Sei sulla pagina 1di 31

ADMINISTRACIÓN COLONIAL INDIANA

Instituciones Peninsulares:
Casa de la Contratación (1503) = Organizaba el flujo de personas, barcos y
mercancías. Se encargaba del aprovisionamiento y pertrecho de las flotas que
zarpaban a América. Sus funcionarios aparejaban las flotas, atendían las
necesidades de Ultramar, y controlaban el registro de todas las embarcaciones.
Consejo de Indias (1524) = Sus funciones se extienden a todo lo relativo al
gobierno, la administración, la justicia, la guerra y la religión de los territorios
americanos, considerándose como instancia suprema. En materia de justicia,
el Consejo actúa como tribunal supremo; en lo militar, le incumbe la
disposición de las armadas que protegían a las flotas, así como la defensa
y fortificación de las costas americanas.
Instituciones Americanas:
Gobernador: funcionario político o administrativo, responsable de la dirección
de los estados, provincias o dependencias. En el caso del Imperio Español,
estaba a cargo de los territorios coloniales en los que se dividía el virreinato.
Virreinato: distrito gobernado por una autoridad, el virrey, que representa la
persona del rey en los territorios coloniales. España basó gran parte de su poder
en esta figura ya que, por la extensión de sus colonias, estas tierras no podían
gestionarse de manera centralizada. El Virreinato de Nueva España, por ejemplo,
existió entre 1535 y 1821. El Virreinato del Perú, por su parte, nació en 1542 y
se mantuvo vigente hasta 1824. El Virreinato de Nueva Granada existió en dos
etapas: 1717-1723 y 1739-1819. El Virreinato del Río de la Plata (1776-1811)
fue el último creado por España.

Capitanía General: zona territorial del Imperio Español bajo un Capitán


General,
con plena jurisdicción, así como el mando y la organización del ejército. En
algunas posesiones coloniales, de importancia estratégica por la lucha contra las
potencias extranjeras o contra las tribus indígenas, el cargo de capitán general y
sus funciones poseyó más relevancia que las propias del gobernador.
Audiencias: Máximo órgano de justicia en Castilla y sus territorios. La primera
audiencia en América es la de Santo Domingo (1511), durante la gobernación de
Diego Colón. Bajo Carlos I y Felipe II se crearon diez Audiencias más en
América y Filipinas.
Alcalde Mayor: cargo de la administración de justicia durante el Antiguo
Régimen de España. Los alcaldes ordinarios eran la primera instancia judicial.
La segunda instancia era la de los cargos de alcaldes mayores, corregidores o
gobernadores. Las Alcaldías Mayores y el cargo de Alcalde Mayor se
extendieron con la administración colonial de la América Española.
Corregidor: Funcionario real de Castilla, cuya misión era representar a la
Corona española en el ámbito municipal. Sus funciones eran: representar a la
monarquía a nivel local, gestionar el desarrollo económico y administrativo de
los municipios, presidir los ayuntamientos, dando validez a sus decisiones,
ser juez en primera o segunda instancia, etc.
Cabildo: Corporaciones municipales creadas por el Imperio Español para la
administración de las ciudades y villas indianas. El cabildo velaba por los
problemas judiciales, administrativos, económicos y militares como
representante del municipio. Constituyeron un eficaz mecanismo de
representación de las élites locales frente a la burocracia real. Y no será
hasta fines del XVIII cuando las reformas borbónicas avanzaron sobre las
atribuciones de los cabildos, principalmente por la creación de las intendencias.
TEMA 1 AMÉRICA S. XVII ¿CRISIS?
A partir de 1620:
Decrecen las remesas de plata a la metrópolis.
Se produce un descenso de la población (por guerras, epidemias como la peste,
o la expulsión de los moriscos, que precipitan la caída demográfica de España,
pasando de 8 a 7 millones de habitantes).
Hay un declive de la trata negrera (suspendida oficialmente entre 1641 y 1650),
en medio de una grave crisis económica que afecta a toda Europa.
Un descenso de la recaudación fiscal en el comercio atlántico (no aumenta
nº barcos). Las grandes ferias de Jalapa y Portobelo decayeron.
Hay una saturación de los mercados coloniales, incapaces de seguir recibiendo
manufacturas europeas en pagaderos de plata (se paraliza el comercio triangular).
Consecuencias:
- La caída de la recaudación fiscal, pero no de la actividad económica.
- Decae el comercio controlado por la Corona, aumentando el intercolonial y
el extranjero (se dispara el contrabando).
- Se incrementa el gasto en la administración americana por el aumento notable
de la burocracia (mayores remesas por el Real Situado). El Real Situado (XVII
y XVIII) era una partida anual de dinero impuesto por Felipe III, que el tesoro
del virrey del Perú (procedente principalmente del centro argentífero de Potosí),
debía proporcionar a la gobernación de Chile para solventar los gastos derivados
sobre todo de la Guerra de Arauco, y repeler las eventuales incursiones corsarias.
- A partir de 1633 se produce la venta de cargos oficiales reales de Hacienda,
y en 1687 la venta de puestos de la Real Audiencia. La principal consecuencia es
un clima de corrupción generalizada en determinados niveles de la
administración.
- Aumenta el gasto en defensa (ante un mayor nº de agresiones externas por
parte de corsarios ingleses, franceses y holandeses).
Hay una herencia de grupos de criollos y de venalidades contraproducentes.
Se producen fallos en el sistema comercial de flotas y galeones, fácilmente
alterable (manipulando las cantidades y el nº de mercancías que llegan a
puerto).
Se aboca por un reformismo:
Ante el deseo de mejorar el entramado comercial, necesitado de una
revitalización. Y también la necesidad de construir todo un aparato
eficiente, porque el existente se considera caduco, entorpecedor y
contraproducente.
Propuestas de Reformas (década de 1680):
Manuel de Lira, secretario de Estado desde 1685, apuesta por el cambio en
la organización del comercio indiano:
1. Sustituir el régimen de flotas de exclusividad española, por la concesión a
una compañía europea (a ejemplo de las compañías británica, francesa y
holandesa de la Indias Orientales) para terminar con las hostilidades, el
contrabando y la piratería. No fructificó.
2. Aceptar la participación de particulares en los conflictos marítimos de
América, a través de la promulgación de las Ordenanzas de Corso de 1674
con el objetivo de perseguir y neutralizar el corsarismo y el comercio rival.
3. Traslado de Sevilla a Cádiz de la base de partida de las flotas en 1680.
Debido a la dificultad de la navegación por el Guadalquivir por el cierre de
la barra de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz se convierte en cabecera de
comercio, y a partir de 1717, la Casa de Contratación se traslada de Sevilla
a Cádiz, arrebatándole el monopolio comercial con América (lo que junto
con la política liberalizadora de los Borbones, favoreció la formación de
una burguesía gaditana, epicentro de una ciudad cosmopolita).

4. Entre 1680 – 82 se llevan a cabo reformas monetarias: Se rebaja el valor


de la moneda de cobre. Se devalúa un 20% la moneda de plata. Estas
reformas tienen por objetivo incorporar a España a los precios europeos.
Un aspecto importante es la índole religiosa de la monarquía hispánica,
que actúa de forma restrictiva en el desarrollo del comercio indiano.
Oportunidad perdida
Ante la quiebra del monopolio y del sistema de flotas y galeones, se abría
la posibilidad del comercio directo con puertos extranjeros en condiciones
mucho más favorables para el comercio español, ya que los comerciantes
europeos aceptaban no sólo la plata, sino otros bienes de producción
americana.
El temor de los últimos años
Surge un temor a la liquidación del Imperio, ante un entendimiento de las
coronas europeas, enemigas acérrimas de España.
Se firmó el Tratado secreto de La Haya (11 de octubre de 1698), entre las
potencias marítimas de Inglaterra, Francia y Holanda, para repartirse los
territorios americanos y peninsulares.
Los principales conflictos americanos en este período son: el saqueo de
Cartagena de Indias en 1698 por Francia; y el desembarco de ingleses y
escoceses en El Darién o Nueva Caledonia (en el istmo de Panamá, como
parte de la colonización escocesa de América, aunque el clima malsano,
las enfermedades y la presión española les haría retirarse finalmente).

Reformas de Felipe V (1701)


Se adoptaron 2 medidas de suma importancia en el aparato burocrático al
servicio del gobierno de América. En el programa de reformas del Consejo
de Indias, se suprime la Junta de Cámara de Indias, que era un órgano
consultivo y de presentación de candidatos de cargos al rey, pasando todo al
Consejo de Indias para simplificar. Se redujo el número de funcionarios
indianos, anulando las plazas supernumerarias y los nombramientos a través
de la venta de cargos. Sin embargo, la guerra dejaría en “papel mojado” todas
estas propuestas. Se intentó reformar la situación de la Encomienda, con el
objetivo de acabar definitivamente con ella, pero no se consiguió.
GUERRA DE SUCESIÓN (1702 - 1713)
La guerra enfrenta a herejes contra católicos, y a las dos potencias más
poderosas de Europa en aquel momento: la Francia de Luis XIV, el Rey Sol, y
la Gran Bretaña, unificada con Ana Estuardo, reina de Inglaterra, Escocia e
Irlanda. En 1702 se proclama rey de España el Archiduque Carlos en Caracas.
Las necesidades de la guerra obligaron a abandonar las innovaciones
emprendidas, y otras se vieron favorecidas, como la del Consejo de Indias en
1706. Se le concedió un asiento negrero a Francia. Dicho permiso para vender
en Cartagena de Indias y Portobelo generó enormes beneficios al país galo y a
sus corsarios, que vieron incrementada su influencia comercial en el Pacífico a
partir de 1698. Los galeones pertenecientes a la Armada de Tierra Firme (que
cubrían la ruta de Portobelo a La Habana) estuvieron en activo en 1695, 1706
y 1722. Y entre 1722 y 37 sólo partieron 4 convoyes. A pesar de ello, el curso
de flotas y galeones siguió intermitente durante el conflicto sucesorio.

