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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

ENFOQUES Y MODELOS ADMINISTRATIVOS

CÓDIGO: 1.113.698.239

FECHA: SEPTIEMBRE 19 DEL 2019

TRABAJO DIRIGIDO No 1

“Epistemología de la administración: objeto, estatuto, desarrollo disciplinar


y método.”

Presentado por: ANDREA VELASCO SÁNCHEZ


Epistemología de la administración: objeto, estatuto, desarrollo disciplinar y
método.

Partiendo de las reflexiones ofrecidas por el autor José María Mendoza en donde
aborda el problema del desarrollo discursivo de la administración, pero teniendo en
cuenta que, todos tenemos claro o al menos aceptamos en gran mayoría que el
objeto de la administración son las organizaciones, pues este autor nos presenta un
repaso de la evolución administrativa atreves de las teorías, modelos y postulados
“científicos” y digo entre comillas ya que como tal, no es una base meramente
científica fáctica, sino que primero se obtienen resultados y en la práctica se vuelven
normativos y se toma después como una base normativa a seguir, pudiéndose aludir
a una base fáctica. Retomando, el autor atreves de la evolución de la administración
intenta ubicar históricamente las definiciones que se le dieron en cuanto a su objeto
y método, teniendo en cuenta el contexto de cada época, Mendoza (2018) nos
explica en su artículo que : “parte del hecho de que la epistemología se ocupa de
cuatro tareas centrales en la disciplina de la administración: el objeto específico de
esta, su naturaleza, el desarrollo discursivo que ha tenido y las metodologías que
ha utilizado para la investigación”. Todo lo anterior haciendo alusión a que la
administración se enfrenta aun en la actualidad a un vacío epistémico respecto a
las concepciones que se han dispuesto sobre esta en cuanto a su método y objeto,
así básicamente el autor provee un marco de análisis para su estudio
epistemológico, donde se hará una reflexión personal y se dará un punto de vista
critico en base a sus reflexiones, disipando o aceptando las mismas.

A continuación, partiendo del punto de que la administración enfrenta un problema


de vacío epistémico debido a las condiciones en las cuales ha sido desarrollado el
discurso administrativo, donde se ha teorizado sobre una base muy paralizada de
grandes debates, discusiones, ideas contrarias, distintas, y que por fin último todas
estas no llegan a ningún acuerdo significativo que de paso a la categorización
correcta de la administración, se hace conveniente analizar y repasar algunos de
los postulados más relevantes que han planteado los más grandes teóricos de la
disciplina, teniendo en cuenta que no precisamente todos sean teóricos dedicados
a la administración sino de otras disciplinas que han aportado gran conocimiento a
lo largo de la historia; Todas estas apreciaciones sobre la administración son
amplias y como lo explicaba José Maria Mendoza van desde el origen mismo de la
administración, los distintos cambios que se envuelven en su evolución, incluso
apreciaciones que aun con el vacío que se encuentra tratan de dar una solución
definitiva a su esencia epistemológica, el método con el que se verifica para dar un
reconocimiento científico, el objeto de estudio exclusivo que esta ocupa y los
criterios para su validación. Todos estos diferentes postulados y apreciaciones hace
que la administración se enfrente a una discursiva un poco confusa, a un mar lleno
de ideas del cual no se sabe cuál tomar impidiendo la construcción de un programa
teórico global y estructurado (Marín-Idárraga, 2005) que da como hecho "un
conjunto de discursos fragmentados, estratificados en el tiempo y yuxtapuestos en
el espacio, más bien que reunidos en un proyecto global y articulado en torno a una
problemática coherente" (Chevallier y Loschak, 1980, p. 9), o como "una colección
de temas vagamente relacionados" (Astley, 1985, p. 504), quedando la sensación
de estar atrapados en una selva administrativa (Koontz, 1961, 1980). Con lo
anterior, (Marín-Idárraga, 2011) nos dice:

El estudio de la administración ha respondido a la introducción de nociones que


responden a una hipóstasis dialógica, enmarcada en 1) un discurso científico, 2) un
discurso teórico y 3) un discurso ideológico, lo cual ha conllevado un vacío de tipo
epistemológico, eclipsando la esencia y naturaleza de lo que ontológicamente
significa la administración.

