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Universidad de san Carlos de Guatemala

Centro universitario del sur occidente


Mazatenango Suchitepéquez
VIII ciclo Licenciatura en pedagogía y administración educativa
Curso: Política Educativa
Catedrática: Lcda. Rosalinda Cajas

Políticas, políticas de estado y políticas de gobierno

Hilda Janeth Simón Pérez


201645583

Mazatenango agosto de 2019


INTRODUCCIÓN

A través de la historia la educación primeramente fue espontanea, esto quiere decir


trasmitida de generación en generación y sin ningún tipo planificación y metodología,
en la medida que el grado de conocimientos prácticos se fueron haciendo cada vez
mayores, cada uno de los miembros de la familia o clan se fueron especializando en
diverso tipo de áreas de trabajo, unos se convirtieron en líderes del grupo, que
posteriormente se convirtieron en reyes, caciques, emperadores, clase política; al
nacer el estado la educación sistemática es una de sus obligaciones prioritarias como
un servicio.

En la actualidad en Guatemala según la ley la educación debe ser obligatoria y gratuita


y es el estado que a través de los impuestos aportados por los ciudadanos quien debe
de financiar los programas y en si el funcionamiento de todo el sistema educativo
público, por ende las políticas de estado y de gobierno debe de ser encaminadas a
cubrir las necesidades de todos los ministerios entre de ellos el Ministerio de
Educación y por ende la políticas educativas.

En la actualidad las políticas de estado que son las que van a minimizar una
problemática por ejemplo en algunos países la alfabetización es una política de estado
ya que es de urgencia nacional desvanecer el problema, las políticas de gobierno son
aquellas que se encuentran dentro del programa de gobierno de un partido político y
que es obligación cumplirlas.
3. POLITICAS
 Historia de políticas

Siempre ha sido utilizado de algún modo el pensamiento pretérito; siempre,


en el saber de las cosas humanas, se ha tenido que echar mano de lo que
se ha pensado en tiempos anteriores. Aristóteles se sirve de lo que había
pensado Anaxágoras; Santo Tomás, de lo pensado por San Agustín; Bodino,
de Duns Scoto; etcétera. Algunos han echado ellos mismos la cuenta de su
deuda con el pasado, bien para reducirla al mínimo, como Descartes al
referirse a R. Bacon y a Lulio; bien para darle un papel decisivo, como Kant
respecto a Hume.

A medida que avanzamos en el tiempo, se enriquece y complica más ese


legado. Señalar y precisar las deudas de Montesquieu es difícil; llevar a cabo
esa labor con Troelsch, Spengler o Toynbee, mucho más. Pero esta
utilización del pasado no está configurada propiamente, en todos estos
casos, como Historia del pensamiento.

Nos servimos de aquél como de algo que hallamos en nuestra existencia


actual, y tal y como lo vemos en la actualidad, sin hacernos cuestión del
sentido que tuvo en su momento originario, sin necesidad, incluso, de
aclararnos su exacta formulación inicial, mediante la oportuna crítica del
documento. Tan es así que muchas veces lo que tomamos en cuenta o lo
que consideramos en él tiene poco que ver con lo que rigurosamente significó
aquel pensamiento precedente en el momento en que fue ideado.

Acontece así eminentemente en la época del barroco, y uno de los casos


más manifiestos es el de la utilización, por los escritores de dicha época, de
la moral de Plutarco. No se trata sólo de no apreciar posibles corrupciones
del texto, sino de no detenerse en fijar el sentido histórico de las ideas y hasta
la propia significación de las palabras.
Sin embargo, si necesitamos, en nuestra existencia concreta de hoy,
investigar, del modo más riguroso y objetivo posible, el acontecer humano
que ha quedado detrás de nosotros y la justificación de la Historia es tema
que ahora hemos de suponer resuelto afirmativamente, no menos cierto es
que el pensamiento del pasado va decantando una serie de interpretaciones
de la realidad, cuya investigación no podemos dejar de lado.

 Políticas de estado

Se entiende por política de estado, aquellas políticas que forman parte de las
estrategias centrales de un país. Son políticas que no varían a pesar del color
político-ideológico de cada gobierno.