Paz de Utrecht (1713)


En las primeras reformas, el objetivo con respecto a las Indias era recuperar
la posición perdida al reconocer a Inglaterra una serie de derechos sobre el
comercio americano (Tratado de Asiento Negrero, 26 marzo 1713). Por el
programa de reformas de Orry, se creó la Junta de Hacienda y Comercio.
En 1714, Álvarez de Abreu fue nombrado Oidor y Alcalde Visitador de las
Indias, con la misión de erradicar el contrabando, y fomentar la agricultura,
la minería y la industria. El control de las Indias se realizaba a través de
amplias personalidades: jueces de residencia, visitadores generales y
pesquisadores, que se encargaban de controlar al virrey, las audiencias y los
funcionarios reales. El instrumento fundamental para el centralismo de la
Corona era la vía reservada. Las Secretarias de Despacho Universal (1714)
fueron: La Intendencia Universal de Hacienda. La Secretaría de Estado (para
asuntos extranjeros). La Secretaría de Gracia y Justicia (para cuestiones
eclesiásticas y judiciales). La Secretaría de Guerra. La Secretaría de Marina
e Indias (a mediados s. XVIII se separan). En 1782, se crean 2 secretarías
de Indias: una para temas eclesiásticos (de Gracia y Justicia), y otra de
Guerra Hacienda y Navegación. En 1790 se suprimen, y cada asunto de
Indias pasa a la secretaría correspondiente.
Tratado de Asiento Negrero con Francia
Antecedente: en 1701: Concesión a Francia a través de la Compañía de
Guineas. Durante 10 años (desde mayo de 1702), con un total de 48.000
“piezas”. Inicialmente, sólo era aplicable a Buenos Aires, ampliándose luego
a todos los puertos atlánticos. Se permitió el alquiler de negros en colonias
extranjeras, y utilizar barcos suecos, daneses, o particulares franceses para
su transporte.
Tratado de Asiento Negrero con Inglaterra
Concesión impuesta por Inglaterra en la Paz de Utrecht (1712-15).
Obtención del monopolio del asiento negrero a través de la “South Sea
Companys”, con condiciones muy ventajosas. Durante 30 años (entrando
en vigor el día 1 de mayo de 1713) se permiten 144.000 “piezas” (4.800
anuales), con autorización de venta en todos los puertos. En el puerto de
Buenos Aires, de los 1.200 anuales 400 pasarían a Chile y Perú.
Se incluye una cláusula adicional, permitiendo a los ingleses un navío de
permiso con cada flota que saliese para Nueva España y T. Firme.
No obstante, en la práctica las transacciones comerciales se realizan sin
esperar a la flota. Se les permite vender en las ferias sin impuestos que
graven los productos españoles.
En un principio, el navío de permiso es de 500 toneladas, pero pronto se
amplía a 650.
LA DINASTÍA BORBÓNICA. REFORMAS
Los instrumentos de la política borbónica fueron:
1. La creación de nuevos organismos: los Consejos quedaron como
organismos consultivos, y nacieron las Secretarías de Estado, que
abandonaron la vía judicializada en el gobierno por la vía reservada, más
ejecutiva. A partir de los Borbones, la vía ejecutiva primaría sobre la otra
ajustada al derecho. 2. Ejercito renovado, con nuevos cuerpos como el de
artilleros e ingenieros. 3. Mayor presión fiscal, con homogeneización de
tributos en Castilla y Aragón.
4. Implantación de la ideología del estado absoluto, con derecho divino.
Cabe destacar a Jerónimo de Uztáriz con su Teoría y práctica de Comercio
y Marina, escrita en 1724 y publicada en 1742, y a José del Campillo y
Cossío, Ministro de Guerra y Hacienda de Felipe V, que en 1743 escribió
Nuevo sistema de gobierno económico para América, no publicado hasta
1789, pero que circuló en forma manuscrita entre los miembros del gobierno.
LOS BORBONES Y SU IMPERIO AMERICANO
Bajo los últimos Austrias a fin. del XVII, el poder regio en América no
estaba cuestionado por las élites dominantes criollas (Princ. grandes
comerciantes y funcionarios), ya que se había llegado a un pacto que les
concedía una gran autonomía, la venta de cargos hacía accesible el poder a
cualquiera con fortuna, la presión fiscal era prácticamente nula, y el sector
eclesiástico gozaba de una enorme influencia. El resultado sería una
autonomía económica y burocrática, que dificultaba la autoridad del monarca.
Los Borbones, bajo postulados absolutistas, insistieron en la recuperación del
Imperio y la rentabilidad de ultramar en complementariedad a la metrópoli.

Reformas:
1. Consejo de Indias
Vivía postergado desde la segunda mitad del s. XVII, debido a su escaso
pragmatismo y sus procedimientos letrados, que exigieron la creación de
Juntas Especiales para acelerar los procesos urgentes. En 1691 se redujo su
plantilla, lo que se intentó de nuevo sin éxito en 1701, pero fue su actitud
durante la guerra lo que aceleró su reforma: en 1706, ante el avance del
archiduque Carlos, Felipe ordenó al Consejo trasladarse a Guadalajara (pero
algunos de sus integrantes se quedaron en Madrid y siguieron reuniéndose,
legislando de forma paralela; hubo, por tanto dos consejos a la vez).
En 1713, la llamada Planta de Orry dividió el Consejo en tres salas:
Gobierno, Justicia y Pleno, con tres presidentes, y redujo a veinte sus
consejeros, diez de capa y espada y diez letrados. Paralelamente, se creó una
Junta de Hacienda, arrebatando al Consejo esta función.
En 1714, el Consejo envió una representación, exponiendo al rey el peligro
que suponían estos cambios, lo que coincidió con la toma de conciencia del
costo político que supondría que una dinastía extranjera anulara viejas
instituciones, por lo que se mantuvo la plantilla antigua creando vías
ejecutivas y organismos paralelos que acaparasen las funciones, dejando a los
antiguos sin competencias poco a poco.
A partir de 1717, las Secretarías de Despacho Universal dejaron a los
Consejos como consultivos. El de Indias prolongó sus funciones como
Tribunal Supremo y gestor del Real Patronato hasta desaparecer en el s. XIX,
cuando los asuntos de Indias pasaron a la Secretaría de Marina e Indias, y
más tarde a la de Indias, Marina y Guerra.
2. Casa de Contratación
En 1717, la Casa pasó de Sevilla a Cádiz por el aumento de tonelaje de los
barcos, que les impedía rebasar la barra de Sanlúcar. Con esto se legalizaba
una realidad, pues desde 1680, Cádiz venía desempeñando las funciones de
capital del monopolio comercial. Sin embargo, los Consulados fueron
arrebatando funciones a la Casa de Contratación, de forma que cuando ésta
se suprimió en 1790 ya estaba muerta.
3. Reformas de los organismos indianos
En la primera mitad del XVIII, el principio general que inspiró la
reestructuración del imperio fue el mantenerlo íntegro, a pesar de la presión
internacional, y hacerlo rentable. Para ello: En 1717 se creó el Virreinato de
Nueva Granada, suprimido en 1723 y restaurado en 1739. Se militarizó los
territorios fronterizos, con la creación de Comandancias y Capitanías
Generales en Santo Domingo, Chile y Panamá, mermando el poder de los
virreyes. Se crearon situados (partidas anuales de dinero), que originaron una
dependencia económica y vínculos administrativos entre regiones cercanas.
La venta de cargos subsiste hasta 1751, propiciando el acceso de los criollos
al poder y mermando la autoridad real; la Corona intentó evitar la reventa de
puestos en la administración a personas que rentabilizaran su cargo mediante
abusos. En 1717, José Patiño es nombrado Intendente General de la Marina y
Presidente de la Casa de Contratación (construcción naval, carena, abastos,
salarios, marinería, etc.).
En 1718 se establece el reglamente para el comercio canario-americano.

