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Referatos:

Dra. Bruna Franchetto


(Museu Nacional, Rio de Janeiro)

Dra. Mariana Giordano


(Instituto de Investigaciones Geohistóricas – conicet)

Dr. Gastón Gordillo


(University of British Columbia)

Dra. Vanessa Grotti Los evangelios chaqueños


(European University Institute)
misiones y estrategias indígenas
Dra. Paula Seiguer
(Universidad de Buenos Aires – conicet)
en el Siglo XX
Dra. Pirjo Virtanen
(University of Helsinki)

Financiado por:
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(conicet, Proyecto PIP 0640)
Editor
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César Ceriani Cernadas
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (conicet)
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Antropólogo, Investigador del cnrs,
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Ceriani Cernadas, César Antropólogo,
Los evangelios chaqueños : misiones y estrategias indígenas en el siglo XX / Universidad Federal de Santa Catarina
César Ceriani Cernadas. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Asociación Civil Rumbo Sur, 2017. Valentina Vapnarsky
288 p. ; 22 x 15 cm. - (Ethnographica / Tola, Florencia; 5) Lingüista, Investigador del cnrs,
Centro erea del lesc
ISBN 978-987-46070-9-6 Eduardo Viveiros de Castro
Antropólogo, Museo Nacional
1. Antropología. 2. Religión . 3. Pilagás. I. Título. de la Universidad Federal de Río de Janeiro
CDD 305.8
Pablo Wright
Antropólogo, Investigador del conicet,
Prohibida su reproducción total o parcial sin solicitar consentimiento. Universidad de Buenos Aires
A Edgardo Jorde Cordeu, in memorian
Etnólogo chaqueño y maestro de antropólogos y antropólogas
8 §

Índice

Prólogo 13
De las misiones a las mediaciones culturales
Pablo Wright

Introducción 19
Una antropología comparativa sobre las misionalizaciones chaqueñas
César Ceriani Cernadas y Alejandro López

Primera Parte
Fronteras ideológicas y relacionales

“Cerrando filas”: La mirada menonita sobre los vínculos entre las misiones 41
protestantes en el Chaco durante el auge de la “nación católica” (1943-1949)
Alejandro López

Misión, nación y religión. 71


Las fronteras del dios Chur entre los tobas formoseños
César Ceriani Cernadas
Crónica de un final anunciado: la breve historia de Misión Pilagá 91
Lorena Córdoba
Segunda Parte Lista de imágenes
Mediaciones culturales y políticas

La disolución de Nam Cum en perspectiva: contextos globales 117


de la misión menonita en el Chaco argentino
Agustina Altman

Las verdaderas palabras de Dios en wichí. 145


Sobre la terminología cristiana en las traducciones de los anglicanos
Rodrigo Montani

Memorias de la Misión de Altozano: guaraníes y franciscanos 173


en el Ingenio San Martín del Tabacal (1938-1970)
Nahuel Pérez Bugallo

Tercera Parte
Procesos históricos y simbólicos
Mapas
Fragmentos “más o menos guaraníes” de una misión evangélica 193 Imagen 1. Principales misiones indígenas en el Chaco argentino mencionadas en el
en el Ingenio La Esperanza libro. Confección: Alejandro López
Mariana Espinosa Imagen 2. Mapa de las misiones en el Chaco en diciembre de 1946 (Shank 1946c: 785)
Imagen 3. Mapa de las “Zonas de ocupación Menonita” en Argentina en diciembre de
“Cuando reces por mí, también hazlo por los tobas”. 213 1946 (Shank 1946c: 784)
Género y conversión socio-religiosa en Misión El Toba (1930-1940) Imagen 4. Reconstrucción de las áreas de influencia de las misiones protestantes.
Mariana Gómez Confección Alejandro López

Cuerpo, imaginario y subjetivación en indígenas evangélicos 235 Fotos


de las misiones escandinavas Imagen 5. John Arnott y bailarines tobas o pilagás, 1939. Foto de Guy Métraux © Mu-
Hugo Lavazza seo del Quai Branly, Fond Guy Métraux
Imagen 6. “El cacique Negro”, 1939. Foto de Guy Métraux © Museo del Quai Branly,
Bibliografía general 259 Fond Guy Métraux
Imagen 7. “Arnott y un niño pilagá”, 1939. Foto de Guy Métraux © Museo del Quai
Branly, Fond Guy Métraux
Imagen 8. Mujeres guaraníes de Misión Cherenta, circa 1925-1930, La Esperanza, San
Pedro, Jujuy. Álbum personal de Allan Easdale
Imagen 9. Capilla anglicana en La Esperanza, San Pedro, Jujuy. Foto: Mariana Espinosa
172 § R o d r i g o M o n ta n i

Cuadro 1. Ejemplos de traducción de algunos términos cristianos. La parte


de la palabra en redonda es morfología que traduce contexto. Las rayas indican que
no se registra equivalente para la palabra, en el caso de las traducciones bíblicas,
simplemente porque el término no ocurre en esos libros.
Memorias de la Misión de Altozano:
Concepto
verbal en
Hunt 1913 MW 1919 E&HW 1929 RW 1957 NTW 1962 ATW 1987 BW 2002
guaraníes y franciscanos en el
español,
BRVC Ingenio San Martín del Tabacal
Alma
“husek” “lehusek” “lehusek”
---
“ahusek” “ahusek” “ahusek” (1938-1970)
(p. 96, 144) (Mc 8:36) (Mc 8:36) (Mt 10:28) (Dt 4:29) (Mt 10:28)

“li-humin Nahuel Pérez Bugallo


yoj”
“ohumna- “lehumna- “ohumna-
(p. 96, “humin” “oschenyaj” “ohumnhayaj”
Amor yaj” yaj” yaj”
aclara: (Mc 10:21) (1R 19:10). (Jn 15:9)
(Jn 15:9) (Rm 5:5) (Jn 15:9)
“amor de
amigo”)

Arre- “I wo la “woyai “lewo “iwo la


“woyai “woyai ahusey
pentirse, husek ahuseketh ahusek lehusek
– ahusek eth iyhäja” (Hch 3:19,
arrepenti- eth a” a” (Hch eth a” eth a” (Ex
a” (Hch 3:19) iyhäj es pl. de elh)
miento (Mc 1:4) 3:19) (Rm 2:4) 13:17)

“Ottotaj”,
“Tsui”,
Diablo &
“Thawo”
“ahat” “ahattaj”

“ahattaj”

