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Hay un solo acceso que abre de par en par la vida de comunión con Dios: este acceso
es Jesús, único y absoluto camino de salvación. Solo a El se pueden aplicar plenamente
las palabras del salmista: “Aquí esta la puerta del Señor, por ella entran los justos” (Sal
118, 20).
La indicación de la puerta recuerda la responsabilidad de cada creyente de cruzar el
umbral. Pasar por esta puerta del templo significa confesar que Cristo Jesús es el
Señor, fortaleciendo la fe en Él para vivir la vida nueva que nos ha dado. Es una
decisión que presupone la libertad de elegir y, al mismo tiempo el valor de dejar algo
sabiendo que se alcanza la vida divina. (Mateo 13, 44-46)
Queridos hermanos y hermanas nos ponemos de pie para recibir a quien presidirá
nuestra celebración, cantando junto al coro.
Liturgia de la Palabra
Parroquia Santa Clara.
Equipo de Formación y Liturgia 2016.
Con ellos eguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la
tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes.
De ellos éramos también nosotros, y nos dejamos llevar por las codicias humanas,
obedeciendo a los deseos de nuestra naturaleza y consintiendo sus proyectos. E
íbamos directamente al castigo, lo mismo que los demás.
Pero Dios es rico en misericordia: ¡con qué amor tan inmenso nos amó!
Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo: ¡por pura gracia
ustedes han sido salvados!
Nos resucitó en Cristo Jesús y con él, para sentarnos con él en el mundo de arriba.
En Cristo Jesús Dios es todo generosidad para con nosotros, por lo que quiere
manifestar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia.
Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra
angular es Cristo Jesús.
En él se ajustan los diversos elementos, y la construcción se eleva hasta formar un
templo santo en el Señor.
En él ustedes se van edificando hasta ser un santuario espiritual de Dios.
Palabra del Señor
Salmo: Con el salmo 117 honremos al Señor con este canto triunfal que inunda de
gozo nuestro corazón. Este es el día que hizo el Señor, día de salvación, de victoria, y
de vida! Cantamos junto al salmista
¡Aleluya!
Guía: La parábola del buen samaritano es una de las más conocidas y populares de la
Biblia. Aparece en Lucas, pero no en los demás evangelios, es decir en Mateo y
Marcos.
Esta parábola destaca el interés que Jesús tenía en atender al abandonado.
Quería ir al rescate de las personas que la mayoría de la gente despreciaba.
Sin embargo, Jesús nos llama en esta parábola a imitar el corazón del buen
samaritano, a dejar de lado los prejuicios que podemos tener y a entregar el corazón
por las demás personas. Hermanos y hermanas nos ponemos de pie para aclamar el
santo evangelio.
Se levantó un legista y dijo, para ponerle a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para
tener en herencia vida eterna?» Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?»
Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas
tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Díjole entonces:
«Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y
cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y darle una paliza, se
fueron, dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote
y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y
dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo
compasión. Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y le
montó luego sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día
siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo: `Cuida de él y, si gastas
algo más, te lo pagaré cuando vuelva.' ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo
del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia
con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.»
Homilía
Oración Universal
Canto: Las misericordias del Señor cada día cantaré.
Parroquia Santa Clara.
Equipo de Formación y Liturgia 2016.
1.- Por la Iglesia, para que este año santo convocado por el Santo Padre, sea para todos
nosotros un tiempo especial de gracia y conversión. Que la misericordia que viene del
Padre llene de vida nuestras comunidades y nos permita a todos ser instrumentos de
esta misericordia que se derrama al mundo. Oremos.
2.- Por nuestro país, para que como Iglesia podamos contribuir en la construcción de
una sociedad más justa y fraterna. Para que la misericordia, que proviene de Dios, se
haga presente en nuestras familias y en nuestras instituciones. Para que el perdón y la
confianza estén cada vez más presentes en nuestra forma de relacionarnos, tanto
personal como socialmente. Oremos.
3.- Por los más necesitados: los enfermos, los ancianos, los encarcelados, los que
pasan hambre, los inmigrantes, las personas con capacidades especiales y los
hermanos en situación de pobreza. Para que en este tiempo de gracia podamos ir
concretamente a su encuentro y compartamos con ellos la esperanza y el consuelo que
nos trae Cristo resucitado. Oremos.