REAL PROYECTO DE 1720 (PATIÑO)


Pretendía resolver las nuevas necesidades de la metrópoli, poniendo
“parches” al viejo sistema de flotas. Las nuevas necesidades eran dos: dar
salida a las manufacturas de la incipiente industria peninsular, y recaudar más
dinero para la Real Hacienda (imprescindible para llevar a cabo la política
reformista borbónica). Se estableció así un régimen proteccionista de las
manufacturas españolas, rebajando sus impuestos hasta un 85% de lo que
pagaban en 1711, y aumentando los que se cobraban a las extranjeras (paños
de Flandes, canela y pimienta, etc.). Para aumentar la Real Hacienda, se
elevaron los derechos de importación de metales preciosos: el oro se pagaría
al 2% (en 1711 se abonaba al 1,5%), y la plata al 5% (en 1711 era al 4%).
Se suprimieron además algunos impuestos de escasa rentabilidad y se
racionalizaron otros, incluyéndolos en unos más globales. En cuanto al
mecanismo de las flotas, se pretendió arreglarlo mediante un funcionamiento
más eficaz. La Corona se comprometía por el Real Proyecto a que en el
futuro suministraría los buques de guerra necesarios para la escolta de
los mercantes, y aseguraba que mantendría rígidamente un calendario para
ambas flotas. La flota de la Nueva España saldría el 1 de junio y la de
Los Galeones el 1 de septiembre, sin atender a los reclamos de los
comerciantes que habían originado enormes retrasos en el pasado.
Igualmente, se reglamentaron las permanencias de las flotas en Indias. Los
galeones debían completar todas sus operaciones en Cartagena y Portobelo
durante un plazo máximo de 50 días. En el tornaviaje no podrían hacer más
que una sola escala en La Habana, y de dos semanas de duración. Para
cubrir las bajas por enfermedad, muerte o deserción de los tripulantes (lo
que originaba muchos retrasos) se ordenó que cada flota fuera acompañada
de un buque de pequeño calado en el que irían embarcados los suplentes.
La primera flota que salió bajo la nueva reglamentación estuvo mandada por
el general Fernando Chacón en 1720. Compuesta de 19 navíos, partió ya con
retraso hacia Nueva España. En la feria de Jalapa la compraventa se estancó,
obligando a los flotistas a vender el cargamento a menor precio. La flota, que
debía partir el 15 de abril, salió un mes y medio más tarde, el 29 de mayo.
Peor fue el caso de la flota de Los Galeones, dirigida por Francisco de
Guevara y formada por trece navíos, que debía zarpar en 1720 pero se retrasó
ocho meses, hasta junio de 1721, siendo los primeros galeones que arribaban
a Tierra Firme desde hacia 14 años. En la feria de Portobelo resultó que no
había suficiente dinero para comprar la mercancía (de la que gran parte
“desapareció” sin dejar rastro). A esto se añadió la llegada de un Navío de
permiso inglés, con derecho a vender mercancías más baratas y aceptando
sólo el 25% en efectivo por las compras. Además, en los alrededores de dicho
puerto se habían instalado otros 11 navíos contrabandistas, que hicieron una
feria paralela a la de Portobelo. Cuando la flota se hizo a la mar de regreso
a España, quedaba aún mucha mercancía sin vender.

Por el Real Proyecto de 1720, se estableció un sistema de “registros sueltos”


con las Islas de Barlovento, Venezuela, Honduras, Río de la Plata y Chile.
Se cambia el almojarifazgo por el derecho de palmeo.
Se suprime el envío de galeones a Tierra Firme por la saturación de
mercancías francesas en puertos del Pacífico.
La licencia se obtenía como concesión de privilegio exclusivo de la Corona,
a través de la vía reservada. La Corona recibía un dinero o un servicio a
cambio (transporte de tropas, armas, etc.).

COMPAÑÍAS DE COMERCIO
1714: Compañía del Marqués de Montesacro con Honduras. Fracasó tras el
primer intento.
1728: Compañía Guipuzcoana de Caracas. Se inició en 1730 con Venezuela.
Tenía el monopolio del cacao.
1733: Compañía de Filipinas. Sólo existió sobre el papel.
1740: Compañía de La Habana. Poseía el monopolio de la venta de tabaco.
LA DEFENSA DE LAS INDIAS Y LA REAL ARMADA
PROFESIONALIZACIÓN Y REORGANIZACIÓN MILITAR
Construcción de fortificaciones terrestres y creación de una flota, para lo que
se invierten las 3/4 partes de la plata de América. Como ejemplo, un navío de
2 puentes podía costar alrededor de 1.200.000 de pesos. Construcción de
arsenales (para la creación de barcos y su mantenimiento) en los astilleros de
Cádiz, Ferrol, Cartagena y La Habana. Profesionalización del ejército.
Sistema defensivo de costas. Formación de oficiales del ejército y la marina.
Organización y control de la tropa (fijos, “pardos” y “morenos”) y marinería
(matrícula de mar). Formación en 1714 de la Nueva Real Armada, con una
estructura similar a la de las grandes potencias navales del momento. Los
sucesivos gobiernos continúan con la política de fortalecimiento y expansión
naval de la mano de secretarios de Marina como Patiño (el gran hacedor de la
reorganización naval) o el Marqués de la Ensenada. La Real Armada dispone
de departamentos encargados de la organización marítima y terrestre, con
bases en Cádiz, Ferrol y Cartagena (por Real Ordenanza, 5 de julio de 1728).
Las provincias marítimas tienen su origen en la Real Cédula del 5 de octubre
de 1607, por la que Felipe III organiza la Matrícula de Mar, creando las
primeras provincias dependientes de los departamentos. A partir de 1723, con
la Ordenanza de Arsenales, seguida en 1725 por la del Cuerpo del Ministerio
de Marina (intendentes, oficiales encargados de la parte económica,
administrativa, de gastos, y de todo lo relacionado con la cuenta y razón),
prolifera la legislación marítima y, entre ellas, destacan las Ordenanzas
del Infante-Almirante de 1737, que entronizan la Matrícula de Mar.

El eje fundamental de la Nueva Armada es: 1. recuperar a la nobleza en las


instituciones militares; 2. profesionalizar la carrera de armas. Se organiza la
enseñanza militar, con la creación del cuerpo de guardiamarinas en Cádiz
(cadetes en formación, “con el fin de criar en la Marina, oficiales de
Inteligencia capaces de mandar con acierto mis escuadras y bajeles”) y de
ingenieros. Se fortalece la intendencia con los arsenales y astilleros reales, y
se dota de un nuevo organigrama con estado mayor y escuadras, dependiente
de un Secretario de Marina. Creación de las “Academias” (espacios de
formación para los nuevos oficiales de la Armada, con el objetivo de unificar
los conocimientos, enseñanzas y doctrinas más precisas para realizar la
carrera de armas). Francia fundó la suya en 1669, con especial atención a los
colegios para enseñar navegación. Inglaterra funda la Academia naval de
Portsmouth (1733). Su marinería se divide en voluntarios, y los llamados
“captain’s servants” (auténtica institución que perduró como una larga
tradición en la Marina inglesa: 4 años de navegación [GM] y examen [T]).
Los ascensos se realizan por antigüedad y recomendaciones (por méritos).
El ejército de América se dividía en: de dotación, compuesto por americanos;
y de refuerzos, enviados desde la península.
Ordenanzas de Patiño (6 de junio de 1717) = José Patiño, en su cargo como
Intendente General de la Marina, se le encomendó la tarea de reorganización
y renovación de la Armada, uniformando toda la diversidad de fuerzas
existentes (galeras del Mediterráneo, navíos del Océano y de Indias; una
división mantenida con tal independencia que resultaba perjudicial).
Se diseñaron nuevos barcos, y se fomentó todo lo relacionado con la
intendencia y mantenimiento de los buques. Mandó construir el Arsenal de
la Carraca (Cádiz), y creó las Compañías de Caballeros Guardiamarinas.
Antecedentes
Felipe V se encuentra unas agrupaciones navales con efectivos mínimos,
debido al decaimiento generalizado por la Guerra de Sucesión (Princ.
s. XVIII). Existían 7 armadas esparcidas por diversos mares y océanos,
encargadas del control de espacios determinados y para misiones concretas:
1. Armada de Flandes
Con base en Dunkerque, tenía como misión transportar tropas a Flandes
y combatir a los holandeses. Perdidas las posesiones en los Países Bajos,
desapareció.
2. Armada de Nueva España
Escoltaba a los galeones desde Veracruz hasta La Habana.
3. Armada del Mar del Sur
Creada para la protección de la plata del Potosí. Con base en El Callao,
patrullaba la costa del Pacífico, desde Tierra de Fuego a Centroamérica.
Estaba compuesta por 5 galeones.
4. Armada de Tierra Firme
Escoltaba a los galeones desde Portobelo hasta La Habana.
5. Armada de la Guardia de la Carrera de las Indias
Formada por 11 galeones, protegían el tráfico de los convoyes procedentes
de América hacia la península.

6. Armada de Barlovento
Formada por 4 galeones, su radio de acción comprendía todo el Caribe,
y su misión era la de mantener las aguas libres de piratas y corsarios.
7. Armada del Mar Océano
Se trata de una flota permanente en el atlántico peninsular, subdividida en
3 escuadras: La Escuadra del Estrecho => con base en Cádiz, tenía como
misión proteger el tráfico a través del Estrecho de Gibraltar.
La Escuadra de Lisboa => patrullaba la costa desde el Cabo San Vicente
hasta Finisterre, y llegaba hasta las Azores para escoltar a los navíos
procedentes de América.
La Escuadra de Vizcaya => con base en La Coruña, patrullaba la costa
norte. También estaba la Escuadra de Galeras de España, y como aliadas,
las Escuadras de Galeras de Nápoles, Sicilia y Génova.
En 1714, Inglaterra cuenta con 247 navíos, mientras que España tan solo
con 25.
En 1770, Inglaterra posee 477, frente a los 130 de España.
Ante esta enorme inferioridad, la Armada tendría un carácter defensivo,
actuando únicamente para atacar los buques ingleses que a su vez atacasen
posesiones españolas o intentaran bloquearlas (una postura llevada a la
práctica durante la Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins).
REQUISITOS PARA INGRESO EN ACADEMIA GUARDIAMARINAS
1. Ser “Cavallero Hijodalgo notorio” o hijo de militar. Pruebas de nobleza
(de las cuatro ramas): Prueba testimonial. Funcionarios o eclesiásticos
(jueces síndicos, párrocos, etc.) que informan como testigos del pretendiente
y su familia. Prueba documental. Toda la documentación oficial, debidamente
compulsada, que corrobora títulos y cargos familiares. 2. Saber leer y escribir
(imprescindibles) 3. Edad mínima: primero 14 años, después 16. Edad máxima:
18 años. Posteriormente, mín. de 12 y máx. 20. Fe de bautismo. 4. Prohibido
admitir “los que tengan imperfecciones en el cuerpo, los que sean
habitualmente enfermos, y los que por su traza sean indecentes o reconozcan
incapaces de aprovechar en los estudios o tontos”. 5. Posibilidad de sufragar
sus gastos. 6. Quedaban exentos de entregar esa documentación los hermanos
“enteros” de los que ya hubieran estado en la Academia. 7. Carta Orden del
rey (4 meses de validez) y Documentación. 8. Verificación del Capitán de la
Compañía que hubiera plaza. 9. Se les tomaba asiento con un número de
registro en el Libro Maestro.
VESTIMENTA Y PAGAS
Vestido entero de paño, medias y sombrero. “Sin variar la divisa de la Armada,
que es encarnada sobre azul”. Un espadín “de buena calidad y proporción”.
El sueldo: 12 escudos de vellón al mes, y una ración y media de pan al día
estando en tierra, y de marina estando embarcados. De esos 12 escudos, se les
retenían treinta reales de vellón para sufragar gastos del vestuario (que se les
suministraba cada 2 años). El primer uniforme era regalo de Su Majestad.