“ahätaj” Introducción215
demonio (Mc 7:26) (Mt 4:1) (Mt 4:1) (Mt 4:1)
(pp. 108,
168)
Sin temor a exagerar, es posible afirmar que la creación de la Comisaría
El Señor –
“Thawuk” “Thawuk” “Dios” (Rm “Thawuk” “Lhawuk” “Lhawuk” Provincial de Misioneros Franciscanos de Salta, en 1923, marcó el inicio de un nue-
(Mc 1:3) (Mt 1:20) 4:8) (Mt 1:20) (Gn 4:9) (Gn 4:9) vo capítulo de aquella gran historia de las Misiones Franciscanas entre chiriguanos,
“n’oteläythayaj tä que comenzó a ser redactada por Manuel Mingo de la Concepción (1981[1791]) en
“ahattaj t’un lew’et” su famosa crónica del Colegio de Tarija durante el siglo XVIII, continuada años más
“ahattaj- lewet” (Mt 5:29)
lewet” (Mt 5:29) “n’otasnhayaj tarde por otros autores franciscanos, entre ellos, Antonio Comajuncosa, en su tam-
“ahat- (Mt 5:29, Lc “ahattaj- tä häpe itäj tä bién clásica obra dedicada a las misiones del siglo XIX (1836[1800]; Comajuncosa et
Infierno – lewetes” 16:23) – wet” n’oma”
(Mc 9:43) “ahattaj- (Mt 23:33) (Mt 23:33) al. 1884)216. En las primeras décadas del siglo XX, sin embargo, se inició un proceso
wet” “espíritu- “n’op’itseyhay
(Mt 23:33) lewetes” lew’et tä
(Lc 16:23) n’otläythayaj ihi”
(Lc 16:23) 215 El presente trabajo es una versión basada en los capítulos 3 y 4 del ensayo “Guaraníes
católicos entre frailes chiriguanos: un abordaje microhistórico y etnográfico” (Pérez
“Edén”
(Is 51:3) Bugallo 2016) ganador de la XV edición del Premio Dra. Branislava Susnik a la investigación
“Diosw’et tä antropológica, otorgado por el Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica
“Paraiso” “Paraiso” Isilataj” del Paraguay (CEADUC), el Museo Etnográfico “Dr. Andrés Barbero” y la Asociación Indigenista
Paraíso – – – –
(Lc 23:43) (Lc 23:43) (Lc 23:43)
“Dios Lelafwek tä del Paraguay (AIP). Agradezco a Diego Villar por los comentarios y sugerencias que ha realizado
Isilataj” durante el proceso de investigación.
(Ap 2:7). 216 Los misioneros Cardús (1896), Nino (1912), Martarelli (1918[1889]) y Giannecchini
“le sukyaj” “asukyaj” “osukyaj” “asukyahai” “lesukyaj” “lech’isukyajay” (1996[1898]) también nos dejaron crónicas sumamente valiosas sobre el funcionamiento de
Pecado – aquellas reducciones durante el siglo XIX. Un balance sobre la historia y la etnografía producida
(Mc 1:4) (Mc 2:5) (Rm 5:13) (Mc 2:5) (Gn 18:20) (Gn 18:20)
por estos misioneros franciscanos puede consultarse en Combès (2015).
174 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 175

que derivó en la secularización de todas estas misiones bolivianas. Durante el nuevo también pasiva o incluso desinteresada según la coyuntura, y esto les permitió elu-
período, los misioneros acrecentaron sus dificultades con las autoridades guberna- dir toda vez que pudieron las exigencias de los misioneros220. De hecho, fueron los
mentales, que limitaron su acción a través de Reglamentos dictados por el Ministerio mismos religiosos los que nos informaron que muchos ingresaban a las reduccio-
de Guerra y Colonización. Como consecuencia de ello, entre 1905 y 1920, la mayor par- nes porque obtenían ventajas materiales y aseguraban la protección de sus familias
te de las reducciones pasaron a ser doctrinas o directamente fueron clausuradas217. frente a los abusos de los criollos221. Las misiones, evidentemente, representaron
Paralelamente, por aquellos años se reorganizó la actividad de la Orden lugares de refugio frente a las exigencias de las autoridades coloniales y más ade-
Franciscana en el territorio argentino. Luego de muchos vaivenes, sus autoridades lante del gobierno republicano. En estos sitios, según se ha planteado, los indígenas
decidieron entregar el Colegio Apostólico de Salta y toda su juridicción a la Provin- pudieron preservar su existencia comunitaria y en buena medida sus actividades de
cia Romana de Santa María de Aracoeli. Es importante agregar que algunos de éstos subsistencia. Por otro lado, también sabemos que desde mediados del siglo XIX las
franciscanos romanos provenían del Convento de Tarija, donde poco a poco fueron reducciones colaboraron fuertemente en el proceso de socialización de trabajado-
quedándose sin campo de misión, motivo por el cual solicitaron hacerse cargo de la res indígenas, ya que funcionaron como lugares de reserva de mano de obra barata y
evangelización de la zona del chaco salteño (Pistoia 1989). Puede decirse entonces eventual para los establecimientos industriales de la región (cf. Langer 1995; Teruel
que una vez creada, la Comisaría Provincial salteña tomó la posta evangelizadora de- 2005: 117; Literas 2011: 166).
bido a las dificultades que atravesaban los Colegios franciscanos de Bolivia. No puede decirse lo mismo, sin embargo, sobre las Misiones Franciscanas
Al frente de la nueva Comisaría fue nombrado Fray Gabriel Tommasini, a fundadas en el siglo XX entre las comunidades guaraníes del territorio argentino:
quien se le encargó, además, la elaboración del nuevo plan de trabajo debido a su las fuentes son escasas y se encuentran mayormente dispersas, el acceso a los ar-
experiencia como ex misionero en Bolivia. En 1927 los nuevos sacerdotes inaugura- chivos no siempre resulta una tarea fácil y es prácticamente mínima la producción
ron un Centro Misionero en la localidad de Tartagal y desde allí partieron a propagar académica sobre el tema222. A pesar de este panorama descrito —o quizás por suer-
la acción evangelizadora entre los grupos guaraníes218, chanés y wichís instalados en te— todavía es posible recabar información confiable sobre el tema indagando en la
el sector noroeste de la provincia de Salta. Unos años más tarde, durante la época memoria de muchos indígenas que han vivido en las misiones; o incluso en los relatos
de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay (1932-1935), el traslado de indígenas de sus hijos, a quienes se les ha transmitido oralmente parte de esta historia. Aquí
hacia la Argentina para escapar del conflicto fue masivo. Y es a partir de esos años, sacaremos provecho del análisis conjunto de estos relatos orales y de algunos do-
justamente, cuando se multiplican las reducciones franciscanas entre los grupos in- cumentos escritos que contienen información sobre la trayectoria de la Misión San
dígenas del área219. Así, fueron fundadas progresivamente la Misión San Francisco Francisco del Altozano del Tabacal. Dicha misión fue fundada en 1938 en el paraje La
del Río Caraparí (1933), la Misión San Francisco del Altozano del Tabacal (1938), la Loma223 por el franciscano Roque Chielli junto a un grupo de guaraníes, no obstante,
Misión San Francisco Solano en Yariguarenda (1943), la Misión San Miguel Arcángel pese haber sido una de las más importantes de la región, poco se conoce sobre ella
en Tuyunti (1946) o la Misión Yacuy (1952), ente otras (cf. Arzobispado de Salta 1946; y sobre los indígenas que allí habitaron hasta el año 1970.
Tommasini 1978; Pistoia 1989). El presente trabajo tiene como finalidad describir y analizar, desde una
Sabemos bastante sobre aquellas antiguas Misiones Franciscanas instala- perspectiva etnográfica e histórica, la experiencia indígena en la misión de La Loma.
das en la denominada “cordillera chiriguana”. Tanto las crónicas de la época como
los trabajos académicos que se han ocupado del tema, coinciden al afirmar que las
220 Ver por ejemplo los trabajos de Susnik (1968), Pifarré (1989) o Langer (2009), entre
misiones se constituyeron como espacios sumamente negociados entre religiosos
otros. El historiador Thierry Saignes llegó incluso a plantear, acaso exageradamente, que
e indígenas. En ellas estos últimos asumieron una actitud ambigua, que podía ser
los chiriguanos lograron imponer sus propias reglas y subvirtieron el orden dentro de estos
espacios (Saignes 2007: 270-272).
217 Luego de las medidas solo quedaron en pie las misiones de Tairarí, Tigüipa, Macharetí, Ivo, 221 Como por ejemplo en el texto de Martarelli (1918 [1889]: 257-258).
Santa Rosa y San Pascual de Boicovo. No obstante, en 1929 se dictó un decreto que también 222 Una primera aproximación al tema puede consultarse en Pérez Bugallo (2013).
ordenó secularizar estas últimas misiones (Métraux 1930; Tomasini 1978: 224-225; Pifarré 1989: 223 El paraje regionalmente conocido como “La Loma”, como su nombre lo indica, es una
405-407). elevación del terreno con picos de hasta 400 metros sobre el nivel del mar que se encuentra
218 Utilizamos a partir de ahora el etnónimo “guaraníes” para referirnos a los grupos ubicada entre la Ruta Nacional 50 y el Río Bermejo, frente al emplazamiento urbano de la
instalados en Argentina, como actualmente se autodenominan. localidad salteña de Hipólito Yrigoyen. Allí, además de la misión se instalaron progresivamente
219 Un estudio completo sobre el impacto que produjo la Guerra del Chaco en las comunidades otros agrupamientos guaraníes en los sectores denominados “La Loma del Tabacal” y “Pueblo
guaraníes y chanés puede consultarse en Bossert et al. (2008). Nuevo”. Estos guaraníes no estuvieron bajo la tutela de los misioneros franciscanos.
176 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 177