En el siguiente artículo no se pretende dar una explicación del por qué hay una
confusión del discurso de la administración, sino dar una aproximación a lo que
actualmente se le puede llamar administración mirando su enfoque moderno y la
funcionalidad que ha tomado en nuestro actual contexto, teniendo como base toda
la problemática y la evolución que la administración enfrenta, según lo reflexionado
por Mendoza.
Así, Mendoza parte de la base afirmando que la administración tiene como objeto
de estudio las organizaciones, pero también nos dice que hay que buscar un objeto
de estudio más exclusivo, que no sea compartido con otras disciplinas, esto ya que
en la historia de la administración son diferentes las disciplinas que se han ocupado
de complementar algunos aspectos de las organizaciones para poder que estas
funcionen, tales como. “(..) la economía (teoría de la empresa), la psicología
(psicología organizacional), y la sociología (sociología organizacional), por solo citar
las principales” (Mendoza, 2018, pág. 214), así se infiere que estas disciplinas
también se preocupan por entender las organizaciones, ¿entonces cuál es el
verdadero objeto de estudio de la administración?, pues Mendoza sugiere que todas
esas disciplinas que han desarrollado un marco teórico importante para la
administración no se han enfocado específicamente “en los procesos de conducción
de la gente hacia el logro de resultados en la organización” (Mendoza, 2018), sino
que trabajan de forma aislada ciertas funciones dentro de una organización,”(…)
Por ejemplo, la psicología puede mirar el impacto de la gestión en un mundo
altamente competido con relación a la salud mental, pero no trabaja la gestión en
sí, sino el efecto psicológico de ella. La sociología puede ocuparse de la cultura
organizacional, del trabajo y de temas similares, pero no se enfoca en la dirección
en sí, y la economía se centra en la empresa, sobre todo en producción y
comercialización, mas no en la conducción hacia objetivos” (Mendoza, 2018, pág.
214). Por ello se habla de que la organización es un sistema abierto que busca el
logro de objetivos estratégicos que se deben cumplir para su supervivencia,
entonces bien, ¿quién hace o ejecuta este asunto? Según Mendoza el cuerpo
directivo o la gerencia es quien se encarga de definir objetivos, procesos, sistemas,
estructuras y desarrollos de liderazgo con miras a alcanzar los objetivos planteados,
así estos desempeñan un rol importante dentro de la organización, esto respaldado
al igual con Penrose (1959) y Haeckel (2000), quienes definen los roles que un
dirigente debe afrontar:
 Establecer el planteamiento teleológico, como, por ejemplo, fijar la visión, los
objetivos y las metas.
 Diseñar la estructura organizacional.
 Aplicar el liderazgo.
 Formular el modelo de negocio y la estrategia como forma de adaptación al
entorno mediante la explotación y la exploración (March, 1991).
 Desarrollar las capacidades que se requieren.
 Diseñar el modelo de gestión apropiado.
 Crear una cultura organizacional alineada con el direccionamiento
estratégico. Hacerle seguimiento al desempeño de la organización.

Con lo anterior, toma como punto de reflexión que todos estos aspectos conforman
de manera concreta lo que se propone como la tarea de gerencia y que ahí radica
el tema del que se ocupa el discurso, ya que no hay ninguna otra disciplina social
aparte de la administración que trate de manera directa este objeto, lo que lo hace
exclusivo del área, es decir, la administración se establece como los procesos
mediante los cuales se conduce a la gente en la organización hacia los fines
institucionales (Mendoza, 2018). Toda disciplina distinta a la administración se
ocupa solo de aspectos meramente parciales de la organización sin examinar este
como tal, encontrando así un objeto exclusivo; así mismo Mendoza también afirma
que la administración es un campo de acción-resultado y que va más enfocado en
la practicidad, que desde ya, si vamos analizando, es un hecho que se puede
confirmar en el enfoque actual que se dicta en los cursos de administración.

