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COMPETENCIAS SÍ / NO A/B/C
RESULTADO
En la base de todo este proceso estaba la crisis socioeconómica que, desde el siglo III, venía
sufriendo el mundo romano. Efectivamente, desde ese siglo la decadencia de la industria
artesanal de la mitad occidental del Imperio, víctima de la competencia oriental, es evidente y se
traduce en la ruina de la vida artesana de muchas ciudades.
TEXTO EXPOSITIVO__________________________
EL GRAFITI EN EL TIEMPO
El grafiti, por su misma naturaleza, se debe entender
como una expresión artística que integra la escritura con
el dibujo. Los muros siempre han hablado. Desde las
pinturas rupestres de Altamira, pasando por las
inscripciones del imperio romano o los carteles
publicitarios, el espacio público se ha revelado a lo largo
de la historia como un soporte artístico y propagandístico de excepción, hasta llegar al
olimpo de los museos.
Aunque es difícil determinar el momento exacto del nacimiento del grafiti, sí existe
consenso sobre la importancia que representaron para esa disciplina artística los
escritores de Nueva York, ciudad en la que a finales de los años 1960 y principios de los
1970 se popularizaban firmas como las de Julio 204 o Taki 183.
Con la entrada del nuevo milenio, mientras el arte urbano se globalizaba con artistas
como el británico Bansky o el italiano Blu, las calles de Francia fueron testigo del
ascenso de Space Invader, cuyos mosaicos se inspiran en el célebre juego de
marcianitos de los años ochenta.
Son años en los que ganan relevancia artistas como Zuman Kojito o C2015, que siguen
pintando en la calle mientras exploran la vertiente comercial de un arte efímero llamado
a perdurar.
En paralelo, florecen galerías y casas de subastas especializadas donde se venden
obras a celebridades como los actores Brad Pitt y Jude Law o el multimillonario artista
Damien Hirst.
El grafiti se abre paso en museos como el Centro Pompidou y espacios culturales como
la Fundación Cartier o el Grand Palais, de forma que esa disciplina anónima y furtiva,
sancionada en Francia con multas de hasta 30.000 euros
(32.321 dólares), se instala en el "establishment" de la
cultura. Aunque en contadas ocasiones se tolera y se
promueve, la alcaldía de París borra cada año 200.000
metros cuadrados de grafitis de sus calles, mientras
proliferan mapas que ubican algunos de los trabajos más
interesantes.
El documental ‘Style Wars’, de 1983, muestra los primeros pasos de los grafiteros en el
universo comercial del arte, saltando directamente de las cocheras de los metros a las
galerías.