La propuesta, a su vez, tiene dos objetivos específicos. En primer lugar, nuestra meta y la casa para el Padre. Que ese era su propósito” (Cuadernos Franciscanos 1961: 18).
es revelar aspectos hasta ahora poco conocidos sobre la trayectoria del grupo de Ese mismo año el Padre Higinio de Petris, que por entonces ocupaba el
guaraníes que actualmente residen en Pichanal. Sobre este tópico particular, un exa- cargo de Comisario Provincial, puso manos en el asunto y redactó una carta dirigida a
men atento de los textos nos permitirá determinar cómo se ha estructurado social la patronal del ingenio. En ella manifestaba que era conveniente instalar una misión
y espacialmente el grupo alrededor del Ingenio Tabacal en pleno contexto de recon- franciscana para atender las necesidades de los indígenas allí radicados. La respues-
figuración de las fronteras interétnicas regionales por la instalación de este tipo de ta, que no se hizo esperar, si bien fue ambigua mantuvo un tono cordial: “Hemos
enclaves industriales. En segundo lugar se examinarán los vínculos de interdepen- recibido su carta, de la que nos ha hecho entrega nuestro Socio señor Bercetche, y
dencia entre guaraníes y misioneros: aquí vamos a focalizar sobre la relación que el en la que nos formula las bases de la formación de una Colonia Indígena en nuestro
grupo entabló con los padres franciscanos y en especial con Roque Chielli. En este Ingenio del Tabacal, por sacerdotes de vuestra orden. Ella merece toda nuestra aten-
sentido, el trabajo apunta a eludir algunos lugares comunes, propios de una especie ción y estudio” (Cuadernos Franciscanos ibid.: 18).
de “leyenda negra” sobre la actuación misionera en el área, que generalmente ha Unos años después, el franciscano Mariano Colagrossi224, y más tarde, el
pasado por alto el tipo de configuración social particular producto de esta relación Padre Bernardo D’Amico, tampoco tuvieron éxito (Arzobispado de Salta ibid.: 11-12).
entre misioneros e indígenas. Para ello trazaremos algunas breves líneas compara- Hay que sumar a todo esto que la actividad de los religiosos protestantes fue otro de
tivas con los datos conocidos sobre el funcionamiento de las antiguas reducciones los problemas a sortear: el apuro por concretar la instalación de una misión también
bolivianas; vamos a determinar, en consecuencia, en qué medida toda esta informa- pudo haber sido una de las causas del repetido fracaso. Luego de ser convocado
ción etnohistórica puede servirnos de marco de referencia a la hora de explicar el para predicar en el ingenio, Colagrossi les advertía a los superiores del Convento San
funcionamiento de las misiones franciscanas salteñas durante el nuevo período. Francisco lo siguiente: “Siempre que ese plantel no quede abandonado y sin pastor,
con el peligro de que los protestantes lo dispersen y maten, como hacen los lobos
Una Misión Franciscana en La Loma con el rebaño que no tiene pastor, yo me animo a ir a San Martín, no obstante sepa
que me aguarda mucho trabajo espiritual” (Cuadernos Franciscanos ibid.: 18).
Desde su fundación, en 1920, el Ingenio San Martín del Tabacal congregó La situación comenzó a revertirse unos años más tarde con la llegada del
una multitudinaria cantidad de indígenas de diferentes etnias y procedencias, que franciscano Roque Chielli al ingenio. Chielli nació en el pueblo italiano de Noci, en la
hacia allí se dirigieron para conchabarse como mano de obra. Esto obligó a los fran- provincia de Bari. Llegó a la Argentina en 1934 para ocupar el cargo de Vicario Coo-
ciscanos salteños a concentrar su atención en la zona. No pasó mucho tiempo, en- perador en el convento San Antonio de Orán. Ese mismo año fue nombrado ayudante
tonces, para que el ingenio comenzara a ser visitado regularmente por frailes que del capellán del ingenio, el Padre Miguel Bardoni a quien más tarde terminó sustitu-
dependían de la Parroquia de Orán. Una vez allí, los franciscanos notaron que los yendo. Una vez allí comenzó a contactarse con los guaraníes. Según su propio relato,
guaraníes asentados durante todo el año en los alrededores de la fábrica eran el gru- ellos vivían cerca de La Loma, y esto es un dato importante porque da cuenta de la
po ideal para realizar su labor evangelizadora: “En el tiempo de la zafra, estos llegan ocupación del territorio desde antes de la llegada de los misioneros: “Yo llegué a
a 15.000, sin embargo sólo los indios Chiriguanos quedan permanentemente en los Orán en el año 1934. Entonces la ciudad de Orán era un pueblito […] Me mandaron
distintos lotes para la limpieza y riego de los cañaverales; estos indios son los más el mismo año para el Ingenio San Martín del Tabacal, donde me quedé hasta 1940.
dóciles y dispuestos a la civilización” (Arzobispado de Salta 1946: 11). Entonces empecé a conocer a los aborígenes. Había un grupo de ellos en La Loma.
La instalación de una misión en estas tierras no parece haber sido un Los hijos de ellos son los que están aquí en la Misión. Ellos en ese entonces estaban
trabajo fácil, al menos durante aquellos primeros años. En primer lugar porque los dispersos en el monte cercano a La Loma” (en Díaz 1993: 7).
dueños del ingenio fueron poco receptivos con la idea, lo cual logró entorpecer las Hemos registrado algunos testimonios sobre este tema en Pichanal. Todos
gestiones. Cabe señalar que durante la década de 1920 el primero que intentó en ellos dan cuenta de la curiosidad, pero también del recelo que despertó en el grupo
vano esta tarea fue el mismísimo Gabriel Tommasini. Posteriormente, en 1930, otro la llegada del franciscano. Los relatos lo describen como un joven carismático que
célebre religioso, el Padre Rafael Gobelli, se ocupó personalmente de convencer a tenía un aspecto físico y una vestimenta particular. Recuerdan, además, que el princi-
las autoridades del ingenio, pero tampoco logró de ellos una respuesta favorable. Así
lo anotaba en una carta dirigida a sus superiores: “Hablamos con el Dr. Patrón Costas,
el cual dijo que si bien era conveniente establecer la atención de los indios, más ne- 224 El Franciscano Mariano Colagrossi fundó en 1933 la Misión San Francisco del Río Caraparí,
considerada la primera de todas las reducciones dependientes de la nueva Comisaría
cesaria y urgente es construir la iglesia, para los numerosos cristianos que allí viven,
Provincial salteña.
178 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 179