Por otro lado, las afirmaciones de Mendoza van respaldadas por la evolución
histórica que ha tenido la administración con los distintos aportes dados de las
diferentes disciplinas que forjan un fundamento científico al área, (la administración
clásica) uno practico (acción-resultados, el pragmatismo) y también enmarcado bajo
una ciencia social, ya que las organizaciones cambian y se dirigen de acuerdo al
cambio y comportamiento social, que conlleva a que se relacione con el desempeño
de las organizaciones.
Cuando Mendoza habla sobre “(…) que por su naturaleza la administración es una
disciplina de acción” el afirma y está de acuerdo con esta postura, siempre y cuando
recalcado que no se debe dejar de lado el campo teórico. En esta cuestión hay
muchas discusiones y son muchos los que afirman el pragmatismo de la
administración, pero Mendoza nos habla de un pragmatismo cegado, que infiere
solamente a la administración como un campo de acción que se centra en la relación
fines-medio y excluye el análisis de la realidad, que es lo que actualmente podemos
comprobar, esto lo vemos en la pedagogía de la administración, donde se busca
formar al administrador como un líder que tenga habilidades en los procesos de
dirección para el cumplimiento de objetivos mediante la situación o el entorno que
se presente, entender las organizaciones más no cambiarlas (Mendoza.2018), no
se busca formar un administrador que analice el entorno y describa de forma
normativa o científica bases para este fin; afirma (Mendoza, 2018) que para los
investigadores del área parece poco que la disciplina se considere un campo
centrado en la acción, lo cual ha generado una especie de inferiorización que los
lleva a declararse analistas contemplativos alejados del mundo pedestre de la
práctica. (p. 219).

Y es que con lo anterior es factible decir que Mendoza este del lado de la
administración como una disciplina de acción, ya que las organizaciones actuales y
desde su investigación que relativamente es en la posmoderna, utilizan diferentes
tipos de modelos de gestión de la dinámica teórica de la administración, se utilizan
para gestionar ciertos asuntos en funciones distintas, una parte puede acudir a la
teoría de Fayol, utilizando también cierto apartado de la teoría humanista y la de
gestión del conocimiento, se vuelve una mezcla de aplicaciones teóricas
dependiendo del entorno al cual se enfrenta la organización y no se busca crear un
conocimiento como tal, sino efectuar diferentes soluciones para la aplicabilidad de
mantener una organización en supervivencia. Dicho esto, Mendoza repasa sobre
los diferentes postulados teóricos (administración clásica, escuela humanista, teoría
situacional, gerencia estratégica y gestión competitiva) desde su inicio hasta el más
actual, donde nos muestra como se ha tomado la administración en cada contexto
para dirigir por ultimo esta investigación a la gerencia desde el desarrollo económico
y social que se ha presentado.

Así, en primer lugar, en la escuela clásica se inicia el discurso administrativo, se


establecen los fundamentos de la administración como disciplina relativamente
autónoma con los significativos aportes, sobre todo, de Taylor (1980) y de Fayol
(1980). (Mendoza, 2018) Dice:

El aporte significativo en el campo disciplinar lo hizo realmente Fayol, quien


estableció por primera vez las áreas de la empresa: producción, ventas, compras,
finanzas y personal, pero, sobre todo, definió las funciones administrativas al
establecer como tales la planeación, la organización, la coordinación, el mando y el
control. (p.220):

Básicamente esto dio lugar al entendimiento de cuáles eran las funciones que un
administrador debería cumplir, se denotaba la diferencia entre cualquier trabajador
y el administrador, así se da paso a la orientación de la acción administrativa dentro
de una organización y es como se va formando una base teórica; esta fase se
caracteriza por centrarse en los procesos y sistemas que ayudan a mejorar los
procesos dentro de una organización para su rentabilidad, mas no en el hombre
dentro de la organización, “(…)En realidad, su enfoque fue normativo y mecánico”
(Mendoza, 2018). Notese que por primera vez se va perfilando la acción del
administrador, más adelante la ciencia social intervino en la disciplina con una serie
de psicólogos que teorizaron sobre las relaciones humanas dentro de una
organización, pero todo con el fin de productividad,

