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Cuando un hijo falta al respeto a sus padres el primer sentimiento que lo puede embargar es
de impotencia… ¿Cómo es posible? O quizás también de rabia y enojo ¡¿Cómo es posible?!
Frente a estas situaciones, en vez de realzar esta pregunta, es pertinente pensar qué hacer
cuando esto pase.
¿Sabías que muchas veces la falta de respeto hacia los padres de familia tiene que ver con el
estilo parental que ejercen los padres?
En el caso del estilo autoritario, un niño puede irrespetar a sus padres porque ha entendido
que es válido lastimar y herir al otro.
Para el caso del estilo permisivo, el niño tiende a irrespetar puesto que en su hogar no se han
establecido normas y límites y, por ende, hay unos padres de familia que ceden fácilmente y
que como consecuencia pocas veces dicen que no a algunas de sus peticiones.
Es por esto que el principio de disciplina firme y amable, promueve un estilo de crianza en el
cual los niños desarrollan el sentimiento de pertenencia e importancia. Esto ayuda a disminuir
las situaciones de irrespeto hacia los padres.
A continuación, algunos tips prácticos para convertir el irrespeto en el valor del respeto:
9) Escucha activa: una escucha activa y efectiva sucede cuando el adulto evita
juzgar.
10) Evitar las luchas de poder: recordar que no somos más por ser los padres será
de gran ayuda. Somos los padres, pero para guiar y acompañar. Ambos
merecemos el mismo respeto.
Finalmente, la clave para que un niño aprenda a respetar, es que se sienta respetado. La
mejor forma de enseñar algo, es por medio del ejemplo.