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Entrenar tu agudeza visual es el primer paso para leer a más velocidad.

La finalidad detrás de este concepto es reducir el número de fijaciones por cada


línea de texto y acelerar así, tu capacidad de captar la palabras.
Para entendernos, se trata de cubrir más campo visual del que estamos
habituados.

Te propongo 2 ejercicios para aprender a leer a cada lado mientras te fijas en


el centro del espacio entre letras.
1. Rastrea con la vista esta columna, fijando tu atención en el centro del
espacio en blanco y trata de asimilar a la vez, cuales son las letras, números o
símbolos que te quedan a cada lado.
2. El segundo ejercicio se complica un poco
más, haz lo mismo pero fijando tu atención en el asterisco del centro de
las letras.
Lo sé, es algo complicado. Pero es un simple problema de costumbres. Cuanto
más lo practiques, más de sorprenderá tu capacidad de asimilación de palabras.
Por último quiero mostrarte la mejor forma de calentar tus músculos oculares
para prepararte para una sesión de lectura rápida.
Usa un marcador, tu propio dedo, lápiz o palillo, y sobre un libro -da igual la
lectura que elijas- empieza a velocidad más lenta o normal, y progresivamente,
ve acelerando el paso del marcador por el texto, hasta todo lo rápido que puedas.
Aquí se trata de ir señalando tu lectura. Acostumbrar a tus ojos a una lectura
muy rápida. No te preocupes por la comprensión en este momento, no hace falta
que entiendas el texto, sino que calientes y habitués tu vista a estos movimientos.
Eso sí, asegúrate de estar leyendo.

Inicio » Blog » Cómo leer y comprender más rápido


Leer y comprender más rápido es algo que a todos nos gustaría.

Aquí tienes el vídeo que te hemos preparado para entender tanto los ejercicios,
como la práctica.

Tener habilidades relacionadas con el aprendizaje eficiente son, sin duda alguna,
una ventaja increíble para llevar a buen término todo tipo de proyectos personales
y profesionales. Pero…

¿Por qué leemos lento?


La subvocalización, es uno de los hábitos más arraigados a nuestro sistema de
aprendizaje.
Esto es debido a la formación académica tradicional, donde de pequeños, nos
enseñan a leer enlazando sílaba tras sílaba para formar palabras entre consonante
y vocal.
La necesidad de hacer sonar las letras en nuestra mente para entender cómo se
conforma la lectura, por ejemplo: l-a se pronuncia “la”, ha hecho que nos hayamos
quedado con el hábito para el resto de nuestra formación en la vida.
Por suerte, esto no tiene porqué ser así, y de hecho no debería serlo, pero
mientras la atrasada formación tradicional se da cuenta de esto, y decide incluir
en su programa de estudio, alguna de estas técnicas, tú puedes tomar medidas
cuando quieras y aprender lectura rápida.

¿Cómo solucionar el problema de


la subvocalización innecesaria?
Conociendo la técnica de la lectura fotográfica – o lectura en imágenes – y
practicarla, hará que con el tiempo, domines este tipo de lectura a tu antojo.
Hoy quiero compartir contigo 3 ejercicios que te van a ayudar muchísimo a que
esa situación mágica, en la que aprendes todo lo que lees a la primera, se haga
realidad, y no solo puedes comprenderlo mejor, sino que además, puedes hacerlo
más rápido.

Poniendo en práctica
El primer ejercicio pretende que diferencies de forma muy acusada el sonido de
tu voz y la lectura que tienes delante.
Para ello, intenta leer este texto mientras cuentas en voz alta y despacio hasta 4.
Es sencillo y algo frustrante a la vez, porque prácticamente no entiendes nada,
pero entender, no es el objetivo del ejercicio. 🙂
Cuenta, uno, dos, tres, cuatro… mientras lees:

El segundo ejercicio consiste en aprender a controlar tu voz interior. Para ello,


trata de leer y comprender este texto, leyendo solo la primera sílaba de cada
palabra (igual que el primer ejercicio, no te frustres si te haces un poco un lío):
El tercer y último ejercicio consiste en leer el siguiente texto de atrás hacia
adelante, para evitar pronunciar las sílabas.

Cuando lo tengas, haz lo mismo con el siguiente texto, que está escrito
correctamente y la idea es que tú, mentalmente le des la vuelta a las palabras.