EXPOSICIÓN DE ENSENADA AL REY 18 de JUNIO de 1747


Situación de debilidad de la Armada Española por la escasez de hombres,
el poco comercio marítimo que se hace, y “la guerra contra los moros”.
Las soluciones que propone para tener marinería son: “Pagarla
puntualmente”, lo que no había hecho hasta ahora. Agasajar la extranjera
con preferencia a la natural. Dejar salir de cualesquier puerto de España
todos los navíos y embarcaciones que quieran ir a la América, según leyes
y ordenanzas. Fomentar la pesca. Conceder exenciones y dar alivios a los
que se emplearen en la navegación y comercio.
Constructores británicos que vinieron a España en 1750, contratados en
secreto por Jorge Juan y Antonio de Ulloa para el “remozamiento” de la
construcción naval española: Eduardo Bryant y Guillermo Richards (en
Cartagena). Ricardo Rooth (en Ferrol). David Howell, Juan Hughs y
Guillermo Turner (en Guarnizo). Mateo Mullan (en La Habana).
POLÍTICA NAVAL DE ENSENADA
El proyecto de Ensenada era la construcción de 50 navíos en 8 años. En
1752 estaban cortadas y labradas las piezas para 70 navíos de línea y 24
fragatas. El costo de un buque de 68 cañones oscilaba entre 1.136.000 y
1.252.000 reales (el América ascendió a 1.136.412 reales, y el Constante a
1.251.738). Estado de la Armada en 1770: Entre 120 y 130 barcos de
distinto porte: 58 navíos de línea (112 cañones, el del Santísima Trinidad,
hasta 60 cañones). 26 fragatas (de entre 25 y 40 cañones). Se necesitan
alrededor de 11 oficiales por cada navío de 74 cañones. El número de
oficiales en España hacia 1786 ascendía a 1.324 (entre alférez de fragatas
y navíos, tenientes de navíos y fragatas, capitanes de navíos y fragatas,
brigadieres, jefes de escuadras, tenientes generales, y un Capitán General),
mientras que en Francia era más reducido (1.023).
VENTA DE CARGOS EN AMÉRICA
Durante la primera mitad del s. XVIII es cuando más se produce la venta de
cargos, aunque se da durante todo el siglo.
LA EDAD DE LA IMPOTENCIA (1687 - 1750)
Más de medio siglo de incapacidad, de invalidez por sí misma; un período
de "bisagra oxidada" de la Historia de España, a medio camino entre la etapa
precedente de enmohecimiento del sistema, y el reemplazo por una "bisagra
nueva". El derrumbe de la autoridad real comenzó con las rebeliones de
Portugal y Cataluña (1640-1650). El renacimiento político de la alta nobleza
y la sucesión de favoritos en el gobierno de Carlos II (1665-1700) son la
prueba de la quiebra e impotencia regia. La consecuencia es la postración
política y el caos económico y fiscal ante la falta de ingresos, contribuyendo
a la inflación, el aumento de los precios y el no acceso al mercado europeo.
Estas actuaciones ponen en marcha un sistema destructivo de irregularidades,
con confiscaciones de capitales mercantiles, bajada en la ley del metal
amonedado hasta 1685 (disminuyendo la cantidad de plata contenida en la
aleación de monedas), y produciendo la venta de cargos. En América
encontramos una situación distinta a la peninsular, con tres aspectos
fundamentales: malas comunicaciones, incursiones de enemigos de la
Corona y piratas, e incapacidad para mantenerse al margen de los
conflictos exteriores. La consecuencia fue la presión sobre la Real Hacienda,
afectando a las Audiencias.

El Imperio requería de un rejuvenecimiento inmediato. Los órganos de poder


se habían manifestado como ineficaces; pero quizá, el aspecto más destacable
de esta renovatio sea el cambio de mentalidad hierática a mayor tolerancia.
Dicha mentalidad quedó manifiesta en la administración indiana, con el
nombramiento masivo de criollos para puestos públicos, lo que generaría un
movimiento social, político, económico y cultural, en torno a dicha casta: el
criollismo. En 1687, Carlos II promocionó, en un desesperado intento por
sacar a flote una hacienda exhausta, la puesta en venta (a través de subasta o
por contrato privado) de cargos de la gobernación americana, que recaerían
sobre los nativos, hasta entonces despreciados por los peninsulares. Fue "un
proceso torrencial", en el sentido de que trató de contenerse la venta a los
puestos más ínfimos (en especial municipales), pero que la creciente presión
fiscal arramblaría con todos, desde notariales, pasando por los de alcaldía,
real hacienda, audiencia, hasta virrey. Los últimos mencionados no eran
hereditarios, y su vigencia se prolongaba hasta la muerte del comprador, o
hasta que el rey ordenase su destitución por causa justificada. El pago se
realizaba por regla general en dos plazos o partidas: una del 60% o más,
directamente a la Real Hacienda, y la cantidad restante en la gobernación
asignada. Esta concesión tan "volátil" no estaría exenta de duras críticas por
parte de los sectores más conservadores, que consideraban a los nativos
incapacitados y con pocas aptitudes para ejercer su cargo, además de
una deshonra que hubieran “sobornado” al Rey para obtener su posición.
Una vez extendida la propagación de la venta de cargos, dejó de resultar algo
inusual la concesión de puestos a personas nacidas en las regiones y/o
provincias de su misma jurisdicción (sobre todo, a partir de finales de 1690).
El Virreinato del Perú tendría un papel preeminente en la compraventa de
oficios, en contraposición a su vecino norteño, Nueva España, de raigambre
más tradicionalista, en una proporción de 4 peruanos por cada mexicano (cifras
de 1699-1700). Aunque la Corona intentaba evitar que un natural obtuviera
cargos en su lugar de origen para evitar favoritismos a la familia y a los amigos,
de los 80 cargos vendidos, 28 fueron a naturales, 10 a españoles y 42 a criollos.
La necesidad de capital que sanease la Hacienda llevó a una "supernumeración",
esto es, se excedió del número de cargos dispuestos, estableciéndose una
especie de "lista de espera", de modo que si el oficiante enfermaba o fallecía
siempre había quien lo reemplazara. Pero esta práctica pronto se abandonó,
y por orden de Felipe V las plazas vacantes no se cubrirían de antemano,
recompensando a los afectados con algún tipo de indemnización. Sin embargo,
sólo se trató de un paréntesis momentáneo, puesto que entre 1706 y 1712 se
reanudaron los nombramientos supernumerarios. El número máximo de ventas
se alcanzó entre 1706 y 1711 (en total 23 "transacciones"), de las que 1/4
fueron a oriundos, y sólo 1/7 procedían de la Península. Se produjo una
"inflación" del número de funcionarios en los tribunales (hasta 27 por encima
de los autorizados). Incluso, cuando fue suspendida la compraventa en 1712,
los americanos se constituían como el grueso gubernativo en Lima y México,
adscribiéndose en los años sucesivos a las audiencias de Santa Fe y Quito.
La ley de prohibición del matrimonio entre un magistrado criollo y una mujer
de su misma provincia fue una vana tentativa de la Corona por impedir
cualquier pretensión de heredamiento de los cargos vitalicios.

