Disciplina Positiva

“La disciplina positiva es educar desde la amabilidad y la firmeza”

En algún momento de tu vida seguramente algún profesor te dijo cosas de manera

muy brusca o tus padres accedieron a algo solo por un berrinche, eso pasa cuando
se trata de enseñar y no se sabe cómo hacerlo, actualmente las personas suelen
ser muy autoritarias o permisivas, es por eso que al leer la teoría de Alfred Adler
donde menciona que “ el comportamiento de los seres humanos, incluidos niños,
merecen dignidad y respeto, además que todos tienen la necesidad de pertenecer
a un grupo donde se sientan capaces de contribuir con el bienestar de los demás” .

La disciplina positiva trae consigo el poder de tomar conciencia de los sentimientos

y la comprensión del comportamiento, para llegar al motivo de la conducta
inadecuada y así poder promover actitudes positivas.

Entonces desde este punto tenemos que empezar a tomar conciencia de que el
castigo no genera una atmosfera de conexión, solo los aísla, que para una vida
adecuada se necesita orden y responsabilidad, pero no se puede conseguir si
encontramos la solución en gritos o ignorando la conducta inadecuada, si
observamos en algún momento una conducta incorrecta tratemos de mantener el
pensamiento de Adler “para crecer y aprender, se requiere el valor de ser
imperfecto”, no se trata de solo juzgar, denigrar o hacer como si no hubiera pasado
nada, es cuestión de poder contribuir con una actitud colaboradora, hacer hincapié
en la importancia que se tiene al ser auto disciplinado, responsables y cuan
importante es el poder saber resolver los conflictos asertivamente.

Ahora ponte a pensar en una situación donde el niño se comporta de manera

berrinchuda, grosera y con una actitud poca colaboradora, seguramente esa
situación te desespera, es ahí donde entra a tallar la disciplina positiva con ciertas
acciones que serán efectivas para llegar a solucionar la conducta negativa,
cambiándola con una positiva, para esto el primer paso sería guardar la calma, para
que el niño sepa que hay un respeto hacia él y contigo mismo, como segundo paso
se tiene que plantear metas a largo alcance pero con situaciones cotidianas, que
ellos puedan realizar y darse cuenta de lo que son capaces, el tercer paso es la
búsqueda de soluciones sin hacerlo sentir que merece un castigo por sus acciones,
lo mejor es hacerlo entender que ha sido una equivocación y que existen maneras
de solucionarlo, como cuarto paso será borrar las etiquetas, nada de frases como
“eres malcriado” “siempre te portas mal”, eso solo causa que ellos crezcan sin ver
sus cualidades y talentos, es mejor escuchar lo sucedido y apreciar los hechos para
que ellos entiendan que son medidas correctivas y estén motivados a cooperar.

Para concluir resaltemos que la disciplina positiva contribuye en la buena salud

emocional, ya que se crea una buena autoestima, la independencia y una actitud
capaz, donde frente a los problemas se encuentran soluciones, sin la necesidad de
crear un sentimiento de culpa, es hacer saber que de los errores se aprenden y que
se deben aprovechar las oportunidades de aprendizaje.

Johannes Ruiz Pitre (Criar en positivo- Niños rebeldes y desafiantes)

“Una de las grandes herramientas que ofrece la Disciplina Positiva es la de

“ponerse en su lugar”. Si miramos a través de sus ojos y nos ponemos en sus
zapatos, además de saber lo que sienten, lo que les afectan nuestras palabras y
gestos, también somos capaces de encontrar una solución al respecto.

Ya no solo sabes lo que siente y lo que necesita. Sabes como el adulto que eres,
resolverlo y sobretodo, sabes entenderlo… pero lo que pocas veces hacemos es
ponernos en su piel.”