Encontrar consenso para el establecimiento de políticas de largo plazo no es


tarea fácil. A algunos nos gustaría que la re-distribución equitativa de la
riqueza, la justicia social, el combate sobre el hambre y la pobreza, la
promoción de las economías regionales, el crédito accesible para las
unidades productivas pequeñas y medianas, el fortalecimiento de las
cadenas de valor en industrias estrategias en función del desarrollo
económico y social, la educación pública, la salud, entre tantas otras, sean
políticas de estado.
El problema es que otros no coinciden: sostienen que las políticas de
desregulación (encubiertas o explícitas) de distintos mercados tienen que ser
políticas de estado.

Por una parte, el gobierno no ha logrado establecer la construcción


institucional que consolide el largo aliento de varias de estas medidas por lo
cual aún es difícil clasificar estas estrategias como políticas de estado. Por
otro, la volatibilidad del consenso político argentino hace altamente probable
que futuros gobiernos no acuerden con esta recopilación (ya sea en todo o
en parte). Por tanto, no parecen estar dadas las condiciones para sostener
que las citadas sean políticas de estado.
A veces da la impresión de que el Estado argentino es tratado como un ente
sobre poderoso que se puede conducir sin política. Por lo menos así lo tratan
gran parte de la derecha (política y mediática), criticando al gobierno por no
establecer políticas de estado (más allá del contenido de ellas revisado más
arriba), en la suposición de que los burócratas administrativos del estado no
tienen vinculación política alguna, y una vez echada a rodar la “política de
estado” el problema para la implementación pasa a ser meramente
administrativo.

Este tipo de manifestaciones no son objetivas, por supuesto. Tienden a


separar (idealmente) política y administración pública, política y economía.
Como si fueran esferas que pudieran trabajar independientemente. Este tipo
de postulados provienen del neoliberalismo, cuyos ideólogos esperaban que
los modelos económicos no sufrieran desvíos políticos. Se trata de la falacia
de no contemplar la importancia de la política en el establecimiento de
medidas que sirve para regular.

 Políticas de gobierno
La "política de gobierno" es aquella que obedece en particular a los
intereses o criterio de una determinada administración o gestión
gubernamental. Solo corresponde a solo un periodo de gobierno
presidencial (cinco, cuatro o menos años)

4. POLITICAS ESDUCATIVAS

 Relaciones entre las políticas de estado y educativas


La educación ha ocupado en el neoliberalismo un lugar importante. Al
sistema educativo se ha aplicado también el maniqueismo que tiende a
minusvalorar lo público y a exaltar las bondades de lo privado.

El impacto de las políticas neoliberales en educación se centra sobre todo


en la pérdida de su carácter público, en la consideración de que la
educación es un bien de mercado sujeto a las leyes de la oferta y la
demanda, desapareciendo de la vida pública la concepción de la educación
como un derecho social.

La corriente privatizadora de la educación ha utilizado importantes razones


a su favor tales como, la reducción presupuestaria, la necesidad de
estimular y dinamizar las instituciones escolares y la mejora del rendimiento
escolar, partiendo de una presunción, no probada, de que la escuela pública
no es eficaz ni eficiente.

No obstante, los impulsores de la privatización conscientes de la fuerza de


logros educativos alcanzados por el sistema público a lo largo de dos siglos,
optaron por una doble red de centros de educación, públicos y privados. Los
tres instrumentos básicos esgrimidos por los neoliberales para la nueva
orientación del sistema educativo son: la calidad de la educación, la libertad
de elección de centro docente y la autonomía institucional de las
instituciones docentes.

La calidad de la educación la identifican con el rendimiento escolar sin tener


en cuenta la desigual situación de partida del alumnado. La obsesión
neoliberal es la adquisición de conocimientos, olvidando otros elementos,
igual o más importantes, que la escuela debe realizar como son la formación
general y ciudadana de los alumnos, la orientación escolar, el mismo
proceso de enseñanza y aprendizaje, entre otras.