Contra todo pronóstico, el análisis global de esta “edad de la inercia” como la


califica John Lynch, ofrece como diagnóstico el debilitamiento del poder real,
desarraigado de los asuntos al otro lado del Atlántico, y dejándolos en manos
del mejor postor. Se llegó a prescindir de la formación académica más
elemental para el ejercicio de magistrado. Se asiste a un empobrecimiento
en la calidad del servicio burocrático, achacado a la juventud de los
designados (que en ocasiones ni siquiera rebasaban la edad mínima
estipulada de veinticinco años). La venta de cargos desarticuló el sistema
de escalafón en las audiencias indianas durante más de una generación,
creándose una "bolsa de trabajo" en los tribunales superiores de “novatos”,
sin experiencia, y otra en los inferiores de “veteranos”. Si este hecho
perduraba en el tiempo se produciría la descomposición del Estado.
Análisis de las Audiencias
Se establecen tres períodos: 1687-1712: con abundantes ventas de cargos.
1713-1729: se trató de volver al sistema tradicional y eliminar los efectos
negativos de la venta.
1730-1750: frecuencia intermitente en la venta de cargos. Vuelve a ser
prioritario el dinero frente a la idoneidad de la persona al ser un período
difícil por la necesidad monetaria.
Las consecuencias de la venta de cargos son: Se mina el poder de la
Corona en los tribunales de justicia. Surgen problemas de representación
directa e indirecta que no se solucionaron hasta 1780. Desde los intereses
locales, la impotencia de la Corona anunció la época de oro del poder
político de las Audiencias.
ACADEMIA de GUARDIAMARINAS de CARTAGENA (1777 - 1824)
Por Real Ordenanza, el 13 de agosto de 1776, se crean dos nuevas
Academias en Cartagena y Ferrol. Cádiz ejercería de “sede central”.
Se distinguen 2 etapas:
1. De descentralización y esplendor (1777 - 1800): con un total de 630
guardiamarinas licenciados.
2. De crisis y liquidación (1801 - 1824): con 151 guardiamarinas.
PRIMERA ETAPA (1777 - 1800)
Con respecto al personal adscrito:
En el ámbito militar: 1 capitán, 1 teniente, 1 alférez, 2 ayudantes,
4 brigadieres, 4 subrigadieres, 1 capellán, 2 músicos y 1 tambor.
En el ámbito académico (cuerpo de profesores): Director (maestro primero
de matemáticas, con un segundo, tercer, y hasta cuarto maestro de
matemáticas), maestro de maniobra, fortificación y dibujo, artillería,
idiomas, danza, esgrima, y de instrumental.
En 1777, le fue entregada al almirante José de Mazarredo Salazar (Jefe de
Escuadra en 1782, Comandante de las tres Compañía en 1786, y Capitán
General del Departamento de Cádiz en 1798), la comandancia de la
recién fundada compañía de guardiamarinas de Cartagena. Le sucede
Domingo de Nava. Jacinto Ceruti fue director de la Academia de
Cartagena y primer maestro de matemáticas. Doctor en Filosofía y
Teología por la Universidad de Turín, cargo que ocupó hasta el año 1787.

Fue reemplazado por Gabriel Ciscar y Ciscar (de 1788 a 1798), quien
también ocupó el cargo de gobernador civil y militar de Cartagena durante
la G. de Independencia, y el cual es recordado sobre todo por sus avances
en el campo de las matemáticas, colaborando en el establecimiento del
actual sistema decimal.
La Compañía quedó instalada en la Plaza de San Agustín, en el edificio
que luego se conocería como “Mayoría General”.
La Academia se instaló en el interior del Arsenal, en la planta baja del
edificio de la Jefatura. Contaba con 1 aula principal (con bancos de madera
y 10 pizarras para demostraciones matemáticas); 1 aula de dibujo con
atriles; 1 aula donde quedaba instalado el modelo a escala de un navío de
tres puentes aparejado, para la enseñanza de la maniobra; 1 aula de
prácticas con los utensilios e instrumentos de aprendizaje; 1 aula para las
clases de baile. También disponía de una pequeña biblioteca para uso de
los cadetes, compuesta en 1778 por 149 tomos. La mayoría de las obras
(hasta 108) estaban en otros idiomas, y contenían el saber acumulado en
el Occidente europeo hasta el momento de las materias impartidas en la
Academia. Solamente uno era de religión. Había obras clásicas de Newton,
Euclides, Wolf, Clairaut, Rolle, del marqués de l’Hôpital, Maupertuis,
Barrow, Harris, La Condamine, La Hire, Reynau, Varignon, etc.
Primera Promoción
De la primera promoción, se les tomó asiento en el Libro Maestro el 29 de
julio de 1777 a los 59 guardiamarinas que vinieron de Cádiz (navíos San
Eugenio y Vencedor), más 31 que ingresaron por primera vez (en total, 90).
Destacar la presencia de 6 hispanoamericanos que estudiaron en la
Academia de Cartagena en 1777. El primer caballero que ingresó en
Cartagena fue José de Moyua y Mazarredo (28 de julio de 1777).
Los guardiamarinas no podían contraer matrimonio.
El curso académico era de dos semestres (octubre-marzo; abril-septiembre),
pasando a tres cuatrimestres (enero, mayo y septiembre). Los exámenes se
realizaban frente a una audiencia pública al final de cada cuatrimestre
(abril, agosto y diciembre). Las calificaciones eran de 3 niveles:
“Suficiente”, “Suficiente con Seguridad” y “Sobresaliente”.
Por Real Orden, se construye un nuevo edificio el 24 de junio de 1788 con
un presupuesto de 1.649.674 reales de vellón. Las obras comienzan en la
zona de la Muralla del Mar en 1789, con planos del arquitecto Juan de
Villanueva. Se finalizó en 1810, con un costo total de 6.595.490 tres medios
rv maravedíes.
Con respecto al origen de los cadetes, el 34% procedían de Andalucía; de
Murcia, el 18,5%; de Valencia el 11%; del País Vasco el 10%; de Madrid
y Castilla-La Mancha, el 6 y 5% respectivamente; el 15,5% restante
provenían de otros lugares. Procedentes de otros lugares del Mundo:
1 inglés de Londres; 1 griego de Cefalonia; 7 de Francia (de Avignon, París,
Tolon y Languedoc, 1,1%); 55 de Italia (8,73%, de Nápoles, Sicilia,
Génova); y 36 hispanoamericanos (5,5%).

El día a día en la Academia transcurría de la siguiente manera:


El horario de invierno: lunes-sábados 7-12 h. y 14-17 h.
El horario de verano: de 6-11 h. y de 15-18 h.
De 6 a 7 a. m. había misa obligatoria.
Una vez en el aula se pasaba lista.
Se impartían 2 horas mínimo de Matemáticas (8-10 h.): matemáticas,
geometría, trigonometría, cosmografía, náutica, fortificación.
2 horas (10-12 h.), de Teoría y práctica de Artillería, armamento y danza.
1 hora (14-15 h.), de Evolución militar y manejo de fusil o esgrima.
2 horas mínimo (15-17 h.), de Construcción de Vageles y Maniobra.
Acabadas las clases, se retiraban a sus casas o alojamientos.
A las 21 h. en verano, o 20 h. en invierno, se tocaba retreta.
Plan de Estudios (1777)
Se hizo uniforme para las tres Compañías.
El horario se mantuvo.
El libro de texto más utilizado era Curso de estudios elementales de
Marina. Comprende los tratados de aritmética, geometría, cosmografía y
pilotaje, de Gabriel Ciscar (el tratado de aritmética se imprimió primero en
Murcia en 1795, y el de trigonometría y cosmografía en Cartagena en 1796).
Las materias impartidas eran: aritmética, geometría, trigonometría plana,
cosmografía, navegación, artillería, maniobra, construcción, dibujo, francés e
inglés, esgrima, y danza. Las obras más utilizadas eran:
Luis Godín, Compendio de Matemáticas para el uso de los caballeros guardia
marinas. Primera Parte, que comprende la Aritmética (1758). De Geometría,
Compendio de Geometría elemental y Trigonometría rectilínea para el uso
de los caballeros guardias marinas en su Academia, de Vicente Tofiño (1770).
De Navegación, Compendio de Navegación para el uso de los caballeros
guardias marinas, de Jorge Juan (Cádiz, Imprenta de la Academia, 1757).
De Artillería, Tratado de Artillería para uso de los caballeros guardias
marinas en su Academia, por D. Francisco Xavier Rovira, teniente de navío
de la real armada y profesor de Artillería en la misma Academia. De Maniobra,
Cartilla marítima, que contiene el nombre de los palos y vergas de un navío,
el uso de las jarcias y cabos de labor, con el largo y grueso que cada uno tiene,
por T. N. Santiago Agustín de Zuloaga (1777). Para el inglés y el francés se
usaba la Gramática de Monsieur Boyer. “Para tirar el acero” se utilizaba
El Arte de Esgrimir por Don Juan Nicolás Perinat (1757).
SEGUNDA ETAPA: Crisis y Liquidación (1801 - 1824)
Se enmarca en la quiebra del Antiguo Régimen: El Arsenal queda prácticamente
paralizado. El tráfico marítimo cae en picado (por la Guerra de Independencia
Española, y después las de Independencia Hispanoamericanas). La población de
Cartagena se reduce drásticamente, pasando de 50 mil habitantes en 1797, a
menos de 30.000 en 1813. El número de asientos también se reduce: de 73
en 1801-1807, pasan a 45 en 1808-1814, y finalmente a 33 en 1815-1824.