pal problema fue comunicarse entre ellos debido al idioma. No obstante, y esto no es El texto, en este sentido, es esclarecedor: Tatu Caru fue el apodo que Roque
un asunto menor, nuestros colaboradores puntualizan sobre el llamativo interés de Chielli asignó a Lorenzo Castillo, que según algunos comentarios provenía de Macha-
Chielli por aprender consecuentemente su lengua y sus costumbres. De las narracio- retí en Bolivia, donde ya existían contactos prolongados en el tiempo entre guaraníes y
nes se desprende que algunos de ellos no pudieron explicar el origen de este fraile franciscanos. Se comenta, así, corroborando la versión de Chielli, que él fue uno de los
que apenas hablaba el español, que pronunciaba mal el guaraní, pero que aun así principales impulsores de la misión junto con el franciscano y un pequeño grupo de
llegaba a conquistarlos mediante un mensaje de salvación. Evidentemente la figura guaraníes católicos. Luego de la fundación de La Capilla este hombre logró convertirse
de Chielli provocó desde un primer momento un clima de extrañeza pero también de en el cacique de la comunidad. Así lo recuerdan actualmente en Pichanal:
fascinación entre los guaraníes.
En 1961 el mismo padre Roque publicaba su impresión sobre estos prime- A Tatu Caru lo conocían en Bolivia como ‘Langosta’, por eso le decían ‘Tuku’.
ros contactos: El padre Roque le ha puesto ‘Tatu Caru’, que significa ‘la manera de comer
los quirquinchos’, o ‘como comen los quirquinchos’. Otros le decían Tatu
Desde los primeros días me di cuenta que grande era la necesidad de reu- Kupe, porque era medio jorobadito. Es ‘Tuku’, Lorenzo Castillo, mi padrino
nir en determinado sitio a los indios que todo el año permanecen en el de bautismo. Fue el primer cacique nombrado por Roque, porque era el
establecimiento azucarero. El estado moral de esos indios era deplorable. mayor de todos. Si venían visitas tenía que haber un cacique, aunque él no
Era preciso mantener un continuo contacto con los indígenas, por natu- hablaba bien, no podía decir ‘padre’... ‘paere’, decía.
raleza desconfiados. Así, visitándolos seguido en sus ranchos iba desper-
tando un poco de simpatía. A unas cuantas familias de chiriguanos hablé Otro testimonio, recopilado y publicado por guaraníes que actualmente
de formar una verdadera reducción misionera y aceptaron: ellos también viven en la misión de Pichanal, da cuenta del mismo lugar de procedencia para estas
anhelaban vivir como los demás seres humanos (en Luna 2000: 31-32). primeras familias católicas:

Sin embargo, otros relatos indican que fueron los propios guaraníes quie- Yo tengo setenta años. Desde los ocho años viví en la Misión, porque mi
nes pidieron la instalación de una Misión Franciscana en La Loma. Es probable en- madre era misionera de Macharetí, actualmente aquí en la Misión hay fami-
tonces que Chielli haya intensificado los contactos, en primera instancia, con los mi- lia de Macharetí, Santa Rosa y de Ivo, son misioneros que aman a Dios, que
grantes de Bolivia que provenían de antiguos núcleos reduccionales. El mismo Chielli aman a la iglesia, cumplen la doctrina como cristianos […] En este lugar
parece confirmar el dato: soy el único misionero que ha estado nueve años en el convento francisca-
no. Conozco bien la vida, el sufrimiento, el amor de cada sacerdote; y conoz-
Yo andaba siempre por ahí y como soy medio curioso con mi ser veía esta co muy bien cómo son los verdaderos cristianos como misioneros: pobre,
gente y les decía: ¡Eh! ¿Cómo te va?… Entonces encontré a Tatu Caru, que humilde y sencillo (Proyecto Educación Interculturalidad Bilingüe 2010: 11).
quiere decir, ‘Quirquincho Comilón’ en idioma guaraní, y él me respondió
en su idioma… En nuestras entrevistas de campo, asimismo, hemos registrado el mismo
- Bien, bien… dato sobre el origen de buena parte de estos pioneros. Como nos comentaban: “Te-
- Le pregunté si era casado (añetec). Me respondió que era casado y que níamos banda de música. ¡Teníamos todo ahí! Los viejitos eran viejitos pero sabían
tenía doce hijos… de la banda de música, tenían sus instrumentos. Pero ellos venían de Tairerí, de allá
- ¿Sos Bautizado? (Le pregunté)… de Bolivia, Macharetí… Habían venido de ese lado”.
- Todos, todos. Yo soy cristiano católico… Según indican los relatos, la instalación de una escuela en la misión fue uno
- ¿Qué sos vos…? de los mayores atractivos que pudo ofrecer la propuesta franciscana, especialmente
- Yo soy cacique, dijo Tatu Caru… para los guaraníes que ya habían experimentado el antiguo ordenamiento reduccional
-¡Ah! ¡Qué bien, qué lindo! en Bolivia: “[Roque Chielli] Dice bueno, vayan a La Loma: ahí va a haber Iglesia, ahí voy a
Entonces comenzamos a conversar, y Tatu Caru me dijo: Yo quiero que haga estar yo. Se han ido ya. Todos se han ido para allá a vivir. Así como aquí, los invitaba ¿no?”.
Misión. Porque estamos abandonados en el monte (en Díaz ibid.: 7). Posteriormente Chielli y sus colaboradores se dedicaron a reclutar nuevos
miembros para conformar la misión entre los guaraníes dispersos en La Loma y los
180 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 181

