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inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. Las
atribuciones son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la
Una vez que salió del mar, Afrodita fue llevada por los vientos Céfiros, primero a
Citera y luego a Chipre, donde las Horas la vistieron y la guiaron a la morada de
los Inmortales.
Orígenes
Culto
La isla de Citera era un importante centro de su culto. Estaba asociada con Hesperia y era
frecuentemente acompañada por las Cárites, las diosas de las festividades.
Afrodita tenía sus propios festivales, las Afrodisias, que se celebraban por toda Grecia pero
particularmente en Atenas y Corinto. En el templo de Afrodita ubicado en la cima del Acrocorinto.
Afrodita estaba asociada y era con frecuencia representada con el mar, los delfines, las palomas,
los cisnes, las almejas, las vieiras, las perlas, y los árboles
de granada, manzana, mirto, rosa y lima.
Para finales del siglo V a. C. los filósofos habrían separado Afrodita en dos diosas diferentes, no
individualizadas en el culto: Afrodita Urania, nacida de la espuma después de que Cronos castrase
a Urano, y Afrodita Pandemos, la Afrodita común “de todo el pueblo’, nacida de Zeus y Dione.
Entre los neoplatónicos y finalmente sus intérpretes cristianos, Afrodita Urania figura como la
Afrodita celestial, representando el amor del cuerpo y el alma, mientras Afrodita Pandemos estaba
asociada con el mero amor físico. La representación de Afrodita Urania, con un pie descansando
sobre una tortuga, fue interpretada más tarde como emblemática de la descripción del amor
conyugal; la imagen se atribuye a Fidias, en un escultura criselefantina hecha para Elis, de la que
sólo tenemos un comentario pasajero de Pausanias.
Por esto, según Platón Afrodita es dos diosas, una vieja y la otra joven. La mayor, Urania, es la hija
de Urano; la menor se llama Pandemos, y es la hija de Zeus y Dione. Pandemos es la Afrodita
común. El discurso de Pausanias distingue dos manifestaciones de Afrodita, representadas por dos
historias: Afrodita Urania (‘celestial’) y Afrodita Pandemos (‘común’).
Nacimiento
Por esto, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. Homero cuenta en el libro V de
la Ilíada otra versión sobre su origen, según la cual sería hija de Dione, quien era la diosa oracular
original («Dione» significa simplemente ‘diosa’, forma femenina de Δíος, ‘diosa’, el genitivo de
«Zeus») en Dódona. Según Homero, Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su
hijo Eneas, es herida por Diomedes y vuelve con su madre, postrándose de rodillas para ser
reconfortada. «Dione» parece ser equivalente a Rea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó
al Olimpo y alude a un hipotético panteón protoindoeuropeo original, con dios jefe (Di-)
representado por el cielo y el rayo y la diosa jefa (forma femenina de Di-) representada como la
tierra o el suelo fértil. La propia Afrodita fue llamada a veces «Dione». Una vez que el culto a Zeus
hubo usurpado el oráculo-robledo de Dódona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.
Vida adulta
Afrodita no tuvo infancia: en todas las imágenes y referencias nació adulta, núbil e infinitamente
deseable. En muchos de los mitos menores tardíos en los que participa se la presenta vanidosa,
malhumorada y susceptible. Aunque es uno de los pocos dioses del panteón griego realmente
casados, le es infiel a su marido con frecuencia. Hefesto es una de las deidades helénicas más
ecuánimes; en el relato recogido en la Odisea Afrodita parece preferir a Ares, el voluble dios de la
guerra. Es uno de los pocos personajes que desempeñó un papel importante en la causa original
de la propia Guerra de Troya: no sólo ofreció a Helena de Esparta a Paris, sino que el rapto se
llevó a cabo cuando éste, al ver a Helena por primera vez, se vio abrumado por el deseo de
poseerla, lo que corresponde a la esfera de Afrodita.