En 1822 no se admiten nuevos ingresos, siendo alrededor del 30% naturales de


Cartagena o su comarca. Por el Decreto del 17 de agosto de 1811 se permite la
libre admisión de todos los españoles en los Colegios militares de mar y tierra,
y en las plazas de Cadetes sin el requisito de pruebas de nobleza”. Las causas
de no finalizar el curso en la Academia de Cartagena entre 1808 y 1814 fueron
variadas: 2 pasaron a Cádiz; 2 pasaron al ejército; 3 de baja por enfermedad;
2 fallecidos; 1 desaparecido; 1 expulsado; 1 retiro voluntario. En total, 12.
Personalidades que estudiaron en la Academia de Guardiamarinas de Cartagena:
Los Hermanos Tacón y Rosique. Baltasar Hidalgo de Cisneros. Los Hermanos
Ciscar. Manuel Usel de Guimbarda y Anzuategui. Marcos Fongion y Briant.
Antonio García de Quesada Manuel Martínez de Vallejo y Alcedo.
VIRREINATO DE NUEVA GRANADA
El primer ensayo sobre el Virreinato de Nueva Granada (1717-1723), es de
Antonio de la Pedraza. El virrey del período de 1719 – 1723 es Jorge de
Villalonga. En 1723 es suprimido el Virreinato, al ser incapaz de sostenerse
como entidad económica. En 1739 se restaura definitivamente, ante el aumento
de la importancia del ámbito del Caribe. Su objetivo era aglutinar territorial y
administrativamente el norte de los Andes y la Audiencia de Panamá, combatir
el contrabando, recuperar la deficiente economía neogranadina, y servir de
punto estratégico para la defensa continental, la ruta comercial y la expansión
productora. La capital del nuevo virreinato es Santa Fe de Bogotá. Su
jurisdicción se extendía a las audiencias de Panamá y Quito (Panamá,
Colombia, Ecuador y una parte del territorio del Amazonas), creándose además
las comandancias militares de Caracas, Cartagena y Panamá. Entre 1735-1744,
Jorge Juan y Antonio de Ulloa, en calidad de Visitadores y Oidores, llevan
a cabo un reconocimiento del territorio.
Durante el período de entreguerras, los ingleses fueron inmiscuyéndose
en el Nuevo Continente, haciéndose cada vez más fuertes en la zona.
Consecuencias del Tratado de Asiento Negrero con Inglaterra
Los buques negreros y navíos de permiso realizaban un contrabando
desmesurado. Ello agravó la crisis de galeones de Tierra Firme (hasta 1721
no arribó ningún galeón desde hacía 14 años) y la feria de Portobelo entró en
decadencia. Entre 1715-1739, el Asiento Negrero no fue el gran negocio que
Inglaterra esperaba. Solamente se introdujeron en Buenos Aires 18.400
esclavos, de los que 3.700 pasaron a Chile. La tensión entre España e
Inglaterra por las anomalías en el Tratado generaron una intensificación del
contrabando inglés, así como de captura de buques corsarios en alta mar
por parte de la Armada Española. Hubo protestas en Gran Bretaña, y la
exigencia de recibir una compensación por la confiscación de géneros. Ante
la negativa española de aceptar responsabilidades, se declaró la guerra.
GUERRA DEL ASIENTO / GUERRA DE LOS 9 AÑOS (1739 - 1748)
Esta guerra repercutió directamente en el tráfico y las comunicaciones españoles
con América, rompiendo el organigrama comercial de 250 años de antigüedad.
Respecto al comercio español, hay que tener presente que estaba en pocas manos
antes de la guerra. Los comerciantes españoles asentados en Cádiz se encargaban
de la embarcación de las mercancías. Se las vendían a almacenistas mexicanos,
los cuales tenían el monopolio, y ellos las “revendían” en el continente. Con la
guerra y la instauración de los registros sueltos o “navíos de registro”, ese
monopolio termina. El Derecho de Asiento supuso la paralización de las flotas
de Nueva España, así como de las ferias de Portobelo y Jalapa. En 1740, con la
apertura del Cabo de Hornos, adquirió gran importancia en el tráfico de
mercaderías el puerto del Callao (próximo a Lima, en el Virreinato del Perú), y
las compañías privilegiadas de comercio entraron en decadencia.

Las acciones bélicas más destacadas fueron: Destrucción de Portobelo (1739).


Portobelo no recuperaría su esplendor tras haber sido arrasada, lo que afectó
positivamente en el aumento del tráfico marítimo que partía del Callao.
El Ataque a Cartagena de Indias (13 de marzo – 20 de mayo de 1741). Dirigido
el sitio por el almirante inglés, Edward Vernon, la plaza fue defendida con éxito
por una reducida guarnición española al mando del teniente general de la
Armada, Blas de Lezo. La Campaña de La Florida. Con el fallido intento de los
británicos por tomar San Agustín en 1740, y la Batalla de Bloody Marsh (1742),
que fue una ofensiva española en territorio de Georgia, y terminó en repliegue.
Viaje del comodoro George Anson por el Pacífico y alrededor del Mundo
(1740-1744), al frente de una escuadra de siete navíos de la Royal Navy.
En su expedición, capturaron el Galeón de Acapulco.
PAZ DE AQUISGRÁN (1748) Consecuencias:
España pierde Mosquitia (o Costa de Mosquitos, en las actuales Honduras y
Nicaragua), y Georgia. España no reconoce la soberanía inglesa en
Centroamérica (Belice). España revalidó con Gran Bretaña el Derecho de
Asiento, y el permiso a este país para enviar un barco mercante al año a las
colonias españolas en América. Sin embargo, el 5 de octubre de 1750
Gran Bretaña y España llegaron a un nuevo acuerdo en Madrid (Tratado de
Madrid), por el cual se eliminaba el Derecho de Asiento a cambio de una
indemnización de 100.000 libras, terminando el derecho del comercio británico
en la América Española.
También España renunció a inspeccionar buques ingleses en alta mar.
FERNANDO VI (1746 - 1759): Impulsor del Iberismo
Iberismo = movimiento político-cultural, que propugna el acercamiento y
la mejora de relaciones a todos los niveles entre España, Portugal y
Gibraltar (y por extensión, con Gran Bretaña). Su principal impulsor en el
reinado de Fernando VI es el Secretario de Estado, José de Carvajal y
Lancaster, partidario de la alianza con Gran Bretaña, y por ende, enemigo
político del francófilo Marqués de la Ensenada.
La política exterior de Carvajal
Durante la Guerra de Sucesión Austriaca y la de los Siete Años, España
reforzó su poderío militar.
La situación internacional invitaba a un acercamiento “ibérico” por dos
razones: El enfriamiento de las relaciones entre Lisboa y Londres; y la poca
fiabilidad de Francia como potencia aliada (desligándose de apoyarla en
sus guerras, y no renovando el Pacto de Familia entre Felipe V y Luis XV).
El acercamiento a Portugal se produjo con el casamiento de Bárbara de
Braganza y Fernando VI, lo que no impidió el estallido de la guerra con el
país vecino. El conflicto con Portugal se debió al control de la Colonia
de Sacramento, desde la que los portugueses facilitaban el contrabando
británico por el Río de la Plata.
Por el Tratado de Madrid de 1750, José de Carvajal consiguió que Portugal
renunciase a Colonia del Sacramento y a su pretensión de libre navegación
por el Río de la Plata. A cambio, España cedió dos zonas en la frontera
brasileña, una en la mayor parte de la cuenca del Amazonas y la otra en la
región minera del sur, en la que se encontraban siete de las treinta
reducciones guaraníes de los jesuitas (entre Uruguay y el Ibicuy).

También se acordó la creación de una comisión de “límites naturales”


sobre el terreno (estudios científicos), debido a la ambigüedad de la línea
astronómica al Oeste de Azores-Cabo Verde, y señalando como frontera
una parte del curso del río Uruguay. Así, se daban por liquidados los
conflictos y disputas fronterizas desde el primer tratado de límites de
1494 (Tordesillas). El fracaso de la Comisión de Límites se debió a:
El juego de ventaja por parte del Marqués de Pombal en los territorios.
La muerte de Carvajal y Lancaster, principal impulsor.
La hostilidad de los jesuitas. Los españoles tuvieron que expulsar a los
misioneros jesuitas, lo que generó un enfrentamiento con los guaraníes
que duró once años.
El conflicto de las reducciones provocó una crisis en la Corte española.
Ensenada, favorable a los jesuitas, y el padre Rávago, confesor del Rey
y miembro de la Compañía de Jesús, fueron destituidos, acusados de
entorpecer los acuerdos con Portugal.
El Tratado de El Pardo de 1761 fue un acuerdo de anulación entre España
y Portugal del Tratado de Madrid de 1750. Las causas de esta nueva
firma fueron las dificultades para lograr una demarcación de las
posesiones portuguesas y españolas en Sudamérica; la Guerra Guaranítica,
que consistió en la resistencia de los indígenas y jesuitas de los sietes
pueblos de las Misiones Orientales del Uruguay, a ser expulsados o aceptar
la nueva soberanía portuguesa; y la muerte, dos años antes, del monarca
español Fernando VI, promotor del acercamiento, y la subida al trono de
Carlos III. El Tratado de El Pardo puso fin al período del Iberismo.

LA GUERRA DE LOS 7 AÑOS (1756 - 1763)


Enfrentó a Austria y Francia contra Prusia e Inglaterra (así como a sus
respectivos aliados). Se trata de una guerra de alcance global, afectando
a La India, Europa, África Occidental, Antillas, América del Norte y
Filipinas. Se trata del conflicto más grande por el imperio hasta la fecha.
El Tratado de Aquisgrán de 1748 no había logrado terminar con la
rivalidad entre Francia y Gran Bretaña en América del Norte y la India.
El detonante oficial de la guerra fue la invasión por parte de la dinastía
reinante en Austria (los Habsburgo) de Silesia, territorio en poder de
Prusia por el Tratado de Aquisgrán, y que había puesto fin a la Guerra
de Sucesión Austriaca. La política francesa (más unificada que la inglesa)
pretendía enlazar los territorios del Missisipi y San Lorenzo a través del
valle de Ohio. Si ésta tenía éxito, las colonias inglesas corrían peligro
por la retaguardia. En 1754, se producen enfrentamientos entre colonos
franceses e ingleses por el Valle de Ohio (ante la neutralidad de España).
En 1755, los franceses establecen un asentamiento fortificado,
Fort Duquesne (hoy Pittsburgh), que sufrirá numerosos asaltos británicos
a lo largo de la guerra. En la India, los enfrentamientos se producen por
el control del territorio y sus productos: té (Inglaterra), café (Francia),
chocolate (España). En 1760, Montreal y Quebec son capturadas por los
ingleses. Las flotas francesas de Tolon y Brest son destruidas. En 1761,
España entra en el conflicto en el bando francés. En 1762, Inglaterra
ocupa La Habana y Manila. Inglaterra se centra en varios focos,
manteniendo frentes abiertos en Europa, la India y América con buenos
resultados.