El desarrollo se inicia con los experimentos de Elton Mayo (1933), quien examinó la
relación entre la iluminación y la productividad del trabajo,También en esta escuela
fue importante el aporte teórico de Mc Gregor (1980), quien propuso su conocido
modelo de teorías X y Y, en el cual se definían dos estilos de gestión: el X,
fundamentalmente autoritario, y el Y, de carácter participativo. De la misma manera,
por esta época se dedicó esfuerzo al tema de la motivación en el trabajo, en el cual
se destacó el aporte de Maslow (1943), En esta dirección, Herzberg (2003) planteó
su clasificación de los incentivos en dos tipos: de higiene o exógeno, y motivadores
o endógeno.

En consecuencia, Mendoza (2018) afirma: “que la teoría humanista complementa a


la clásica, e integra el ingrediente humano en la actuación administrativa, a la vez
que se plantea en contradicción con ella al resaltar dicho elemento frente a los
sistemas y procesos” (p.222).

Siguiendo con los postulados, las demás bases teóricas como lo son la teoría de la
contingencia, gerencia estratégica y las que le siguen, son modelos basados en la
interacción del ambiente con la organización, Mendoza (2018) “sistemas
administrativos que se emplearan dependiendo de la situación en la que la
organización se encuentre” y son los modelos actualmente vigentes en la actualidad
debido a su gestión orgánica frente a soluciones y gestión de la totalidad de una
empresa y no como partes individuales, recordando que la administración gestiona
el funcionamiento total de una organización dirigiendo todos los aspectos en
diferentes estrategias para lograr un objetivo y mantener su supervivencia, el
entorno tanto externo como interno desencadena el tipo de estrategias a utilizar, los
intereses de la sociedad también deben ser atendidos, así Mendoza (2018) afirma
que la administración tiene un componente social importante porque el bienestar de
la sociedad está íntimamente relacionado con el desempeño de las organizaciones
y se da de igual manera una base que teoriza la administración como una ciencia
social.

CONCLUSIÓN

Para concluir, las reflexiones dadas por el autor José Maria Mendoza a mi respecto
son bastante acertadas, vemos que hay toda una evolución histórica relativamente
joven de la administración que ha dado paso para que diferentes disciplinas teorizan
y saquen bases para el afianzamiento de la administración con la ciencia, donde se
han estipulado principios, categorías y teorías que ayudan en la actualidad a la
buena gestión en diferentes tipos de organizaciones, y así como mendoza afirma
que la administración se establece como los procesos mediante los cuales se
conduce a la gente en la organización hacia los fines institucionales (Mendoza,
2018), es lo que como estudiante de administración puedo rectificar según mis
bases, se busca formar un administrador que analice el entorno, conozca la historia,
las bases teóricas que existen para gestionar y solucionar los problemas de una
empresa, como también ser proactivo y flexible a los cambios que esta presenta y
generar estrategias para una buena gestión, ¿cómo dirigir mi talento humano para
el crecimiento de la organización?.

Existe todavía un vacío epistémico aun así haya un buen afianzamiento de teorías
respecto a la disciplina debido a los modelos e ideologías pasajeras, lo cual evita
una construcción sólida y más bien apunta a incoherencias y dudas. Aun así, la
realidad actual de la administración la podemos acercar como una ciencia social,
porque depende y está ligada íntimamente con los cambios sociales, donde su
objeto exclusivo es la gestión de las personas a los fines de la organización, esta
afirmación no es del todo cierta o aceptada, debido a la falta de precisión en su
objeto y método, pero es una aproximación según lo reflexionado.