Se opta por una concepción economicista de la educación y se olvida la


especificidad pedagógica. Se considera a la escuela como un bien de
mercado, una unidad de producción y, por tanto, es evaluada solamente en
función de los resultados que produce. El discurso de la libertad de elección
de centro docente, se contrapone al importante papel que debe jugar la
educación como factor de cohesión y de integración social. Las políticas
neoliberales combaten la presunta ineficacia de las escuelas públicas con
la idea de un mercado de bienes educativos donde cada familia puede elegir
libremente, es una variante del principio de libertad de enseñanza.
La autonomía de los centros docentes propuesta con la aspiración de
fomentar la capacidad de iniciativa de los centros, desemboca en la
competencia entre las escuelas. En virtud de la autonomía institucional el
éxito o fracaso corresponde ahora a los centros docentes, desplazando la
responsabilidad de los poderes públicos a los propios centros. La autonomía
institucional, requiere unos límites y unos medios. ¿Cuál es el margen de
autonomía que se propone? ¿Cómo se resuelve la tensión entre la
descentralización y autonomía institucional y la unidad del sistema
educativo?
 Papel del estado en la educación y sus políticas de estado

El Estado ha sido un actor relevante en la difusión de la educación durante


el último siglo. Sin embargo, desde distintas perspectivas, a veces se
cuestiona su papel. Se argumenta, por ejemplo, que no es necesario delegar
la función educativa en el Estado, puesto que hay distintos agentes –como
la familia o las asociaciones comunitarias- que pueden desempeñarla
adecuadamente.

Otro de los argumentos frecuentes contra la participación del Estado en la


educación se apoya en la posibilidad –por parte del Estado– de impedir
cambios en la sociedad, ya que el Estado organiza las funciones educativas
para mantener un determinado orden político y social. Sabemos que a través
de una institución como la escuela, no sólo se imparten conocimientos
técnicos, sino también valores, visiones del mundo, maneras de organizar el
pasado y el presente.
Entonces, sostienen los críticos, la intervención del Estado podría afectar la
capacidad de libre discernimiento de las personas.

Es cierto que el control de la escuela por parte de un Estado autoritario


afecta la libertad de pensamiento, en tanto transforma esta institución en un
espacio de adoctrinamiento, de difusión de una única visión de la realidad.
En cambio, en un Estado democrático, en el que las instituciones están
conformadas por representantes del pueblo y expresan las diferencias
existentes en esa sociedad, el papel del Estado en la educación es difícil de
cuestionar.

Es cierto que el control de la escuela por parte de un Estado autoritario


afecta la libertad de pensamiento, en tanto transforma esta institución en un
espacio de adoctrinamiento, de difusión de una única visión de la realidad.

En cambio, en un Estado democrático, en el que las instituciones están


conformadas por representantes del pueblo y expresan las diferencias
existentes en esa sociedad, el papel del Estado en la educación es difícil de
cuestionar.

En este caso, no es un grupo minoritario, sino la misma sociedad –a través


de representantes– la que decide cómo se organizará el sistema educativo,
qué contenidos, qué metodología y qué recursos son prioritarios en la
enseñanza, cómo se integran las distintas perspectivas y cómo se respeta
la diversidad de creencias.

Por otro lado, un sistema democrático permite la creación de instituciones


educativas privadas, que pueden impartir -además de los contenidos
básicos acordados por el conjunto de la sociedad- otras enseñanzas que
interesen al grupo o al sector que sostiene esa institución; por ejemplo,
principios religiosos o la lengua de una determinada comunidad. En general,
en los países democráticos contemporáneos hay un ciclo mínimo de
obligatoriedad de la enseñanza, que se debe cumplir en una institución
formal.

En un contexto democrático, las decisiones sobre la necesidad de un ciclo


obligatorio y sobre los contenidos que se deben enseñar en las escuelas no
son arbitrarias. Son el resultado de la discusión y el acuerdo del conjunto de
la sociedad.
5. EDUCACIÓN
 Definiciones

Se denomina educación a la facilitación del aprendizaje o de la obtención de


conocimientos, habilidades, valores y hábitos en un grupo humano
determinado, por parte de otras personas más versadas en el asunto
enseñado y empleando diversas técnicas de la pedagogía: la narración, el
debate, la memorización o la investigación.