Técnica del Marcador


¿Recuerdas cómo te enseñaron a ti a reconocer las diferentes letras y a leerlas
sobre el papel?
Exacto, alargando el dedo y señalando lo que vas a leer a continuación.
Literalmente marcando la letra o palabra (de ahí el nombre). Esto es esencial para
la lectura rápida porque establece una conexión entre el texto que lees y tu
cerebro.
Pero, ¿cuál es el problema?
Que en nuestra sociedad ese gesto se asocia a algo malo e innecesario. Por ello
los padres, pasada cierta edad, regañan al niño cada vez que señala el texto sin
darse cuenta de lo útil que en realidad es.
Antes de empezar, puedes hacer nuestro test de lectura para saber si ya eres un
lector rápido o si tu meta te queda todavía muy lejos.
Establecer una conexión ayuda notablemente a la velocidad de
lectura, reduciendo el esfuerzo que los ojos tienen que hacer para seguir
leyendo. Esto se puede solucionar sencillamente volviendo al hábito de usar el
dedo o algún otro objeto a modo de guía.
Stendal decía:
“El intelectual es, sencillamente, un ser humano que cuando lee un libro tiene un
lápiz en la mano”.
¿Qué puedes utilizar para practicar el marcado?
Empieza a seguir tu lectura con un bolígrafo, lápiz, palito chino o cualquier otra
herramienta similar que no obstaculice la lectura. Notarás como mejora tu
concentración y el proceso de absorción de la información será mucho más
rápido.
Poco a poco, lo que tienes que hacer es ir aumentando la velocidad de forma
progresiva, de modo que tus ojos se muevan más rápido por el texto.
Si esta técnica te ha parecido sencilla y eficaz, descárgate gratis nuestra guía
de lectura rápida, desde aquí. Así podrás notar la diferencia, y ver tu progreso
cuanto antes.
Técnica de la Fijación
Ahora bien, ¿en qué consiste la fijación?

Lo primero que debes saber es que esta técnica se trabaja en varios niveles.
A medida que se supera un nivel, se incrementa su complejidad y se potencian
los resultados. Hoy me centraré en la parte más básica de la fijación.
Para comprender el significado de fijación es necesario saber que cada vez que
leemos el ojo realiza pausas y saltos. Necesita enfocar en cada pausa como lo
hace una cámara fotográfica.
Sabiendo esto, la fijación no es más que el punto donde se detiene la vista para
leer.
Estas pausas son muy cortas, pero todo va sumando y si tienes en cuenta el gran
número de fijaciones que realizamos durante la lectura, estas pausas suman
bastante tiempo.
Además, las fijaciones son lo que cansa los ojos durante la lectura y
causa problemas de concentración.
Por lo tanto, el objetivo de esta técnica es disminuir el número de
fijaciones para acelerar la lectura. Es decir, no será necesario que fijes la vista
palabra por palabra, porque el ser humano puede leer agrupando palabras.
Y a medida que vas avanzando, hasta renglones enteros con una sola fijación.
Un ejemplo puntual:
Lo común es leer así, fijando la vista en cada palabra…
la – luna – es – elegante – y – redonda
Cuando empiezas a trabajar la técnicas de fijación pasaría a ser así…
la luna – es elegante – y redonda
… Y más tarde, así:
la luna es – elegante y redonda
… Y así:
la luna es elegante y redonda
Otro ejemplo:
Para practicarlo, utiliza el marcador para marcar tus puntos de fijación. Primero
pausa la punta del marcador debajo de cada palabra y haz una fijación consciente
en ella. Practica esto hasta que seas consciente de las fijaciones que haces.
Después aumentas el ritmo.
En vez de pausar en cada palabra, haz unos 4 saltos por línea. Lo que intentas es
identificar en cada fijación 2-3 palabras a la vez. Una vez que esto te salga sin
demasiado esfuerzo, vuelves a aumentar el ritmo.
También resultan muy útiles los diarios que suelen maquetar sus textos en
columnas. Comienza con una columna estrecha, situando el marcador en el
centro del renglón fijando la vista en este punto e intenta leer la columna línea
por línea en vez de palabra por palabra.
¿Te comprometes a practicarlo? Te garantizo que son técnicas fáciles de
trabajar y notarás en poco tiempo el cambio.

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