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El tabaquismo es una enfermedad adictiva, crónica y recurrente, que en el 80% de los casos
se inicia antes de los 18 años de edad y que se mantiene merced a la dependencia que
produce la nicotina y cuyas principales manifestaciones clínicas son: trastornos
cardiovasculares, trastornos respiratorios y aparición de tumores en diversas localizaciones.
Tiene una alta prevalencia que varía en los diferentes países de acuerdo a criterios sociales,
económicos y culturales. El tabaquismo es la principal causa de mortalidad prematura y
evitable, en los países desarrollados.
En los países desarrollados el tabaco causa el 35 % de las muertes en los varones de edad
media y más de una quinta parte en la vejez. En las mujeres aún no se ha alcanzado el
máximo de la epidemia del tabaco, mientras que en los varones la mortalidad atribuible
comienza a disminuir en los últimos años.
Todo fumador debe recibir intervención terapéutica para incitarle, animarle o ayudarle a
dejar de fumar. La forma e intensidad del tratamiento que se brinde a cualquier fumador
depende de las características de cada fumador. El grado de motivación que el sujeto tenga
para dejar de fumar, así como, su grado de dependencia física y psíquica deben ser
adecuadamente valorados para proporcionarle el mejor tratamiento.
El tratamiento que debe recibir cualquier fumador que quiera realizar un serio esfuerzo por
dejar de fumar incluye una combinación de tratamiento farmacológico para aliviar la
dependencia que el sujeto tiene por la nicotina y asesoramiento psicológico para combatir
la adicción que el fumador tiene por el consumo inhalado de tabaco.
Los programas comunitarios de prevención del tabaquismo han sido impulsados por la
OMS (Organización Mundial de la Salud), y otras Asociaciones Científicas, destinados a
sensibilizar a los líderes sociales y a la población general (medio escolar y laboral) y grupos
de riesgo a fin de convencerles de la necesidad de adoptar hábitos de vida saludables. Para
que estos programas obtengan resultados aceptables, es necesario que cumplan al menos,
los siguientes aspectos: prolongación en el tiempo, implicación de los profesionales,
participación de los medios de comunicación y establecimiento de normas restrictivas sobre
el consumo de tabaco en las instalaciones, donde se celebren estos actos.
http://www.infosalus.com/enfermedades/aparato-respiratorio/tabaquismo/que-es-
tabaquismo-3.html
ALCOHOL Y ALCOHOLISMO
El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central que inhibe los centros
cerebrales del autocontrol. No es una droga estimulante, como se cree. La euforia inicial
que provoca es debida precisamente al efecto de inhibir dichos centros responsables del
autocontrol.
El alcohol es la droga más aceptada socialmente y la más usada, y también la que más
problemas sociales y sanitarios causa.
El componente principal de las bebidas alcohólicas es el alcohol etílico o etanol. Las
bebidas tienen diferente concentración de etanol en función de su elaboración. Según esta
elaboración tenemos bebidas alcohólicas fermentadas (cerveza, vino) o bebidas alcohólicas
destiladas (vodka, whisky, ginebra, etc)
Según la cantidad de etanol que tengan, las bebidas alcohólicas tienen una diferente
graduación, siendo más elevada en bebidas destiladas en las que puede llegar a 40º y 50º.
USO Y ABUSO: EFECTOS DEL ALCOHOLISMO
El consumo de alcohol / alcoholismo afecta de forma negativa a todo el organismo del
bebedor, incluso puede dañar al feto en casos de embarazo y consumo de alcohol.
Los efectos del alcohol y del alcoholismo en el organismo dependen varios factores como
el peso, edad, sexo, velocidad en su ingesta, etc, y a pesar de la euforia y deshinibición
iniciales, afectan negativamente a los músculos, al sistema nervioso, estómago, sistema
cardiovascular, hígado, páncreas, intestino o genitales, provocando enfermedades como la
miopatía, polineuropatía, neuritis, encefalopatía, psicosis, gastritis, vómitos, hipertensión
arterial, arterioesclerosis, hepatitis, cirrosis, pancreatitis, deficiencias nutricionales,
impotencia, atrofia testicular, etc.
El alcoholismo es una enfermedad caracterizada por el fuerte deseo de consumir alcohol y
su abuso continuado a pesar de las consecuencias negativas para el organismo antes
mencionado y el deterioro de la salud, de las relaciones personales o de la capacidad de
ejercer una profesión de forma adecuada.
Una vez conocidas las causas y efectos del alcoholismo, y con la experiencia de años
tratando la adicción al alcohol, hemos comprobado que las Comunidades Terapéuticas,
como centros de desintoxicación del alcoholismo son el mejor recurso para el tratamiento,
desintoxicación y deshabituación del alcoholismo en adictos al alcohol, ya que cuenta con
unos beneficios para el paciente que otros recursos no tienen.
Un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de diversos campos que
intervienen en el proceso de recuperación de la persona adicta al alcohol. Médicos,
psiquiatras, psicólogos, educadores sociales, fisioterapeutas, auxiliares socioeducativos,
abogados, etc., hacen que la asistencia y ayuda que reciba la persona en tratamiento de
alcoholismo sea completa en todos los niveles.
Los cambios de hábitos y rutinas que van asociados a la propia identidad de este tipo de
centros de tratamiento para adicciones. Al estar conviviendo en el centro, la persona tiene
que adecuarse a los horarios, rutinas y métodos del centro, por lo que varía sus hábitos
anteriores relacionados con el consumo de alcohol.
Además de las terapias individuales, en los centros y comunidades terapéuticas los se crean
grupos de autoayuda, lo que favorece notablemente que adquieran habilidades sociales,
sientan empatía, aprendan a gestionar y solucionar conflictos y establezcan relaciones
personales positivas.