que se asentaban en los diferentes “lotes” del ingenio. Todos estos guaraníes tenían se acercaron hasta allí para conocer la característica capilla levantada en el medio
orígenes diversos: estaban los migrantes de Bolivia, aquellos que habían nacido en del monte de La Loma, a pasos de uno de los mayores enclaves agroindustriales de la
el lugar y también los nacidos en territorio argentino pero que provenían de otros época. Así relataba Chielli algunos detalles sobre el día de la inauguración:
enclaves industriales. Como advirtió un interlocutor: “O sea que el ingenio nos ha
hecho entreverar… Viene de allá, viene de aquí, viene de allá… Y ahí pues donde La concurrencia fue numerosa, en especial de los indios, aún de otros
van, a veces capaz que venían solteras, solteros, o siempre venían grupos, así”. lotes, enterados del acontecimiento por medio de quienes ya eran de la
Luego de muchas gestiones se eligió un lugar relativamente plano del Pa- Misión. Entre rezos y cánticos -¡En guaraní, castellano e italiano! [la mi-
raje La Loma y comenzaron las tareas de desmonte para instalar la misión. Si bien sión] fue bendecida e inaugurada […] apadrinada por el ingeniero Abra-
los guaraníes actualmente designan genéricamente a este sector como “La Capilla”, ham Cornejo y su esposa, señora Lucrecia Patrón Costas. Por ausencia del
también se lo conoce regionalmente como el “Altozano del Tabacal”, “El Alto” o inclu- ingeniero Abraham asistió el doctor Antonio Scatamacchia. Concurrieron
so “El Alto del Tabacal” ya que se encuentra en una parte elevada de la colina desde muchas personalidades, y finalmente hubo música y bailes nativos…y no
donde es posible divisar las instalaciones del ingenio. faltaron unos tinajones de chicha acompañando asado con locro…” (Cua-
dernos Franciscanos ibid.: 36).
Relatos sobre la fundación: las características de la nueva reducción
Al lado de la capilla, se instaló la escuela primaria y se dejó espacio para
El problema más importante que Roque Chielli y sus fieles tuvieron que dos plazas, una para varones y otra para mujeres. Estas generalmente eran utiliza-
afrontar para la construcción de la misión fue la escasez de recursos económicos. Si das para reuniones deportivas, especialmente para la práctica de fútbol, ya que allí
bien los comentarios indican que recibieron donaciones provenientes de los traba- recibían a equipos de criollos y paisanos de otros lotes. Para la construcción de las
jadores mejor remunerados del ingenio y de algunos miembros de la alta sociedad casas los guaraníes recurrieron a su propia técnica tradicional: techo de paja colo-
salteña, el dinero no alcanzó para solventar la construcción de una iglesia de material rada, estructura de palos, horcones y paredes rellenas de barro amasado con fibras
concreto. Sin embargo esto le dio a la empresa una característica peculiar. Efecti- vegetales.
vamente, tanto los relatos recopilados como las fuentes disponibles suelen estar La Misión poco a poco fue poblándose alrededor de toda esta estructu-
teñidos con un tono épico que resalta la tenacidad del grupo al momento de iniciar ra dejando libre en su interior un amplio patio compartido. Lo interesante del caso
las tareas, dando a entender que se arreglaron con lo que tenían a mano con tal de es que luego de un tiempo, terminó constituyéndose como una aldea de forma cir-
lograr su objetivo. cular. Y esto es un dato importante porque, curiosamente, no se tuvo en cuenta el
Las crónicas sobre la construcción de la capilla, en este sentido, resultan característico sistema cuadriculado de calles y manzanas propio de estos espacios
esclarecedoras. Para erigirla se usaron columnas, tirantes y tablas de maderas que religiosos, diseñado para disciplinar y controlar espacialmente a los indígenas225. Así
sobraban del ingenio. El techo, en principio, fue confeccionado con paja y cañas de la recuerda la antigua aldea una de nuestras colaboradoras de Pichanal:
zona. Para la construcción del campanario utilizaron troncos de cuatro árboles altos,
que plantaron como como columnas. Más tarde dichas columnas fueron envueltas La misión es así redonda. No, es ovalada. Y aquí viene la cancha para las
con una tela arpillera que fue pintada con cal para darle la apariencia de una pared mujeres. Aquí está la iglesia [en el medio], aquí está la escuela, aquí hay
de material concreto. Luego colocaron la campana sobre esta torre simulada y su otra cancha para los varones. Y todo esto, alrededor, vienen las casas para
techo fue confeccionado con latas de kerosene. Muchos ancianos guaraníes también los paisanos. Una al lado de la otra, todo así a la vuelta. Libre: nadie cierra
recuerdan, además, que el mobiliario de la capilla fue construido artesanalmente así como cerramos ahora… Y atrás ya viene todo un caminito para ir a
con maderas del monte, o por ejemplo, que los candelabros fueron improvisados con traer leña, a cazar, en medio del monte. El cerco queda casi a la orilla de
botellas envueltas en papeles de colores, entre otros detalles. Queda claro entonces las casas nomás.
que apelaron a una insólita variedad de recursos para montar este humilde templo,
bien a tono con los ideales característicos de pobreza franciscana. En la Misión de La Loma cada familia criaba sus animales y trabajaba su
El 21 de mayo de 1938, finalmente, se inauguró oficialmente la Misión San propio cerco. Las versiones orales que recogimos, indican que en La Loma los gua-
Francisco del Altozano del Tabacal. A la cita concurrieron muchos empleados criollos
e indígenas del ingenio y tampoco faltaron algunos miembros de la elite salteña que
225 Sobre este tema ver Saignes (2007: 250), entre otros.
182 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 183

raníes tenían, entre otros, gallinas, pavos, patos, chanchos y chivos. También poseían La Misión en los ojos del otro
variedad de árboles frutales. Y en el cerco fundamentalmente plantaban maíz, pero
también zapallo, pimiento, batata y otros productos. Detrás de las casas existía un En apenas unos años la Misión San Francisco del Altozano del Tabacal logró
pequeño sembradío. Y en otros sectores más alejados de la aldea poseían cercos posicionarse como una de las más importantes de la región del Bermejo. Si revisa-
más extensos. Allí generalmente se practicaba el mboutiro, es decir, el trabajo co- mos las estadísticas franciscanas, notamos que para el año 1946 era la reducción
munitario. Según nos han comentado, el terreno se preparaba mediante el sistema más poblada. Allí vivían 195 familias con 326 niños, de los cuales 160 accedían a la
de roza (tala, secado y quema) y cuando comenzaba la época de lluvias, se iniciaba educación primaria (Arzobispado de Salta ibid.: 20). Los franciscanos concentraron
el proceso de sembrado. Concluido el trabajo, el propietario de la parcela ofrecía entonces la mayor parte de su esfuerzo en la instrucción escolar de estos niños —a
un banquete en contraprestación y chicha de maíz a quienes colaboraban. Estos ex- quienes también se les enseñaban oficios—, y en la atención espiritual de los adul-
tensos cercos tenían como objetivo acumular reservas de alimentos para las épocas tos, a través de la imposición del bautismo y del matrimonio:
menos productivas. Y de allí mismo también salían los recursos para la celebración
del arete —principal fiesta guaraní—, ya que la tradición indica que en esta cele- En los 8 años de su asistencia, esta Misión ha dado buenos frutos espiritua-
bración se agasaja no sólo a los propios paisanos, sino también a los visitantes que les. La mayoría de los indios han sido bautizados, los adultos casados por
se acercan en esas fechas para compartir el ritual. Según nos explicaba un antiguo la Iglesia, y casi todos practican nuestra Santa Religión; están reunidos en
habitante de la misión: una población bien delineada, solo les falta una Capilla Escuela y algunos
talleres prácticos para niños y niñas, para impartirles la instrucción que les
Trabajaba así en el ingenio, aparte sembraba. Y allá, nosotros vivíamos allá corresponde (Arzobispado de Salta ibid.: 12).
en La Loma, todos los hombres, todas las personas se juntaban e iban,
tenían cerco ¡grande! Arriendo, de todo. Entonces, entre todos, en grupo Más tarde se instaló un almacén denominado “la sucursal”, a cargo de co-
iban, primero a éste, después le toca a éste, entre todos. Después para merciantes criollos. Según los relatos, estos comerciantes trabajaban a comisión y
limpiar, para cosechar también. Se hacía, mboutiro se llama eso. Un true- dependían del mercado central del ingenio. En la misión, además, se instaló un cen-
que algo así es ¿no? y… entonces terminan todo, cada uno viene… cada tro de salud para la atención periódica de los indígenas. Todo esto seguramente pesó
uno presenta… para brindar agradecimiento tanto a la persona. De ahí al momento de decidir el ingreso a la misión: la posibilidad de acceder a la educación
viene el pim pim. ¿Dónde la almacenaban? Y se hacía así, abatí-o,le decía- escolar y a una asistencia médica gratuita, sumado a las ventajas que proporcionaba
mos a donde se guarda el maíz. Y aparte se hace otro en donde van porotos el acceso a ciertos recursos naturales del monte, la transformó en un sitio con gran
zapallos todo eso. ¡Grande se hace! […] Toda la reserva para todo el año, atractivo. La situación, en este contexto, parecía ventajosa para todos: los guaraníes
¡Sobraba! se aseguraron cierta protección y estabilidad bajo la tutela misionera; los francis-
canos, por su parte, lograron elevar el número de fieles y colmaron sus iglesias; y
Pero además, hay que sumar a todo esto que en La Loma los guaraníes mientras tanto, los dueños del ingenio mantuvieron a los indígenas controlados, “do-
tenían acceso a una enorme variedad de recursos naturales. En efecto, además de mesticados” y disponibles en reserva para ser empleados según la disponibilidad de
los recursos que se obtenían en los cercos, los medios que les proveía el monte eran la empresa.
abundantes: infinidad de especies vegetales, miel y una gran cantidad de animales Conviene dar algunos ejemplos al respecto. En 1946 la Misión fue incluida
salvajes que obtenían en sus partidas de caza. Del Río Bermejo, que se encuentra en el Álbum fotográfico del Ingenio San Martín del Tabacal, realizado con imágenes
a escasa distancia, obtenían peces en cantidad y variedad. En suma, a pesar de que de la empresa tomadas por el alemán Gustav Thorlichen para homenajear a los fun-
muchos guaraníes trabajaban en el ingenio de forma fija o estacional, la integración dadores del ingenio (San Martín del Tabacal 1946). La imagen de La Capilla lleva el
en el mercado no era total. En efecto, los recursos del medioambiente y la propia siguiente epígrafe: “Esta rústica capilla construida en una población de chiriguanos,
labor en el surco compensaban las deficiencias de la relación económica con el inge- es atendida por los padres de la orden franciscana, muy concurrida por los devotos
nio y proporcionaban una relativa —o total según el caso— autonomía a la hora de indios que cantan en coro las liturgias con notable ajuste” (San Martín del Tabacal
asegurar la subsistencia226. ibid.: 50). Además, el mismo álbum muestra la imagen de una de sus viviendas y dice:

226 Una profundización de la tesis de la “subsunción indirecta” de la fuerza de trabajo


indígena en los ingenios azucareros, y sobre el papel de las misiones en este proceso, puede consultarse en Trinchero y Leguizamón (1995); Gordillo (1995); Teruel (2005) y Literas (2011).
184 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 185

Cuando faltan brazos en la cantidad requerida se completa con indios chiri- sentido hondura emotiva tan grande como en esta rústica capilla, mientras
guanos, tobas, chorotes, chulupíes, que vienen de Bolivia y de las goberna- la lluvia cae en el cañaveral (en Luna ibid.: 54-56).
ciones de Chaco y Formosa. Ellos construyen sus propias casas y viven en
completa independencia de acuerdo con sus usos y costumbres. De esta El etnopsiquiatra Fernando Pagés Larraya, que visitó La Loma en la década
manera se encuentran cómodos y felices y es una manera de atraerlos al de 1960 durante sus trabajos de campo, escribió el siguiente párrafo que transcribi-
trabajo (San Martín del Tabacal ibid.: 48). mos entero dada su particular descripción sobre Chielli:

La misión también comenzó a ser visitada de un modo frecuente por perio- Durante la prolongada permanencia en el Ingenio San Martín de Tabacal,
distas y otras personalidades que se acercaron al ingenio para realizar sus crónicas. para realizar nuestras investigaciones de epidemiología psiquiátrica entre
El siguiente ejemplo, es el extracto de un artículo publicado por unos coristas italia- los chiriguanos, no hubo un solo día en que algunos de los antiguos emplea-
nos que visitaron el ingenio en 1939 durante las fiestas patronales: dos criollos del ingenio, muy identificados con la empresa, no dijeran que el
sujeto más interesante para estudiar era el ‘cura de la Misión del Ingenio’,
Un cuadro particular se ofrece a nuestros ojos: llega una densa cuadrilla de ya que era el ‘loco mayor’ que allí habitaba (Pagés Larraya 1982: 429).
peregrinos del Tabacal, los aldeanos de nuestra Misión de San Francisco.
Son unos ciento cincuenta, precedidos de su estandarte y con su banda, Como puede observarse, la misión de La Loma fue promocionada oficial-
atraen la mirada de todos […] El Padre Roque Chielli, férvido fundador mente como un atractivo más del Ingenio Tabacal. Según estas versiones, allí mora-
y capellán de la prometiente Misión, es para estos chiriguanos, grandes y ban indígenas dóciles y obedientes, que se mantenían felices porque podían vivir en
chicos, el alma y el resorte de propulsión. Ellos no se mueven más que a su propio ámbito. Esto despertó la curiosidad de los visitantes ocasionales que se
sus órdenes, le quieren, le consideran —muchos lo creen de veras— su sorprendieron al notar como aquellos otrora “indios salvajes” se mostraban ahora
‘paisano’. Dóciles a sus órdenes, le obedecen como niños a su papá (en extremadamente católicos, y además, porque a pesar de conocer el “progreso” y las
Luna ibid.: 45-46). “buenas costumbres” de la sociedad occidental, preferían vivir en un aparente esta-
do de rusticidad en medio del monte. Los guaraníes, como hemos mostrado, pronto
Un periodista del diario La Nación, por su parte, escribe en 1943: lograron captar la simpatía del personal no indígena de la empresa, que de todos
modos no dejó de caracterizar con un tinte exotista al franciscano y sus fieles. Ahora
Entramos en la capilla. No tiene más de treinta metros cuadrados. El al- bien, más allá del evidente tono paternalista y romántico de todas estas notas, queda
tar es de tablas. Hay tres imágenes: San Francisco de Asís, La Purísima claro que, al menos en los discursos regionales de la época, la misión se convirtió en
Concepción y San Antonio. Están adornadas con flores de papel. Al pie el símbolo paradigmático de una integración étnica exitosa.
de los santos, velas de cebo ahumadas. La pasión del hijo de Dios está
representada en papeles descoloridos, marchitos […] Llegan los indios El Chéru y los guaraníes
temblorosos, arrodillándose besan el cordón. ‘¡Pagrecito!, ¡Pagrecito!’.
‘Creí que no se atreverían a salir de los ranchos; tienen pánico a la tormen- Chielli prontamente se mimetizó con los guaraníes y demostró tener un
ta’, dice el padre Roque. El franciscano me mira. Hay en sus ojos intenso carisma especial, con el cual se ganó rápidamente su confianza. También aprendió
brillo emocional. No se cómo glosar el cuadro que presencio. Parece una su lengua y se interesó por muchos aspectos de su cultura, los cuales fomentaba, en
representación de los primeros tiempos del cristianismo. Rezan y lloran especial las prácticas musicales y los bailes tradicionales que se ejecutaban tanto en
los indios chiriguanos. Llegaron hasta aquí hace unos años. Vinieron del el arete como en las celebraciones de Pascua. Con respecto al ceremonial religioso,
sur de Bolivia. Los echó de su tierra la contienda del Chaco […] Suena la sin embargo, se mostraba excesivamente riguroso, como también en su relación con
campana, con débil tono, apagada por la lluvia. Llegan los indios a la capilla, los niños dentro del ámbito escolar. El fraile, además, era un hombre de acción, muy
clavan las rodillas en el suelo, buscan cualquier hueco para mirar al Padre hábil para la gestión: los relatos dan cuenta de su afanosa actividad y remarcan su
Roque. Rezan cantando, en tono monocorde, que entra hasta el alma, que capacidad para fundar, administrar y organizar nuevos espacios. Así, el padre Roque
deja al descubierto el corazón, que corre por todo el cuerpo. Nunca había parecía estar continuamente dispuesto a diligenciar toda inquietud nacida del seno
mismo de la aldea, oficiando de intermediario entre los guaraníes y las autoridades
186 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 187

