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ESCUELA DE PSICOLOGÍA
INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA
SÍNDROME DE DOWN
PROFESOR:
ESTUDIANTES:
A lo largo de los años, el ser humano ha tratado de buscar por medio del estudio un sinfín
de respuestas en relación no solo a las enfermedades físicas y estructurales del hombre, sino
además aquellas que conciernen a la mente humana. Elemento complejo de analizar debido a
factores como el entorno, la educación, cultura, perspectiva, genes, entre muchos otros.
enfermedad.
Es por ello, que dentro de las grandes gamas de estudio expuestas por manuales como el
DSM o el CIE, según muy variadas versiones, dentro del mundo de la Salud Mental se encuentra
uno en específico el cual ha sido el centro de grandes fotos, más aun, por las poblaciones que la
padecen, esta no es más que el Síndrome de Down. Por consiguiente se formulan las siguientes
preguntas: ¿cómo puede afectarnos la genética?, ¿es posible cambiar y/o alterarla?, ¿cómo
determinarla?
Trastorno de Síndrome de Down
El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia
extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales (trisomía del par
21), caracterizado por la presencia de un grado variable de retraso mental y unos rasgos físicos
peculiares que le dan un aspecto reconocible. Es la causa más frecuente de discapacidad psíquica
congénita1 y debe su nombre a John Langdon Haydon Down que fue el primero en describir esta
alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio
de 1958 un joven investigador llamado Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una
alteración en el mencionado par de cromosomas. Es con ello que también se puede interpretar
lugar de 46. Hace que la persona presente anomalías físicas y retraso mental y social, aunque
existen diferentes grados de gravedad. Todo esto puede generar diversos problemas a lo largo de
su crecimiento.
Genética: Las células del ser humano poseen cada una en su núcleo 23 pares de
describen y nombran en función de su tamaño, del par 1 al 22 (de mayor a menor), más el par de
que debería ocupar el lugar 22, pero un error en la convención de Denver, que asignó el síndrome
de Down al par 21 ha perdurado hasta nuestros días, manteniéndose por razones prácticas esta
nomenclatura. El cromosoma 21 contiene aproximadamente el 1% de la información genética de
un individuo en algo más de 400 genes, aunque hoy en día sólo se conoce con precisión la
Trisomía libre Código CIE-10: Q90.0.: El síndrome de Down se produce por la aparición
de un cromosoma más en el par 21 original (tres cromosomas: “trisomía” del par 21) en las
células del organismo; según se trate de una mujer o de un varón, respectivamente. La mayor
parte de las personas con este síndrome (95%), deben el exceso cromosómico a un error durante
la primera división meiótica (aquella por la que los gametos, óvulos o espermatozoides, pierden
la mitad de sus cromosomas) llamándose a esta variante, “trisomía libre” o regular. El error se
debe en este caso a una disyunción incompleta del material genético de uno de los progenitores.
(En la formación habitual de los gametos el par de cromosomas se separa, de modo que cada
progenitor sólo transmite la información de uno de los cromosomas de cada par. Cuando no se
(frecuentemente a uno de los dos cromosomas del par 14), por lo cual el recuento genético arroja
una cifra de 46 cromosomas en cada célula. En este caso no existe un problema con la disyunción
cromosómica, pero uno de ellos porta un fragmento “extra” con los genes del cromosoma
un estudio genético a los progenitores para comprobar si uno de ellos era portador sin saberlo de
la translocación, o si ésta se produjo por primera vez en el embrión. (Existen portadores “sanos”
pegado, a otro).
denominada “mosaico” (en torno al 2%6 de los casos). Esta mutación se produce tras la
concepción, por lo que la trisomía no está presente en todas las células del individuo con SD, sino
sólo en aquellas cuya estirpe procede de la primera célula mutada. El porcentaje de células
afectadas puede abarcar desde unas pocas a casi todas, según el momento en que se haya
enzimas.