TRATADO DE PARÍS (1763)


Supone el fin de la guerra.
Inglaterra se alza como 1ª potencia mundial. Recibe todos los territorios
franceses en el Canadá, al este del Misisipi y al oeste de los Montes
Apalaches (excepto Nueva Orleans), a los que se sumaban las Trece
Colonias. En las Antillas obtiene Dominica, Granada, San Vicente y
Tobago. De España recibe la Florida (con el fuerte de San Agustín), y
la Bahía de Panzacola (Pensacola), a cambio de retirar las tropas
estacionadas en la ciudad de Manila (Filipinas) y en La Habana (Cuba).
También consigue el derecho de libre navegación por el río Misisipi, y
Bengala en la India.
España: Por el Tratado de Fontainebleau de 1762, Francia le cede el
territorio de Louisiana, al oeste del Misisipi, incluida su capital, Nueva
Orleans. España devuelve a Portugal el norte de Uruguay y la Colonia
del Sacramento, ocupados durante la guerra.
Francia es la gran perdedora. Además de los territorios ya mencionados,
renuncia a sus pretensiones sobre Nueva Escocia. Gran Bretaña le
devuelve Guadalupe y Martinica, y reconoce sus derechos sobre la
pesca en Terranova y la tala del palo de Campeche en Honduras.

Consecuencias de la GUERRA DE LOS 7 AÑOS:


España queda aislada en América frente a Inglaterra. Se produce una reactivación
e impulso de las reformas (retorno al sistema político de Fernando VI): defender
y recaudar. La toma de La Habana en 1762 fue el “acicate” para el impulso de
las reformas. Se tomaron medidas para recuperar el poder político de las Indias.
En 1764 se crearon los Correos Marítimos. Su propósito era llevar de manera
regular la correspondencia generada en España, sobre todo en lo referente a
diplomática y militar, por medio de unos paquebotes que saldrían
mensualmente desde A Coruña hasta La Habana. Desde allí, residencia del
Administrador Principal de la Renta de Correos, se enviaban barcos para
recoger la correspondencia a Veracruz, Tierra Firme y Perú. Implantación de la
intendencia en La Habana en 1762 (la primera en América, referida al ejército
y la Hacienda, hasta su reemplazo en 1786 por la de Nueva España), y
posteriormente en Nueva Orleans (Intendencia de Luisiana, 1764). Sus objetivos
eran dinamizar la economía indiana, y mejorar el aprovechamiento de sus
recursos. El Intendente se encarga de las cuestiones referentes a la Real Hacienda
para la recaudación y administración del ejército. Se aprueba la puesta en
funcionamiento de un plan defensivo en las Antillas, a través del envío de
tropas, la fortificación costera y el incremento de construcciones navales.
Medidas
similares se aplican en Nueva España, concretamente, en el puerto de Veracruz.
Se establecerán guarniciones estables de soldados profesionales, y se empezarán
a reclutar a “pardos” y “morenos” (gentes de color, antes no admitida). Todo
ello va a generar nuevos gastos, por lo que se buscan nuevos recursos
financieros.
También a partir de 1764 comienza a imprimirse un periódico, para que la
población esté informada de la situación en la metrópoli.
REFORMAS DE GÁLVEZ
En 1765, José de Gálvez es nombrado Visitador del Virreinato de Nueva
España,
proponiendo en su “Informe y Plan de Intendencias”, el establecimiento del
régimen de intendentes en el virreinato. Así, en 1770 fue creada la Intendencia de
Arizpe, y en 1776 la de Venezuela. Establece la reglamentación de la feria de
Jalapa. Incorpora determinadas rentas a la Hacienda (naipes, aguardiente,
tabaco).
Implanta el monopolio del tabaco. La idea era establecer en cada virreinato un
superintendente general como jefe de hacienda pública, que dependiera
directamente del monarca, quedando bajo su autoridad un intendente para cada
provincia, y debajo de éste, los gobernadores y corregidores. Las nuevas
intendencias o provincias debían tener límites más racionales y bien
comunicados.
La autoridad de los intendentes afectaría a todas las ramas del gobierno secular
(hacienda, justicia, guerra y gobierno). En una fase más avanzada, debían
desaparecer los corregidores y alcaldes mayores, que serían sustituidos por
subdelegados del intendente que se encargarían del cobro de tributos y la
transmisión de las órdenes al intendente. Para llevar a cabo su proyecto, las bases
sobre las que se apoyó Gálvez fueron: El estado ruinoso de la colonia. La
imposibilidad del virrey de aplicar las reformas propuestas. La necesidad de dar
uniformidad política colonial. Evitar la facilidad con que corregidores y alcaldes
mayores eran sobornados, lo que les incapacitaba para la aplicación de las nuevas
normas. El proyecto de Gálvez proponía: La división del Virreinato de N. España
en 11 intendencias y 1 superintendencia. La creación de una Comandancia
General de las Provincias Internas en 1776 (zona septentrional de N. España).
La intendencia americana saneó la economía, pero su corta duración no
permitió unos resultados espectaculares.
Remodelación del Sistema Fiscal
Se puso en marcha la administración del conjunto de la Real Hacienda a través
de una burocracia propia. Se terminó con la práctica del arrendamiento. En las
transacciones comerciales se introduce la partida doble para dar transparencia
y evitar el fraude. Los superintendentes de la Real Hacienda en México y Lima
son suprimidos en 1787, debido a los enfrentamientos con el Virrey.
Comienzos de liberalización mercantil (1765)
Se reducen las tarifas fiscales con el comercio antillano. Se habilitan los puertos
de Santander, Gijón, La Coruña, Málaga, Cartagena, Alicante y Barcelona para
comerciar directamente con Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Margarita y
Trinidad. A corto plazo, se suprimen las Compañías privilegiadas (excepto la
de Caracas). En 1768 se aplica el libre tráfico entre La Louisiana y Cuba.
En 1770 se aplica entre el Yucatán y Campeche. En 1776, se aplica entre Santa
Marta y Río Hacha. El 12 de octubre de 1778 se establece el Reglamento de
Comercio Libre, lo que supone la culminación del proceso.
Expulsión de los jesuitas (1767)
Contaba con precedentes en Portugal y Francia. El desencadenante último es
el Motín de Esquilache (1766), promovido por la orden. La Pragmática Sanción
de 1767 dictó su expulsión de todos los dominios de la Corona, incluyendo los
de Ultramar, lo que suponía un número cercano a los 6.000 (2.600 de América)
y sus bienes confiscados. Las consecuencias fueron muy graves: desaparece
un grupo intelectual relevante; dejan de desempeñar funciones sociales y
económicas importantes (con el abandono de 300.000 indios, y el cierre de
colegios y universidades). La forma de expulsión conmocionó a los americanos
(nocturnidad, hacinamiento y malos tratos). Otras órdenes religiosas ocuparon
su lugar (la más importante, los dominicos).

LA HABANA
La toma de La Habana por los ingleses en 1762 constituye el acicate más fuerte
para la aceleración y culminación del proceso de reajuste de las instituciones
indianas. Durante los 11 meses de dominio británico en La Habana, se produjo
cierta libertad religiosa, de comercio y de imprenta. La Habana era una ciudad
sumamente apreciada por la Corona, al tratarse de un enclave geoestratégico
y militar, y a partir del s. XVIII, también económico e intelectual (con
universidad desde 1728). Durante la ocupación, la colonia vivió un intenso
auge económico propiciado por algunas medidas tomadas por los ingleses, como
la apertura del puerto para el comercio y la importación de numerosos esclavos
que requería la maltrecha economía. Se lleva a cabo una reorganización
administrativa y política, ganando más importancia la zona occidental frente a
la oriental. Se pone en producción masiva el tabaco y el azúcar, lo que
incentivará la emigración desde Canarias (donde ya se trabajaban estos cultivos).
Se impusieron una serie de cargas fiscales muy grandes, que al cabo de los años
“ahogarían” a los pequeños y medianos productores. Por ello, se produjeron
las Revueltas de los vegueros (1718, 1720, 1723), negándose a pagar los
impuestos, y obligando a la intervención del ejército para restablecer el orden.
Hay que tener presente que para este período no se puede hablar de territorios
cohesionados, sino de ciudades y terrenos circundantes. En 1725 se instalará
la primera imprenta en Cuba, aunque ésta estará fuertemente controlada por
la Corona y la censura. Para la década de 1760 encontramos 3 imprentas
ilegales. La construcción del arsenal va a atraer a la población ante la
necesidad de mano de obra.
LA INDEPENDENCIA DE LAS TRECE COLONIAS INGLESAS
Las principales consecuencias de la Guerra de los Siete Años en America
fueron: La independencia de las Trece Colonias inglesas y el
intervencionismo español. La aceleración de las reformas en
Hispanoamérica. Las colonias inglesas estaban distribuidas en tres zonas:
Norte: Nueva Inglaterra (New Hampshire, Massachussets, Connecticut y
Rhode Island). Centro: New York, New Jersey, Delaware y Pennsylvania.
Sur: Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.
Inglaterra pasaba por dificultades económicas debido a la Guerra de los
Siete Años, llegando a una situación de casi banca rota en 1764, y que
derivó en un conflicto en el Parlamento. El Parlamento tuvo que imponer
cargas fiscales para conseguir el dinero suficiente, siendo impuestas dichas
cargas a las trece colonias en 1763 (directamente desde el Parlamento a
cada una de ellas). Se creó un ejército de casacas rojas de forma estable
para las colonias, que debían mantenerlo (algo novedoso). La primera
colonia inglesa en América del Norte es Virginia en 1607, siendo la última
Georgia (1732). En la zona del norte se establecieron los puritanos,
expulsados por Jacobo I (y por tanto, molestos para los Estuardo). Entre
1607-1615, unos 20.000 puritanos llegaron a Nueva Inglaterra (fundando
Massachussets en 1620). Estos puritanos no establecieron relaciones con los
indígenas, no existiendo un mestizaje. La población de las 13 colonias era
de aproximadamente 400.000 habitantes a finales del s. XVII – principios
del XVIII. La primera “gran corriente migratoria” se produjo entre 1760 y
1780, con la entrada de 250.000 esclavos negros.