La educación es un proceso complejo en la vida del ser humano, que ocurre


fundamentalmente en el seno de la familia y luego en las distintas etapas de
la vida escolar o académica que el individuo transite (desde el nivel de
preprimaria hasta la universidad).

Sin embargo, no solo el conocimiento organizado y compartimentado de las


ciencias y los saberes es educación: también lo son las tradiciones locales,
las creencias familiares o los modos de conducta heredados.

El resultado final del proceso educativo es incierto, ya que el ser


humano nunca deja de aprender, por ende, de cambiar sus conductas y sus
preceptos. Sin embargo, las etapas iniciales de la vida se consideran
cruciales para la formación y educación del individuo (tanto en aspectos
formales como en materia afectiva, ciudadana, entre otros), ya que serán
responsables del modo de actuar que el individuo presente en su adultez.

Al mismo tiempo, la educación formal o académica es considerada en


nuestras sociedades una institución al servicio del ser humano, de su
mejoramiento y su aprendizaje, en el que puede no sólo adquirir
conocimientos profundos y complejos, sino también moldear una forma de
pensamiento en los asuntos de la ética, la moral, la afectividad, entre otros.
 Ley de educación Nacional Decreto Legislativo 12-91

Análisis Decreto Legislativo 12-91

Ley de Educación Nacional La Ley de Educación Nacional, Decreto


Legislativo No. 12-91, está contenida en trece títulos organizados de la
siguiente manera:

Título I Principios y fines de la educación

Título II Sistema educativo nacional Título

III Garantías personales de educación derechos y obligaciones.

Título IV Modalidades de la educación

Título V Calidad de la educación

Titulo VI Planeamiento y evaluación

Título VII Supervisión educativa

Título VIII Validez de estudios, títulos y diplomas

Título IX Programas de apoyo

Título X Becas Título

XI Régimen económico y financiero

Título XII Disposiciones Generales

Título XIII Disposiciones transitorias y finales

El interés del presente trabajo es demostrar que la ley de educación nacional


no cumple con los preceptos para los cuales fue establecida, por lo que se
analizan los artículos más importantes de la misma y la realidad de la
educación de Guatemala.

Define a la educación como: “El sistema educativo nacional es el conjunto


ordenado e interrelacionado de elementos, procesos y sujetos a través de los
cuales se desarrolla la acción educativa, de acuerdo con las características,
necesarias e intereses de la realidad histórica, económica y cultural
guatemalteca.” (Art. 3) Definición de centros educativos públicos “Son
establecimientos que administra y financia el Estado, para ofrecer sin
discriminación el servicio educacional a los habitantes de país, de acuerdo a
las edades correspondientes a cada nivel y tipo de escuela normados por el
reglamento.” El Estado tiene la obligación de dar educación a todos sus
habitantes, por lo que se hace necesario centros públicos educativos, que
actualmente son insuficientes, ya que en la actualidad un gran porcentaje de
niños en edad escolar no tienen oportunidad de recibir educación primaria, y
en el área rural es mayor el problema de la falta de centros de educación.

Definición de Ministerio de Educación “Es la institución del Estado


responsable de coordinar y ejecutar las políticas educativas, determinadas
por el sistema educativo del país.” (Art. 8) El Ministerio de Educación gasta la
mayor parte de su presupuesto en funcionamiento por lo que los programas
de apoyo que tiene regulado la ley de educación vigente en la práctica no se
realiza lo que indica el Artículo 78 que establece: El Ministerio de Educación
creará y promoverá programas de apoyo para mejorar la salud, la nutrición y
la recreación de los educandos de todos los niveles obligatorios.

Permanece la declaración de la enseñanza religiosa optativa. Se establece


en el Art. 103 la enseñanza religiosa es optativa en los establecimientos
oficiales y podrá impartirse dentro de los horarios ordinarios, sin
discriminación alguna.

