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Todo comienza con un pensamiento: “Voy a hacer tal cosa o voy a ir a tal lugar”. Pero para que
ese pensamiento se vuelva realidad, se necesita un plan. Un tiempo para planear como voy a hacer
lo que quiero hacer. Después, ese plan debe pasar a la acción. Sino, todo quedará en una buena
idea acumulada junto a las otras. Todo tiene un proceso. Pero hay que comenzar para poder acabar.
Altar: Montículo, piedra o construcción elevada donde se celebran ritos religiosos como
sacrificios, ofrendas, etc.
I. ¿QUÉ ES UN ALTAR?
Definición: Es un lugar donde se celebran ritos religiosos, sacrificios, ofrendas.
La palabra ALTAR aparece 378 veces en toda la Biblia.
A. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Para los hombres y mujeres de la Biblia, un altar era un montículo hecho de piedras. Se utilizaban
para hacer sacrificios de gratitud, de celebración, de recordatorio, de entrega, de consagración o
para pedir perdón por los pecados.
También era el lugar de la manifestación de Dios. Donde su Presencia se manifestaba de diferentes
maneras, pero más comúnmente con fuego.
- Fue con un altar que Noé celebró el fin del diluvio y el comienzo de una civilización.
- Fue con un altar que Abraham demostró a Dios ser obediente hasta el extremo.
- Fue por medio de un altar que Jacob celebró una nueva etapa para su vida después de tener su
encuentro con Dios.
- Fue por medio de un altar que Moisés celebró su victoria sobre Amalec.
- Fue por medio de un altar que Josué agradeció a Dios su victoria sobre Hai.
- Fue por medio de un altar que Gedeón celebró su encuentro con Dios.
Para estos y muchos más hombres y mujeres de Dios en la Biblia, el altar representó: Sacrificio,
gratitud, entrega, celebración, un nuevo comienzo, un nuevo pacto, consagración, etc.
El altar ha formado parte de la vida de cada hombre y mujer de la Biblia. Era de alguna manera el
medio de comunicación con Dios, el punto de contacto. Pero también se convertía en un
recordatorio de acontecimientos importantes ocurridos en sus vidas.
B. EN LA ACTUALIDAD
Teniendo en cuenta las funciones del altar en el A.T. podemos anotar que un altar para nosotros
hoy representa:
- El tiempo que dedicamos a estar con Dios en Oración.
- La lectura de la Palabra por la cual nos comunicamos con Dios.
- El tiempo que dedicamos a orar por otros, a interceder, a buscar su rostro, su presencia. El tiempo
que apartamos para ser llenos del Espíritu Santo.
Un altar para nosotros hoy, es ese momento a solas con Dios como dice Mateo 6:6 “Mas tú,
cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu
Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
Es el momento donde somos perdonados, restaurados, llenos de su presencia, sanados,
reconciliados. Dónde nos convertimos en intercesores o en conquistadores. Es el momento más
íntimo de adoración a Dios o de celebración. Tener un altar es pasar tiempo con Dios a solas y en
la iglesia.
Todo creyente debería tener un altar en su vida. Un altar de devoción, de gratitud, de celebración,
de entrega, de sacrificio, de restauración o perdón.
- La falta de un altar a Dios provocó que otros altares de idolatría se levantaran. Provocó confusión,
turbación desde la cabeza, el rey hasta el último ciudadano. Provocó crisis económica.
- La falta de un altar en tu vida provoca turbación, confusión. La distancia con Dios parece
aumentar, nos resulta más difícil escuchar su voz, sentir su presencia. Comenzamos a levantar
otros altares en honor a la comodidad, a la televisión, al trabajo en exceso, al dinero, e incluso a la
familia. Cuando descuidamos el altar no sólo nos turbamos nosotros sino que provocamos
turbación, confusión en nuestra familia, en nuestros hijos, aún nuestra economía comienza a ser
afectada ¿Por qué? Porque estamos descuidando nuestra fuente de bendición. Nuestro altar con
Dios.
