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Cassirer.

Antropología: estudio del hombre.

Lo que propone el texto es la incógnita de porque en el ser humano se produce la experiencia del
arte y en otros animales no.

Parte de la premisa biológica de que todo organismo debe relacionarse con un medio externo en
función de su supervivencia y peligro de muerte. Este medio es la razón de su existencia, pero es,
al mismo tiempo, amenazante. Este organismo cuenta con dos sistemas: el sistema receptor de
los estímulos (los sentidos, por ejemplo) y el efector (el que realiza la respuesta al estímulo). La
biología dice que en los animales hay un circuito automático entre el estímulo y la respuesta.
Reflejo automático: no hay nada en particular que elabore una respuesta. La respuesta es
automática, es siempre la misma ante el mismo estimulo en todos. Ej: cuando la luz se apaga, la
pupila se dilata.

Instinto: el animal hace algo automáticamente, pero no como reflejo automático. Lo sabe porque
lo recibe por herencia. Ej: gato sabe que el pasto lo purga, por eso comen cada tanto pasto. Ej:
vaca si le pones plato de fideos no lo come y si le pones pasto sí, porque sabe que su comida es
el pasto.
El instinto posee las siguientes características:
 Impulso: es irrefrenable.
 Saber innato
La especie humana es la más dependiente del mundo externo. El ser humano no falla, es
universal. No hay nada irrefrenable para el ser humano. Es necesario, está determinado.
“El hombre intercepta este vínculo y produce algo nuevo, que no se sabe de antemano que va a
ser y que siempre es una novedad” entre el estímulo y la respuesta, el ser humano produce algo
nuevo, que no sabe de antemano lo que va a ser. El hombre debe procesar la respuesta.
Cuando tenes hambre no sabes de antemano la respuesta, no sabes que vas a comer. El hombre
debe aprender a cocinar para luego poder hacerse de comer. El humano tiene que procesar la
respuesta.
5 fenómenos de la experiencia simbólica:

1. Lenguaje. El hombre es el único animal que produce lenguaje. Es una clara experiencia
simbólica. Es una novedad, no es instintivo ni reflejo. La comunicación de los animales es
funcional. El lenguaje es necesario para sobrevivir. No es solo un medio de comunicación,
es una necesidad, porque lo propio del ser humano es ser simbólico.
2. Religión: los seres humanos han establecido un vínculo con el medio a través de las
experiencias religiosas.
3. Mitos.
4. Ciencia.
5. Arte.
El hombre produjo estos mecanismos simbólicos.

La especie humana es la única que produce arte. El arte es un hecho antropológico. En todas las
culturas y tradiciones hay arte, a veces mestizado con otro fenómeno de la experiencia simbólica.
Cassirer dice que hasta el S.XVIII el arte no era autónomo (nomo → leyes o reglas, auto → si
mismo). Hasta ese siglo el arte dependía de alguien que le decía que hacer.
El arte tenía dos tareas distintas:
 Educativa (cognitiva): funcionar como una gnoseología menor (teoría del conocimiento) →
explicar algo que no sabías como hacerlo. Aprender algo a través del arte. Enseñar a
alguien algo (el arte le enseñaba a un marinero a usar un barco, etc.
 Moral (pedagógica): Te enseñaba a vivir (comportarte a la vida), el arte era un
complemento ético. El arte medieval poseía una función religiosa. El mensaje le llegaba a
la gente a través de la imagen, educación visual. Cultura visual.
Estas dos funciones no están, en principio, ligadas a la belleza.
Que en el S.XVIII se haya pensado que el arte era una forma de encarnar lo bello no
necesariamente quiere decir que lo bello es solo lo que está en el arte. El arte no es el lugar
exclusivo para que emerja el Kalois (belleza).
En la Edad Media la gente era analfabeta, por lo que no sabía leer y no era capaz de leer la biblia.
Aprendían las historias a través de la iconología presente en las iglesias.

Autonomía del arte.