Morbilidad
Según la OMS la incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa
entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos. A principios del siglo XX, se esperaba
que los afectados por este síndrome vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80% de los
adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años. La proporción de madres con edad ≥ 36
años al tener un hijo con síndrome de Down ha aumentado, ha sido del 33% si se compara con el
período anterior. Este aumento se ha observado en toda Europa de manera generalizada, entre un
8 y un 25% en los últimos 20 años. En los Emiratos Árabes el 41,6% de las madres tenían ≥ 36
años al tener un hijo con síndrome de Down. Esto significa que el factor “edad” de las madres
pesa más que el factor “diagnóstico prenatal” y el “aborto” que a veces le acompaña. Este
aumento de prevalencia concuerda con el observado en otras poblaciones de Australia, Reino
Unido, Estados Unidos y Europa Occidental, por el mismo motivo: la mayor edad de la madre.
Consideran que los mayores factores de riesgo de muerte en el recién nacido provienen de
profundamente el pronóstico, pero se consideran aún altas las cifras de mortalidad y morbilidad
en comparación con la población general, debidas en buena parte a las infecciones respiratorias.
Se considera que las perspectivas de atención a largo plazo son buenas, si bien es preciso no bajar
la guardia. Los niños con síndrome de Down suelen recibir el diagnóstico antes del nacimiento o
Comorbilidad
cardiopatía congénita, es decir, una patología del corazón presente en el momento del
nacimiento, 21 siendo estas la causa principal de mortalidad en niños con SD. Algunas de
estas patologías sólo precisan vigilancia para comprobar que su evolución es adecuada,
mientras que otras pueden necesitar tratamiento quirúrgico urgente. Casi la mitad de ellas se
corresponden con defectos del septo aurículo-ventricular (ausencia de cierre más o menos
completa de la pared que separa aurículas y ventrículos). Una tercera parte (en torno al 30%
según las fuentes) son defectos de cierre del septo ventricular (pared que separa los
ventrículos entre sí), y con menos frecuencia se encuentran otras patologías como ostium
secundum, 22 ductus arterioso persistente23 o tetralogía de Fallot. 24. Esta es una patología
grave que precisa cirugía, habitualmente en el primer año de vida, para reparar los defectos.
Los adultos con SD presentan, en cambio, menor riesgo de arterioesclerosis y unas cifras de
tensión arterial inferiores a las de la población general, por lo que se consideran un grupo
general: en torno al 10% de las personas con SD presentan alguno de estos trastornos. La lista
variable, pero las que presentan una mayor incidencia son la atresia esofágica, la atresia o
quirúrgico precoz para impedir aspiración de saliva y alimento a la vía aérea y permitir el
al promedio de padecer trastornos tiroideos. Casi la mitad presentan algún tipo de patología
que en muchos casos no precisan tratamiento, aunque cuando su gravedad lo requiere deben
intelectual.
Trastornos de la visión: Más de la mitad (60%) de las personas con SD presentan durante su
las cataratas congénitas o la miopía son las patologías más frecuentes. Dada la enorme
importancia que la esfera visual supone para el aprendizaje de estos niños se recomiendan
controles periódicos que corrijan de manera temprana cualquier déficit a este nivel.
una mala transmisión de la onda sonora hasta los receptores cerebrales). Esto es debido a la
presencia de patologías banales pero muy frecuentes como impactaciones de cerumen, otitis
caries, pero suelen presentar con frecuencia trastornos morfológicos por malposiciones
dentaria. Son necesarias revisiones periódicas para una corrección precoz de los trastornos
21 separado.