No todas las colonias eran iguales, siendo ésta una diferencia con respecto
a España, ya que el factor geográfico modifica la estructura social. En el
norte son endogámicos; en el centro aparecen las grandes colonias
comerciales porque no hay un monopolio comercial; y en el sur están las
colonias más parecidas a las españolas, con un sistema esclavista.
Las colonias se diferencian por la clasificación jurídica:
De constitución o independientes: Connecticut y Rhode Island.
De propietarios: Maryland, Delaware, Pennsylvania.
Reales: el resto
En las colonias hay tres organismos políticos:
El Gobernador, nombrado por la Corona o por los propietarios.
El Consejo, nombrado por la Corona.
La Asamblea, elegida por el pueblo. En España se trasladó el sistema
administrativo y político a América, haciendo lo mismo Inglaterra, siendo
la Asamblea una especie de Parlamento.
Los conflictos surgen entre la Corona y el Parlamento por la imposición de
las cargas fiscales sin el permiso del Parlamento. Las asambleas eran las
únicas que podían decidir las nuevas cargas fiscales.
El sistema de comercio era diferente al español, estableciéndose tres
formas: Intercolonial. Directo con Gran Bretaña y las Indias Occidentales.
Comercio “triangular”, de tres modalidades: Nueva Inglaterra y las
colonias centrales enviaban cereales, carnes, pescado y madera a Europa
del Sur, donde tomaban vino, fruta y otros artículos que transportaban a
Inglaterra, donde los cambiaban por manufacturas. Nueva Inglaterra y
las colonias centrales remitían a las Indias Occidentales productos que
cambiaban por azúcar, madera, etc., que llevaban a Inglaterra para trocar
manufacturas para las colonias. Todas las colonias exportaban ron a
África, canjeándolo por esclavos que depositaban en las Indias
Occidentales, donde los cambiaban por dinero y maleza. Una cierta
cantidad de esclavos iban a las colonias.
Causas de la Independencia
Entre las causas ideológicas están el pensamiento liberal republicano de
los textos de John Locke, James Harrington y Agernon Sidney; el
pensamiento político de la Commonwealthmen a través de Catt’s letters
de John Trechand y Thomas Gordon; y la mayor participación y control
del pueblo en el gobierno. En las causas territoriales está el Quebec Act
(1774), por el que se forma una colonia en Canadá ganada a Francia,
independizándola de las Trece Colonias, y no uniéndola a Nueva
Inglaterra. Se respeta a la población francesa y la religión católica (lo
que provocará el descontento de los puritanos).

Las causas económicas fiscales son las medidas para imponer cargas
fiscales aprobadas por el Parlamento, y que no son debatidas en las
Asambleas como consecuencia del Stamp Act Congres, resolución por
la cual los únicos representantes en las colonias eran las personas
elegidas por ellos mismos, y ningún impuesto podía ser considerado
constitucional sino era aprobado por sus respectivas legislaturas.
Entre ellas está la gran deuda de la hacienda inglesa y los grandes
costes administrativos coloniales en 1763. También aparecen la Sugar
Act (1765) y la Currency Act (1764), que impone una carga fiscal
sobre los cargamentos de los barcos. También se impone el Stamp
Act (1765) sobre el papel timbrado y los sellos. Aparecen
manifestaciones para impedir la utilización del papel timbrado. Otra
medida económica son los Sons of Liberty (1765), organizaciones
secretas de pequeños comerciantes y trabajadores en general, bajo la
dirección de hombres adinerados y con gran influencia política. Con
todo esto, las colonias comenzaron a perder su libertad. Había
numerosas publicaciones periódicas, que no aparecen en las colonias
españolas, con ideas en contra de que desde la metrópolis se les
impongan las cargas fiscales, perdiendo una de sus libertades. La
libertad y la propiedad aparecen claramente vinculadas en el colono
norteamericano del s. XVIII, paradigmas que rigen los Estados Unidos
hasta hoy.
Evolución de los Acontecimientos:
1767: Townsend Act. Fueron una serie de leyes aprobadas por el
Parlamento, que gravaban a las colonias para aumentar los ingresos
(impuestos sobre las importaciones a la metrópolis de distintos productos).
1768: Asamblea de Massachussets. Liderada por Samuel Adams, convocó
a los representantes de las otras colonias (entre los que figuraba George
Washington y Patrick Henry de Virginia; y John y Samuel Adams de
Massachusetts), para discutir las medidas que habrían de tomarse a fin de
reivindicar los derechos de los norteamericanos ante Gran Bretaña.
1770: Masacre de Boston. Se considera la “chispa” que desencadenó la
Revolución Estadounidense. Una multitud encolerizada atacó a un grupo
de soldados, y estos abrieron fuego matando a cinco americanos.
1773: Tea Act y Boston Tea Party. El Motín del Té de Boston fue un acto
de protesta de los colonos por el impuesto sobre el té aprobado por el
Parlamento Británico, arrojando toneladas de té al mar.
1774: Intolerable Act. Consecuencia: Primer Congreso Continental. Fue
un cuerpo de representantes de las colonias (excepto Georgia), reunidos
en Filadelfia. El Congreso aprobó una Declaración de Derechos y
Agravios y una petición al rey, reconociendo el derecho del Parlamento a
regular el comercio exterior, pero defendiendo el derecho de las colonias
a manejar sus propios asuntos internos.
1775: Segundo Congreso. Se hizo cargo del esfuerzo militar, desplazándose
lentamente hacia la independencia, y actuando de facto como Gobierno de
lo que finalmente se convertiría en los Estados Unidos.

1776: Common Sense. Ensayo escrito por Thomas Paine defendiendo la


lucha contra el dominio británico, y conectando la independencia con la
doctrina protestante y su sustrato disidente para presentarla como una
identidad política americana inconfundible.
Declaración de Independencia: El 4 de julio de 1776, 56 congresistas se
reunieron para aprobar la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos, que Thomas Jefferson redactó en Filadelfia. En el Congreso se
encontraban, junto con Thomas Jefferson, tres de las principales figuras
de la independencia: George Washington, Comandante en Jefe del
Ejército Continental y primer Presidente de los Estados Unidos;
Benjamin Franklin, diplomático oficial de Estados Unidos en el extranjero;
y John Adams, representante del Congreso en Europa y segundo Presidente.
A partir de este hito, se fueron desarrollando conceptos como la “Doctrina
Monroe” (“América para los americanos”), o el concepto de “Frontera”,
que promueve la expansión hasta el Pacífico como un ideal del “Nuevo
Estado Americano”. Bat. de Saratoga (1777) y Yorktown (1781)
La victoria americana en Saratoga supuso la entrada de Francia y España
en la guerra apoyando a los colonos, y tras la rendición incondicional en
Yorktown, el gobierno británico propuso la paz.
1783: Paz de Versalles. Inglaterra reconoce la soberanía de los Estados
Unidos de América. 1787: Constitución
Se creó un único gobierno federal, con un Presidente de la República y dos
cámaras legislativas (Cámara de Representantes y Senado). Esta
constitución estaba inspirada en los ideales de igualdad y libertad
defendidos por los ilustrados franceses, y se configuró como la primera
carta magna que recogía los principios del liberalismo político.
El desarrollo historiográfico tradicional sobre la Independencia de Estados
Unidos narra el tema como un hecho interno. Sin embargo, fue
fundamental el apoyo de Francia y España (siendo ésta última
normalmente omitida). La ayuda de España estará oculta hasta años
después, para evitar que el sentimiento independentista se propagase a sus
colonias, y porque España no estaba oficialmente en guerra con Inglaterra.
La primera ayuda a los rebeldes será con préstamos a través de la casa
de comercio (en forma de dinero, armas y municiones). El segundo apoyo
consistió en mantener abiertos varios frentes en distintos puntos del
territorio inglés, como el ataque a Menorca (recuperada para España por
el Tratado de Versalles en 1783), la exitosa campaña de Pensacola
(Golfo de México, 1778 - 1782) del gobernador de La Louisiana Bernardo
de Gálvez, o el intento frustrado de tomar Gibraltar.

Potrebbero piacerti anche