Debido a su inmensa belleza, Zeus temía que Afrodita fuera la causa de violencia entre los otros
dioses. Por ello la casó con Hefesto, el severo y malhumorado dios del fuego y la fragua. Otra
versión de esta historia cuenta que Hera, la madre de Hefesto, lo arrojó del Olimpo al considerarle
feo y deforme. Éste obtuvo su venganza atrapándola en un trono mágico y exigiendo a cambio de
su liberación la mano de Afrodita. Hefesto estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de
la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo el cesto, un cinturón que la hacía incluso
más irresistible para los hombres.
La infelicidad de Afrodita con su matrimonio hizo que buscase la compañía de otros, normalmente
Ares, pero también Adonis. Hefesto fue informado del adulterio que su esposa mantenía con Ares
por Helios. Como venganza, atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas
que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Entonces llamó a
todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos (sin embargo, «las diosas se quedaron en
casa, todas por vergüenza»); algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir
tal vergüenza. Hefesto no los liberó hasta que Poseidón le prometió que Ares pagaría los
desagravios, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.
La diosa avergonzada huyó a Chipre, mientras que Ares se fue a Tracia. Sin embargo, sus amores
tuvieron fruto y de tal unión nacieron Eros (dios del amor) y Anteros, Deimos y Fobos (el Terror y el
Temor) y Harmonía.
Afrodita y Psique
Afrodita aparece como un personaje secundario en la historia de “Eros y Psique”, que aparecía al
principio como una digresión narrada por una anciana en la novela de Lucio Apuleyo, El asno de
oro, escrita en el siglo II a. C. En ella Afrodita estaba celosa de la belleza de una mujer mortal
llamada Psique. Pidió a Eros que usara sus flechas doradas para hacer que Psique se enamorase
del hombre más feo del mundo. Eros accedió pero terminó enamorándose él mismo de Psique, al
pincharse con una flecha dorada por accidente.
Mientras tanto, los padres de Psique estaban preocupados porque su hija siguiera soltera.
Consultaron un oráculo que les dijo que ella no estaba destinada a ningún amante mortal, sino a
una criatura que vivía en la cima de cierta montaña, a quien incluso los dioses temían. Eros había
preparado al oráculo para que dijera esto. Psique se resignó a su destino y subió a la cumbre de la
montaña, pidiéndole a los ciudadanos que la seguían que la dejaran y le permitiesen afrontar sola
su destino. Allí Céfiro, el viento del oeste, la bajó flotando suavemente hasta una cueva. Psique
entró y se sorprendió de hallarla llena de joyas y adornos. Eros le visitaba cada noche en la cueva
y hacían el amor apasionadamente. Le pidió solo que no encendiese jamás ninguna lámpara
porque no quería que Psique supiera quién era (sus alas le hacían inconfundible). Sus dos
hermanas, celosas, la convencieron de que su marido era un monstruo y que debía clavarle una
daga. Así que una noche encendió una lámpara, pero reconoció a Eros al instante y dejó caer
su daga. Una gota de aceite caliente cayó sobre el hombro de Eros, le despertó y huyó,
diciendo: «¡El amor no puede vivir donde no hay confianza!»
Cuando Psique contó a sus celosas hermanas mayores, éstas se regocijaron secretamente y cada
una de ellas fueron por separado a la cima de la montaña e hicieron como Psique les había dicho
para entrar en la cueva, esperando que Eros las preferiría a ellas. Eros seguía con el corazón roto
y no las cogió, por lo que murieron al caer hasta la base de la montaña.
Psique buscó a su amante por buena parte de Grecia, tropezando finalmente con un templo
a Deméter, donde el suelo estaba cubierto de montones de grano mezclado. Empezó a ordenar el
grano en montones ordenados y, cuando hubo terminado, Deméter le habló, diciéndole que la
mejor forma de encontrar a Eros era buscar a su madre, Afrodita, y ganarse su bendición. Psique
encontró un templo a Afrodita y entró en él. Afrodita le asignó una tarea similar a la del templo de
Deméter, pero le dio un plazo imposible de cumplir. Eros intervino, pues aún la amaba, e hizo que
unas hormigas ordenaran el grano por ella. Afrodita se enfureció por este éxito de Psique y le dijo
que fuese a un campo donde pastaban unas ovejas doradas y consiguiese lana de oro. Psique fue
al campo y vio las ovejas, pero fue detenida por el dios del río que tenía que cruzar para llegar al
campo. Éste le dijo que las ovejas eran malas y crueles y podían matarla, pero que si esperaba
hasta mediodía, las ovejas irían a buscar la sombra en el otro lado del campo y se dormirían, y que
entonces podría agarrar la lana que quedaba enganchada en las ramas y la corteza de los árboles.