La Ley de Educación Nacional vigente dejo de ser positiva porque no


responde al proceso educativo actual.
Se han mencionado solamente algunos elementos de nuestra realidad que
a la larga, incide en el desarrollo económico-social del país y que imposibilitan
que los Factores educativos alumnos, maestros, padres de familia y
autoridades educativas, respondan eficazmente al mandato constitucional
consagrado en la sección cuarta, del capitulo II.

Los fines y principios de la educación Principios y fines educativos:

Principios y fines educativos: “Son aquellas verdades, proposiciones o ideas


que norman el pensamiento y la conducta educativa”.

En los artículos uno y dos de la Ley de Educación Nacional vigente están


regulados los - principios y fines por los cuales se fundamenta la educación
en Guatemala. Estos principios y fines deben estar acorde con lo que
establece la Constitución de la República.

La Ley de Educación Nacional, especialmente sus principios y fines, deben


contribuir a recuperar la visión de conjunto que hoy se ha perdido a causa de
las necesidades de especialización y de la incomunicación prevaleciente
dentro de la división académica del trabajo. Directrices cuya connotación
concuerda con los preceptos de la Constitución de la República, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos así como con los
pronunciamientos gremiales de las entidades magisteriales (ANM) surgida en
la Post huelga de 1989. Los principios y fines del Decreto Ley 12-91 ahora
objeto de estudio y que deben difundir se quedan sintetizados en estos
lineamientos:

o La educación es un derecho innato y constitucional.


o Los Derechos Humanos, la constitucionalidad, el régimen de Derecho
y los convenios Internacionales deben institucionalizarse.
o El educando es centro y sujeto del proceso educativo
o Valorar el entorno nacional, multiétnico, pluricultural, y polílingue.
o Integrar la conciencia individual-social
o Propiciar la conciencia crítico-reflexiva e histórica.
o Gestar la independencia económica y la solidaridad productiva.
o Investigar, planificar, dirigir, ejecutar y evaluar el proceso educativo.
o Proteger y promover el patriminio nacional, la ecología y identidad
nacional.
o Orientar los cambios sociales y la formación cultural.
o Propiciar la coeducación, la diversificación y la cobertura educativa.
o Fomentar la formación científico y la comunicación efectiva. ¾ Priorizar
la ética, el profesionalismo y la calidad educativa.
o Promover e impulsar la actualización metodológica.
o Fortalecer en el educando, la importancia de la familia como núcleo
básico social y como primera y permanente instancia educadora.
o Fomentar en el educando un completo sentido de organización
responsabilidad, orden y cooperación, desarrollando su capacidad
para superar sus intereses individuales en concordancia con el interés
social
o Promover la coeducación en todos los niveles educativos.

 Funciones de la educación

Toda institución social cumple la tarea de satisfacer ciertas necesidades


de los individuos. La educación, como institución social, también realiza
importantes y múltiples funciones, a través de las cuales proporciona
unidad, madurez, cohesión, tanto al grupo en general como a sus
miembros. Hay toda una serie de finalidades sociales de la educación que,
más allá de sus fines meramente individuales y a menudo en consonancia
u oposición con los mismos, son inherentes a la misma. Entre otras
funciones destacamos las siguientes:

Asegurar la continuidad social Al igual que los seres vivos, la sociedad


trata de reproducirse y de perpetuar su identidad a lo largo del tiempo. Esto
lo consigue transmitiendo a las nuevas generaciones todo el patrimonio
cultural acumulado por las generaciones anteriores. En este sentido la
sociedad es conservadora y procura mantener sus tradiciones, usos y
costumbres. La educación es uno de los principales medios para formar
ciudadanos que encajen con los moldes socialmente preestablecidos.

