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ECONOMIA

La economía del Imperio Romano era la propia de un imperio esclavista;


los esclavos trabajaban obviamente de forma gratuita, lo cual producía
una enorme riqueza. Las diferentes ciudades y provincias estaban
conectadas por una red de comunicaciones, vías y puertos, que
fomentaban el comercio notablemente.
Aunque la vida se centraba en las ciudades, la mayoría de los
habitantes vivían en el campo con un buen nivel, donde cultivaban la
tierra y cuidaban el ganado. Los cultivos más importantes eran el trigo,
la viña y los olivos, también árboles frutales, hortalizas, legumbres y lino.
Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas introduciendo el arado
romano, molinos más eficaces, como el grano, el prensado de aceite,
técnicas de regadío y el uso de abono.

CULTURA
La cultura de la Antigua Roma fue el resultado de un importante
intercambio entre civilizaciones diferentes: la cultura griega y las
culturas desarrolladas en Oriente (Mesopotamia y Egipto), que
contribuyeron a formar la cultura y el arte de los romanos. Uno de los
factores que más contribuyó a la universalización de la cultura romana,
que de pronto fue la de todo el imperio, fue el uso del latín como
lengua común de todos los pueblos sometidos a Roma.
GASTRONOMIA

La gastronomía romana cambió a través de la larga


duración (más de un milenio) de su antigua civilización. Sus
hábitos se vieron influenciados por la cultura griega, los
cambios políticos de monarquía a república, y de ahí a
imperio, y la enorme expansión de este último, que trajo
muchos hábitos culinarios nuevos y técnicas de cocina de las
provincias. Al principio, las diferencias entre las clases
sociales no eran tan significativas, pero la distancia entre
ellas creció junto con el imperio.
Los Patricios: Se denominaba Patricios a las familias más antiguas de Roma, quienes

formaban una aristocracia de propietarios de tierras. Poseían todos los privilegios tanto

fiscales, como judiciales, políticos y también culturales. Eran ciudadanos de pleno derecho.

El nombre de Patricios le venía dado porque provenía de “padre”, en referencia a que eran

hijos de los padres fundadores de Roma.

Los Plebeyos: Así se denominó en la Roma primitiva a todos aquellos que estaban por fuera del
grupo de los Patricios. Originalmente carecían de derechos, pero a través de siglos de luchas
sociales se les fueron reconociendo derechos similares a los de los Patricios. Entre ellos el de
ser Ciudadanos Romanos, a elegir representantes y a tener sus propias instituciones políticas.

Nobles: Eran los plebeyos más ricos, que se igualaban a los patricios por su fortuna y por
ocupar los cargos políticos más importantes.

Caballeros: Eran plebeyos con una fortuna intermedia, que obtenían por sus trabajos
como comerciantes, agricultores o profesionales, llegaban a ocupar cargos políticos de
mediana importancia.

Clientes: Eran plebeyos que no tenían recursos propios y se ponían al servicio de un


patricio (para ir a la guerra, votarlo en los comicios). A cambio su patrón les daba alimentos
y/o dinero. Con el correr del tiempo, los clientes fueron empobreciéndose cada vez más,
hasta convertirse en una masa de desocupados fácil de manipular con fines políticos.

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