del ingenio, o incluso ante buena parte de la alta sociedad salteña227. Esto último es Chielli llamaba a su puerta] ‘¡A acarrear agua!’ [ordenaba Roque]. ¡Todas
importante porque, a nuestro entender, es clave para entender aquella relación. las mañanas! A las 6 de la mañana ya estaba él acá. Esta puerta la golpeaba
Ilustremos lo dicho con algunos testimonios. En una entrevista realizada siempre. Y tenía que levantarme e ir, pues… ¿Pero a dónde tenía que ir?
en 1992, Chielli comentaba que durante los trámites para iniciar la fundación de la ¡Hacia arriba! ‘¡Hay que rezar primero!’ [ordenaba el franciscano]. Y bue-
reducción, tuvo que acceder a los pedidos de sus fieles: “Después viene la otra parte. no… hay que rezar… Y ahí después yo bajaba y hacíamos. Yo tenía que
Me dicen: ‘queremos escuela’. ¡Ay mi Dios...! ¡Me agarré la cabeza! Esto es difícil, bombear agua, poner en la carretilla y llevar. Hachar leña, hacer fuego y ahí
es pesado. Les pregunté si alguno sabía leer y escribir. Sale Menti Guazu y dice: ‘Mi recién me iba a trabajar […] Estábamos todo el día en la misa, porque lo
señora fue discípula de franciscanos de Bolivia. Y sabe leer y escribir’. La hice llamar que él decía nosotros hacíamos. ¡Así llegamos a tener todo esto!… Eso yo
y así empezamos a enseñar” (en Díaz ibid.: 8). le decía a éstos [los frailes actuales] ¿Qué han hecho? Todo lo que está
Repasemos otro ejemplo con el siguiente texto escrito por el propio reli- parado, tampoco [es que] el padre Roque ha dicho ‘yo le voy a hacer la casa
gioso que resume en parte lo anteriormente expuesto: para los indios’:
[Golpea otra vez tres veces la mesa e imita como él mismo llamaba a la
El chiriguano es naturalmente muy amante de la música, es de carácter su- puerta de Chielli]
mamente alegre; también su habla es agradablemente musical, un idioma -¡Padre...! Yo me he criado en medio del terrón, con techo de paja ¿Acaso
que siempre he admirado por su sonido y sus expresiones. Quizás por esta yo no puedo tener casa de material?
razón esta raza es tan amante de lo bello y de lo melodioso. -¡Eh m’ijito! ¡Pum, pam, pum! [Imita un insulto de Chielli].
-Padre -me dijo cierta vez el Cacique Castillo- nosotros querer banda. Ban- Después yo iba de nuevo:
da de música… todos querer… -¡Padre! Nosotros acá, ¿no podemos tener luz eléctrica? ¡Ya estoy cansado
-Hijo mío -le contesté-, ¿cómo? Nada tenemos y ¿quién podría solventar los de andar con el mechero ahí acarreando leña...!
gastos que demande la adquisición de tantos instrumentos? Yo le pedía a él. Pero tenía que levantarme; él venía a las 6 de la mañana y
-Padre ser bueno… Padre poder… tenía que ir allá [estar listo].
Y así fue como una vez más tuve que recurrir a la bondad del Ingeniero
Abraham Cornejo para pedirle unos instrumentos que tenían en el mismo De algún modo los guaraníes de la Misión San Francisco y el padre Roque
ingenio. entablaron una relación de simbiosis que convenía a ambas partes. Mientras aquellos
Días más tarde se hizo venir a un indígena conocedor de música y quedó se acercaban con pedidos específicos, el fraile cumplía, pero exigía a cambio orden
encargado de enseñar a los demás, con lo que nació la pequeña fanfarria y disciplina; a la inversa, los guaraníes podían presentarse como católicos fervientes
de la Misión de San Francisco del Tabacal. y devotos, aunque sin perder de vista sus aspiraciones materiales. Luego de varios
Era otro éxito que se sumaba a los tantos conseguidos desde que pusimos años de convivencia en la misión, sin embargo, Chielli fue trasladado por sus supe-
manos a la obra para amparar a los indígenas y ofrecerles una existencia riores hacia las localidades de Campamento Vespucio y General Mosconi (Luna ibid.:
digna (en Cuadernos Franciscanos ibid.: 39-40). 87). Durante su ausencia, y en diferentes períodos, otros frailes italianos llegaron a la
misión. Ninguno de ellos alcanzó, en la memoria colectiva, la dimensión afectiva que
Tomemos otro ejemplo de las entrevistas actuales. Elegimos el siguiente logró Roque Chielli, apodado chéru, “mi padre”, guía espiritual, amigo y compañero
relato de un integrante de la actual misión, que resulta particularmente esclarecedor de ruta de los guaraníes.
al respecto: Hacia la década de 1960, sin embargo, el ingenio entró en un proceso de
mecanización de la zafra que derivó en un despido masivo de trabajadores. Los due-
Yo he sido secretario desde el momento en que él ha llegado ahí por se- ños de la empresa comenzaron entonces para a presionar para desalojar La Loma ya
gunda vez […] De ahí no me he vuelto a despegar más de él, hasta que me que argumentaron que estas tierras les pertenecían. Y para ello recurrieron a diver-
lo han quitado. Y comenzamos a andar y andar. Roque llegaba a mi casa. sos métodos violentos, muy presentes en la memoria colectiva de nuestros colabora-
Aquí, ¡cuántas veces ha venido! [golpea tres veces la mesa e imita como dores. Los guaraníes, entonces, solicitaron nuevamente la presencia del franciscano
Roque Chielli que arribó al ingenio en pleno conflicto. Según los relatos Chielli logró
227 Así, por ejemplo, Chielli manifestaba tener buen trato con Robustiano Patrón Costas, a detener las acciones y en un principio se dedicó a intentar reconstruir la misión. Sin
quien respetaba, pero no con sus descendientes (Diego Villar, comunicación personal).
188 § Nahuel Pérez Bugallo Segunda Parte. Mediaciones culturales y políticas. § 189

