Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1. INTRODUCCIÓN
En este período la música goza de un lugar preminente entre las artes, lo cual no impide
que se establezcan lazos entre esta y otros elementos extramusicales como el lied
(poema con acompañamiento musical) o la música programática (representa ideas o
imágenes).
2. ETAPAS
El Romanticismo abarca todo el siglo XIX y acaba con las innovaciones modernistas de
comienzos del siglo XX. Se subdivide en:
Las corrientes románticas hunden sus raíces en el Sturm und Drang del siglo XVIII, que
se desarrollan de forma paralela a las tendencias clásicas de Mozart, Haydn y
Beethoven. En esta época surge la primera generación, en la que destacan Weber,
Schubert y el último período de Beethoven.
Comienza una nueva época estilística basada en los dramas sinfónicos y en las óperas de
madurez de Verdi. Surge una nueva generación con Franck, Bruckner, Brahms y otros.
3. ARMONÍA
A lo largo del siglo XIX, el lenguaje se ve enriquecido por los novedosos enfoques
musicales y por el tratamiento de la modulación. La armonía y el color instrumental
experimentan un gran desarrollo técnico.
Acordes “tradicionales”
Uno de los recursos más característicos del romanticismo son los acordes alterados:
- Surgen los acordes por superposición de notas extrañas. Chopin utiliza sol si fa
mi como dominante, y Schumann sol re fa do. Son los “acordes con nota de
sustitución”, que tendrán un amplio uso más tarde. Wagner extiende esta
práctica a los acordes de novena de dominante sol re fa la do.
- En el modo Menor se produjo un particular ensanchamiento, además, los autores
románticos utilizarán en el modo menor los acordes pertenecientes a su relativo
mayor (incluido el napolitano) y el homónimo de este.
- Los compositores del siglo 19 hicieron uso del famoso “acorde Tristán”, que era
una excepción a la alteración de los acordes.
Jean Pierre Bartoli lo llama “sintaxis de las notas vecinas”, que consiste en llevar una o
más notas del acorde hacia una nota inmediatamente vecina. El cromatismo cobra
protagonismo. La conducta lineal de las voces prima sobre lo demás.
Entre las tentativas más radicales se encuentra la cadencia II-I. El II puede incluso
aparecer rebajado, obteniéndose así la cadencia frigia.
También se encuentran otras cadencias con subtónica en vez de con sensible. Podemos
encontrar una cadencia sensible “debilitada” por el añadido de una nota suspensiva no
resuelta. Esas cadencias serán muy usadas en el jazz. La mayoría de cadencias
anteriores se encuentran precedidas por una cadencia perfecta V-I.
Progresiones al revés
Podemos encontrar las progresiones tonales usuales al revés.
1. El uso creciente del cromatismo, el estatus seguro del tono y el estatus seguro de los
objetivos dentro de un tono.
2. El uso creciente de la disonancia en la forma de notas extrañas a la armonía, acorde
disonante y acordes alterados.
3. El uso creciente de relaciones armónicas lejanas entre acordes consecutivos y entre
áreas tonales.
4. El uso de alteraciones modales y escalas no diatónicas y algunos ejemplos son el
uso de modos antiguos en Chopin y el de la escala por tonos enteros en Liszt.
5. La evitación de las afirmaciones tonales directas de las progresiones básicas de la
armonía funcional y de la conducción de las voces.
4. TEXTURA Y CONTRAPUNTO
Durante el romanticismo continúa predominando la textura de melodía
acompañada dos puntos una sola melodía independiente y uno o varios niveles
de acompañamiento. La invención textural está frecuentemente asociada a la
consecución de timbres orquestales especiales. La melodía puede aparecer en
el nivel más grave, más agudo o intermedio. Se desarrolla la fantasía e
inventiva en la elaboración de patrones de acompañamiento o en el modo de
disponer la melodía y el nivel o niveles de acompañamiento.
El uso del contrapunto es asistemático. El empleo de la técnica canónica se
puso de manifiesto en las composiciones de aquellos maestros comprometidos
con la tradición clásica como fue Brahms. La fuga se incorporaba a la sonata o
bien se concibe como tiempos finales culminantes. Como principio formal
artístico y consecuente pierde interés.