Psique así lo hizo y Afrodita se enfureció todavía más al ver que había sobrevivido y superado su
prueba.
Por último, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de
la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al
inframundo y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique
guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino
más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una
ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar al
perro Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero con un pastel
de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. En el camino, vio manos que
salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí,
Perséfone dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte y
le dio el otro pastel a Cerbero para volver.
Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma,
pensando que si hacia esto Eros le amaría con toda seguridad. Dentro estaba un «sueño estigio»
que la sorprendió. Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus
ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron
y Zeus hizo inmortal a Psique. Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique, y el hijo que éstos
tuvieron se llamó Placer o (en la mitología romana) Voluptas.
El juicio de Paris
Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis (que
luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris (Discordia) no fue invitada, pero apareció con
una manzana dorada con la palabra kallistēi (‘para la más hermosa’) inscrita, que arrojó entre las
diosas. Afrodita, Hera y Atenea reclamaron ser la más bella y por tanto la justa propietaria de la
manzana. Estuvieron de acuerdo en llevar el asunto ante Zeus, quien, al no querer el favor de
ninguna diosa, dejó la elección en manos de Paris de Troya. Hera intentó sobornarle con un reino
(Asia Menor), mientras Atenea le ofreció sabiduría, fama y gloria en la batalla, pero Afrodita le
susurró que si la declaraba la más bella le daría la mujer mortal más hermosa del mundo como
esposa, por lo que Paris eligió a Afrodita. Esta mujer era Helena. Las otras diosas se enfurecieron
y a través del rapto de Helena por Paris provocaron la Guerra de Troya.
Afrodita agradecida con Paris, lo protegió durante toda la campaña así como a los demás aqueos,
incluyendo a su hijo Eneas, a quien logró salvar de la muerte.
Aunque Troya iba a perder la guerra definitivamente, Afrodita logró rescatar la raza de los aqueos
con su hijo Eneas, quien luego viajara a una tierra desconocida donde sus
descendientes Rómulo y Remo fundarían Roma.
La iras de Afrodita
La diosa fue especialmente conocida por sus maldiciones e iras, pues cuando alguien caía en la
desgracia de ofender a la diosa, se condenaba a tormentos terribles.
Castigó a la Aurora con un amor irrefrenable por Orión, ya que había cedido a las seducciones
de Ares.
Castigó a todas las mujeres de Lemnos, ya que éstas no la honraban, y las impregnó con un
olor insoportable que provocó que sus hombres las abandonaran.
Castigó a las hijas de Cíniras y las obligó a prostituirse con extranjeros.
Afrodita / Venus
Afrodita
Resumen inicial
Ella es la diosa del amor, está casada con Hefesto gracias a su padre Zeus, le fue
infiel variadas veces , de allí de esas infidelidades nació su hijo Eneas , fue un
caudillo muy importante de la guerra Troyana, quién casi muere en la misma, pero
fue salvado por su madre. Ella fue la causante de la guerra de Troya, al ser
escogida la más bella por Paris.
Introducción
Este trabajo está elaborado con la finalidad de conocer más sobre una diosa
llamada AFRODITA.
Una vez que salió del mar, Afrodita fue llevada por los vientos Céfiros, primero a
Citera y luego a Chipre, donde las Horas la vistieron y la guiaron a la morada de
los Inmortales.
Posteriormente mucha más información sobre esta diosa.
Ella era reconocida como la diosa del amor, la lujuria, la prostitución, aunque en la
modernidad se le conoce como la diosa del amor pero el amor no en el sentido del
romanticismo si no de el amor sexual y físico.
Orígenes
Vida adulta
Afrodita no tuvo infancia, en todas sus obras ella sale adulta, núbil e infinitamente
indeseable. Aunque en algunos mitos se cree que ella era malhumorada,
susceptible y vanidosa
Matrimonio
Gracias a la inmensa belleza que posee Afrodita su padre Zeus temía que
hubiesen conflictos entre los dioses y decide casarla con Hefesto el dios del fuego,
otra versión de esta historia es que Hera la madre de Hefesto lo lanzo al Olimpo
considerándolo deforme y feo, queriendo venganza atrapo a su madre en un trono
mágico y luego la amenazo y la obligo a que cuando él le pidiera la mano a
Afrodita ella aceptase, cuando Afrodita ya acepto Hefesto muy contento, Hefesto
forjo joyería preciosa para Afrodita y un cinturón que incluso la haría ver más
irresistible para los hombres.
Afrodita no era feliz con su matrimonio, por lo tanto buscaba compañía de otros
como Ares y Adonis. Helios le informo sobre el engaño que le hacía Afrodita con
Ares y este por venganza decidió tenderles una trampa, les coloco una red de
finas cuerdas en donde ellos siempre se conseguían, cuando tuvieran el mas
mínimo contacto caerían en la trampa y allí fue donde Hefesto llamo a todos los
dioses para que se burlasen de ellos , pero las diosas se quedaron en la casa por
vergüenza , un dios comento que “a mí no me hubiese importado sentir tal
vergüenza”.
Hefesto no los quería liberar hasta que Poseidón les hizo prometer a ellos dos que
pagarían desagravios, pero tan rápido que Poseidón levanto la red salieron
corriendo y ninguno mantuvo su promesa.
Su Hijo
Su Carácter
La diosa también fue conocida por su mal carácter, sus maldiciones e iras, ya que
cuando alguien ofendía a la diosa esta respondía condenándolo a tormentos.
Ella castigo a Aurora por un amor infernal con Orión, ya que había aceptado las
seducciones de Ares, ella también castigo a todas las mujeres de Lemnos, ya que
estas no la honraban y las condeno con un impregnante olor insoportable, que
provoco que sus hombres las dejaran.
Y por ultimo castigo a las hijas de Ciniras y las obligo a prostituirse con hombres
extranjeros.
Guerra de parís
Cuando la discordia lanzo una manzana a la más hermosa de las diosas, se hizo
que compitieran, entre ellas estaban : Afrodita, Atenea y Hera, Zeus decidió que
fuese París quien escogiera a la mas hermosa. Cada una le ofreció un regalo a
cambio de que la escogiera.
Afrodita muy agradecida de Paris lo protegió durante toda la guerra así como a su
hijo Eneas, a quien logro salvar de su muerte.
Se sabía que Troya perdería la guerra , Afrodita logro salvar la raza de los Aqueos
con su hijo Eneas, Quien después viajo a una tierra desconocida, donde Rómulo y
Remo sus descendientes fundarían Roma.
En el arte
Clásico:
Por otra parte en el arte románico y helenístico se produjeron muchas obras arte
sobre la diosa. Fueron muchos desnudos femeninos de los cuales no se sabe el
tema, pero en la modernidad se les suele llamar el arte de “Venus”, incluso si no
se trata de ella o de alguna mitología griega, si no de una mujer mortal también se
le llama así.
Posclásico:
Conclusión
Tras su vida transcurrió una serie de cosas, como no tener infancia, ya que todos
se refieren a que ella nació adulta se decía que era vanidosa, malhumorada y
susceptible. Zeus caso a afrodita con Hefestos para no causar ningún disgusto
entre los dioses. Afrodita tuvo un hijo con Anquises llamado Eneas quien fue un
caudillo muy importante de la guerra de Troya. Venus llego a aludir a cualquier
representación artística de una mujer desnuda en el arte posclásico y clásico,
incluso si no había indicado de que se trate de la diosa igualmente sería nombrado
como el “arte de Venus”