La función propia del arte es encarnar lo bello, su tarea es ser mímesis de lo bello. No es el único
lugar donde se encarna lo bello, debido a que en la naturaleza también se encarna la belleza.
El artista para Kant es un genio, un inspirado.
El arte, hasta el siglo 18, era heterónomo. Esto significa que debía cumplir las 2 funciones
explicadas anteriormente (educativa y moral).
Kant toma el término “mímesis” de Aristóteles
Estética: palabra establecida por Alexander Baumgarten. Es la rama de la filosofía que se dedica
al arte, a lo bello, y al vínculo entre belleza y arte. Reflexión teórica que comprende el juicio y el
placer que provocan las obras de arte.
El Kalois era lo pulcro, lo sagrado, que no está manchado.
Esta mímesis se manifestó en dos grandes movimientos, dos grandes tendencias que se han
apreciado a lo largo de la historia:
 Clasicismo -idealismo-: la belleza es la perfección de las formas, el goce está en la
perfección de las formas. Mientras más se perfecciona, mayor es el goce y el aprendizaje.
Lo que suspende las modas, las tendencias. Lo que perdura. El mundo clásico es el
mundo antiguo.
 Romanticismo: Las notas principales del romanticismo son que el arte encarna la
exuberancia de las pasiones, los sentimientos, los afectos. El hombre es el único animal
pasional.
Todos los seres humanos hablamos, pero no es instintivo hablar.
De la mímesis, el hombre saca un goce y aprende. Es la capacidad fundamental del ser humano,
es espontáneo. Es despertada por otro, no por el mismo. No sabemos naturalmente qué imitar. La
mimesis es humana. La mimesis es una capacidad humana, no sabemos que vamos a imitar,
pero provoca un tipo de goce y aprendizaje.
El arte logra algo que no está en la naturaleza, cierta perfección, belleza, dominio de las formas.
La naturaleza es irracional. El clasicismo y romanticismo no encuentra belleza.
El goce está en la perfección de las formas. El niño mientras más perfecto imita, más goce logra.
El arte no es la manifestación exterior de una perfección formal, es la encarnación de afecciones
que al hombre lo sobrepasan. El hombre es un ser pasional.

El arte.
La belleza es un fenómeno humano, es parte de la experiencia humana.
En la historia del pensamiento filosófico, la belleza se ha manifestado como una de las mayores
paradojas:
Antigüedad – Kant: la filosofía de la belleza significaba siempre un intento de reducir nuestra
experiencia estética a un principio extraño y a sujetar el arte a una jurisdicción extranjera. Se
buscaba un principio de la autonomía del arte dentro de la esfera del conocimiento teórico o de la
vida moral. Si se le consideraba como una resultante de la vida teórica, era necesario analizar las
reglas lógicas a que se conforma esta actividad particular, pero, en tal caso, tampoco la lógica
misma representaba un conjunto homogéneo.
Kant: en su Critica del juicio, proporcionó una prueba clara y convincente de la autonomía del
arte.
Había que dividirla en partes separadas y relativamente independientes; había que distinguir la
lógica de la imaginación de la lógica del pensamiento racional, científico.
Se describía al arte como un emblema de la verdad moral. Era concebido como una alegoría,
como una expresión figurada que escondía, tras su forma sensible, un sentido ético.
Tanto en la interpretación moral como en la teórica, el arte no poseía un valor propio e
independiente.
El lenguaje y el arte oscilan entre dos polos opuestos, uno objetivo y otro subjetivo.
El lenguaje y el arte son subsumidos bajo un título común, la categoría de imitación, y su función
principal es mimética. El lenguaje se origina en una imitación de sonidos y el arte en una imitación
de cosas exteriores.
Aristóteles: la imitación es connatural al hombre desde la niñez. Es, además, una fuente
inagotable de goce, lo que se prueba por el hecho de que, aunque los objetos sean o no penosos
de ver, gozamos de ver las representaciones más realistas de ellos en el arte. Aristóteles describe
al goce como una experiencia teórica que no es específicamente estética.
En las teorías más radicales de la imitación no se trataba de restringir la obra de arte a una mera
reproducción mecánica de la realidad; todas ellas tenían que permitir, en un cierto grado, la
creatividad del artista. No era fácil conciliar estas dos exigencias, debido a que, si la imitación es
el verdadero propósito del artista, la espontaneidad y el poder creador del artista son un factor
más perturbador que constructivo.
Si “toda belleza es verdad” no toda verdad es necesariamente belleza. Para alcanzar la belleza es
tan esencial desviarse de la naturaleza como reproducirla. La determinación del grado, de la
razón proporcional de esta desviación, se convirtió en una de las tareas principales de la teoría
del arte.
Los neoclásico, desde los italianos del S.XVI hasta la obra de Batteux, arrancaron del mismo
principio. El arte no tiene que reproducir la naturaleza en un sentido general e indiscriminado;
reproduce la belle nature. Pero si la imitación es el propósito real del arte, el concepto real de
semejante naturaleza bella es muy cuestionable.
La teoría general de la imitación pareció mantenerse firme, pero precisamente en el tratado de
Batteux, encontramos cierta inseguridad con respecto a su validez universal.
Rousseau rechaza la tradición clásica y neoclásica. Para él, el arte no es una descripción o una
reproducción del mundo empírico sino una superabundancia de emociones y pasiones. Hay un
abandono del principio mimético dando entrada a una concepción y a un ideal: el del arte
característico. Toda la belleza tuvo que adoptar una nueva forma. La belleza, en el sentido
tradicional del término, no es de ningún modo la meta única del arte; de hecho, no es más que un
rasgo secundario y derivado.
Goethe coincidía con Rousseau, y decía que el arte característico es el único verdadero. Con
Rousseau y Goethe comenzó, entonces, un nuevo periodo de la teoría estética: el arte
“característico”.

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