embargo no logró revertir la decisión de la familia Patrón Costas que indicaba que La corporación de mano de obra barata y eventual para los ingenios y estancias de la re-
Loma debía ser deshabitada228. gión. No es casual, entonces, que los dueños del ingenio hayan cambiado de opinión
El desalojo de la colina, si bien fue paulatino, produjo una verdadera diás- en apenas unos pocos años, como tampoco lo es, que la expansión de las misiones
pora guaraní. En efecto, los integrantes de los tres grupos allí asentados —en la religiosas en la Argentina coincida, justamente, con el apogeo de estas empresas.
Misión San Francisco, en La Loma del Tabacal o en Pueblo Nuevo, como anterior- Ahora bien, si analizamos el contenido de estos textos, resulta notorio que
mente mencionamos— se dispersaron hacia donde pudieron: una buena parte de los guaraníes entablaron un tipo de relación social particular con los franciscanos.
ellos bajó hacia el pueblo de Hipólito Yrigoyen y otros en cambio se asentaron en Por empezar, tanto las fuentes disponibles como los relatos orales nos indican que
los barrios periféricos de la ciudad de Orán. Muchos otros, además, emigraron a la tarea de Roque Chielli se vio facilitada por el interés de algunas familias guaraníes
otras localidades de Salta y Jujuy siguiendo a sus propios parientes. En las afueras de que conocían muy bien las estructuras franciscanas. De hecho, según algunos de los
Pichanal lentamente fue creciendo, bajo la tutela de los misioneros evangelistas, un testimonios, y como se ha registrado en diferentes momentos a lo largo de la trayec-
precario asentamiento —denominado Villa Rallé— que también sirvió como refugio toria de estos grupos, fueron ellos quienes solicitaron la instalación misional. Esto
para algunas familias. Y lo importante, para el caso que aquí nos toca, es que Roque nos lleva a pensar que tampoco es obra de la casualidad que aquel joven carismático
Chielli y la mayoría de sus fieles, luego de muchas gestiones, lograron adquirir unos y los guaraníes se hayan acercado y entendido mutuamente. En realidad, esto parece
terrenos en las afueras de Pichanal y hacia allí se dirigieron. Finalmente, el 12 de haber sido algo habitual en diferentes momentos y lugares. Efectivamente, el regis-
septiembre de 1970, unas ochenta familias de guaraníes se asentaron en la nueva tro histórico está plagado de menciones que indican que los guaraníes aceptaron las
reducción; terminaba de este modo la existencia de la antigua Misión San Francisco misiones porque allí aseguraron la protección de sus familias y obtuvieron ventajas
del Altozano del Tabacal. materiales, entre ellas la más importante: el control y la tenencia de la tierra. Proba-
blemente, siguiendo la misma lógica, a los guaraníes de La Loma les resultó atractiva
Consideraciones finales la idea de reimplantar un espacio similar en los alrededores del ingenio y así obtener
estas mismas ventajas en un escenario de explotación económica. El hecho de po-
A través de estas páginas presentamos un caso concreto que evidencia seer sus propios cercos en la misión les permitió, de este modo, adaptarse en sus
cómo, desde el año 1923, la Comisaría Provincial de Misioneros Franciscanos de Salta propios términos a las exigencias laborales —o al menos pactar la integración al
continuó con la tarea evangelizadora que poco a poco fue abandonada por los Cole- mercado bajo otras condiciones. En la misión de La Loma, está claro, los guaraníes
gios franciscanos de Bolivia. Hemos visto, además, que la actuación franciscana en el valoraron el acceso a la tierra y, por ende, a una gama variada de recursos naturales
área contó con el beneplácito de las autoridades del Ingenio San Martín del Tabacal, que compensaron las deficiencias e injusticias de la relación laboral con los dueños
que si bien en un principio fueron algo reticentes, más tarde permitieron la instala- del ingenio al brindarles una relativa autonomía a la hora de asegurar la propia sub-
ción de una misión cobijando a los franciscanos en sus propias instalaciones. Para sistencia.
comprender esta circunstancia, conviene tener en cuenta que desde hacía ya mucho Para terminar, conviene agregar que el caso que aquí presentamos también
tiempo las reducciones religiosas colaboraban en el proceso de concentración e in- nos muestra un espacio misional intensamente negociado entre religiosos e indíge-
nas. Esto resulta evidente en los textos que describen el tipo de relación calculada
que los guaraníes tenían con Roque Chielli. Así, este franciscano, que por momentos
228 En el año 2003 un grupo de guaraníes organizados en torno de la Comunidad Indígena
podía mostrarse excesivamente riguroso, logró canalizar la reacción de una comu-
Guaraní Estación El Tabacal con sede en la localidad de Hipólito Yrigoyen, decidió volver a
nidad, que supo mostrarse ferviente sin perder de vista a la vez su aspiración de
habitar La Loma. Unos días más tarde, sin embargo, fueron desalojados violentamente a
pedido delos nuevos dueños del ingenio. El conflicto fue difundido por distintos medios de acceder a determinados beneficios materiales. Sintetizando, pues, diremos por úl-
comunicación. Y a raíz de todos estos acontecimientos comenzaron a acercarse a la zona timo, que tanto los documentos como los relatos orales que hemos analizado nos
periodistas, documentalistas y miembros de organizaciones sociales para registrar lo ocurrido. muestran que en este juego de relaciones, los guaraníes de la Misión San Francisco
Algunos investigadores, por su parte, documentaron y analizaron los reclamos guaraníes del Altozano del Tabacal estuvieron bastante lejos de sufrir pasivamente las políticas
apelando a testimonios locales para reconstruir el pasado y las características de la vida en la misionales: más bien fueron agentes activos al momento de tomar decisiones colec-
colina (Boasso 2004; Literas 2005, 2008, 2011; Gigena 2010; Gordillo 2011). No obstante, notamos tivas y negociar sus propios intereses.
que en ellos está sub-representada la memoria de los guaraníes de Pichanal, en especial la
que hace referencia a la asociación con los franciscanos en la misión, que al fin y al cabo era el
principal agrupamiento de La Loma.
258 § H u g o L av a z z a

trata del juego de intercambios de actitudes según sea propicio para determinada Bibliografía general
coyuntura. Sin embargo, es característico para quienes habitan en las misiones que
la sola idea de que alguien piense que no es “creyente” produzca una reacción afir-
mando lo contrario. Esa parte de la identidad (como evangelio) parece consolidarse
en la medida que los indígenas continúan socializándose en dicho entorno.
Existió por diversos motivos un proceso antropo-histórico y de formación
de la persona indígena evangélica. El primero de estos motivos es el resultado con-
temporáneo de la configuración de las relaciones sociales y del juego estratégico de
las identidades. Desde que comienza la evangelización no ha cesado de haber una
re-significación simbólica y material de elementos culturales, desde el nivel de las
jerarquías pastorales —cada vez más locales— hasta las producciones de cuerpos
destinados a la adoración cristiana, sin dejar de ser conversos indígenas.
De todos modos, los cambios se producen y ellos van realizando su propio
interés en la medida que, en los intersticios de la sociedad urbanizada criolla, pueden
acceder a reclamos y hacerlos efectivos. En este punto, señalamoas que las formas
de actuar del individuo estratégico han dejado de ser una construcción para pasar a
formar parte del sujeto. El cálculo cultural-estratégico está en su arco intencional, lo
tienen incorporado como modalidad de acción y como un hábitus conscientemente
puesto a prueba.
En cuanto a la categoría persona conversa, además de ser producto de un
proceso, es también una formación de la modernidad religiosa en el Chaco salteño.
No es aquel indígena converso de la primera mitad del siglo XX. Como hemos indica- Acosta, José de. 1894 [1590]. Historia natural tina, Actas de las Segundas Jornadas
do a modo de impresiones el individuo está poblado de diacríticos, que son corpora- y moral de las Indias, tomo 2. Madrid, de Religión y Sociedad en la Argentina
Ramón Anglés. Contemporánea y países del Cono Sur
les en cuanto a los habitus desplegados en la vida cotidiana y, también en cuanto al Algranti, Joaquín. 2010. Política y religión en (RELIGAR-SUR), Museo Roca, Buenos
abandono de formas de hacer o disrupción del habitus cuando las condiciones ame- los márgenes. Nuevas formas de par- Aires, Editorial de la Facultad de Filo-
ritan hacerlo. En este punto es donde se ponen de manifiesto los modos culturales ticipación social de las mega-iglesias sofía y Letras Universidad de Buenos
que se representan desde el pasado, aunque no dejan de estar sujetos a profundas evangélicas en la Argentina. Buenos Aires.
cesuras animadas por la coyuntura, situación que no hace más que abrir un número Aires, Fundación Centro de Integra- 2011b Círculos bíblicos entre los aborígenes
mayor de interrogantes sobre la naturaleza de la acción misionera y las reacciones de ción, Comunicación, Cultura y Socie- chaqueños: de la utopía cristiana a la
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