Síndrome de Down con mosaicismo: 21, y otras tienen las típicas dos copias del
los cuales se encuentran afectados por el síndrome, si bien puede hacerlo en grado diferente
dentro de un mismo individuo. En los niños y adultos con síndrome de Down, algunos
desarrollar a mayor velocidad que otros (p. ej., la memoria y, en último lugar, la función
resto de la población y, como consecuencia, el CI declina con la edad. Con todo, podemos
afirmar que la discapacidad cognitiva del síndrome de Down es tanto más manifiesta cuanto
más exigentes sean las tareas a ejecutar; y que las dificultades que muestran las personas para
impronta negativa sobre la capacidad cognitiva. Respecto al aprendizaje, los déficit implican
tanto a algunas formas de la memoria a corto plazo como a la de largo plazo. Las funciones
que aparecen más defectuosas en las personas con síndrome de Down son las que dependen
del hipocampo y las relacionadas con la corteza pre frontal. Entre ellas se encuentra la
memoria operacional a corto plazo. Es característico del síndrome de Down que la memoria
operativa verbal a corto plazo sea más deficiente que la memoria operativa visual. Aunque la
conducta pre-lenguaje como es el balbuceo parece normal en bebés con síndrome de Down,
muy pronto aparecen dificultades y retrasos en el desarrollo del lenguaje relacionados con los
aspectos fonológicos y sintácticos del habla. Suelen estar más afectadas la articulación, la
frecuente entre los niños con SD la hipotonía muscular y la laxitud de los ligamentos que
afecta a su desarrollo motor. Físicamente, entre las personas con síndrome de Down se suele
dar cierta torpeza motora, tanto gruesa (brazos y piernas) como fina (coordinación ojo-mano).
objeto de atención. Numerosos autores confirman que los bebés y niños con SD procesan
mejor la información visual que la auditiva y responden mejor a aquélla que a ésta.
Detección y evaluación
Prueba de detección prenatal. Esta prueba puede mostrar que existe una
Detección de ADN fetal en la sangre materna. Una mujer con riesgo de tener
realiza una prueba más invasiva para confirmar el resultado del análisis de
sangre.
Equipo multidisciplinario
Psicólogo y psiquiatra
aumentarse la velocidad, de
ritmo.
sabores.
Conclusión
Podemos llegar a decir que el síndrome de Down es un caso poco particular y sin embargo
logra perjudicar de forma significativa la vida de quien la padece, ya que esto es un error
genético que afecta directamente los procesos mentales tales como lenguaje, memoria, atención,
mejora de vida o en su defecto a sobrellevar las dificultades de quienes padecen esta enfermedad,
pues el psicólogo (de la mano con demás especialistas) es el especialista dentro de la Salud
Mental encargado de acompañar a los paciente para que pueden desarrollar las técnicas más
adecuadas para una óptima convivencia con la sociedad y a su vez con ellos mismo.
Las familias que tienen un hijo con discapacidad intelectual se enfrentan a retos especiales. El
funcionamiento familiar es el tipo de discapacidad intelectual, de modo que las familias cuyo hijo
tiene autismo experimentar un mayor estrés familiar que las que tienen un hijo con síndrome de
Down.
Más aun sí hacemos hincapié en lo que a intervención psicoeducativa se refiere, pues el área
de la educación es una disciplina puente ya que forma a los ciudadanos. Por otro lado, la
integración a la sociedad de quienes la padecen también es un factor de gran polémica, sin tomar
en cuenta que con un buen trato y normas establecidas, pueden ejercen funciones laborales
Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo de los CDC, Centros
Eunice Kennedy Shriver National Institute of Children Health and Human Development (2010).
https://www1.nichd.nih.gov/espanol/salud/temas/down/informacion/Pages/diagnostica.aspx
virtual/780-revista-virtual-2004/revista-virtual-marzo-2004/articulo-profesional-marzo-
2004/2125-el-sindrome-de-down-aspectos-biomedicos-psicologicos-y-
educativos.html#3.%20Caracter%C3%ADsticas%20psicol%C3%B3gicas
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/6-down.pdf
Naciones Unidas (2010). Día Mundial del Síndrome de Down, 21 de marzo. Naciones
www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/...arte/sindrome_de_down.historia_-_pintura_doc.pdf