También como nos decía Mendoza es importante tener en cuenta que para
intervenir en la organizaciones se requiere el conocimiento de estas, no hay que
dejar de lado lo teórico y la realidad explicativa de las mismas, hay un complemento
entre lo práctico y lo teórico que se debe saber manejar, siendo la administración
un campo de acción significa que en ella pesa mucho la orientación práctica
tendiente a intervenir sistemas y procesos de la organización (Mendoza, 2018).

Por otro lado, todas las teorías administrativas o fundamentos teóricos que existen,
básicamente lo que se ha hecho es ir mejorando y evolucionando ese conocimiento
para ajustarlo al contexto puntual en el que se encuentra la sociedad respecto a las
organizaciones, también es preciso decir que por ejemplo de las teorías de Taylor y
de Fayol se han recopilado datos y copiado algunos apartado en modelos teóricos
posmodernos y vigentes, con la única modificación de cambiarle el nombre a ciertas
funciones y agregarles unos datos más acertados o complementarios.
POSTURA PERSONAL

Acerca de lo reflexionado sobre el autor José María Mendoza en su artículo


“Epistemología de la administración: objeto, estatuto, desarrollo disciplinar y
método”, mantengo una postura neutral y similar según lo visto y estudiado hasta el
momento en mi carrera disciplinar de administración, afirmo que el objeto de estudio
de la administración son las organizaciones y que como administradores se busca
intervenir en ellas para direccionar la función y creación de objetivos estratégicos
como unidad total, que lleven a la realización o éxito de rentabilidad de una
empresa.

En cuanto discutir o plantearme sobre una posición de si la administración es una


ciencia, o una técnica o arte o como diferentes teóricos lo quieran llamar, sostengo
que hay una interacción casual y de complemento entre lo que muchos discuten,
entre una filosofía, una ciencia y tecnología, donde la primera hace referencia a una
razón critica que se mantiene frente a la administración y que todos deberíamos
tener, para generar, reconstruir y hacer propios los conocimientos ya planteados
tanto teóricos, como la gestión práctica, la segunda con la razón teórica en donde
se sitúan todas las bases científicas de la administración, que busca dar
conocimiento a la realidad social y la última como la razón práctica de todo ese
conocimiento, siendo para mí la más importante; en consecuencia la interacción
entre la ciencia y la tecnología, desarrolla por un lado la ciencia organizacional que
dicta ciertos conocimientos sobre la realidad del orden organizacional que deberían
ser de utilidad para lograr los fines de intervenir en una organización con la práctica
de la tecnología de la administración, y cuando esta interviene en la organización
provee de herramientas de investigación para complementar y crear una ciencia
organizacional que dicta o propone soluciones, es un insumo para la investigación.

Por último ese me hace importante que desde cada instituto se dé un enfoque
prioritario para que el administrador también tenga bases científica y sea quien él
mismo, desde su misma disciplina cree conocimiento y aporte, ya que aun así
considere primordial la practicidad en un mundo posmoderno donde se incluye la
globalización se debe llenar de bases practicas un administrador para enfrentar
estos cambios y que sea flexible, pero sin dejar de lado lo teórico.

BIBLIOGRAFIA:
Marín-Idárraga, D. (2005). La enseñanza de las teorías de la administración: limitantes
epistémicos y posibilidades pedagógicas. Revista INNOVAR, 15(26), 23-34.

Chevallier, J. & Loschak, D. (1980). La ciencia administrativa. México: Fondo de Cultura


económica.

Astley, W. G. (1985). Administrative science as socially constructed truth. Administrative


Science Quarterly, 30, 497-513.

Koontz, H. (1961). The management theory jungle. Academy of Management


Journal, 4(3), 174-188.
Koontz, H. (1980). The management theory jungle revisited. The Academy of
Management Review, 5(2), 175-187.

OTRA COSA es que quien se ha desempeñado en hacer teorías no son los mismo
administradores sino personas agenas a la carrera. Porque la adminsitracio´n esta
vista desde un punto muy practico

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