NJFN-
bros amputados.
r
.FOTUSVPGJMJB
BUSBDDJÓO
TFYVBM
QPS
NVKFSFT
NFOT
truantes.
r
)JQOPGJMJB
FYDJUBDJÓO
TFYVBM
BM
PCTFSWBS
QFSTPOBT
EPS-
midas.
De Pablo Márquez B et al. Parafilias
Marco legal
El término delito contra la libertad sexual refiere a la impo-
sición a una persona de una actividad sexual en contra de su
voluntad y libertad7.
En España, la edad de consentimiento sexual es de 13 años.
Según el Código Penal español:
r
"SUÎDVMP


contra la indemnidad sexual de un menor de trece años será
castigado como responsable de abuso sexual a un menor con
la pena de prisión de dos a seis años”.
Sin embargo, cuando medie engaño con un mayor de 13 y
NFOPS
EF

r
"SUÎDVMP


ce actos de carácter sexual con persona mayor de trece años y
menor de dieciséis, será castigado con la pena de prisión de
uno a dos años, o multa de doce a veinticuatro meses”.
A enero de 2015 existen en nuestro país diferentes pro-
puestas de subir la edad de consentimiento, aunque no han
llegado a aprobarse.
El artículo 185(1) dispone que “El que ejecutare o hiciere
ejecutar a otros actos de exhibición obscena ante menores de
edad o incapaces, será castigado con la pena de seis meses a
un año o multa de doce a veinticuatro meses”.
Los casos de nudismo en playa pública o como manifesta-
ción de protesta deben contemplarse como supuestos del
ejercicio legítimo de un derecho, en la medida que transcu-
rran dentro de los límites de lo permitido por quien desde el
punto de vista del Derecho administrativo detenta competen-
cias en la materia (por ejemplo, ayuntamientos).
Zoofilia
Aunque en muchos países la zoofilia es considerada delito,
en España aún no hay ninguna ley que prohíba explícita-
mente las prácticas sexuales con animales, ni casos jurídicos
registrados en los que se condenen. En enero de 2015 se ini-
ció una reforma de ley que prevé estipular este tipo de deli-
tos en el Código Penal.
Tratamiento
El parafílico raramente busca tratamiento, en muchos casos
viene condicionado por presión familiar o legal.
Existen diversos pequeños estudios y reportes de casos
sobre las opciones, tanto farmacológicas como psicológicas,
para el tratamiento de los delitos sexuales (pedofilia, exhibi-
cionismo)8,9.
FMC. 2016;23(1):4-8 7
De Pablo Márquez B et al. Parafilias
La terapia cognitivo-conductual ha demostrado una ligera
disminución de dichas conductas en delincuentes sexuales,
mientras que las terapias conductuales como la aversión o el
recondicionamiento han mostrado pobres evidencias en
efectividad10. La bibliografía sobre las parafilias “no crimi-
nales” es prácticamente inexistente, y la justificación del tra-
tamiento es muy controvertida. Los resultados de los diver-
sos estudios publicados sobre parafilias están generalmente
sesgados por pequeños tamaños muestrales, corta duración
de seguimiento, estudios retrospectivos, falta de controles y
comorbilidad con otros trastornos. Es por ello que las reco-
mendaciones sobre el tratamiento de las parafilias son incon-
sistentes.
Se han planteado diversas técnicas conductistas con poca
evidencia demostrada:
r
Métodos de desensibilización: progresiva exposición a
situaciones que generan ansiedad.
r
3FGPS[BNJFOUP
EF
MB
DBQBDJEBE
EF
SFMBDJÓO entrena-
miento de las habilidades sociales. Incrementar la capacidad
de empatía con sus víctimas, principalmente si son niños/as.
r
3FDPOEJDJPOBNJFOUP
PSHÃTNJDP justo antes del orgas-
mo por masturbación recurrir a fantasías no parafílicas.
r
5FSBQJB
EF
BWFSTJÓO
Se han desestimado el psicoanálisis y la terapia por hip-

(PNF[
&
5SBTUPSOPT
TFYVBMFT

USBTUPSOPT
EF
MB
JEFOUJEBE
EF


7BMMFKP
3VJMPCB
+
5SBUBEP
EF
1TJRVJBUSÎB

nosis dados sus pobres resultados.
Desde el punto de vista farmacológico se ha usado trata-
miento con antidepresivos para el control de impulsos (gene-


4DIBFGFS
("

.VOEU
*"

3PMM
4

&OHMFSU
)

8JMMJDI
4/

FU

ralmente inhibidores selectivos de la recaptación de seroto-
nina), así como antiandrógenos para disminuir el deseo
sexual (sobre todo en pacientes con conductas delictivas).
Planes de tratamiento
1. Control y evitación de nuevas agresiones o abusos

(BTDÓO
+
DPPSEJOBEPSFT

3FDPNFOEBDJPOFT
UFSB-
sexuales.
2. Reconocimiento del problema y aceptación del trata-
miento.

%F
-B
#BSSB
'

(PSEPO
)

$PTZOT
1

#SBEGPSE
+
5IF
8PSME

3. Entrenamiento en empatía y expresión emocional.
4. Modificación de creencias y actitudes sobre la sexua-
lidad.
5. Incremento de la excitación y orientación sexual ade-
cuada.
8 FMC. 2016;23(1):4-8
View publication stats
6. Entrenamiento en habilidades sexuales.
7. Reducción o supresión de la excitación sexual inade-
cuada.
8. Prevención de recaídas.
Seguimiento y pronóstico
Ya que las recaídas son frecuentes, el seguimiento debe ser
estrecho y prolongado en el tiempo. La implicación de una
persona muy próxima facilita el cumplimiento terapéutico y
mejora claramente el pronóstico; en este aspecto, el apoyo
y seguimiento del médico de atención primaria puede ser de
gran ayuda.
La curación es perfectamente alcanzable en muchos ca-
sos. En aquellos con múltiples recaídas, o en los que exista
delito, la institucionalización suele ser la única solución.
Bibliografía
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Ed. Amorrortu; 1959. p. 7-25.
2. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders. 3.ª ed. Washington, DC: American Psychiatric Asso-
ciation; 1987.
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Mental Disorders. 5.ª ed. Washington, DC: American Psychiatric Asso-
ciation; 2013.

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"
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UFYUT
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DPOUSPWFSTJFT
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4FY
3FT


"IMFST
$+
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sexual arousal patterns in a community-based sample of men. J Sex
.FE


(ÓNF[
.
%FSFDIP
QFOBM
TFYVBM
Z
SFGPSNB
MFHBM
"OÃMJTJT
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VOB

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'BSSÊ
+.
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EF
MB
JEFOUJEBE
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Z
EF
MB
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terapéutica de los trastornos mentales. Madrid: Ed. Cyesan. 2012. p.
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