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LA SOCIEDAD DE COSTE MARGINAL CERO

Jeremy Rifkin

Reseña:
Por: Milton Javier Diago Ortiz
Estudiante I semestre Maestría Administración Pública CETAP Popayán

BIBLIOGRAFIA DEL AUTOR

Rifkin, Jeremy. Sociólogo, economista, escritor, orador, asesor político y activista


estadounidense. Investigador del impacto de los cambios científicos y tecnológicos en la
economía, la fuerza de trabajo, la sociedad y el medio ambiente. Adelanto estudios en la
Universidad de Tufts Boston EEUU, Universidad de Pensilvania EUU, Escuela de Negocios
Wharton EEUU.

PALBRAS CLAVES:

RESUMEN

Rifkin defiende una sociedad eficaz y creadora de riqueza pero siempre al servicio de las
personas. Por eso el texto se entreteje impregnado por un mandato ético radical. Su tesis de
partida se relaciona con la idea que el capitalismo se está agotando, no rápida pero sí
inevitablemente, nos encontramos en el umbral de una nueva era. Frente a aquellos teóricos que
han querido que aceptáramos que la historia se había acabado, que el sistema capitalista era el
más eficaz que había existido nunca, el que más se parecía a la naturaleza egoísta y materialista
del hombre, en el texto se defiende una idea más ajustada a la realidad dejando a un lado la
realidad, su carácter íntimamente social de nuestra especie, la necesidad de compartir y
colaborar.

La sociedad es previa al intercambio y lo posibilita, es la base de la convivencia pacífica


que permite una vida sólo aparentemente centrada en la adquisición de bienes y servicios. Esta
otra naturaleza humana se basa en la colaboración y la empatía. El nacimiento y la consolidación
de internet han potenciado enormemente la posibilidad de colaborar, devolviendo al centro de la
escena este carácter solidario del ser humano que el capitalismo nos hizo olvidar. Otros hechos
coadyuvantes han de ser tenidos muy en cuenta: la crisis económica actual no ha hecho sino
reafirmar lo que muchos observaban hace años: la sociedad del hiper-consumo nos vuelve
vacíos, destroza los lazos de la civilización y nos lleva hacia el desastre ecológico.

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Desde hace décadas sabíamos en el fondo que necesitábamos otra forma de organización
social, otros fundamentos de nuestra convivencia más allá del cínico materialismo de la
postmodernidad. Las mejoras tecnológicas que el propio capitalismo ha engendrado han creado
las condiciones de posibilidad de su necesario y deseable final. En definitiva, Rifkin presenta una
sociedad de coste marginal casi nulo que desencadenará en un nuevo paradigma económico.

COMENTARIO

El argumento central de Rifkin, con respecto a los cambios tecnológicos que ya han
tenido lugar, son el motor de una transformación radical que nos conducirá al eclipse del sistema
actual. Las innovaciones tecnológicas permiten producir bienes y servicios más baratos, hasta
llegar a un coste marginal cero, esto es, se pueden producir más unidades sin que prácticamente
supongan coste alguno. Si los bienes y servicios no cuestan nada y se organiza una red eficaz de
intercambio desaparece el beneficio que es el oxígeno que permite al capitalismo seguir
viviendo.

El mercado deja de ser la institución fundamental que articula la sociedad ya que los
bienes y servicios se canjean no en base a su valor de cambio sino a su valor de uso. Aparece un
nuevo valor, que Rifkin denomina “share value”. La escasez, otra de las variables básicas
necesarias para que exista el mercado, desaparece y nace la sociedad de la abundancia.

Esta nueva economía se fundamentará en un inédito mix tecnológico, logístico y


energético. En el anterior paradigma las empresas que triunfaban debían ser grandes ya que
necesitaban construir grandes economías de escala. Su organización era vertical, basada en la
jerarquía. El capitalismo premiaba la concentración empresarial.

Frente a este orden vertical, la nueva economía de la era colaborativa demanda la


creación de entornos participativos que sumen esfuerzos para crear economías de escala
laterales, no verticales. En la era del peer-to-peer aquel que sea capaz de organizar redes
ciudadanas cuya meta sea compartir será el que mejor se adapte a la nueva situación.

Según Rifkin, como es posible que el capitalismo no haya colapsado ya y, en ocasiones,


parece más vivo que nunca. El autor lo explica claramente: para que esta nueva sociedad nazca
se deben construir infraestructuras que permitan este nuevo trueque del siglo XXI. Por ejemplo,

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necesitaríamos que el acceso a internet fuera universal y los poderes públicos deberían garantizar
que tener acceso a la red es un derecho no un privilegio.

Empresas como Google tendrán interés en promover este acceso universal a internet pero
muchas otras, más adictas al paradigma añejo, se resistirán. ¿Qué papel debe jugar el Estado en
relación a esta cuestión?, ¿Verdaderamente Google, Facebook, Twitter y las demás promueven
una red abierta o la organizan pero a su vez privatizan el producto de la colaboración ciudadana a
través de la minería de datos?

La lucha por la hegemonía del porvenir se va a dar entre aquellas personas y


organizaciones que defiendan el paradigma capitalista, con su egoísmo e individualismo de base
y sus grandes empresas integradas verticalmente, y aquellos que apuesten por una economía y
una humanidad más colaborativa y solidaria, que genere intercambios y civilización a través
de estructuras basadas en el procomún y construidas igualitaria y lateralmente.

Es evidente que nuestro pensador opina que en un mundo que rondará los siete mil
millones de habitantes, inmerso en una crisis ecológica y económica sin precedentes, el
paradigma procomún es una esperanza que nos permitiría alcanzar, salvados los obstáculos, un
mundo más conectado, racional y empático, donde todos entendamos, gracias a la red, que
estamos conectados como seres y que nuestra supervivencia depende de la naturaleza y del otro.
(Rifkin, 2014)

Bibliografía

Rifkin, J. (2014). La sociedad de coste marginal cero. El internet de las cosas, el procomún
colaborativo y el ecipse del capitalismo. Barcelona, España: Paidós.

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