¿Cómo está tu vida? ¿Te cuesta sentir la presencia de Dios? ¿Hay turbación en tu hogar? ¿No
levantas cabeza en tu familia, en tu economía? ¿Cómo está tu altar devocional?
A. EL ALTAR DE DIOS
Al contemplar el altar, lo primero que vemos es: “Que estaba arruinado”
Lo segundo que vemos es: “Que el altar era de Dios.”
Hoy día se levantan muchos monumentos en honor o en nombre de personas como modo de
recordatorio de algo que ha sucedido en sus vidas. Son altares de gratitud, de celebración, incluso
de adoración a personas de carne y hueso. Altares de escayola, de madera, hierro, papel, etc.
Lo que motivó a Elías a arreglar el altar fueron dos cosas: Que estaba arruinado, y lo más
importante, que era el altar de Dios. No era su propio altar, no había ningún nombre inscrito,
ninguna identificación humana. No era el altar de fulanito o menganito, era el altar de Dios.
B. ELIAS LO RESTAURÓ
¿Quién arregló el altar? Elías. Elías tomó una determinación. Tomó la iniciativa. No esperó a que
nadie lo hiciera. Allí estaba todo el pueblo, pero nadie hizo nada. “Y él arregló el altar de Jehová
que estaba arruinado.” No esperes la aprobación de nadie, no esperes a tener que ser siempre
animado. No esperes a que otros lo hagan. Decídete. Toma una determinación.
Arregló: rafá: Misma palabra para describir uno de los nombres de Dios: Sanador. Sanar, curar.
Elías arregló, curó, sanó, restauró (REMENDÓ) el altar de Dios que estaba arruinado. No hizo
uno nuevo, restauró el que estaba, le dio utilidad.
Restaurar: “Recuperar o recobrar. Reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o
estimación que antes tenía.”
¿Qué se necesita para restaurar un altar?
Visión: Tienes que visualizar cómo quieres que quede. Tienes que ver el modelo, lo que
quieres conseguir, cómo quieres que quede el altar de Dios. RECUERDA QUE NO ES
PARA TI, ES PARA DIOS. ¿Cuál es el horario que vas a escoger para levantar SU altar,
para hablar con Él? ¿El tiempo que te sobra o el primer tiempo de cada día? ¿Cuánto tiempo
vas a dedicar cada día? Alguien dijo una vez: “El tiempo que dedicamos a algo habla de
cuán importante es para nosotros.” ¿Cuál va a ser tu lugar de oración? Visualiza el
modelo de lo que quiere conseguir.
Determinación: Proverbios 21:25 “El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no
quieren trabajar.” Muchos se quedan en la visión, pero nunca comienzan a trabajar. Ven
un montón de piedras tiradas, ven todo el trabajo que tienen que hacer (madrugar, quitarse
algunas cosas como ver la tele, etc., y nunca comienzan la obra) Ya tienes la visión de lo
que quieres conseguir ¿Qué vas a hacer ahora? Determinación. Ponte una fecha, un día,
una hora y comienza a trabajar.
Esfuerzo: 1ª Reyes 18:31-32 “Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las
tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel
será tu nombre, edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová;”
Se necesitaba esfuerzo para levantar un altar en aquel tiempo. Eran grandes piedras unas sobre
otras. Necesitas poner esfuerzo en el altar de Dios. Pagar un precio. Esforzarte por apartar ese
tiempo tan necesario. Dejar cosas que te puedan robar el tiempo. Que puedan robar el tiempo a
Dios.
CONCLUSIÓN
* Proverbios 13:4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes
será prosperada.”
No más altares arruinados. No más confusión, turbación. Es tiempo de ponerse a trabajar.
¡¡VOY A RESTAURAR EL ALTAR DE DIOS!!
Se necesitó un profeta para restaurar el altar de Dios. Dios ahora busca hombres y mujeres íntegros,
que quieran restaurar su altar. Que le den importancia a Su altar. Que sepan darle el tiempo que a
Dios le pertenece.