4.- Por nosotros, para que, experimentando la misericordia del Padre, vivamos este
año santo como un tiempo especial de conversión. Para que el perdón y la compasión
iluminen nuestra forma de amarnos y de respetarnos. Para que sea un año en que se
fortalezcan nuestras confianzas y nos comprometamos con los más necesitados.
Oremos.
5.- Por quienes peregrinamos o peregrinarán durante este año santo a esta iglesia
jubilar, que el cruzar por esta puerta santa sea signo de una profunda confianza en
Cristo, y así, experimentando la misericordia del Padre, la puedan transmitir
especialmente en las periferias de nuestra sociedad. Oremos.
R: Amén
Guía: En este día de peregrinación ponemos ante el altar, todas nuestras esperanzas,
necesidades e intenciones
Corporales:
1.- Dar de comer al hambriento: El hambre es una catástrofe de magnitud mundial.
Hay alimentos suficientes en el mundo para todos y para llevar una vida digna.
Tenemos que unir nuestros esfuerzos para asegurar “alimentos para todos”.
2.- Dar de beber al sediento: Pedimos por quienes no pueden acceder al agua potable
y segura, y para que aprendamos a cuidar este bien no renovable que Dios ha
regalado.
3.- Vestir al desnudo: Cuando nos acerquemos a donar ropa que , dejemos de lado el
mero asistencialismo, y busquemos vestir a aquél Cristo, que despojado de sus
vestiduras, se revistió de la gloria de la Resurrección.
4.- Acoger al forastero: Hospedar al otro es recibirlo y compartir su suerte, que muchas
veces no nos habla de glorias y triunfos sino de dolor y confusión, de desarraigo y
renuncias. Por eso, ofrecemos nuestra oración por quienes movidos por las guerras se
ven obligados a abandonar su hogar y su patria por salvar sus vidas y las de sus
familias.
6.- Acompañar a los presos: Rezamos por todos los que se encuentran en las cárceles y
que perdieron su libertad por el peso del pecado. Compartamos la tarea que realiza la
Pastoral Carcelaria en el acompañamiento de los presos y sus familias
7.- Enterrar a los muertos: Para que cuidemos con particular atención las celebraciones
sacramentales que acompañan esta obra de misericordia de sepultar a los muertos en
la misma fe que recibieron en el bautismo y nos unió a la muerte y resurrección de
Cristo.
Espirituales:
1.- Dar buen consejo al que lo necesita: Pedimos a Dios que, a ejemplo de la Virgen
María, escuchemos su Palabra, y juzgando lo que es bueno y recto, le glorifiquemos
con nuestras vidas.
2.- Enseñar al que no sabe: Rezamos por la tarea que llevan adelante todos los
educadores de los diferentes niveles y gestiones. Que sepamos testimoniar la totalidad
del Evangelio.
3.- Corregir al que está en error: Ponemos como intensión crecer en la corrección
fraterna desde nuestras comunidades eclesiales como testimonio y modelo para todos
los ámbitos públicos y sociales.
4.- Consolar al triste: Nuestra oración sea “ministerio de la escucha” de las necesidades
de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, de las soledades que buscan y esperan
en Dios.
6.- Soportar con paciencia las personas molestas: Nuestra oración se eleva por quienes
saben de paciencia en los hospitales públicos, las dependencias del estado o públicas,
la locomoción colectiva, entre otros. Por todos los que nos hacen crecer en esta virtud.
Parroquia Santa Clara.
Equipo de Formación y Liturgia 2016.
7.- Rezar a Dios por los vivos y difuntos: Rezamos por las intenciones de todas nuestras
comunidades parroquiales, especialmente por quienes están sufriendo alguna
dolencia en su alma y en su cuerpo; también elevamos nuestra oración por los
muertos con base en la fe en la resurrección.
Guía: Presentamos una fuente con agua, signo de purificación, de vida y de sustento
para el caminar del peregrino.
Santo
Comunión
Oración post-comunión
Bendición Final
Sacerdote:
Señor y Padre nuestro, imploramos tu misericordia para que la fuerza de la vida que
brota de Ti, liberándonos de todo pecado, nos anime en la celebración de este año
santo de la Misericordia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Y que la Bendición de Dios Todopoderoso Padre, + Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes en este año jubilar, sobre sus familias y sus trabajos,
y les acompañe siempre.
Amén.
Parroquia Santa Clara.
Equipo de Formación y Liturgia 2016.
Tareas:
Obras de misericordia:
Parroquia de Lourdes
4.- Acoger al forastero:
5.- Asistir al enfermo:
6.- Acompañar a los presos: