Sei sulla pagina 1di 2

MONICIONES PARA LA ORDENACIÓN DE UN

DIACONO PERMANENTE
MONICION DE ENTRADA

Queridos hermanos:

La Iglesia de N se reúne hoy para celebrar la ordenación diaconal de N. En


el sacramento del Bautismo, el Señor otorgó a nuestro hermano la vida
imperecedera y N respondió a este don en el sacramento del Matrimonio,
donde recibió la gracia de configurar su fe en el misterio de la entrega de
Cristo a su Iglesia. En su vida de familia, escuchó una nueva llamada del
Señor resucitado a servirle en el ministerio del diaconado.

Ahora recibirá, por la celebración de la Liturgia de la Iglesia, una nueva


efusión del Espíritu Santo. Al igual que aquellos varones elegidos por los
Apóstoles para ejercer el ministerio de la caridad será constituido en diácono,
esto es, siervo de Jesucristo para servir con amor al Pueblo Santo de Dios.

Renovemos nuestra fe en el Espíritu Santo que nos fortalece y anima para


ser auténticos discípulos misioneros de Jesucristo recibiendo con alegría a
nuestro Obispo que, haciendo las veces del Señor, nos preside en la fe y la
caridad.

MONICIÓN A LAS PROMESAS DIACONALES

N accede libremente al Orden del diaconado manifestando que ejercerá el


ministerio de la caridad, como colaborador del Orden sacerdotal, en el
nombre y bajo la obediencia del Obispo. Para ello, prometerá, con la ayuda
de Dios, que su vida se fundará en la fe, imitando el ejemplo de Cristo,
siendo una persona de oración, que congregue al Pueblo de Dios para
celebrar los santos misterios salvadores y cantar las alabanzas divinas.

MONICIÓN A LA IMPOSICIÓN DE MANOS Y PLEGARIA DE


ORDENACIÓN

Hemos llegado al momento culminante de la celebración. El obispo


impondrá sus manos en la cabeza del futuro diacono e invocará al Espíritu
con una plegaria de acción de gracias y bendición que recordará como los
Apóstoles eligieron a siete varones a quienes les impusieron las manos para
confiarles el cuidado de los necesitados. También pedirá para N, que en su
vida resplandezca los valores del Evangelio, de modo que imite en la tierra al
mismo Cristo que vino a servir y a dar la vida para que todos reinemos un día
en el cielo.

Oremos intensamente en estos momentos en que se acrecienta el número


de los ministros de la Santa Iglesia.

MONICIÓN A LA ENTREGA DEL LIBRO DE LOS EVANGELIOS

El nuevo diacono recibe las vestiduras propias de su ministerio que son la


dalmática y, debajo de esta, la estola que llevará cruzada sobre el hombro
izquierdo por delante y por detrás, siendo anudada bajo el brazo derecho a la
altura de la cintura. Según una tradición hispánica, el diacono deja libre su
hombro derecho para significar la diligencia con que debe dedicarse a sus
funciones sagradas. Para cumplir esta misión sagrada, siguiendo las
tradiciones de los grandes pontificales medievales, se le entregará el
Evangeliario, el libro del diacono para anunciar el Evangelio de la
Resurrección en la Liturgia de la Iglesia. Después recibirá el beso de la paz
del obispo y de sus compañeros en el orden del diaconado.

Potrebbero piacerti anche