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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE MEDICINA

ASIGNATURA OFTALMOLOGIA

ALUMNA: VANESSA CAROLINA SANDOVAL MUÑOZ

NUMERO DE CUENTA: 20070004073

TEGUCIGALPA HODURAS 28 DE ENERO DEL 2016


Autor: Felipe Pigna.

EL SIGLO XX

La carrera aeroespacial
Desde que los hermanos Wright inventaron el aeroplano a principios
de siglo, el hombre no dejó de soñar con volar. En un principio las
metas eran terrestres: cruzar el Atlántico, dar la vuelta al mundo,
pero a partir de la década del 50, las dos grandes potencias
empezaron a competir por enviar hombres al espacio y como
objetivo de máxima, que aquel entonces parecía imposible, colocar
un hombre en la Luna. Los soviéticos lograron el primer objetivo:
Yury Gagarin fue el primer humano en dar vueltas a la tierra desde
una nave espacial; y los norteamericanos el segundo: Neil
Armstrong puso su pie en la Luna el 20 de julio de 1969. La carrera
espacial continuó y se transformó en una verdadera competencia
técnico militar entre las dos potencias hasta 1989, cuando
desaparecida la Unión Soviética, los EEUU quedaron prácticamente
solos y a la vanguardia.
Las dos grandes guerras
Los dos episodios más trágicos del siglo XX fueron las dos Guerras
Mundiales que costaron entre ambas unas 60 millones de vidas,
familias destruidas, ilusiones perdidas y el nacimiento de rencores
que explotarían en otras futuras guerras.
La Primera Guerra
La primera guerra (1914-1918) se desarrolló sobre todo en el ámbito
europeo y fue producto de la competencia comercial e imperial de
las naciones más fuertes de Europa que querían controlar el mundo
a las que se sumó EEUU que estrenaba su condición de potencia
mundial. Todas las naciones europeas se verán perjudicadas por el
conflicto, aún algunas vencedoras como Italia que perdió territorios
en las negociaciones. La gran perdedora fue Alemania y la gran
vencedora los EEUU que impuso sus productos y sus créditos a las
naciones europeas, sin distinción entre vencedores y vencidos.
Comenzaba el ascenso norteamericano y la decadencia inglesa.
La Segunda Guerra Mundial
En 1933 Adolf Hitler gana las elecciones en Alemania con el 37% de
los votos. Inmediatamente este origen democrático dará paso a la
dictadura más sangrienta de la historia. Los nazis, como se
llamaban los partidarios de Hitler, comenzarán una despiadada
persecución contra todos los opositores al régimen y a las personas
que ellos consideraban "inferiores" por no ser de la "raza aria", de
origen indoeuropeo de la que se consideraban descendientes. Así
los socialistas, comunistas, anarquistas, demócratas, gitanos,
eslavos, africanos y, sobre todo, los judíos fueron perseguidos y
asesinados por millones en los "campos de concentración". A pesar
del carácter masivo de la masacre, tanto las potencias occidentales
como la Unión Soviética no parecían prestar atención a las
atrocidades del Tercer Reich, como llamó Hitler a la nueva
Alemania, incluso firmaron pactos de amistad y neutralidad con el
dictador. Sólo cuando Hitler mostró su política expansiva y se
decidió a ocupar casi toda Europa comenzó el conflicto el 1 de
Septiembre de 1939. Tras casi seis terribles años de guerra,
Alemania, Italia y Japón fueron derrotadas por las potencias Aliadas
(EEUU, URSS, Francia e Inglaterra)
El mundo de posguerra
El mundo no volvería a ser el mismo. La guerra había terminado con
el lanzamiento de la primera bomba atómica sobre la ciudad
japonesa de Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Comenzaba la era
nuclear. El hombre era capaz de destruir el mundo apretando un
botón.
Terminada la guerra se perfilan claramente las dos Superpotencias:
los EEUU liderando el bloque occidental y la URSS, el oriental.
Estas grandes potencias, antiguas aliadas durante el conflicto
mundial, comenzarán una feroz competencia por el dominio del
mundo. Casi inmediatamente después del desastre de Hiroshima, la
URSS también dispondrá de su bomba atómica y nacerá la carrera
armamentista. Esta competencia despilfarrará millonarios recursos y
energías científicas que de haberse usado para la paz y el progreso,
con seguridad la humanidad no tendría hoy los terribles dramas de
la pobreza, la desprotección y el hambre. Lamentablemente las
superpotencias privilegiaron su afán de poder por encima de lo que
ambas decían defender: el bien de la humanidad.
Los Sesenta
En todo el mundo los años 60 fueron los años del cambio. Los
jóvenes se mostraron descontentos con el mundo que les estaban
dejando sus mayores. Cambiaron las modas y la música, nació el
Rock y con él aparecieron las canciones que hablaban de los
problemas que preocupaban a los jóvenes. La rebelión juvenil
floreció por todas partes y tomó formas pacíficas, como los Hippies
norteamericanos que pedían paz y amor; y más violentas como la
de los jóvenes de París que mayo de 1968 proponían "La
imaginación al poder", los jóvenes de Praga, en Checoslovaquia que
se oponían a la invasión soviética o los jóvenes argentinos de
Córdoba que también en mayo, pero de 1969 se rebelaban contra la
dictadura de Onganía.
Los Noventa
La década del 70 comenzaba con grandes esperanzas para
América Latina. Tras largos años de dictaduras renacían las
democracias y el pueblo volvía a expresar su voluntad. Pero esta
primavera democrática durará poco y retornarán los gobiernos
autoritarios que ocuparán la región hasta mediados de los 80. Las
nuevas democracias latinoamericanas surgirán débiles por la
herencia económica y social dejada por los gobiernos militares y con
graves problemas que resolver.
La década del 80 fue el tramo final en la carrera entre los EEUU y la
URSS. Esta última no pudo seguirles el ritmo a los norteamericanos
y una serie de crisis internas determinaron la caída del gobierno
comunista y con él de todo el bloque oriental a partir de 1989.
Hoy el mundo está en mejores condiciones técnicas y científicas
que nunca para trabajar por la unión y el bienestar de la humanidad.
Las comunicaciones son instantáneas y la ciencia puede prolongar y
mejorar nuestras vidas. El futuro dependerá sobre todo de la
voluntad de los países más poderosos en hacer que estos
beneficios sean para todos o para unos pocos.

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