Promover el cambio social Pero la sociedad necesita al mismo tiempo


introducir nuevas variantes y perspectivas, capaces de renovar viejas
estructuras y asegurar su supervivencia y progreso. La educación
contribuye también a fomentar el espíritu crítico y la creatividad de los
individuos, a promover y preparar el terreno para el cambio social. No
obstante, algunos críticos de la educación dudan que la escuela, como
institución educativa y dado el carácter conservador de la misma, pueda
llevar a cabo el carácter innovador y progresista de la sociedad. Es posible,
señalan, que la escuela intente preparar a los individuos para los retos
sociales del futuro, pero con escaso éxito y muy lejos de los objetivos que
pretenden alcanzar los idealistas de la educación. 3. Adaptar a los
individuos al grupo Si el cambio social fuese demasiado rápido o intenso,
la sociedad viviría una situación de crisis, de inseguridad y desconcierto.
La función tradicional que ha desempeñado la educación es la de facilitar
la inserción del individuo en el mundo social, hacerle miembro del grupo
social. La vida social requiere que a través de la educación los nuevos
miembros se adapten paulatinamente a las situaciones existentes.

Ejercer un control social: todo grupo humano establece unas normas


sobre el comportamiento de sus miembros y los obliga a someterse a ellas.
Gracias a la educación se consigue la cohesión, la unidad del grupo, y se
establecen las condiciones de su identidad y de su fuerza. Este control se
ejerce de modos muy diversos: ideología, costumbres, religión, derecho,
sanciones, entre otros.

Servir a los fines políticos Según lo anterior, la educación se muestra un


buen instrumento al servicio de los designios políticos, pudiendo preparar
a los individuos para un cambio y, sobre todo, para consolidar la situación
existente.

Realizar una selección social: la educación, a través de procedimientos


selectivos, puede establecer diferencias entre unos individuos y otros y
conferirles roles sociales diferentes. Algunos sociólogos, consideran que
esto puede ser negativo, dado que la escuela tiene un papel activo en la
perpetuación de las desigualdades sociales, en la medida que el sistema
escolar enseña y propaga la cultura de las clases dominantes. Otros, sin
embargo, defienden dicha selección, cuando lo que se pretende es formar
y seleccionar cuadros directivos competentes que sepan dirigir
eficazmente los destinos de la colectividad.

Disminuir las diferencias sociales: Frente a las posturas anteriores, la


educación debe mirar a unos intereses del individuo pero también, al
propio tiempo, a las conveniencias de la sociedad, ha de promocionar a las
capas inferiores de la sociedad, según el principio de igualdad de
oportunidades. La educación a ser uno de los principales instrumentos que
permitan la igualación de los diversos sectores sociales.
CONCLUSIONES

1. El desarrollo económico y social de un país depende en gran medida del nivel


educativo y cultural del mismo. En efecto, la escuela, al elevar el nivel cultural
de los individuos aumenta también sus capacidades y, sobre todo, les otorga
una base para la cualificación profesional.

2. La educación no formal, debido a su carácter flexible, puede resultar útil para


enfrentar las exigencias que emanan de los cambios de pensamiento,
descubrimientos científicos, nuevas tecnologías, ya que permite la adaptación
rápida y pertinente a las innovaciones.

3. La educación sistemática como función primordial debe de promover la igualdad


de oportunidades y de realización personal para todos los guatemaltecos, para
tener como objetivo el bien común.

RECOMEDACIONES

1. Es necesario que un país al desarrollarse económica y socialmente, los


beneficios sean para todos y no solo para la clase empresarial o política como
en nuestro país; porque siempre se menciona que hay crecimiento pero este es
macro económico.

2. En nuestro país la educación no formal como la que importe INTECAP es


importante porque promueve que las personas que no tuvieron oportunidad de
integrarse a la educación formal pero es recomendable que los empresarios no
se aprovechen y paguen salarios de mínimos

3. Es recomendable que el estado de Guatemala garantice empleo y salarios


justos para todos los profesionales, que se han preparado dentro de la
educación sistemática.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Américas. Un caso crítico de las políticas educativas de la última década.
Buenos Aires: Miño Dávila.
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Seminario Internacional. Santiago: UNESCO, UNICEF, Fundación Ford,
Universidad Alberto Hurtado.
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escolares. Bogotá: Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo
Pedagógico IDEP.
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incidencia. Las escrituras de la política. La rebelión del lenguaje (pp. 125- 148).
Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional

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